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Resumen
Múltiples son los factores derivados de la dinámica social, entre las cuales se encuentra la
situación de pobreza extrema de los hogares, las precarias condiciones de habitabilidad y el
bajo nivel educativo de los miembros del núcleo familiar, se presenta con mucha frecuencia
descomposición y violencia intrafamiliar, siendo los más afectados los niños, niñas,
adolescentes y sus familias, pues dicha situación conlleva a que se presente diariamente casos
de vulneración de sus derechos, entre los cuales los más comunes son abuso sexual, maltrato
infantil, abandono, explotación laboral y económica. Tanto el Estado, como la Familia y la
Sociedad en general les corresponde adoptar medidas de defensa y protección de los derechos
de niñez, restablecimiento y reparación, pues si no se hace nada para evitarlo, se tendrá una
sociedad que cada vez más reproduce en espiral todas las formas de maltrato y violencia contra
la niñez y se tendrán niños, niñas, adolescentes y jóvenes con baja autoestima, sin proyecto de
vida, bajo rendimiento académico, agresividad e inestabilidad emocional.
Abstract
Many factors are derived from social dynamics, among which is the situation of extreme
poverty of households, precarious conditions of habitability and the low level of education of
members of the family, is presented with much Frequency decomposition and domestic
violence, being the most affected children, adolescents and their families, because this situation
leads to daily cases of infringement of their rights, among which the most common are sexual
abuse, child abuse, neglect, labor and economic exploitation. Both the state and the family and
society in general are responsible for taking measures to defend and protect the rights of
children, reinstatement and reparation, because if nothing is done to prevent it, there will be had
a society who increasingly reproduces in spiral all the forms of maltreatment and violence
against the childhood and there will be had children, girls, adolescents and young people with
low self-esteem, without project of life, low academic yield, aggressiveness and emotional
instability.
Objetivo
El enfoque de este análisis no tiene caracterización, sin embargo, a todas las familias en
general, es importante recalcarles que, para tener una sociedad justa, es necesario una buena
formación en valores a los jóvenes para que su comportamiento con las demás personas sea
adecuado, pues es en la convivencia donde debemos demostrar que ser buena persona y el tener
buenos valores ayuda a fomentar el respeto con el otro. Debemos tener en cuenta que los
valores humanos, deben ser enseñados desde el hogar, pues aquí vienen la esencia de cada
persona.
Beneficios
El ser humano como ser que necesita la convivencia con sus pares para considerarse tal. ¿A qué
se debe esto?.- Como todos los Seres Vivos, además de obtener todos los nutrientes y la energía
necesaria para nuestra vida cotidiana a través de la Alimentación, los seres humanos
fundamentalmente estamos en constante Relación con el medio que nos rodea pero sobre todo
con otros individuos, guardando estos vínculos distintos grados de importancia y teniendo
además la posibilidad de la Reproducción cuando encontramos la pareja indicada y todo
marcha bien.
Es a esta altura de los estudios sociales innegable que el ser humano necesita otros seres
humanos para considerarse tal. ¿Qué quiere decir esto? Que un ser humano no puede ser tal si
no cuenta con otros seres humanos a su alrededor que convivan con él y le enseñen o
transmitan todos los valores, reglas y conocimientos típicos de la era que le toca vivir.
Esto es así debido a que tal vez lo que nos convierta en seres humanos no sea sólo el hecho de
que podamos desarrollar habilidades mentales superiores a las del resto de los animales sino el
hecho de que somos capaces de convivir con nuestros semejantes, aprendiendo de ellos y
transmitiendo a generaciones futuras todo el acervo cultural, las creaciones e invenciones, los
procesos históricos, la ciencia, etc. para que todo eso se perfeccione interminablemente. El
hombre al convivir en sociedad aprende además reglas y valores típicos de la época que le
permitirán relacionarse mejor con otros seres humanos. Esto es la convivencia misma y de ahí
su importancia.
El eje de todo este desenvolvimiento social gira en torno del Hogar o Casa en el cual
cumplimentamos todas las necesidades básicas y tenemos lo que es considerado como
Convivencia, siendo esta la relación de dos o más individuos dentro de un hogar en forma
Permanente o Transitoria, dependiendo el vínculo o afinidad que exista entre sus miembros. El
hogar es el primer espacio que conocemos y en el cual dejamos de ser simples animales para
convertirnos en algo distinto, seres racionales y capaces de aprender, de enseñar, de
comunicarse, de desarrollar sentimientos complejos.
