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1.

Volcanes

Un volcán es una montaña o cerro que tiene una apertura por la cual pueden escapar
materiales gaseosos, líquidos o sólidos desde el interior de la tierra. Un volcán es una fisura
de la corteza terrestre sobre la cual se acumula un cono de materia fundida y sólida que es
lanzada a través de la chimenea desde el interior de la Tierra. En la cima de este cono hay
una formación cóncava llamada cráter. Cuando se produce actividad en un volcán se dice que
el volcán está en erupción.

Los volcanes por lo general son estructuras compuestas de material fragmentado y


corrientes de lava. A través de la chimenea sale la roca fundida que proviene del manto
terrestre la cual se le conoce como magma. Una vez el magma sale a la superficie, pierde los
gases que contiene porque se evapora, y al escurrir por las laderas del cono se le conoce como
lava. Este cono se va formando por capas solidificadas sucesivas, todas inclinadas hacia el
exterior de la chimenea.

El material rocoso expulsado puede alcanzar entre 4-200 kilómetros (2-62 millas) de
altura. Habitualmente la lava recién emitida bordea temperaturas entre 700-1,300 °C (1,300º-
2,200ºF), dependiendo de su composición química.

Las rocas que se forman a partir del enfriamiento del magma se llaman rocas ígneas. Si
el enfriamiento tuvo lugar en el interior de la tierra, y las rocas fundidas no llegaron a emerger
a la superficie, se llaman rocas ígneas intrusivas. Cuando la roca se ha formado a partir del
enfriamiento de lava en la superficie, se denominan como roca ígnea extrusiva. También
existen rocas ígneas las cuales se enfrían a gran profundidad y a éstas se les conocen como
rocas plutónicas.
1.1 Estructura

Las partes de un volcán son: cámara magmática, chimenea, cráter y cono volcánico.
1.1.1 La cámara magmática es donde está almacenada la roca fundida, que puede
provenir de la Astenósfera (100-700 kilómetros, en los límites de placas,
dorsales y zonas de subducción) o de la Litósfera (por descompresión de los
sólidos se vuelven líquidos), que forma la lava.

1.1.2 La chimenea es el conducto por donde asciende la lava.

1.1.3 El cráter es la parte del volcán por donde los materiales son arrojados al
exterior.

1.1.4 El cono volcánico: es la aglomeración de lava y productos fragmentados.


También es posible que en las fracturas del cono volcánico o en las erupciones se
formen cráteres adventicios que se abren en los flancos o en su base y cuyas
chimeneas secundarias tienen comunicación con la principal.

2. Sismo

Un terremoto es la vibración de la Tierra producida por una rápida liberación de energía


a causa del deslizamiento de la corteza terrestre a lo largo de una falla. La energía liberada
se propaga en todas las direcciones desde su origen (foco o hipocentro) en forma de ondas.
Imagine las ondas producidas cuando se lanza una piedra en un estanque o cae una gota de
lluvia en este. Al igual que el impacto de la piedra o de la gota provoca un movimiento de
ondas en el agua del estanque, el terremoto produce ondas sísmicas que se propagan en la
Tierra. Aunque la energía liberada por la “ruptura” (las ondas) se disipa rápidamente al
alejarse del foco, es posible registrar el movimiento en cualquier punto de la Tierra por medio
de aparatos suficientemente sensibles. Cada año se producen a través del mundo más de
300.000 sismos perceptibles aunque por suerte muchos de estos temblores generan pocos o
ningún daño: sólo alrededor de 75 sismos cada año son realmente significativos.

2.1 Causas

Aunque la interacción entre Placas Tectónicas es la principal causa de los sismos no


es la única. Cualquier proceso que pueda lograr grandes concentraciones de energía en las
rocas puede generar sismos cuyo tamaño dependerá, entre otros factores, de qué tan grande
sea la zona de concentración del esfuerzo. Las causas más generales se pueden enumeran
según su orden de importancia en:

 TECTÓNICA: son los sismos que se originan por el desplazamiento de las placas
tectónicas que conforman la corteza, afectan grandes extensiones y es la causa que más
genera sismos.

