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14 REPORTAJE EL PERIÓDICO EL PERIÓDICO S Guatemala, domingo 2 de agosto de 2009 15

Los habitantes de San Marcos La Laguna sufrieron en los cuervos de Hitchcock. El niño de la tienda habló
con convicción: “Aquí ya todos se volvieron locos”.
un ataque invisible. Seres que se colaban en sus SOBRENATURAL
cuerpos y les obligaban a lanzarse al suelo con El visitante de los ojos verdes mira la taza de café con
desconfianza. Acerca su nariz y no huele nada fuera
espasmos violentos. ¿Qué les pasó? es una pregun- de lo común. Pero sigue pensándolo. Unos minutos
después decide dejar el café a un lado y destapa una
ta con dos respuestas: la occidental y la maya. lata de Coca-Cola que suena como un estornudo. El
líquido le raspa la garganta y le causa borbotones en
MARTA SANDOVAL el estómago. El Sol no ha salido del todo mientras el
msandoval@elperiodico.com.gt hombre de la barba rubia toma el desayuno con una
bebida carbonatada. Pero no hay alternativa, no se
atreve a beber el agua del pueblo. Lleva sólo dos días
o encontraron al filo del barranco. en San Marcos, pero ya se enteró de lo que pasó, fue
Llevaba la ropa rasgada, como si hu- hace tiempo, sí, pero todavía no se siente seguro, en
biera tenido una pelea frontal con una el agua puede haber algo que haga que los residentes
fiera. Las hilachas de camisa se le pega- se retuerzan, griten y se desgarren los músculos con
ban al pecho por el sudor y el espasmos violentos.
cabello alborotado le picaba Pero el agua es fiable. Más allá de algún parási-
en la frente. Cuando Carlos to desconocido para los extranjeros, no tiene nada
salió de casa iba al trabajo y excepcional. De eso se percató Ruth Reyes, una in-
ahora estaba allí, a punto de geniera ambiental que envió el Ministerio de Salud
lanzarse al vacío sin siquiera entender por para revisar todas las fuentes que abastecen al pueblo.
qué lo hacía. “Debe haber algo que les cause alucinaciones”, era la
La noticia ya empezaba a correr por hipótesis. Quizás algo que venga del lago, la principal
todo el pueblo, los hombres se santiguaban DORIAM MORALES/ELPERIÓDICO vía de acceso al pueblo. Reyes hizo todas las prue-
y las mujeres cubrían con agua bendita los LA PARED ES LA CULPABLE. Al levantar un bas necesarias para descubrir que no está alterada.
rostros de sus hijos. Una nube rara estaba pasando por muro en la iglesia encontraron unos También fue a los mercados y las tiendas y no halló
sus viviendas, por aquel sitio bautizado con el nombre huesos, que según los habitantes, desper- DORIAM MORALES/ELPERIÓDICO nada anómalo en los alimentos que consumen a diario
de un santo. “Carlos está poseído”, decían por lo bajo. taron a los espíritus. LA CALLE EMPINADA conduce al Centro de Salud, donde han atendido 48 casos de poseídos. Aunque la los habitantes. Nada de lo que estaban ingiriendo les
Con él, ya eran al menos cuatro los que actuaban de mayoría de los afectados no buscó ayuda médica. causaba las alucinaciones, no hay hongos o hierbas
forma irracional, los que caminaban sin saber quién alucinógenas cerca.
les guiaba los pasos. también me agarra”, asegura y la convicción es tal que al suelo a revolcarse, como cuando se le echa sal a una Que la comida estuviera limpia reforzaba la posi-
San Marcos La Laguna es un pueblo escondido en- se hace el valiente y aunque ha presenciado a muchos babosa, y sacaban espuma por la boca. Hasta a otros bilidad de una epidemia. ¿Pero qué virus causa que
tre volcanes y montañas. Desde el muelle, un cami- de sus amigos en trances, no piensa que vaya a pasarle que nunca les había pasado se les metió el espíritu allí, los enfermos se tiren al suelo y saquen espuma por la

L
no zigzagueante y estrecho conduce
nduce al centro. Perros a él, pensarlo es condenarse, es unirse a esa larga de enfrente del padre y entre todas las tumbas”, cuando boca? Uno de ellos puede ser la meningitis, que es con-