Dentro de un hogar existen distintos Roles o Papeles que son asignados a cada uno de sus
miembros por distintas circunstancias, teniendo en el ejemplo de la familia una jerarquía en la
que los adultos son la figura de Autoridad y Respeto, impartiendo las distintas normas que
buscan brindar una Buena Convivencia, siendo esto último lo primordial. Esta jerarquización
típica del hogar es la que luego se reproduce en mayor o menor medida en la sociedad, y es por
eso que es central la convivencia dentro del ámbito familiar y hogareño para aprender
determinadas pautas de comportamiento que nos serán útiles toda la vida.
Lo fundamental para poder alcanzar una convivencia humana prima en que cada uno tenga sus
Límites y Derechos, mientras que para ello debe cumplir con sus Obligaciones, sin lo cual se
generaría un perjuicio tanto propio como para otros miembros de la Convivencia, dando lugar
al malestar y a un mal clima dentro de un hogar o de cualquier otro ámbito en el que se viva.
Es muy común hoy en día que muchos vínculos entre seres humanos se establezcan en torno a
la violencia o al odio, al resentimiento y la venganza. Esto es en parte debido a los valores y
modos que priman en nuestra sociedad actual, pero también es causa de que la institución
familiar (como tantas otras) ha perdido fuerza en la transmisión de valores tales como el
respeto, la tolerancia, el diálogo, la fraternidad y la solidaridad frente a las necesidades que los
demás puedan presentar.
Cuando un conflicto se presenta se debe recurrir a la solución del mismo mediante el Diálogo y
Consenso, ya que debemos considerar que todas las partes implicadas estarán en contacto
permanente en forma diaria, de lo contrario alguna de las personas si es que puede, tiene la
posibilidad de irse a otro hogar para poder vivir solo o bien emanciparse teniendo otra
convivencia en otro hogar determinado.
Convivencia en el hogar:
La esencia del ser de los niños está influenciada en primera instancia por los padres; de ahí la
importancia y trascendencia de la formación y conciencia de estos para acompañar
significativamente a sus hijos y se asuman con responsabilidad para la formación en
convivencia fomentando y creando espacios para que los niños vivan y practiquen valores y
normas en torno al amor, el respeto, el compartir, el escuchar, el esperar, entre otros. Si esta
construcción se acompaña significativamente se interiorizarán grandes bases para lograr un
sano desarrollo cognitivo y emocional, un desarrollo integral, fortaleciéndose la confianza, la
seguridad y la autoestima en cada niño.
La mejor manera de contribuir al desarrollo sano y feliz de los niños es ofrecerles un ambiente
familiar seguro donde se les quiera y se estimulen su desarrollo, su aprendizaje y su gusto por
la vida.
Es mucho lo que se puede hacer para lograr que el tiempo de convivencia familiar ofrezca a los
niños y jóvenes la tranquilidad necesaria para que comprendan el sentido de sus esfuerzos en la
escuela y en la casa, y para que los lleven a cabo con gusto y responsabilidad.
A la mayoría de las madres y de los padres les preocupa lo que hacen sus hijos en el tiempo
libre. Los niños deben aprender a aprovecharlo de manera constructiva, para evitar en todo lo
posible los riesgos que pueden presentarse, como son el aburrimiento, los accidentes, la
vagancia, la delincuencia y la drogadicción.
El tiempo libre no es un vacío, tiene sentido y valor en la medida en que no está determinado
por la obligación, sino por el disfrute y los gustos personales. Para que las energías creativas de
las niñas y de los niños no se desperdicien ni tomen formas destructivas, los padres deben ser
sensibles y detectar los intereses de sus hijos para favorecer un clima propicio en el que puedan
desarrollarse.
Es esencial compartir con ellos lo que a ustedes les gusta. Comuniquen a sus hijos sus ideas
sobre lo que consideran importante, bello o que está bien hecho. Es necesario que ustedes
transmitan sus emociones ante un objeto, una situación, un pensamiento o cualquier estilo que
provoca su valoración.
