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Colegio Cobán

Bachillerato en Ciencias y Letras


Filosofía
Docente Gustavo Sierra

ÉTICA Y VALORES
Aprendizaje basado en problemas

Interlocutora: Adriana Soberanis


Organizadora: Stephany Escobar
Secretaria: Isabel Teni
Controladora: Fernanda Pierri
4to Grado, Sección A
Cobán A.V. 30 de julio de 2018
Introducción
Muchas veces dudamos sobre qué está bien y qué está mal, reflexionamos sobre las
consecuencias de nuestros actos y cómo podrían afectar tanto a nosotros como a las
demás personas a nuestro alrededor. Nuestros principios nos dicen qué es correcto y qué
no, ahora nos es claro, después de años y años de repasarlos constantemente. Pero nos
hemos preguntado ¿todo esto está bien? ¿lo que hemos estado haciendo “correctamente”
es cierto?
Es entonces cuando usamos la ética para comprobar la moral que nos rige día a día, pero
¿qué son estos términos? ¿no son usados indistintamente? y ¿por qué es importante
conocerlos para obrar de manera correcta? A continuación, los repasaremos, además de
otros conceptos que serán útiles para resolver el problema planteado.
Podemos empezar entonces definiendo…

¿Qué es la ética?
La ética es un área de la filosofía que muestra cómo se rigen las bases de la moral. La
felicidad es sinónimo de la realización del bien y el sufrimiento está vinculado con la
realización del mal. Está marcada por normas que son la base para diferenciar el bien y el
mal. La moral y la ética no significan lo mismo.

El ser humano tiene libertad; es dueño de sus acciones. Cualquier persona


puede decidir entre hacer el bien o el mal.
Conciencia – voluntad –
responsabilidad – libertad
La conciencia es considerada como la facultad humana para decidir acciones y hacerse
responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y el mal.
La voluntad es la capacidad de dirigir las acciones por cuenta propia. Se trata de una
propiedad de la personalidad que pide a una fuerza para desarrollar una acción para
conseguir un resultado deseado.
La responsabilidad es el cumplimiento de las obligaciones y/o el cuidado al hacer o decidir
algo.
La libertad es una virtud natural del hombre para poder actuar a voluntad sin restricciones,
respetando su propia conciencia, su responsabilidad y el deber.
Todos estos términos están conectados a la ética y a la moral, son clave para decidir entre
el bien y el mal.

Kant
La autonomía posibilita al hombre su esencia, expresada en su acción personal, como
resultado de su deliberación y decisión. Esto es lo que hace del hombre una persona y su
dignidad. Ser que se da a sí mismo sus propias leyes y que de acuerdo a ellas se
autogobierna, convirtiéndose en autor de su propia vida por la libertad en lo que respecta
a determinar lo que considera mejor para sus intereses humanos.

Para Kant cada persona debe actuar convencida de que esa es la forma en
que querría que los demás hiciesen por ella, en una circunstancia
semejante.
Valores
Son guías que el hombre obtiene a lo largo de su vida y que ayudan a formar su
personalidad para conducir correctamente su conducta. Se aprenden viviéndolos a traces
de la práctica con los demás y expresándolos siempre.

Dignidad humana
La dignidad no es un rasgo o cualidad de la persona que genera solo principios y derechos,
sino un proyecto que debe realizarse y conquistarse. Dignidad indica el respeto y la estima
que todos los seres humanos merecen y se afirma de quien posee un nivel de calidad
humana intachable.

La persona es un fin que ella misma decide ser sometiéndose a la regla,


que no tiene precio y que no puede ser utilizada como medio.
Enunciado y descripción del problema
La conducta del ser humano está determinada por los valores que posee y vive, por su
conciencia y libertad de acción. Todo comportamiento o acción humana tiene incidencia
en los demás: ¿Cómo sabemos si la acción de los alumnos involucrados fue buena o mala?
¿Sobre la base de qué podemos argumentar nuestro criterio de valor de bondad o maldad
de estos actos?

