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RESPONSABILIDAD CIVIL:

 Del latin responderé: “constituirse en garantía” – “dar cada uno cuneta de su actos”.
 CONSISTE EN EL DEBER DE RESPONDER ECONOMICAMENTE FRENTE A OTRO POR EL DAÑO
QUE INJUSTAMENTE SE LE HA OCASIONADO. Es la obligación de reparar todo daño causado a
otro sin causa de justificación. Más que un daño injustamente causado, es un daño
INJUSTAMENTE SUFRIDO POR LA VÍCTIMA. Lo cual permite, que a través de un factor de
atribución, trasladar las consecuencias negativas sufridas por el damnificado hacia el
patrimonio de la persona responsable, a la luz de imputación legal. La responsabilidad civil es
de contenido netamente patrimonial, por l cual el límite de la obligación de responder del
ofensor se agota con su patrimonio.
 RESPONSABILIDAD PENAL Y CIVIL. Puede suceder que ante la concurrencia de un mismo hecho
ilícito se deriven dos acciones diferentes. Por una lado, la acción civil, por medio de la cual el
damnificado perseguirá obtener una indemnización a fin de lograr una reparación integral del
daño injustamente sufrido por el hecho ilícito. Por otro lado, una acción penal, que podrá ser
iniciada de oficio o a instancia de parte interesada, a través de la cual se pretende castigar al
auto del hecho ilícito configurativo de un delito del Derecho criminal, toda evz que se halla
comprometido el interés de la sociedad.
ACCION CIVIL ACCION PENAL
Resarcitoria Sancionatoria (punir conducta)
Finalidad y función social Carácter privado
En la acción penal la imposición de pena al delincuente tiene una finalidad y función social,
porque a través del castigo se pretende que éste no vuelva a cometer el delito asi como
también tranquilizar a la sociedad. En cambio la acción civil, es de carácter privado.
La acción civil y la penal, resultantes de un mismo hecho pueden ser ejercidas
independientemente. En los casos en que el hecho configure al mismo tiempo un delito del
derecho criminal, la acción civil puede interponerse ante los jueces penales. El interesado
puede acumular ambos procesos en sede penal, solicitándole al juez de esa jurisdicción que le
conceda una indemnización por los daños padecidos a raíz del delito. Ello no obsta a que si lo
prefiera pueda iniciar las acción por separado ante los fueros correspondientes.
Art 1775. Suspensión del dictado de la sentencia civil. “Si la acción penal precede a la civil, o es
intentada durante su curso, el dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el
proceso civil hasta la conclusión del proceso penal, con excepción de los siguientes casos: a) si
median casusas de extinción de la acción penal; b)si la dilación del procedimiento penal
provoca, en los hechos una frustración efectiva del derecho a ser indemnizado; c) si la acción
civil por reparación de daño esta fundada en un factor objetivo de responsabilidad”.
La acción civil ejerce una influencia preponderante en sobre el proceso civil, esto en virtud de
que la pruebas en la causa penal suelen recogerse y producirse mas rápidamente que en un
proceso civil. De tal modo se evitarán sentencias contradictorias.
Solo debe suspenderse el dictado de la sentencia civil hasta que se resuelva la acción penal,
pero nada impide que el proceso civil tramite normalmente en forma contemporánea a la
causa penal
Art 1777. “Si la sentencia penal decide que el hecho no existió o que el sindicado como
responsable no participó, estas circunstancias no pueden ser discutidas en el proceso civil. Si la
sentencia penal decide que un hecho no constituye delito penal o que no compromete la
responsabilidad penal del agente, en el proceso civil puede discutirse libremente ese mismo
hecho en cuanto generador de responsabilidad civil.”
 SISTEMA DE RESPONSABILIDAD CIVIL: CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL.
La responsabilidad civil se presenta como un sistema único y homogéneo pero dividió en dos
órbitas o ámbitos, la contractual y extracontractual. El CCyC, unifica la responsabilidad civil y
establece normas y principios sin distinguir entre los ámbitos contractual y extracontractual de
la responsabilidad civil, por lo cual el deber de reparar se regirá por las mismas reglas, salvo
contadas excepciones. El reclamo de la indemnización por daños derivado de la responsabilidad
civil prescribe a los 3 años.
a) CONTRACTUAL: es aquella que se origina ante el incumplimiento de una obligación
preexistente, cualquiera sea su fuente, se trate de una obligación legal o cuasi contractual. En
este ámbito, el deudor viola el deber de realizar la prestación que es objeto de la obligación,
lesionando de tal modo el derecho de crédito del acreedor a quien causa un daño con su
incumplimiento.
b) EXTRACONTRACTUAL (aquiliana): nacerá anta la violación de un deber preexistente de carácter
genérico como es el “no dañar a otro”, cuyo origen es legal y que además resulta ser
indeterminado respecto al elenco de legitimados pasivos, ya que todos estamos obligados a no
dañar a otro.
