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UNIÓN DE GUAYAQUIL DE LA GRAN COLOMBIA

PERÚ Y ECUADOR

Perú y Ecuador son dos naciones extremadamente similares, nos une no


solo una similar geografía sino además
de ello lazos que van desde lo cultural, étnico, lingüístico e histórico,
claro está que estas dos naciones nacieron
para estar juntas y de la mano forjar un futuro que sea tan grande como
en un momento su rico pasado lo fue.

Lamentablemente por eventos y decisiones que en muchos casos


nisiquiera fueron efectuados por peruanos ni
ecuatorianos, hoy nos encontramos con un panorama en donde dos
países que a todas luces deberían ser uno
solo, se encuentran separados por una imaginaria línea fronteriza, la
cual a pesar del tiempo y los conflictos no
han logrado cortar ese cordón umbilical que nos une como hermanos de
una sola gran patria.

Centro arqueológico de Ingapirca, parte de la antigua


Tomebamba, actual Cuenca en Ecuador
Perú y Ecuador, unidos desde
antes de la llegada de
los españoles - El Imperio Inca.
Tanto el Perú como Ecuador vivieron con gran intensidad la gloria y la
caída del más grande Imperio del
continente. El Imperio Inca cubrió casi en su totalidad los actuales
territorios peruanos y ecuatorianos, y
aunque el poder central del incanato se encontraba en su capital el
Cusco, el territorio ecuatorio fue un
importante bastión para los incas, Quito jugó un papel fundamental en
la historia incaica, recordemos también
que ATAHUALPA, que aunque el orígen de su nacimiento aún se debate,
era considerado príncipe de Quito.
Huayna Cápac - Nacido en
Tomebamba (Actual Cuenca - Ecuador)
Pero Atahualpa no fue el único inca proveniente del Ecuador, un gran
emperador del incanato nació en tierras
ecuatorianas, nos referimos a HUAYNA CAPAC, hijo del también
emperador Túpac Yupanqui. Huayna Cápac fue el
onceavo inca y nació en la por entonces ciudad inca de Tomebamba
(también conocida como Tumipampa), es
importante a su vez remarcar que la actual ciudad de CUENCA en
Ecuador fue fundaba sobre las bases de la
ciudad inca de Tomebamba, hoy en día se puede apreciar parte de lo
que fue esta ciudad en las ruinas incaicas
de INGAPIRCA las cuales se encuentran muy cerca de la ciudad de
Cuenca.
Tanto antes como después de la llegada de los
españoles los territorios de Ecuador, Perú y Bolivia
nunca dejaron de ser uno solo.
Ecuador, Perú y el comienzo de su
desmembramiento -
Simón Bolívar.
Es realmente lamentable saber que en la gran mayoría de casos en que
nuestra gran nación andina se desmembró
no fue ni siquiera por la "voluntad popular de nuestros pueblos" sino por
la ambición y codicia de personajes que
ni siquiera nacieron en estas tierras. Es pues el caso del por muchos
glorificado Libertador Simón Bolívar, la
ambición de éste personaje por despojar de la gloria a José de San
Martín y su vasto conocimiento de la riqueza
del continente, en especial la del Perú (inculcada desde pequeño por sus
maestros Andrés Bello y Simón
Rodríguez) hicieron que en el libertador naciera no solo una profunda
admiración por todo lo que significada el
Perú histórica y culturamente, sino también el temor a que el Perú se
pudiera convertir, luego de las guerras de
independencia, en una potencia continental la cual pudiera hacerle
competencia a su principal sueño que era la
creación de la GRAN COLOMBIA.

El verdadero sueño de Bolívar, la


creación de la Gran
Colombia.
Sin duda Simón Bolívar es el personaje e ícono más representativo
cuando se habla de unión latinoamericana y de esa soñada "Patria
grande", pero ¿puede alguien pensar que Bolívar realmente quería la
unión de los países que liberó cuando para debilitar al Perú, porque lo
consideraba una amenaza por ser demasiado rico en recursos y grande
en territorio, le arrebató la provincia de Guayaquil y luego le quitó los
territorios del Alto Perú (Audiencia de Charcas) para crear la República
de BOLÍVAR? (que luego pasaría a llamarse Bolivia).

