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El mundo
está cambiando
¿Adónde iremos
aparar?
3·13
La vida cotidiana está llena de
cambios. Lo mismo sucede en Ja
escena mundial. ¿En qué aspectos
está cambiando nuestro mundo?
¿Qué promete el futuro inmediato?
¿Dice algo aJ respecto la Biblia?
Awake'(ISSN 0005·237X) 1s pubhshed sem1monthly by Wa1ch1ower 81ble and Trae! Soc•ety ol New 'trk lnc., 2~ Columo1a Herghls, Brooklyn. N V. t1201. Second<lass poslage
pa•d al Brooklyn. N.Y and al add11ional mailing otlH:es Poetm11Bterr Send address changes 10 Awake'. e/o Walchtower W111/kllf, N. Y. t:tSSfJ. Pr•nled in U.S.A.
Awake' sem1mon1hly January 8. t993 Vol 74 No 1 SPANISH EDITION
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planeta y, con él, posibles remedios para muchas de suministro de agua, especialmente en el mundo en
las enfermedades que nos aíligen. De hecho, cente- vías de desarrollo, "donde los efectos de la contami-
nares de fármacos importantes que ahora se utili- nación del agua se ven de manera más profunda y
zan comúnmente se obtienen de plantas y animales trágica en los elevados índices de muerte a causa de
procedentes de las selvas tropicales". cólera, tifus. di entería y diarrea". A continuación
Gore cree que el impacto del hombre en el medio Gorecitael hecho de que "más de 1.700 millones de
ambiente representa una inminente amenaza para personas no disponen de un suministro adecuado
la supervivencia, y dice: "Al ir introduciéndonos en de agua potable. Más de 3.000 millones de personas
cada apartado medioambiental concebible. la fragi- no cuentan con los medios de saneamiento adecua-
lidad de nuestra propia civilización se hace más dos 1retretes y alcantarillado l. y por lo tanto corren
obvia.1 ... 1En el transcurso de una sola generación, el riesgo de que su agua se contamine. En la In-
corremos el peligro de cambiar la composición de dia. por ejemplo. ciento catorce pueblos y ciuda-
la atmósfera terrestre de manera mucho más desas- des vierten directamente en el Ganges excremento
trosa que cualquier erupción volcánica de la histo- y orina humanos, así como otras aguas residuales
ria, y puede que Jos efectos persistan durante si- sin depurar''. ¡Y ese río constituye el recurso líqui-
glos". do vital de millones de personas!
Según Gore y otros, no solo la atmósfera está Gautam S. Kaji, vicepresidente del Banco Mun-
siendo amenazada, sino también el imprescindible dial, advirtió a un auditorio reunido en Bangkok
Los militares
Intervinieron
para prevenir
el saqueo (arriba
a la derecha};
tiendas saqueadas
(derecha}
El huracán arrancó tejados,
y los vehículos fueron llevados
de un lado a otro
traumática para ellos rebuscar entre los escombros de su casa para ver lo
que había quedado. Sin embargo. dieron gracias por estar todavía con
vida y poder servir a Dios.
El huracán 'Andrés' no perdonó nada. Centros comerciales. fábricas.
almacenes... todo fue blanco de la violenta embestida de la naturnleza.
Las normas de construcción dictadas por el insignificante ser humano
no pudieron impedir los daños.
Sale a relucir lo mejor y lo peor
de la naturaleza humana
Por todo el país se organizaron grupos de socorro que empezaron a
enviar ayuda a Florida. El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehovü.
en Brooklyn (Nueva York). reaccionó de inmediato y nombró un comité
de socorro para que dirigiera las operaciones desde el Salón de Asam-
bleas de Fon Lauderdale. También asignó una suma considerable de
dinero a la compra de materiales. alimentos y artículos de primera nece-
sidad. De ese modo. los Testigos fueron de los primeros que reacciona-
socorro se
Las casas m6v/les estaban organizaron en
enrolladas en los árboles;
los Salones del Reino
Juguetes de un niño
abandonados sobre un
colclt6n; literatura bíblica
entre los escombros;
los Testigos, como Teresa
Pereda, dieron provisiones
a sus vecinos
Materiales de construccl6n
donados. Se selecciona
la ropa
ron a la situación y empezaron a solicitar voluntarios. De hecho, muchos
acudieron sin habérselo solicitado.
Llegaron Testigos procedentes de California. Carolina del Norte, Ore-
gón. el estado de Washington, Pensilvania, Misuri y muchos otros luga-
res. Un Comité Regional de Construcción del estado de Virginia, que
normalmente se dedica a construir Salones del Reino. envió un grupo de
18 Testigos para reparar tejados. El viaje por carretera les tomó die-
ciocho horas. Hubo voluntarios que tomaron dlas de vacaciones o permi-
sos de trabajo y viajaron por carretera centenares y hasta miles de kiló-
metros para llegar al lugar del desastre y socorrer a sus compañeros de
creencia.