 VOLCÁNICA: es poco frecuente; cuando la erupción es violenta genera grandes sacudidas


que afectan sobre todo a los lugares cercanos, pero a pesar de ello su campo de acción es
reducido en comparación con los de origen tectónico.
 HUNDIMIENTO: cuando al interior de la corteza se ha producido la acción erosiva de las
aguas subterráneas, va dejando un vacío, el cual termina por ceder ante el peso de la parte
superior. Es esta caída que genera vibraciones conocidas como sismos. Su ocurrencia es
poco frecuente y de poca extensión.

 DESLIZAMIENTOS: el propio peso de las montañas es una fuerza enorme que tiende a
aplanarlas y que puede producir sismos al ocasionar deslizamientos a lo largo de fallas,
pero generalmente no son de gran magnitud.

 EXPLOSIONES ATÓMICAS: realizadas por el ser humano y que al parecer tienen una
relación con los movimientos sísmicos.

Cuando se aplican esfuerzos sobre una roca, ésta, dependiendo del tipo de roca y de
las condiciones ambientales de temperatura y presión, se comportará en forma más o menos
elástica o plástica “comportamiento elástico de las rocas”. La elasticidad es una propiedad
de los sólidos y significa que, luego de haber sido un cuerpo deformado por una fuerza
aplicada, este retorna a su forma original cuando la fuerza ya no está presente. Si la tensión
se aplica por un período prolongado de tiempo la deformación será permanente, es decir, el
material “fluirá" plásticamente; por lo tanto, el concepto rígido y elástico o fluido, depende
de la fuerza y el periodo de tiempo que se aplique esa fuerza al material.

Cuando una roca se deforma acumula en su interior energía elástica de deformación;


si el esfuerzo aplicado es relativamente pequeño la roca se comporta elásticamente, mientras
que, si el esfuerzo aplicado es muy grande producirá deformaciones demasiado grandes, y
llega a romper la roca, esta ruptura súbita origina una falla. Un plano de falla (por donde
corre la falla) está relativamente libre de esfuerzos por lo que puede desplazarse casi con
libertad en ambos lados generando que la roca vuelva a tomar su forma original aproximada
de manera nuevamente súbita, este movimiento repentino de grandes masas de roca,
produce ondas sísmicas que viajan a través y por la superficie de la Tierra, dando lugar a un
sismo. El movimiento dependerá del tipo de falla produciendo efectos distintos para distintas
direcciones.

A este modelo del ciclo de acumulación de esfuerzo, falla y liberación de esfuerzo


es nombrado repercusión elástica y fue propuesto por H.F. Reid, en base a sus
observaciones de los efectos del terremoto en San Francisco de 1906 y, mediante
posteriores estudios de campo y laboratorio se ha confirmado que, en formas más o menos
elaboradas, es el mecanismo que produce los terremotos.

En las zonas de subducción es en donde se registran los temblores más profundos. A


lo largo de las trincheras generalmente existe una gran cantidad de sismos, delimitando una
zona que se conoce como “zona de Benioff”. Las trincheras, en sí, se asocian a una gran
cantidad de sismos y volcanes.

¿Qué pasa en la zona de subducción? La placa subducida avanza sin resbalar, la


deformación aumenta hasta que los esfuerzos son más grandes que la fricción entre ellas, el
contacto se rompe y ambos lados de la ruptura se desplazan (dando lugar a un sismo)
permitiendo el avance de las placas; posteriormente, el contacto entre las placas sana y
comienzan de nuevo a acumular energía de deformación y el ciclo se repite.

