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RESUMEN:

La tecnología al formar parte de la vida cotidiana de los padres es sin duda


indispensable que no llegue a formar también parte de la vida de sus hijos y
como psicólogos en formación es importante saber cómo influye esto en ellos,
por lo cual en la siguiente monografía se mostrara el impacto que la tecnología
está teniendo en los niños, estando en una etapa de desarrollo físico,
intelectual, e incluso en la formación de su personalidad; ya que la tecnología
está convirtiéndose en algo indispensable para el ser humano por ende como
psicólogos debemos estar al tanto de estos cambios para brindar una buena
información y recomendación.

Palabras Clave: Tecnología, desarrollo, impacto, influencia

ABSTRACT:
The technology to be part of the daily life of parents is certainly essential that it
does not become part of the lives of their children and as psychologists in
training is important to know how this influences them, so in the following
monograph it will show the impact that technology is having on children, being
in a stage of physical, intellectual development, and even in the formation of
their personality; since technology is becoming indispensable for human beings
therefore as psychologists we must be aware of these changes to provide good
information and recommendation.

Key words: Technology, development, impact, influence


Tabla de Contenido

Introducción 4
Capítulo 1. Problema y Objetivo de Investigación 5
1.1. Problema de Investigación 5
1.2. Objetivos de Investigación 5
1.2.1. Objetivo General 5
1.2.2. Objetivo Especifico 5
Capítulo 2. Marco Teórico 6
2.1. El sistema nervioso en la base del comportamiento y rendimiento
del niño 6
2.2 El desarrollo de los sentidos 7
2.2.1 Vista 7
2.2.2. Olfato 8
2.2.3. Gusto 8
2.2.4. Tacto 8
2.2.5. Oído 9
2.3 La Influencia de la tecnología 9
2.3.1 La influencia de la tecnología en el desarrollo del niño 10
2.3.2 La influencia del ambiente en el desarrollo cerebral 11
2.3.3 Influencias de la tecnología en la área educativa 12
2.3.3.1 Tecnología, aliada del aprendizaje 12
2.3.3.2 Cuidados que deben tener los profesores al incorporar las TIC
como herramienta de enseñanza 13
2.4 Consecuencias por un excesivo uso de tecnología en infantes
13
2.4.1 TDAH y Trastorno del Procesamiento Sensorial 16
2.4.2 Tecno-Estrés 18
2.4.3 Insomnio Tecnológico 19
2.4.3.1 Dormir desenfrenado 19
2.5 El mal uso de la tecnología en los niños 20
Capitulo3. Conclusiones 22
Capítulo 4. Recomendaciones 23
Bibliografía 24
Anexos 25
Introducción

Actualmente vemos que algunas personas emplean de manera


continua dispositivos electrónicos como teléfonos inteligentes, laptops,
computadoras y tabletas electrónicas. Por otra parte, la accesibilidad se
ha generalizado de tal manera que los niños también son participantes
activos en el uso de estos dispositivos, ya sea como usuarios de los
dispositivos de sus padres o incluso como propietarios.

La relevancia de este periodo del desarrollo radica en que es un


momento de la vida del ser humano en la que se están desarrollando
habilidades cognitivas y emocionales muy específicas y cuyo desarrollo
impacta otras áreas del individuo. La pregunta de investigación se
centra en conocer el impacto que estos dispositivos tienen sobre las
habilidades cognitivas de los niños. De acuerdo al artículo de Rosseli,
M. (2008) en los primeros años de vida, tanto la masa encefálica como
el desarrollo de habilidades se encuentran en el auge del desarrollo.

La llegada de los teléfonos inteligentes en nuestra vida diaria ha sin


duda cambiado nuestras vidas. El cerebro no es una materia inerte y
fija, pero es una verdadera unidad central del ser humano. Es de gran
plasticidad, las conexiones neuronales se están desarrollando todos los
días y la estimulación cerebral desencadena la creación de nuevos
circuitos neuronales. Esta estimulación permite el proceso tradicional
del aprendizaje y esto ha permitido a los seres humanos adaptarse y
evolucionar. Siendo las herramientas digitales potentes estimuladores,
participan, al igual que otros elementos, en la modificación de nuestro
cerebro.

Actualmente se ha incrementado el interés por explicar los factores


que influyen en el desarrollo de las habilidades, su predicción y la
optimización de las mismas (Papalia, 2008). Si tomamos en cuenta que
un factor importante para el adecuado desarrollo es la estimulación o la
privación de éstas, podremos asumir que el uso de los dispositivos
puede ejercer un impacto en este proceso; saber los efectos es
justamente el propósito de esta investigación ya que hoy en día
podemos visualizar como la tecnología ya forma parte del método de
crianza de los padres, sin tener un previo conocimiento de la manera en
que estos aparatos influyen en el desarrollo de los infantes y que se ve
reflejado en el comportamiento que el infante puede tener en tu entorno
familiar, social e incluso personal.
Capítulo 1. Problema y Objetivo de Investigación

1.1. Problema de Investigación


¿Cuál es el impacto de la tecnología en el desarrollo del Sistema
Nervioso Infantil?
1.2. Objetivos de Investigación
1.2.1. Objetivo General
 Analizar el impacto que tiene la tecnología en el desarrollo del
Sistema Nervioso Infantil.
1.2.2. Objetivo Especifico
 Averiguar la existencia de un mayor impacto negativo y/o
positivo en el desarrollo del sistema nervioso infantil.
 Identificar la comorbilidad del uso de las tecnologías en los
niños.
 Considerar las desventajas que puede traer el uso de la
tecnología a temprana edad.
Capítulo 2. Marco Teórico

2.1. El sistema nervioso en la base del comportamiento y


rendimiento del niño

Los cambios característicos de la niñez son aquellos que ocurren a


lo largo del desarrollo físico, intelectual y social o de la personalidad. El
desarrollo físico implica cambios
corporales, cerebrales, de las capacidades sensoriales y de las
habilidades motrices. Estos cambios influyen en el intelecto y en la
personalidad. por ejemplo, muchos de los conocimientos que los niños
tienen del mundo provienen de los sentidos y de la actividad motriz. De
esta forma, un niño que ha perdido su capacidad auditiva puede ver
retrasado su desarrollo del lenguaje.

