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UNIVERSIDAD LATINA DE PANAMÁ

FACULTAD DE NEGOCIOS

MATERIA: MACROECONOMÍA

PROYECTO FINAL:

LEY DE RESPONSABILIDAD FISCAL Y POSIBLE


AUMENTO DEL PORCENTAJE DE DEFICIT FISCAL.

ALUMNAS:
GABRIELA GIRAUD B. # 044577876
BERTA MENDOZA #8-937-2432

PROF. YARIELA ZEBALLOS G.

18 de Aug. de 18
INTRODUCCIÓN

Nació como contrapartida a la apertura para el uso del Fondo Fiduciario para el
Desarrollo por parte de la administración de la presidenta Mireya Moscoso.
Esa fue la propuesta del Gobierno a las severas críticas que recibió tras su reforma
fiscal, que significó la exacción de más impuestos de los bolsillos de la clase media,
que sigue inexorablemente la misma ruta que en el resto del continente, hacia su
desaparición.

En fin, propone compensar los mayores tributos con una mejor administración de
los fondos, incluyendo un prudente manejo de la deuda. La original ley de
responsabilidad fiscal, número 20 de 7 de mayo de 2002, planteaba reducir a
mediano plazo la relación Deuda PIB desde el 80% a 50%. Autorizaba un déficit
fiscal de 2%, se permitía gastar el Fondo Fiduciario en papeles de la deuda
panameña y se usarían B/. 200 millones del mismo para la carretera Panamá-Colón,
sanear la bahía y construir viviendas de interés social.
LEY DE RESPONSABILIDAD FISCAL

La Ley tiene por objeto establecer normas, principios y metodologías para


consolidar la disciplina fiscal en la gestión financiera del Sector Público, condición
necesaria para la estabilidad y el crecimiento económico sostenible. La gestión de
las finanzas públicas se ejecutará bajo principios de transparencia, responsabilidad
y rendición de cuentas.

Nació como contrapartida a la apertura para el uso del Fondo Fiduciario para el
Desarrollo por parte de la administración de la presidenta Mireya Moscoso. El Fondo
había sido creado por el gobierno de Ernesto Pérez Balladares, y su propósito fue
reemplazar las tierras y edificios de las Áreas Revertidas que serían vendidos, por
un gran ahorro nacional que sirviera de respaldo al país en su desarrollo futuro. En
realidad, su sentido nunca fue distinto a las reservas de monedas sólidas que suelen
atesorar todos los países responsables de sus finanzas, para asegurar su liquidez,
sobre todo en tiempos de crisis.
En algunos países, por ejemplo, vastas reservas de dólares, euros, libras esterlinas
y yenes; y a ninguno se le ocurre gastar esas reservas por más crisis, ni carencias
que tengan. Ciertamente, nosotros usamos una moneda fuerte, pero no por eso
debemos vivir privados de la tranquilidad de contar con reservas similares. Pero, al
autorizarse su uso para resolver problemas sociales, se reemplazó el efectivo con
papeles de deuda del propio gobierno. En caso de crisis, no contamos con ese
dinero; y ni siquiera podemos prestarlo para la ampliación del Canal.
La condición para usar los dineros del Fondo fue, pues, controlar la capacidad de
endeudamiento, en términos de déficit fiscal y deuda total en relación con el
Producto Interno Bruto (PIB), lo cual se materializó en una Ley de Responsabilidad
Fiscal. Pero el intento fue vano, porque tanto la administración de Moscoso como la
actual, hicieron ajustes para que el PIB registrara cifras superiores a las del sistema
anterior, llegando la del presidente Martín Torrijos a suspender, incluso, la vigencia
de la Ley, lo que les permitió contar con más dinero para gastar y endeudarse; sin
contar que cada una trajo bajo el brazo su propia reforma tributaria, que significó
más impuestos.
Ahora se vuelve a discutir la necesidad o no de restablecer los controles de la Ley
de Responsabilidad Fiscal. Con gobiernos de gasto exuberante, como suelen ser
los nuestros, incluyendo al actual, no hay muchas alternativas para tratar de detener
el espiral de crecimiento galopante de la deuda que el año pasado alcanzó el 61.1%
del PIB, una proporción tan escalofriante como el monto total de la deuda, que ya
supera los $10, 600 millones. Toda una pesadilla para no dormir.

