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“La cultura no salva nada, ni a nadie,

no justifica pero es un producto del ser


humano. El ser humano se proyecta en
ella, se reconoce solo en este espejo
critico que le ofrece su imagen”

Jean Paul Sartre

Acceso Igualitario a la Cultura.

Algunos Retos y Posibilidades

El siglo XXI se inicia en un escenario de contrastes ideológicos, donde se


propiciara que las instituciones educativas y culturales universalicen el acceso a
sus servicios, situacionalmente el cambio paradigmático obliga a plantearnos
desde la perspectiva del otro como entes del derecho universal y a garantizarles el
disfrute y goce de las manifestaciones autogeneradas en las cotidianidades
conformadoras de la idiosincrasia y de la Identidad Cultural, además de ello, a
revisar estas posibilidades como oportunidad de desarrollo dentro de la equidad y
la igualdad.

El presente ejercicio reviste importancia entonces por; la actualidad del


tópico a abordar, por las tendencias ideológicas imperantes en proceso de
consolidación que emergen como líneas de apropiación y nueva propuesta, así
como por el campo en que se inserta su desarrollo argumentativo, tiene como
finalidad primordial aportar elementos que coadyuven a reforzar el quehacer
cotidiano de los facilitadores en los variados museos que conforman la red,
transversalmente en el cuerpo del mismo se ahondara en sus tareas
fundamentales, la libertad del disfrute de sus colecciones y en consecuencia del
aprendizaje producto de la trasmisión, comprensión y aprehensión del mensaje
universalizador de la identidad cultural, cuya finalidad genera conocimientos que
son desde las prácticas y las experiencias en proceso, el resultado de acciones
dirigidas a grupos en calidad de marginalidad o en proceso de las misma.

Al devastar las diferentes teorías del aprendizaje en vías de su aplicabilidad


desde el campo museístico, nos confrontamos de inmediato a la interrogante de la
idealidad, por lo tanto, en los espacios alternos a la educación formal se dificulta
releer desde un solo enfoque, especialmente cuando al mismo asisten las diversas
expresiones socioculturales del México diverso, es decir, la teoría se adecua en
una plataforma ecléctica sui generis para que cada uno de los visitantes
educandos con independencia de sus bagajes comprenda la contemporaneidad
del discurso.

Siendo entonces la cultura un valor social y para sus creadores su disfrute


un derecho inalienable, abordar la accesibilidad igualitaria, a la que todo individuo
posee de manera natural, aun como modelo transformador de los saberes previos,
socialmente desde la perspectiva de los museos requiere de la imaginación como
detonante del pensamiento abarcador y en definitiva la puesta en marcha de la
idea generadora; dela trama resultante de estas simples herramientas en nuestro
caso atraeremos como finalidad ideal la modelación y consolidación de la
identidad cultural como centro de convergencia. Por lo que la libertad de
pensamiento que debe de desplegarse frente a los nuevos influjos socioculturales
adecuadamente se ajusta dentro de las posibilidades que persigue el disfrute del
arte, ejercicio de intelectualidad que emancipa al ser humano de su tortuoso
apego a la influencia que emerge de la llamada jungla global.

Así los conceptos y concepciones del mundo profano son a menudo un


buen modelo de antecedentes y convergencias, inclusive para reinterpretar
contextualmente los grandes movimientos socioculturales destinados a reconocer
la realidad ideológica de los grupos en proceso continuo de marginación. Mismos
que hasta antes de la declaración universal sobre la diversidad cultural son
manifestaciones del olvido. La búsqueda de instrumentos para garantizar los
derechos de acceso amplio de sus hacedores al disfrute del producto denominado
cultura, se enfrentaba indudablemente a la invisibilidad y al sometimiento de las
expresiones de poder de grandes masas.

Por ello la democratización del acceso a la cultura desde la concepción del


estado a requerido repensarla como un elemento orgánico, principio que emana al
conjugar la motivación y los planteamientos, mismos que emergen desde la
concomitancia plural de las voces y no desde las convicciones en turno, razón
suficiente para demandar una mirada de igualdad a su goce, por aquellos que la
crean en el continuo devenir.

