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DE SANTIAGO
GIORDANO
UN PASTOR PROTESTANTE
SANTIAGO GIORDANO
Publicado en España por
Impresiones.
Depósito Legal
Printed by Publidisa
Printed in Spain
Prólogo. 11
Introducción 19
Capítulo 1 • De Italia a España. 27
Capítulo 2 • Días de ilusión. 35
Capítulo 3 • La República. 54
Capítulo 4 • Días de angustia y luto. 64
Capítulo 5 • La adolescencia. 76
Capítulo 6 • Posguerra, hambre y persecución. 83
Capítulo 7 • De la adolescencia a la juventud. 92
Capítulo 8 • Paco. 107
Capítulo 9 • Suiza. 115
Capítulo 10 • Tánger. 124
Capítulo 11 • Regreso a Barcelona. 136
Capítulo 12 • Berea I. 144
Capítulo 13 • Berea II. 157
Capítulo 14 • Berea III. 167
Capítulo 15 • Berea IV. 175
Capítulo 16 • Berea V. 181
Capítulo 17 • El gran incendio. 205
Capítulo 18 • Centro Bíblico Berea. 211
Capítulo 19 • La fundación de una nueva 218
iglesia.
Capítulo 20 • La Ley 44/67. 226
Capítulo 21 • Miscelánea de acontecimientos. 234
Capítulo 22 • Nuestros hijos dejan el nido. 244
Capítulo 23 • Un crucero inesperado. 251
Capítulo 24 • La gran aventura. 259
Capítulo 25 • La evangelización. 267
Capítulo 26 • Un sermón bajo palio. 273
Capítulo 27 • CXXV Aniversario. 281
Capítulo 28 • Las CAEF, Cáceres y Tárrega 289
Capítulo 29 • Un testigo de excepción. 299
Capítulo 30 • La Libertad. 309
Capítulo 31 • Las AA.HH. en la Europa 315
Occidental.
Capítulo 32 • El Viviente que me ve. 325
Capítulo 33 • Epílogo. 335
Prólogo
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Memorias de Santiago Giordano
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Memorias de Santiago Giordano
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Introducción
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Introducción
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Introducción
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Santiago Giordano Urrutia
Nacido en Barcelona el 21 de Febrero de 1927
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Capítulo 2 • Días de ilusión
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era más ancha, y sigue siéndolo, que las otras calles del Ensanche
de Barcelona.
Hasta que no se electrificó por completo el ferrocarril, no
se cubrió la zanja de la calle Aragón. Hoy, en el centro de la calle,
se encuentra el túnel por donde pasa el ferrocarril.
La tía Magdalena, después de la muerte de su padre,
había tenido relaciones con una persona muy simpática, de la que
estaba sumamente enamorada, pero que siempre iba dando largas
al matrimonio, hasta que al fin se descubrió que tenía relaciones
intimas con otra mujer de la que le había nacido un hijo.
Esto causó un disgusto muy grande a la tía Magdalena,
quien inmediatamente rompió toda relación con esa persona.
La tía Magdalena, después de la ruptura de su noviazgo,
el casamiento de todos sus hermanos y la muerte de su madre,
experimentó un cambio muy fuerte y brusco de su carácter;
supongo que hoy diríamos que se trataba de una depresión, y para
entretenerse de forma positiva empezó a estudiar inglés.
A la iglesia de calle Teruel 22 asistían un matrimonio
inglés, Don Benjamín y Doña Catalina White, ex misioneros en
Galicia y Andalucía, que en Barcelona eran profesores de Inglés.
La tía Magdalena estudiaba inglés con ellos, y además, en muchas
ocasiones, le invitaban a tomar té procurando entretenerla y
ayudarla. En una de esas reuniones alrededor de una taza de té,
conoció a Enrique Haselden Montes, ingeniero industrial, un
andaluz de nacionalidad inglesa.
Aquí vamos a hacer un paréntesis, porque la historia de
los Haselden tiene algo de novelesco. Los Haselden eran una
familia inglesa de ingenieros y en el siglo XIX comenzaron a
explotar las minas de plomo argentífero de El Centenillo, que
siglos atrás ya habían descubierto los romanos.
