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Perspectiva de los Fitomedicinales en la Farmacia del Nuevo Milenio

Jorge R. Miranda Massari, PharmD1


Michael J. González, DSc, PhD, FACN2
Universidad de Puerto Rico
Recinto de Ciencias Medicas
Escuela de Farmacia1 y Escuela de Salud Pública2

Introducción
Los fitomedicinales se pueden encontrar prácticamente en cualquier farmacia que antes sólo se conseguían en
las “tiendas de alimentos para la salud” (Health Food Stores). Con frecuencia encontramos anuncios de
fitomedicinas en revistas profesionales de farmacia no solo de pequeñas y medianas compañías que siempre
se han dedicado a estos productos sino también de grandes compañías farmacéuticas tales como Merck-
Dupont, White Hall, Warner Lambert yProcter and Gamble.
Aunque las cifras de ventas de los productos Fitomedicinales varía de acuerdo a la fuente de información, es
claro que el aumento ha sido dramático en los últimos quince años. Algunas fuentes afirman que el mercado
de los productos Fitomedicinales fue creciendo era cerca de 2.5 millones en 1966, ascendiendo a 570 millones
en 1992, a 2,300 millones en 1996 y para 1998 se proyectaba un aumento en el mercado se proyecta un
aumento entre 4 a 5 mil millones.1-2 Un importante estudio publicado en la revista de la Asociación Médica
Americana (JAMA, por sus siglas en inglés) reveló que el uso de hierbas con propósitos medicinales aumentó
380% de 1990 a 1997.3
Según los productos botánicos se hacen mas populares, las farmacias han comenzado a tener un papel mas
importante supliendo productos y educando. Las farmacias han experimentado un aumento en un 45% en sus
ventas de suplementos botánicos en la década de los noventa. 2 Las razones para explicar las nuevas
tendencias en la utilización de suplementos nutricionales son varias. Por un lado, la medicina convencional no
es muy exitosa con las condiciones crónicas, limitándose mayormente al alivivio y control de la misma. Por
otro lado, los costos ascendentes de los fármacos dificultan cada vez mas su acceso. Además, es ampliamente
conocido que la morbilidad y mortalidad asociada al uso de fármacos, resultan en altos costos para el sistema
de salud. En 1995 un estudio faramacoeconómico estimó que si los farmacéuticos intervinieran efectivamente,
podrían ahorrar 76 billones de dólares en costos relacionado a problemas por medicamentos durante un
periodo de un año. Este estimado se hizo considerando los pacientes no hospitalizados en Estados Unidos.4
El auge en los productos fitomedicinales ha demostrado un patrón bien definido en los últimos diez años. Este
patrón surge como resultado del aumento del uso empírico de los productos junto con un creciente número de
investigaciones científicas. Algunos médicos están integrando terapias no convencionales a su práctica. Las
terapias convencionales incluyen cirugías, fármacos, terapia física y radioterapia. Las terapias no
convencionales incluyen los agentes fitomedicinales, nutrición ortomolecular, acupuntura y otras
modalidades. Los nuevos patrones terapéuticos proveen una oportunidad única a los farmacéuticos para
aportar a la salud del creciente número de pacientes que usan hierbas, vitaminas y otros tipos de suplementos.
Además es preciso reconocer de que en un mercado multibillonario, las ventas de estos productos en
farmacias sólo llegan a un 4.7%.2 Este es un área de rápido crecimiento en las farmacias, pero para que sea un
crecimiento sostenido y favorable para la sociedad es preciso que los farmacéuticos nos eduquemos con los
mismos estandares de exelencia que lo hemos hecho hasta ahora. Además exige que implementemos controles
evaluativos sobre la calidad de los productos que recomendemos y dispensemos. Mas adelante abundaremos
en las oportunidades y los retos de los suplementos nutricionales cuando discutamos sobre las tiendas de
alimentos para la salud y el rol del farmacéutico.5 Para entender mejor las dificultades que tenemos en el
presente en cuanto al uso de los productos botánicos y como resolverlas, es útil ver la evolución histórica de
los mismos.

