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El problema y la definición de los términos

El ejercicio de la patología del habla es relativamente nuevo en México. En la actualidad, maestros


profesionales del habla y médicos son quizá los únicos que se ocupan de esta área de estudios y
práctica.
La adquisición del habla es una fase vital en el desarrollo del niño. Este proceso, sin embargo, no
termina en la niñez, aunque es entonces cuando hace sus más grandes avances. Es un proceso
continuo inter-relacionado con las capacidades orgánicas para captar, integrar y expresar símbolos.
Poco después del nacimiento, el niño empieza sus producciones verbales sincronizando los movimientos
de la lengua, mandíbulas y labios con los movimientos vibratorios de sus cuerdas vocales. La sin-
cronización correcta requiere ajustes diferentes y precisos de la musculatura asociada con la respiración,
fonación y articulación. Durante las primeras semanas de vida las vocalizaciones del infante parecen ser
totalmente reflexivas. A las seis o siete semanas, aparentemente se da cuenta de estos sonidos y
balbucea para su propio deleite. La jerga aumenta en esta época y tal parece que el nene sostiene una
conversación con sentido en su propio idioma. Bram comenta: "Con respecto a los sonidos, se sabe que
los niños tienen una gama de ellos, aun cuando no se encuentran en su lengua materna. El niño es
poligloto en potencia, pero son los adultos quienes alientan ciertos sonidos o los hacen desaparecer."' El
siguiente estadio se llama "laleo" y se refiere a las repeticiones que el niño hace al oír los sonidos que él
mismo emite. Durante este estadio, empieza a asociar la audición y la producción de sonidos. Hacia los
nueve meses de edad, comienza a imitar los sonidos de otras personas de su ambiente, aunque aún no
posee comprensión auditiva. Esta repetición se conoce como "ecolalia". Aproximadamente al año de
edad, el niño empieza a usar combinaciones espontáneas de sonidos. A la edad de un año, puede tener
un vocabulario de tres palabras; al año y seis meses, su vocabulario puede incluir veintidós palabras; a
los dos años puede contener palabras, y a los dos años y seis meses puede haber 446 palabras.

El habla de un niño pequeño puede ser difícil de comprender debido a las distorsiones o sustituciones de
sonidos. Las consonantes finales generalmente se omiten en estos tempranos estadios del desarrollo del
habla; las consonantes de en medio de la palabra pueden ser omitidas; las consonantes pueden ser
omitidas de las mezclas. Conforme el niño desarrolla mayor control del habla, mejora gradualmente la
inteligibilidad. Para la edad de tres años y medio ya al niño suelen entenderlo personas que no lo
conocen.

Tales estadios de adquisición de sonidos y palabras no constituyen divisiones rígidas. Hay


sobreposiciones de las diferentes características, ya que cada niño presenta variaciones en su
desarrollo.
Hablar en una forma clara e inteligible no es una habilidad sencilla, pero es fundamental para una
comunicación satisfactoria. Si esta habilidad está parcial o totalmente dañada, pronto el individuo se da
cuenta que sus posibilidades de éxito se reducen en una sociedad que exige pericia en la comunicación
oral. Frecuentemente, un individúo puede equiparar la fluidez verbal con el valor personal y así inclinarse
a medir su valor personal por su pericia verbal. Rousey comenta: "Aunque no equiparamos la capacidad
de hablar bien con la buena adaptación al medio, pensamos que un habla deficiente o defectuosa puede
ser un indicador particularmente sensible de los problemas de adaptación.

La medición de la articulación es fundamental para el diagnóstico de las desviaciones de la articulación


en los niños.' Mientras más pronto se detecte un problema del habla, más optimista es el pronóstico para
adquirir un habla inteligible.
Planteamiento del problema. La valoración de la articulación de los niños mexicanos o
hispanoamericanos suele ser inadecuada debido a que las pruebas de articulación disponibles están en
inglés y no se prestan para su utilización en el idioma español.
Las pruebas de articulación se usan actualmente en México en dos lugares: el Hospital 20 de Noviembre
y el Hospital Infantil. Estas se administran principalmente a adultos afásicos y a niños menores de 12
años que presentan defectos del habla. Muchas de las palabras de estas pruebas parecen inadecuadas
porque requieren una habilidad refinada para leer modismos y palabras abstractas. También contienen
muchas palabras extranjeras las cuales, aunque se usan con frecuencia en el vocabulario de algunos
adultos, no son comunes en español. Resulta evidente la necesidad de un inventario de articulación para
los sonidos del español, a fin de valorar el desarrollo de la articulación en esta población.

Según parece, hay una carencia absoluta de estudios experimentales consignados que se refieran al
desarrollo del habla en español. Podría suponerse que los sonidos aparecen generalmente en el mismo
orden y a la misma edad en español y en el inglés de Estados Unidos; sin embargo, la cultura española y
el idioma presentan muchas características que difieren de las estructuras ambientales y lingüísticas en
los Estados Unidos.
Al parecer, es preciso desarrollar normas de articulación y un inventario para valorarlas para que sea
posible desarrollar cabalmente en México diagnósticos y programas correctivos del habla en forma
efectiva.
Propósito. Esta investigación persigue dos propósitos: realizar un estudio piloto de la adquisición de la
estructura de fonemas en los niños de habla española e intentar diseñar un inventario de articulación
capaz de valorar el desarrollo de la articulación en español.

