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LOS CORISTAS

24-08-2010

Como actividad extra clase había quedado pendiente en la sesión anterior ver
la película Los Coristas y analizar que modelo pedagógico se aprecia en ella.

Esta es una película donde un profesor y compositor de música (con unas dotes
pedagógicas excepcionales) es contratado como preceptor de un instituto
correccional de menores.
Hasta el momento a través de ineficaces represiones, y rituales, el director del
reformatorio intenta con dificultad mantener disciplinados a estos alumnos
“problemáticos”, imponiendo su propio sistema educativo llamado de “Acción y
Reacción”. Según el director y las reglas del reformatorio sería un método
educativo, sin embargo, este “plan educacional” de represión, transgresiones,
castigos y violencia no conllevan a ningún resultado auténtico, ya que solo sirve
para sembrar rencor, opacar los sueños, expectativas e intereses de los niños
allí internados.
Ante todo esto el nuevo preceptor y docente queda completamente sorprendido
por la cruda realidad de la rutina del colegio, pero es en ese momento donde
comienza a operar un cambio en estos niños, cuando este nuevo educador logra
percibir el mal sistema que se está utilizando, el cual solo genera desorden,
agresión, insultos, malos tratos, baja autoestima y desmotivación de estos
alumnos, donde no se da importancia a las relaciones humanas, donde los niños
no tienen derecho de juzgar ni cuestionar nada.
En este instituto no existe la comunicación entre las autoridades y los alumnos,
en su enseñanza o “disciplina” prevalece el castigo, el cual es sancionado a
través de la violencia física, sin ningún tipo de comprensión. Todo esto según lo
discurrido en la sesión es muy deplorable, ya que para la construcción de la
educación es necesario el apoyo del docente como intermediario, cumpliendo el
rol de educador, de constructor de conocimientos con los alumnos, de modelo
de sus estudiantes, y no imponiéndose como una dictadura amenazante y
temerosa donde no existe la participación. Dónde se deben hacer las cosas por
obligación, sin derecho a opinar, denotación de una pedagogía tradicional con
un matiz de violencia, de otra parte el muevo profesor de música muestra una
admirable capacidad para desarrollar en los niños las habilidades musicales que
en la película se ven, de un modelo pedagógico tradicional, paso a un modelo
pedagógico constructivista.
Análisis de la película Los Coristas
Publicado el 26 junio, 2011por leonardolioy