Desarrollo de la medicina y la farmacia a través de la historia


Diversas civilizaciones antiguas practicaron versiones primitivas de lo que se convertiría mas tarde en la
profesión de farmacia. En el 2,500 AC los babilonios en la antigua Mesopotamia tenían unos sacerdotes con
funciones de médicos y farmacéuticos. Dice la leyenda que el emperador chino Shen para el 2,000 AC
investigó las propiedades medicinales de cientos de plantas y documentó 365 yerbas medicinales locales en el
primer formulario conocido como Pen T’Sao.
Los sacerdotes egipcios como parte de sus deberes preparaban medicinas. El papiro de Ebers (1900-1100 AC)
que constituye el documento farmacéutico mas importante de la historia antigua detalla 800 recetas utilizando
700 ingredientes, la mayor parte de los cuales son de origen botánico. En la antigua Grecia, Hipócrates de Cos
(425 AC) fue de los primeros en dar una explicación racional de la enfermedad. Hipócrates creó un enlace
conceptual entre elementos ambientales (agua, fuego, tierra y aire) y los humores humanos (bilis negra, bilis
amarilla, sangre y flema). El método hipocrático está basado primero en cambios en estilos de vida y de ser
necesario, medicinas principalmente derivadas de plantas. Teofrastus (300 AC), el padre de la Botánica, hizo
numerosas observaciones sobre las propiedades medicinales de las plantas que han probado ser correctas.
Posteriormente, Galeno de Pérgamo (130-200 DC) expandiendo el pensamiento hipocrático
desarrolló conceptos de fisiología basados en sus estudios de la disección animal. Galeno fue responsable de
un elaborado sistema para balancear los humores de un individuo enfermo utilizando substancias de
naturaleza contraria al problema. La medicina clásica de la antigüedad llegó a su pináculo con Galeno y sus
enseñanzas forjaron la base de la medicina por siglos. Posterior a Galeno los hermanos gemelos cristianos
árabes Damián y Cosme (boticario y médico respectivamente, 300 DC) fueron reflejo de cambios
paradigmáticos que ocurrieron en la edad media. En este período la terapia racional fue remplazada por la
enseñanza de la Iglesia de que el pecado y la enfermedad están íntimamente relacionados. Los monasterios se
convirtieron en lugares de sanación física y espiritual. Los monjes escribían sus propias versiones de textos
médicos y cultivaban plantas medicinales. Durante la edad media también se hicieron avances importantes en
el estudio de las plantas, gracias a la aportación de los monjes católicos. Damián y Cosme ejemplificaron la
concepción de terapéutica que atendía tanto las necesidades del cuerpo como las del espíritu. Estos hermanos
fueron martirizados en el año 304 DC y canonizados 200 años después. El conocimiento farmacéutico y el
número de drogas utilizadas creció considerablemente para la edad media gracias a la influencia árabe. Esto
coincidió con la
separarción de la medicina y la farmacia. Las primeras boticas se abrieron en Bagdad durante el siglo 8 y los
musulmanes llevaron el concepto por Europa durante las guerras con España, Africa y Francia. Con la
expansión del mundo Islámico, los musulmanes se expusieron a la cultura griega y aceptaron muchas de las
concepciones griegas de la enfermedad y la sanación. Para finales del primer milenio Abu-Alí al-Husain Ibn
Sina “El Galeno Persa” mejor conocido como Avicena en el mundo occidental, publicó el “Canon Medicinae”
que reunía el mejor conocimiento del mundo griego y árabe en un solo texto. Avicena enriqueció la medicina
exponiendo un modelo médico bio-psicosocial donde se trata al paciente en su totalidad. Con el surgimiento
de los grandes centros universitarios de Oxford, París, Salerno para el siglo décimo, el estudio de la medicina
se cirscunscribió por varios siglos al debate basado en la especulación y no en la observación. Finalmente,
para la época del renacimiento surge la metodología experimental, que define el desarrollo de las cienc ias
hasta el presente.
Fue Paracelso -Filipus Aureolus Teofrastus Bombastus-(1493-1541), el gran médico suizo, que estableció la
importancia de la experimentación para el avance del conocimiento médico. Paracelso también difundió la
idea de que las plantas tenían substancias activas que se podían extraer haciendo extractos, tinturas y esencias.
Los primeros profesores de química en los siglos 16 y 17 fueron apotecarios, y no fue hasta el siglo 19 que la
química se desarrolla en una profesión independiente.6
Para finales de siglo 19 surge una controvesia entre dos científicos de renombre mundial sobre la causa de la
