Lección 07

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¡Felicitaciones por continuar tu estudio mi hermano en Cristo!

En esta y en la próxima lección aprenderás la importancia del buen

equilibrio que todo cristiano debe tener a la hora de leer la Biblia.

Si un creyente se aparta solo para orar y orar, sin estudiar la palabra de

Dios, se irá muy a la derecha y pronto se perderá en la ignorancia; lo
mismo ocurrirá si solo se dedica a estudiar sin orar, pues se apartará
muy a la izquierda y se volverá un intelectual vacío, sin fervor y sin tener
la iluminación que el Santo Espíritu nos da cuando oramos. Es por eso
que hay muchas sectas que interpretan mal las escrituras, porque no
oran y no tienen la sabiduría de Dios. Necesitamos entonces ser
equilibrados, orando y leyendo la Biblia pues el Señor nos dijo que no nos apartemos ni a la
derecha, ni a la izquierda de sus consejos para prosperar en todo (Jos. 1:7).

Recuerda esta frase de Martin Lutero: "Quien ha orado bien, ha estudiado bien". En esta
lección trataremos sobre los seis consejos para tener una buena ORACIÓN.

I. EL MOMENTO PARA ORAR.-

Todas las madrugadas o las mañanas aprovecha para orar a Dios Todopoderoso, para que
puedas comenzar un nuevo día bendecido y guardado de toda tentación (Mat. 26:41). El
Rey David siempre solía presentarse de mañana ante Dios (Sal. 5:3; 143:8) aunque
también las madrugadas le eran un buen momento para orar.
(Sal. 63:1), Jesús también oraba muy de mañana siendo muy oscuro. (Mr. 1:35).

II. EL LUGAR APROPIADO,-

Busca un lugar tranquilo y lo más aislado posible de otras personas, para que puedas
concentrarte mejor en tu Dios. El Señor nos recomendó:
A solas tú, cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está
en secreto" (Mt. 6). El Señor buscaba casi siempre estar a solas con el Padre, por eso
leernos en Mr. 1:35 que dice: “… se fue a un lugar desierto, y allí oraba". Cuando oras de
madrugada, nadie te molestará en tu cuarto y estará todo en silencio, a fin de que puedas
comunicarte mejor con Dios.

III. EL TIEMPO DE ORACIÓN-

El tiempo mínimo que debes orar es de una hora, pudiendo extenderlo poco a poco hasta
donde Dios te guíe. Jesús amonestó a Pedro por no haberle acompañado a orar diciéndole:
¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? (Mt. 26:39,40), en la traducción dice
"¿Tan solo una hora?" Cuando se ora 5 o diez minutos la oración es muy apresurada y no
hay mucha concentración, sin embargo, cuando se ora una hora, aún hasta el mal carácter
desaparece en ese día, tornándose el creyente más tranquilo y paciente ¡Pruébelo y verás!

IV. EL MEDIO AMBIENTE IDEAL.-

En Mt. 26:40 nos dice, que Jesús los halló durmiendo a sus discípulos, y esto o veces
sucede también a los creyentes de hoy, y es debido a la condición de nuestro cuerpo físico
o por el medio ambiente que nos rodea, por esta razón hoy te aconsejamos lo siguiente:
1) Que el lugar donde vas a orar este bien ventilado.- A veces hay cuartos que no tienen
ventanas, ni traga luz, de tal modo que el aire está viciado y el calor mismo hace que
los que estén ahí sientan mucho sueño y no puedan orar bien. Si no tienes un cuarto
apropiado ora en la azotea de tu casa. (Hch.10;9).
2) Viste ropa ligera.- Hay creyentes que se levantan a orar muy temprano y se ponen
tantas ropas, y aún encima se cubren con su frazada, eso da mucho calor al cuerpo,

