Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
MOTIVACIÓN.
1.1.- CONCEPTO.
A) Delimitación negativa.
e) Los Reglamentos, que son normas jurídicas, creando Derecho positivo con
carácter permanente, mientras que los actos administrativos se agotan con su pura
ejecución y no crean Derecho.
A) Delimitación positiva.
Dentro de este concepto de acto complejo no deben incluirse los actos de los
órganos colegiados (el Pleno de una Corporación
Local, por ejemplo, que, pese a estar integrado por una pluralidad de personas, cuyo voto
2
forma el acto administrativo que se adopte, no manifiesta al exterior una pluralidad de
voluntades, sino una sola: la del órgano colegiado a través del pertinente acuerdo), los
sujetos a la aprobación de un órgano superior y los actos que integran un expediente o
procedimiento administrativo.
4
3) Jerárquica, en virtud de la cual se atribuye la competencia, dentro de la
estructuración de los órganos de la Administración, a unos u otros órganos preferentemente
respecto a sus superiores o inferiores.
Además se requiere que la persona o personas físicas que actúen como titulares
de dicho órgano ostenten la investidura legítima de tales competencias, y no estén incursos
en alguna de las causas de abstención que señala la Ley de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y Procedimiento Administrativo Común (LRJAP y PAC, en
adelante), y procedan en las condiciones legales prescritas para poder actuar como tales
titulares del órgano, especialmente cuando se trate de órganos colegiados, comportando la
infracción de estas normas una nulidad de pleno derecho del acto que se dicte.
La LRJAP y PAC sanciona con nulidad absoluta o de pleno derecho los actos
"que tengan un contenido imposible" y "que sean constitutivos de infracción penal o se dicten
como consecuencia de ésta", siendo anulables aquellos cuyo contenido incurra en "cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder".
El contenido de los actos se ajustará a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico y
será determinado y adecuado a los fines de aquéllos.
Por lo demás, íntimamente relacionado con la causa está el fin perseguido con el
acto, el llamado elemento teleológico del mismo, que es la respuesta a la pregunta de "para
qué" se dicta éste.
Al respecto, en todo acto administrativo cabe distinguir entre un fin inmediato (el
efecto práctico que realmente se pretende con el mismo) y un fin remoto (que es siempre el
interés público a que está avocada toda la actuación de la Administración, que, si resulta
transgredido, puede provocar un recurso de desviación de poder, definida ésta como "el
ejercicio de potestades administrativas para fines distintos de los fijados por el Ordenamiento
Jurídico.
2.- MOTIVACIÓN
La motivación puede definirse como "la expresión racional del juicio emitido y de
las resoluciones que implican un gravamen para el destinatario", pues "si la Administración
Pública ha de servir con objetividad los intereses generales, es a través de la motivación del
acto como se puede conocer si la actuación merece la conceptuación de objetiva por
adecuarse al cumplimiento de sus fines, sin que tal motivación se pueda cumplir mediante
fórmulas convencionales, sino dando razón plena del proceso lógico y jurídico que determina
la decisión, debiendo realizarse con la amplitud necesaria para el debido conocimiento de
los interesados y su posterior defensa de derechos, aspirando a que el administrado pueda
conocer claramente el fundamento de la decisión administrativa, para poder impugnarla
criticando sus Bases, y a que el órgano que decide los recursos pueda desarrollar el control
que le corresponde con plenitud, examinando con todos los datos si el acto se ajusta o no a
Derecho.
Como puede observarse, la regla general es la no motivación, salvo en los
supuestos del artículo 54,1º LRJAP y PAC, que ha tenido nueva redacción por la Ley
4/1999, de 13 de enero, de modificación de la LRJAP y PAC y a cuyo tenor serán motivados,
con sucinta referencia de hechos y fundamentos de Derecho:
Ya vimos, que se trataba del objeto del acto, o sea, el efecto práctico perseguido
7
con el mismo. Ha de ser determinado o determinable, posible y lícito. Es, en definitiva, la
declaración de voluntad, de deseo, conocimiento o juicio en que el acto consiste. Se
distinguen tres partes del contenido del acto administrativo:
Respecto de esta cláusulas accesorias, hay que entender válida su inclusión en el acto
administrativo cuando se esté ejerciendo una potestad discrecional, así como cuando la
propia Ley habilite expresamente a la Administración para ello, debiendo, por el contrario,
estimarse nula su inclusión fuera de estos casos, sin que esta nulidad provoque la del acto
en que se contienen por sí mismo.
Por último, en relación con el contenido, ha de hacerse notar que el artículo 62,1º, c) y d),
LRJAP y PAC sanciona con nulidad absoluta o de pleno derecho los actos que tengan un
contenido imposible y que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como
consecuencia de ésta, siendo anulables aquellos cuyo contenido incurra en cualquier
infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.