enfermedad infecciosa. Estos dos científicos fueron Louis Pasteur y Antoine Bechamp. Pasteur, sostenía que
la causa de las enfermedades infecciosas eran principalmente los gérmenes. Bechamp, profesor de la Escuela
de Farmacia de la Universidad de Montpellier, argumentaba que los gérmenes frecuentemente están presentes
sin causar infección, hasta que un ambiente favorable les permite su desarrollo. El argumento de Bechamp era
que el ambiente es determinante en el desarrollo de la infección. El descubrimiento de la penicilina en 1928 y
su efecto dramático en el control de las infecciones favoreció el modelo de Pasteur.
Según progresó la química orgánica e inorgánica y la inmunología, se fue modificando la
farmacia de una profesión empírica a una basada en el conocimiento. A principios del siglo 20, una serie de
eventos, tales como la revolución industrial junto al descubrimiento de la penicilina y su síntesis a nivel
industrial, marcaron una nueva época. En esta nueva época las esperanzas del control y curación de las
enfermedades se enfocó en los productos químicos sintéticos.4
El crecimiento de instituciones educativas universitarias para los profesionales de la salud
propició un aumento gradual en la cantidad de profesionales. Estos profesionales fueron
adiestrados bajo el nuevo paradigma de que el remedio para la enfermedad se encontraba en los productos
sintéticos, ya que estos son principios activos puros. Debido a la proliferación de reclamos fraudulentos de
substancias con supuestos poderes curativos milagrosos se crearon agencias gubernamentales reguladoras.
Con el tiempo se desarrollaron sistemas muy elaborados que requerían estudios científicos para determinar la
eficacia y la seguridad de los medicamentos antes de ser aprobados.
Con el tiempo los currículos universitarios de las escuelas de farmacia han ido disminuyendo el contenido de
la Farmacognosia hasta el punto de que muchos programas acreditados no la enseñan.7 Es interesante notar
que la palabra Farmacognosia se deriva del griego, y significa literalmente conocimiento de los fármacos,
aunque su verdadero significado se refiere a la ciencia que estudia las drogas naturales y sus propiedades
botánicas, físicas y químicas.
Actualmente, 25 porciento de los medicamentos de prescripción aprobados por la Administración Federal de
Drogas y Alimentos (AFDA, conocido por sus siglas en inglés como FDA) son derivados de orige n botánico
tales como la digoxina, los laxantes derivados de Sena, la reserpina, el paclitaxel (Taxol®), la vincristina y el
etopósido, por mencionar sólo algunos.
Mas interesante aún, cerca del 60% de los medicamentos de venta libre (conocidos como los “over the
counter”, OTC) contienen uno o más productos naturales. Luego de varias décadas utilizando antibióticos, se
han desarrollado bacterias resistentes a prácticamente todos los antibióticos que existen. Una de las causas
para el desarrollo de resistencia bacteriana son los patrones de uso y abuso de los mismos. Uno de los
planteamientos que fundamenta el auge de algunos fitomedicinales es que no solo se deben utilizar
antibióticos para combatir las infecciones sino que también se debe fortalecer el sistema inmune para que el
cuerpo use sus propias defensas mas efectivamente. Este planteamiento es un reconocimiento de la
importancia del pensamiento del profesor Bechamp en cuanto a la causa de las enfermedades infecciosas.
En resumen, la historia de la farmacia y la medicina comprende un período mayor de 4,000 años, y hasta hace
apenas unos 50-60 años, los productos que se estudiaba, desarrollaban y utilizaban eran casi en su totalidad
productos botánicos y sus derivados. En otras palabras 98% de la historia de la medicina y la farmacia los
productos farmacéuticos han sido botánicos casi en su totalidad. Con el auge de la industrialización y el
avance del conocimiento científico se ha desarrollado una industria farmacéutica que promueve
preferentemente los productos sintéticos.
Debido a que la industria farmacéutica tiene el beneficio de las patentes, puede invertir grandes cantidades de
dinero en investigaciones.
La medicina convencional tiene preferencia definitiva por los productos sintéticos sobre los
naturales. Esta preferencia se debe a la abundancia de información de estudios clínicos, y a la educación
médica y farmacéutica. A continuación examinaremos el proceso de aprobación de nuevos productos
farmacéuticos y su aplicabilidad a la evaluación de las plantas medicinales.