 RESPONSABILIDAD PRECONTRACTUAL- CONTRACTUAL- POSTCONTRACTRUAL.
a) PRECONTRACTUAL: cuando los daños se producen en forma previa a la realización del contrato
y durante el transcurso de las tratativas precontractuales, que las partes estaban llevando a tal
fin. Es indudable que por el hecho de relacionarse o entrar en contacto las partes asumen unos
determinados deberes y quedan obligados a comportarse con la buena fe necesaria y observar
en los tratos la lealtad que exigen las convicciones éticas imperantes. Son varios supuestos que
pueden originar esta resp. precontractual, la ruptura intempestiva de las tratativas por parte de
uno de los contratantes, lo cual ocasiona un daño al otro.
- Para IHERING, el periodo previo a la formación del lazo contractual comienza con la oferta.
Advertido de la incongruencia que significa admitir una resp. contractual donde no hay
contrato, recurrió a una ficción: considerar que tácitamente las partes han llegado a un
acuerdo para entablar y continuar las negociaciones en un plano de diligencia, de
prudencia, similar al que origina el contrato una vez concluido. Se extienden por este
artificio, las obligaciones contractuales de diligencia a lo que es la etapa “in contrahendo”,
camino al contrato, asimilando ambos momentos.
- Para FAGELLA, la etapa precontractual se inicia antes de la oferta, en el momento en que
las partes “discuten, preordenan, cambian ideas, proyectan, elaboran las cláusulas , los
pactos, etc.”. Divide el periodo precontractual en dos etapas: las tratativas previas a la
oferta y la segunda que comienza con la emisión de la oferta y termina con el
perfeccionamiento del contrato. En ambas etapas surge responsabilidad, la diferencia
radica en que siendo en una y en otra distinta la intensidad de la relación que los une, será
distinta la obligación de resarcir las consecuencias dañosas.
b) POSCONTRACTUAL: está también fuera del contrato. Posterior a su extinción.
c) CONTRACTUAL: presupone el incumplimiento de una obligación nacida de un contrato.
 PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL: para que se configure la responsabilidad civil
es necesario la concurrencia de una serie de elementos o presupuestos esenciales que deben
acreditarse necesariamente, para que nazca el deber de responder.
1. ANTIJURIDICIDAD: conducta o comportamiento en contradicción con el ordenamiento
jurídico. Art 1717. “Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no
está justificada.”
Es apreciada como la contradicción entre la conducta del agente y el ordenamiento jurídico
aprehendido en su totalidad, comprendiendo las leyes, las costumbres y los principios
derivados del sistema. En materia de resp. civil la antijuridicidad estará configurada por la
violación del principio general de “no dañar a otro”, sin que exista causa de justificación alguna
para causar el daño. La obligación de reparación del daño causado comprende tanto al
derivado de los actos ilícitos como lícitos.
Distinguir entre, antijuridicidad formal y material. FORMAL: esta íntimamente ligada al
principio de tipicidad de actos ilícitos, y halla su máxima expresión en el principio del Derecho
Penal “ nullum crimen, nulla poena, sine praevia lege”, en tal sentido solo será ilícita aquella
conducta que contraríe una norma dictada por el legislador. Si no existe colisión entre la acción
y una norma jurídica, el acto será conforme a derecho, es decir, licito. Si hay colisión, esa
conducta es antijurídica (CC). MATERIAL: posee un sentido mas amplio, comprendiendo las
prohibiciones por implicancia, que son aquellas que se desprenden de los principios
fundamentales que hacen al orden público en sus diferentes manifestaciones y alcances, a la
moral y a las buenas costumbres. Se configurará cuando exista contradicción entre la conducta
y el ordenamiento jurídico aprehendido en su totalidad, comprensivo este de las leyes
positivas, las costumbres relevantes, los principios jurídicos derivados del sistema y del orden
natural. (CCyC).