Lo del sueño de la "unión americana" de Bolívar, basándonos en hechos


podría hasta tomarse como una mentira
o falacia. Él añoraba la creación de La Gran Colombia y toda la política
que ejerció tanto en Venezuela, Colombia
y el Perú, se enfocó básicamente en hacer éste anhelo una realidad.

Anexó Guayaquil EN CONTRA de la voluntad popular de los


Guayaquileños y por si esto fuera poco ambicionó los territorios de
Tumbes, Jaén y Maynas, pero volvamos a hacernos la pregunta,
¿Quería realmente Bolívar una unión con los países que liberó?, seamos
más específicos, ¿Quería realmente Bolívar una unión con el Perú?, la
historia nos muestra todo lo contrario, puesto que todo el accionar de
Bolívar más hacía parecer un resentimiento y hasta odio por los
peruanos, pero veamos unos ejemplos de como estos sentimientos
salen a flote en puño y letra del "libertador":
"...Yo creo que puedo ir sin peligro a Bogotá, para volver luego
a entender los limites con el Perú, que es de mucha
trascendencia, porque la provincia de Maynas dada por el rey al
Perú envuelve por nuestra espada todo el Sur de Colombia
(Gran Colombia), (...) el Perú con todo lo que NOS DEBE solo
piensa en nuestra ruina!..."

Carta de Bolívar a Santander, 27 de Octubre de 1822.

"Los peruanos son muy graciosos, nos tienen usurpadas dos


provincias (en referencia a Jaén y
Maynas); a Buenos Aires cuatro (se refiere a las provincias del
Alto Perú) y disputan a Chile a Chiloé, y
despues tienen miedo que los conquisten, porque siempre el
ladrón tiene miedo de la justicia."

Carta de Bolívar a Santander, donde llama a los


peruanos "Graciosos y ladrones", 14 de Febrero de
1823.

"¡Ciudadanos y soldados! La perfidia del gobierno del Perú ha


pasado casi todos los limites y hollado
todos los derechos de sus vecinos de Bolivia y Colombia (...)
Referiros el catálogo de crímenes del
gobierno del Perú, sería demasiado, y vuestro sufrimiento no
podía escucharlo sin un horrible grito de
VENGANZA; pero yo no quiero excitar vuestra indignación, ni
avivar vuestras dolorosas heridas. Os
convido solamente a alarmaros contra ESOS MISERABLES (...).
Armaros colombianos del sur, volad a
las fronteras con Perú y esperad allí la hora de la vindicta. Mi
presencia entre vosotros sera la señal de
combate!"

Proclama de Bolívar a sus compatriotas grancolombianos,


luego de enterarse de que en el
Perú le habían abolido su
presidencia vitalicia
(dictatorial) y en donde
llama a la venganza y llama
miserables a los
peruanos, incitando a la
recuperación de Jaén y
Maynas, 3 de Julio de 1828.

"Estos peruanos no sirven para soldados y huyen como gamos!


(...), No de usted un cuarto por todo el
Perú, aunque nadie se menea para nada ni parece que se
inquietan esos señores del menor peligro.
Algunas veces no les entiendo su lengua Inca, no se si estan o
no tranquilos!"
Carta de Bolívar a Santander, 8 de Diciembre de
1824.

"Ya no hay que contar con los chilenos y argentinos, y estos


peruanos son los hombres más miserables
para la guerra! Desde luego, debemos resolvernos a sostener
solos esta lucha."

Carta de Bolívar a
Santander, 21 de Diciembre de
1824.
El verdadero sueño de Simón Bolívar, la creación
de La Gran Colombia.
Queda claro pues, que una persona que siente tanto desprecio y odio
hacia un país y su pueblo difícilmente
quiera una unión con éste. Como consecuencia de ello el Perú
experimentó varios fraccionamientos en su
territorio, uno de ellos fue la por entonces provincia de Guayaquil, pero
veamos como ocurrieron los hechos.

