Vous êtes sur la page 1sur 14

(José Julián Martí Pérez; La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano, destacado precursor

del
Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la independencia de su país. Nacido en el seno de una
familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal
que dirigía el poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse
personalmente a su educación.

José Martí

El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez
Años y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después
una revista, La Patria Libre, que contenía su poema dramático Abdala.

A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas; realizó
trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto. Deportado a España, en este país publicó su
primera obra de importancia, el drama La adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y
letras por la Universidad de Zaragoza.

Durante sus años en España surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política colonial. En su obra La
República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los
errores cometidos en Cuba. Tras viajar durante tres años por Europa y América, José Martí acabó por instalarse en México.

Allí se casó con la cubana Carmen Sayes Bazán y, poco después, gracias a la paz de Zanjón, que daba por concluida la Guerra de
los Diez Años (1868-1878), se trasladó a Cuba. Deportado de nuevo por las autoridades cubanas, temerosas ante su pasado
revolucionario, se afincó en Nueva York y se dedicó por completo a la actividad política y literaria.

Desde su residencia en el exilio, José Martí se afanó en la organización de un nuevo proceso revolucionario en Cuba, y en 1892
fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria. Se convirtió entonces en el máximo adalid de la lucha por la
independencia de su país.

Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, logró poner en marcha un proceso de
independencia. Pese al embargo de sus barcos por parte de las autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un
pequeño contingente hacia Cuba. Fue abatido por las tropas realistas cuando contaba cuarenta y dos años. Martí es, junto a
Simón Bolívar y José de San Martín, uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.

La poesía de José Martí


Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más
destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como poeta
se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente); Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un
adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos (1891), un poemario
decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.

Escritos en su mayor parte en 1882, los poemas de Versos libres no vieron la luz hasta su publicación póstuma en 1913, muchos
años después de su muerte. El propio Martí calificó esos versos de "endecasílabos hirsutos, nacidos de grandes miedos, o de
grandes esperanzas, o de indómito amor de libertad, o de amor doloroso a la hermosura".

El tono fuerte y áspero de este volumen, por el que Martí proclamaba su propia preferencia, impresionó vivamente a Miguel de
Unamuno, cuyos juicios serían el punto de partida de la valoración de la obra. Su fuerza vibratoria, tanto formal como en los
contenidos, se hace evidente en composiciones como "Poética", "Mi poesía" o Cuentan que antaño", en las que se sirvió de un
lenguaje vigoroso y oscuro, por momentos incluso pasional.

La poesía de José Martí se funda en una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y
falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Los poemas de Ismaelillo (1882), libro dedicado a su hijo, son un ejemplo de
ello: la debilidad y la inocencia del niño son su fuerza.

En Versos sencillos (1891), José Martí expresa el sentimiento que le despierta la alegría de la naturaleza y el mal de la civilización.
El sufrimiento y el temor al paso del tiempo también fueron elementos frecuentes en su lírica, donde se advierte un
acercamiento al romanticismo que muchos críticos han considerado superior al de otros de sus contemporáneos. En A mis
hermanos muertos el 27 de noviembre (1872), publicado durante su destierro en España, Martí dedica sus versos a los
estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha.

Obra en prosa

Su única novela, Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por
entregas en el diario El Latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885; aunque en su argumento predomina el tema
amoroso, en esta obra de final trágico también aparecen elementos sociales. Entre sus obras dramáticas destacan Abdala (1869),
drama simbólico en un acto y en octosílabos, La Adúltera (1873) y Amor con amor se paga (1875), también en verso y estrenado
en México.

La prosa de Martí se vio influida por la obra del norteamericano Ralph Waldo Emerson, para quien la palabra debía ser tan
elocuente como poética e intensa dentro de un discurso sencillo y conciso. Era consciente, como acaso sólo lo fueron los
modernistas inmediatamente posteriores a él, de todas las posibilidades del lenguaje, y consideraba que sus recursos estaban
íntimamente ligados a las cualidades humanas del pueblo, que en última instancia era quien los inventaba.

Tanto la prosa como la poesía de Martí resultan inseparables de su biografía; él mismo declaró que eran parte indiscutible de su
máxima preocupación, que no era otra que la política. Personalidad optimista, sus opiniones sobre el hombre, la poesía o la
sociedad son aspectos que aparecen en sus obras al servicio de unas concepciones que tenían siempre al ser humano como
centro. A largo plazo su objetivo era la mejora de la humanidad, pero a corto plazo lo era la liberación de Cuba, a la que dedicó
todos sus esfuerzos.

Por ello, su producción en prosa fue en su mayor parte funcional, como sus ensayos sobre Bolívar, San Martín o el general Páez,
en relación a los héroes del pasado, y sobre el general Gómez, Walt Whitman o Emerson entre los contemporáneos; en tales
textos, que constituyeron lo mejor de su prosa, exaltó las cualidades de personajes que admiraba. Dentro de la primera edición
de sus obras completas, el volumen titulado Norteamericanos reunió póstumamente sus estudios sobre figuras del norte; otros
dos volúmenes, bajo el título Nuestra América, contienen los trabajos de Martí consagrados a estudiar aspectos de la vida, la
cultura y la historia de la América hispana. En ellos expresó su mensaje americanista y resumió su precursora teoría de la
debilidad de las naciones hispánicas, en las que existía un enorme abismo entre las clases dirigentes e intelectuales y el pueblo.

Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El
presidio político en Cuba (1871), reflejo de gran fuerza lírica de su condena a trabajos forzados en el que denuncia las penurias
que sufrían los independentistas. Cabe destacar también La República Española ante la Revolución Cubana (1873) y Cuba y los
Estados Unidos (1889), refutación de los ataques de la prensa norteamericana a los patriotas cubanos, así como El Manifiesto de
Montecristi o su Diario de campaña.

