El Mesías dijo que Él había sido enviado “solamente a las
ovejas perdidas de la casa de Israel”. (Mat. 15:24) Aunque la mayoría de sus seguidores después del primer siglo no habían sido Judíos, por lo tanto
¿A Quienes se refería Él?
El problema reside en nuestra tendencia de pensar que hay una correspondencia de uno a uno entre “ Israel” y los Judíos. Pero por definición los Judíos son descendientes de Judá, hijo de Jacob, de esta manera ellos son solamente una de las doce tribus de Israel.
Cuando Roboam, hijo del Rey Salomón, decidió
imponer cargas más pesadas a sus súbditos, diez de las tribus se separaron, guiadas por Jeroboam, quien fue de la tribu de Ephraim (1 Reyes 11-12).
Así “Efrayim” llegó a ser sobrenombre para el Reino del
Norte. Algunas veces ellos fueron también llamadas la Casa de José (padre de Ephraim). Ellos también retuvieron el nombre Israel. El Reino del sur fue llamada Judá, y conservó el trono de David. Otras dos tribus permanecieron con Judá. Con el propósito de “usar bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15), nosotros debemos reconocer la distinción que los profetas hacen después de la división entre Judá e Israel. Ellos no son solamente sinónimos poéticos.
El Eterno dijo que Él tiene un propósito en esto, y
prometió bendecir a Jeroboam si permanecía obediente. Pero tuvo miedo de que si sus súbditos seguían yendo a Jerusalén para las fiestas de Yahweh , ellos podrían otra vez llegar a ser leales a su reino rival. Así que Jeroboam puso un sitio de adoración alternativo, y de ahí la idolatría creció.
Para el año 722 D.C., El Eterno había tenido suficiente .
El profeta Oseas describe Ephraim como “mezclado con las demás pueblos”. (7:8) Ellos querían ser solo como cada otra nación, en lugar de Su único tesoro (2 Reyes 17:8). Así que ellos obtuvieron lo que ellos pidieron, su castigo actualmente fue llegar a ser ¡pueblos—gentiles!
El Eterno usó a los Asirios para llevar a estos Israelitas
lejos en exilio y los asentó donde quiera.
Judá también desobedeció y fue llevado en exilio, pero
se arrepintió y regresó a la Tierra Prometida. Pero las tribus del norte se asimilaron con otras naciones y la mayoría de ellos perdieron su identidad completamente. Pero Yahweh nunca olvidó quienes eran ellos. Jacob había prometido que los descendientes de Ephraim vendrían a ser “la plenitud de los gentiles” (Génesis 48:19). ¿Te recuerda esto a algo? Vuelve a aparecer en Romanos 11:25, cuando Pablo dice que “ha acontecido a Israel endurecimiento en parte hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles” y luego “todo Israel”—no solo Judá—será salvo.
El profeta Oseas nombró a su tercer hijo Jezreel
(“Elohim esparció”).
El en verdad esparció el reino del Norte como semillas--
pero una semilla plantada esta escondida en el suelo con el propósito de salir para traer mucho fruto. Amós 9:9 dice que Yahweh zarandeará estas tribus entre todas las naciones, y aun así Él no perderá ningún grano en la tierra. “José” algún día será reunido con Judá. (Ezeq. 37:15…)¿Quién es José? ¿Quién es Efraim? ¿Donde están ellos el día de hoy? En Jeremías 3, nosotros vemos a Efrayim abofeteándose a sí mismo desde que él pensó que era un hombre todavía realmente haciendo muchas cosas paganas. Esto reduce nuestra identificación de Ephraim como aparente “Gentiles”, quienes se ven así mismo como obedeciendo a “Dios”, aunque no realizan que incluso ese nombre (Dios) esta corrompido por el paganismo. Cuando Efraim reconoce su error y se arrepiente, Yahweh dice, “¿No es Ephrayim hijo precioso para mí? Son aquellos pastores que se sirven así mismo quienes lo han guiado por mal camino. Así que yo proveeré mi propio pastor.” Esto fue siempre entendido que se refiere al Mesías. Después de su resurrección, una razón por la que sus seguidores fueron decepcionados fue que ellos habían pensado que Él restauraría el reino de Israel en ese tiempo. (Lucas 24:21; Hechos 1:6) De hecho, una razón por la que muchos judíos lo rechazaron como el Mesías es porque Él no trajo a las tribus perdidas de regreso.