Soy de la opinión que no podemos tener una ley que permanentemente violemos
cada vez que se acerque el cierre del año fiscal, eso es uno de los principales retos.
Otra de las recomendaciones que le voy hacer al ministro es que tratemos de
cumplirla porque no puede ser que cada año se tenga que modificar. La idea es que
el gobierno cumpla sus compromisos en cuanto a la ley y a partir del 2015 debe
cumplirla para mandar las señales correctas. Tenemos que tener autoridades
responsables para que el país crezca y convertir ese crecimiento en desarrollo que
es la tarea pendiente, porque hemos crecido en muchos sectores, pero no hemos
desarrollado el país en términos educativos, sociales y culturales, así que tenemos
que trabajar en ese aspecto.

Actualmente hay en vigencia una serie de normas y regulaciones del Estado con las
que se busca controlar los ingresos tributarios de las compañías registradas en el
territorio Nacional, por ello, es indispensable que las empresas y/o sus
representantes legales estén al tanto de las normas, considerando que “el
desconocimiento de la ley, no exime la pena”.

Ese balance fiscal ajustado, que permite a la administración sobregirar lo que no se


consiga en aportes del Canal de Panamá, permite un aumento adicional del déficit
sin que tenga que considerarse parte del mismo, respetando los topes anuales
modificados. Lo que no se calculó de manera certera y precisa, fue que ese déficit
aumentaría el monto de la deuda pública y quebraría el Artículo 12 de esa Ley (que
señala que nuestra relación deuda/PIB no puede sobrepasar el 40 %).

Se asumió, sin mayor precaución, que Panamá crecería a niveles exponenciales,


sin apego al refrán que todo lo que sube (y se maneja mal) tiene que bajar... y
acabar. Pero de acuerdo al Balance Fiscal y de Deuda del Ministerio de Economía
y Finanzas (y las proyecciones del PIB en el presupuesto), tal relación, al concluir
el año, quedará en ese 40 %... mágicamente. Como si este financiero no fuese
suficiente, ahora escucho que el Gobierno de turno quiere financiar la mitad de la
construcción del cuarto puente sobre el canal a través de ENA, la empresa de los
corredores, con el objeto de que, este monto (aprox. $500 millones) no sea sumado
en la deuda pública.

Condiciones para utilizar la ley 34


Controlar la capacidad de endeudamiento, en términos de déficit fiscal y deuda total
en relación con el Producto Interno Bruto (PIB), lo cual se materializó en una Ley de
Responsabilidad Fiscal. Pero el intento fue vano, la administración de Moscoso
como la actual, que ajustes para el PIB registraron las cifras superiores a las del
sistema anterior, llegando a la del presidente Martín Torrijos una suspensión,
incluso, la vigencia de la Ley, lo que les juego contar con más dinero para gastar y
endeudar.
“Ahora se llega a discutir nuevos puntos para evitar cambio como los que sean dado
con la ley 34 o no establecer controles con la ley, pero con los gastos que sean echo
en cada gobierno no se ven muchas alternativas”

Puntos principales que toca la ley 34


1. Prohibición de contraer obligaciones:

Queda prohibido a las entidades públicas establecidas en esta ley que durante los
últimos seis meses de mandato de un gobierno contraído que no cuenta con una
asignación presupuestaria suficiente y que no puede ser pagado por el mismo
período fiscal. Durante los últimos seis meses del mandato de un gobierno, este no
podrá comprometerse más del 50% del presupuesto anual de operaciones,
excluyendo los intereses de la deuda.
2. Estudios de factibilidad:

Los proyectos de inversión tienen que contar con estudios de costo y beneficio
social si son mayores de diez millones de balboas (B / 10, 000,000.00) y de
perfectibilidad, en caso de montos menores. Los estudios pertinentes de los
proyectos de inversión pública, junto con la disponibilidad de recursos, se priorizaron
las inversiones públicas.
3. Medidas preventivas y correctivas:

El Ministerio de Economía y Finanzas podrá suspender, mediante resolución


motivada, el desembolso de recursos, inmovilizar la utilización de los recursos
públicos o restringir el acceso al crédito de una entidad pública, cuando el
compromiso o el pago de los gastos no estén contemplados en el presupuesto o la
incubación con la obligación de informar, de acuerdo con la presente Ley.
4. Cumplimiento:

Le corresponderá al Ministro de Economía y Finanzas, ya sus viceministros, al


Contralor General y al Subcontratista General de la República, así como al Gerente
General del Banco Nacional de Panamá, y al seguimiento de la ley.

5. Rendición de cuentas:

Los funcionarios que tienen a su cargo responsabilidades de decisión, autorización


o ejecución sobre cualquier materia regulada por esta ley, otorgarán la cuenta por
las decisiones tomadas, las acciones ejecutadas y los resultados obtenidos, según
su competencia atribuida legalmente.
6. Acceso a la información:

Se garantiza a las personas el acceso a la información que se encuentre en


posesión de los poderes del Estado, así como de organismos y entidades de la
Administración Pública, se refiere a la gestión de las finanzas públicas, incluyendo
el detalle de los subsidios y exoneraciones que otorga el Estado a sus beneficiarios.