También fundó una revista para niños, La Edad de Oro (1889), publicada en Nueva York y en la que aparecieron los cuentos Bebé
y el señor Don Pomposo, Nené traviesa y La muñeca negra. Íntegramente redactada por Martí, esta publicación muestra una
serie de aspectos de su personalidad y constituye también una demostración de cómo supo anticiparse a muchas conquistas de
la pedagogía moderna: una vez más, puso de relieve en esos escritos su preocupación por las normas de justicia y dignidad
humanas, que debían cultivarse en el niño desde su más tierna edad.

José Martí colaboró a lo largo de su vida en innumerables publicaciones de distintos países, como La Revista Venezolana, La
Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México. Sus Obras completas (que en la
edición de 1963-1965 constan de veinticinco volúmenes) incluyen asimismo un nutrido epistolario (sus cartas, también
reveladoras de su singular personalidad, han merecido excepcionales comentarios) y numerosos discursos, muchos de ellos
dedicados a enardecer el sentimiento patriótico de los cubanos que radicaban como él en la emigración, llamándolos al esfuerzo
común gracias al cual se lograría la independencia de la patria.

Nació en Montevideo el 15 de julio de 1871 y falleció en Palermo (Sicilia) el 1º de mayo de 1917. La estatura de su prosa
y la dimensión de su talento quedaron nítidamente establecidas ya en 1900, con la publicación de Ariel, el cual tuvo una
resonancia amplísima en todo el ámbito de habla española. Anteriormente había publicado La Vida Nueva (1897) y el estudio
critico sobre Rubén Darío (1899). Reconocido, pues, tempranamente, alternando su labor de escritor con las actividades políticas
(fundador del “Club Libertad”, que pugna por la unificación del Partido Colorado Representante por Montevideo en la XXI
Legislatura, electo para la XXIII Legislatura y vuelto a elegir para la legislatura siguiente) José Enrique Rodó se convirtió en uno de
los principales integrantes de la generación del 900.

Comparte con Vaz Ferreira el magisterio ideológico, la prédica incesante, el afán por dirigirse a la juventud y hacer de
ésta la palanca de renovación de una sociedad que necesitaba el cambio y de un espíritu al que se debía sostener, levantar y
engrandecer. Pero a diferencia del autor de Lógica viva, el medio del que se vale su expresión es una prosa cuidada, a veces
rotunda, a veces llena de matices y de sabias modulaciones. Heredando del modernismo la pasión de la forma, no confundió sin
embargo estilo con “fermosa cobertura”. Para Rodó el estilo es una forma de ser (tal vez del ser) en la que se identifican la
verdad y la belleza. “Era el que escribía mejor”, señaló Alfonso Reyes en 1917, “y era el más bueno”. El propio Rodó dijo: “Decir
las cosas bien, (...) ¿no es una forma de ser bueno?...” El desarrollo de la prosa hispanoamericana tiene en él un hito relevante.
“Color”, “resalte”, “melodía”: tales características, que Rodó manifestó expresamente como autoimposiciones de su ideal
artístico, corren desde entonces en la sangre de nuestra prosa. Tratarla después de Rodó es -reflexiva o irreflexivamente- contar
con ellas y hacérsenos carne la realidad y densidad del idioma. Crítico, pensador, periodista, educador, político, Rodó es el
ensayista (obviamente, nuestro mejor ensayista). Cuantos ataques se han llevado, o quieran llevarse aún, contra su arielismo, su
esteticismo, su pretensa evasión o su desdén hacia los problemas reales que fundamentan las crisis de una sociedad, resultan
improcedentes. Un alma tensa, una pudorosa angustia, una desazón creciente ante lo que significa escribir en estas latitudes,
muestran en sus últimas páginas a un escritor cuya palabra resuena con fuerza en nuestros días y cuya capacidad emotiva y
suscitadora se orienta hacia el futuro.

Obras: La Vida Nueva: “El que vendrá” (1896-97), “La novela nueva” (1897), “Rubén Darío” (1899); Ariel
(1900); Liberalismo y jacobinismo (1906); Motivos de Proteo (1909); El mirador de Próspero (1913); El camino de Paros
(Barcelona, 1918); Epistolario (París, 1921); Hombres de América (Barcelona, 1920); Nuevos Motivos de Proteo (Barcelona,
1927); Últimos Motivos de Proteo (Montevideo, 1932).
Beatriz Sarlo nació en Buenos Aires en 1942.
Es profesora de Literatura Argentina en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Dictó cursos en las
universidades de Columbia, Berkeley, Maryland y Minnesota, fue fellow del Wilson Center en Washington y `Simón Bolívar
Professor of Latin American Studies` en la Universidad de Cambridge.
Ha trabajado sobre literatura popular sentimental, historia del periodismo y de los medios de comunicación, cine y cultura de
masas en relación con la producción artística, y el papel de los intelectuales. Ha escrito sobre Sarmiento, Echeverría, Arlt, Borges,
Saer y Cortazar.
Colabora habitualmente en los diarios Página/12 y Clarín y dirige, desde 1978, la revista Punto de Vista.

OBRAS DE ESTE AUTOR


Arlt Ciudad Real Ciudad Imaginaria Ciudad Reformada
Borges Un Escritor En Las Orillas
ciudad real, ciudad imaginaria, ciudad ref
El saber del cuerpo
Escritos Sobre Literatura Argentina
Guerra Y Conspiracion De Los Saberes
La batalla de las ideas
La Maquina Cultural
Quiroga Y La Hipotesis Tecnico Cientifica
Una Modernidad Periferica

Los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su
contenido y estructura. La retórica clásica los ha clasificado en tres grupos importantes: épico o narrativo, lírico y dramático, a
los que se añade con frecuencia el género didáctico, convirtiéndose en un punto de referencia para el análisis de la literatura. 1
Así mismo, y desde el punto de vista del autor, los géneros literarios son modelos de estructuración formal y temática que le
permiten establecer un esquema previo a la creación de su obra.