Esta investigación intentará contestar las siguientes preguntas:


1. ¿Cómo y cuándo se lleva a cabo la adquisición fonémica en los niños de habla española?
2. ¿Cuál es la relación entre la adquisición fonémica y la construcción, administración y resultados de
un inventario de articulación diseñado para probar ésta en los niños de habla española entre las edades
de tres y seis años y medio?
3. ¿Existen diferencias estadísticamente significativas entre el desarrollo de la articulación de los
niños y niñas de habla española en los cuatro niveles de edad seleccionados entre tres y seis años y
medio?
4. ¿Difiere la adquisición fonémica de los niños de habla española de la de los niños americanos con
respecto a edad, sexo y orden del desarrollo de sonidos?
Justificación e implicaciones del estudio. Los niños adquieren el habla normalmente durante el periodo
preescolar, generalmente entre las edades de uno y cinco años. Los niños impedidos en su habla
enfrentan un obstáculo difícil en sus relaciones sociales y escolares. El desarrollo del habla parece estar
directamente relacionado con el de índole social e intelectual.' Los niños aprenden a pensar observando,
y por enseñanza de otros. Este proceso de aprendizaje depende grandemente del uso de palabras,
habladas o escritas.' La importancia de normas del desarrollo del habla es evidente cuando se
comprende totalmente la importancia del habla misma.
Las normas de desarrollo del habla proporcionan valiosa información en el área del desarrollo del
lenguaje. Por ser el desarrollo lingüístico parte del desarrollo total del niño y debido a que muchas
pruebas mentales son de naturaleza verbal, los resultados de este estudio podrían ser de valor a los
psicólogos y pedagogos que se ocupan del estudio del lenguaje.
La medición de la articulación es fundamental para el diagnóstico de las desviaciones de ella y para la
completa comprensión del desarrollo del habla.'
En México, los patólogos del habla en el ejercicio de su profesión tienen una necesidad imperiosa de
materiales de pruebas de articulación y procedimientos en español. Están conscientes de que la me-
dición de la articulación constituye una herramienta básica del patólogo del habla. Tales mediciones
podrían proporcionar información valiosa sobre desviaciones de sonidos específicos, tanto antes como
durante la incorporación del niño a un programa terapéutico.
Se necesita un inventario de articulación para valuar la discriminación del habla y la audición en las
áreas de afasia, lesiones cerebrales y retraso mental. Tal prueba podría ser un punto de partida para
desarrollar otras pruebas de articulación de naturaleza más profunda.
El empleo de inventarios de articulación estandarizados se ha difundido ampliamente en los Estados
Unidos durante muchos años. Si se pudiera construir y estandarizar un instrumento adecuado para la
población de habla española, su contribución en el campo de la educación especial y la terapia del habla
en México sería de gran valor. Tal prueba de articulación podría usarse también con los niños de habla
española en los Estados Unidos así como en otros países cuyo idioma es el nuestro.
1. DEFINICION DE LOS TERMINOS
Articulación. "...el acto de colocar correctamente los órganos articulatorios en posición adecuada para
producir fonemas específicos".9
"
...el resultado acústico de ciertos movimientos fisiológicos del aparato del habla".
Pronunciación. "...el acto o manera de pronunciar las palabras, una emisión articulada".
Habla. La expresión oral del lenguaje.
Desviaciones de la articulación. La producción incorrecta de un sonido o de combinaciones de sonidos.
Sustitución. El reemplazar un sonido correcto por uno incorrecto. Esta clase de error ocurre en la
posición inicial, media o final de una palabra hablada.
Omisión. La ausencia de un sonido en una palabra hablada. Este error ocurre en la posición inicial,
media o final de una palabra hablada.
Adición. También denominada "inserción", en México. Se refiere a un sonido que no pertenece a la
palabra, pero que puede ser añadido a cualquier parte de ella.
Distorsión. La producción de un sonido que se aproxima al fonema correcto, pero que no resulta exacto
ni se encuentra en el sistema fonológico del habla española que es común en México.
Defecto del habla. Una diferencia del habla suficientemente notoria para llamar la atención y que puede
interferir con la comunicación, provocando con frecuencia problemas de adaptación a quien la padece.