El Centenillo está relativamente cerca de La Carolina,
en plena Sierra Morena. En aquella época, Sierra Morena era
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Ormisda Brandoli (la Nonna) abuela paterna con Santiago en brazos. Barcelona 1927
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Familia Giordano
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Capítulo 3 • La República
14 de abril de 1931
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Coliseo Pompeia.
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Capítulo 4 • Días de angustia y luto
19 de julio de 1936
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llamas y el tío Enrique nos explicó que era una aurora boreal.
Era un fenómeno que ocurría con cierta frecuencia en latitudes
mucho más al norte, si bien, ocasionalmente, se daba en latitudes
más al Sur.
En Barcelona, además de los bombardeos, empezaba a
pasarse hambre y fueron de gran ayuda los paquetes con alimentos
que se recibían de creyentes de Inglaterra, Francia, Suiza y otros
lugares. Nosotros, en Esplugas de Llobregat, estábamos mejor,
porque podíamos comprar directamente a los payeses.
En Suiza, prepararon un plan de evacuación de los
niños de familias evangélicas, para librarlos de los bombardeos
y del hambre. La persona que tomó a su cargo la organización
fue el suizo Edmundo Lereche, antiguo miembro de la iglesia
evangélica en calle Teruel 22, quien tenía la ventaja de conocer el
francés y el español. Suiza quedaba lejos, por lo que era mucho
más sencillo instalar a los refugiados en el Midi de Francia.
Mi madre fue elegida, junto con otras personas, para
cuidar a los niños. En total, fuimos unos 120 niños y niñas que
salimos de Barcelona en julio de 1938.
Ignoro por qué motivos, pero al principio la cosa estuvo
mal organizada. Unos 20 a 30 niños, varones mayores, al cuidado
del matrimonio Cortadellas marcharon a Valon, con lo que se
separó a varios hermanos.
El grueso de la expedición, con las personas que los
cuidaban, fue enviado a Montauban, a un antiguo orfanato,
viejo, sucio y asqueroso. Para mí, que era bastante finolis, el solo
hecho de ir al W.C. era un suplicio; se trataba de un agujero en
el suelo, pero, como aquello estaba hecho para mayores, los niños
raramente acertaban a el, por lo que, literalmente, se llenaba
de excrementos. Con una manguera, se limpiaba, pero era una
autentica porquería.
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Capítulo 5 • La adolescencia
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Capítulo 6 • Posguerra, hambre
y persecución
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Capítulo 7 • De la adolescencia
a la juventud
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Capítulo 9 • Suiza
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Capítulo 10 • Tánger
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Capítulo 11 • Regreso a Barcelona
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su casa que tenía en el pueblo de Aviñó. Era una casa grande, pero
no una casa de campo, sino casi una mansión señorial.
Nosotros mismos escogimos las partes menos nobles de
la casa, porque desde el principio quisimos evitar que se produjera
cualquier desperfecto.
Fue un campamento familiar y con jóvenes. Estuvimos
Ginés Andreu, con su esposa Anna y sus hijos; Federico Aragó,
con su mujer Paquita y su hija Noemí que tenía la misma edad
que Dámaris, un año, y nosotros, con David y Damaris y además
algunos jóvenes.
El resultado fue bueno, todos querían repetir para el
próximo año. La Sra. Balbina también estuvo muy contenta de
tenernos, pero, tanto ella como nosotros, reconocimos que aquella
no era una casa apropiada para campamentos.
La iglesia en avenida de Mistral, 87 estaba teniendo un
tiempo de bendición, los cultos de los domingos, siempre estaban
llenos, con personas que no se podían sentar y debían permanecer
de pie.
Había conversiones y todos los años un buen número de
bautismos.
Cuando nosotros estuvimos de paso de Suiza a Tánger,
viendo la situación, hicimos un donativo para un nuevo local, con
la condición de que no podía ser utilizado para otro propósito.
Al volver de Tánger, pregunté por el fondo para el nuevo
local y me sacaron un sobre con el titulo Nuevo Local, pero
dentro sólo había el donativo que habíamos hecho hacía tres
años. Entonces hice el segundo donativo.