La clasificación de las obras literarias en géneros y subgéneros se atiene a criterios semánticos, sintácticos, fonológicos,
discursivos, formales, contextuales, situacionales y afines. En la historia, ha habido varias clasificaciones de los géneros literarios,
por lo que no se puede determinar una categorización de todas las obras siguiendo un criterio común.

Géneros

La clasificación de los géneros literarios se inicia con Aristóteles, quien en su obra La Poética distingue los siguientes:
 El género épico, actualmente asimilado al género narrativo. En su origen fue un género literario en el que el autor presentaba
hechos legendarios, generalmente haciéndolos pasar por verdaderos o basados en la verdad. Su forma de expresión habitual es
la narración, aunque pueden entremezclarse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino
contada oralmente por los rapsodas.

 El género lírico, en el que el autor transmite sentimientos, emociones o sensaciones respecto a una persona u objeto de
inspiración. La expresión habitual del género lírico es el poema. Aunque los textos líricos suelen utilizar como forma de expresión
el verso, hay también textos líricos en prosa (prosa poética).

 El género dramático, fundamentalmente ligado al teatro.

Cada uno de ellos vendría definido por un modo de expresión y un estilo propio que debía adecuarse a su finalidad estética.
Cualquiera de estos géneros puede expresarse en verso o en prosa.

En la civilización romana fue el poeta Horacio quien recogió las teorías griegas referentes a la creación literaria, en su Epístola a
los pisones, también conocida como Arte poética.

Subgéneros

Los cuatro grandes géneros literarios bajo la visión moderna (narrativa, lírica, dramática y didáctica) comprenden cada uno de
ellos una variedad de subgéneros, en algunos textos definidos como «formas literarias». Fundamentalmente son:

Subgéneros narrativos:

 La épica: referida a las hazañas de uno o más héroes y las luchas reales o imaginarias en las que han participado. Su forma de
expresión tradicional ha sido el verso, bajo la forma de poemas épicos cuya finalidad última es la exaltación o engrandecimiento
de un pueblo.

 La epopeya: en una edad antigua de carácter mítico. Sus personajes son dioses y seres mitológicos. Entre las epopeyas más
importantes se encuentran la Ilíada y la Odisea.

 El cantar de gesta: cuenta hazañas realizadas por los caballeros de la Edad Media. Generalmente son leyendas heroicas de un
pueblo, como el Cantar de los nibelungos y el Cantar de mio Cid.

 El cuento: una narración breve basada o no en hechos reales, inspirada o no en anteriores escritos o leyendas, cuya trama es
protagonizada por un grupo reducido de personajes, y que tiene un argumento relativamente sencillo.

 La novela: una obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer
estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, así como de caracteres, pasiones y
costumbres. Es la forma literaria más practicada en la actualidad. Existe una gran diversidad de tipos o géneros de novelas.
Según el teórico Michael Bajtín, la novela es el género que representa un mayor grado de complejidad en la construcción de sus
ideas. 2

 La fábula: composición literaria breve en la que los personajes casi siempre son animales que presentan características humanas
como el hablar. Estas historias incluyen una enseñanza o moraleja de carácter instructivo que suele figurar al final del texto, por
lo que se considera que poseen un carácter mixto narrativo y didáctico.

Subgéneros líricos antiguos:

 La lírica coral de la Grecia clásica (Oda, himno, anacreóntica, epitalamio, peán).


 Canción: Un poema admirativo que expresa una emoción o sentimiento.
 Himno: Una canción muy exaltada (religiosa, nacional o patriótica).
 Oda: Un poema reflexivo y meditativo que tiende a exaltar y elogiar un tema o asunto.
 Elegía: Un poema meditativo y melancólico.
 Égloga: Un poema bucólico.
 Sátira: Un poema mordaz.
 Epigrama: poema mordaz, conciso, generalmente escrito en verso.
 Romance: poema narrativo característico de la tradición oral compuesto usando la combinación métrica homónima.

Subgéneros líricos modernos y contemporáneos:

 Soneto: Composición poética formada por catorce versos de arte mayor, generalmente endecasílabos, y rima consonante, que
se distribuyen en dos cuartetos y dos tercetos. "el soneto castellano es de influencia italiana y se empieza a ensayar en el siglo
XV".
 Madrigal: Poema lírico breve, generalmente amoroso, que expresa un cumplido elogioso dirigido a una dama, y en el que se
combinan versos de 11 y 7 sílabas. Composición musical renacentista escrita para varias voces, con o sin acompañamiento de
instrumentos, de tema profano, generalmente amoroso, y cuya letra solía ser un poema culto.

Subgéneros dramáticos:

Son las distintas variedades del drama u obra de teatro, constituida por diálogos entre personajes y con un cierto orden. 3 4

 La tragedia, en la que los personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable contra el
destino o los dioses.
 La comedia, una obra que presenta una mayoría de escenas y situaciones humorísticas o festivas.
 El melodrama, en la que los aspectos sentimentales, patéticos o lacrimógenos de la obra se exageran con la intención de
provocar emociones en el público.
 La tragicomedia, en la que se mezclan los elementos trágicos y cómicos, aunque también hay lugar para el sarcasmo y la parodia.
 La farsa, cuya estructura y trama están basadas en situaciones en que los personajes se comportan de manera extravagante y
extraña, aunque por lo general manteniendo una cuota de credibilidad.

Subgéneros didácticos:

Actualmente también se consideran formas literarias aquellas que son didácticas como:

 El ensayo.
 La biografía.
 La crónica.
 La oratoria: discurso forense, festivo, político; pregón, arenga, exaltación...
 La epístola o carta.
 El tratado científico o filosófico.
 La fábula, con carácter mixto entre narrativo y didáctico.
 La novela didáctica.
 El poema didáctico extenso, como Phainomena del griego Arato, o De rerum natura de Lucrecio, las Geórgicas de Virgilio y el
Astronómicon de Manilio, todos romanos, o el Ensayo sobre el hombre del inglés Alexander Pope.

