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La evolución de los medios de transporte vinculado a la llegada de los españoles tuvo un

efecto importante sobre las colonias americanas, ya que abrió la primera puerta al cambio
y desarrollo para estas regiones.
Esencialmente se debió a que Europa poseía formas de transporte mucho más
avanzadas, y con la colonización estos llegaron a sus dominios en nuestras tierras,
obviamente los más beneficiados fueron aquellos virreinatos con mayor peso político y
económico. Así se introdujeron los vehículos con ruedas, los cuales eran desconocidos
por los pueblos prehispánicos quienes hasta ese momento se trasladaban a pie.
También trajeron animales de carga mucho más eficientes que la llama domesticada por
los pueblos andinos incaicos, la cual era el único animal con el que contaban para el
transporte de las cargas pesadas que se realizaba a través de puentes y sistemas de
caminos interconectados, obra de los incas.
En la lista de los animales que trajo la migración de los españoles se encuentran los
caballos, los asnos, las mulas y los bueyes.
Algunos de estos animales, como los bueyes y las mulas, tuvieron una mirada positiva de
parte de los indígenas, ya que les fueron de gran ayuda, en los primeros años de la
colonia, al ser más eficaces en el transporte de cargas pesadas, considerando las largas
distancias que se debía recorrer, pudiendo soportar más peso que las llamas y haciendo
el recorrido en menos tiempo.
Carretas de dos ruedas tiradas por bueyes
Eran animales más fuertes y con más resistencia que los caballos, pero caminan más
lento. Las carretas transportaban cargas y personas. Los viajes podían durar semanas o
meses.

Las diligencias y galeras


Eran un poco más cómodas y eran tiradas por caballos.
La Sopanda
Tenía suspensión, lograda por medio de correas de cuero que, como elásticos,
amortiguaban los saltos del camino.

Caballos
También se viajaba en caballos, el medio de transporte más veloz de aquella época.
Las distancias eran muy largas y no siempre existían caminos
Presencia del automóvil en Panamá
El primer automóvil en Panamá no fue de uso particular. Fue un taxi. Cuando nuestro
país nació, aún no había autos en el istmo. Nuestra Capital estaba muy atrasada con
respecto a las principales ciudades de Colombia, pero con el inicio de la construcción del
Canal, se empezó la primera gran obra de infraestructura de la ciudad: Alcantarillado y
Calles, pues hasta ese momento habían sido de tierra. Calles de adoquines
(Los adoquines son piedras o bloques labrados de diferentes formas e incluso
actualmente de diferentes materiales. El material más utilizado para su construcción ha
sido el granito, por su gran resistencia y facilidad para el tratamiento.), significaba que ya
podían recibir automóviles.

En 1906, Adolph M. Rosenthal, importa a Panamá el primer automóvil del que se tenga
registro, un Renault AG destinado a la Compañía Nacional de Transportes, destinado al
movimiento de personas, lo que luego se conocería como taxi. Como no había nadie con
conocimientos de manejo, el Sr. Rosenthal trajo un conductor de Barbados de apellido
Bellamy.
Pronto el sonido del motor de dos cilindros y 1,060 cc del Renault AG, se volvió común en
el Casco Viejo donde a pesar de las cortas distancias el Sr. Bellamy trabajaba
constantemente. El Renault tenía la parte frontal al descubierto y el área de pasajeros
cerrada, con lo que sus usuarios podían protegerse de la lluvia.

Un año más tarde. el hermano del prócer de la independencia, Nicanor de Obarrio, de


nombre Pedro y de profesión médico importa un Ford y se convierte en el primer
panameño en poseer y manejar su propio auto, en el que realiza cortos paseos alrededor
del parque Catedral con insignes hombres de la naciente república como el Presidente
Manuel Amador Guerrero. Pedro de Obarrio era un hombre de visión, pues además trajo
la primera máquina de rayos X a nuestro país y fue el primer Superintendente del Hospital
Santo Tomás.

Uno de sus amigos, Enrique “Conqui” De la Guardia, entusiasmado con los paseos en el
Ford y viendo que había oportunidades de negocio, decide en 1908 comprar cinco Ford T
para vender localmente. Él se queda con uno y vende el resto, con lo que se convierte en
el primer vendedor de autos en Panamá, un negocio en el que sus descendientes aún
están.

En una época dominada por hombres, la primera panameña en conseguir un permiso


para manejar fue doña Isabelita Jiménez de Castro, mientras que el primer importador
organizado data de 1914 y el propietario era Harry Nichols, que distribuía autos Dodge
Brothers. Un registro fechado a fines de ese mismo año confirma que Smallwood Brothers
distribuía vehículos Ford además de otros productos.

Con esos datos en mente, podemos confirmar que a nivel de Centroamérica, Panamá fue
el pionero cuando del automóvil se trata.

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