Estuve buscando y encontré algo ideal. El local donde
actualmente se encuentra el cine Urgel en la calle Urgel. Era el
centro de la manzana y habían dejado una entrada por la calle
Urgel. La idea de los constructores era que se pudiese utilizar
como parking. El precio, tres millones de pesetas, era un buen
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Capítulo 12 • Berea I
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rara, que hacía que fuese capaz de salvar todos los obstáculos. A
los dos o tres años, nos instalaron la electricidad, pero en unas
condiciones muy particulares.
La gran empresa eléctrica vendía la electricidad a un
revendedor que a su vez la distribuía. Este revendedor hizo
una línea para llevar la electricidad al Coll de la Barraca. Al fin,
teníamos electricidad.
Pero ese distribuidor fue conectando a la misma línea más
de lo que podía transportar, de manera era que, cuando todos la
utilizaban, bajaba tanto la tensión, que para podernos ver, a pesar
de que la electricidad era de 220 watios, teníamos que colocar
lámparas de 125.
El problema era que, cuando empezaban a marcharse los
vecinos, subía el voltaje. Nos dábamos cuenta porque las lámparas
iban dando más luz. Llegado ese momento, teníamos que cambiar
las lámparas de 125 watios. por las de 220. Si por algún motivo no
lo hacíamos, el resultado era que las lámparas de 125 se fundían.
En esas condiciones, era imposible tener un motor
eléctrico, pero aparecieron unas bombas vibratorias a las que
no les afectaba el cambio de tensión y fueron nuestra solución
momentánea.
Durante unos años trabajamos mucho y económicamente
recibimos la ayuda de Hope Bible Missión. Inc. Sin esa ayuda,
habría sido imposible continuar e ir acondicionando la casa poco
a poco.
Pero era una continua lucha epistolar. La dirección de
Hope Bible Mission estaba integrada por personas con muy
buena voluntad, pero con una formación intelectual muy limitada,
lo que hacía que cuestiones sumamente sencillas se convirtiesen
en auténticos problemas.
Inicialmente y durante algunos años, sólo tuvimos
campamentos con jóvenes. Pero, al fin, nos decidimos a tener
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Año: 1962.
Año: 1962.
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Año: 1992.
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El 2CV Citroën.
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Capítulo 13 • Berea II
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Capítulo 14 • Berea III
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Capítulo 15 • Berea IV
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450 cm3 .Nos costó 100.000 ptas. y gastaba muy poco; además, en
aquel momento, el litro de gasolina costaba 10 ptas.
Las diferencias, cuando lo comparo con mi coche actual,
son abismales. Ahora tengo un turismo diesel de 2.000 cm3 con
mucha más potencia que aquella furgoneta, pero con el que no
podría hacer lo que hacía con ella.
Recuerdo que, en una ocasión, llegando a Berea se rompió
el colector. Al quedarme con escape libre, el coche parecía una
locomotora, pero en Berea lo pude reparar manualmente.
El motor era de dos cilindros en paralelo, uno enfrente
del otro, refrigerados por aire, lo que era de gran ayuda en las
heladas de Berea. Cuando llegué a Berea, con un trozo de lata
de sardinas y de alambre, reparé tan bien el colector, que estuvo
funcionando por bastante tiempo, hasta que me decidí a llevar el
coche a reparar.
En las excursiones, podíamos salirnos del camino y
circular por los campos segados. Era un todoterreno barato.
En otra ocasión, llegando a Sant Martí Sarroca, un
cilindro se paró y fui hasta Villafranca del Penedés, 10 Km. con
un solo cilindro.
Cuando esa furgoneta se quedó vieja, la cambiamos por
otra igual exteriormente, pero con un motor de 600 cm3 lo que nos
dio la impresión de que tenía mucha más fuerza y, efectivamente,
algo más de fuerza tenía.
En una ocasión, en un viaje a Madrid con dicha furgoneta,
viaje en el que invertíamos 12 horas, al subir el puerto del Bruch,
antes de que existiesen los túneles, la furgoneta se tragó una bujía.
Hoy, eso suena a chiste, pero era una avería, no frecuente, que
le ocurría a los 2 VC. El motor se quedó clavado, tuvieron que
remolcarnos, dejar la furgoneta y cambiar el cilindro y el pistón
averiados.
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Capítulo 16 • Berea V
Los campamentos
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Fotos de Berea
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Clase Bíblica.
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La piscina de Berea.