Géneros literarios contemporáneos

En la actualidad es difícil hablar de género, especialmente con respecto a la producción de obras después del modernismo,
debido a que no existen características formales para determinar qué obras pertenecen a determinado género. Por ejemplo, la
novela, tras una cierta evolución a finales del siglo XIX que culmina en Gustave Flaubert, se ha convertido en el siglo XX y
comienzos del XXI en la forma literaria por excelencia, a la que se acogen más propuestas diferentes de escritura. El término
novela sirve ahora de nombre a un corpus de obras de cierta extensión, en las que se pueden alojar varios discursos y en las que
no es necesaria ni la unidad ni la coherencia en la acción fijadas por el canon aristotélico. Entre estas obras, son frecuentes las
que hacen uso de la polifonía, presentando distintas voces narrativas, y las que tratan distintas temáticas u ofrecen distintos
bloques argumentales en la misma obra. Desde luego, ya no existe un elemento formal común que las agrupe.
Los padres de Charles Spencer Chaplin eran cantantes y actores de variedades de origen judío que, en su momento, alcanzaron
un razonable éxito. Especialmente la madre, Hannah Hili, hija de un zapatero, menuda, graciosa y con una agradable voz. El niño
nació a las ocho de la tarde del 16 de abril de 1889 en la calle londinense de East Lane, Walworth. No era un buen momento para
la familia. El padre, Charles, había abandonado el hogar en pos de su afición alcohólica, y Hannah se vio obligada a mantener por
sí sola a sus hijos Sydney y Charles. Estaba en la cumbre de su carrera artística con el pseudónimo de Lily Harvey, pero
comenzaba a fallarle la voz. En 1894, durante una función en Aldershot, su gorjeo se quebró en medio de una canción. El
empresario envió a escena al pequeño Charles, de cinco años, que imitó la voz de Lily incluyendo el desfallecimiento final, para
gran diversión del público. Ése fue su debut artístico.

El fracaso y la falta de dinero trastornaron la salud mental de Hanna Hill, que comenzó a dar muestras de extravío. Ella y los
niños pasaron a vivir en el asilo de la calle Lambeth. Sydney y Charlie asistieron un tiempo a la escuela para niños pobres de
Hanwell, sufriendo su severa disciplina y las burlas de los niños más afortunados. En 1896 el estado de Hannah obligó a recluirla
en un sanatorio frenopático. Al año siguiente, Charlie se unió a los Eight Lancashire Lads (Los ocho muchachos de Lancashire), un
grupo de actores juveniles aficionados que hacían giras por los pueblos. Más tarde formó parte de otras compañías ambulantes,
ya profesionales aunque muy modestas. En 1898 murió el padre, mientras Charlie Chaplin era ya un experto actor infantil. En
1901, con doce años, representó el rol de protagonista en Jim, the Romance of a Cockney, y cuatro años más tarde realizó una
gira con The Painful Predicament of Sherlock Holmes. El año 1906 fue afortunado para el joven cómico. Se inició con un contrato
en el Casey Court Circus como una de las primeras atracciones, y finalizó con otro contrato para la célebre compañía de
pantomimas de Fred Karno, en la que también actuaba Stan Laurel.

Los comienzos en Hollywood

A los diecinueve años Charlie vivió el primero de sus numerosos e intensos romances, al enamorarse perdidamente de la joven
actriz Hetty Kelly. Con Fred Karno el futuro Charlot había perfeccionado y diversificado sus notables recursos mímicos, y el
director lo incluyó en la troupe que realizaba una gira a París en 1909 y al año siguiente otra de seis meses por Estados Unidos.
Fue la época en que Mack Sennett obtuvo un gran éxito con sus filmes cortos de bañistas y policías, basados en corridas,
gesticulaciones exageradas, palos y peleas con tartas de crema. Sennett adivinaba las posibilidades cinematográficas de la
mímica más refinada y compleja de Chaplin, y cuando éste realizó su segunda gira en 1912 lo convenció para que se incorporase
a su productora, la Keystone.

Chaplin en A Night in the Show (Charlot en el teatro)

Charlie Chaplin llegó a Hollywood en la primavera de 1913, y comenzó a trabajar en noviembre. El 2 de febrero de 1914 se
estrenaba su primera película, Making a Living (Ganándose la vida, también conocida como Charlot periodista). En ese mismo
año rodó 35 films de un rollo (cortos de entre doce y dieciséis minutos de duración), escritos y dirigidos por Sennett, el propio
Charles u otros directores. Todavía sus caracterizaciones eran sólo esbozos del vagabundo ingenuo y sentimental que le daría
fama en todo el mundo, pero como Chaplin interpretaba en cada uno un oficio o situación distinta, se los bautizaría luego como
Charlot bailarín, Charlot camarero, Charlot de conquista, Charlot ladrón elegante, etc. El éxito fue arrollador, y en 1915 la
productora Essanay le robó a Sennett su estrella por un contrato de 1.500 dólares a la semana. Cifra fabulosa para un cómico de
cine mudo, que en Keystone venía cobrando diez veces menos.

Con la Essanay, Chaplin pasó a escribir y dirigir los catorce films que rodó ese año. Tenían ya una duración de dos rollos, una
trama más complicada que introducía toques románticos y melancólicos en la receta humorística, y un guión meticulosamente
estructurado y ensayado. Chaplin era el protagonista absoluto (en alguno en rol femenino), y en la mayoría de ellos su partenaire
era Edna Purviance. Cabe recordar A Night in the Show, The Champion, The Night Out y sobre todo The Tramp (El vagabundo),
en la que redondeaba el personaje que luego se conocería como Charlot. Él mismo contaría después que fue escogiendo casi al
azar -como lo haría un vagabundo real- el sombrero, el bastón, los anchos pantalones, la chaqueta estrecha y los zapatones. El
resultado fue el atuendo más famoso y perdurable en la historia del cine.