Revisión de la bibliografía
El habla humana se compone de una sucesión de unidades de sonidos característicos o fonemas. Estas
unidades de sonido las produce el mecanismo de la producción del habla y se representan
convencionalmente mediante combinaciones de letras.' La relación entre el sonido y la ortografía en
español no es tan confusa como en inglés. Thomas comenta que la ortografía en inglés es notoriamente
caprichosa con respecto a la relación sonido-ortografía.'
McDonald consigna que una definición del habla fisiológicamente orientada nos proporciona la base más
efectiva para desarrollar criterios para el diagnóstico y tratamiento de los defectos de la articulación. Él
prefiere la definición del habla de Stetson como "una serie de movimientos que se tornan audibles",
porque enfoca la atención en todos los procesos motores y sensoriales que intervienen en la producción
de ésta.' Los movimientos cuyo producto final son resultados audibles deben ser activados, vigilados y
controlados; por tanto, las funciones motoras y sensoriales son fundamentales en la producción del
habla.'
En la producción efectiva del habla, se pueden identificar tres tipos de movimientos sobre la base de
relaciones entre las acciones de los grupos de músculos agonistas y antagonistas que intervienen en
este proceso. Se trata de los movimientos fijos, los movimientos controlados y los movimientos
balísticos. La figura 2.1 ilustra los tres tipos de movimientos musculares.'
McDonald describe los procesos que intervienen en el proceso de la producción del habla. La respiración
es fundamental en la producción del habla (véase figura 2.2). Los sonidos del habla son el resultado de
la modificación del aire que pasa desde los pulmones a través de los espacios laríngeos, faríngeos,
orales y nasales. En la respiración relajada, el tiempo que se requiere para introducir el aire en los
pulmones es aproximadamente el mismo que se emplea para expelerlo; sin embargo, al hablar, la fase de
inhalación se acelera y la de exhalación se prolonga.6
El habla no se produce en un flujo continuo de la corriente de aire.
En realidad, la fase exhalante de la respiración se descompone en una serie de pulsaciones que
corresponden a las sílabas vocalizadas.
Stetson describe las sílabas como las unidades morfológicas del habla; identifica tres factores que
pueden encontrarse en toda sílaba: a) liberación, b) formación de la vocal, y c) detención. Stetson
observó que las sílabas pueden liberarse ya sea por la operación exclusiva de los músculos del pecho o
mediante un movimiento consonante. En cualquiera de los dos casos, la sílaba se libera dentro del canal
vocal que ha sido apropiadamente configurado.'
Sobre esta base se pueden identificar los siguientes tipos de sílabas:
1. Liberación de pecho — detención de pecho (i )
2. Liberación de consonante — detención de pecho (ti )
3. Liberación de pecho — detención de consonante (it )
4. Liberación de consonante — detención de consonante (tit )
En consecuencia, la producción de sonidos simples no es un proceso sencillo y se relaciona directamente
con el mecanismo fisiológico del habla. Ahora queda por examinar el mecanismo físico del habla como
una base sistemática para la clasificación de los sonidos del habla.
Sonidos consonantes. Sonido del habla en el que se forma una obstrucción completa o parcial de la
columna de aire saliente en alguna parte del pasaje vocal.' Las consonantes en español generalmente se
clasifican de acuerdo con: (1) el lugar de la interferencia u obstrucción de la columna de aire, (2) el grado
de obstrucción, (3) la forma en que se libera la columna de aire y (4) la acción de las cuerdas vocales. 9
1. Clasificación de acuerdo con el lugar de la obstrucción:
a) Labio-labio (bilabial), formado por los dos labios (p), (b), (m).
b) Labio-diente (labiodental), formado por el labio inferior colocado contra los dientes superiores: (f).
c) Encía (alveolar), formado por la colocación de la lengua puesta contra el borde de la encía: (t), (d),
(n), (1), (s), (r), (rr).
d) Paladar duro, frente o parte superior (palatal), formado por la parte anterior de la lengua colocada
muy cerca del paladar duro: (ch), (y), (ñ).
e) Parte posterior del paladar blando (velar), formado por la parte posterior de la lengua colocada
contra el paladar blando: (k), (g), (x).
2. Clasificación de acuerdo con el grado de obstrucción:
a) Bloqueo completo de la columna de aire al cerrar los labios o al colocar la lengua contra alguna
parte del paladar: (p), (b), (t), (d), (ch), (k), (g).
b) Bloqueo incompleto del aliento, debido a la presencia de un pequeño canal entre los labios o entre
la lengua y alguna parte del paladar para la emisión del sonido o, en el caso de las nasales, al
descenso del paladar blando y la emisión del aliento vocalizado a través de la nariz.
Orales: (f), (s), (x), (1), (r), (rr) y (y).
Nasales: (m), (n), (ñ).
3. Clasificación de acuerdo con la forma de liberar la corriente vocal.
a) Explosivas: (p), (b), (t), (d), (k), (g), (ch).
b) Continuadas: (f), (1), (s), (r), (rr), (y), (x), (m), (n), (ñ).
4. Clasificación de acuerdo a la acción de las cuerdas vocales:
a) Consonantes sordas (o respiradas) en la que las cuerdas vocales no vibran: (p), (t), (ch), (k), (f),
(s), (x).
b) Consonantes sonoras en las que las cuerdas vocales vibran:
(b), (d), (g), (1), (r), (rr), (y), (m), (n), (ñ).
Sumario de los cuatro sistemas de clasificación para las consonantes españolas.
TABLA 2.1
Clasificación compuesta de las consonantes
del español que se habla en México

Adaptación de la Clasificación Compuesta de Consonantes de E. M. Nemoy y S. F. Davis, The Correction of


Defective Consonant Sounds, Expression Company, Publicado por Magnolia, Massachusetts, 1966, p. 34, y T.
Navarro Tomas, "Cuadro de las Consonantes Españolas", Manual de pronunciación española, Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Instituto "Miguel de Cervantes", Madrid, España, 1963; pág. 82.

Desarrollo del habla. La adquisición inicial de los sonidos del habla es lenta. Durante los primeros años la
mayoría de los niños hablan como nenes, a esto se le llama pedolalia.10 Watson declara que a los dos
años de edad cerca del 35% de los sonidos se producen correctamente; a los cuatro años, cerca del
75%, y a los seis años, el 8990.11 La observación de la longitud (número de palabras) de una frase, tiene
algún valor como medida de la madurez del habla, ya que la producción verbal refleja directamente una
cualidad de lenguaje expresivo e interno que está relacionado con la construcción de frases. Por lo
general, un niño de 18 meses está en la etapa caracterizada por frases de una sola palabra; para los dos
años y medio, una frase promedio contiene tres palabras, y en otro año más, cuatro palabras. Para los
seis años y medio la longitud promedio de las frases llega a cinco palabras. Hacia los cuatro o cinco anos
se producen expresiones gramaticales completas, pero esto rara vez sucede antes de dicha edad.
Adquisición de los sonidos del habla. Varios investigadores han desarrollado escalas de adquisición de
los sonidos del habla, en forma de pruebas de articulación. Irene Poole presenta la siguiente escala de tal
desarrollo en niños de habla inglesa:
Robert F. Henja diseñó una prueba de articulación para evaluar los sonidos consonantes en una escala
de desarrollo. Los sonidos objeto de la prueba fueron clasificados de acuerdo con los distintos niveles
cronológicos en los cuales aproximadamente el 90% de los niños, o más, usaban los sonidos
correctamente. Su escala del desarrollo de la articulación es como sigue:

Templin y Darley estructuraron una prueba de diagnóstico y selección para evaluar la adecuación general
de la habilidad de la articulación de un niño. Debido al empleo tan amplio que tiene esta prueba, su
construcción y procedimientos se considerarán en detalle. La prueba de diagnóstico Templin-Darley
comprende 176 ítemes:
a) 12 vocales
b) 6 diptongos
c) 68 consonantes solas en la posición inicial, media y final
d) 37 mezclas de dos consonantes
e) 23 combinaciones de consonantes con vocal silábica o no silábica (t)
f) 14 mezclas de consonantes con vocal silábica o no silábica (i)
g) 7 mezclas de dos consonantes juntas con (i ), (~ ) y la vocal (i)
h) 9 mezclas de tres consonantes
Estímulos para la prueba. En esta prueba se instruyó a los niños para que dijeran una serie de palabras
aisladas, cada una de las cuales contenían un sonido o grupo de sonidos de prueba en una posición
específica. Subsecuentemente, por cada sonido mal articulado, se les daba un patrón auditivo claro del
sonido aislado, en una sílaba y en una palabra y se les pedía que lo repitieran. Finalmente, se hacía una
evaluación de la inteligibilidad del niño en la conversación hablada.
Se eligieron palabras de prueba que fueran conocidas del niño y que se pudieran representar fácilmente.
Al emplear todos los dibujos de la prueba de articulación, el examinador muestra al niño cada dibujo e
intenta lograr que emita el sonido deseado pidiéndole que nombre el objeto dibujado (método
espontáneo), o dice él mismo la palabra de prueba y hace que el niño la repita (método imitativo).
La prueba de selección consta de cincuenta ítemes de eficiencia comprobada que permiten discriminar
entre la buena y la mala articulación de los niños preescolares y de jardín de niños. Estos ítemes de
selección se representan con cincuenta dibujos en las dieciséis tarjetas de la Prueba de Diagnóstico.
Vivian Rose, citada por W. Johnson, presenta la siguiente descripción de los errores sobresalientes de
articulación que exhiben los niños:
1. Sustitución: el reemplazar un sonido correcto por otro incorrecto. Este tipo de error puede ocurrir al
principio, en medio o al final de una palabra.
2. Omisión: un sonido que desaparece completamente en una palabra. Este tipo de error puede ocurrir
en cualquier parte de la palabra.
3. Adición: un sonido que no pertenece a una palabra, pero que puede añadirse en cualquier parte de
ella.