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de tal manera que al arrodillarse quedan tiesos de sueños, ¡Tan tiesos corno las
momias de Paracas!.
Escoge para orar ropas ligeras que te de frescura, pues el aire de la mañana hará que
poco a poco el sueño se vaya de tus ojos.
3) Arrodíllate en un acolchado cojín.- A veces se ha escuchado decir: "Hermanos
tenemos que orar hasta que nos salga callos en las rodillas como los camellos", y
muchos en vez de orar bien lo que hacer: es pasar "penitencia" y "tortura china", pues
cuando se inclinan de rodillas lo hacen sobre piedritas, rocas duras o pisos fríos y
ásperos, lo cual hace que en vez de concentrarse en Dios, se concentran en su terrible
dolor e incomodidad. ¿Por qué hacer esto? Si realmente el Apóstol Juan tuvo en su
rodilla callos, fue porque él oraba en prisión, pero nosotros tenemos libertad y por lo
tanto no debemos pasar estas torturas inútilmente.
Busca un cojín apropiado, cómodo y acolchado y ora en él, a fin de que ores sin
molestias y te puedas concentrar muy bien ante Dios, pues una oración es eficaz
cuando tenemos una buena concentración y atención en nuestra conversación con
Dios.

V. LA ORACIÓN HECHA CON EL ENTENDIMIENTO

El Apóstol Pablo nos enseñó que, si oramos con el espíritu, debemos orar también con el
entendimiento (1 Co. 14:15). Orar con el entendimiento significa que debemos imaginarnos
que estamos obteniendo lo que pedimos, de ese modo nos concentraremos mejor, y cada
vez que visualicemos irá apoderándose de nosotros una fe firme, y estable, en nuestro
corazón, la cual nos dará paz y tranquilidad. En cambio, cuando oramos sin imaginarnos
nos desconcentramos, y pronto nos darnos cuenta que nuestra boca pide mecánicamente
cualquier cosa, mientras que nuestra imaginación está en otras cosas de la vida. Quiénes
oran con su boca mas no con su entendimiento.
Ver con los ojos de la imaginación es "poseer" todo lo que te imaginas lo obtendrás, cuida
tu imaginación pues si te imaginas lo malo también lo poseerás. Jesús enseñó que quien
ve a una mujer para codiciarla (imaginándose que la posee) en, verdad ya la poseyó, es
por eso que Dios lo cuenta como adulterio. (Mt. 5:28; Ex. 20:17). Si oras imaginando que
recibes tu pedido y lo declaras con tu boca no te distraerás de la oración y habrás aprendido
a orar correctamente.

VI. LAS PARTES DE LA ORACIÓN

La oración siempre debe ir acompañada de:
1) ADORACIÓN.- En todo momento debes confesar las maravillas y el poder de Dios,
exaltándolo con palabras que salen de tu corazón, pues esos adoradores busca el
Señor. (Jn. 4:23).
2) ALABANZA,- En Sal. 66:17-19 vemos como David exaltaba a Dios con su lengua. Los
cristianos cantaban Salmos y cánticos espirituales (Ef. 5:19). Pues el que da sacrificios
de alabanza, le honra a Dios. (Sal. 50:23, He. 13:15). Así, tú también, siempre alábale
a Dios al inicio y al final de tu oración.
3) CONFESIÓN.- Siempre haz un análisis de tu vida y luego confiésale al Señor. Si la
ofensa que cometiste fue contra tu hermano, ve y pídele perdón primeramente a él,
luego confiésale a Dios, pues de lo contrario no escuchará tus oraciones. (Mt. 5:23-
24; 6:14-15).
4) PETICIÓN.- Primero cuando ores, pide por el avance del Reino de Dios, luego por
otras personas, por último tus necesidades personales, así también que Dios le guarde
de toda tentación, esto es según el modelo que Cristo nos dio en (Mt. 6:9 -13).

Pon siempre en tu oración que Dios proteja a tu Pastor de todo pecado, y que lo utilice para
ganar muchas almas. (Ef. 6:18-19).

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