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Lección 2
LA IGLESIA PLANIFICADA
INTRODUCCIÓN.
Jamás podremos entender bien el Antiguo o el Nuevo Testamento, a menos
que entendamos con claridad cuándo y cómo comenzó la iglesia, la comunidad
de los seguidores de Jesucristo.
Bueno, ¿será que la iglesia y el reino de Cristo son idénticos? Muchos afirman
que no, explicando que Jesús pretendió iniciar Su reino eterno entre los
judíos, pero que éstos lo rechazaron. Y por eso, dicen ellos, El tuvo que
establecer la iglesia como una entidad temporal hasta que El volviera para
establecer Su reino. Por eso existe hoy en día una controversia sobre si "el reino"
es sinónimo a "la iglesia". Mientras que algunos afirman millares de doctrinas
basadas en una supuesta diferencia entre estos dos términos, si escudriñamos
bien las Escrituras, veremos que "iglesia" difiere de "reino" en un solo punto. La
Biblia habla de aquellos que desde antes de Jesús, por haber obedecido a Dios,
fueron llevados al "reino" (Lucas 13:28). Jesús estableció entre nosotros la
iglesia a la cual sólo pertenecen todos cuantos creen y son bautizados, naciendo
así automáticamente en el Reino de Dios: "El cual nos ha librado de la
potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados" (Colosenses 1:13-
14). " . . . Quien no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el
reino de Dios" (Juan 3:5).
Hablando claramente, por consiguiente, las dos entidades son, en nuestra época,
idénticas y esenciales para la salvación.
Observe que en este pasaje Pablo está hablando a la congregación que estaba
en la ciudad de Efeso y les dice que Dios los había escogido desde antes de
la fundación del mundo. Esto significa que Dios estaba pensando de la iglesia
mucho antes de crear a nuestro mundo físico. Esto significa que desde aquellos
tiempos remotos Dios ya estaba planificando la iglesia, y por eso, sabe mos que
ella se originó en la mente de Dios. Sería absurdo, entonces, ignorar,
despreciar o menospreciar aquello que el Dios-Creador planificó desde el
principio. Si el propio Dios pensaba en la iglesia desde aquel tiempo, lo menos
que nosotros podemos hacer es estudiarla minuciosamente y aceptarla
incondicionalmente. De que éste es el plan de la salvación eterna, incorporado
en Jesucristo y preservado por Dios para siempre en las Escrituras, no cabe
duda alguna, porque no existe en el mundo otra cosa tan importante como la
esposa de Jesús, o sea, su Iglesia.