Templin y Darley incluyen el error de distorsión que es un sonido defectuoso producido por el niño
aunque su producción se reconoce como un esfuerzo para emitir el fonema correcto."
Una muestra realizada en todos los centros de terapia del habla en México, indica que se han hecho
intentos para estructurar algunas pruebas de articulación, pero nacidas de una necesidad inmediata por
tener algún instrumento para utilizarse en los programas terapéuticos de toda clase de pacientes y de
todas edades, las cuales, valiosas por su esfuerzo, no son adecuadas para un estudio más profundo en
el área específica del desarrollo de la articulación y la adquisición fonémica. No se pudo localizar ningún
estudio sobre esta área realizado en algún otro país de habla española. Ignoramos si ulteriormente a
1970 se habrá publicado alguno.

Materiales y procedimietos
I. MATERIALES
Inventario de articulación. El inventario experimental de articulación comprende cincuenta y seis
sustantivos que se usan comunmente en la conversación cotidiana de las personas de habla española.
Se considera que estas palabras son familiares para los niños pequeños y se pueden representar sin
ambigüedad, con un dibujo. Las palabras se seleccionaron empíricamente de cuentos infantiles,
canciones de cuna y rimas, silabarios, primeras lecturas, textos de primer grado, tiras cómicas y la
sección infantil de periódicos.
Cincuenta de las cincuenta y seis palabras que se incluyen en la lista experimental de palabras, se
encuentran entre las mil que se usan con mayor frecuencia en el idioma español, según lo determina el
recuento del vocabulario español hablado y escrito en América Latina.'
El inventario experimental de articulación prueba diescisiete sonidos consonantes, doce mezclas de
consonantes y seis diptongos. Como material de estímulo se emplearon treinta y cinco tarjetas de cartón
blanco, de 22.5 por 15 centímetros, que contenían dos o tres dibujos lineales en tinta china y que
representaban las cincuenta y seis palabras empleadas.
Diecisiete tarjetas ilustran los siguientes sonidos: (m), (n), (ñ), (p), (x), (b), (k), (g), (f), (y), (1), (i), (i), (t),
(c) y (s). Doce tarjetas contienen las siguientes mezclas: (bl), (kl), (f1), (gl), (pl), (bi), (ki), (di), (fi), (gi), (pi)
y (ti). Seis tarjetas representan los siguientes diptongos: (au), (ei), (eo), (ie), (ua) y (ue) (véase Apéndice
A). . El inventario experimental de articulación incluyó información vital y una hoja para anotar los
resultados (véase Apéndice B) en la cual el que aplicaba la prueba podía registrar información pertinente
a cada niño que incluye nombre, edad, escuela y fecha. La página de resultados tiene nueve columnas.

1. La primera columna contiene el número que identifica la tarjeta.


2. La segunda se dejó en blanco para llenarla con la edad de desarrollo del habla de acuerdo con los
resultados de este estudio (véase el inventario experimental de articulación revisado, Apéndice C.)
3. La tercera contiene las palabras que abarcan los distintos sonidos en su posición inicial, media y/o
final.
4. Las columnas quinta (1-I), sexta (2-M) y séptima (3-F) proporcionan espacio para anotar la respuesta
del niño al sonido que se probaba en su posición inicial (I), media (M) y final (F). Por cada
consonante, mezcla o diptongo aislado, se hacía una anotación y se empleaban los siguientes
símbolos: a) una apostilla ( √ ) indica la producción correcta del sonido que se probaba, b) un signo
de menos y una diagonal (—/) indica la sustitución de un fonema, y c) un guión (—) indica la omisión
de un sonido de la prueba.
5. La octava columna proporciona espacio para registrar el sonido aisladamente. Aquí se anotan
respuestas a sílabas sin sentido como "so, se, si," "asa, ese, oso," o "as, es, is".
6. La novena columna deja espacio para registrar distorsiones o adiciones de sonidos: a) una distorsión
se registra usando el sonido fonético que le representa; b) una inserción de sonido se anota
registrando la palabra como la pronuncia el niño.
7. Al pie de la hora de resultados se proporciona espacio para incluir información y comentarios de la
persona que aplica el inventario experimental de articulación. Estos incluyen la ocupación de los
padres, el lugar que ocupa el niño en su núcleo familiar y su conducta durante la situación de la
prueba.
Se pensó que tal información podrá ayudar al examinador para comprender mejor al niño y ser capaz
de valuar subjetivamente el desempeño de la articulación del niño.
II. POBLACIÓN
Se sometieron a prueba en este estudio doscientos niños mexicanos monolingües, cuyas edades
fluctuaban entre tres a seis años y medio. Había ciento nueve varoncitos y noventa y una niñas. Estos
niños fueron seleccionados de cinco guarderías que constituyen parte del Centro de Cuidado de los
Niños del Instituto de Seguridad y Servicio Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) de la
ciudad de México. Los trabajadores estatales elegibles para este servicio de enseñanza de niños
preescolares y alumnos del primer grado incluyen a profesionales de cualquier sexo, oficinistas y
miembros de la clase laboral.