Existen casos de perjudicar a terceros que no engendran responsabilidad civil por cuanto el
daño está legalmente justificado, lo cual borra o debilita la nota de antijuridicidad. Estas causas
eximentes de responsabilidad pueden provocar que el daño ocasionado no sea reparado. Son
causas previstas en el ordenamiento jurídico: ejercicio regular de un derecho, legitima defensa,
estado de necesidad, cumplimiento de un deber.
2. IMPUTABILIDAD Y CULPABILIDAD: factores de atribución de la responsabilidad civil.
Consiste en un juicio de valor que determinará qué persona debe responder frente al
damnificado ante la ocurrencia de un daño, por la configuración de un factor subjetivo u
objetivo.
La culpa era el único fundamento posible para que procediera la responsabilidad por daños. La
obligación de indemnizar poseía una función sancionatoria, intentaba castigar a quien
culpablemente con su conducta había violado una norma y había dañado a un tercero. Con la
revolución industrial, la aparición del maquinismo provocó el acaecimiento de situaciones en
las cuales se ocasionaban daños a las victimas, los cuales eran atribuibles a hechos que no eran
posibles de ser imputados a la culpa de ningún sujeto. En consecuencia, a fin de no dejar a las
victimas sin reparación, fueron necesarios valorar otros factores de atribución o imputación
ajenos a la subjetividad del responsable. Entonces el derecho civil, incorpora los factores
objetivos de atribución de la responsabilidad.
Los factores de atribución de la responsabilidad pueden ser objetivos o subjetivos.
i) FACTORES SUBJETIVOS: la culpa y el dolo del agente. Ambos están fundados en el reproche
de la conducta del responsable, presuponiendo que éste ha sido autor exclusivo o partícipe
del daño. Solo podrá eximirse de responsabilidad acreditando la ausencia de culpa.
ii) FACTORES OBJETIVOS: prescinden de cualquier reproche subjetivo de conducta del
responsable y son atributivos de resp. hacia éste en razón de diferentes fundamentos. En
razón de: equidad, garantía, riesgo creado, abuso del derecho. Solo podrá eximirse
acreditando causa ajena que fractura el nexo causal, esto es: hecho de la victima, de un
tercero, caso fortuito o fuerza mayor.

-Obligaciones de medios y de resultado. Las Obligaciones, clasificadas de acuerdo con la índole


del contenido de la prestación, son de resultado o de medios. En las obligaciones de resultado
el deudor se compromete al cumplimiento de determinado objetivo, asegurando al acreedor el
logro de la consecuencia o resultado tenido en miras al contratar. Por ejemplo; en un contrato
de compraventa el vendedor se obliga a entregar la cosa, y el comprador a entregar el precio
pactado. En las obligaciones de medio a el deudor compromete su actividad diligente,
razonablemente, tiende al logro del resultado esperado, sin embargo, el resultado no es
asegurado ni prometido. Por ejemplo; el médico que le aplica un tratamiento al paciente para
curarlo, ejecutando los medios, con diligencia habrá cumplido al mismo tiempo con el resultado
ya que éste nunca prometió ni aseguró sanar al paciente, el médico se comprometió a aplicarle
el tratamiento que era su prestación, que consistía en hacer o realizar el tratamiento al
enfermo. El médico no promete curarlo, pero sí aplicarle el tratamiento debido. En las de
medios, deberá acreditar que no ha existido culpa para eximirse de responsabilidad y se ha
comportado de la forma esperada. Mientras que en las de resultado estamos frente a una
responsabilidad objetiva.

- Los factores de atribución subjetivos, se encuentran comprendidos en la genérica


denominación de culpabilidad, ya que a través de ellos se pretende valorar la conducta de la
persona que ha cometido el daño injustificadamente. La noción genérica de culpabilidad puede
manifestarse a través del dolo o culpa del autor del daño. No podemos hablar de culpabilidad
sin antes hablar de “imputabilidad” es decir, es imputable aquel sujeto que tiene aptitudes
mentales para gobernar su propia conducta a partir de una comprensión de la licitud o ilicitud
de su comportamiento. En conclusión, una vez que se ha determinado que el sujeto ha actuado
voluntariamente recién cabe analizar si su conducta es susceptible de reproche a través de la
culpa o dolo. Causas de inimputabilidad: minoridad (hasta los 10 en actos ilícitos, 13 en actos
lícitos), privación accidental de la razón, violencia como vicio de la voluntad, etc.

