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Actividades y Juegos para desarrollar la empatía en los niños

Las siguientes actividades están pensadas para aplicar y trabajar la capacidad empática en grupo.
Son dinámicas sencillas y están orientadas a todas las edades, pero suelen ser más efectivas para
los niños de 6 a 12 años. Es aconsejable que haya un facilitador o acompañante adulto durante las
dinámicas para controlar y asegurarse de que todo va bien.

La telaraña

Esta dinámica es de las más utilizadas para conocer a personas nuevas. En ella, tan solo necesitamos
un ovillo de lana y que todo el grupo de niños y niñas se siente en círculo. El facilitador empieza,
toma el ovillo, dice su nombre en alto y una característica suya que le defina, por ejemplo:

Mi nombre es Pablo y me gusta mucho dibujar.

A continuación, coge una punta del hilo y le pasa el ovillo a un niño de manera aleatoria para que
este haga lo mismo y así sucesivamente. Al finalizar todas las presentaciones, se habrá formado una
telaraña entre todos los niños que representa la unión entre ellos.

Dibuja a tu compañero

Otro juego para trabajar la empatía en niños es el siguiente: consiste en que cada niño escriba su
nombre en un papel. Posteriormente, el facilitador recoge todos los papeles y asigna al azar un
nombre a cada niño. Este tendrá que dibujar al compañero que le haya tocado y hacer una pequeña
descripción de su carácter al lado. Después, se entregará cada dibujo al niño correspondiente.

El objetivo principal de esta dinámica es ejercitar la capacidad de representar a otras personas en


un papel, a definir el carácter de alguien y comprobar si la otra persona se ve reflejada en lo que se
ha creado de ella.

El juego de los zapatos

Este es otro sencillo juego para ejercitar la capacidad de ponernos en el lugar de los demás. Consiste
en sentar a todos los niños en corro y hacer que se pongan los zapatos del que tengan a su derecha.
De este modo, simbolizamos la expresión de "ponerse en los zapatos del otro". Acto seguido, cada
niño tendrá que responder a unas preguntas que hará el facilitador, pero con la condición de
responder según lo que diría el niño de su derecha (es decir, el compañero que le ha prestado los
zapatos). Por ejemplo: si el facilitador pregunta a un niño cuál es su color favorito, este tendrá que
responder según lo que cree que diría su compañero.

Canciones sobre las emociones

Una actividad muy recurrente en este tipo de dinámicas es aprenderse, entre todos, una canción
relacionada con las emociones. Con ello, los niños practican una actividad grupal y, a la vez, ven
cómo los demás hablan de las emociones sin problema alguno.
La caja de los sentimientos

Esta dinámica no es exactamente un juego. Consiste en dejar una caja con tarjetas al lado para que
los niños escriban los malestares que hayan sentido a lo largo del día. Al finalizar la jornada, cada
niño leerá un papel aleatorio y propondrá una solución o un comentario agradable para aliviar el
problema de la otra persona.

Estas actividades combinan el juego con el aprendizaje emocional. Debemos recordar que el juego
es el elemento vehicular con el que los más pequeños aprenden e integran los valores que, más
adelante, les servirán en su vida madura para ser mejores personas y fomentar mejores relaciones
interpersonales.

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