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DERECHO ¥ HUMANIDADES / N*12/2006 / 109-117 Santo Tomas de Aquino y la Teoria de la Justicia’ JORGE MARTINEZ BARRERA” PoxTIFICiA UNIVERSIDAD CATOLICA DE CHILE Resumen: El autor analiza la obra de Aquino como comentador de Aristoteles. Tras exponer la diferencia entte los conceptos de lo justo de griegos y romanos, concluye que Toms belniga el dere- cho romano. A partir de ello, se estudia el concepto que tenia de la jusicia particular y general, y del rol que la legslacin positiva y el Estado tienen en la consecucién del bien comin. Abstract: The author analyses Aquino’s work like commentator of Aristotle. After exposing the difference between the concepts of the just for the greek and for the romans, he concludes that Aquino Helenized Roman Law. Based on this, che author studies the concept of particular and general justice that Aquino had and the role of positive legislation and the State have in the attainment of social welfare. Palabras clave: Derecho, jusica, Aquino, Axstotles,justicia genes, justcia como vied Key words: Law, Justice, Aquino, Aristotle, General justice, Justice lke virme. Prolegdmeno teérico para un asunt prictco Uno de los aspectos que més llaman la atencin cuando se Yee a Santo Toms en su eabajo de ‘comentador de Aristteles, es su intento por hallar un marco teérico, por lo general metafisico, para Jos canceptos eventualmente analizados. Sin embargo, por 'o menos en lo que nos ha lleyado de Aristdteles, no existe ese método de abordas ciertos temas, especialmente los vincalados con la floso- fa mora, Ia flosofia polities o la filosofia del derecho, delimitando previamente un campo metafisico. [No se puede negar que en buena parte de la flosofia prictica aristotéica hay un empleo circunstancial "Ese taj es pare de Proyetto FONDECYT 1050875 (\Géness wérca de Eat. Sa sigan fsstco-ticn de so cexininssincional pre de ls polemics conta l lows pois csi”, el cal ator s Investor responabie Mere beneficiao dea ects de mis colga del Insto de Plsofia dea Bone Universidad Cades de Chie, pe Cnente de lo» rofeones Masano De lt Mara, Algandto Vigo, Andrés Covatrbis, Manacl Come, Jorge F- River y ‘Maano Crespo. A ellos, p,m agradecesen, como a bien aoe organizes dl Il Congreso Este de Dee cho y Teo Constuconal que eV laren Saag loses 10,11, 12 13 de Agosto de 2008. Me ha ido también de {otne proveco el amigiicintrambio de Mr con los Pofesoree Antoni Basan Ry Pablo Ro Tage Leencido en Flow, Universidad Nacional de Caso. Masta y Doctor en Fomfy Uniesidad Cadi. de Lowi Profesor onan n'a Cees de Foo Socal y Poa de la Fauld de Poof y Lets de la Uaiversidad Nacional de (Cosy tofsorvsanteen it Univertades Catlica de San Pio (Rei), Asmara de Chibuabon (Mic), de Monte eo (Uniguy). Caden de Santa Fe (Argent). Invesgadr vstamte en ©) Thomas-lnstut de In Unive Clan, (Aleman) yest Tnsina De Walf Manson, de a Ussverded Calica de Lovina (lea. Acolmene & profesor en Insta de saa de a Ponta Universi Cats de Cie 109 JORGE MARTINEZ BARRERA de algunos conceptos metafsicos, por ejemplo, el uso de concepro “naturaleza” en expresiones tales como “Ia naturaleza es fn yel fin es lo mejor” cuando Asist6tees esta tratando de mostrar el caricter de punto de Hegada de la comunidad politica en el orden de las posibildades asocintvas humans; © bien cuando dice que el hombre es un viviente “naturalmente” politico. Obviamente, hay en sos ‘casos el empleo de una nocion de “natualeza” y de “in” en su sentido metaisico, Sin embargo, a pesar de estos ejemplos, no posta hublase, creo, de