Las facultades mentales involucradas en el proceso del desarrollo


intelectual o cognoscitivo son el aprendizaje, la memoria, el
razonamiento, el pensamiento y el lenguaje. Como se explicó
anteriormente, estos cambios están estrechamente ligados al desarrollo
físico y al emocional. Por ejemplo, el crecimiento de la memoria en un
bebé está relacionado con la experiencia de ansiedad por separación:
miedo a que la madre no vuelva cuando ella sale. Si los niños no
pudieran recordar el pasado, probablemente no estarían preocupados
por la ausencia de la madre. Un niño reprendido por golpear a un bebé
quizá no quiera hacerlo otra vez.

Por último, el desarrollo social y de la personalidad implica la forma


en la cual cada persona se relaciona con el mundo y expresa sus
emociones. El desarrollo social se refiere a los cambios experimentados
en la relación con los demás. Ambos afectan los aspectos físicos y
cognoscitivos del funcionamiento. Por ejemplo, el apoyo social de los
amigos ayuda a enfrentar los efectos negativos potenciales del estrés
en la salud mental y física.

Del mismo modo, las características físicas e intelectuales afectan


el desarrollo social y de la personalidad. Los niños que no hablan bien
pueden desarrollar nuevas estrategias para tratar de obtener lo que
desean, o a enfadarse ante la imposibilidad de expresar sus
necesidades. Este comportamiento afecta negativamente su relación
con los demás. (Papalia, 2002)

Lo que observemos del estado nervioso de los niños a través de su


comportamiento y de su rendimiento, son indicaciones de cómo recibe
el niño la información sensorial que lo bombardea a diario, de cómo la
procesa y de cómo responde a la misma. Éste es el trabajo que realiza
el sistema nervioso por medio de la Integración Sensorial. Cuando el
niño no "funciona" adecuadamente en sus tareas diarias cotidianas, del
colegio, o en su relación con los demás, es muy probable que exista un
Trastorno del Procesamiento Sensorial (TPS).

En muchas ocasiones son los trastornos en el procesamiento


sensorial los causantes de los problemas de aprendizaje y de
comportamiento. Y en la mayoría de los problemas no causados por una
mala integración sensorial, ésta se haya presente en mayor o menor
medida. "Es muy peligroso pensar que un niño llegará a superar su
problema a medida que vaya creciendo, pues esta actitud evita que se
busque ayuda profesional a la edad en la que ésta sería más benéfica."
(Jean Ayres, "La integración sensorial y el niño")
Es también un error creer que un trabajo enfocado exclusivamente
desde el punto de vista pedagógico o psicológico puede solucionar
estos problemas. No debemos plantearnos "entrenar" al niño para hacer
las cosas que su cerebro no puede hacer. A menudo la escuela exige
demasiado a estos niños, sin comprender realmente sus necesidades y
sus posibilidades de trabajar con éxito.

La buena noticia es que está científicamente demostrado que los


estímulos del ambiente influyen en las estructuras cerebrales y en su
funcionamiento, por lo que podemos actuar ayudando al niño a superar
sus problemas de integración sensorial y por lo tanto, dándole las
herramientas que le permitan funcionar mejor en todas las áreas en las
que se desenvuelve. (Jean Ayres, "La integración sensorial y el niño")

2.2. El desarrollo de los sentidos


2.2.1. Vista

La visión de un recién nacido es deficiente, y enfocan mejor a una


distancia de 30 cm., que suele ser la distancia a la que se sitúa el rostro
de la madre al sostenerlo. La visión se va perfeccionando durante el
primer año de vida. Los primeros tres años de vida parecen ser un
periodo crítico para el desarrollo de la visión binocular (utilizar ambos
ojos para percibir la profundidad y la distancia).

La percepción del color se desarrolla también con rapidez.


Alrededor de los dos meses de edad, los infantes pueden distinguir el
rojo del verde; a los tres meses, pueden distinguir el azul; a los cuatro
meses pueden distinguir el rojo, verde, azul y amarillo y, al igual que los
adultos, presentan una preferencia por el azul y el rojo.
Los bebés muy pequeños muestran una preferencia por los
diseños en blanco y negro, seguramente por el fuerte contraste. En
general, los niños prefieren las líneas curvas a las líneas rectas,
patrones compuestos a patrones simples, objetos tridimensionales
antes que objetos bidimensionales, imágenes de caras antes que
cualquier otra cosa e imágenes nuevas a imágenes familiares.

La percepción de la profundidad es casi innata. Los investigadores


utilizaron un abismo visual para estudiar el conocimiento espacial de los
bebés. Los pusieron sobre una mesa con tapa de cristal. El cristal
formaba una superficie continua, pero para un niño parecía que un lado
de la mesa fuera plano y el otro una caída vertical.

Los bebés de seis meses de edad gateaban libremente por la


mesa pero evitaban la parte del abismo visual. Cuando se coloca a
niños de menos edad de cara al abismo, el corazón les late más
lentamente, lo cual indica que perciben la profundidad aunque no
sienten miedo a la altura (pues si así fuera, el ritmo cardiaco sería más
rápido). El sentido de peligro se desarrolla tiempo después, cuando
adquieren la capacidad para desplazarse por sí mismos.