La explicación a muchos de los fenómenos sísmicos y volcánicos que han ocurrido


en los últimos años es que son consecuencia de Fallas Tectónicas y obviamente del
movimiento de las Placas Tectónicas. Desde al punto de vista geológico, las zonas
conocidas como las más activas del mundo en estos términos forman dos grandes
alineaciones de miles de kilómetros de longitud y sólo unos pocos de ancho:

 Cinturón Circumpacífico (conocido como "Cinturón de Fuego"). Rodea casi totalmente el


Pacifico, se extiende a lo largo de las costas de América del Sur, México y California hasta
Alaska; después continúa por las islas Aleutianas, antes de dirigirse hacia el sur a través de
Japón y las Indias orientales. La mayor parte de la energía sísmica se libera en esta región,
libera entre 80 y 90% de la energía sísmica anual de la Tierra.

 Cinturón Eurasiático-Melanésico, (Alpino-Himalaya) que incluye las cordilleras alpinas


de Europa y Asia, conectando con el anterior en el archipiélago de Melanesia. Desde
España se prolonga por el Mediterráneo hasta Turquía, el Himalaya y las Indias Orientales.
Esta inmensa falla se produce por las plataformas Africana e India que se mueven hacía el
norte rozando levemente la plataforma Euroasiática. Aunque la energía liberada aquí es
menor que en el del Pacífico, a lo largo de los años ha producido devastadores terremotos,
como el ocurrido en China en 1976, donde murieron más de 650 mil personas.

 Una tercera región altamente sísmica la formaría la Dorsal Mesoatlántica ubicada en el


centro del Océano Atlántico.

Ilustraciones tomadas de:


http://cienciamasciencia.blogspot.mx/2010/05/el-cinturon-de-fuego-
o-circumpacifico.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Cintur%C3%B3n_alpino
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Atlantic_bathymetry.jpg?uselang=es
Hay regiones donde la actividad sísmica es casi nula o desconocida lo que pone de
manifiesto que el peligro representado por los temblores es muy grande en ciertas regiones
y casi nulo o insignificante en otras. Estudiando la distribución de los hipocentros de
distintos terremotos que han tenido lugar a lo largo de la historia, se divide la superficie
terrestre en tres zonas:

 Regiones sísmicas: zonas activas de la corteza terrestre muy propensas a sufrir grandes
movimientos sísmicos; coinciden con las zonas de impacto o roce de las placas.

 Regiones penisísmicas: zonas en las que sólo se registran terremotos débiles (de poca
intensidad) y no con mucha frecuencia.

 Regiones a sísmicas: zonas muy estables de la corteza terrestre en las que raramente se
registran terremotos. Son sobre todo regiones muy antiguas de corteza de tipo continental
(escudos).

Si comparamos la distribución mundial de epicentros (sismicidad mundial) con las


principales Placas Tectónicas, vemos inmediatamente que las franjas sísmicas
corresponden, en su gran mayoría y de forma impresionante, con las fronteras entre las
placas, esto es, cada tipo de interacción entre placas produce sismos.
Figuras tomadas de: La Ciencia para todos
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/113/htm/sec_10.htm
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/113/htm/sec_7.htm

Algunas de las zonas de sismicidad difusa, como las que se encuentran cerca de las
islas Filipinas, en los extremos occidental y oriental del Mediterráneo, y en el extremo
noroccidental de Sudamérica, son regiones donde es posible la presencia de microplacas
aún no bien documentadas.

2.2 Características

El punto exacto en donde se origina el sismo se llama foco o hipocentro, se sitúa debajo de
la superficie terrestre a unos pocos kilómetros hasta un máximo de unos 700 km de
profundidad. El epicentro es la proyección del foco a nivel de tierra, es decir, el punto de la
superficie terrestre situada directamente sobre el foco, donde el sismo alcanza su mayor
intensidad. El fallamiento (falla) de una roca es causado precisamente por la liberación
repentina de los esfuerzos (compresión, tensión o de cizalla) impuestos al terreno, de esta
manera, la tierra es puesta en vibración; esta vibración se debe a que las ondas sísmicas se
propagan en todas las direcciones y trasmiten la fuerza que se genera en el foco sísmico hasta
el epicentro en proporción a la intensidad y magnitud de cada sismo.