Así, enséñenlos a apreciar lo que ustedes consideran bello, valioso o importante, como el orden
en la casa, el trabajo, la manera de poner la mesa o de cultivar una planta, la contemplación de
paisajes y de obras de arte, el deporte, la familia, las amistades, la ayuda a los demás, y todo lo
que ustedes consideren que vale la pena.
La seguridad, confianza, amabilidad y cortesía que inculquen en sus hijos les ayudarán a
relacionarse mejor con otras personas. Propicien un ambiente cordial de comunicación y afecto en
la casa, en el cual se eviten las agresiones y se estimulen el respeto y la cortesía en el trato con toda
persona, y en especial la consideración y el cariño a la gente mayor.
Los niños son muy sensibles a las orientaciones de sus padres a propósito de las consideraciones
especiales que hay que tener con la gente mayor y con quienes lo necesitan. Si a esta edad aprenden
a colaborar y a ayudar, desarrollan su generosidad y su espíritu de cooperación.
Con los más pequeños el aprendizaje de la cortesía se inicia enseñándolos a saludar con
amabilidad a las personas con quienes conviven. Explíquenles que a todos nos gusta ser tomados
en cuenta y que, así como dan los buenos días a sus padres y hermanos, saluden a sus maestros,
compañeros y a las otras personas con quienes pasan parte de su vida o les ofrecen algún
servicio.
También a temprana edad se forman los hábitos de gratitud hacia las personas que los cuidan y los
quieren; se aprende a pedir las cosas por favor, de buen modo, y a dar siempre las gracias cuando
se recibe algo.
Hay que enseñarles a no molestar a las personas ni a burlarse de ellas con apodos o con bromas
pesadas.
Ustedes pueden enseñarles, con su ejemplo, a no discriminar ni excluir a ninguna persona por
razones de apariencia, edad, sexo, raza, religión, condición económica, forma de pensar o
discapacidad.
Las actitudes corteses son testimonio de consideración, respeto y aprecio por los otros. La cortesía
no significa estar en situación de inferioridad. A cualquier edad el trato cortés facilita la
convivencia y las buenas relaciones entre todas las personas. Dado que les ayuda a moldearse una
personalidad amable, la cortesía es parte esencial de la educación de sus hijas e hijos.
Comunicación
La buena comunicación entre los miembros de la familia no sólo es disfrutable, sino que
también facilita la armonía y reafirma los lazos afectivos. Estén dispuestos a hablar
abiertamente respecto de temas que interesan a sus hijas e hijos como la sexualidad o la
prevención de las adicciones, de manera que sus primeras nociones provengan de ustedes, y no
de otras personas que los desorienten o los confundan.
Del mismo modo, procuren ayudar a sus hijos a que tengan una imagen positiva de sí mismos.
En vez de decirles: "burro", "inútil", "desordenado", es preferible dirigirse a ellos con palabras
alegres, cariñosas y de aliento que les ayuden a tener confianza en sí mismos y en la vida: "tú
eres capaz de hacerlo mejor"; "tu ayuda me es valiosa"; "si tienes tus cosas en orden, perderás
menos tiempo".
Convivencia en la escuela:
El vínculo de los niños a la escuela es fundamental, estos llegan de su hogar con bases claras y
definidas en torno a principios, valores muy bien incorporados. En la escuela se empiezan a
hacer más evidentes y necesarios estos aprendizajes de vida, ya que el niño y el joven al estar
en un contexto más amplio y diverso requieren la interiorización de más normas y nuevas
experiencias de diferentes aprendizajes; de ahí que los jardines y colegios deben de tener en
torno a la convivencia rutas claras, para que de la mano de la familia se siga en ese proceso de
construcción de un ser social con grandes valores y principios.
Para los jardines y colegios cada vez hay más exigencias en la consolidación de manuales de
convivencia, que no queden solo en anaqueles, sino que se lleven a la realidad de la vivencia
cotidiana, partiendo de las necesidades actuales de los niños y jóvenes. Es urgente que la
escuela entienda que primero hay que apostarle al desarrollo del ser, un ser humano integro con
valores para de la mano, ir aportando a la interiorización de otros conocimientos y saberes.