DOLO: como factor de atribución se configura por la producción de un daño de manera


intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos. El cual deberá ser probado
por quien lo invoca, ya que no se presume.
CULPA: consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las
circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia (sujeto actúa en
forma precipitada sin prever las consecuencias que podría ocasionar su conducta), la
negligencia (conducta omisiva del sujeto puesto que de haberla realizado el daño no se hubiera
producido) y la impericia en el arte o profesión (falta de conocimientos por parte del
profesional, ausencia de sabiduría, práctica, experiencia o habilidad). Hay ausencia de intención
de dañar. No ha sido buscado por el sujeto, sino seria dolo. Es un defecto de conducta del
comportamiento del sujeto respecto de la conducta normativamente impuesta. No es un error,
ya que el error excluye la voluntariedad. Acá es siempre voluntario.

3. CAUSALIDAD: la existencia de un nexo causal entre la conducta u omisión de un sujeto a


quien se le imputa un daño y el hecho dañoso constituye uno de los presupuestos esenciales e
inexcusables de la resp. civil. Aun cuando estemos en presencia de daños ocasionados en razón
de factores de imputación ajenos a la culpabilidad del agente (riesgo creado) siempre debe
existir un enlace causal entre el daño y los hechos que se imputan a la persona que por ley está
llamada a responder (dueño o guardián de la cosa riesgosa). El daño resulta ser una
consecuencia que podría atribuirse a una pluralidad de hechos antecedentes o condiciones que
se encadenan en forma previa a su producción, y no a un único hecho aislado. Cada uno de
estos eventos se erigen de tal modo en un eslabón independiente de una cadena causal, por lo
cual constituyen desde el punto de vista material antecedentes necesarios, ya que de otro
modo el daño no se habría producido. La relación de causalidad es el enlace fáctico o material
que debe existir entre un hecho antecedente (acción u omisión) y otro consecuente (resultado
dañoso), es la que conecta físicamente la ilicitud con el daño. No debe confundirse nunca
culpabilidad y causalidad. El análisis de causalidad es previo al de la culpabilidad, sólo puede
someterse a un juicio de reproche de conducta a quien materialmente podría atribuírsele la
comisión del daño, por hallarse comprometido con alguno de los eslabones de esa cadena
causal previa a su ocurrencia. Nuestro CCyC se inclina por la teoría de la causalidad adecuada,
según la cual no existe equivalencia entre las condiciones que se suceden encadenadamente en
forma previa a la producción de un daño, por ende, será causa adecuada del daño aquella que
según el curso natural y ordinario de las cosas es idónea para producir el resultado. El resto de
las condiciones que no poseen tal idoneidad solo pueden ser consideradas como factores
concurrentes. Esta posición examina la adecuación de la causa en función de la posibilidad y
probabilidad de un resultado, considerando para ello lo que generalmente suele acontecer
según indican las reglas de la experiencia. Este juicio de probabilidad se realiza ex post facto y
en abstracto, prescindiendo de lo efectivamente ocurrido en el caso concreto y efectuando
dicho análisis de probabilidad según lo que sucede en la generalidad de los casos.
Art 1726: “excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y
mediatas previsibles.” Art 1727. “Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder
según el curso natural y ordinario de las cosas, se llaman consecuencias inmediatas. Las
consecuencias que resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento
distinto, se llaman consecuencias mediatas (comunión de dos hechos). Las consecuencias
mediatas que no pueden preverse se llaman consecuencias casuales”. Art 1728: “En los
contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber
previsto al momento de su celebración. Cuando existe dolo del deudor, la resp. se fija tomando
en cuenta estas consecuencias también al momento del incumplimiento.” A diferencia de la
regla de la causalidad adecuada, la previsibilidad contractual determinará la extensión de la
reparación ante el incumplimiento, de conformidad a lo que las partes previeron
anticipadamente para el caso concreto que las une. No se aplica a los contratos que no sean
paritarios. Negocian libremente el precio del contrato y para eso deben conocer los riesgos que
asumen, por lo cual pactan las consecuencias a indemnizar teniendo especial consideración de
ello.