Una verdadera conciencia sobre la equidad y la necesidad de su ejercicio,


conllevara a confrontar el contenido museístico histórico y su trama utilizada como
correa de trasmisión para la conformación de una identidad sui generis versus
nacionalismo. El paradigma más socorrido alrededor del cual se constituyen estas
nuevas visiones, versa en que el conflicto a abordar no se encontraría en apertura
la cultura a la pluralidad, incluyendo en ello el ejercicio de nuevas experiencias de
modelación y consolidación que pudiesen asociarse a la Identidad Cultural, sino
que esta acción podría transformase en un modelo capacitador y generador de
cuestionamientos abarcadores en el horizonte actual. Por ello circunstancialmente,
se observa una patrimonialización de la cultura en vías de mantener el status quo.
Aunamos a ello, una política mercantilista, que frente a lo social e ideológico como
contexto ordenador de las mayorías, se consideraría casi inalcanzable para las
mayorías el acceso a los repositorios del patrimonio cultural.

La exigencia de la postmodernidad como una ventana a nuevas y variadas


formas de apropiación del contexto ordenador de la convivencia y las relaciones
de los tiempos, ha llevado a fraccionar inclusive las construcciones del
conocimiento positivista, cuya avanzada es la especialización del campo, más esto
no es más que la caracterización sublime de la sociedad del denominado neo-
conocimiento. Aunado a ello habrá que delinear que la contemporaneidad de la
mayoría de los discursos museísticos en México son realmente también una
remembranza de este esquema, por lo tanto, pareciese que las tendencias
actuales nos ubican como herramientas de alejamiento de la verdad histórica,
pero, es de suma importancia reconocerles también como instituciones
propiciadoras de ese cambio necesario en el ambiente de incertidumbres,
posibilidades y alcances actuales que en la medida de ser un ente vivo también
responde a las pulsiones socioculturales e ideológicas de todas las expresiones
incubadas alrededor de la demanda, el reclamo o simplemente de la aplicabilidad
de la norma, cuya vigencia refleja aun en los tiempos más modernos los ideales
de grupo y de un espíritu destinado a la emancipacion.

Entonces, frente a este escenario de los grandes retos que se presentan


como tareas fundamentales en el orden de la cultura y su fractura como como
gran relato, atañe a cada uno de nuestros museos dar sentido social a los fines,
que emanan de los nuevos principios universales convergentes de la inclusión.

La educación debería de modelar a cada individuo para saber leer el


mundo, en caso contrario un museo por ejemplar que sea no cumple su objetivo
en este campo, dado que toda comunicación frente al discurso contenido en cada
vestigio histórico requiere la comprensión. En la medida que se eleva todo acto de
introyeccion y el juicio de quien lo visita por medio de los saberes previos
adquiridos en la educación formal estas se transforman en verdaderas meta
concepciones, si bien esto sería el ideal crítico de la imagen y los procesos
humanos del devenir histórico, también son complementario a estos bagajes
previos en que se soportan en los saberes.

En la actualidad los públicos predominantes en el consumo de la oferta cultural


siguen siendo los educandos. La escuela misma ha dado pasos significativos para
que el acceso universal a todos y cada una de los individuos en los niveles
comprensivos que maneja sea una realidad. La cultura que conforma ese binomio
en el sentido de la formación debe de elevarse a estos ambientes con justicia para
todo individuo. Mas se dificultad repensar en la identidad cultural como el motor
que deje en claro las oportunidades equitativas, cuando en la escuela la prioridad
formativa se centra en el desarrollo de competencias de civilidad. Esto no significa
que se esté en contra de los verdaderos fines que se enmarcan en esta forma
utilitaria de la educación que hoy la permea, sino de la limitante que ella presenta
frente a un cumulo de información a decodificar. Ya que es muy complejo desde la
pedagogía de los museos susurrar las claves para releer un mundo diverso,
indudablemente esto deriva de lo superficial que significa un pensamiento
patrimonialista. Estoy convencido de que si las acciones destinadas a la
pluralización de la cultural en las masas no conllevase a la generación de
necesidades para validar el sistema de cosas, y si, a cambio se repensase a esta
como el camino de la consolidación de las identidades culturales consolidadas o
emergentes, la necesidad de formar el carácter crítico para leer el mundo estaría
cumpliéndose desde la concepción de los espacios educativos alternos o no.