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Familia Giordano-Navarro
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Isabel Urrutia (la abuelita) cunple 95 años, murió a los 98. Barcelona 1993.
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Los nietos. hijos de Susana. Xavier, Nora y Ian con los dos abuelos María y Santiago.
Panamá. Febrero 2009.
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Santiago y María con el nieto más pequeño Ian y los dos biznietos Gerard y Oriol.
Navidad 2009.
Tía (Susana) y sobrina (Laura) con sus respectivos hijos Ian y Gerard
que se llevan dos meses. Soriguerola. Agosto 2004.
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Capítulo 17 • El gran incendio
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Capítulo 18 • Centro Bíblico Berea
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Capítulo 19 • La fundación de una nueva iglesia
( Jaume Roig 14)
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disfrutaba desde hacia siglos, al fin, con mucho retraso, nos llegó
a los evangélicos españoles.
Paradójicamente, lo que en apariencia debía haber servido
para provocar una rápida expansión de las iglesias evangélicas,
produjo el efecto contrario: su estancamiento e incluso su
retroceso.
Teníamos libertad, pero no sabíamos cómo utilizarla.
Durante 100 años largos, habíamos estado metidos en el “gueto”,
encerrados dentro de las cuatro paredes de nuestras iglesias. Ahora,
de pronto, podíamos salir, pero ¿cómo podíamos aprovechar, de
forma efectiva esa nueva situación?
Además, se dio otra circunstancia curiosa. Durante toda
la época del franquismo, nosotros éramos la única “oposición” que
podíamos decir algo, aunque nunca utilizamos esa posibilidad
en contra del régimen, pero éramos atractivos para todos
los antifranquistas. El evangelio estaba prohibido, y todo lo
prohibido tiene su atractivo. Ahora, con la libertad, esos atractivos
desaparecieron.
Pero, con la perspectiva que dan los últimos 30 años, yo
diría que lo que más nos perjudicó fue nuestra incapacidad para
asimilar los cambios radicales que se produjeron en costumbres y
normas morales.
Durante toda la historia de las iglesias evangélicas, sin
que fuésemos conscientes, habíamos aceptado, de buen grado, las
costumbres y las normas morales de la Iglesia Católica Romana,
como si fuesen bíblicas e inspiradas por Dios.
Al quedarnos huérfanos de esas costumbres y normas,
estuvimos dando bandazos durante años, haciendo un daño
irreparable al testimonio del evangelio.
El tiempo ha ayudado a superar estas situaciones, pero
los cambios en nuestra sociedad se producen de forma tan
vertiginosa, que siempre vamos a remolque de ellos.
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calle La Bisbal, 17, lo que además fue bueno para toda la familia.
Durante siete años estuve pastoreando la iglesia en calle
La Bisbal. Fue un tiempo de bendición.
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Capítulo 20 • La ley 44/67, de 28 de junio
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Capítulo 21 • Miscelánea
de acontecimientos
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Capítulo 22 • Nuestros hijos dejan el nido
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Capítulo 23• Un crucero inesperado
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NOTA. Nosotros efectuamos el viaje en 1988, por lo tanto todas nuestras referencias
son a esa fecha o a fechas anteriores. Desde entonces, las condiciones políticas y sociales
pueden haber cambiado.
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Capítulo 24 • La gran aventura
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Capítulo 25 • La evangelización
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Capítulo 26 • Un sermón bajo palio
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Capítulo 27 • CXXV Aniversario
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Capítulo 28 • Las CAEF, Cáceres y Tárrega
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Capítulo 29 • Un testigo de excepción
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Capítulo 30 • La Libertad
En 1975, murió Franco, el gran dictador. Habían
terminado los 40 años de represión y de persecución religiosa.
En 1978, se aprobó la Constitución democrática. El 5 de julio de
1980, se promulgó la Ley de Libertad Religiosa. Y con fecha 28
de abril de 1992, se suscribieron los Acuerdos de Cooperación del
Estado con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de
España. Al fin, disfrutábamos de libertad.
Nunca antes en España, salvo algún corto periodo de
tiempo, se había podido tener libertad religiosa, como a partir de
1978. Pero, por falta de visión, las iglesias evangélicas, en general,
y concretamente las Asambleas de Hermanos, no supieron cómo
administrar esa nueva situación.