2.2.2. Olfato

Los recién nacidos pueden distinguir olores específicos. Por su


expresión puede verse cómo muestran agrado por aromas como vainilla
y fresas, y desagrado por olor a pescado o huevos podridos. También
pueden distinguir el lugar de origen del olor. Infantes de seis días de
edad, a quienes sus madres amamantaban, prefirieron el pecho de ellas
al de cualquier otra mujer; sin embargo, los niños de dos días no
mostraron ninguna preferencia. Esto indica que es necesario que pasen
unos días para que los niños aprendan el olor de sus madres.

2.2.3. Gusto

Los recién nacidos pueden distinguir entre sabores, y muestran


una preferencia por el sabor dulce. Esto puede ser debido a que la leche
materna tiene un sabor dulce. Los recién nacidos rechazan los
alimentos con mal sabor como un mecanismo de defensa.

2.2.4. Tacto

El sentido del tacto parece ser el primero en desarrollarse. Cuando


se toca con el dedo la mejilla de un recién nacido, éste mueve la cabeza
intentando encontrar el dedo. Se trata del reflejo de orientación, que le
sirve para buscar el pezón de la madre y alimentarse. Hacia la 32
semana de gestación, todas las partes del cuerpo son sensibles al tacto.
La sensibilidad al acto del recién nacido aumenta durante los primeros
cinco días de vida.

2.2.5. Oído

Los bebés comienzan a oír en el útero y el sentido del oído se


perfecciona poco antes del nacimiento. Justo después de nacer, la
audición puede desequilibrarse debido al líquido que llena el oído
interno como resultado del parto. Este fluido desaparece un día o dos
después de nacer, y la audición vuelve a ser adecuada de nuevo.
Incluso a los tres días de edad, los bebés pueden distinguir la voz de su
madre de la de un extraño y muestran preferencia por la voz de la
madre. Este reconocimiento temprano de las voces puede ser un
mecanismo para establecer vínculos entre padres e hijos gracias al
reconocimiento de las voces escuchadas mientras estaban en el útero
materno.

También son capaces de distinguir idiomas, mostrando una


preferencia cuando los padres hablan en su lengua natal, que cuando
hablan en un idioma desconocido, que no han escuchado durante el
embarazo. Los bebés con un mes de edad pueden diferenciar entre
sonidos tan similares como ba y pa.

2.3. La Influencia de la tecnología

Las pantallas ofrecen un material extraordinariamente atractivo


desde todo punto de vista (temática, gráfica, sensación de control);
generan una elevada expectativa frente a la recompensa (juegos) o son
muy gratificantes por su contenido (películas, series). Elevan la
liberación de una molécula llamada dopamina, que provoca goce,
expectación, interés, curiosidad. Están muchas de ellas a disposición
del interesado en cualquier lugar y en cualquier momento y sus
contenidos pueden ser elegidos. Sirven de antídoto contra el tedio, la
soledad, la pena. Todo esto les otorga una cualidad llamada
“gratificación”. Son muy gratificantes, y al ser humano le encanta lo que
lo gratifica. El dilema es que si el niño, adolescente o adulto pasa largas
horas frente a una pantalla, el sistema de gratificación se hiperactiva y
se desencadena una conducta adictiva, pues el cerebro comienza a
necesitar dopamina. (Martinez, 2016)
2.3.1. La influencia de la tecnología en el desarrollo del niño

Hoy las familias son diferentes. La influencia de la tecnología en


una familia del siglo XXI está fracturando su base y causando una
desintegración de los valores fundamentales que hace tiempo eran el
tejido que las unía. Los padres tienen que hacer juegos malabares con
la escuela, el trabajo, la casa y la vida social, y dependen enormemente
de las tecnologías de la comunicación, la información y el transporte
para lograr unas vidas más rápidas y eficientes. Las tecnologías del
entretenimiento (televisión, internet, videojuegos, iPads, teléfonos
móviles) han avanzado con tal rapidez que las familias apenas se han
dado cuenta del enorme efecto y los grandes cambios que han supuesto
en su estructura familiar y su estilo de vida. Un estudio llevado a cabo
en 2010 por la Kaiser Foundation mostraba que los niños en edad de
primaria consumen un promedio de 7,5 horas diarias de tecnologías del
entretenimiento, el 75% de ellos tienen televisor en su dormitorio, y el
50% de los hogares estadounidenses tienen la televisión encendida
todo el día. Ya no hay conversación en torno a la cena, sustituida por
la gran pantalla y la comida para llevar.

Los niños recurren a la tecnología para la mayor parte de sus


juegos, lo cual reduce los retos para su creatividad y su imaginación y
los obstáculos necesarios para que su cuerpo adquiera un desarrollo
sensorial y motor óptimo. Los cuerpos sedentarios y bombardeados con
estímulos sensoriales caóticos generan retrasos en el cumplimiento de
las etapas del desarrollo infantil, con las consiguientes repercusiones
negativas en las aptitudes esenciales para la alfabetización. Los jóvenes
de hoy, preparados desde el principio para la velocidad, llegan al colegio
con problemas en su capacidad de autorregulación y de atención, dos
elementos necesarios para aprender, y que al final acaban por ser
problemas importantes de control del comportamiento para los
profesores en el aula.