La igualdad como derecho de las minorías

A través del tiempo, grupos sociales han tomado conciencia de la igualdad que les
confiere ser ciudadanos, sin importar sus características, tendencias ideológicas o
diferencias socioculturales que la misma sociedad le ha impuesto, han hecho suyo
el reclamo como medio para salir de la invisibilidad a que están sujetos. Por ello es
quizás que estos paradigmas extremos a juicio de la postmodernidad reflejan más
allá de si, una crisis social y estructural centrada en la rapidez en que se forjan los
nuevos esquemas en que deba de insertarse la oferta de satisfactores culturales.
Todo ello no es más la caracterización común de una época centrada en cambios
profundos y constantes

El presente es también el contexto de mayor efervescencia social por la puesta en


práctica del acceso universal a los beneficios culturales o educativos en el ámbito
nacional u otro, a todo ciudadano del mundo, la manifestación de inclusión a la
diferencia aparecerá como otro de los bastiones demandantes de esa igualdad.
Mas sin embargo es claro que la universalización de la cultura y el acceso a su
disfrute no cambiaría en mucho la situación actual de las masas, por ende es
menester que a cada acción destinada a aperturar una posibilidad de esta
magnitud, se le acompañe de una propuesta más amplia, es decir, las potenciales
que emanan de su utilidad social, requieren de espacios que los difundan así
como mecanismos concomitantes o en caso contrario el mismo estado tiende a
eliminar las potencialidades de los grupos sociales a quien pueda destinar sus
servicios.

A simple vista esto pareciese una imposibilidad dado que para ello se necesitarían
grandes esfuerzos de coordinación que derivan en pérdidas adquisitivas
institucional. Mas sin embargo, sin considerarlo como una posibilidad mas no
podríamos despertar el necesario espíritu de la intelectualidad, la comunicación se
transformaría en el punto de partida para que el espacio mismo propicie una
nueva cultura de servicio a la humanidad.

Los museos frente al reto de la igualdad

El desarrollo de la cultura y sus espacios de goce en los tiempos de inestabilidad


social, tal como se viven actualmente se deberían de interpretar como
instrumentos preventivos, que desde el campo de aplicabilidad se le puedan
considerar como posible. Es claro que si la descomposición que emerge de la
convivencia social se extrapola al museo este no solamente habrá dejado de lado
su finalidad como repositorio de las expresiones del individuo sino que se insertara
simplemente en el ambiente como una institución incapaz de generar
oportunidades y en cambio será el primer destructor de la base de su esencia, el
ser humano y la cultural.

Consecuencias de los museos en la integración a la política de equidad

Muchos de los proyectos aun soterrados y dejados en el ámbito del olvido, han
chocado con la política actual de defensa de los espacios patrimonio, ejemplo de
ellos, fue la no cristalización en muchos casos y puesta en función de los accesos
universales en los museos del INAH, los cuales evidencian que muchos de los
esfuerzos por universalizar el disfrute de la cultura son dañinos al patrimonio
cultural, además de que los edificios destinados a este finalidad jamás fueron
pensados con este fin. ¿Qué hacer entonces frente a estos retos?, la solución en
la infraestructura necesaria para el cumplimiento de los fines que ello conlleva
será posiblemente solucionado por la ingeniería, la difusión y la trasmisión de los
mensajes por medios alternativos, que se desarrollan en el marco de la propuesta
subsumida en una nueva forma de vislumbrar el horizonte de la sensibilización.

Otros aspectos de consideración

Entonces la crisis que enfrenta el campo museológico en este nuevo escenario, se


manifiesta en la búsqueda de nuevos esquemas de abordaje y transmisión de sus
mensajes, la maduración de propuestas esta derivando en señalamientos
imperiosos sobre necesidades practicas que demandaban una pluralidad de
sentido, requerimiento que deriva indispensablemente en la interdisciplinariedad.

