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Esta figura se unió a la plantilla hace más de 20 años y nadie sabe exactamente cuál es su edad,
pero lo que es seguro es que sigue su propio ritmo. Dicta lecciones que pueden durar desde
30 minutos a 2 horas, dependiendo de su humor, envía proyectos y tareas sin plazos, suele
referirse a la decadencia de la educación o los grandes cambios que ha experimentado desde
que él comenzó a estudiar hasta ahora.
Estos profesores son reconocidos dentro y fuera del campus por su trabajo, son eminencias en su
campo de estudios, y parece que todo libro, lectura o conferencia sobre algo remotamente similar
a sus áreas de trabajo siempre están dictados o escritos por ellos. Es lo más próximo a una
celebridad del mundo académico y cuando no veas su rostro en el aula o por los pasillos de la
Universidad, seguramente lo verás en la TV en alguna conferencia internacional.
Si bien hay muchos profesores con aversión a la tecnología, especialmente los que se dedican a
las Humanidades, es muy probable que te encuentres con docentes que adoran la tecnología y
que todas sus lecciones las involucran, ya sea a través de una presentación interactiva,
plataformas educativas, vídeos u otros tipos de multimedia.
Siempre encontrarás un espécimen digno de las mejores pasarelas de París. Ese docente, que
sin importar lo aburrida que pueda resultar su disciplina tus ojos no puedan dejar de
seguirlo. Su presencia comandante te atraerá y pasarás horas pensando el tipo de pregunta que
resultaría apropiada e interesante para un académico de su estirpe que pueda generar algún tipo
de conversación donde te dedique su completa atención.
Este tipo de educadores frecuentemente te enternecen porque realmente notas el esfuerzo que
hacen para intentar captar la atención de los estudiantes, de ser su amigo. Quiere sonar
interesante, ansía recibir preguntas sobre las explicaciones que da y parece entristecerse ante
la falta de atención o cuando coge a algún estudiante jugando con el móvil.
6. El radical
Este tipo de docentes expresan abiertamente todas sus opiniones políticas y crítica al sistema sin
cuidado. Ha experimentado todos los movimientos políticos más populares: comunismo,
socialismo, libertarismo. Formarán parte de todos los movimientos estudiantiles, liderando la
marcha con el micrófono; y adornan las paredes de sus oficinas con imágenes de Karl Marx, Fidel
Castro y Lenin.
7. El novato
Rostro limpio y cuidado, ansioso por comenzar las lecciones, claramente excitable y nervioso:
esto es lo que sueles ver cuando te encuentras con un docente novato. Con su doctorado recién
salido del horno, se ha volcado enseguida a la docencia y a iluminar a todos sus estudiantes. Esto
implica que su entusiasmo no tiene fin y dictarán seminarios y lecturas sumamente detalladas,
con severas interrogaciones a cada estudiante, lecciones en las que su velocidad de habla se
asemeja a la velocidad de la luz, y que cubrirá la totalidad del programa del curso, desde la
primera mayúscula hasta el punto final.
Ninguna universidad estaría completa sin este personaje. Cada nueva lectura alcanza un nuevo
nivel de absurdidad, cortesía de sus manías excéntricas y una gran participación de la audiencia
que quiere saber más sobre sus más que inusuales puntos de vista, algo garantizado en cada
una de las aulas. Sus clases suelen ser las de mayor asistencia de la Universidad
9. El investigador
Lo menos que esperas encontrar en una Universidad es el profesor relajado, barbudo y algo
desaliñado, que sale de juerga y no sólo está en la onda y conoce las últimas tendencias, sino
que además produce ejemplos claros y modernos en clase y te sientes sumamente identificado
con las referencias y los términos que utiliza. Es notoriamente más joven que el resto de la
plantilla pero igual de inteligente y docto. Ha pasado su verano de mochilero por Europa, ha
cruzado el Amazonas en un bote, y siempre será más interesante y guay de lo que tú jamás
podrás ser.
¿Qué otros tipos de profesores conoces? ¡Comenta!
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