Algunos de sus artículos más relevantes son:

Artículo 12. Meta de reducción de la deuda neta del Sector Público No Financiero
como porcentaje del Producto Interno Bruto nominal. La política fiscal del Gobierno
estará orientada a reducir el nivel de la deuda pública neta del Sector Público No
Financiero como porcentaje del Producto Interno Bruto nominal, de manera que se
pueda lograr que el pago de intereses pierda importancia relativa con relación a los
ingresos corrientes

Artículo 13. Balance primario del Sector Público No Financiero. El Sector Público
No Financiero mantendrá superávits primarios anuales consistentes con el nivel
anual de deuda /Producto Interno Bruto e intereses /ingresos corrientes del Sector
Público No Financiero y acordes con el límite de endeudamiento público establecido
en el artículo anterior.

Artículo 16. Plan estratégico de Gobierno. Al inicio de cada administración, dentro


de los seis primeros meses de instalada, el Órgano Ejecutivo adoptará un plan
estratégico de Gobierno, enmarcado dentro de los objetivos y las metas que surgen
de la Concertación Nacional para el Desarrollo y su propio compromiso electoral, el
cual debe incluir una estrategia económica y social, la programación financiera a
cinco años y un plan de inversiones públicas indicativo a cinco años, que
establecerán criterios para la canalización del gasto público hacia sectores,
programas y proyectos prioritarios a nivel nacional

Artículo 17. Modificaciones al plan estratégico de Gobierno. La programación


financiera y el Presupuesto de Inversiones indicativo contenidos dentro del plan
estratégico de Gobierno deberán ser revisados periódicamente y enmarcarse dentro
de los límites y parámetros establecidos en la presente Ley.

Artículo 19. Presupuestos de la Caja de Seguro Social y de la Autoridad del Canal


de Panamá. Para el cálculo de las cuentas fiscales del Sector Público No Financiero
no se considerarán las cuentas individuales del régimen voluntario de cotizantes a
la Caja de Seguro Social.

Artículo 20. Informe de cumplimiento de la presente Ley. Para efecto de rendición


de cuentas, el informe sobre el resultado del Balance Fiscal del Sector Público No
Financiero y del Gobierno Central se presentará anualmente durante el mes de
marzo y formará parte del informe de la Cuenta General del Tesoro Nacional
correspondiente al año fiscal finalizado al 31 de diciembre del año previo.

Artículo 29. Responsabilidad por la función pública. Los funcionarios públicos que
tengan a su cargo responsabilidades de decisión, autorización o ejecución sobre
cualquier materia regulada por esta Ley deberán rendir cuentas por las decisiones
tomadas, las acciones ejecutadas y los resultados obtenidos, según su competencia
atribuida legalmente.

Algunos de los beneficios de la implementación de esta ley son los siguientes:


Mejoramiento en la calidad de la información fiscal, generar credibilidad y estabilidad
financiera, reduce el costo en las transacciones de la economía entre otros aspectos
fundamentales y beneficiosos.

Proyecto que consta de modificaciones medulares para la ley LRSF en cuatro


puntos:
1- La eliminación de la regla de ajuste por las contribuciones efectivas de la
Autoridad del Canal de Panamá
2- La adopción de la regla fiscal sobre el Balance Fiscal del Sector Público No
Financiero establecido en la Ley 34 de 2008
3- El valor numérico de la regla fiscal sobre el Balance Fiscal del Sector Público
No Financiero en -1.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
4- Contener el incremento del gasto corriente del Gobierno Central en línea con
el crecimiento del PIB potencial más inflación.

Esta propuesta de cambio hacia la ley excluye:


1- Servicios de salud prestados por el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro
Social.
2- Las pensiones y jubilaciones pagadas por la Caja de Seguro Social.
3- Los intereses de la deuda pública.

AUMENTO DEL DEFICIT FISCAL EN PANAMÁ

Nuestro país busca eliminar de la norma dicho ajuste que ha sido complicado y poco
transparente para todos.
Establecer el déficit del Sector Público no Financiero (Spnf) en 1.5% del PIB para
que sea claro para todos los ciudadanos, ya que el déficit fiscal del gobierno para
2018 será de 1.5% del PIB.
En él se presentan alzas que afectan al país el ultimo informes fue en diciembre
2017, lo cual presenta cifras de $602 millones o un 1.0% del PIB, lo cual a mejorando
en $226 millones su posición en relación al año pasado.
Mas hoy en día presentamos cifras de un balance total donde el gobierno central
representa el 80% de este incremento, mientras que la Caja de Seguro Social un
16%. Gastos totales a diciembre 2017 aumentaron en $736 millones, lo que equivale
al 5.8% con respecto a 2016.