Los doscientos sujetos fueron seleccionados arbitrariamente de 1 141 niños inscritos en las doce
guarderías. Se decidió que el 15% de esta población constituiría una muestra suficiente para este estudio
piloto. Todos los miembros de esta población de prueba eran mexicanos, citadinos y de inteligencia
normal, según las medidas de las pruebas de inteligencia adaptadas de Terman-Merril y Grace Arthur.
Todos los niños gozaban de buena salud física y psicológica según consta en los reportes individuales de
salud contenidos en los archivos que conservan las guarderías. Todos los niños habían sido seleccio-
nados con técnicas audiométricas de tono puro y habla, sin que se notaran defectos auditivos.
La selección de los niños que constituye aproximadamente el 15% del alumnado total de las guarderías
se representa en la tabla 3.1.
Se escogieron, al azar, doce guarderías que proporcionaron la población de prueba de este estudio. Las
guarderías escogidas en tal selección incluían: la número 7 y la número 3, para los sujetos de tres años;
la número 7 y la 11, para los sujetos de cuatro años; la número 12 y la 3, para los sujetos de cinco años;
y la número 11 y la 10, para los sujetos de seis años.

TABLA 3.1
Porcentaje de los sujetos de prueba con respecto
al número total de niños en las guarderías

* Un total de cincuenta y tres niños de seis años estaban inscritos en las dos guarderías
seleccionadas.
III. PROCEDIMIENTOS
El inventario experimental de articulación se administró individualmente durante los periodos matutinos
después del desayuno de los niños y la hora de canto. La prueba se llevó a cabo en tres meses. Todas
las pruebas las administró quien esto escribe, y se realizaron en oficinas facilitadas por cada guardería.
En las salas de prueba había un silencio relativo y el menor número posible de distracciones. En cada
sala se colocó una mesita y dos sillas pequeñas.

Antes de iniciar cada periodo de prueba, se pedía a las maestras de la guardería que llevaran a los niños
individualmente a las salas respectivas; sin embargo, este procedimiento raras veces se observó, porque
las maestras estaban ocupadas con otros deberes. Generalmente se mandaba un grupo de niños con
una de las vigilantes de la guardería que tenía la responsabilidad de mantener la disciplina mientras los
niños esperaban turno para recibir su prueba de articulación. Este grupo esperaba en el corredor afuera
del salón de prueba. A cada niño que terminaba su prueba se le instruía para que mantuviera el juego
"en secreto".
Antes de aplicar el inventario experimental de articulación se hablaba un rato con el niño para hacer que
se sintiera lo más cómodo posible. A cada uno se le decía que iba a participar en un juego en el que
debía decir los nombres de los objetos que aparecían en las tarjetas. Se procedía luego a mostrar cada
tarjeta en la misma secuencia de la hoja de registro. A cada sujeto se le presentaban los cincuenta y seis
ítemes. Si el niño no identificaba un estímulo-palabra espontáneamente, la examinadora decía la palabra
y pedía al niño que la repitiera.
Las sesiones de prueba duraban dos horas y media aproximadamente. El tiempo empleado con cada
niño variaba, de acuerdo con su edad y grado de cooperación. Probar a los de tres años tomó
aproximadamente treinta minutos para cada uno; para los de cuatro años, cerca de veinticinco minutos;
los niños de cinco y seis años, requerían casi diecisiete minutos cada uno.
Procedimientos estadísticos. Se define el control de la articulación a cada nivel de edad como el número
total de veces que se prueba un sonido en todas sus posiciones (inicial, media y final), dividido por el
número de producciones correctas que resulta en un porcentaje de control de la articulación. Se
seleccionó un mínimo de 90% para propósitos de control, lo cual concuerda con el estudio de Henja.
El análisis de las hojas de errores para varones y niñas se efectuó por medio del empleo de las pruebas
T para probar diferencias de la variabilidad de desempeño entre grupo.

Resultados y análisis
I. RESULTADOS
Las áreas por investigar en este estudio se presentaron en las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es la secuencia de adquisición fonémica de los niños de habla española?
2. ¿Cuál es la relación entre la adquisición fonémica y la construcción, administración y los resultados
de un inventario de articulación diseñado para probar la articulación de los niños de habla española
entre las edades de tres y seis años y medio?
3. ¿Existen diferencias estadísticas significativas entre el desarrollo de la articulación de los varones de
habla española y las niñas en los cuatro niveles de edad seleccionados entre tres y seis años y
medio?
4. ¿Difiere la adquisición fonémica de los niños de habla española de la adquisición fonémica de los
niños norteamericanos con respecto a edad, sexo y orden del desarrollo de los sonidos?

Los resultados de este estudio se presentarán en el orden siguiente:


a) El desarrollo fonémico en los niños de habla española
b) El desarrollo fonémico en varones y niñas

Desarrollo fonémico. Para el propósito de este estudio se considera que el 90°o de corrección en la
producción de un sonido satisface los requisitos de control para el mismo en cualquier nivel de edad. Los
resultados del inventario experimental indican que los siguientes sonidos se controlan al nivel de tres
años de edad en la población probada: (m), (e), (ñ), (k), (t), (y), (p), (n), (1), (f), (ua) y (ue). En tal grupo de
edad se desarrollaron dos diptongos: (ua) y (ue) pero, al parecer, no hay mezcla alguna en este nivel.
Estos resultados se presentan en la tabla 4.1.
La administración del inventario experimental indica que los sujetos probados controlan los siguientes
sonidos al nivel de cuatro años de edad: (m), (c), (k), (t), (y), (p), (n), (1), (f), (g), (b), y (i). Las dos mezclas
(pl) y (bl) y los tres diptongos (ue), (ua) e (ie) llenan los requisitos de control dentro de este grupo de
edad. Estos resultados se presentan en la tabla 4.2.
La administración del inventario experimental indica que el control de consonantes en los sujetos de cinco
años de edad fue el mismo que mostraron los niños de cuatro años sometidos a la prueba, con la
excepción de sonido (i-). Los de cinco años no mostraron suficiente control del sonido (r); pero lograron
control de cinco mezclas adicionales (kl), (br), (fl), (kr) y (gi) y de otros dos diptongos: (au) y (ei). Estos
resultados se muestran en la tabla 4.3.

