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TU CONDUCTA DICE SI OBEDECES A DIOS

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De nada sirve orar si no hay obediencia a Dios
Hoy día todo está dentro de una competencia continua, siempre sacan algo mejor
después de haber comprado algo nuevo.
En el mar no hay huellas ni caminos marcados, y si te desvías 5 grados te puedes
alejar del rumbo muchos kilómetros a la larga.
Así que Jesús es la estrella de la mañana a la cual debemos mirar para que nos guíe,
y así no desviarnos sino fijar nuestro rumbo
en Él.
Jesús enseñaba que debíamos reflexionar después de terminar de predicar. Pero no
es
fácil reflexionar, es necesario amueblar la mente. Como ejemplo, no puedes poner
la
cocina en el baño o al revés. Ordena tu casa le dice Isaías a Ezequías (Isaías 38:1).
Pero
hoy no es así literalmente, sino que hoy te dice el pastor ordena tu vida espiritual (que
es
tu casa interior) porque un día u otro moriremos. Y si Dios dice no he visto tus obras
en
orden, significa que tu casa no está en orden y vivimos como si Él no existiera. Un hijo
de
Dios se identifica con Él. Por tanto, vive en orden y cuida su conducta. No te llamas
cristiano por decirlo, lo dirá tu conducta.

Hoy día no hay lideres que resistan a los demonios brujos, y permiten que se les
metan
en las iglesias, y dejan entrar el paganismo. Estos líderes actúan como si Dios no
existiera. Tienen un comportamiento que muestra que para ellos Dios no existe,
porque si
lo creyeran su conducta sería muy diferente.

Dios le perdonó el pecado a David, pero a otros, no los perdonó porque Él ve


nuestro corazón y antes de que salga la palabra de la boca Él ya lo sabe. Él provee
conforme a sus riquezas en gloria, no como nosotros pensamos. Que mal que hacen
los
que viven como si Él no estuviera.

El tener una buena relación, el conocerlo, y hacer su santa voluntad es la clave


para irse en el rapto. El siervo que conoce la voluntad de Dios y no se prepara será
echado al infierno. Así que los llamados pastores que tergiversan el evangelio su
destino
está ya cursado, pues son apóstatas de la fe. Se han acogido a una fe natural, que
son
los dones, pero esa no es la fe espiritual. La fe espiritual es la que te da para
conocerle a
Él. Así que cuando más listo te hagas más te alejas de Él, pues nadie se puede
acercar a
Dios por la carne sino por el espíritu.

Si Dios te está guiando y tiene un plan para tu vida, tú no puedes cambiarlo, por
eso necesitas un tutor, que es tu pastor. Si Dios te llama, ven como eres no trates
de
cambiar, ven tal como eres, no trates de disimular y poner lo que no tienes. Todo lo
oculto
con el tiempo sale a luz. Preséntate tal como eres, no le pongas más adornos a tu
orgullo, no lo vistas porque así Dios no te puede ayudar y no puede aceptarte. De esta
forma, te quedas fuera de su visión, es decir, del trato que tenía para ti. Él es el que te
debe desmantelar y arreglar, tú solo no puedes arreglarte. Él es el que te da una
nueva
vestimenta. Es como si el Señor fuese un pintor, Él decide lo que quiere en su cuadro,
pero no trates de querer cambiarle a Él, preséntate en humildad tal como eres.
Naamán el sirio, llevaba muy buenos ropajes y Eliseo no lo recibió porque estaba en
un sistema de mucha santidad, y sabía que
Naamán por dentro estaba podrido. Así que simplemente mandó a su criado para que
le dijese que fuese al Jordán y se sumergiese
7 veces (2 Reyes 5). Por tanto, no se trata de cómo vengas sino de la obediencia
que muestras o tienes a la palabra de
Dios.

Dios no puede aceptarte si no vienes en obediencia, si vas diciendo que lo del otro
es mejor, que si aquello es mejor... no
puedes cambiar el plan que Dios tiene para ti. Nadie nace santo, justo, con disciplina,
no… todo esto aparece con la instrucción. El
que no ha sido instruido no puede instruir a los demás. ¿Valen más los sacrificios que
la obediencia? No, pues al Padre le agradó la
obediencia. Y Jesús fue obediente en todo no aferrándose a su deidad. Nosotros
estamos aquí para obedecer, y la obediencia no es
grata pero es necesaria.

Sin saberlo muchos de nosotros reflejamos a Jesús. Unos un 10% otros un 60%, cada
uno en su grado. Esto debe ser visto para
que nuestra vida hable a los inconversos. Dios quiere que te acerques tal como eres,
no a tu manera, sino no tendrás parte en el
cuadro que el quiere hacer.