Miremos de cerca. Justo antes de su ascensión, los
discípulos de Yahshua le preguntaron si este era el tiempo en que Él iba a restaurar el reino de Israel. (Hechos 1:6) ¿De donde obtuvieron ellos esa idea? Ciertamente ese no ha sido un dogma de la doctrina Cristiana desde entonces. Pero Él pasó 40 días enseñándoles, y el profeta Isaías había dicho que el principal trabajo del Mesías era "levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel." (49:6) Quizás nosotros no hemos entendido su misión del mismo modo que sus primeros seguidores. El mandamiento concerniente al pariente más próximo (Lev. 25:25) ilustrado en el Libro de Ruth, siendo este aspecto la perfecta figura de lo que Yahshua vino a hacer. Su propio antepasado, Boaz, pagó por un pariente para recobrar la conexión perdida de su patrimonio. Dos castigos han sido asignados a la casa de Israel de los cuales ellos necesitaron redención, simbolizados por los nombres de los hijos del Profeta Oseas (capítulo 1). El primero fue "no compadecido" y el segundo fue "no pueblo mío". Pero Él también dijo, "en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Elojím viviente." (Oseas 1:10)
¿Puedes pensar de algún pueblo de cada nación,
parentesco, tribu o gente, quienes se describen ellos mismo como redimidos y son llamados "hijos de Elojim"? (Una pista: Juan 1:12; 1 Juan 3:2)
Cualquiera que llene esta descripción es donde
encontraremos a Efrayim hoy en día.
El Apóstol Pablo dijo: "El anhelo ardiente de la creación es
el aguardar la manifestación de los hijos de Elojim." (Romanos 8:19) ¿Recuerdas al padre del hijo prodigo, quién tiene un hijo todavía en casa, buscando con expectación que su otro hijo regrese?
Judá permaneció entonces todavía seguro en casa, pero
aunque Yahweh había abandonado "por un momento" a Efrayim, su corazón ansiaba tener su "primogénito" de regreso. Por lo que Él dice: "...hacedlo saber en las costas que están lejos, y decid; El que espació a Israel, lo reunirá y guardará, como el pastor a su rebaño." (Jer. 31:10)
Este es el contexto de Jesus identificándose así mismo
como el "Buen Pastor". (Juan 10:11, 14) Cuando Él dijo que Él tenía otras ovejas que "no eran de este redil" (Judá), Él estaba haciendo eco de la profecía de Ezequiel de que habrá un pastor para ambos, Judá e Israel (34:23). Nosotros tenemos que leer el Pacto Renovado (mal llamado "Nuevo Testamento") a la luz de esas promesas de recoger a Efrayim, ó nosotros perderemos un gran tema de porqué Jesus vino —a recoger las tribus de Israel.
Casi cada vez que Él mencionó el Evangelio, Él lo asoció
con el Reino , el cual desde Jeroboam había pertenecido a Efrayim. Siendo de la Casa de Judá, Él es un Rey sin reino hasta que ambas casas vuelvan a estar juntas.
Jacob había profetizado que Efrayim "crecería en una gran
multitud en medio de la tierra. En hebreo, realmente dice que ellos se "multiplicarían como peces". ¿Peces que se multiplican en tierra? La única vez que nosotros vemos esta idea otra vez es cuando Jesus multiplica los panes y los pescados junto al mar de Galilea y donde habían 12 canastas de sobras ¡(suficiente para todas las 12 tribus)!
Cuando Él habló de que irían como "pescadores de
hombres", esto no fue una idea nueva.
Él estaba haciendo alusión a una profecía específica:
"No obstante, he aquí vienen días, dice Yahweh, en que no se dirá más, Vive Yahweh, que hizo subir a los hijos de Israel de tierra de Egipto; sino: Vive Yahweh, que hizo subir a los hijos de Israel...de todos las tierras adonde los había arrojado... He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Yahweh, y los pescarán... porque mis ojos están sobre todos sus caminos..." (Jer. 16:14-17)
Así Jesus no negó que había venido a restaurar el reino
de Israel.