Ilustración tomada de:

http://gfrojas.blogspot.mx/2008/08/sismos.html

Las diversas ondas sísmicas viajan a diferentes velocidades por lo que llegan al sismógrafo
a diferentes horas, los tiempos de viaje se ilustran como gráficas de tiempo-distancia
llamados sismogramas con lo que se podrá determinar el epicentro de cualquier sismo.

Movimiento Trepidatorio y Oscilatorio. Al generarse un temblor las ondas sísmicas que se


propagan en todas direcciones, provocan el movimiento del suelo tanto en forma horizontal
como vertical. En los lugares cercanos al epicentro, la componente vertical del movimiento
es mayor que las horizontales y se dice que el movimiento es trepidatorio; por el otro lado,
al ir viajando las ondas sísmicas, las componentes se atenúan y al llegar a un suelo blando,
como el de la ciudad de México, las componentes horizontales se amplifican y se dice que el
movimiento es oscilatorio.

A menudo, si el sismo es de grandes dimensiones y tiene lugar en tierra se


denomina terremoto, y si tiene lugar en mar se denomina maremoto formando olas
gigantescas llamadas tsunamis de enorme poder destructivo en las costas vecinas. Al tiempo
comprendido entre dos terremotos se le llama tiempo de recurrencia y al lapso de calma
(menos sismos y de baja magnitud) en un área donde han ocurrido macrosismos se le conoce
como quietud sísmica. De acuerdo con recientes investigaciones de Max Wyss en el campo
de la geología, se ha determinado que es ahí donde se encuentran los mayores riesgos de un
terremoto, ya que indican la acumulación de energía o tensión elástica.

2.3 Impacto

Los efectos de un sismo traen como consecuencia el sacudimiento del suelo, los incendios,
las olas marinas sísmicas y los derrumbes, así como la interrupción de los servicios vitales,
el pánico y el choque psicológico. Los daños dependen de la hora en que ocurre el sismo, la
magnitud, la distancia del epicentro, la geología del área, el tipo de construcción de las
diversas estructuras, densidad de la población y duración del sacudimiento.

Para cuantificar o medir el tamaño de un temblor se utilizan las escalas de intensidad


y magnitud. La escala de Intensidad o de Mercalli está asociada a un lugar determinado y se
asigna en función a los daños o efectos causados al hombre y a sus construcciones. La escala
de Magnitud o Richter está relacionada con la energía que se libera durante un temblor y se
obtiene en forma numérica a partir de los registros obtenidos con los sismógrafos, esta es la
manera más conocida y más ampliamente utilizada para clasificar los sismos.

Premonitorios. Frecuentemente algunos temblores grandes son precedidos por temblores


de menor magnitud generados al inicio del fracturamiento alrededor de lo que será la región
focal del gran temblor, conocidos como temblores premonitorios. No es fácil determinarlos
ya que no es posible diferenciarlos de la sismicidad normal de una región, por lo que en la
generalidad de los casos, se sabe que un temblor es premonitorio sólo en el contexto de la
actividad posterior.

Replicas. Los sismólogos también han observado que, inmediatamente después de que
ocurre un gran temblor, éste es seguido por temblores de menor magnitud llamados réplicas y
que ocurren en las vecindades del foco del temblor principal. Como estos sismos ocurren en
la zona de ruptura del temblor principal, su ocurrencia se debe probablemente al reajuste
mecánico de la región afectada que no recupera su estado de equilibrio inmediatamente
después del temblor principal. Inicialmente, la frecuencia de ocurrencia es grande pero decae
gradualmente con el tiempo. El estudio de las réplicas de un gran temblor se ha aprovechado
para estimar las dimensiones de la zona de ruptura y otros estudios científicos, pero desde el
punto de vista social es necesario conocer su ocurrencia para adoptar una actitud previsora.
Las réplicas son de menor magnitud y pueden ocurrir minutos, días y hasta años después del
evento principal, el número de estas puede variar desde unos cuantos sismos hasta cientos de
eventos.