Existen situaciones en las cuales el curso causal puede verse afectado por factores totalmente
extraños a la voluntad del agente, lo cual provoca que se suprima o aminore la resp. civil del
sujeto a quien se pretende imputar el daño. Habrá una supresión total de la resp. civil cuando
dicho nexo causal sea interrumpido por una causa ajena al accionar del sujeto a quien se
pretende endilgar las consecuencias del perjuicio, en cambio, podrá verse solo aminorada la
resp. en aquellos supuestos en los cuales la conducta del presunto autor del daño coexista con
otra causa extraña a su conducta, supuesto de concausalidad. Art 1729, la responsabilidad
puede ser excluida o limitada por el hecho del damnificado. Art 1730, caso fortuito o fuerza
mayor, es el hecho que no ha podido ser previsto o que habiendo sido previsto, no ha podido
ser evitado (conducta humana (huelga, guerra) o de la naturaleza (incendio, lluvias, vientos).
Exime de resp. Requisitos: imprevisible, actual, inevitable, extraño al sujeto, sobrevenido al
nacimiento de la obligación. El nexo causal también se interrumpirá por el hecho de un
tercero, para lo cual deberá reunir los caracteres del caso fortuito (imprevisible, inevitable,
actual y extraño al demandado), art 1731. Art 1732. “El deudor de una obligación queda
eximido del cumplimiento y no es responsable, si la obligación se ha extinguido por
imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al obligado.” Art 1733.
“Aunque ocurra el caso fortuito o imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en
los siguientes casos:
i) Si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito o imposibilidad.
ii) Si resulta de una disposición legal que no se libera.
iii) Si esta en mora, a no se que ésta sea indiferente.
iv) Si sobrevienen por su culpa.
v) Si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito.
4. DAÑO: la responsabilidad no nacerá en tanto no se haya producido un daño a un tercero, es
decir, a alguien distinto del agente que lo provoca. Suele ser utilizado como sinónimo de
perjuicio, menoscabo, detrimento. La vida cotidiana resulta ser una fuente incesante de daños,
se torna entonces trascendente determinar cuáles son los daños resarcibles, es decir, cuáles de
estos menoscabos devienen jurídicamente relevantes. Art 1737. “hay daño cuando se lesiona
un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la
persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”. El daño como hecho jurídico, no
pierde su esencia física sino que a ésta se añade una jurídica, siendo así que aparecen en la
configuración de su estructura dos elementos: elemento material constituido por el hecho
físico y que representa su núcleo interior; y un elemento formal proviene de la norma,
representado por la reacción suscitada en el ordenamiento jurídico a consecuencia de la
perturbación provocada en el equilibrio social y alteración perjudicial de un interés
jurídicamente tutelado. El daño será patrimonial o extrapatrimonial, según sea la índole del
interés afectado. Interés extrapatrimonial, aquel que está conectado con el espíritu de la
persona, de modo tal que su violación le provoca un modo de estar diferente al que se
encontraba antes del hecho lesivo, afectándole sus capacidades de querer, sentir y entender. El
interés lesionado debe ser ajeno, ya que el sistema jurídico no reacciona cuando el daño se lo
provoca la propia victima o ha sido causado por el hecho propio del damnificado, no existiría
daño. LO QUE EL DERECHO TUTELA, EL DAÑO LO VULNERA. Todo aquel interés que el derecho
no tutela y que sea lesionado, no provocará la reacción del sistema a fin de lograr una
reparación del mismo. El derecho no tutela los bienes en sí mismos considerados,
abstractamente, sino en la medida que ellos satisfagan un interés humano. Interés jurídico, es
la posibilidad de que una o varias personas puedan ver satisfechas sus necesidades mediante
un bien o bienes determinados. Bien es todo aquello que es objeto de satisfacción y que puede
colmar alguna necesidad. Necesidad, es todo aquello de lo cual es imposible sustraerse, faltar o
resistir. El interés no es el bien en si mismo considerado sino el valor que ese bien posee para
un sujeto particular. Art 1739. Requisitos. “Para la procedencia de la indemnización debe existir
un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente.”REQUISITOS DEL DAÑO:
a)debe ser cierto, debe existir, ser real, efectivo; podrá ser actual o futuro, sin que deje de ser
cierto, la certeza del daño se relaciona con las consecuencias que genera la acción lesiva; b) ser
personal, recaer sobre un interés propio, es decir, solamente podrá reclamar la reparación la
persona que ha sufrido el perjuicio. Podrá ser daño directo, cuando el titular del interés
afectado es la victima del ilícito o indirecto, cuando el perjuicio invocado por el demandante
deriva de una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de un tercero; c) debe ser
subsistente, subsistir al tiempo del resarcimiento, es decir, que no debe haber sido resarcido,
por lo cual aún permanece jurídicamente en la victima del perjuicio. Deben acreditarse estos
requisitos para que proceda su reparación, probarse su existencia. Cuando la propia victima
solventa los perjuicios sufridos con su patrimonio, en este caso el perjuicio aun subsiste por el
valor de la reparación que deberá ser indemnizado por el responsable. Art 1738.