Contexto para el análisis del problema


A Luis le encantaba su colegio… a pesar de la media hora del recreo. Tenía muchos amigos,
no sólo de su clase, sino también de otras clases de cursos mayores y de la de los más
pequeños. En cuanto lo veían, los infantiles, gritaban su nombre y le saludaban con la
mano, y los mayores le pedían que jugara con ellos en su equipo. En el colegio se lo pasaba
muy bien… a pesar de la media hora del recreo. No era ni muy listo ni muy torpe, ni muy
guapo ni muy feo, ni muy fuerte ni muy débil…, él simplemente se consideraba un niño más
del colegio; aunque a todos les cayera bien, incluso a los propios maestro y maestras.
Porque, aunque no tenías unas notas excelentes, hacía sus tareas, se esforzaba y además
ayudaba en lo que podía a sus compañeros, además nunca se metía en líos ni peleas y
cuando venía una, siempre hacia de mediador e intentaba que se arreglaran.
Algunas veces, en la media hora de recreo se refugiaba en la tienda escolar y ayudaba a la
encargada a vender productos. En más de una ocasión observó que algunos estudiantes
solicitaban crédito y, pasado el tiempo, ya no pagaban los productos consumidos. Otras
veces observó cuando los colaboradores de la señora de la tienda se quedaban con el vuelto
que debían dar a los niños pequeños y no reportaban tal situación. Le gustaba mucho el
deporte, sobre todo el fútbol y el baloncesto… a pesar de la media hora del recreo.
Y seguramente, a estas alturas del relato se estarán preguntando qué pasaba con Luis en
la media hora del recreo. Pues lo que ocurría era que, en el recreo, había un compañero que
lo estaba esperando para darle una paliza, por lo que tenía que salir corriendo y esconderse
entre el resto de los niños y niñas o refugiarse en la tienda escolar para que no lo atrapara.
Así estuvo un día tras otro, una semana tras otra… hasta que un día, ya cansado y sin
fuerzas para seguir escondiéndose, Luis se paró y le dijo a su perseguidor.
—¿Puedo hacerte tres preguntas?
—No suelo dar ese gusto a mis enemigos, pero como te voy a machacar… puedes
preguntar. Respondió su perseguidor.
—¿Nos conocemos de algo?, preguntó Luis.
—No, respondió el niño.
—¿Te hice yo algún mal?, volvió a preguntar Luis.
—No, le volvió a responder el niño.
—Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?, preguntó finalmente Luis.
—¡Porque no soporto ver que en el colegio seas más popular que yo!

Preguntas para analizar el problema


 ¿Cuáles acciones son correctas? ¿Por qué?
Aquí va la respuesta.

 ¿Cuál pudo haber sido el sentimiento de Luis? ¿Por qué?


Aquí va la respuesta.

 ¿Quién actuó bien en la situación planteada? ¿Cuáles pudieron ser las


motivaciones para actuar de esa manera?
Aquí va la respuesta.

 ¿Las diferencias se arreglan a golpes?


Aquí va la respuesta.

 ¿Te sientes bien cuando estás formado y te empujan o se meten en la fila para
comprar antes que tú?
Aquí va la respuesta.

 ¿Es correctos que los que venden en la tienda no den bien el cambio?
Aquí va la respuesta.

 Has prestado dinero ¿Es agradable cuando no te quieren pagar, aunque tengan?
¿Tú pagas cuando pides?
Aquí va la respuesta.
 ¿Cómo te sientes si alguien te amenaza con golpearte si no hacer lo que te dice?
¿Qué haces?
Aquí va la respuesta.

 ¿Creen que en la lectura se manifiestan problemas? ¿Cuáles?


Aquí va la respuesta.

 ¿Habrá alguna forma de resolverlos?


Aquí va la respuesta.

Conclusión
Aquí van las soluciones que le pueden dar al problema, así como algo nuevo como ejemplos o
aplicaciones prácticas.
Cuadro sinóptico

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