Se abolieron los Tribunales de Orden Público, los
homosexuales dejaron de ser delincuentes perseguidos para pasar
a ser ciudadanos con derechos. Se promulgó la primera ley del
divorcio. Se terminó con la censura, tanto de prensa escrita, como
de películas. Los escritos pornográficos se encontraban en todos
los quioscos. Ya no era necesario ir a Perpignan para ver películas
X, pues se proyectaban en las salas cinematográficas de todas las
ciudades. Se permitió la apertura de toda clase de establecimientos
de diversión.
Debemos ser conscientes de que ahora estamos
acostumbrados a esa situación. Pero, con la libertad nos cayó todo
de golpe, y nos pilló completamente desprevenidos.
Los evangélicos nos habíamos sentido muy cómodos y sin
preocupación, en los cuarenta años del franquismo, sin divorcio;
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Capítulo 31 • Las AA.HH. en
la Europa Occidental
Antes de referirnos concretamente a España creo es
importante hacer una breve mención a las asambleas de hermanos
en el resto de los países de la Europa Occidental.
Alemania.- La Escuela Bíblica Wiedenest, se encuentra
en Alemania y su fundación se remonta a principios del siglo XX.
Inicialmente estaba dirigida a estudiantes cristianos de los países
del Este de Europa.
Terminada la primera Guerra mundial, Alemania
quedaría bajo el dominio del nacional socialismo de Hitler, luego
la II Guerra Mundial, y la post guerra con toda la destrucción y la
ruina que provocó la guerra.
La Escuela Bíblica Widenest tomó su nuevo impulso a
partir de la segunda mitad del siglo XX.
Se ha de hacer notar, que aun cuando se desarrolla
bajo el ámbito de las asambleas de hermanos libres, lo hace en
colaboración con las Iglesias Libres de Alemania.
Erich Sauer, director de la Escuela Bíblica Widenest, en
la década de los cincuenta del siglo XX, escribió, entre otros, tres
libros traducidos al castellano: “La aurora de la redención”, “El
triunfo del crucificado” y “De eternidad a eternidad”.
Por fin las asambleas de hermanos libres disponíamos de
teología procedente de nuestros propios ámbitos.
Pero, de Alemania, no de Inglaterra, de donde llegaron
los misioneros iniciales, y que continuaban teniendo, a trabes
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Memorias de Santiago Giordano
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Capítulo 32 • El Vivente que me ve
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diez o doce horas diarias, pero, luego, sólo iba el sábado para
pagar a los operarios. Esto suponía una ayuda económica, pero a
la vez me daba mucha libertad en los diferentes ministerios de la
obra de Dios.
Años más tarde, María pudo trabajar media jornada,
como recepcionista del Hospital Evangélico, por lo que dimos
gracias a Dios. A través de tres fuentes diferentes, teníamos
resueltas nuestras necesidades materiales.
El Señor dirigió los acontecimientos de tal forma, que
tuve una participación importante en la fundación de dos escuelas
bíblicas nocturnas: El Centro Evangélico de Estudios Bíblico
“CEEB” y, transcurridos unos años, la Escuela Bíblica Evangélica
“EBE”.
En el CEEB, fui su primer presidente y continué con
el cargo durante doce años. Al constituirse EBE, también fui su
primer presidente por algún tiempo. En ambos centros docentes,
fui profesor por largas temporadas.
La visión que tuvimos y el gran esfuerzo que realizamos
para prepararnos bíblicamente ya habían dado su fruto en la
Escuela Bíblica Pisga de Tánger, pero ahora lo hacía en mucha
mayor escala.
De forma muy activa, estábamos participando en la
formación de hombres y mujeres para que pudieran trabajar con
más eficacia en las iglesias de España
El nacimiento de nuestra tercera hija, Susana, fue un
auténtico regalo para toda la familia. David ya tenía 11 años y,
cuando podía, le gustaba bañarla y darle el biberón. Dámaris tenía
8 años. Yo estaba contentísimo con mi niña pequeña.
En Suiza, tuvimos la visión de los campamentos para
España. La Casa de Colonias Berea fue la respuesta del Señor
La Casa de Colonias Berea nos daba muchísimo trabajo,
pero a María y a mí nunca nos ha dado miedo el trabajo; al
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Capítulo 33 • Epílogo
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