Debo esclarecer frente a estos retos la actual identidad cultural esta subsumida en
la inmediatez del ocio, sobre el cual se estructuran las deconstrucciones
socioculturales, en muchas de las veces este es producto del bombardeo
desmedido de los medios de comunicación masiva. Y ante la realidad de que esto
se desborde a la nulidad que ello conlleva, es necesario referir a que los estratos
sociales que conforman la actual sociedad del conocimiento no han podido
dimensionar el potencial de las herramientas que les ha proporcionado la nueva
tecnología. Que deberíamos de considerar desde los museos como una nueva de
correa de trasmisión que coadyuve en la formación, si el museo no se ajusta a
estas demandas no debe de nulificar la propuesta sino exigir que esta se
acompañe de una posible conclusión ya que a partir de este proceso si bien no se
garantiza el triunfo de principio se buscaría incidir. El mayor demerito de la
popularización de la cultura por estos medios es que esta se basaría en el uso de
las plataformas existentes y que han sido parte de la cultura del ocio, por lo que la
esperanza de que esta sea una verdadera revolución que desencadene la
identidad cultural como una vertiente capacitadora se ensombrece por la
simplicidad en que deriva todas estas prácticas.

Conclusiones

Cuando el ser humano logre interpolar y ver en la profundidad de su existencia-


finalidad la unión de los tiempo, se reencontrara indudablemente en el proceso
transitorio de un mundo idealizado soterrado de principios metafísicos, hoy quizás
podríamos renombrarlos post o neo metafísicos con alcances variados; muy mal
interpretados porque en esencia podrían darnos las llaves de comprensión de un
pasado inmediato.

Es salvable toda esta crítica adversa a las realidades y probablemente solo sea
una propuesta que llevara en ciernes su destrucción inmediata dado que la
realidad imperante se sustenta en que “proliferan las mentes débiles justamente
porque se tropiezan con un público que nunca ha sido adiestrado para pensar
críticamente” (Giovanni Sartori)

Si bien es claro que cada aporte prevé alternativas de control y manejo es


indispensable saber que todas las tendencias por humanitarias que parezcan
encierran el germen de la destrucción. En el caso de que alguno de ellos carezca
de esta finalidad en definitiva la retórica es el camino único que se avizora como
posible solución,

Es posible que ante tantos fenómenos que son parte del incesante flujo
informático y la velocidad de intercambio de información que se maneja en la
sociedad actual esto sea un referente claro de validación frente al sistema de
cosas y el modelo actual.

El ser humano tendrá una presencia permanente y es claro que este es un sujeto
en deconstrucción continua apriorística por lo que la finalidad sustantiva histórica
es la de garantizar que en la medida de lo posible comprenda el pasado.
Los retos y las posibilidades de la equidad desde la concepción de los Museos es
entonces un punto de partida ideal para entendernos como un mundo diverso pero
también como una sociedad del olvido.

Museo Regional Guanajuato Alhóndiga de Granaditas Septiembre 20 de 2016.

Bibliografía

Horst Kurnitzky
Museos en la Sociedad del Olvido
Conaculta
2012

Rafael Bernal
El Fin de la Esperanza
Conaculta
2015

Giovanni Sartori
El Homo Videns
La Sociedad Teledirigida
Taurus
2012

Morris Berman
El Crepúsculo de la Cultura Norteamericana
Sexto Piso
2011

Jean Paul Sartre


La República del Silencio
Lozada S.A.
1960

es este el parteaguas de la revalorización del ser humano y sus elementos


comunes,
posibilidad de planear las
encomendado a cada uno de los espacios educativos alternativos.
Asociado a los cambios internos estructurales -políticos, ideológicos, económicos,
tecnológicos o culturales- que la mundialización exige en su proceso de
abarcamiento, se han podido democratizar aspectos que están relacionados con la
convivencia entre pares tan distantes; como la compartencia de vivencias,
contenidos y experiencias museísticas, situación emergente centrada
indudablemente en una nueva identidad cultural, que en otros momentos
históricos se pensaban utópicos, mismos a los que no ha sido ajeno el desarrollo
de las instituciones depositarias del patrimonio cultural, por lo que la actualidad
habría alcanzado al museo y su tarea educadora.

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