Dios te ha dado muchas cosas, pero no has sabido recostar tu cabeza sobre su
pecho. Dios no quiere personas charlatanas
sino presentarnos en sacrificio vivo agradable a Él. Pídele a Dios que haga memoria
de tus ofrendas y acepte tus holocaustos. Los
justos son los que tienen una relación de intimidad con Dios, caminan con Él.

Muchos cristianos están en congregaciones que no encuentran trigo, fibra en la


palabra, todo se ha corrompido. La fibra significa el
ejercicio espiritual, estar ejercitando los sentidos espirituales. El músculo de la fe se
desarrolla con ejercicios espirituales. La fe es
un conducto que va al cielo, y Dios por ese mismo conducto envía el milagro. Los
milagros Jesús los hacia para que la gente
creyese y se convirtiera, pero no podemos hacer el énfasis cada día en ellos, lo
importante es Él, su palabra. A la gente se le estafa
diciéndoles que no tienen que sufrir más.

Hoy uno puede comprender y no creer. La fe es la boca que se alimenta de Cristo. La


fe es el canal o el conducto para la corriente,
el conocimiento. La obediencia es lo primero, por encima de todo, y Dios le pidió a
Abraham lo que no le ha pedido a ningún otro
hombre, que entregase a su propio hijo.

Proverbios 3:1-2 RVR1960

«Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque


largura de días y años de vida Y paz te
aumentarán.»

Debes hacerle lugar a la Palabra de Dios, has de ordenar tu casa para que puedas
cobijar su palabra. No puedes vivir como si Él no
existiera. Dios nos perdona pero tenemos las raíces del viejo hombre. Perdona todo lo
que hiciste, pero a partir de la conversión
vienen los sacrificios, y has de renunciar y abstenerte. Entonces serás limpio por la
palabra. Echará fuera de ti toda la carga de
opresión y todas las maldades, pero si tienes una relación real. Se trata de ser
consciente, y así la palabra te lava. Pero vivir como si
Él no tuviese oídos y ojos es muy peligroso, y cuando reaccionas mal se ve tu viejo
hombre.

El cristiano no debe cortar las raíces sino que ha de arrancarlas. Porque si las
corta vuelven a crecer, pero si las arranca de
raíz entonces ya no crecerá. Así que no puedes ser un dejado, y abandonarte por
dentro. Jesús lo decía: “… sepulcros
blanqueados”. La palabra de Cristo mora en abundancia en el corazón cuando
arrancamos las malas hierbas. Así que no puedes
vivir confiado en tus propias fuerzas humanas, nuestro sistema natural no puede
combatir el pecado. El sistema Adánico no puede,
es necesario a través del nuevo hombre poder librarte de las secuelas. Sólo el Señor
a través del Espíritu Santo puede ayudarte y
arrancar las raíces de pecado.

Por llorar mucho, caer de rodillas emocionalmente no es suficiente para


arrancar las raíces, el ser humano es muy
emocional. Dios alarga la vida, pero es tu vida espiritual. Salimos del mundo para ser
espirituales no sobrenaturales, pues eso es
del más allá (ocultismo). Tenemos un vestido nuevo pero le hemos puesto un
remiendo viejo, eso no cuadra, no sirve porque no
tenemos el oído para Dios.
El cristiano debe compadecerse de los que lo pasan mal, no puede estar burlándose o
riéndose. Pablo decía que debemos hacer
morir lo terrenal en nosotros. Así que Dios aumentará largura de días a los que
guardan su palabra. Para un hijo de Dios las pruebas
son para estar más y más en su presencia.

El poder está en tu alma cuando está en obediencia y en santidad, y está


humillada ante Dios. Nuestra cara es la pantalla de lo
que tenemos en el alma. ¿Como sabes si una persona tiene una buena relación con
Dios? En hechos 5 tenemos la respuesta. Se
veía en los apóstoles pues les reconocían que habían estado con Jesús. Porque
habían perdido la rudeza, el mal carácter. Cuando
hablaban al pueblo, éstos se preguntaban de donde sacaban esas palabras, pues
sabían que no eran de letras. Pero su conducta y
sus palabras les llegaban al corazón.

Dios quiere tu corazón y hasta que no se lo entregas no tienes una verdadera


relación. La verdad externa no cambia tu corazón, es
el pasar tiempo con Él lo que rompe y arranca la maldad del corazón. Se fue
justificado el publicano y no el fariseo, porque no sirve
lo externo sino lo interno del corazón. Puedes ser salvo pero no tienes relación con Él.
Dios quiere que veas lo que tiene para ti. En
Job 5 dice que tiene maravillas sin número. Dios nos pide que nos distanciemos de la
maldad y del pecado, y que tomemos la cruz
y entonces Él vendrá y hará una cena con nosotros. Él es Espíritu. Debemos soltar las
ligaduras de muerte para pensar en los
lugares celestiales. Entendamos que no vale lo externo.