Los resultados del inventario experimental indican que el control de consonantes es completo en los
sujetos de seis años, con excepción de los sonidos (x) y (d). Todas las mezclas ya estaban
completamente desarrolladas excepto la mezcla (di). Todos los diptongos probados se hallaban
completamente desarrollados en estos sujetos. Los resultados se presentan en la tabla 4.4.
TABLA 4.1
Adquisición fonémica
(Edad: tres a tres años y medio)

TABLA 4. 2
Adquisición fonémica
(Edad: cuatro a cuatro años y medio)
TABLA 4. 3
Adquisición fonémica
(Edad: cinco a cinco años y medio)

TABLA 4. 4
Adquisición fonémica
(Edad: seis a seis años y medio)
La tabla 4.5 ilustra la adquisición fonémica a cada nivel de edad; en dicho cuadro cronológico se incluyen
consonantes, mezclas y diptongos.

TABLA 4. 5
Resumen de la Adquisición fonémica

La tabla 4.6 resume el número total de consonantes, mezclas y diptongos que se controlaban en cada
nivel de edad incluido en la prueba. Se puede observar una progresión ordenada, con la excepción del
sonido (r) que, al parecer, logran controlar los sujetos de cuatro años pero no los de cinco. Hubo seis
errores más en la articulación de este sonido en el grupo de más edad que en el grupo de menos.
Desarrollo fonémico en varones y niñas. Para determinar cualquier diferencia significativa en el desarrollo
fonémico de los varones y las niñas probados en este estudio, los cuatro niveles de edad se dividieron en
varones y niñas cuyo desempeño de articulación se comparó mediante la prueba T de variancias
calculadas. En esta forma, el número de errores que presentaron los varones y las niñas se comparó
para determinar cualesquiera diferencias estadísticamente significativas. La mencionada comparación se
muestra a continuación:

TABLA 4. 6

Sumario de todos los sonidos controlados


a cada nivel de edad

TABLA 4.7
Comparación de errores de articulación en
los varones y las niñas
Sólo se encontró una significancia estadística entre el número medio de errores en el nivel de desarrollo
correspondiente a cinco años de edad. Ningunas otras diferencias de adquisición fonémica entre los
varones y las niñas sujetos de este estudio fueron significativas (p = 0.10). Debe notarse que al nivel de
cinco años de edad, las niñas mostraron una media alta y una baja variancia de medias mientras que, los
varones tuvieron una media baja junto con una alta variancia de medias. La media correspondiente a las
niñas fue más elevada que la de los varones, pero la variancia del grupo femenino resultó más baja que
en la de varones. La variabilidad de éstos y las niñas en dicho nivel de edad fue considerablemente más
baja que la de los otros grupos probados, lo que dio por resultado una desviación estándar más pequeña
en los sujetos de cinco años de edad.
El número y el tipo de errores de articulación que mostraron los varones y las niñas, y la población total
sometida a la prueba se presentan en las tablas 4.8, 4.9 y 4.10.

TABLA 4. 8

Número y tipo de errores de articulación en los varones

TABLA 4. 9

Número y tipo de errores de articulación en las niñas

TABLA 4. 10

Número y tipo de errores de articulación exhibidos por


el total de la población de prueba
II. ANALISIS
Secuencia de adquisición fonémica. La maduración de articulación cronológica se demostró en la
naturaleza de los errores que cometían los niños probados en este estudio. Se pueden notar los
siguientes patrones de errores en las normas de desarrollo que se derivan de estos datos:
1. Omisión. Aparentemente la habilidad fisiológica para producir los sonidos correctamente no estaba
bien establecida en los niños más pequeños.
2. Distorsión. Aparentemente los niños se esforzaron por producir los sonidos en forma correcta, pero no
los produjeron con precisión.
3. Sustitución. Aparentemente existía la habilidad fisiológica para producir los sonidos de la prueba, pero
se sustituyeron por otros. Los niños podían producir los sonidos, pero no lograron colocarlos en su
lugar dentro de la palabra.
4. A los seis años de edad, ya se había desarrollado la capacidad de producción del habla de manera
firme, con excepción de los sonidos (d) y (x) y la mezcla (dr).

Con respecto a los dos fonemas (x) y (d) que no alcanzaron a desarrollarse al nivel de seis años de edad,
se debe hacer notar que los errores cometidos en estos sonidos fueron en su posición final y consistieron
primordialmente en omisiones. Según Navarro Tomas, estos sonidos se pronuncian en forma
particularmente sutil y laxa en su posición final; especifica que estos sonidos tienden a ser tenues cuando
aparecen al final de una palabra, de manera que su articulación redunda en una emisión casi inaudible.
Por esta razón, tienden a ser omitidos. Declara Navarro Tomas que esta manera de articular la (x) y la (d)
en su posición final, también se encuentra en la pronunciación de la gente instruida.
Ya que los niños pueden tener dificultad para oír los sonidos finales (x) y (d) poco enfáticos, tienden a no
reproducirlos. Una reducción del énfasis en estos sonidos en su posición final puede ser la causa I de que
el niño no los articule adecuadamente.
Conforme la población de prueba avanzaba en edad, se notó una mayor habilidad fisiológica para
producir los sonidos. Este resultado es congruente con la investigación llevada a cabo en los Estados
Unidos, en el área de adquisición fonémica.
Se puede observar que las consonantes sordas (p), (t) y (k) aparecen antes que sus contrapartes: las
(b), (d) y (g) sonoras. Las primeras aparecen al nivel de tres años de edad; las últimas se adquieren al
nivel de los cuatro, con la excepción de la (d) que no se logra completamente ni al nivel de seis años. El
fonema (s), cuya producción requiere una mayor madurez fisiológica, se adquiere al nivel de seis años
de edad.