Predicciones sísmicas. Los sismos son un fenómeno recurrente. La acumulación suficiente


de energía en cualquier lugar tendrá que liberarse reiteradamente mediante la ocurrencia de
un nuevo sismo. Los eventos símicos ocurren periódicamente en las mismas regiones
geográficas; a medida que pasa el tiempo en una región donde no ha ocurrido un temblor
fuerte, mayor es la probabilidad de que ahí ocurra uno. Es de esperarse que en las regiones
donde ya se han presentado sismos fuertes, vuelvan a presentarse en el futuro. La
predicción como resultado de la comprensión de un proceso de la naturaleza es una de las
metas de toda ciencia, por lo que la sismología no es ajena a estas aspiraciones.

Hasta hoy no existe una técnica eficaz que permita predecir los sismos ni en los países
como Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy avanzada. Pero los adelantos logrados
y el conocimiento adquirido nos permiten aseverar que llegará pronto el día que la posibilidad
de anticipar la ocurrencia de un terremoto sea una realidad cotidiana.

Los Sistemas de Alerta Sísmica (SAS) implantados en algunos países dan la


oportunidad de conocer el inicio de un sismo fuerte cerca de su epicentro, la diferente
velocidad de propagación de las ondas sísmicas y eléctricas, y la distancia entre el sitio del
epicentro sísmico y el lugar donde se desea prevenir sus efectos. La eficacia de esta
tecnología depende del resultado de las acciones como captar el sismo, pronosticar su
magnitud e informar oportunamente a la población en riesgo para que responda
adecuadamente, todas estas acciones tienen posibilidad de falla. El SAS es capaz de brindar,
por medio de la radio y la televisión, un aviso de entre 50 y 70 segundos, previo a la llegada
de un macrosismo de 6 grados o más en la escala de Richter.

3. Cambio climatico

De acuerdo con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
(CMNUCC), éste se entiende como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a
la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Por otro
lado, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) lo define
como cualquier cambio en el clima con el tiempo debido a la variabilidad natural o como
resultado de actividades humanas.

Desde el punto de vista meteorológico, se llama cambio climático a la alteración de las


condiciones predominantes. Los procesos externos tales como la variación de la radiación
solar, variaciones de los parámetros orbitales de la tierra (la excentricidad, la inclinación del
eje de la tierra con respecto a la eclíptica), los movimientos de la corteza terrestre y la
actividad volcánica son factores que tienen gran importancia en el cambio climático.

3.1 Efecto de invernadero

Los gases de efecto invernadero absorben de manera eficaz la radiación infrarroja


emitida por la superficie de la Tierra, por las nubes y por la propia atmósfera debido a los
mismos gases. La atmósfera emite radiación en todas direcciones, incluida la descendente
hacia la superficie de la Tierra. De este modo, los gases de efecto invernadero atrapan el calor
en el sistema superficie-tropósfera. A esto se le llama efecto de invernadero natural.

La radiación atmosférica se encuentra muy ligada a la temperatura del nivel al cual


se emite. En la tropósfera, en general, la temperatura decrece con la altitud. De hecho la
radiación infrarroja que se emite hacia el espacio se origina a una altitud cuya temperatura
es, de media, -19°C en equilibrio con la radiación solar entrante neta, mientras que la
superficie de la Tierra se mantiene a una temperatura media mucho mayor en torno a los
+14°C.

Un aumento en la concentración de los gases de efecto invernadero lleva a una mayor


opacidad de la atmósfera y, por lo tanto, a una radiación efectiva hacia el espacio desde una
mayor altitud y a una menor temperatura. Esto genera un forzamiento radiativo, un
desequilibrio que sólo puede ser compensado por un aumento en la temperatura del sistema
superficie-tropósfera. Este es el efecto de invernadero acusado.