El proceso de aprobación por la Administración Federal de Drogas y Alimentos


(AFDA)
El proceso de aprobación de un nuevo producto farmacéutico establecido por la AFDA es
riguroso, y tiene el propósito de establecer de forma científica la efectividad y seguridad de un producto.
Gracias a este estricto sistema, se ha logrado evitar la entrada a los Estados Unidos de algunos productos que
luego han tenido que salir del mercado mundial por problemas de seguridad. Las exigencias para lograr dicho
propósito son de tal magnitud que se requiere un presupuesto de decenas y hasta cientos de millones de
dólares en investigaciones para lograr la aprobación de un producto. No obstante las compañías farmacéuticas
están dispuestas a hacer dicha inversión pues la ley les provee una patente que permite producir en forma
exclusiva el producto aprobado por un período considerable de años, recuperando la inversión y obteniendo
ganancias.
Como este proceso de aprobación fue concebido para productos sintéticos patentizables, cuando se trata de un
producto natural no patentizable, no es ventajoso financiar estudios de la misma manera, ya que nunca se
podría recuperar la inversión.
En 1993, el comisionado del AFDA, Dr. David Kessler, preocupado con el aumento de uso de hierbas con
propiedades medicinales, intentó prohibir la venta de dichos productos. La
preocupación de Kessler era que las hierbas medicinales no se sometían al mismo procedimiento de
evaluación que los demás fármacos. Sin embargo, el público hizo una protesta masiva que provocó la
aprobación de la Ley de Educación y Salud de Suplementos Alimenticios (DSHEADietary Suplement Health
Education Act) en 1994. Esta clasifica las hierbas medicinales como suplementos dietarios y se consideran
seguras a menos que el gobierno (AFDA) pruebe lo contrario.8
La intención del Congreso de Estados Unidos al crear la ley de suplementos (DSHEA) es atender la
preocupación de los consumidores y fabricantes de que productos seguros y adecuadamente rotulados se
mantengan accesibles para aquellos que quieran usarlos. Los hallazgos de algunas investigaciones sugieren
que puede haber una conección entre la utilización de suplementos alimenticios y la prevención de
enfermedades. Además, otro beneficio potencial es una reducción en el uso de los gastos de cuidado médico.
8
Diferente de lo que ocurre con los fabricantes de los suplementos, los medicamentos de venta libre tienen que
demostrar que son seguros y eficaces antes de comercializar su producto. La rotulación de los suplementos
pueden contener reclamos sobre cómo el producto puede ayudar a
mantener la estructura y la función del cuerpo. La rotulación de los suplementos debe indicar que los
reclamos no han sido evaluados por la AFDA y que el producto no tiene el propósito de diagnosticar, tratar,
curar o prevenir enfermedad alguna. Esta ley facilitó la comercialización de muchos productos, los cuales se
distribuyen a través de farmacias, directamente al consumidor por ventas electrónicas y en tiendas de
alimentos para la salud.
Al revisar la guía telefónica más reciente podemos comprobar que existen al menos cuarenta y cinco tiendas
de “alimentos para la salud” (conocidos como “health food stores”) en el Area Metropolitana. Estos
establecimientos poseen una variedad de productos tales como, leche de soya, de arroz o de almendra,
alimentos orgánicos y una gran selección de suplementos nutricionales que incluyen vitaminas, minerales, y
muchos otros productos incluyendo plantas con propiedades medicinales.
Indudablemente el aumento en este tipo de establecimiento responde a un aumento en la
demanda por los alimentos orgánicos y suplementos nutricionales. Por esta misma razón es que se hace
necesario que los farmacéuticos se adiestren en el área de los fitofármacos. Uno de los problemas a que el
público se enfrenta es el de seleccionar el o los productos adecuado para su necesidad. Un paciente puede
estar interesado en determinado producto por algún artículo que haya leído, por recomendación de algún
amigo o pudiera pedir una recomendación a uno de los empleados de la tienda. En cualquier caso, aunque los
productos botánicos son en general bastantes seguros, una selección inapropiada de un producto o una dosis
incorrecta podría noobtener los resultados esperados, o sufrir interacciones y efectos adversos. No solo es
importante 6 saber que productos o combinación de productos necesita el paciente sino en que dosis y las
marcas específicas de calidad confiable.
El distinguido profesor de Farmacognocia en la Universidad de Purdue, Dr. Varro Tyler, ha
expresado su preocupación sobre el tema de la siguiente manera: “es obvio que los farmacéuticos están
perdiendo una enorme oportunidad de venta en un área donde la información confiable es escasa y el
consumidor necesita la pericia profesional del farmacéutico para seleccionar y usar productos botánicos”.9
El mercado actual está inundado por una diversidad amplia de marcas de un mismo producto y es importante
destacar que según la marca, la calidad del producto puede variar. Sin menospreciar la capacidad que tiene
para educarse el público y el personal de las tiendas de “alimentos para la salud”, si se trata de utilizar un
producto para mejorar la salud, es más seguro buscar consejo de un experto.
Los farmacéuticos y los médicos son los profesionales de la salud con los más amplios
conocimientos en farmacología, patofisiología, química medicinal y análisis de la literatura
biomédica. Los naturópatas y los médicos naturopáticos tienen más conocimientos sobre la
fitoterapia. Debido a legislación reciente en Puerto Rico, la preparación de los naturópatas tiene mayores
requisitos académicos que antes y necesitan una licencia para poder practicar su profesión. La intención de
mayores exigencias es proveer mayor uniformidad en el
adiestramiento de los naturópatas. Aunque tradicionalmente el farmacéutico trabaja con el
médico a favor del paciente, debemos fortalecer nuestra preparación en el área de los
fitofármacos para facilitar nuestra interacción con el profesional en naturopatía y ayudar mejor al paciente.