Desde el punto de vista biológico, los sistemas sensorial, motor y


de apego del niño, en pleno desarrollo, no han evolucionado para
englobar el carácter sedentario pero enloquecido y caótico de la
tecnología actual. La influencia de la tecnología y sus rápidos avances
en el desarrollo del niño incluye un aumento de los trastornos físicos,
fisiológicos y de conducta que los sistemas educativos y sanitarios están
apenas empezando a descubrir y, desde luego, no comprenden todavía.
La obesidad y la diabetes infantiles son ya epidemias nacionales en
Canadá y Estados Unidos, y sus causas están relacionadas con el uso
excesivo de las tecnologías. Hay diagnósticos de trastorno de déficit de
atención e hiperactividad, autismo, trastorno de coordinación, retrasos
en el desarrollo, habla ininteligible, dificultades de aprendizaje, trastorno
del procesamiento sensorial, ansiedad, depresión y trastornos del
sueño asociados al uso excesivo de las tecnologías y en alarmante
aumento. Una mirada más detallada a los factores cruciales para
cumplir las etapas de desarrollo y los efectos de las tecnologías en esos
factores ayudaría a los padres, educadores y profesionales sanitarios a
comprender mejor las complejidades de esta cuestión y a construir
estrategias eficaces para reducir el uso de la tecnología.

Cuatro factores críticos y necesarios para un desarrollo saludable


del niño son: el movimiento, el tacto, la conexión humana y el contacto
con la naturaleza. Estos tipos de aportaciones sensoriales garantizan el
desarrollo normal de la postura, la coordinación bilateral, los estados
óptimos de excitación y la autorregulación que hacen falta para adquirir
las bases necesarias para la escolarización. Los niños pequeños
necesitan dos o tres horas al día de juegos activos para adquirir una
estimulación sensorial apropiada de sus sistemas vestibular,
propioceptivo y táctil. La estimulación táctil recibida al tocar, abrazar y
jugar es fundamental para el desarrollo de la praxis, las pautas
planificadas de movimiento. Además, el tacto activa el sistema
parasimpático, que disminuye el cortisol, la adrenalina y la ansiedad. La
naturaleza y el espacio verde no solo ejercen una influencia
tranquilizadora sino que restablecen la atención y fomentan el
aprendizaje. (Rowan, 2013)

2.3.2. La influencia del ambiente en el desarrollo cerebral

El ambiente puede influir en el desarrollo del cerebro debido a su


"plasticidad". Es decir, el cerebro es moldeable, de manera que las
primeras experiencias pueden tener un efecto perdurable, para bien o
para mal.

Experimentos realizados con animales han mostrado cómo un


ambiente enriquecido puede ampliar el crecimiento y el funcionamiento
cerebrales. En una serie de experimentos pusieron ratas y otros
animales en jaulas con aparatos estimuladores, como palancas para
manipular, ruedas para correr y rocas para trepar. Estos animales se
compararon con otros en jaulas normales o en aislamiento. Los
animales del ambiente enriquecido tuvieron cerebros más pesados, con
capas corticales más gruesas, más células en la corteza visual, mayor
complejidad en las células, más células de conexión y mayor actividad
neuroquímica.

Esta plasticidad del cerebro puede continuar durante toda la vida,


aunque a un nivel algo más bajo. Por ejemplo, cuando se expuso a
animales más viejos a ambientes enriquecidos, los cambios fueron
similares a los encontrados en animales más jóvenes aunque a un nivel
menor.

2.3.3. Influencias de la tecnología en la área educativa


2.3.3.1. Tecnología, aliada del aprendizaje
 Los teléfonos inteligentes, tabletas, computadores y otros
adminículos tecnológicos pueden darle a los niños ventajas
como:
 Desarrollo de habilidades para niños con problemas de
aprendizaje.
 Los puede ayudar en el proceso de aprender a hablar y
comunicarse correctamente con los demás.
 Jugando, puede desarrollar autoconfianza al superar nuevos
retos.
 Pueden incluso realizar la actividad física que necesitan
gracias a los videojuegos con temáticas deportivas.
 Puede también encontrar y disfrutar material educativo
diseñado especialmente para ellos (documentales, películas,
instructivos, etc.).

La tecnología puede ser una herramienta útil e interesante si se


utiliza en el lugar adecuado para ayudarnos a aprender, y no todo el
tiempo ni como reemplazo de otras cosas.

Tenemos definitivamente nuevas mentes, formateadas,


diseñadas por el empleo de tecnologías digitales. Están surgiendo niños
muy distintos a los del siglo pasado. Son mentes que procesan la
información de modo muy veloz, holístico, con gran empleo de la lógica
espacial y de códigos comunicativos nuevos (emoticones, por ejemplo).
Lo visual y el espacio son protagónicos, perdiendo relevancia lo
conceptual simbólico y el análisis secuencial de los fenómenos. Mentes
que privilegian la velocidad de la información por sobre la profundidad
de ella. Mentes impacientes. Este procesamiento tan veloz y de
superficie sacrifica lo elaborado, lo lento, lo “madurado” antes de ser
emitido. Está por encima de la profundidad de las ideas, del desacuerdo
con fundamentos que hacía nacer la discusión en un marco de respeto
y que es plasmado solamente en las conversaciones de sobremesa, los
juegos de salón, la tertulia, el debate. (Arcila, 2013)

Las tecnologías digitales (TIC) son un espléndido recurso cuando se


emplean en el aula, con objetivos bien definidos. Desarrollan la
creatividad, el pensamiento divergente y el convergente, la inteligencia
ejecutiva, la originalidad, etc. Es distinto cuando las TIC pasan a ser el
recurso de entretención en casa, un recurso que permite a los padres
desentenderse por largo tiempo de los hijos porque saben que “están
en buenas manos”. (Roley, Blanche, Schaaf, 2001)