Como habíamos dicho antes, el real sueño de Simón Bolívar era la


creación de la GRAN COLOMBIA, territorios
que en su proyecto tenían que comprender su natal Venezuela,
Colombia, Panamá (que en ese momento era
parte de Colombia) y la audiencia de Quito (actual Ecuador), pero aparte
de estos territorios, Bolívar ansiaba
también los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, los cuales se
encontraban en poder del Perú, de la misma
manera ambicionaba poseer la provincia de Guayaquil, la cual era parte
de la audiencia de Quito y que tenía
grandes lazos comerciales y culturales con el Perú.
Prácticamente con la mayoría del territorio que anhelada unido bajo su
liderazgo solo faltaban unir las provincias
de la audiencia de Quito -que aún estaban en manos de los españoles- y
las de Tumbes, Jaén y Maynas en
poder del Perú. Para que esto sucediera era necesario para Bolívar llegar
al Perú, pero para poder hacer lo que a
el más le convenga una vez ahí, era NECESARIO primero deshacerse de
José de San Martín y su protectorado e
influencia en tierras peruanas.

Simón Bolívar

Bolívar y sus intentos de


desestabilizar a Don José de
San Martín en el Perú.
Como ya lo hemos dicho, para que Bolívar pueda realizar todos sus
proyectos expansionistas para La Gran Colombia, era vital que el
llegase al Perú y ejerciera el poder absoluto y de esta manera hacer y
deshacer a sus anchas, pero esta tarea se mostraba imposible con la
presencia de Don José de San Martín a la cabeza del gobierno peruano.
Es así como se propone desestabilizar su presencia en el país para él
tener el camino libre y una vez en el Perú obtener el poder absoluto.

Primer intento de
desestabilización de San Martín en
el Perú.
En Octubre de 1821 se produce un intento de rebelión contra Don José
de San Martín, donde participa el coronel
Venezolano (misma nacionalidad de Bolívar) Tomás Heres, el cual se
sospechaba mantenía contactos con
Bolívar. Apresado el coronel Heres es puesto a disposición de San
Martín, en donde la única defensa que
presentó el venezolano fue acusar a los que lo acusaban, argumento
bastante poco creíble teniendo en cuenta
que los militares que acusaron al Coronel Heres eran argentinos, los
cuales habían sido parte de las hazañas y
gloria de San Martín, incluso muchos de ellos eran jefes de su estado
mayor. Quedó claro que los argumentos de
Tomás Heres eran incongruentes, siendo deportado a Guayaquil. Lo
interesante de esta historia es que luego del
retiro de José de San Martín del Perú el General venezolano Tomás
Heres regresó al Perú pero con Bolívar,
convertido en un importante asesor y general de los ejércitos del
libertador.

Segundo intento de
desestabilización de San Martín
en
el Perú.
Pero si para algunos no queda muy claro el intento de Bolívar por acabar
con la influencia de José de San Martín
en el Perú, queda más que claro en el caso de su enviado Joaquín
Mosquera. Con una gran hipocresía Bolívar
escribe una carta a San Martín recomendando los servicios de
Mosquera:

"(...) Vuestra Excelencia (José de San Martín), colocado al frente


del Perú, está llamado por una suerte
afortunada a sellar con su nombre la libertad eterna y la salud
de América. Es vuestra excelencia a
quien esa bella nación deberá en su más remota posteridad, no
solamente su creación, sino su
estabilidad social y reposo doméstico. Tal es el designio que se
ha propuesto el gobierno de Colombia
(Gran Colombia) al dirigir cerca de vuestra excelencia a nuestro
ministro plenipotenciario senador
Joaquín Mosquera. (...) Dígnese vuestra excelencia a acoger
esta misión con toda bondad. Ella es la
expresión del interés de América. Ella debe ser la salvación del
Mundo Nuevo. Acepte vuestra
excelencia los homenajes de la alta consideración con que tengo
el honor de ser vuestra excelencia su
obediente servidor."

Simón Bolívar.

Pero si por un lado el Libertador Simón Bolívar mostraba su profunda


preocupación por el destino del continente
y recomendaba con entusiamo a su ministro Joaquín Mosquera para que
fuera acogido por San Martín y
colaborara con él, por otro lado Bolívar le hacía llegar a Mosquera por
escrito su verdadera misión en el Perú, la
cual no era otra que la desestabilización del gobierno de San Martín,
ésta es parte de la carta que le dirigió
Bolívar a Joaquín Mosquera con dichas instrucciones:

"(...) Es preciso trabajar porque no se establezca nada en el


país (Perú) y el modo más seguro es
dividirlos a todos. La medida adoptada por Sucre de nombrar a
Torre Tagle, embarcando a
Riva-Aguero (...) es excelente. Es preciso que no exista ni
simulacro de gobierno y esto se consigue
multiplicando mandatarios y ponerlos en oposición. A mi llegada
el Perú debe ser un campo rozado
para que YO pueda hacer en él lo que convenga."