El déficit fiscal alcanzó el 0,9 por ciento del producto interior bruto (PIB) de Panamá
al cierre del primer trimestre de este año, lo que equivale a 569 millones de dólares,
informó el Gobierno del país centroamericano.

Los gastos totales del SPNF, que incluye a todo el Estado (excepto al Canal de
Panamá), a los bancos públicos y a tres empresas estatales, aumentaron un 30,1
por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado y alcanzaron los 3.315
millones de dólares, indicó la viceministra.

"Por otro lado, el ahorro corriente fue positivo en 395 millones de dólares y financió
el 41 % de las inversiones del sector público no financiero", apuntó Varela de
Chinchilla.

Los ingresos totales del Gobierno Central, por su parte, aumentaron un 1,7 por
ciento comparado con el mismo periodo del año anterior, hasta los 1.705 millones
de dólares, mientras que los gastos totales se incrementaron hasta los 2.661
millones de dólares, lo que supone un 36,7 por ciento más, añadió.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó ayer el informe de balance


fiscal del Sector Público No Financiero (SPNF) correspondiente a septiembre de
2017, el cual revela ingresos totales por $8,323 millones y gastos de $9,752
millones, lo que representa un déficit de $1,430 millones, es decir un 2.4% del
Producto Interno Bruto (PIB).

Según cifras de la Contraloría General, en 2016 el PIB de Panamá alcanzó la suma


de $57,820.9 millones.
El balance fue presentado por el ministro del MEF, Dulcidio De La Guardia, quien
explicó que en este período los ingresos del SPNF disminuyeron un 3%, comparado
con el resultado del tercer trimestre de 2016. A septiembre, los ingresos totales
sumaron $8,323 millones y el año pasado, $8,326 millones, lo que representa una
disminución de $3 millones o 3% para el tercer trimestre del año en curso.

El balance también indica que los ingresos corrientes del SPNF a septiembre de
2017 mostraron un incremento de 3.3%, con relación al mismo periodo de 2016. En
el tercer trimestre de este año, los ingresos corrientes del SPNF sumaron $8,047
millones y el año pasado se ubicaron en $7,789 millones, lo que significa que a
septiembre de 2017 aumentaron en $257 millones.

De acuerdo con el documento, los ingresos corrientes fueron impulsados


especialmente por los ingresos corrientes del Gobierno Central, que sumaron
$5,164 millones, y de la Caja de Seguro Social (CSS), por $2,683 millones, en su
mayoría por la recaudación en cuotas regulares y especiales.

En los gastos totales, por su parte, hubo un incremento de $582 millones,


totalizando en $9,752 millones, dijo De La Guardia.

Dentro del SPNF el ahorro corriente sumó $1,156 millones y financió el 45% de las
inversiones.

En este período, proyectos como Techos de Esperanza recibieron una inversión de


$128 millones, el Saneamiento de la Bahía, $87 millones; y Renovación Urbana de
Colón, $78 millones.

Los ingresos totales del Gobierno Central fueron de US$7.677 millones, lo que
representa un incremento de 5,6% (US$409 millones ) con respecto al 2,4% del
mismo periodo de 2015.

Resaltaron el 36% de la inversión publica se utilizó deuda.

VOLUCIÓN DE LA DEUDA
DESACELERACIÓN: la deuda sigue creciendo, pasó de 9 mil 976 millones en 2004
a 10 mil 470 millones en 2007, pero lo hace a ritmo más lento: en 2004 subió 15%
y el año pasado solo 0,2%.
RIESGO: un grado de inversión en el alto nivel de deuda, que equivale a 53% del
PIB, muy superior al de Brasil (14%), México (15%), Chile (32%) y la mayoría de los
países latinoamericanos.
NETA: si el saldo de la deuda real (10 mil 583 millones) se resta el del Fondo
Fiduciario (mil 134 millones), la deuda neta resultante es 9 mil 449 millones, lo cual
representa solo el 43% del PIB.
Punto 2:
Presentan un proyecto ley que busca mejorar:
1- La transferencia fiscal
2- Las finanzas públicas
3- La capacidad del Estado para seguir invirtiendo en infraestructura pública y
ahorrar para el futuro.