Indemnización. “la indemnización comprende la perdida o disminución del patrimonio de la
victima, el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad
objetiva de obtención y la pérdida de chances.” El art se refiere al daño patrimonial, que
consiste en todo aquel perjuicio susceptible de se apreciación pecuniaria, pudiéndose clasificar
en daño emergente (perdida o disminución del patrimonio de la victima) y en lucro cesante.
También comprende la pérdida de chances.
- Daño emergente: empobrecimiento del patrimonio, pérdida o disminución de
valores económicos ya existentes.
- Lucro cesante: la frustración de ventajas económicas esperadas, es decir, la
pérdida de un enriquecimiento patrimonial previsto.
- Pérdida de chances: la pérdida de oportunidad que ha sido frustrada por el hecho
lesivo, aun cuando la chance fuere una probabilidad, su pérdida deviene cierta y
debe ser indemnizada.
Daño al interés negativo y positivo. Esta clase de daño se configura ante la
existencia de un daño contractual, es decir, de aquel que resulta de la inejecución
o incumplimiento de una obligación asumida en un contrato. Daños al interés
negativo o de confianza, son aquellos que padece el acreedor en razón de haber
creído en la eficacia del negocio, y que no los hubiera sufrido si la obligación no se
hubiese generado. Quedan comprendidos los perjuicios resultantes de la nulidad y
de la ineficacia, los precontractuales, de la resolución por incumplimiento.
Mediante la reparación se busca restablecer el equilibrio patrimonial de éste
colocándolo en idéntica situación a la que se encontraba con anterioridad al
momento de llevarse a cabo la obligación. Daños al interés positivo o de
cumplimiento, abarcan todo lo que el acreedor hubiese obtenido si la obligación se
hubiera llevado a cabo normalmente, se procura recomponer su patrimonio
atendiendo al estado en que se hallaría si se hubiese cumplido el contrato, por lo
cual en este caso se mira hacia el futuro. Por ejemplo, comprende el lucro cesante
y la pérdida de chance. Art 1740. Reparación plena. “La reparación del daño debe
ser plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado
anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La victima puede
optar por el reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible,
excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero.” Art 1741.
Indemnización de las consecuencias no patrimoniales. “Está legitimado para
reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado
directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también tienen
legitimación a titulo personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquel trato familiar ostensible.
La acción solo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es
interpuesta por éste”. Art 1742. Atenuación de la responsabilidad. “El juez, al fijar
la indemnización puede atenuarla si es equitativo en función del patrimonio del
deudor, la situación personal de la victima y las circunstancias del hecho. Esta
facultad no es aplicable en caso de dolo del responsable”.
 FUNCIÓN RESARCITORIA Y PREVENTIVA DE LA RESPONSABILIDAD: Art 1708. “Prevención del
daño y su reparación”. FUNCION RESARCITORIA: el daño es el que origina la obligación de
responder en quien lo causa, pero la indemnización no elimina ese perjuicio del mundo de los
hechos, sino que tan solo sirve para desplazar las consecuencias económicas desfavorables
desde el patrimonio de la victima hacia el de quien debe responder por el menoscabo. Se trata
entonces de una imputación patrimonial, adquiriendo el Derecho de daños la función de
distribuir las consecuencias económicas derivadas de un hecho dañoso. La indemnización solo
puede ser entendida en términos de reparación y no puede ser calificada como sanción, puesto
que ya no reviste el carácter de castigo a un sujeto por un hecho ilícito cometido (la llamada
imputación personal de responder con su propio cuerpo). Resarcir, significa desplazar el peso
económico del daño liberando a la victima y cargando sus consecuencias sobre otra persona
considerada responsable. La responsabilidad civil, en su función resarcitoria, supone pues la
equivalencia entre el daño y la indemnización con la cual se la enjuga. El derecho de daños se
coloca decididamente del lado de la victima y no del autor del daño, abandona definitivamente
su rol sancionatorio para mutarse en esencialmente resarcitoria. No se trata de sancionar la
violación de un deber legal sino de resarcir un daño que se ha cometido, se intentará que el
damnificado no quede sin resarcimiento. Este enfoque ve a la resp. Como un mecanismo de
distribución de los daños, para lo cual la culpa resulta ser solo uno entre varios criterios de
imputación, en consecuencia puede haber responsabilidad sin culpa pero no habrá
responsabilidad sin daño. FUNCION PREVENTIVA: Vélez no contemplo esta función. El CCyC,
incorpora esta función de la resp. Art 1710. Deber de prevención del daño. “Toda persona tiene
el deber, en cuanto de ella dependa, de:
(a) Evitar causar un daño no justificado;
(b) Adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para
evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud…
(c) No agravar el daño, si ya se produjo.