Los padres deben tener un fuerte vínculo con el colegio, no delegar la formación de la esencia
del ser, sino caminar junto a esa institución para lograr lo que tanto deseamos y anhelamos
como padres y como misión institucional: seres felices, íntegros, dignos, respetuosos,
responsables, inteligentes, creativos etc.
Una buena convivencia escolar reporta grandes beneficios sobre el rendimiento escolar,
llevando una elevada correlación entre la formación de valores para una adecuada convivencia
y los logros de aprendizaje: mejora el clima emocional del aula, mejora el bienestar de los
niños, así como, la percepción de este clima incidiría altamente en su desempeño y nivel de
aprendizaje. También decir, que el clima escolar tiene una mayor incidencia en el rendimiento
escolar de los alumnos, que los recursos materiales y personales.
Esa convivencia en el aula por parte de todos, alumnos y profesores, tendría efectos en el
aprendizaje en tanto incidiría en la motivación y autoestima de los alumnos, reforzando
positivamente su aprendizaje, es decir un espacio socio afectivo adecuado, incidirá
positivamente en el rendimiento de los estudiantes al concebirlos como sujetos con
capacidades. Un problema que veo es que el factor central del fracaso escolar guarda relación
con la percepción o representación social que se tiene de los niños y niñas; una percepción
positiva de las capacidades de los estudiantes tendría efectos positivos sobre su aprendizaje.
El trabajo colaborativo, ayuda a los niños y niñas, generando mayor autoestima, valoración y
confianza en sí mismos, y en los demás. De ahí el que se incluirá, como uno de los factores
centrales que incidirían en los logros dentro del aula.
Convivencia en la sociedad
Padres e instituciones deben velar por la consolidación de seres con altos valores, aportantes a
una construcción social amable, sana, respetuosa, incluyente y diversa.
El medio social desde todas las instituciones y corporaciones públicas y privadas debe
preguntarse por la convivencia, por cómo vivimos, qué le aportamos, cómo cuidamos y
podemos tener todo un espacio habitable, donde el respeto y la conciencia sean banderas de
vida, cuidando además del medio ambiente y del entorno.
En el mundo social todos necesitan del otro, todos en su quehacer son importantes y le aportan
a la sociedad; que esos aportes sean altruistas y dignificantes.
Está más que demostrado que los primeros años de la vida constituyen los de mayor
significación para el desarrollo del ser humano. A esta etapa de la formación del individuo se le
ha denominado con diversos nombres: primera infancia, preescolar, inicial, entre otros, pero
cualquiera sea el nombre que se adopte, en lo que sí están totalmente de acuerdo todos los
estudiosos de la ciencia psicológica es que en esta etapa se instauran las bases fundamentales
del desarrollo de la personalidad, que en las sucesivas fases de la vida se consolidarán y
perfeccionarán. De ahí la extraordinaria importancia que reviste esta edad para el futuro del
hombre como individuo y como persona, y de la necesidad de conocer exhaustivamente sus
particularidades: las causas y condiciones de su desarrollo, el transcurso de sus procesos
biológicos y madurativos, fisiológicos y funcionales, psicológicos y sociales, de modo tal de
poder ejercer una influencia positiva en dichos mecanismos y estructuras que están en plena
formación y maduración, para alcanzar los máximos logros potenciales de este desarrollo, que
posibilite un individuo sano, apto y capaz de transformar al mundo y transformarse en este
empeño.
Hoy más que nunca los adolescentes se encuentran en riesgo de cometer fechorías, muchos de
ellos ya participan en actividades peligrosas en detrimento de su salud y bienestar. Como
padres, ustedes pueden prevenirlo. Sus pensamientos, palabras, conductas y ejemplo harán la
gran diferencia y ejercerán un impacto positivo para toda la vida en sus hijos.
Creo firmemente que se pueden obtener resultados favorables si en casa los adultos los apoyan
y orientan amorosamente. Les aseguro que, si sus hijos se alejan y se encierran en sí mismos,
empezarán a ser impulsivos y cometerán actos peligrosos bajo la presión de sus amigos. Esto
los hace más agresivos cayendo en las drogas y alcohol. Recomendaciones:
Fortalezca los lazos. La clave radica en establecer lazos fuertes, saludables y amorosos.