La celebridad de Chaplin y su personaje era ya universal (el nombre de Charlot se lo daría en 1915 el distribuidor de sus filmes en
Francia), y el exitoso mimo cambió nuevamente de productora en 1916. Con la Mutual realizaría doce películas en dos años,
entre ellas The Pawnshop (El prestamista), Easy Street (La calle de la paz) y especialmente The Immigrant (El inmigrante), las tres
con Edna Purviance. A principios de 1918 la First National contrató a Charlie Chaplin por la cifra récord de un millón de dólares
anuales. Fue también el año de la primera de sus bodas con jovencitas casi adolescentes. Su matrimonio con la actriz secundaria
de diecinueve años Mildred Harris, celebrado el 23 de octubre, duraría hasta 1920 y el divorcio le costó a Charles 200.000 de sus
preciosos dólares.

También en 1918 realizó una gira para vender bonos de guerra junto a otras dos superestrellas de la época: Mary Pickford
(llamada «La novia de América») y el galán acrobático Douglas Fairbanks. Con la First National filmó doce películas entre ese año
y 1922, algunas tan clásicas en su filmografía como A Dog Life (Vida de perro) y Shoulder Arms (Armas al hombro). Y también la
que se considera su primera obra maestra, en la que cinceló su estilo tragicómico, crítico y sutilmente conmovedor: The Kid (El
chico), con Jackie Coogan, la infaltable Purviance y seis rollos de duración. En 1921 regresó por primera vez a Europa para el
estreno de esa película y recibió una recepción multitudinaria, al tiempo que la severa crítica europea lo consagró como un genio
del cine.

Ya en 1919 Chaplin, Pickford y Fairbanks, junto al director David W. Griffith (sin duda otro genio del cine) habían constituido la
productora independiente United Artists, pero Chaplin no trabajó para ésta hasta no acabar su contrato con la First National. En
1923, con productora propia, sólida fortuna personal y una suntuosa mansión en Beverly Hills, se sintió al fin con las manos
libres para desarrollar sin ataduras su creatividad. Ese año dirigió, sin actuar, la excelente A Woman of Paris, con su admirada
Edna y Adolphe Menjou. El multifacético creador tenía ya treinta y cinco años, y el 24 de noviembre de 1924 contrajo
matrimonio en México con la jovencísima actriz Lolita McMurray (o Lita Grey), de sólo dieciséis años. La unión duró hasta 1927 y
Chaplin obtuvo de ella sus dos primeros hijos (Charles Spencer y Sydney Earle) y pagó un millón de dólares al divorciarse de su
Lolita.

En esa época inició la gran trilogía final del personaje de Charlot, rodando en 1925 The Gold Rush (La quimera del oro), de la que
en 1942 realizó una versión sonora narrada por su voz y con música propia. Ya en 1927 se estrenó la primera película sonora, El
cantor de jazz, con Al Jolson, pero Chaplin seguía fiel al cine mudo cuando en 1928 realizó The circus (El circo), película que él
mismo consideraba menos lograda que las que integraban la trilogía, pese a ser un magnífico filme cómico. Por esta película
recibió su primer Oscar de la Academia en 1929. Dos años más tarde estrenó City Lights (Luces de la ciudad), paradigma de la
ternura y la desolación de su alter ego cinematográfico, con inclusión de escenas sonoras y música de Chaplin.

En 1932 realizó un nuevo y extenso viaje a Europa, donde en una recepción conoció a la actriz francesa Paulette Goddard.
Ambos prosiguieron juntos el itinerario de lo que llegó a ser una gira mundial, y al año siguiente Paulette sería su pareja en el
último film de la trilogía: Modern Times (Tiempos modernos), una ácida parábola sobre el maquinismo industrial y las miserias
del capitalismo.

Al desatarse la guerra y la invasión alemana sobre Europa, Chaplin filmó, en 1940, The Great Dictator (El gran dictador), una
divertida y feroz parodia del nazi-fascismo, en la que el actor se desdoblaba en un Charlot transformado en peluquero judío y un
Hitler mitómano y paranoico que anunciaba la disposición de Chaplin a encarnar nuevos roles, sin bombín ni zapatones. Lo
acompañaba la Goddard, cuyo personaje llevaba el nombre de la madre de Charles (Hannah), fallecida en 1928. Chaplin y
Paulette se distanciaron en 1941 y poco después el cineasta se vio envuelto en un proceso por la paternidad de la hija de la actriz
Joan Barry, llamada Carol Ann. Condenado en abril de 1942 por violación de la Ley Mann, debió hacerse cargo de la manutención
de la niña. El escándalo no le impidió casarse a sus cincuenta y cuatro años, con la hija del insigne dramaturgo Eugene O'Neill,
una hermosa joven de dieciocho años llamada Oona, que permanecería a su lado el resto de su vida.

El patriarca de Vevey

Tras rodar Monsieur Verdoux en 1947, Charles Chaplin cayó bajo la ola del maccarthismo que tenía como blanco a intelectuales
y artistas de Hollywood. La crítica social que rezumaba su obra, sumada probablemente a su origen judío y al hecho de ser
extranjero (nunca se nacionalizó), lo llevaron a comparecer en 1949 ante el inquisicional Comité de Actividades
Antinorteamericanas. Al año siguiente, mientras él y su familia viajaban por Europa, se ordenó a las autoridades de inmigración
que lo retuvieran a su regreso. Chaplin decidió no volver jamás y se instaló en una lujosa residencia en Corsier-sur-Vevey, en la
plácida ribera del lago suizo de Léman, frente a Ginebra. Oona se encargó de liquidar sus asuntos económicos y profesionales en
Estados Unidos.

