El derecho a la inviolabilidad del domicilio se encuentra recogido en el artículo 18.2 de la Constitución, que dice lo siguiente: “El domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sino consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito.” La inviolabilidad del domicilio supone que este espacio queda exento e inmune de cualquier invasión o agresión exterior, proceda de otro particular o de un poder público. - Supuestos de suspensión del derecho a la inviolabilidad del domicilio
El derecho a la inviolabilidad de domicilio es uno de los derechos que puede ser
objeto de suspensión, tanto individual, para los casos de investigaciones correspondientes a la actuación de bandas armadas o elementos terroristas (artículo 55.2 de la Constitución), como colectiva, en los estados de excepción y sitio. La suspensión individual se regula en el artículo 553 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que permite la entrada y registro sin necesidad de autorización previa, pero con la obligación de dar cuenta inmediata al Juez.