2.3.3.2. Cuidados que deben tener los profesores al incorporar


las TIC como herramienta de enseñanza

El empleo de las TIC como recurso metodológico es muy


innovador y estimulante para los chicos, pero se debe evitar que se
transforme en un medio para evadir el principal deber del profesor, cual
es acompañar a los alumnos a crear sus aprendizajes, a darles sentido,
a aplicarlos de manera creativa. No basta con que enciendan los laptop
o computadores para creer que están aprendiendo de manera
innovadora. El profesor es clave, y debe ser un pedagogo que sepa usar
las TIC; que ellas sean una parte natural de sus metodologías, porque
los chicos perciben cuando el profesor, un inmigrante digital, muestra
sus debilidades frente a alumnos que son nativos digitales y dominan la
tecnología de un modo muy fluido, dejando en desventaja al docente, el
cual pierde liderazgo. (Roley, Blanche, Schaaf, 2001)

2.4. Consecuencias por un excesivo uso de tecnología

“La tecnología no muerde ni nos hace daño. Su impacto en los niños


depende del uso que los padres orienten. Educar es ayudar a los niños
a crear conexiones valiosas en su cerebro” lo indica el neurospciologo
Álvaro Bilbao egresado del Hospital Johns Hopkins (EE. UU.),
psicoterapeuta, doctor en psicología de la salud de la Universidad de
Deusto.
El uso desmedido y sin control de la tecnología en los niños puede
generar problemas de salud, desórdenes en el sueño, irritabilidad, bajo
rendimiento académico, aislamiento y depresión. Esto se refleja en los
tiempos que permanecen conectados, el comportamiento que asumen
con sus pares y mayores, o el desinterés frente a otras actividades y
tareas cotidianas.

Por su parte, la psicóloga Ana María Reyes sostiene que una


exagerada exposición a la red puede ocasionar en los pequeños graves
repercusiones en su comportamiento. “Los niños que usan la tecnología
constantemente y sin control se alejan del cumplimiento de sus deberes,
y ello genera ansiedad y estado depresivo, ya que no están cumpliendo
con las exigencias del colegio y tampoco se están enfrentando al
problema, sino distrayéndolo con un uso excesivo de lo tecnológico”.

Para el psicólogo clínico, Julián Andrés Hernández Gómez, docente


del Politécnico Gran colombiano, “es una realidad que los niños que
invierten más del 40% de su tiempo en la tecnología suelen tener
dificultades emocionales, como la incapacidad de reconocer sus propios
sentimientos o los de los demás; baja o ninguna habilidad de interacción
social, y presentar periodos de depresión o ansiedad por el tiempo que
pasan sin tecnología”.

“Esto puede darse desde temprana edad, muchas veces desde que
los niños aún no hablan y se entretienen con los teléfonos celulares y
las tabletas de sus padres, en vez de explorar el mundo a su alrededor
e interactuar con quienes los rodean, que es la forma natural en la que
se aprende”, anota Kusiner.
En tal sentido, la Universidad de Harvard examinó a un grupo de
pequeños con acceso a teléfonos inteligentes, encontrando que los
menores que los manipulaban dormían menos, ya que, por el tamaño
del dispositivo, era muy fácil llevarlos con ellos a la cama, y utilizarlos
sin medida y sin la supervisión responsable de un adulto.

La Academia Estadounidense de Pediatría, en su documento “Los


niños, los adolescentes y los medios de comunicación”, reveló
contundentes estadísticas en relación con el tiempo que los niños se
sumergen en la tecnología: un niño entre los 8 y 10 años pasa cerca de
8 horas diarias frente a un dispositivo electrónico, y ese tiempo puede
ascender a 11 horas por día en niños mayores y adolescentes. (Arias,
2018)

Se ha comprobado que, en la niñez, la exposición prolongada a


ciertos dispositivos sí puede modificar las conexiones cerebrales y
repercutir en áreas relacionadas con el lenguaje, la socialización y la
expresión de los sentimientos. Al estar los niños tan abstraídos con los
aparatos, se estimulan en menor medida habilidades como el habla, la
escucha, la observación del entorno y la empatía. Por lo tanto, se
podrían presentar dificultades en esas áreas.

Antonio Rizzoli, jefe de la Unidad de Investigación en


Neurodesarrollo del Hospital Infantil de México, quien ha estudiado el
tema durante 10 años. Según él, “el 85% del cerebro se desarrolla en
los primeros tres años de vida. La primera parte que se forma es la
sensorial, y para esto se necesita el constante contacto físico con los
padres. El organismo humano no está diseñado para exponerse a
dispositivos tecnológicos tan temprano”.
Se halló estudios en cuatro revistas científicas que confirman que
infantes menores de tres años utilizan con frecuencia estos aparatos.
Para uno de ellos, publicado en la revista Archives of Disease in
Childhood, se entrevistó a 82 padres de bebés de entre 12 y 30 meses.
El 87% aceptó que les daba la tableta o el celular a sus hijos para jugar
y el 62% dijo haberles descargado aplicaciones.

Aún más: el 91% de los padres indicó que los menores manipulan y
cambian imágenes en la pantalla táctil; 50% reveló que su bebé
desbloquea el dispositivo, y 64, que el infante busca aplicaciones e
interactúa con ellas.

Para Rizzoli, muchas veces, cuando los padres usan la tecnología


como sustitutos de la crianza, el resultado es contraproducente. Por
ejemplo, se sabe que el primer año de vida es crítico para desarrollar el
habla, pero si un bebé pasa conectado a la tecnología, es menos
probable que practique esta habilidad, apuntó. ”Y es aún peor si los
padres de un menor de tres años pasan pendientes de la tecnología y
exponen al menor a ella”.