Inglaterra ofreció a su hijo pródigo un sitio para continuar su trabajo. En 1952 rodó en Londres Limelight (Candilejas), magnífica y
sentimental rememoración de sus días de cómico ambulante, y dos años más tarde recibió el Premio Internacional de la Paz. Su
resentimiento contra Estados Unidos se reflejó en A King in New York (Un rey en Nueva York), filme de 1957 cuyos altibajos no
ocultan el corrosivo humor chapliniano. El gran cineasta era ya un anciano patriarcal y vitalista que comenzaba a escribir sus
memorias en 1959. A los setenta y ocho años fue padre de su octavo hijo con Oona, Christopher, nacido en 1962, y en 1964 se
publicó en Londres su autobiografía, Historia de mi vida.

Ya octogenario, Chaplin tenía todavía ánimo y energías para escribir y rodar una última película, A Countess from Hong Kong (La
condesa de Hong Kong, 1966). Pese a contar con dos protagonistas de lujo como Sofía Loren y Marlon Brando, y al propio
director en el rol menor de un camarero, el filme no tuvo éxito y quizá no lo merecía. La mano maestra de Chaplin conservaba
cierta elegancia, pero el tema era trivial y el estilo claramente anacrónico. El anciano creador debió de advertirlo, porque no
volvió a insistir.

Charles Chaplin vivió todavía una década en su refugio de Vevey, rodeado de sus hijos y acompañado por la leal Oona. En 1972
aceptó un breve retorno triunfal a Hollywood, para recibir un Oscar por la totalidad de su obra. En 1976 Richard Patterson rodó
The Gentleman Tramp (El vagabundo caballero), inspirada en su autobiografía, que incluía escenas familiares en Vevey filmadas
por el director de la fotografía, el español Néstor Almendros. Otro español, el cineasta Carlos Saura, se casó con Geraldine, la hija
de Oona más consecuente con el oficio de su padre. Éste murió a los ochenta y ocho años, el día de Navidad de 1977. Dejaba un
total de 79 películas filmadas en más de cincuenta años de actividad como actor y director. En la casi totalidad de ellas fue
también autor del guión, y del diálogo y la música en las sonoras. Además de las ya mencionadas, cabe agregar Carmen (1916),
según la novela de Merimée; The Vagabond (El vagabundo), 1916; A Day's Pleasure (Un día de juerga), 1919; Pay Day (Día de
paga), 1922, y The Pilgrim (El peregrino), 1923, entre las más apreciadas por la crítica y celebradas por el público.

(Burbank, California, 1958) Director y productor de cine estadounidense. Destacado artífice tanto de la animación como de las
películas con actores reales, lo más característico de su filmografía sobresale por una excelente factura visual puesta al servicio
de historias fantásticas y góticas, no exentas a veces de un humor ácido y protagonizadas con frecuencia por seres marginados o
incomprendidos.
Tim Burton

Desde su época de estudiante en su ciudad natal mostró un gran talento para el dibujo, lo que le llevó a matricularse en el
California Institute of Arts, donde completó su formación artística. Presentó sus trabajos en los estudios Walt Disney, que serían
su lugar de creación durante años. Formó parte del equipo de animadores de la compañía y participó, de ese modo, en la
realización de largometrajes como Tod y Toby y Taron y el caldero mágico.

Aprovechando su buena relación con los ejecutivos de la productora, logró realizar con su financiación dos cortometrajes,
Vincent (1982) y Frankenweenie (1984), que mostraron ya las características fundamentales de su cine: estética expresionista,
nostalgia por los personajes del cine clásico de terror y movimientos de cámara muy similares a los empleados en el dibujo
animado. Respondiendo a una llamada a diversos directores para realizar una serie de adaptaciones televisivas de cuentos
clásicos, Burton dirigió Aladino y la lámpara maravillosa (1985) y ese mismo año colaboró con la productora NBC para rodar uno
de los episodios de la teleserie Alfred Hitchcock presenta, concretamente el titulado El tarro, cuyo argumento se basa en un
cuento de Ray Bradbury. Muchos años después participaría en una serie semejante producida por Steven Spielberg, Cuentos
asombrosos, que incluyó un capítulo de animación dirigido por Burton, Family dog (1993).

Una estrella de la televisión, Pee-Wee Herman, fue el protagonista de su primer largometraje, La gran aventura de Pee-Wee
(1985) durante cuyo rodaje trabajó con el músico que participaría en la mayoría de sus siguientes filmes, Danny Elfman. En
Bitelchús (1988), su siguiente película, introduce al espectador en un mundo disparatado, lleno de imaginación, que fue bien
recibido por el público. Parecida originalidad demostró en su adaptación a la gran pantalla de un clásico del cómic, Batman
(1989), primera gran producción en la que participó y que, gracias a su buen resultado en taquilla, consolidó la posición de
Burton dentro de la industria de Hollywood. Por la misma época se convirtió en productor ejecutivo de la adaptación televisiva
de Bitelchús, una serie de dibujos animados destinada al público infantil.

La secuela de Batman llevó por título Batman vuelve y llegó a las pantallas en 1992. Uno de los personajes más destacados de
esta película es Catwoman, una pérfida superheroína interpretada por Michelle Pfeiffer. Eduardo Manostijeras (1990),
protagonizada por Johnny Depp y Winina Ryder, y Pesadilla antes de Navidad (1994) fueron sus siguientes proyectos en los que,
dentro de la fantasía, se retratan personajes incomprendidos, que sólo a través de los sueños pueden ver realizadas sus
aspiraciones. El segundo de los títulos citados, dirigido por Henry Selick y escrito y producido por Burton, es además una valiosa
muestra de su cine de animación.

En 1995 rodó uno de sus proyectos más personales, Ed Wood, cuyo argumento gira en torno al peculiar cineasta del mismo
nombre, considerado uno de los peores directores de la historia del cine. En la película aparece como personaje el mítico actor
de terror Bela Lugosi, excelentemente interpretado por Martin Landau. El famoso intérprete de filmes de terror es, junto a
Vincent Price, uno de los actores más admirados por Burton, cuyo universo personal debe mucho a las películas por ellos
protagonizadas.
Mars attacks! (1996), para muchos una obra maestra de humor ácido, no fue bien comprendida por el público estadounidense,
que rechazó la sátira excesiva de su sociedad que se presenta en el filme. Tras ésta, Burton rodó Sleepy Hollow (1999), una
claustrofóbica historia de terror con su actor fetiche, Johnny Depp, una inquietante Christina Ricci y un espectacular Cristopher
Walken en su papel de misterioso caballero cortacabezas.