Todo lo que hizo fue tornar el enfoque de los discípulos
hacía lo que resulta haber sido el primer paso --encontrar los súbditos del Reino del Norte-- sus familiares perdidos desde hace mucho-- y haciéndolos otra vez pueblo digno de ser ciudadanos. El los estaba enviando con una red para traer a Efrayim de regreso al pacto que una vez ellos abandonaron. Porque era ese pariente redentor de las tribus pródigas.
Cuando Jesus pagó nuestro rescate "en el
cumplimiento del tiempo" (Ga. 4:4) lo dicho por el Profeta Oseas de "no misericordia" había terminado, y era solo cuestión de informar a los Israelitas esparcidos de que ellos podrían regresar a casa. Eso es lo que Él envió a sus apóstoles a hacer.
En poco tiempo, ellos estuvieron celebrando porque
muchos estaban "regresando a Yahweh de entre los gentiles". Incluso Santiago, el hermano de Jesus, quien al principio vaciló el permitir a aquellos supuestos gentiles dentro de la casa, después dirigió su epístola claramente "a las doce tribus de Israel que están en la dispersión."
Si la semilla de Efrayim esta mezclada entre todas las
naciones, entonces muchos, si no la mayoría, de la gente que responde al Evangelio pueden ser "Gentiles" solamente en un sentido secundario. Verdaderamente, el apóstol Pablo escribe a los nuevos creyentes como ¡"erais gentiles"! (1 Co. 12:2, Ef. 2:11)
El Eterno había prometido a Abraham, Isaac, y Jacob que
gente de todas las naciones serían injertadas en su simiente. Por ejemplo, cada tribu o clan en la tierra, en algún lugar a lo largo de la línea, casados con al menos una de las descendientes de Jacob. Así en el proceso de buscarlos, a muchos otros se les dio la oportunidad de unirse al pueblo de Yahweh. Siempre ha habido "una multitud mezclada", de otras naciones llegarían a ser parte de la nación de Israel. A ellos se les es dado el mismo derecho como los nativos nacidos siempre y cuando guarden el pacto. (Num 15:15).
Esta extensión para todos los gentiles fue una "idea
tardía"---un regalo añadido a Jesus, puesto que Yahweh le dijo que Él había ganado el derecho de regir a más que solo Israel. (Is. 49:6)
Aunque la excepción empieza a ser vista como la regla. El
enfoque de traer a Israel de regreso al pacto que ellos habían abandonado fue perdido en el impulso por alcanzar hasta la última tribu con lo que en lugar resultó ser una nueva religión.
Históricamente, todos quienes deseaban ser parte de la
iglesia instituida tuvieron que cortar todo lazo con sus raíces hebreas. Por otro lado, también se dio un ultimátum: aceptar que Bar Kochba, no Jesus, era el Mesías o serían echados fuera de las sinagogas. Así las dos casas volvieron a separarse una vez más.
Pero en nuestro día, tenemos otra puerta incomparable
abierta. En otro dicho del profeta Oseas--lo concurrente, y más grande, de "no ser un pueblo"--esto ha llegado a su fin.
Como la leyenda de los campesinos que descubren que
ellos son realmente de la realeza, nos asombraría descubrir que después de todo somos herederos de un linaje noble, pero sólo si guardamos el pacto esta vez.
¿Cuál es su pacto con Israel? Es la Toráh , la cual fue dada
a Israel en el Monte Sinaí para todas sus generaciones.
En su ultima Pascua, Jesus inició un "Nuevo
Pacto" (profetizado por Jeremías 31:31).
En hebreo, realmente es un pacto renovado, con pocas
concesiones agregadas mientras hagamos la transición de regreso. Pero el pacto es "con la Casa de Israel y la Casa de Judá." No puede estar completamente en efecto hasta que Israel regrese junto, por lo que no es con individuos más con una nación unida en sentido ESPIRITUAL.