En este proyecto se llevaran consultas al sector privado donde son tomados los
gremios empresariales y economistas, el consejo de gabinete de la república la
Asamblea Nacional, el ministerio de economía y finanzas.
El ministro Dulcidio De La Guardia, acompañado de los viceministros Eyda Varela
de Chinchilla de Finanzas y Gustavo Valderrama de Economía, anunció que la
propuesta de Ley busca atender críticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y
de las agencias calificadoras de riesgos
Para llevarlo a cabo se centra en el anteproyecto ley esbozados por el jefe del MEF
fueron:
1. Fijar el déficit fiscal establecido en la Ley de Responsabilidad Social Fiscal
(LRSF) vigente desde 2015 en 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB).
2. Limitar el crecimiento del gasto un beneficio de la inversión de capital.
3. Disminuir la regla de acumulación del Fondo de Ahorro Panamá (FAP) de
3.5% del PIB a 2.5% y capitalizar los rendimientos.
CONCLUSIÓN

Antes de concluir es necesario hacer algunas reflexiones finales.

Primera. La deuda interna es un problema nacional dada su magnitud, su naturaleza


y sus consecuencias. No es un problema de una administración ya que se ha
acumulado a lo largo de los años. No es tampoco un problema de algún sector
específico de la sociedad, porque atañe a todos. Debe entonces enfocarse como un
problema nacional de gran urgencia.

Segunda. El ritmo al cual se resuelva el problema la deuda interna depende,


obviamente, de las circunstancias políticas. Por ello las partes mayormente
involucradas deben ponerse de acuerdo en cuanto a la aplicación de un conjunto
de medidas para enfrentar este problema. Por consiguiente, si bien corresponde al
Gobierno tomar la iniciativa, igualmente indispensable es el apoyo de los partidos
políticos de oposición, de las fracciones parlamentarias, de los principales líderes
políticos (ex-presidentes y candidatos a la Presidencia), de las organizaciones
laborales y de las cámaras empresariales. Sin la participación decidida de cada uno
de ellos no es posible resolver el problema de la deuda interna. Se requiere del
concurso de todos a la vez, para poder construir un dique sólido y fuerte y evitar así
que la irracionalidad campee en la vida nacional.

Tercera. El ritmo al cual se apliquen las medidas depende ciertamente de las


circunstancias políticas. Empero, debe quedar claro, sin ambages, que el costo para
el país y en especial para los trabajadores, los empresarios y las amas de casa es
mucho mayor cuando más lento se decida avanzar. Una de las tareas más
importantes de la clase dirigente y de los grupos políticos es explicar a la opinión
pública que los costos de no actuar son mucho más elevados que los costos de
actuar. Posponer la solución del problema tan solo conduce a agravar la situación y
a aumentar esos costos y, en consecuencia, incrementar también los sacrificios
para todos los costarricenses. Son actitudes poco racionales a la luz de los intereses
nacionales. El único camino adecuado es tomar el toro por los cuernos y poner
manos a la obra cuanto antes.

La Ley 20 fue un mal chiste, nació para ser violada. El actual gobierno ha sido
pródigo en el gasto público, complementando con una más efectiva e implacable
cobranza, en desconsiderado ensañamiento contra los profesionales que no
tienen cómo esconder ni cómo enmascarar sus ingresos, como sí pueden hacerlo
los grandes capitales.
La deuda, en menos de dos años, creció más de 30%. Claro, alguien dirá que eso
no importa, mientras la relación con el PIB se mantenga en menos de 80%. Pero
ese porcentaje es suicida. No deja casi nada para inversiones y todo se va en
planillas. Es más, lo primero que hizo el gobierno, una vez consolidada su reforma
impositiva fue decretar un alza de salarios entre los empleados públicos, con el
consiguiente incremento del gasto de funcionamiento. ¿Y qué de las calles hechas
añicos, de las medicinas que faltan, de la educación pésima y de la pobreza que no cede?
Este gobierno dice querer disminuir la relación PIB/Deuda desde el 78% como lo recibió,
hasta el 68%, suponemos, cuando salga; y permitirse un déficit anual de 1%.
Pues no, ni una centésima de punto debe permitírsele luego de llenar sus arcas con los
nuevos impuestos y de prepararse para rebasarlas con los mayores ingresos de un Canal
ampliado. Por el contrario, debiera revertir esos dineros a los contribuyentes.

Existe un principio jurídico absoluto que dice: “La ignorancia de la ley no te exime
de su cumplimiento”. Es una máxima que se ha utilizado durante siglos para
recordar a los gobernados que, lo deseen o no, tanto su persona como su conducta
siempre está bajo la lupa del derecho, regulada y normada aun y cuando no sepan
cómo sucede esto, ni cuál es el contenido de las reglas que les están aplicando.

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