Lo mismo podría suceder con los viajes largos. Algunos papás


acostumbran darles los dispositivos electrónicos a sus hijos para
entretenerlos “Si esa medida es repetitiva, los niños podrían ser menos
sociables y curiosos. Lo ideal es que vean a su alrededor y compartan
con los demás, no que estén concentrados en sus pantallas”, subrayó
Rizzoli.
El experto sostiene que la tecnología debe verse como un medio y
no como un fin. En ese sentido, hace algunas sugerencias para lograr
un mejor tratamiento por grupos de edades.

Desde su óptica, los menores de dos años no deben tener acceso a


tales aparatos porque para ellos son fundamentales otros estímulos. Sin
embargo, si uno de los padres o seres cercanos está lejos de casa, sí
se podrían grabar videos o audios para que el bebé o niño pequeño los
vea o escuche. (Rodriguez, 2016)

A partir de los tres años, pueden usarse tabletas para leerles a los
niños. También se les puede permitir jugar con ellas, pero con la
supervisión de un adulto “También tienen su forma lúdica, hay
aplicaciones para que niños de tres a cinco años dibujen”, aseguró el
especialista. A los seis años podría permitirse que jueguen con
consolas, pero durante media hora al día. Después de los 10 años y con
los adolescentes, es preciso insistir en que los dispositivos no pueden
interferir con momentos familiares o con la alimentación.

No se trata de satanizar la tecnología. Los teléfonos, tabletas y


videojuegos no son riesgosos si se les da el uso correcto y una
investigación del Observatorio del Videojuego de la Universidad
Europea, de Madrid, comprobó, por ejemplo, que ciertos videojuegos
podrían potenciar el liderazgo y agilizar la toma de decisiones. Además,
en el mercado hay aplicaciones de carácter pedagógico que pueden ser
ventajosas.
2.4.1. TDAH y Trastorno del Procesamiento Sensorial

Muchos padres se asombran de que a sus hijos les tachen de


hiperactivos cuando pueden permanecer tiempo enganchados a una
pantalla (tele, videojuegos...) casi sin parpadear. Pero cabe mencionar
que hoy en día los videojuegos también hay para Smartphone y tabletas
electrónicas, lo que supone que todo videojuego que sea producido
mediante una pantalla también lo implica.

Lo que sucede, en realidad, es que la capacidad de estos menores


para concentrarse delante de una pantalla, y no en otros sitios, es una
característica del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
(TDAH), según apuntan algunas investigaciones y, sobre todo, muchos
de los especialistas que les tratan. Pero no es todo tan sencillo. Porque
también existen otra serie de trabajos que apuntan hacia el lado
contrario: el exceso de horas frente al televisor o la videoconsola es el
que eleva el riesgo de problemas de atención en los menores.

Inmaculada Escamilla, psiquiatra infantil de la Clínica Universidad de


Navarra en Madrid, aclara a ELMUNDO.es que "el problema de los
niños con TDAH radica fundamentalmente en la atención sostenida y
directa. Es decir, tienen mayor dificultad que la población general en
mantenerse atentos en aquello que les supone un esfuerzo mental. Pero
cuando están jugando con consolas, continuamente reciben una
respuesta a sus jugadas y rápidamente obtienen un refuerzo positivo, a
través de puntos o premios, lo que incrementa progresivamente su
interés y motivación".
Este tipo de juegos les resultan muy cómodos porque "tienen una
mayor dificultad para retrasar la recompensa de sus actos y para
esperar respuesta. De igual forma, la 'tele' no precisa necesariamente
de una atención sostenida, de ahí que pasen más horas delante de ella",
agrega.

De la misma opinión se muestra Beatriz Benito, psicopedagoga de


la Asociación Vallisoletana de Afectados por Trastorno por Déficit de
Atención e Hiperactividad : "He comprobado que, efectivamente, los
hiperactivos están más tiempo concentrados cuando se trata de ver la
televisión o jugar a un videojuego. Es un problema de motivación. En el
colegio, estos niños tienen muchas dificultades porque tienen que estar
sentados todo el rato y porque no cambian de actividad. Su tiempo de
concentración en una misma tarea es de cinco minutos (el de una
persona sin el trastorno oscila entre los 35 y los 45). Sin embargo, los
videojuegos tienen refuerzos indirectos, como subir de nivel cuando
ganas, que les motivan".

Miguel Ángel Díaz-Sibaja, de la Unidad de Salud Mental Infanto-


Juvenil del Hospital de Día de Algeciras, por su parte, defiende que "hay
pruebas fehacientes de que los niños hiperactivos tienen más
problemas de atención cuando la información es repetitiva que cuando
es novedosa, es decir, les costará prestar más atención a aquellas
tareas que sean aburridas con respecto a aquellas otras que sean más
divertidas. En este sentido, la motivación o el entusiasmo que tengamos
en realizar una actividad nos facilitará considerablemente el que
mantengamos la atención. Parece claro por tanto, que el niño
hiperactivo podrá mantenerse más tiempo viendo la televisión o jugando
a la video consola que prestar atención al profesor de matemáticas".

La integración sensorial es un proceso neurológico que organiza


las sensaciones del propio cuerpo y las del ambiente, y hace posible
utilizar el cuerpo de forma efectiva en el ambiente que se encuentra.
Con la integración sensorial se asimila y se da sentido a la información
que nos proporcionan todas las sensaciones que vienen del cuerpo y
del mundo exterior y que es captada a través de los órganos de los
sentidos.

Para algunos niños la integración sensorial no se desarrolla tan


eficientemente como debiera y perciben las sensaciones de manera
confusa impactando en el nivel de alerta y atención, la autorregulación
y la organización para los desafíos del medio.