Papel del farmacéutico en el uso de los Fitomedicinales


El farmacéutico es el profesional que tiene la responsabilidad de llevar a cabo Cuidado
Farmacéutico. El Cuidado Farmacéutico implica un proceso sistemático de identificar problemas relacionados
a medicamentos y ayudar a resolverlos para promover la salud y la mejor calidad devida en el paciente. Sin
importar como el AFDA clasifique los productos derivados de plantas, si el paciente los usa con el propósito
de mejorar su salud o calidad de vida, los farmacéuticos tienen la obligación de conocerlos para poder orientar
al paciente y optimizar la terapia.
Al momento de orientar sobre productos derivados de plantas, siempre es necesario cumplir con los principios
básicos de la farmacoterapia. Es importante conocer la etiología de la condición del paciente y la terapia que
el paciente está recibiendo para poder poner en contexto la función de la planta medicinal a usarse. A
continuación resumiremos algunos elementos importantes al evaluar el uso de un producto fitoterapéutico y al
ofrecer consejería a un paciente.
Al igual que en la industria farmacéutica, para lograr un producto fitoterapéutico de calidad se requiere
personal calificado en todas las etapas del procesamiento para su comercialización y los procedimientos
deben ceñirse a los recomendados. La identificación de la planta es un asunto que requiere adiestramiento
profesional meticuloso. Los botánicos calificados están muy conscientes de la necesidad de utilizar todas las
partes de la planta (particularmente las flores y las semillas) para llevar a cabo la identificación. Luego de la
identificación hay que seleccionar la o las partes a usar de la planta y someterlas al proceso de extracción. Las
partes de la planta escogidas para este proceso son usualmente las que tienen mayor concentración de las
sustancias activas.7
El proceso de extracción va a depender de las propiedades físico-químicas de los principios
activos. Por lo tanto, se deben conocer los principios activos de manera que se puedan escoger solventes
apropiados para la extracción. Esto es necesario para poder hacer un análisis cuantitativo de control de calidad
que asegure la potencia del producto y pruebas subsiguientes de estabilidad para determinar la fecha de
expiración. Al identificar los principios activos se puede conocer o al menos inferir el mecanismo de acción o
la acciones fisiológicas del producto, de forma tal que se puedan anticipar reacciones adversas e interacciones
potenciales.
Una precaución importante es utilizar un producto cuyos principios activos estén estandarizados o
cuantificados, para asegurar que el producto tenga efectos consistentes. Además, al evaluar la calidad de un
producto, se deben examinar las pruebas de pureza así como la identificación del lote. Al momento de
aconsejar al paciente se debe prestar atención a utilizar la dosis y frecuencia consistentes con la mejor
información en la literatura, teniendo en cuenta las variables del paciente y la población estudiada. En el
Apéndice 1 se resumen once criterios al evaluar productos medicinales.10-12
Una vez se conocen los principios generales sobre los remedios botánicos, los farmacéuticos deben exponerse
a la literatura profesional y científica. En el Apéndice 2, encontrará una lista de referencias confiables que
incluyen libros, revistas profesionales y direcciones electrónicas.