Simón Bolívar en
carta a Joaquín Mosquera.

Joaquín Mosquera,
encargado por Bolívar
para desestabilizar a
San Martín en el Perú.
La Batalla de Pichincha, el
comienzo de la separación del
Perú y Ecuador.
Bolívar sabía que para llegar al Perú era necesario primero pasar por
Quito y sacar a los españoles que aún defendían ese territorio, y pensó
que la mejor manera de hacerlo era desde Guayaquil y de paso
apoderarse de este puerto que era parte de la Audiencia de Quito y que
prácticamente estaba controlado por el Perú tanto cultural como
comercialmente. Es así como Antonio José de Sucre (general al mando
de Bolívar) llega a Guayaquil con sus tropas en Mayo de 1821.

Pero la situación de Sucre no era la mejor, no había podido incursionar


hacia el interior y había sido derrotado por el general español Aymerich
en la Batalla de Huachi, a unos 130km de Quito, siendo forzado a
replegarse nuevamente a Guayaquil. Viendo los malos resultados,
Sucre envió reiteradas cartas a San Martín pidiendole ayuda y
refuerzos, finalmente San Martín accedió a enviar esta ayuda pero no
cuando Sucre se lo pidió, sino cuando LA JUNTA DE GOBIERNO DE
GUAYAQUIL solicitó dichos refuerzos.

Fueron dos divisiones peruanas las que San Martín envió en ayuda de
Sucre, una división de Piura y una de Trujillo con aproximadamente
1,600 hombres. Este ejército peruano estaba al mando del general
Andrés de Santa Cruz. Reclutando a más hombres en el camino Santa
Cruz logró llegar a Pichincha con un contingente de 3,200 hombres, la
mitad de ellos peruanos, esta ayuda enviada desde el Perú fue decisiva
para el triunfo en la Batalla de Pichincha que determinó la
independencia de la audiencia de Quito y la provincia de Guayaquil,
pero que irónicamente para el Perú significaría el comienzo del
desmembramiento y la separación de Peruanos y ecuatorianos en dos
naciones distintas.
La pérdida de Guayaquil.
Luego del triunfo en la Batalla de Pichincha, Bolívar, que no había
participado en la batalla dado que se
encontraba por ese entonces en Pasto (Colombia), se enrumbó hacia
Quito para celebrar por todo lo alto la
victoria, a la vez que por lo bajo había dado órdenes al General Salom y
a sus tropas para que se dirigan a
Guayaquil y tomen posesión del puerto en nombre de la República de La
Gran Colombia, esto lo veremos más
adelante.

Para comprender la situación en que se encontraba la por entonces


provincia de Guayaquil, es necesario
entender que esta situación era bastante peculiar, razón por la cual ha
sido blanco de controversias y debates.

Primero debemos mencionar que la forma en que se había acordado


repartir (o mantener) los territorios entre los
nuevos países sudamericanos luego de lograda la independencia era
bajo el principio de UTI POSSIDETIS. Pero
¿qué es el UtiPossidetis?, bueno, no era más que una especie de
acuerdo en el que los interesados conservaban
el territorio que poseían luego de un conflicto o en este caso luego de la
independencia. El término UTI
POSSIDETIS, proviene del Latín, siendo la frase completa "UTI
POSSIDETIS, ITA POSSIDEATIS" lo cual significa:
"Como tu poseías, continuarás poseyendo"