una preocupacin sistemitica de Asistételes por halla el marco eérico metafsico en el imbito de ia flosofiaprctcs. En Santo Toms, en cambio, esta preocupacién es eseneal y lo que pudiera considerase tal vez mis grave desde el punto de vista seg el cual entendemos hoy un Comeataso, él a atsibuye sin mis allpropio Arstéels. Peo no me ocuparé del sentido en que debe entenderse la tarea de Santo Tomis comentador, sino del modo en que el ree reelabora la nocién de “justia ayudad en esto por Acistoteles, pero no solamente por é. Pues bien, asi como cuando Santo Tomas reibe la Poltica de Aristételes en el marco te6rico del concepto de “naturaleza a justicia es recibida en el marco teérico Ge otro concepto radcalmente vinculado con el de “naturalcza”. Se tata en este caso del concepro de “orden”, el cual, digamos de paso, es el mismo que emplea en el Prllgo de su Comentao a ly Fie Niomagnes. ‘Todo eave acual iene una obma propia, un movimiento hacia una pleniead que tiene careter de fin. Ahora bien, la cosa operante no obra jams sin co-operaciba, Todo lo que opera, co-opera, de modo que el movitsicato hacia el fines siempre un movimiento acompaiiado, y esto n0 es un simple Jenguaje antropomésfico. Entre ls entes hay una co-operacion que ese sujeto de su mutoa reacién y de la relaci de todos ellos con el fn. Fseribe Santo Tomi “Asi como cada substancia tiene una operaciin propia, y 3a operacin es eausa del onden, del mismo modo debemos admitir alguna cooperacin entre ls €osas contenidas en un orden. (la JV de Din, Nominbas, ect. 10.284." Y¥ en el Opssculo sobre las Substancas separadas (14) leemoss “Vemos que para todas ls cosas el hien con: venta sf mismas y se ordenan al fn.” Es decir que es en el orden donde veraos a a natualeza actuar en su plenitad, ya su vez Ia natu: saleza produce el orden, es “causa ordinationis”, en vir de su misma tensin teleonémica. La naeu- raleza es el acl originario del cul emergen ios procesos dinimicosy ls relaiones consiguienes. Por eso el dade ex contraro a la naturaeza, pues atenta contra lo que wna cosa tiene de mis intimo. Dice Santo Tomas “Que algo sea desordenado, no es otra cosa que ser contra natura” (In ITT de cao et mn, lect Vi, 2.584). ‘en cieno orden, segin el cual ls cosas se sit- Santo Tomés y el concepto de “to justo” Nosotros, el ente humano, poscemos también una naturaleza, Y puesto que la poseemos, obra- ‘mos. Y puesto que obramos, co-operamos, obramos juntos. Ahora bien, sa co-operacién humana no es por sf propia, espontineamente “ajustada” a nuestros co-operantes. Por el contzario, si esta naturas Jeza humana quedara iberada de ls exigencias de razonabilidad que la definen como naturaleza hu ‘mana, esta co-operaciin seria comra-natua. Podrig cnsformarse en desmemusa por exceso (lheram) 0 ‘por defecto (dammun). Asi pues, questa misma nacuraleza exige una medida que Fancione como pari metro de ajuste en la co-operacién humana. Cuando nuestras acciones se conforman a esa medida, elas zeciben el nombre de aca usns. Por eso la definicién de Santo Toms respecto de lo jut: 110 SANTO TOMAS DE AQUINO ¥ LA TEORIA DE LA JUSTICIA “Lo justo es cierta obra adecuada o proporcionada a orto segtin cierto modo de igualdad’” (Sum Tol Wa-Uae, 4.57, 22c3. Eso “justo” mencionado por Santo Toms, es también lo que hoy nosotros llamariamos “dere- cho”. No estari de mis recordar que ya en el siglo XIII se conceia también esta acepcién de “dere- cho” para Jo justo, como lo muestra el mismo Santo Toms. En efecto, la definiciSn anterior dice, en su forma complew: “(osel derecho (iu) 0 