Tras Sleepy Hollow, Burton llevó a la pantalla una secuela de El planeta de los simios protagonizada, entre otras, por su para
entonces compañera sentimental, Helena Bonham Carter. La película, considerada por muchos como fallida, supuso un cierto
descalabro para el director, aunque no fue ningún obstáculo para contratar de nuevo a una gran estrella, Ewan McGregor, para
protagonizar otra fantástica película titulada Big fish (2003), en la que la historia de la vida de un padre moribundo sirve de hilo
conductor para narrar la relación con su hijo y el mundo de fantasía creado para éste.

De nuevo con Johnny Depp, y acompañado también de Bonham Carter, estrenó en agosto de 2005 Charlie y la fábrica de
chocolate, un espectacular despliegue de magia visual con el que consiguió de nuevo aunar un gran éxito de taquilla con las
buenas críticas. Repitió protagonistas, aunque esta vez sólo con la voz, en su nueva película de animación, La novia cadáver
(2005), una hermosa fantasía macabra que también cosechó un enorme éxito de taquilla.

(Seudónimo de Neftalí Ricardo Reyes Basoalto; Parral, Chile, 1904 - Santiago de Chile, 1973) Poeta chileno, premio Nobel de
Literatura en 1971 y una de las máximas figuras de la lírica hispanoamericana del siglo XX. A la juventud de Neruda pertenece el
que es acaso el libro más leído de la historia de la poesía: de Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924), escrito a
los veinte años, se habían editado dos millones de ejemplares a la muerte de su autor.

Pablo Neruda

Del amor apasionado y cálidamente humano de los Veinte poemas, con resabios modernistas pero plenamente original en sus
brillantes imágenes, pasaría Neruda a expresar con la fuerza de un surrealismo personal el sinsentido del hombre y del cosmos
en Residencia en la tierra (1933-1935), para construir una nueva fe desde el compromiso político en la épica del Canto general
(1950) e inclinarse finalmente por la sencillez temática y expresiva de las Odas elementales (1954-1957). Siempre receptivo a las
innovaciones estéticas, su copiosísima producción, que incluye multitud de libros además de los citados, reflejó las sucesivas
tendencias en el devenir de la lírica en lengua española y ejerció una fuerte influencia en poetas de todo signo.

Biografía

Nacido el 12 de julio de 1904 en Parral, en la región chilena de Maule, la madre del poeta murió sólo un mes más tarde de que
naciera él, momento en que su padre, un empleado ferroviario, se instaló en Temuco, donde el joven Pablo Neruda cursó sus
primeros estudios y conoció a Gabriela Mistral. Comenzó muy pronto a escribir poesía, y en 1921 publicó La canción de la fiesta,
su primer poema, con el seudónimo de Pablo Neruda (en homenaje al poeta checo Jan Neruda), nombre que mantuvo a partir
de entonces y que legalizaría en 1946.

También en Temuco comenzó a trabajar en un periódico, hasta que a los dieciséis años se trasladó a Santiago para cursar
estudios de profesor de francés. Allí se incorporó como redactor a la revista Claridad, en la que aparecieron poemas suyos. Tras
publicar algunos libros de poesía, en 1924 alcanzó fama internacional con Veinte poemas de amor y una canción desesperada,
obra que, junto con Tentativa del hombre infinito, distingue la primera etapa de su producción poética, señalada por la
transición del modernismo a formas vanguardistas influidas por el creacionismo de Vicente Huidobro.

Los problemas económicos indujeron a Pablo Neruda a emprender, en 1926, la carrera consular que lo llevó a residir en
Birmania, Ceilán, Java, Singapur y, entre 1934 y 1938, en España, donde se relacionó con Federico García Lorca, Vicente
Aleixandre, Gerardo Diego y otros componentes de la llamada Generación del 27, y fundó la revista Caballo Verde para la Poesía.
Desde su primer manifiesto tomó partido por una «poesía sin pureza» y próxima a la realidad inmediata, en consonancia con su
toma de conciencia social. En tal sentido, Neruda apoyó a los republicanos al estallar la guerra civil y escribió España en el
corazón (1937).

Previamente, sin embargo, sus poemas habían experimentado una transición hacia formas herméticas y hacia un tono más
sombrío al reflejar el paso del tiempo, el caos y la muerte en la realidad cotidiana, temas dominantes en otro de sus libros
imprescindibles, Residencia en la tierra, publicado en dos partes en 1933 y 1935 y que constituye el eje de su segunda etapa.
Imágenes originalísimas y audaces de raigambre surrealista expresan en esta obra una visión profundamente desolada del ser
humano, extraviado en un mundo caótico e incomprensible.

De regreso en Chile, en 1939 Neruda ingresó en el Partido Comunista y su obra experimentó un giro hacia la militancia política.
Esta tercera etapa, que tuvo su preludio en España en el corazón (1937), culminaría con la exaltación de los mitos americanos de
su Canto general (1950). En 1945 fue el primer poeta en ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Chile. Al mismo
tiempo, desde su escaño de senador utilizó su oratoria para denunciar los abusos y las desigualdades del sistema. Tal actitud
provocó la persecución gubernamental y su posterior exilio en Argentina.

De allí pasó a México, y más tarde viajó por la URSS, China y los países de la Europa del Este. Tras este viaje, durante el cual
Neruda escribió poemas laudatorios y propagandísticos y recibió el Premio Lenin de la Paz, volvió a Chile. A partir de entonces, la
poesía de Pablo Neruda inició una nueva etapa en la que la simplicidad formal se correspondió con una gran intensidad lírica y
un tono general de serenidad; el mismo título de una obra central de este periodo, Odas elementales (1954-1957), caracteriza
los versos de aquellos años. En 1956 se separó de su segunda esposa, Delia del Carril, para unirse a Matilde Urrutia, que
acompañaría al poeta hasta el final de sus días.