poseídos
callejeros se echan a dormir en n mitad de la calle y el lista de los invadidos por espíritus. habla lleva los brazos bajo las axilas, como si quisiera tagiosa y puede provocar trastornos de la conciencia.
peatón tiene que saltarlos com mo si fueran túmulos. “Son 48… registrados”, confirma Hilda Cholitío, la protegerse de una corriente de aire imaginaria. “Yo Pero no había fiebre, otro de los síntomas. Para des-
Ni se inmutan, su sueño y su enfermera del Centro de Salud y ante quien han pasado mejor me fui porque ya sentía que me daba también. cartarlo por completo le realizaron a varios pacientes
pereza son un aviso de lo que exactamente 48 personas que dicen ser poseídas, en Pero ni salir se podía porque en el suelo estaban todos una punción lumbar: con una aguja inyectada en su
se encontrará más adelan- realidad son muchas más pero no todos se han atrevido dando saltos”, aprieta las manos contra sus costados y columna vertebral, les extrajeron una muestra de lí-
te: nada interesante. En el a buscar ayuda médica. Ella los ha visto tirarse al suelo, aunque trata de esconderlo, las carnes del cuello y los quido cefalorraquídeo. Resultó normal. Las hipótesis
centro, una iglesia de piedra golpearse y pelear contra seres invisibles que sólo aquel brazos se le han puesto de gallina. se iban acabando.
parece insignificante al cos- que libra la batalla alcanza a ver. Les hizo pruebas de Un grupo de personas no afectadas decidió unirse y Cinco de los casos más graves fueron trasladados
tado del volcán, una cancha sangre, les tomó la temperatura, la presión y no había patrullar los barrios todas las noches. Caminaban re- al Hospital de Quetzaltenango, el más cercano y con
de basquetbol, el instituto y nada extraño. Además los enfermos no tenían en co- pitiendo plegarias por las empinadas calles del pueblo. mejor equipo. Pero allí tampoco consiguieron más que
la escuela; todo circulado por mún más que la juventud, ninguno pasaba de 25 años, “A veces terminábamos a las tres o cuatro de la ma- diagnosticarlos sanos. “Los días que estuvieron en el