lo justo (stun), es cierta obra.) Es necesario ahora efectuar algunas consideraciones respecto del derecho tal como lo entiende Santo Tomés. Fl anilisis del derecho debe precedes al de la fascia porque ya hemos adelantado que el derecho es cierto modo de obras, un obrar justo, una obra justa, Pero sila justicis ser ante todo pars Santo Tomis (y con esto adelanto una conclusién) una sirad, es necesatio conocer cuil es su objeto, es decit, acerca de qué versa. Ya sabemos que su objeto es el inch o lo juts, pero también sabemos que es un tézmino polisémico. Escribe Santo Tomés: “(Jel nombre de ‘derecho’ se asigné primero para significa la misma cosa justa (sa re it) Pero después derivé hacia el are con el que se discierne que es justo; y ulteriormente, a desigaar el lugar en el que se otorga el derecho; asi por ejemplo se dice que alguien comparece ante el derecho; finalmente también se denomina derecho a la sentencie que es pronunciada por aquel a euyo oficio Pertenece haces justica, incluso a pesar de que lo que decida sea injusto.” (1d. anterior, a1 ad lum). “Vemas aqut cémo Santo Tomas toma en cuenta las posibles acepciones del mina “derecho”, peto en realidad ellas som sabordinadas a una significacién focal, central: la ja rine, a misma cosa justa. Algo interesante de observar es que el derecho no puede ser ante todo y primariamente el arte del jurispesito o del juez, por la sencilla 1226n de que para que éste pronuncie o diga lo que él entiende por lo justo y ordene su ejecucién a las partes, es preciso que exista antes angie que él, como jurist, hha de conocer. ¥ en este caso, tal objeto es just No es extraiio, sin embargo, que se haya producido un costimiento de la significacién de ins, pues a veces los valores semnticos de las palabras experimentan modificaciones para pasar a significar otras cosas ("Es frecuente que los aombres se desvien de su primera acepcién para desigaar otras cosas”: Tale, q57, a.1 ad lum), En una palabra, esta eens del derecho no puede, estsictamente Ihablando, coincidir con I del acto mismo por el cual se la conoce, 0 sea con el ar ans, pues el acto de conocer algo exige Ia preexistencis de lo que habré de conocerse. La posickin de Santo Tomas es que, ‘aun cuando existe una muy estrecha interconesién entre ars dis y la ipa res insta, y que incluso po- dela pensarse en una “creaci6n” del derecho hay sin embargo wna subordinacién del arte jurspruden- cial ala cosa justa, Ahora bien, raducir el término griego didaion por el latin fas, cre algunas complicaciones. Fin Atenas difaion significaba Ia “cosa justa”, mientras que en Roma ius aludi a la uniéa de la cosa justa con Iz norma de su justicia, Y si fuera necesario establecer un orden de precedencia entre los dos clementos, Roma habia reconocido el puesto de honor a la norma, El ins para los legistas fomanos es lun majestuoso castillo de formulas (“is liber appellatur ius civile”, leemos en el Digs, 1. 22,2, eseribe G.Granesis!, En efecto, el dito no estaba solameme agnciado a una medida soctalmente convenida y #270- rable acerca de lo justo, sino también a instancias de legitimacién superiores, cuya razonabilided era ‘medida por ctiterios de otra procedencia no necesariamente hamaaos. La nocidn de que algo es justo por naturaleza es, en realidad, més griega que romana. Occidente ha heredado sin embargo la idea romana del dezecho y por eso estamos habituados a hablar de un “derecho romano”, pero no de un GRANERIS, G. Conus omits oe fle dds, Bcnos Stes, FUDEBA, 197, p. 3 m

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