Comisión E de la Agencia Federal Alemana de Salud


Los sistemas de salud europeos han continuado el estudio y uso de los remedios folclóricos a la vez que han
desarrollado productos sintéticos de alta tecnología. En Europa los médicos y farmacéuticos aún reciben
adiestramiento universitario formal en Farmacognosia y Fitoterapia.
Para tener una idea de la importancia de la Fitoterapia en Alemania, basta con saber que entre los 100
medicamentos más recetados se encuentran seis plantas, incluyendo Ginkgo biloba para el cual se expidieron
4.23 millones de recetas del producto estandarizado. Alemania cuenta con un sistema de evaluación de
agentes naturales y publican un libro que se ha distinguido y difundido por Europa.
La agencia federal alemana Bundesgesundheitsamt estableció en 1978 la Comisión E para
determinar la eficacia y seguridad de los productos botánicos. Esta comisión evalúa a base de estudios toda la
literatura disponible y da énfasis particular a la seguridad de los productos.
Como resultado de la evaluación, la Comisión E publica un libro con monografías estandarizadas de plantas
medicinales. Hasta la fecha la Comisión E ha publicado aproximadamente 400 monografías de fitofármacos y
productos combinados. Las monografías contienen información sobre identificación, pureza, adulteración,
composición fitoquímica, actividad farmacologica, actividad terapéutica, contraindicaciones, efectos adversos
y posología. Aunque recientemente se han salido a la publicaciones de calidad, algunos expertos aún
consideran que este compendio es el documento moderno más completo y exacto de información científica
que existe en el área de Fitoterapia. Este libro ha sido traducido al inglés por el Consejo Americano de
Botánica y también lo distribuyen para la venta.

Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alterna


En 1992 el Senado de los Estados Unidos creó la Oficina de Medicina Alterna como parte de los Institutos
Nacionales de Salud, a la que se le asignó dos millones de dólares. Esta oficina fue creada con el propósito de
explorar adecuadamente la utilidad de prácticas médicas no convencionales. Para comenzar a alcanzar este
propósito, se celebraron una serie de talleres con un grupo de más de 200 médicos, farmacéuticos clínicos e
investigadores reconocidos que definirían el estado de las prácticas de medicina alterna en Estados Unidos.
Este proceso ayudaría a determinar qué es lo que se está haciendo, qué se ha publicado en cuanto a
efectividad o seguridad y qué prioridades de investigación se podían establecer. El resultado de estos talleres
está plasmado en el informe a los Institutos Nacionales de Salud sobre las prácticas de Medicina Alterna en
los Estados Unidos. Este reporte se tituló “Alternative Medicine: Expanding Medical Horizons” y fue
publicado en 1994 por la Oficina de Impresos del Gobierno de los Estados Unidos en Washington, DC.13
A partir de su creación, la Oficina de Medicina Alterna comenzó a promover la investigación necesaria para
determinar cuáles productos o prácticas de medicina alterna demostraban mayor potencial de utilidad como
herramienta en el proceso de tratar diversas condiciones de salud. Se crearon centros de investigación
especializados en ciertas condiciones de salud (cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, etc.) para
estudiar el potencial de varios métodos de medicina alterna. Año tras año, a medida que se han publicado los
resultados de las investigaciones, se han hecho aumentos en el presupuesto de la Oficina de Medicina Alterna.
Los aumentos presupuestarios se han justificado por los méritos de las propuestas y los resultados obtenidos
cada año. Los presupuestos de la oficina aumentaron según se describe a continuación: 1993: 2 millones,
1994: 3.5 millones, 1995: 5.5 millones, 1996: 7.8 millones, 1997: 12 millones y 1998:
20 millones de dólares.
La importancia del trabajo de la Oficina de Medicina Alterna se ha hecho mas evidente con una ley
congresional de octubre de 1998 que eleva esta Oficina a categoría de Centro Nacional y se le cambia el
nombre a Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alterna (CNMCA) con una asignación
presupuestaria de 50 millones. El mandato congresional del CNMCA es facilitar la evaluación de modalidades
de tratamientos médicos complemetarios/alternos y su efectividad. Además, el congreso ordena en la misma
ley la creación de un sistema de divulgación de información pública y programas de investigación. La misión
de este Centro Nacional es llevar a cabo investigación y adiestramiento en medicina complementaria y alterna
y divulgar la información al público.14
Uno de los esfuerzos en el aspecto de educación y divulgación fue el libro anteriormente
mencionado “Alternative Medicine: Expanding Medical Horizons”, que discute en forma
objetiva diferente áreas de las prácticas de sanación. Las áreas discutidas en dicho libro son las siguientes: 1.
Intervenciones cuerpo-mente, 2. Bioelectromagnetismo, 3. Sistemas Alternos de Prácticas Médicas, 4.
Métodos Manuales de Sanación, 5. Tratamientos Farmacológicos y Biológicos, 6. Fitoterapia y 7. Nutrición
terapéutica.
Además del Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alterna, en 1995 se creó por ley la Oficina de
Suplementos Alimenticios bajo la oficina de Prevención de Enfermedades de la Oficina del Director de los
Institutos Nacionales de Salud. La Oficina de Suplementos
Alimenticios apoya la investigación con suplementos alimenticios y disemina los resultados de las mismas.
Esta oficina también provee consejería a otras Agencias Federales sobre los
resultados de las investigaciones con suplementos alimenticios.15 Para comunicarse con la
Oficina de Suplementos Alimenticios puede llamar al (301) 435-2920, o comunicarse por vía electrónica al
siguiente correo electrónico: ods@nih.gov.
Actualmente la educación en el área de la medicina complementaria y alterna ha alcanzado los currículos de
universidades prestigiosas de los Estados Unidos como Harvard, Columbia, Stanford, University of Maryland,
University of Texas Health Sciences Center, Duke y Arizona.
De hecho un 60 % de los currículos de las Escuelas de Medicina en Estados Unidos ya cuentan con cursos de
medicina alterna. Se ha observado un gran aumento en investigación, publicación 9 y educación en el área de
las plantas medicinales y también en el área de la suplementación
nutricional con vitaminas, minerales, enzimas, aminoácidos y otros cuasi- nutrientes.