3.2 Gases de efecto invernadero

Los gases de efecto invernadero (GEI) o gases de invernadero son los componentes gaseosos
de la atmósfera, tanto naturales como antropógenos, que absorben y emiten radiación en
determinadas longitudes de onda del espectro de radiación infrarroja emitido por la superficie
de la Tierra, la atmósfera y las nubes. Esta propiedad produce el efecto invernadero.
En la atmósfera de la Tierra los principales GEI son el vapor de agua (H2O), el dióxido de
carbono (CO2), el óxido nitroso (N2O), el metano (CH4) y el ozono (O3). Hay además en la
atmósfera una serie de GEI creados íntegramente por el ser humano como los halocarbonos
y otras sustancias con contenido de cloro y bromo regulados por el Protocolo de Montreal,
como el hexafluoruro de azufre (SF6), los hidrofluorocarbonos (HFC) y los
perfluorocarbonos (PFC).

3.3 Los GEI están clasificados en directos e indirectos.

3.3.1 GEI directos: Son gases que contribuyen al efecto invernadero tal como son emitidos
a la atmósfera. En este grupo se encuentran: el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso
y los compuestos halogenados.

3.3.2 GEI indirectos: Son precursores de ozono troposférico, además de contaminantes del
aire ambiente de carácter local y en la atmósfera se transforman en gases de efecto
invernadero directo. En este grupo se encuentran: los óxidos de nitrógeno, los compuestos
orgánicos volátiles diferentes del metano y el monóxido de carbono.

3.4 inventario nacional de gases de efecto invernadero para Colombia

El Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero, para la Segunda


Comunicación Nacional de Colombia, comprende la actualización de las estimaciones por
fuente y sumidero para los años 2000 y 2004. Se realiza conforme a lo establecido en la
orientación del IPCC sobre las buenas prácticas y la gestión de la incertidumbre en los
Inventarios Nacionales de Gases de Efecto Invernadero. Los cálculos de las emisiones de
GEI aquí presentados, se realizaron para cinco categorías de emisión definidas por el Panel
Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC):

1. Energía
2. Procesos Industriales
3. Agricultura
4. Uso de la tierra, cambio en el uso de la tierra y silvicultura
5. Residuos.

El Inventario Nacional de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero para los años 2000
y 2004 presenta los resultados sobre los seis GEI incluidos en el Anexo A del Protocolo de
Kyoto, dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hidrofluorocarbonos
(HFC’s), perfluorocarbonos (PFC’s) y hexafluoruro de azufre (SF6). En este segundo
inventario se incluyen las emisiones de los gases fluorados (HFC’s y PFC’s) en la categoría
de Emisión de Procesos Industriales. La estimación de las emisiones y la posterior
integración de los informes de cada categoría de emisión fueron posibles gracias a la
comprometida labor de especialistas que conformaron las mesas técnicas de trabajo,
integradas por las instituciones que por su mandato institucional tienen relación con cada uno
de los componentes del inventario.

3.5 Resultados del inventario de gases de efecto invernadero en Colombia

De acuerdo con el presente inventario estimado para el año 2004, Colombia concurre
con el 0,37% (180.010 Gg) del total emitido a nivel global (49 gigatoneladas). Con base en
los inventarios adelantados por el país para los años 1990 (129.466 Gg de CO2 eq), 1994
(149.869 Gg de CO2 eq), 2000 (177.575 Gg de CO2 eq) y 2004 (180.010 Gg de CO2 eq), si
bien se aprecia un aumento en valores absolutos en las emisiones, es preciso mencionar que
la rata de variación anual viene descendiendo, con valores que van del orden del 3,94% para
el primer lapso (1990 a 1994); 3,72% frente al segundo (1990 a 2000) y 2,79% para el tercer
intervalo (2000 a 2004).

3.6 Cambios climáticos que sufre Colombia y cuáles van a ser en el futuro cercano las
zonas más sensibles y los riesgos potenciales?

