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En los tres viajes anteriores, Gulliver siente orgullo por la humanidad y no dudaría que el
hombre es el único ser racional, y que el resto son lo opuesto, noción que Swift altera
radicalmente en este cuarto itinerario poniendo a prueba minuciosamente esa definición,
comparando al protagonista con dos especies diferentes de su invectiva, de las cuales el
más parecido al humano es irracional (yahoos) y el racional es un caballo (houyhnhnms).
Satíricamente, ubica al hombre entre estos seres creados a partir de la disociación de lo
intelectual y emocional de aquél y, en vez de darle un lugar propio y distintivo, parece
obligarlo a optar por uno de los extremos de una escala -estética, moral e intelectual- para
enjuiciar al animal humano. Mientras que los houyhnhnms, animales bellos y puros, actúan
racionalmente, los yahoos, seres bajos y horripilantes, sólo sirven a sus apetitos; pero
ambos viven de acuerdo con una naturaleza diferente y más simple que la del hombre;
comparten la misma incapacidad de elección, carecen de responsabilidad, de la presencia
del conflicto y la capacidad para el cambio que obligan al ser humano a la elección moral.
Por lo tanto, Swift carga la frase animal racional con todo el significado que puede
soportar, como algo puro e incorrupto que gobierna a los caballos -representación concreta
y literal del animal racional-, una facultad que no permite opiniones ni disputas sino que
conduce a la certeza.
Swift demuestra que el ser humano es solamente un ser capaz de razón y no un ser con
razón pura, que normalmente la utiliza para acrecentar sus vicios o sacar ventajas sobre los
demás, que le es imposible desapegarse de las pasiones y que nunca va a llegar al nivel de
los houyhnhnms, pero que es perfectamente un yahoo. El escritor responde -con una crítica
corrosiva- al ingenuo pensamiento de Locke, a la imposibilidad de la reforma del hombre
ante el triunfo de la Revolución Gloriosa en donde se acentúa el individualismo y los vicios
-como el poder y la codicia- tienen mayor peso que cualquier virtud.