El grupo que acudió de la zona de Charleston (Carolina del Sur)
prestó una ayuda inestimable. Hablan aprendido mucho en 1989, cuando
el huracán 'Hugo' azotó su zona. Sablan lo que se podla esperar, y ense-
guida organizaron suministros de socorro que inclulan generadores eléc-
tricos y materiales de construcción. En dos semanas los grupos de volun-
tarios hablan secado unas 800 casas y hablan reparado muchos tejados.
1 Muchos cónyuges no creyentes y vecinos
no Testigos se beneficiaron de la ayuda que pres-
taron los equipos de reparadores de los Testigos.
conseguirla en ninguna parle. Aquel mismo dla el
Testigo recogió todo lo que necesitaban en el depó-
sito de provisiones del Salón del Reino y se lo en-
Ron Clarke, de West Homestead, informó: "Cón- tregó. La mujer lloró de agradecimiento, y su espo-
yuges no creyentes han quedado impresionados so hiw un donativo para las labores de socorro.
con todo esto. Se les han saltado las lágrimas, abru-
mados por Jo que los Testigos han hecho ya por Los ancianos de congregación y Jos siervos mi-
ellos". Respecto al esposo no creyente de una Tes- nisteriales que trabajaron juntos para organizar las
tigo, añadió: "Está en éxtasis, ahora mismo tiene medidas de socorro en los diferentes Salones del
Testigos en su casa reparándole el tejado". Reino restaurados en la wna del desastre desempe-
Otro Testigo explic.ó que todas las noches pre- ñaron un papel vital. Trabajaron incansablemente
guntaba a sus vecinos no Testigos si estaban bien, a para localizar a todos los Testigos y determinar lo
lo que ellos le respondfan que sf. Pero al quinto que necesitaban. Contrasta con esto lo que un ofi-
dla la mujer rompió a llorar. "No tenemos pañales cial de las fuerzas aéreas dijo respecto a las medi-
para el niño y se nos está acabando su comida. das de socorro adoptadas en otra zona: 'Todos Jos
No tenemos suficiente alimento ni agua." El espo- jefes no quieren más que mandar. pero nadie quie-
so necesitaba 20 litros de gasolina, pero no podfa re ponerse a hacer el trabajo sucio".
a la seguridad aérea
Por el corresponsal
de ;Despertad/ en Finlandia
N LA actualidad, volar es
ELSTEENBOK es un pequeno antílope africano que, hacia mi. Sus enormes ojos purpúreos abiertos de par en
por instinto, da un magnlficoejemplode higiene. "Una par no reílejaban ningún tipo de miedo, y su brillo solo
característica del steenbok -explica el profesor John indicaba la extraneza que sentía de ver algo tan insólito
Skinner en el libro SouthAfrican Animals in the Wi/d en esta remota región. [... 1Disparé sin dilación, antes de
(Animales salvajes de África del Sur)-es que antes de que se asustara o de que la contemplación de un ser tan
defecar u orinar, limpia un Jugar con las pez unas delan- manso me desarmase. Jamás hubiera pensado que podía
teras y, cuando ha terminado. cubre cuidadosamente fallar estando tan cerca. Pero fallé. El disparo solo hizo
sus evacuaciones echando tierra encima." Sí, esta peque- que el pequeno antflope sacudiera con fuerza su delica-
na criatura va más allá de la ley que se dio a Jos soldados da cabeza para librar sus oJdos del zumbido producido
israelitas. (Deuteronomio5: 1; 23: 13, 14.) Hasta cubre por Ja detonación de mi potente escopeta."
de tierra su orina. Tras varios disparos más, el animalillo decidió que la
Los exigentes hábitos del steenbok al evacuar están compañía humana era peligrosa y huyó. Aunque priva-
acordes con su grácil apariencia. "Para mi, el steenbuck dos de una comida que les hacia mucha falta, los ham-
[steenbok]siempre ha sido uno de Jos antílopes africa- brientos compañeros bosquimanos de van der Post se
nos más lindos y encantadores", escribió Laurens van sentían satisfechos. ¿Por qué? Los bosquimanos admi-
der Post. En su libro TheHeart ofthe Humer(EIalma ran el comportamiento del steenbok, y aquel ejemplar
del cazador), van der Post describe cómo trató de cazar actuó como esperaban. "En el transcurso de aquel d!a
un steenbok para un grupo de bosquimanos hambrien- largo y caluroso -añade van der Post- seguí viendo en
tos en el desierto africano de Kalaha- mi mente a aquel peq ueno antilope, tan manso e im pa-
ri. "Tenia sus delicadas orejas -es- sible a pesar de las continuas detonaciones de mi esco-
cribió el explorador- dirigidas