Y fue justamente Simón Bolívar quien propuso este principio para


determinar las nuevas fronteras de los países
emergentes sudamericanos. La propuesta de Bolívar era conservar las
antiguas fronteras de las colonias
españolas, es decir, que los nuevos estados surgidos tendrían como
fronteras las mismas que les correspondían
hasta el año 1810, puesto que según Bolívar, ese año fue el último en
que España era dueña legítima de las
posesiones coloniales en Sudamérica. De esta manera se tendría que
fijar las fronteras de los nuevos países,
basándose en las fronteras de los virreinatos, capitanías y audiencias
hasta el año de 1810.
Entonces, bajo el principio de UTI POSSIDETIS se podría decir que la
provincia de Guayaquil debería haber sido
peruana, puesto que hasta el año 1810 era parte del Virreinato del Perú.
Citemos al historiador peruano Jorge
Basadre, el cual dice: "De acuerdo a la convención de 1823 ambas
partes reconocen como límites de sus
territorios respectivos los mismos que tenían en el año 1809 los ex
virreinatos del Perú y Nueva Granada
(Colombia)", por consiguiente, Guayaquil, Tumbes, Jaén y Maynas,
tendrían que ser peruanas. Pero suponiendo
que muchos puedan decir que la opinión de Jorge Basadre al ser un
historiador peruano no es imparcial, citemos
entonces a otra fuente, MICHAEL HAMERLY, cuya imparcialidad está
garantizada por no ser ni colombiano ni
peruano, sino estadounidense y por haber estudiado el caso por encargo
de la mismísima Junta de Guayaquil en
1973. En su libro "Historia social y económica de la antigua provincia de
Guayaquil" Hamerly dice lo siguiente:

"Un buen número de investigadores, tanto norteamericanos


como ecuatorianos, han sostenido
equivocadamente que la costa (en referencia a Guayaquil)
estaba sometida a Lima solo en lo militar,
puesto que, según ellos, un decreto posterior, de 9 noviembre
de 1807, prohibía expresamente al
virrey del Perú interferir en las otras ramas del gobierno. Estos
historiadores no han podido exhibir el
texto de esta segunda cédula para fortalecer esa tésis, puesto
que este asunto nunca pasó entonces de
las cámaras del Consejo de Indias. (...) En todo caso la
dependencia de Lima fue beneficiosa para
Guayaquil. (...) Esta disyuntiva (el escoger entre Perú o
Colombia) era en realidad solamente
académica, puesto que la costa (Guayaquil) no podría haber
mantenido su independencia entre dos
vecinos mucho más poderosos y poblados, y, por temperamento
expansionistas.
La decisión final de los porteños (guayaquileños) quedará como
una hipótesis más para los historiadores, puesto que Simón
Bolívar, el 13 de Julio de 1822, incorporó unilateralmente la
Provincia Libre de Guayaquil a Colombia. Los Guayaquileños
nunca se lo perdonaron."

Está claro entonces que si nos regímos estríctamente al principio de UTI


POSSIDETIS, Guayaquil debía pertenecer al Perú.

La fuerte relación entre Guayaquil


y Lima destruida por Bolívar.
Muy por encima de cualquier principio como el UTI POSSIDETIS está el
derecho que tiene cada pueblo de elegir su destino. Guayaquil y Lima
tenían un fuerte lazo cultural y comercial, el cual fue eliminado por los
caprichos expansionistas de Bolívar y su ejército grancolombiano.

Mientras que habían movimientos por la indepencia de la provincia de


Guayaquil, existían también los que estaban a favor de la unión con el
Perú, puesto que muchos guayaquileños mantenían tensas fricciones
con la Real Audiencia de Quito, a su vez que no se sentían identificados
con ellos ya que los costeños de Guayaquil poco encontraban en común
con los habitantes andinos de Quito, eso sin contar que la comunicación
entre ambas ciudades era poca y escasa.
En contraste, la relación con Lima y el Perú era más que estratégica,
Guayaquil era por entonces un importante astillero naval y el Perú su
principal cliente, por si esto fuera poco, dependía mucho del Perú en el
orden eclesiástico y militar, todo este contacto permanente hizo que
Guayaquil viera en Lima un centro de poder económico y de
modernidad, en comparación al atraso de Quito enclavado en
los Andes.