Su prestigio internacional fue reconocido en 1971, año en que se le concedió el premio Nobel de Literatura. El año anterior Pablo
Neruda había renunciado a la candidatura presidencial en favor de Salvador Allende, quien lo nombró poco después embajador
en París. Dos años más tarde, ya gravemente enfermo, regresó a Chile. Falleció en Santiago el 23 de septiembre de 1973,
profundamente afectado por el golpe de estado que, doce días antes, había derrocado a Salvador Allende. De publicación
póstuma es la autobiografía Confieso que he vivido.

(Pablo Ruiz Picasso; Málaga, 1881 - Moulins, Francia, 1973) Pintor español. La trascendencia de Picasso no se agota en la
fundación del cubismo, revolucionaria tendencia que rompió definitivamente con la representación tradicional al liquidar la
perspectiva y el punto de vista único. A lo largo de su dilatada trayectoria, Pablo Picasso exploró incesantemente nuevos
caminos e influyó en todas la facetas del arte del siglo XX, encarnando como ningún otro la inquietud y receptividad del artista
contemporáneo. Su total entrega a la labor creadora y su personalidad vitalista, por otra parte, nunca lo alejarían de los
problemas de su tiempo; una de sus obras maestras, el Guernica (1937), es la mejor ilustración de su condición de artista
comprometido.
Pablo Picasso

Hijo del también artista José Ruiz Blasco, en 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde el joven pintor se rodeó de un
grupo de artistas y literatos, entre los que cabe citar a los pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol, con quienes acostumbraba
reunirse en el bar Els Quatre Gats. Entre 1901 y 1904, Pablo Picasso alternó su residencia entre Madrid, Barcelona y París,
mientras su pintura entraba en la etapa denominada período azul, fuertemente influida por el simbolismo. En la primavera de
1904, Picasso decidió trasladarse definitivamente a París y establecerse en un estudio en las riberas del Sena.

En la capital francesa trabó amistad, entre otros, con los poetas Guillaume Apollinaire y Max Jacob y con el dramaturgo André
Salmon; entre tanto, su pintura experimentó una nueva evolución, caracterizada por una paleta cromática tendente a los colores
tierra y rosa (período rosa). Al poco de llegar a París entró en contacto con personalidades periféricas del mundillo artístico y
bohemio, como los estadounidenses Leo y Gertrude Stein, o el que sería ya para siempre su marchante, Daniel-Henry
Kahnweiler.

A finales de 1906, Pablo Picasso empezó a trabajar en una composición de gran formato que iba a cambiar el curso del arte del
siglo XX: Les demoiselles d'Avignon. En esta obra cumbre confluyeron numerosas influencias, entre las que cabe citar como
principales el arte africano e ibérico y elementos tomados de El Greco y Cézanne. Bajo la constante influencia de este último, y
en compañía de otro joven pintor, Georges Braque, Pablo Picasso se adentró en una revisión de buena parte de la herencia
plástica vigente desde el Renacimiento, especialmente en el ámbito de la representación pictórica del volumen. Las tramas
geométricas eliminan la profundidad espacial e introducen el tiempo como dimensión al simultanear diversos puntos de vista:
era el inicio del cubismo.

Picasso y Braque desarrollaron dicho estilo en una primera fase denominada analítica (1909-1912). En 1912 introdujeron un
elemento de flexibilidad en forma de recortes de papel y otros materiales directamente aplicados sobre el lienzo, técnica que
denominaron collage. La admisión en el exclusivo círculo del cubismo del pintor español Juan Gris desembocó en la etapa
sintética de dicho estilo, marcado por una gama cromática más rica y la multiplicidad matérica y referencial.

Entre 1915 y mediados de la década de 1920, Picasso fue abandonando los rigores del cubismo para adentrarse en una nueva
etapa figurativista, en el marco de un reencuentro entre clasicismo y el creciente influjo de lo que el artista denominó sus
«orígenes mediterráneos». Casado desde 1919 con la bailarina rusa Olga Koklova y padre ya de un hijo, Paulo, Pablo Picasso
empezó a interesarse por la escultura a raíz de su encuentro en 1928 con el artista catalán Julio González; entre ambos
introdujeron importantes innovaciones, como el empleo de hierro forjado. En 1935 nació su hija Maya, fruto de una nueva
relación sentimental con Marie-Therèse Walter, con quien Pablo Picasso convivió abiertamente a pesar de seguir casado con
Olga Koklova; a partir de 1936, ambas debieron compartir al pintor con una tercera mujer, la fotógrafa Dora Maar.
El estallido de la guerra civil española lo empujó a una mayor concienciación política, fruto de la cual es una de sus obras más
universalmente admiradas, el mural de gran tamaño Guernica (1937). La reducción al mínimo del cromatismo, el
descoyuntamiento de las figuras y su desgarrador simbolismo conforman una impresionante denuncia del bombardeo de la
aviación alemana, que el 26 de abril de 1937 arrasó esta población vasca en una acción de apoyo a las tropas franquistas. En
1943 conoció a Françoise Gilot, con la que tendría dos hijos, Claude y Paloma. Tres años más tarde, Pablo Picasso abandonó París
para instalarse en Antibes, donde incorporó la cerámica a sus soportes predilectos.

En la década de 1950 realizó numerosas series sobre grandes obras clásicas de la pintura, que reinterpretó a modo de homenaje.
En 1961 Pablo Picasso contrajo segundas nupcias con Jacqueline Roque; sería su última relación sentimental de importancia.
Convertido ya en una leyenda en vida y en el epítome de la vanguardia, el artista y Jacqueline se retiraron al castillo de
Vouvenargues, donde el creador continuó trabajando incansablemente hasta el día de su muerte.

Vous aimerez peut-être aussi