La integración sensorial es necesaria para poder interactuar


socialmente e interfiere en la capacidad del niño para:

 Aprender.

 Lograr acontecimientos importantes de desarrollo.

 En su comportamiento

 Tener relaciones sociales saludables con las personas a


cargo del niño y de otros niños.

 Construir la autoestima.

 Desarrollar el control motriz: Coordinación motora gruesa y


fina.
Los trastornos en estas áreas pueden afectar a la capacidad para
funcionar. En los niños pequeños, los problemas de procesamiento de
información sensorial frecuentemente son considerados problemas de
comportamiento pudiendo llegar a sufrir de ansiedad, depresión, baja
autoestima y aislamiento social.

A día de hoy se estima que el Trastorno del Procesamiento


Sensorial (TPS) afecta aproximadamente al 3% de los niños y consiste
en la dificultad para procesar y organizar la información sensorial.

El TPS puede darse además con otros diagnósticos como el


autismo, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o
trastornos de ansiedad, pero también puede darse de manera única.

Las evaluaciones por parte de terapeutas ocupacionales


especializados en integración sensorial revelan que muchos niños
diagnosticados con trastorno de déficit de atención e hiperactividad
(TDAH) son hipersensibles al tacto (Roley, Blanche, Schaaf, 2001)

2.4.2. Tecno-Estrés

El tecno-estrés habla de una afección psicológica derivada del uso


continuo de la tecnología. Se genera por no saber usar esta herramienta
o por emplearla en exceso, al utilizar dispositivos móviles u otros
gadgets y al conectarse a redes.

Para la académica Luz María González, “el estrés es una emoción


adaptativa que se activa cuando la persona se siente amenazada, el
cuerpo reacciona para poder luchar o huir, y hay muchos cambios
orgánicos”.

De acuerdo con la especialista los principales síntomas de esta


patología son taquicardia, tensión muscular, dolor de estómago, baja en
el sistema inmunológico y disminución de hormonas reproductoras,
mientras que en casos extremos, hay migraña y problemas
cardiovasculares. (Colina, 2015)

2.4.3. Insomnio Tecnologico

El aumento de niños con problemas por la exposición nocturna a


las pantallas es un problema global: en España, el hospital Vitas Nisa
Rey Don Jaime admitió al diario ‘El Mundo’ que las consultas infantiles
han aumentado en un 22 por ciento en los últimos cinco años, debido al
“insomnio tecnológico”.

Niños irritables, con problemas en el colegio, cefaleas, con


dificultades para seguir instrucciones, que se quejan de estar cansados
o que les cuesta quedarse dormidos son cada vez más comunes en las
consultas de los especialistas pediátricos.

La causa, coinciden los médicos, suele ser siempre la misma: las


pantallas a las que se exponen antes de dormir “Hay muchísimos casos
en el último tiempo. La gran mayoría de los pacientes que consultan por
trastornos de desarrollo o trastornos escolares no se dan cuenta de que
la causa es la exposición a las pantallas”, dice la doctora Marcela
Paredes, neuróloga infantil de la Clínica Santa María. (Torres, 2018)
2.4.3.1. Dormir fragmentado

“No solo se duerme menos debido a las pantallas, también hay


más despertares en la noche, algunos son imperceptibles, pero generan
un sueño más liviano. Todo esto cambia la arquitectura del sueño. Y el
sueño REM, que es cuando se sueña, en el que creamos memorias, se
da de manera superficial”, advierte el doctor Pablo Brockmann,
somnólogo del Centro del Sueño de la Red de Salud UC Christus. Y
agrega: “Las pantallas son uno de los principales factores que afectan
el sueño de las nuevas generaciones”.

Con él coincide la doctora Viviana Venegas, neuróloga infantil de


la Clínica Alemana: “No es solo que duerman mal o que les cueste
dormir, también tiene impacto al día siguiente en el funcionamiento
cognitivo del niño, las capacidades de rendir en el colegio, el humor y
otros problemas. Muchas cosas pasan durante el sueño: se regulan las
hormonas por ejemplo, las que se relacionan con el desarrollo corporal–
, se resetea el cerebro, se consolida la memoria, se prepara para lograr
mayores aprendizajes, también se relaciona con el metabolismo de la
glucosa... es muy relevante para la salud general del niño”.

Hipertensión arterial y obesidad también están relacionados con


un mal dormir, dicen los especialistas. “Las luces de cualquier pantalla
tienen la misma intencionalidad lumínica que el día. Al recibir estímulo
de luz día, el cerebro hace algunas cosas, y en la oscuridad tiene otras
funciones. Entonces, cuando mantienes un estímulo lumínico, el
cerebro no sabe qué hacer y se altera una serie de funciones, y eso se
traduce en manifestaciones de disfunciones de la regulación metabólica
y endrocrinológica”, dice la doctora Paredes. (Torres, 2018)
2.5. El mal uso de la tecnología en los niños

Según Mepiar (2017) existen diversas formas en la que un mal uso


de la tecnología genera resultados no esperados, los cuales serían:

 Un niño frente a una tableta electrónica o un Smartphone


con una serie es un niño que no habla, que no se relaciona durante
ese rato, que mantiene sus ojos pegados a la pantalla y que no quiere
jugar a nada.

 La aplicación ofrece todo lo que el niño necesita sin que él tenga


que trabajar. En cambio, cuando el niño juega solo, necesita estimular
su creatividad e imaginación para poder divertirse. Ese “esfuerzo” tan
positivo puede dar pereza al niño, que con un dispositivo electrónico lo
tiene todo más fácil.