Pero para estar seguros de esta fuerte relación entre Guayaquil y el Perú
citemos justamente al edecán y
confidente del mismísimo Simón Bolívar, el general O'Leary, el cual dijo:

"Guayaquil perteneció al Virreinato del Perú, y aun después de


haber sido cedida a La Nueva Granada
(Colombia), de la cual se le declaró parte integrante, siempre
estuvo subordinada a aquel (Perú) en lo
eclesiástico y militar. Además, aunque los principales autores de
la revolución, a que debía Guayaquil
su independencia, eran colombianos, fue con el auxilio de tropas
peruanas que la efectuaron. (...) La
juventud de Guayaquil, irreflexible, como en todas partes,
deslumbrada con la vistosa apariencia de los
oficiales peruanos, que hacian contraste con los modales
bruscos de los veteranos colombianos, que
solían pasar por esa ciudad desde el campo de Carabobo camino
al de Pichincha, se hizo partidaria
decidida de San Martín."

Para los Guayaquileños habían tres opciones sobre la mesa,


1. ser un país independiente,
2. pertenecer al Perú o
3. pertenecer a La Gran Colombia.

Citemos una vez más al edecán y confidente de Bolívar, O'Leary, el


cual dijo en
sus memorias: "el partido por la anexión a Colombia era
numéricamente acaso el más débil". Por supuesto esto
poco o nada importó a Bolívar para decidir CONTRA LA VOLUNTAD de
los guayaquileños anexar esta provincia a
Colombia.

La forzada anexión de Guayaquil a


su proyecto de La Gran Colombia
por parte de Bolívar.
Luego del triunfo en la Batalla de Pichincha, Bolívar se dirigió desde
Colombia, hacia Quito, en donde
prácticamente OBLIGO a los quiteños a juramentar por su constitución
colombiana. Al respecto citemos al
historiador ecuatoriano Hermida Bustos el cual relata lo siguiente:

"(...) Apenas cinco días después del triunfo en la Batalla de


Pichincha habían hecho jurar en Quito la
Constitución Colombiana, a pesar de las protestas, respetuosas
por cierto, de grupos de patriotas
desengañados. Sucre el nuevo Intendente del Distrito Sur, muy
hábilmente había conseguido otra vez,
como lo había hecho en Cuenca, hacerlo con un cabildo abierto.
Pero ¿cómo podían los pueblos jurar
por su voluntad si el jefe del ejército de Colombia era el dueño
de la plaza? Pichincha fue un triunfo de
todos y no exclusivamente de los venezolanos
(grancolombianos), por eso Guayaquil se había negado a
jurar la constitución de Colombia incluso inmediatamente
después del triunfo en Pichincha el 24 de
Mayo, y esta negativa era del pueblo guayaquileño entero no
sólo de Olmedo como jefe civil o suya (en
referencia a La Mar) como jefe militar."

Después de forzar a la población de Quito a jurar por su constitución


Colombiana, Bolívar se dirigió a Guayaquil,
provincia que también estaba entre sus pretensiones, pero encontró una
fuerte resistencia por parte de la
población y de la Junta de Gobierno de Guayaquil, presidida por José
Joaquín Olmedo, los cuales no veían con
buenos ojos la idea de ser parte de Colombia, esto por supuesto no
frenó la pretensión del Libertador de anexar
Guayaquil a su proyecto Grancolombiano y sin ningún reparo le dijo a
Olmedo:

"Tumbes es el límite del Perú y por consiguiente la naturaleza


nos ha dado Guayaquil"

La posición Guayaquileña como ya hemos señalado era clara, mientras


un gran porcentaje se inclinaba hacia una
provincia totalmente libre e independiente, otro buen porcentaje se
inclinaba a una unión con el Perú, con el cual
tenía grandes lazos militares, comerciales, eclesiásticos, etc. Era una
muy pequeña minoría la que se inclinaba
por la unión con Colombia como lo cita el propio edecán y confidente de
Bolivar, el General O'Leary, lo cual sería
bueno repetir:

"el partido por la anexión a Colombia era numéricamente acaso


el más débil"
Pero esto, además de la negativa de la Junta Gubernamental de
Guayaquil y de la mayoría de Guayaquileños a
no ser parte de Colombia poco o nada le importó a Bolívar, que después
de entrar a la ciudad con un contingente
de 1,500 soldados (tropas que significaban el 10% de la población del
por entonces pequeño puerto de
Guayaquil) declara que la ciudad es presa de la anarquía y notifíca a la
junta gubernativa (o lo poco que quedaba
de ella luego que muchos huyeran ante las amenazas por su oposición)
lo siguiente:

"Que acoge bajo la protección de la República de Colombia al


pueblo de Guayaquil, encargandose del
mando político y militar de esta ciudad y su provincia"

La anexión de la provincia de Guayaquil había sido cumplida con éxito.