Se observa una secuencia lógica en la aparición de los sonidos mezclas: no se combina ningún sonido
nuevo para formar la mezcla, sino que ambos se han dominado previamente por separado; por ejemplo,
en la mezcla (gr) los sonidos (g) y (r) se adquirieron desde el nivel de cuatro años de edad.
Los diptongos de vocales que se forman en la parte posterior de la boca (ua) y (ue) se adquieren primero,
luego se desarrollan los diptongos frontales (ue), (au), (ei), (eo) desde el nivel de cuatro años de edad
hasta el de seis.
Adquisición fonémica en varones y niñas. Los resultados de este estudio demuestran que no hay
diferencia estadísticamente significativa entre la población masculina y femenina de la prueba, con
respecto a su desempeño articulatorio, salvo en el nivel de cinco años de edad. Según parece esta
diferencia estadística se debe a un fenómeno particular de los datos recabados y no se considera de
importancia en la adquisición fonémica de los varones y las niñas.
Los estudios llevados a cabo en los Estados Unidos consignan diferencias significativas en el desarrollo
de la articulación entre varones y niñas, en pequeños que hablan inglés americano. De acuerdo con
Poole, que estudió la habilidad de 140 niños de edad preescolar para articular veintitrés sonidos
consonantes en palabras, las niñas alcanzan la eficiencia articulatoria hacia los seis años y medio de
edad, y, los niños, aproximadamente un año después.

En otro estudio se examinaron 204 niños (Iowa Welfare Station) y se probaron tanto sonidos
consonantes como vocales. Los resultados indican que las niñas tendían a superar a los varones en los
elementos consonantes; la diferencia entre las niñas y los varones respecto a las vocales fue demasiado
pequeña para permitir conclusiones definitivas.

En un estudio ulterior, Templin encontró que las niñas tendían a ser más rápidas en el desarrollo de la
articulación, comparadas con los varones de cuatro años y medio en adelante. Hacia los siete anos, las
niñas se aproximan a una articulación madura, mientras que los niños requieren otro año para alcanzar
el mismo grado de perfeccionamiento. Los resultados de Templin verifican los resultados del estudio de
Poole.
Se cree que la falta de una diferencia significativa en el desempeño articulatorio de las poblaciones
masculina y femenina comprendida en este estudio puede explicarse, al menos en parte, desde un punto
de vista cultural. En la cultura mexicana, los hombres ocupan todavía una posición privilegiada dentro del
núcleo familiar y en la sociedad. El nacimiento de un varón es generalmente ocasión de orgullo y
regocijo. Las parejas jóvenes que han procreado sólo niñas "siguen buscando al varoncito". Con
frecuencia, cuando se satisface este deseo ya no se buscan más hijos.

El padre, la autoridad en la familia, se siente orgulloso de sus hijos varones. Aunque las hijas son
bienvenidas y queridas, un hijo es algo especial: recibe mucha atención, se adivinan sus necesidades
cuando está enfermo, vive en un ambiente hogareño tolerante y habla como quiere sin que sus padres
se preocupen demasiado. Tiene una motivación sana para hablar ya que generalmente vive en una
atmósfera familiar comunicativa donde la madre está frecuentemente presente para cuidar a sus niños,
la casa recibe constantes visitas de parientes y amigos, y el niño, además, se siente el centro de la
atención. La riqueza de estímulos que un varón recibe, puede explicar, en parte, la compensación de un
desarrollo fisiológico más lento comparado con el desarrollo del habla de las niñas según lo consignan
Templin y Poole.
Se sabe que en la cultura hispánica la población masculina tiene una posición privilegiada en la
sociedad. Hay una doble moralidad social que hace marcadas distinciones en perjuicio de las mujeres v
restringe sus actividades, mientras que al mismo tiempo el hombre tiene menos restricciones y aun se le
considera superior.'
El inventario experimental de articulación. Parece que el inventario experimental de articulación
empleado en este estudio fue generalmente adecuado para obtener datos normativos piloto respecto al
desarrollo fonémico. Se han hecho pequeños cambios en el inventario basados en la experiencia
obtenida en su administración y los resultados de este estudio. El inventario de articulación, revisado,
aparece en el Apéndice C.
Dicho inventario contiene cincuenta y seis ítemes e incluye los niveles de edad del desarrollo, basados
en los datos derivados de este estudio. Los cambios en los ítemes incluyen los siguientes:
1. La palabra "piñata" que contiene el sonido (ñ) en su posición media, se reemplazó por la palabra "uña"
porque es un sustantivo común incluido en el vocabulario de todos los países de habla española.
2. La palabra "pastel" que contiene el sonido (1) en su posición final, se reemplazó por la palabra "sol",
porque este sustantivo se incluye en el vocabulario de todos los países de habla española. Al "pastel",
por ejemplo, se le llama "cake" o "pay" en Cuba y en España, "torta"; así, como podría resultar
confuso, se eliminó.
Comparación de normas de articulación. La tabla 4.11 presenta una comparación de los resultados
obtenidos de inventarios de articulación norteamericanos y del inventario experimental de articulación
empleado en este estudio. Es evidente que existen diferencias mayores entre las secuencias de
adquisición fonémica de niños que hablan el español de México y los niños norteamericanos de habla
inglesa.
Se desconoce la distribución fonémica de la lengua española. Es muy probable que difiera del inglés
americano en tal forma que los niños oyen y aprenden los sonidos en estas dos culturas a niveles
diferentes de edad.
TABLA 4. 11