La Laguna
una decena de casetas, donde pero por lo demás eran de distinta religión, nivel de ñana”, recuerda José Mendoza, uno de los iniciadores hospital lo pasaron muy bien”, cuenta Blanca Pérez,
se improvisan tiendas, y una educación y vivían lejos unos de los otros. Las hipótesis del movimiento de apoyo, “por donde pasábamos se una enfermera originaria de San Marcos La Laguna
hilera de tuc tucs que por Q15
llevan a los residentes de un pueblo a otro. Es domingo
y las calles están vacías, no hay muchos turistas y los
de San Marcos se acababan y los órganos de los enfermos no delataban
lo que les estaba ocurriendo. Decidió entonces pedir
ayuda de fuera.
escuchaban gritos y llantos y entonces corríamos a esas
puertas a ver en qué podíamos ayudar. Se necesitaban
tres o cuatro personas para sostener a uno, tenían una
que trabaja en el centro clínico de Xela, “fue muy raro
porque nunca les dio un trance y se fueron pensando
que todo había acabado”. Pero no, fue poner un pie en
pocos pobladores se han internado ya en sus casas, en El Ministerio de Salud envió un equipo de 14 pro- fuerza increíble”. Caminaban unidos sin importar re- San Marcos y volver a las visiones de monstruos.
las faldas de la montaña. Todo en San Marcos La La- varon de vuelta a casa. Cuando recuperó la conciencia “falta de fe”, pero su compañera de al lado le recordó el fesionales, psiquiatras, psicólogos, una ingeniera am- ligión o edad, era el momento de trabajar juntos para “Es algo sobrenatural”, dijo la encargada del pues-
guna es cuesta arriba, las calles, la educación, la salud sus recuerdos eran difusos, sus brazos cansados y el caso de aquella buena madre que no salía de la iglesia y biental y varios médicos. Su misión era descubrir qué luchar contra un enemigo omnipresente. to de salud. Ninguna medicina los iba a sacar de este
y el acceso a la tecnología. cuerpo dolorido, como después de un intenso día en el también cayó. “Este demonio viene por todos”, dijo una estaba pasando. “Íbamos muy asustados, pensando Los exorcismos tampoco surtierfon efecto. Men- agujero. Los diazepan y tranquilizantes similares se
El pueblo llevaba una vida tranquila, sin altibajos, gimnasio. “Se me metieron unos hombres de negro”, y las demás se persignaron simultáneamente, como si que podía ser algo infeccioso o una intoxicación por lo doza recuerda muy bien el que presenció. Mandaron a deshacían en sus estómagos cual si fueran dulces, un
sin cines, sin teatros, sin otra diversión que ver a los atinó a confesar a su familia, con la voz entrecortada fuera una coreografía previamente ensayada. que estuvieran ingiriendo”, recuerda Paiz, pero lo que llamar un sacerdote capacitado para exorcizar, pero los rato de calma y luego el pánico. “Es algo sobrenatural”,
turistas que, como si fueran peces, les entrega el lago. y los vellos de los brazos de punta. Según Carlos los Después de meditar las razones del ataque sobre- pasó, afortunadamente, no era nada de eso. enfermos empeoraban con el agua bendita, hubo uno sus palabras eran un eco que rebotaba en cada puer-
Pero desde febrero pasado la tranquilidad se fue con “espíritus” que se colaron en su cuerpo lo controlaban natural contra el pueblo, sus habitantes llegaron a una Los pobladores por su parte estaban también bus- que incluso partió el crucifijo de un golpe. En ese en- ta, en cada ventana. No hay nada en la farmacia que
el oleaje. Poco a poco, muchos de los residentes empe- como si fuera una marioneta, tiraron de sus hilos y lo conclusión. Al construir un muro en la iglesia católica, cando ayuda. Lo primero que hicieron fue acudir al tonces no podían saberlo, ni siquiera imaginarlo, pero pueda ayudar.
zaron a sufrir trances, parecía que malos espíritus se llevaron al filo del barranco, para sacrificar su vida. en febrero pasado, los albañiles habían hallado una cura, el padre Jorge Mario, que llega a San Marcos el cristianismo no haría más que empeorar las cosas. Mientras tanto un hombre gritaba en la empinada
adueñaban de sus cuerpos y les obligaban a hacer cosas “¿Por qué se olvidaron de nosotros?”, le cuestionaban, osamenta, un cráneo corroído por los años de entierro La Laguna, una comunidad con 2 mil 550 habitantes, El pueblo se iba desplomando familia a familia. calle de adoquín que conduce a la clínica. Los que pa-
anormales. Estaban poseídos, una, dos, tres o hasta pero Carlos no tenía idea de quiénes eran, nunca antes y unos huesos desperdigados: habían despertado a un sólo 3 veces a la semana. El resto de los días divide sus En las casas de los afectados empezaban a faltar los saban cerca lo veían abrir tan fuerte la boca que temían
ocho horas seguidas. Volvían con el único recuerdo había visto sus rostros. espíritu. prédicas entre 3 pueblitos a la orilla del lago de Atitlán. alimentos. Si el padre era poseído no podía salir a tra- que fuera desencajársele la mandíbula. Lo que nadie
de visiones espantosas de muertos, animales mons- En el mercado, las mujeres comentaban sobre los ca- El sacerdote hizo lo que mejor sabe hacer: una misa. La bajar, y la crisis se colaba por las ventanas abiertas. miraba era al “espíritu” que lo estaba obligando a tra-
truosos, fetos ensangrentados o criaturas diabólicas. sos, los enfermos iban cayendo como piezas de dominó. MISA EN EL CEMENTERIO celebró en el cementerio con la presencia de los enfer- Hambre y demonios, lo peor que puede pasarle a una garse un feto chorreante de sangre.
“Vivían en una película de terror”, dirá más tarde Ale- Cada día había al menos un nuevo “poseído”. Alguien “Aquí todos se volvieron locos, seño”, dice un niño de mos y sus familiares, de gente del pueblo y de uno que comunidad.
jandro Paiz, el jefe de un grupo de médicos que envió el contó de una mujer que cuando entraba en trance, el 12 años que despacha sin mucho empeño una caseta otro turista aguijoneado por la curiosidad. José se retira a su oficina en el juzgado, tras sus pasos PÁNICO EN LA ESCUELA
Ministerio de Salud para controlar la situación. dorso de su mano casi se pegaba con su muñeca, sus de chucherías, habla sin miedo de que los demás lo es- La idea era pedirle a Dios que acabara con aquel se escucha un “toc-toc” que cada vez se hace más fuerte. Herminia Pérez es una mujer baja, de ojos oscuros y
Cuando Carlos ya estaba a punto de lanzarse un ve- ojos se subían tanto que sólo se veía una masa blanca y cuchen y sigue su relato con interés, como si se sintiera mal que estaba desquiciando a la gente. Pero antes de No son sus zapatos chocando contra el pavimento, sino rasgados y un cabello negro que cae como tormenta
cino lo descubrió. Trató de sostenerlo con fuerza, pero se tiraba al suelo a revolcarse ante la mirada atónita de importante por transmitir la historia de espantos que la homilía, la desgracia ya se había desatado. La misa algo que viene de fuera, de la ventana. Detrás de la cor- sobre su espalda. La práctica docente que le tocó, previo
Carlos no hacía más que lanzar puntapiés y puñetazos sus hijos. La gente cuchicheaba, se repartía las noticias le tocó vivir a su pueblo. “Se vuelven locos y les pegan empeoró la situación. tina, aparece un pájaro de plumaje café, que se empeña a convertirse en profesora de enseñanza media, fue más
contra el que, en su mente, era un perro rabioso. Poco a con rostros acongojados y promesas de nuevas y más a los demás, no importa si es su esposa o su hija, o su “Fue espantoso”, recuerda Sandra, la recepcionista en picotear con desesperación el vidrio. Al poco tiempo complicada de lo que pudo imaginar. No llevaba ni tres
poco se fueron acercando más pobladores y entre varios fuertes oraciones para sacar aquel mal espíritu de sus vecina, cuando están así le dan a cualquiera”. ¿Y tú no de uno de los pocos hoteles del lugar, “cuando el padre recibe ayuda, otro emplumado más se suma a la tarea: días como maestra cuando tuvo que enfrentarse a un
pudieron reducirlo. Le ataron de pies y manos y lo lle- calles y sus casas. Una señora acusaba a los afectados de tienes miedo?, “No, yo no, porque si tengo miedo a mí hablaba se ponían a temblar. Yo los vi cómo se tiraban convertir en añicos el ventanal. Es imposible no pensar enemigo invisible que atacaba a sus alumnos.

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