______________________________________________
________________________

En resumen, luego de la victoria en la batalla de Pichincha en la cual el


ejército peruano tuvo mucho que ver,
Bolívar hace jurar a los quiteños su constitución colombiana. En seguida
va con destino a Guayaquil y a pesar de
la negativa de la mayoría de Guayaquileños anexa la provincia de
Guayaquil con la típica excusa de todo dictador
imperialista de "protegerla" en nombre de la República de Colombia,
excusa típica además de aquellos que bajo
ese pretexto terminan apoderandose de territorios, y en muchos casos
como este en contra de la voluntad
popular.
Quito
Pero por si esto fuera poco, después de anexar Guayaquil y de obligar a
los quiteños a juramentar por su
constitución colombiana, no tuvo reparos en luego menospreciar e
insultar a la población de Quito (población
que a la fuerza la había anexado a territorio colombiano) y como no, de
paso y como ya era su costumbre,
también a los peruanos:

"Yo creo que he dicho a Ud., antes de ahora, que los quiteños
SON LOS PEORES COLOMBIANOS. El
hecho es que siempre lo he pensado. Los venezolanos son unos
santos en comparación a esos
malvados. LOS QUITEÑOS Y LOS PERUANOS SON LA MISMA
COSA: viciosos hasta la infamia y bajos
hasta el extremo. Los blancos (de Quito y Perú) tienen el
carácter de los indios, y los indios (de Quito y
Perú) son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros,
todos falsos, sin ningún principio
moral que los guíe."
Carta de Bolívar a Santander, 21 de Diciembre de
1824.

Si hay algo, una sola cosa, que Simón Bolívar dice de cierto es en que
los quiteños y los peruanos son la misma
cosa, así también como los Guayaquileños, a los cuales obligó a
pertenecer a un país del que no querían ser
parte. Los quiteños, los guayaquileños y los peruanos somos lo mismo y
bajo ese concepto debemos entender
que aquella línea fronteriza que fue creada por el capricho y ambición de
extranjeros, debe desaparecer.
Debemos entender también que nuestro destino está unido desde
tiempos inmemoriables, y solo en nuestras
manos está el poder lograr un futuro prometedor juntos, como una
nación grande y con expectativas de marcar
la diferencia no solamente en el continente sino en el mundo.

Guayaquil
Consideraciones ante una posible
unión entre el Perú y Ecuador.
Sobre un panorama en el cual podamos real y seriamente pensar en una
unión política, económica y social entre
Ecuador y el Perú, sería bueno resaltar algunos puntos que creemos
deben tomarse en consideración:

-La unión entre Ecuador y el Perú busca la creación de un estado fuerte


y con una visión de hegemonía
continental y global basada en la grandeza territorial y de recursos que
un país grande facilita. Tiene para esto
que eliminarse cualquier tipo de revanchismo que en algún momento
existió entre ecuatorianos y peruanos,
debemos entender que somos UN SOLO PUEBLO, nacidos bajo una rica
historia milenaria y que la unión
beneficiará tanto a los ciudadanos del Ecuador como del Perú.

-Puesto en claro el primer punto, debe de eliminarse de nuestras


mentes antiguos conflictos como los que en
algún momento vivimos en las guerras de Tiwinza y el Cenepa. Como ya
lo hemos explicado en el artículo "Perú
y Ecuador", muchos de estos conflictos nacieron de reclamos que ni
siquiera fueron hechos por parte de peruanos
o ecuatorianos, sino por la ambición y codicia de extranjeros que
provocaron no solo la desunión sino también la
rivalidad entre dos pueblos que nunca debieron separarse.

-Es bueno remarcar que la unión también es una forma de solución a


antiguos reclamos territoriales, puesto que
con la integración propuesta, territorios como Guayaquil pasarían a ser
parte nuevamente del Perú y territorios
como Jaén y Maynas serían también territorios ecuatorianos, en pocas
palabras, ya no habría ni razón ni sentido
para reclamar los territorios en mención dado que la unión solucionaría
de raíz dicho problema.

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