En cuanto a la institución, es un reformatorio llamado Fondo del Estanque, con


un alto nivel disciplinario, típico de la sociedad europea de esa época, bajo la
corriente del positivismo por lo que los alumnos no tienen participación en la
formulación de la clase, son receptores de un mensaje, recipientes de un
conocimiento. Otras características fundamentales es que es un internado, es
solo para varones, los profesores también tienen sus habitaciones allí. Posee un
calabozo para los castigos no hay habitaciones individuales.
En cuanto al director es una persona de duro carácter, precisamente su
principio de acción y reacción caracteriza la idea que tiene de modelo de
educación para sus alumnos. Este principio de acción y reacción consiste en que
ningún hecho puede quedar impune, no existe el perdón, para cada mala acción
hay un castigo que impide que los alumnos sigan con el efecto negativo. Si la
acción es negativa, su reacción debe ser un castigo para aquella acción. Al ser
una persona con disciplina tan marcada espera en los internados un accionar de
acuerdo a las reglas impuestas, los castigos son para que no se desvíen del
camino que se supone deben seguir; sin embargo este método educativo nunca
consigue resultados auténticos. Él considera a estos chicos como un estorbo
para la sociedad, precisamente los huérfanos son aquellos que si pueden morir
son una carga menos para la sociedad.
En cuanto a los alumnos se muestran indisciplinados y sin el menor deseo de
estudiar, pero es debido a que no tienen las figuras de autoridad de sus familias
(el trabajo de padres solteros les obliga dejar a sus hijos ahí), hay incluso
quienes ni siquiera tienen familia. En un momento se les pide a los chicos que
escriban que es lo que desean ser de grandes, y ninguno de ellos desea ser
maestro por el odio que les representa esta imagen de autoridad que tienen
todos los días. Muchos intentan escapar por que no quieren estar ahí, pero es
que no tienen otro lugar donde ir.
En cuanto al profesor de música tiene una pedagogía humanista y la aplica
armando el coro porque es una actividad grupal y activa, él cree que la música es
una excelente forma de expresión y que con ello puede lograr una unidad entre
estos chicos problemáticos. El se debate entre desafiar la autoridad del director
y apaciguar la rebeldía de internados a los que debe intentar moldear como lo
hacen el resto de sus colegas (aunque este no esté de acuerdo con el modelo de
acción y reacción que utilizan los demás). A pesar de las dificultades él con su
actitud humanista consigue nuevos logros con el correr de los días, por ejemplo
cuando los demás profesores se muestran interesados en el coro e incluso le
ofrecen ayuda, hasta el mismo director permite que se presenten ante la
Condesa. El profesor también presenta rasgos de la pedagogía de la esperanza
cuando decide creer en sus chicos cuando los demás ya los han marcado como
irrecuperables; e incluso llega a varios enfrentamientos contra la autoridad del
director por creer que sus alumnos pueden ser algo más de lo que los demás
esperan de ellos. Decide afrontar el despido y desafiar la autoridad con tal de
que los chicos encuentren un lugar un poco más aceptable. El principio de
acción y reacción no le parece un modelo de educación que logre un verdadero
resultado, por eso decide formar el coro que le ayudará a descubrir talentos que
nadie más vio en los chicos. Y el cambio no solo llega a los chicos, los demás
profesores se ven afectados por él y con su ayuda él consigue avanzar en la
formación del coro.
En cuanto a la clase el estatus cubo impuesto por el director y los demás
profesores para con sus alumnos, solo mantiene una relación de orden superior,
en varios aspectos de la película se muestra este tipo de pensamiento, por
ejemplo la posición elevada y céntrica del escritorio, como también la mesa de
comida de los profesores. El salón de clases es como un pequeño auditorio,
donde el escritorio tiene una posición por unos centímetros mas elevada que los
primeros bancos, y los demás le rodean en un sector angular, de adelante hacia
atrás los bancos se van posicionando en escalones cada vez más elevados para
que nadie pierda de vista el profesor y el pizarrón. El dictado de la clase es oral o
se copia lo que es escrito en el pizarrón, no se debe interferir la palabra del
maestro, como tampoco cuestionarle, porque él es el que tiene el saber y no los
chicos, él es el iluminado y los demás que le rodean son aquellos que no poseen
luz, es por esto que el salón de clase tiene esta especial disipación, como si la
palabra del maestro fuese la luz que debe llegar a la mente de cada uno de sus
educandos, él en el centro y los demás rodeados por su luz. Luego para
comprobar que la transmisión fue efectiva, los chicos deben devolver el
conocimiento como si uno lo estuviese leyendo directamente del libro desde el
cual lo obtuvo.
La respuesta de los chicos ante el director y los demás profesores es de rechazo y
desprecio, y esto se manifiesta en causarles problemas a los profesores, dañar
las instalaciones e incluso llegar a lastimar parte del personal. Los líderes son
aquellos que pueden demostrar mayor capacidad para desafiar a sus superiores.
Con el profesor de música el comienzo es el mismo que tienen con los demás,
pero pronto el compromiso y buen deseo con sus alumnos, les hace cambiar la
forma de tratarlo. Precisamente el decide confiar en ellos tapando algunas de
sus malas acciones, en vez de castigarlos les da una palabra de aliento o les hace
poner el ridículo frente a sus propios compañeros. En chicos tan necesitados la
respuesta ante un profesor así solo puede ser la de aprecio y respeto. E incluso
cuando lo despiden, en contra de las reglas, y sabiendo el castigo que esto
significa, le despiden con cartas llenas de buenos deseos. Provocando en él una
sensación de logro y satisfacción enormes.
El modelo positivista trata al sujeto como un objeto, y no como al sujeto que es
en sí. El alumno debe aprender los conocimientos y no se considera que él
también pueda ofrecer conocimientos que los demás puedan aprender. Uno
pude intentar aplicar un modelo pedagógico positivista que supone una
inversión a corto plazo y un cumplimiento de alquiler en la institución, pero el
resultado de ello es corto y pasajero; mientras que aplicar una pedagogía que
trabaje en el sujeto supone sacrificio, responsabilidad, constancia y vocación en
una inversión a largo plazo con un resultado permanente. La primera supone
una actividad que inicia y finaliza en el salón de clases, después de eso nuestra
mente anula toda actividad o reflexión con respecto a la actividad docente que
implique la parte humana de los alumnos, solo nos puede preocupar la parte
administrativa la vida de los alumnos es un mundo aparte en el cual no es de
interés involucrarse; mientras que la segunda es una idea que se desarrolla en
amplitud de nuestra mente, por eso la llevamos a la mayor parte de donde
estemos, y la mente es muy poderosa, y si dejamos que una buena idea crezca
dentro de ella el resultado será positivo, pero esto conlleva un esfuerzo mayor y
prolongado que no todos están dispuestos a realizar, a veces la actividad físicas
resulta ser cientos de veces más fácil que la mental. Y los alumnos tienen
distintas formas de reaccionar dependiendo de quien tienen en frente.

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