El Ideam ha registrado un incremento de 0.2 a 0.3 ºC por década y un decrecimiento en


la precipitación mensual entre 2 y 3 mm por década entre los años de 1961 y 1990. Recientes
proyecciones basadas en los cambios que, en relación con el período 1961-1990, habría en el
2070-2100 en los escenarios A2 y B2 del IPCC para las variables temperatura del aire y
precipitación, indican que en el territorio colombiano y debido al cambio climático la
temperatura aumentará entre 1 y 4 º C y se generará una variación significativa (entre el 15-
30 %) en la precipitación para el período 2070-2090. Para tal efecto se utilizó el modelo
PRECIS en resolución espacial de 25 x 25 kilómetros. A partir de estos datos y los resultados
de la Primera y Segunda Comunicación Nacional, las zonas y sectores más sensibles al
cambio climático en Colombia serán:

 Zonas costeras e insulares.


 Ecosistemas de alta montaña y disponibilidad del recurso hídrico.
 Salud.
 Sector transporte, energético y agropecuario.

Un tsunami (también conocido como maremoto) es una serie de olas poderosas que se
generan en un cuerpo de agua con gran volumen (un océano o mar), ya sea por la ocurrencia
de un terremoto, un deslizamiento submarino, una erupción volcánica o por el impacto de un
meteorito.

Foto de tsunami entrando al aeropuerto de Sendai en Japón después del terremoto de


magnitud 9.0 ocurrido en el 2011. El volumen de agua que arrastra un tsunami es inmenso,
capaz de destruir la estructura e infraestructura de la costa (foto de AP).

Estas olas no tienen la forma de las olas típicas como las que observas en la playa.
Más bien son una serie de subidas y bajadas del nivel del mar con gran extensión (sobre 1,000
km-620 millas), y entre las crestas de las olas pueden pasar de 5 minutos hasta 1 hora, puesto
que la distancia entre la cresta de una ola y la próxima pueden ser sobre 400 millas. La fuerza,
peso y volumen de agua que trae un tsunami es enorme, prácticamente el cuerpo de agua se
desparrama sobre la costa.

Cada metro cúbico (3.3 pies cúbicos) de agua pesa 1 tonelada (2, 204 libras). Imagina la
fuerza de más de 2,000 libras sobre una persona o estructura, y ese volumen de agua
moviéndose de 30-50 mph. El agua prácticamente se convierte en un sólido, impactando y
destruyendo lo que encuentre a su paso.

El tren de olas que se genera por un tsunami tiene diferentes alturas, y la ola inicial
no necesariamente es la más alta. Las alturas de las olas de un tsunami pueden variar desde
3 metros (10 pies) hasta 30 metros (100 pies).
A pesar de que el impacto inmediato de un tsunami es hacia la costa adyacente donde
ocurrió el hundimiento o levantamiento de la corteza del océano, la energía del tsunami se
expande al resto del mar u océano (imagen de NOAA).

La palabra tsunami proviene del japonés y significa ola en puerto u ola escondida.
Estas olas se propagan rápidamente. Pueden viajar a una velocidad de aproximadamente 800
km/h (500 mph) en aguas profundas, ¡tan rápido como un avión! y pueden viajar de un lado
a otro en un día el Pacífico o el Atlántico. A medida que las olas se acercan a la costa,
disminuyen su velocidad y la distancia entre ellas, lo cual ocasiona que aumenten su altura.

El mayor riesgo a un tsunami por lo general es para las zonas ubicadas hasta los 30
metros (90 pies) de altura sobre el nivel del mar y a menos de 3 km (2 millas) de distancia de
la costa.
Bibliografía

https://www.gob.mx/sgm/articulos/sismos-causas-caracteristicas-e-impactos?idiom=es

http://ecoexploratorio.org/amenazas-naturales/tsunami/

http://www.ideam.gov.co/web/atencion-y-participacion-ciudadana/cambio-climatico

http://ecoexploratorio.org/wp-content/uploads/2013/06/tsunami-japon-20111.jpg

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