Art 1711. Acción preventiva. “La acción preventiva procede cuando una acción u omisión
antijurídica hace previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es
exigible la concurrencia de ningún factor de atribución”. Debemos aclarar la antijuridicidad
exigida, ya que si adoptamos un criterio de antijuridicidad material se correría el riesgo de
paralizar múltiples actividades licitas y beneficiosas para la sociedad (circulación autos) bajo el
pretexto de considerarlas riesgos y contrarias al principio de no dañar a otro. Entonces, una
conducta potencialmente dañosa pero lícita no habilita por si la interposición de la acción
preventiva, ya que la ilicitud exigida por la norma debe encuadrar en una antijuridicidad formal,
es decir, que ese comportamiento sea violatorio de una norma especifica del ordenamiento
jurídico. Los requisitos para la procedencia de la acción preventiva: a)existencia de una
conducta antijurídica (formal); b) acreditación del interés por parte del reclamante; c)
posibilidad de que se adopte una conducta concreta para evitar la producción del daño o
amenguar sus consecuencias si ya se produjo; d) la existencia de una relación de causalidad
entre la conducta debida y el resultado perjudicial esperable.

 CONSENTIMIENTO DEL DAMNIFICADO: Art 1720. “Sin perjuicio de las disposiciones especiales,
el consentimiento libre e informado del damnificado, en la medida en que no constituya una
cláusula abusiva, libera de responsabilidad por los daños derivados de la lesión de bienes
disponibles”. Cuando la victima consciente el daño sufrido, ello constituye una causal de
justificación eliminando toda nota de antijuridicidad y provocando el rechazo de cualquier
pretensión indemnizatoria por parte del damnificado. Sin embargo, no se consideran bienes
disponibles aquellos de carácter personalísimo como son, la vida y la integridad física de las
personas, por lo cual todo acto de disposición que se efectúe respecto a ellos resultará inválido
y no excluirá la antijuridicidad de la conducta dañosa, aun cuando haya sido previamente
pactado. Quedan fuera de esta restricción, aquellos supuestos en los que constituya un
beneficio para la persona que presta su consentimiento, intervenciones quirúrgicas. Para que el
consentimiento del damnificado sea válido y excluya la antijuridicidad: haber sido prestado con
anterioridad al hecho o en forma contemporánea. El legitimado a prestar el consentimiento es
el propio titular del derecho o interés protegido en juego, sino sería ineficaz. En determinadas
situaciones, se encuentran habilitados: representantes legales o persona que expresamente
indique la norma. DISTINCION CON LA ASUNCION DE RIESGOS: cuando el damnificado presta
su conformidad sabe con anterioridad que los actos de terceros pueden resultarle perjudicial, y
sin embargo, acepta las consecuencias del posible daño, constituyéndose su conformidad, de
tal modo, en una causa de justificación que borra cualquier presunta antijuridicidad o ilicitud en
la conducta del dañador. Esta es su nota distintiva, en donde la conformidad de exponerse a un
daño eventual no implica para el damnificado aceptar las potenciales consecuencias dañosas
que se puedan derivar del riesgo aceptado, lo que no ocurre en la asunción de riesgos. Según la
teoría de la asunción, alude a una situación en la cual una persona, teniendo conocimiento de
los peligros que envuelven a una determinada actividad, decide llevarla a cabo exponiéndose a
la eventualidad de sufrir daños. Art 1719. Asunción de riesgos. “La exposición voluntaria por
parte de la victima a una situación de peligro no justifica el hecho dañoso ni exime de
responsabilidad a menos que, por las circunstancias del caso, ella pueda calificarse como un
hecho del damnificado que interrumpe total o parcialmente el nexo causal”.

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