Empiece desde temprano y paso a paso construya confianza y respeto. Los padres exitosos han
creado el ambiente y las condiciones correctas para sus niños. Cuando hay armonía y mutuo
respeto entre los adultos, los niños aprenden a serlo. No pierdan la vista de todo el marco
familiar, observen los conflictos que aparezcan de vez en cuando.
Sea incondicional. El amor a sus hijos implica dedicarles tiempo. Sin embargo, esto no
significa que asuma el papel de amigo y no de padre. Acéptelo
como es y viste; sin importar como se comporte o actúe. Cuando no es aceptado se siente
inadecuado, inseguro e incompetente desarrollando baja autoestima y mal comportamiento.
Anímelo a ser independiente.
Comparta tiempo. Ofrézcale buena compañía, aún pequeños lapsos de atención e intimidad
producirán milagros. Así influirá poderosamente en sus hijos en lugar de sus amigos.
Involúcrese en todas las áreas de la vida de su hijo con solo hacer preguntas, mostrando interés
y monitoreando sus actividades y amistades. Esto le hará ver que es merecedor de su tiempo y
atención.
Establezca Reglas. Establezca fuertes límites, asigne tareas en casa, observe lo que ven en la
TV y señale los discos compactos que no pueden comprarse. Explíqueles el porqué de sus
restricciones. Le respetarán por este proceso ya que el mal comportamiento tiene sus
consecuencias.
Delegue responsabilidad. Es básico que permita que su hijo elija los oficios en la casa. Sin
duda, habrá actividades de alto riesgo que no requiere que experimente como manejar, beber o
sexo casual. Discuta con él las consecuencias de estos actos para que aprenda a evaluar las
malas acciones. Déjele saber a su hijo que él puede resolver sus problemas si toma las
decisiones correctas. Anímelo a que desarrolle habilidades para resolver los problemas él
mismo.
Bríndele Alternativas. Estimúlelos a practicar diversiones sanas para alejarlos de las conductas
agresivas. Sugiérales participar en deportes como lo son: esquiar, bucear, nadar, e invíteles a
que expandan sus habilidades mentales con libros, música, caminatas, viajes, teatros, conciertos
y museos.
Conclusión.
Recuerde las claves para prevenir el mal comportamiento: comparta tiempo, establezca límites,
refuerce reglas y sea un modelo de padre, eso le simplificará la necesidad del adolescente de
crecer y aprender. Con estos requerimientos ya tiene ganado un gran terreno en sus relaciones
familiares, lo que le abrirá sin duda un abanico de nuevas oportunidades para compartir con
ellos.
A menudo, la época intensa que viven los jóvenes nos sacude como padres y aunque la mayoría
de las veces es difícil de entender, es importante como padres, ponerse en el lugar de ellos. Pero
siempre hay tiempo para compartir y tener en ellos el amigo/a que todos necesitan en esta difícil
etapa de la vida.
Los valores, costumbres y modos de ver la vida que definen la personalidad y las aspiraciones de
cada persona se van conformando poco a poco. En la familia, mediante el ejemplo y la
convivencia diaria, se van formando los gustos, los deseos y las maneras de entender el mundo de
cada persona. La escuela contribuye a este proceso dando información y conciencia de los demás,
así como del mundo en que se vive.
Transmitan a sus hijos la convicción de que siempre se podrá seguir estudiando sobre temas
que les interesan, les sirven o les hacen falta, sin importar la edad, mientras haya el deseo y la
voluntad de superarse constantemente, y que no sólo se aprende en la escuela.
Asimismo, es importante que sus hijos sepan que se puede aprender de circunstancias dolorosas
o difíciles, así como de los aciertos y de los errores. De esta manera las niñas, los niños y los
jóvenes crecerán con la conciencia de que la vida y las personas que los rodean les brindan
diferentes oportunidades de aprendizaje y de relación satisfactoria.
Así, en la convivencia con personas mayores o que tienen alguna discapacidad se aprende que
la experiencia y la voluntad hacen al ser humano.
Todo lo que se aprende en la escuela y en el hogar debe prepararlos para vivir mejor. Además,
debemos tomar en cuenta que para un niño la familia y la escuela ocupan la totalidad de su
vida, por lo que padres y maestros tenemos la enorme responsabilidad de apoyarlos.
Referencia Bibliográfica