Conclusión
Los farmacéuticos debemos reconocer que los bosques, los jardines, los huertos y las fincas son fuentes de
medicamentos. Necesitamos conocer más de las plantas medicinales ya que muchos pacientes buscan nuestra
recomendación o ya las están usando.
Se necesita también, más investigación que pueda corroborar la eficacia terapéutica de estas
plantas medicinales. Es el deber del farmacéutico estar en conocimiento pleno de la terapia de plantas que se
han comprobado que son eficaces. Pero no debemos dejar nuestro compromiso en el saber y en ayudar a los
pacientes individualmente, debemos educar nuestra sociedad a preservar y a apreciar el valor de nuestros
recursos naturales.

Referencias
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Arch Intern Med. 1995:155:1949-56.
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Sciences. Eigthteenth edition, Pensylvania: Mack Publishing Company; 1990. p. 8-19.
7. Kouzi SA. Herbal Remedies: The design of a new course in pharmacy. Am J Pharm Ed
1996;60:358-64.
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10. Miller LG. Herbal medicinals: selected clinical considerations focusing on known or
potencial drug interactions. Arch Intern Med 1998;158:2200-11.
11. Yarnell E and Meserole L. Toxic botanicals: is the poison in the plant or its regulation? Alt Complem Ther.
1997;Feb:13-19.
12. Cupp MJ. Herbal remedies: adverse effects and drug interactions. Am Pham Phys
1999;59(5):1239-44.
13. Berman BM and Larson DB, Eds. Alternative Medicine: Expanding Medical Horizons” U.S. Government
Printing Office. Washington, DC. 1994.
14. Strauss SE. General Information about NCCAM, National Center for Complementary and Alternative
Medicine (NCCAM), National Institutes of Health (NIH), accessed in May 26,
2000, available from: http://nccam.nih.gov
15. Coates PM. About ODS, Office of dietary supplements, National Institutes of Health (NIH), accessed in
May 26, 2000, available from: http://odp.od.nih.gov/ods/

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comerciales actuales que hacen necesario que el QFB tenga conocimientos sobre el uso de plantas
medicinales, una cuartilla..

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