Proverbios 3:3-4 RVR 1960

«Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la


tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena
opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.»

La fe significa confianza, dices que tienes fe pero no te fías de Dios. La palabra


oración es un estilo de vida. Son personas liberadas
en las que la gracia opera en ellos y actúa (ya están orando). Tenemos que desalojar
a ese ser que mete guerra en nosotros, hay
que limpiar la casa y ordenarla. Nuestro estilo de vida toca a los demás, como
Nehemías tocó al corazón del rey.

Valorar es sufrir con los que sufren, hacerte parte de ello, y discernir lo que trae el
pastor con la palabra. Un cristiano sin corazón no
funciona, no existe. Usted sabrá lo que está haciendo con su vida.

Dios dice: si tú no sacas tus muebles falsos y carcomidos es que eres un cristiano de
reciclaje, de pantalla, y no eres real. Esto es
como comparar la buena madera maciza con la que es viruta y se contrachapa para
imitar a la buena. Pues hoy los cristianos son
puro reciclaje y la palabra les resbala.
Si quieres ser íntegro, deberás poder cantar: “… que los dichos de mi boca y la
meditación de mi corazón sean gratos delante de ti,
oh Señor !”. Solo si tienes fe puedes agradar a Dios, y serás grato. Si agradas a Dios
se verá en tu rostro, y te dirán: ¿de donde
sacas esto? No es lo mismo que Dios te consiga las cosas a querer conseguirlas tú
orando.

Lo importante es guardar la palabra en el corazón y obedecerla. No puedes convencer


cuando tú no estás convencido. No puedes
decir que se sujeten los demonios cuando tú no estás sujeto al pastor. El pastor trae
regeneración, que es corregimiento para
regenerar.

Proverbios 3: 5 RVR 1960

«Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.»

Nuestra prudencia nos incapacita, es un brazo de carne. Necesitas el brazo de


Jehová. El cielo se trata de reconocer siempre a
Dios en todo. Él será el que te meta en el camino. No estés siempre opinando delante
de Dios.

Proverbios 3:6-8 RVR1960

«Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu


propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del
mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.»

Sentirás el antibiótico de Dios que es su medicina. Si se le obedece no envía ninguna


enfermedad.

Proverbios 3:9-10 RVR 1960

«Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán
llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares
rebosarán de mosto.»

Las primicias es tu diezmo. Lo que Él dice que tú consigues por la obediencia Él no lo


niega. El mosto es gozo. Muchos buscan su
propio beneficio, pero no el de Dios. El beneficio de Dios es para su casa, la iglesia. El
castigo de Dios es que te va a probar. Querer
es corregir. Las personas que no tienen un Dios real no están gozosos en las
tribulaciones, sino que se quejan, son cristianos de
plástico, … postizos.

Dios no es grande porque tu digas que lo es. Dios es grande cuando tú lo haces
grande en tu vida. Nosotros dependemos de su
préstamo, necesitamos de Él. No puedes aparentar lo que no eres. Así que si te
presentas a Dios hazlo tal como eres para que el
pueda hacer su obra contigo.

El toque de su gracia doblega a la persona y empieza a vomitar los malos espíritus.


Las peores personas son las que tienen dentro
odio y envidia, y no los borrachos o las prostitutas, sino aquellas que tienen secretos
de maldad guardados en el corazón. Los
borrachos o las prostitutas cuando se convierten se alejan del alcohol o de la calle,
pero los que guardan dentro maldad, sin
humillación no les va salir.

Sin humildad no pueden salir las raíces. Debemos hacer actos de humillación,
pues el orgullo no se deja vencer. Tu debes hacer
lo posible para echarlo fuera. Ve más un cristiano de rodillas que un sabio intelectual
de puntillas. Las puertas están abiertas para
los humildes de corazón, es espiritual.

Cuando saborees la humildad espiritual sabrás que el humillarte es lo mejor, pues así
es como más te mira, te ama y te bendice
Dios. La humildad espiritual te hace libre, rompe las barreras y arranca las raíces.

Hay una gran diferencia en reflexionar a no hacerlo. No despiertes el hombre viejo


que solo quiere romper con Dios. La palabra te
sana. El punto principal es mantenerte en su palabra. El plan de Dios es tu
rejuvenecer espiritual, así que debes soportar las cargas
y enfermedades, y sufrir con el que sufre.

No todos los cristianos tienen el fruto del gozo, y es muy necesario para no entrar
en un desgaste y decaimiento. Si oyes,
guardas, te humillas y reflexionas vendrá una relación con Él.

Dios les bendiga

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