 Sin la supervisión adecuada, el niño puede acceder a


contenido no permitido (violento, íntimo) con facilidad, con los
problemas de todo tipo que ello supone. Los expertos están de acuerdo
con que los dispositivos electrónicos pueden causar adicción y
dependencia, sobre todo si el uso de estos aparatos se hace sin ningún
tipo de límites.

 Un menor que no juega con otros niños, que no hace deporte y


que pasa todo su tiempo de ocio encerrado en casa jugando con
dispositivos es un niño con un riesgo muy alto de padecer sobrepeso y
problemas posturales.
 El “aburrimiento” es la llave para el desarrollo de la imaginación
en los niños y las tablets son fuente de entretenimiento constante. Evitar
que los niños usen las tablets permite que desarrollen
otras capacidades creativas y prueben maneras de pensar diferentes.

 El uso temprano de dispositivos móviles puede conllevar


el manejo de redes sociales por parte de niños cada vez más pequeños,
cuyos efectos están aún por estudiar.

 El uso de tecnología limita la capacidad de creación artística.


Por ello, en los colegios se potencian actividades como pintar y dibujar,
en lugar de consumo de información descargada en la Tablet.

 Los dispositivos electrónicos pueden causar distracciones en el


niño, lo que puede limitar su capacidad de concentración.

 El consumo pasivo de información en dispositivos frena el


cultivo de habilidades creativas y de resolución de problemas tan
necesarias en el posterior desarrollo del niño.

 Mucha de la tecnología que usamos hoy en día


estará desfasada en el mundo del futuro.
Capitulo3. Conclusiones

La tecnología tiene múltiples estímulos electrónicos y los padres


desconocen aún cuál debe ser el manejo y el impacto en el desarrollo
cerebral del infante. Desde la perspectiva de la neurociencia, aún no se
conoce en su totalidad el impacto que las nuevas tecnologías genera,
pero estudios recientes demuestran que un mayor tiempo de exposición
a dispositivos (teléfonos inteligentes, tabletas, consolas de juego y
televisión) arroja mayores índices de obesidad, miopía, déficit de
atención y depresión infantil. Además, es probable que se dé una
afectación en la maduración de distintas estructuras y funciones del
cerebro en desarrollo.

Si bien la tecnología dio un gran aporte a la humanidad, los padres


también hicieron que formara parte de la crianza a sus hijos, como se
demostró en la monografía existieron estudios donde demostraron que
un porcentaje elevado en los padres utiliza los aparatos tecnológicos
como ser tabletas o celulares para que sus hijos se distraigan sin tomar
medidas para que no tenga una consecuencia negativa en ellos, lo que
llega a ser alarmante como psicólogos ya que también se mencionó que
al no tener un control del uso que tienen los niños con la tecnología crea
un aumento a la depresión que es hoy en día una enfermedad que está
atacando mundialmente a la humanidad, y a raíz de no tomar medidas
con respecto a eso la tasa de morbilidad de suicidio se eleva, algo que
como psicólogos debemos saber y así poder trabajar con estas nuevas
formas que influyen en del desarrollo psicosocial del individuo.

Capítulo 4. Recomendaciones

Utilizar celulares, tabletas, pantallas o computadoras en los


primeros cinco años de vida sí cambia el desarrollo cerebral, pero no
necesariamente de forma negativa. Si se le da el acompañamiento
necesario por parte de un adulto, si se escoge bien lo que ese niño va
a ver, oír o interactuar con el dispositivo y se limita el tiempo de uso,
puede ser una herramienta importante de aprendizaje y desarrollo a
partir de los 18 meses.

Si sabemos utilizar bien esta tecnología, podemos tener niños con


habilidades en zonas cerebrales que antes se desarrollaban más tarde
(especialmente las relacionadas con motora fina) y hacen que los niños
crezcan con habilidades para utilizar estos dispositivos. Sin embargo,
no puede ser un uso pasivo o incontrolado, debe hacerse con la guía de
adultos responsables, que participen directamente con ellos y con un
tiempo limitado al día.

Conforme los niños comienzan a expresar sus gustos y


preferencias, también pueden tomar un rol activo al escoger e
interactuar con la tecnología pero sí hay algo en lo que todos los
especialistas están de acuerdo: la tecnología es una herramienta, no es
una niñera, no es un distractor y no sustituye la interacción con los
padres y otros adultos, el compartir con otras personas de su edad ni el
tiempo de actividad física o al aire libre.

Se debe tomar en cuenta que hay momentos que deben ser libres
de todo tipo de dispositivo: por ejemplo, las horas de comer, cuando
falte menos de una hora para dormir, los momentos de compartir en
familia y los de hacer actividad física. También se deben tomar en
cuenta otras herramientas más tradicionales y también vitales en el
desarrollo cerebral, como los libros de cuentos o para colorear, los
bloques o "tucos" para armar, los diferentes muñecos o juguetes y el
poder inventar juegos con solo su imaginación.

Los adultos deben saber cómo utilizar cada dispositivo que van a
utilizar con los menores y saber manipularlo para poder estar vigilantes
a la hora de interactuar con los niños y el aparato,; existen dos tipos de
padres a los que debe educarse: a quienes no tienen el menor contacto
con la tecnología y no saben cómo usarla y a quienes son dependientes
de esta y no pueden pasar un minuto sin tener el teléfono inteligente en
sus manos. A estos últimos hay que educarlos para que, por ejemplo,
no lleven el celular a la mesa o dejen de estarlo revisando mientras
hablan con los hijos.

Bibliografía

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Arias, L. A. (15 de Enero de 2018). ¿Qué enfermedad mental provoca


la tecnología en los niños? El Botiquín. Recuperado de
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para-mal/YE6XNYH435H2BJET7ZRTVPNTCE/story/

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06397770.html

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