se encuentra petrificado o tumbando pareciera que está dormido. Fuiste el que me saco de una vida que no era extraordinaria ni apasionada me sacaste de los limites en que vivía. Con usted don Quijote pase desde las aventuras más felices a las más extrañas, pero dejaron huella en mí. Gracias por enseñarme las místicas costumbre de la caballería andante y ha que todo pude ser posible, además sentí junto a usted de cómo es realmente vivir. Más allá de la comida y el vino la esencia que se fue con usted me queda a mí. Le cuento que por haber dicho “baciyelmo” dicen que soy un prototipo de algo que se llama novela moderna, que soy una criatura presa de la duda, del desánimo y de la vacilación. por eso soy lo que dicen. Bueno no lo sé, solo me extraña que haya dejado todos sus pensamientos de la caballería atrás. Aunque se enoje Cide Hamete o don Quijote Me quedaré con el Don quijote que se enfrentó a los molinos y no con el que se despidió de mí. Adiós para siempre adiós. Desahogo de una libre Marcela
Hace tiempo que no sabía nada de ti
me sorprendió escuchar que has muerto todavía recuerdo tu rostro de extrañeza al escucharme, cuando estaba defendiéndome frente a los románticos. Tú has sido al único que he respetado ¿ sabes por qué? Porque llevas la libertad en los poros. La herencia que dejaste va a durar siglos espero que se cumpla. He paseado por las montañas y bosques viviendo la libertad de nuestra época y voy seguir. Antes de despedirme te cuento que he escuchado a la gente decir: “La Marcela renacentista encuentra las palabras elocuentes para defender su libertad y la gratitud del amor” Me gusta que sepan quién soy ¡ la libre Marcela! Y tú me seguiste Caballero de la triste figura creo que ahora me toca seguirte a ti. hasta siempre, nunca adiós. Declaración de un pequeño Quijote
Esta es mi historia soy
un pequeño quijote que leyó las historias de don Quijote aunque hayan pasado siglos te dedico este poema. Siento que tus cenizas quedaron en el mar pero todavía estás presente. Soy el único, pero tu memoria la guardo en la carne Gracias a tus momentos a solas pude entenderte y ver quien eras Y todo me quedo más claro cuando leí: “que por haber estado solo tus momentos son excepcionales son momentos que la conciencia tuya no está solamente narrada o mencionada sino viva y en trance de ocurrir”. Me declaro culpable por seguir eso. Sé que va ser difícil enfrentar la realidad pero disfrutaré los amados instantes que voy a vivir. Me despido de ti caballero de la triste figura y del mundo actual Creo que ahora siento lo que sentiste de tú siglos atrás después de todo quizás me olvide hasta de quien soy quizás de te vea cuando este al borde del confín, adiós gigante mensajero animal.