Comparación de normas de adquisición de fonemas obtenidas en las pruebas de


articulación Henja, Poole y en el Inventario experimental de articulación

También es posible que la riqueza y variedad en la pronunciación de los fonemas del inglés americano
pueda impedir su adquisición en los niños americanos de habla inglesa. El español que habla la pobla-
ción sometida a la prueba es más limitado e invariable en su pronunciación que el inglés americano.
También es viable que los niños que hablan el español de México empiecen a hablar más temprano
debido a un clima cultural más propicio para el desarrollo del habla.
Resulta interesante comparar el tiempo que lactan los niños mexicanos, con el de los niños
norteamericanos. Muchos niños norteamericanos son alimentados con biberón y cuando se les
amamanta, esta experiencia suele generalmente concluir durante el primer año de su vida. Por otra parte,
los niños mexicanos suelen ser amamantados hasta los dos años y en algunos casos hasta los tres. Es
posible que este ejercicio prolongado del control de los labios y la lengua que se requiere para succionar
bien pueda contribuir a un control muscular más fino de estos articuladores en el niño mexicano y, por
tanto, ayude al desarrollo precoz de ciertos sonidos. El hecho de que la madre sostenga al niño en su
regazo mientras lo amamanta también puede contribuir a un clima emocional que propicia un desarrollo
más temprano de la articulación.
Aunque los resultados de este estudio piloto son considerados provisionales, parece que existe una
fuerte indicación acerca de que las normas de desarrollo del inglés americano no se deben aplicar a
niños mexicanos.
Esto plantea la pregunta de cuáles normas de desarrollo deben aplicarse a los niños México-
norteamericanos. Quizá esta pregunta tiene gran importancia para los terapeutas del habla y los
maestros de los Estados Unidos. Parece aplicarse especialmente al programa Head Start de esta área
geográfica.
Limitaciones de este estudio. Como se hizo notar anteriormente antes de este estudio se carecía de
información y elementos de valuación en el área del desarrollo de la articulación de los niños de habla
española. Se espera que este análisis piloto contribuirá a aliviar la necesidad apremiante de material que
experimentan los estudiantes de los desórdenes del habla, tanto en México como en otros países de
habla española. Desde que se terminó esta investigación la autora reconoce ciertas limitaciones del
estudio. Estas incluyen lo siguiente:
1. Debido al alcance del área examinada, se debe considerar este estudio como un examen piloto de dos
áreas principales. Las técnicas y los materiales fueron originados por la autora ya que el presente
simboliza un esfuerzo precursor. Estas técnicas requieren evaluación y una aplicación más amplia
antes de que pueda considerarse que llenan los criterios de estandarización. Los materiales
empleados para valuar la articulación eran dibujos sencillos de tinta china de sonidos específicos y
mezclas. No se probó la producción de vocales ni el desempeño articulatorio en contextos. El
inventario de articulación tendrá que emplearse con más amplitud y habrá que estudiar sus resultados
más extensamente antes de sacar conclusiones firmes concernientes a patrones del desarrollo de la
articulación de niños de habla española.
2. Aunque el total de la población de prueba consistió en doscientos sujetos, la población individual de
varones y niñas en los niveles de edad específicos fue pequeña. La prueba revisada se debe
administrar a poblaciones más grandes si han de inferirse conclusiones predictivas de su
administración.
3. La población de prueba fue seleccionada en una fuente específica: la Sección de Guarderías del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en la ciudad de México.
Aunque quizá esta fuente ofrezca un perfil de los niños de habla española, es posible que si se
administra a diferentes grupos de niños del habla mencionada, se obtengan datos distintos de los que
arrojó este estudio. La población escogida incluía sólo sujetos monolingües. Muchos padres
mexicanos envían a sus hijos al extranjero o a colegios privados americanos. canadienses, franceses,
o al Colegio Alemán o al Hebreo, en la ciudad de México. Estos niños llegan a ser bilingües cuando
menos. Situación que se da también en el caso de niños mexicano - norteamericanos. Es posible que
la administración del inventario experimental de articulación a tales poblaciones redunde en datos
diferentes de los encontrados en este estudio.
4. El nivel de edad de la población de prueba se extendió a seis años y medio. Como se señaló, al
consignar los datos, no todos los sonidos se habían desarrollado por completo a esta edad. Si la
población de prueba se hubiera extendido a más de esta edad para incluir las edades probadas por
Poole, se hubiera podido establecer una más completa secuencia de adquisición de fonemas.
5. Además de confiar en los expedientes de las guarderías del ISSSTE y de la observación personal, no
se intentó evaluar el desarrollo del lenguaje en la población de prueba. Aunque se esperó que el
tamaño de la población evitara problemas del retraso en el lenguaje, es posible que la existencia de
tales casos pudiera contaminar los resultados de este estudio.
6. La población de prueba se circunscribía a niños mexicanos. Aunque se puede suponer que los
resultados de este estudio se podrían aplicar a todos los niños de habla española en América Latina,
tal conclusión puede ser sospechosa debido a las limitaciones impuestas por las condiciones de
nacionalidad y cultura de la población de prueba.

Sugerencias para una investigación más amplia. Actualmente, el inventario revisado de articulación,
estructurado a partir de los datos derivados de este estudio ya se emplea en la ciudad de México. Esta
investigadora desea que los terapeutas del habla que emplean esta herramienta resulten
suficientemente motivados para llevar a cabo una mayor investigación en el área de validez y
confiabilidad de este instrumento, así como una mayor exploración de las normas de la adquisición
fonémica en los niños de habla española. Una investigación más amplia puede incluir lo siguiente:
a) La administración del inventario de articulación a muestras de niños más amplias y heterogéneas.
Podría considerarse que una investigación tan extensa requiera un esfuerzo de equipo y subsidio del
gobierno.
b) La experimentación con diferentes formas de estímulo de la articulación, tales como objetos,
diapositivas, fotobandas y estímulos contextuales o de conversación.
c) La administración del inventario de articulación a niños con problemas del habla, especialmente de
naturaleza articulatoria.
d) La investigación de las posibles influencias culturales y emocionales en la adquisición fonémica en los
niños de habla española.
e) La investigación de los posibles efectos de la enseñanza bilingüe en la adquisición fonémica.
f) La ampliación del inventario de articulación para que incluya todos los sonidos del habla española.
g) La construcción de una forma abreviada del inventario de articulación que funcione como una prueba
de selección.
h) La investigación de los niveles de edad ampliados, que incluyan edades menores de tres años y
mayores de seis años y medio.
i) La investigación y correlación de la secuencia de adquisición fonémica en otros idiomas además del
español para determinar un posible patrón universal de adquisición fonémica.
j) Una mayor investigación en el área de la progresión del desarrollo de la articulación.

Los resultados de este estudio indican un patrón diferente del que muestran los niños norteamericanos.
¿Es esto un reflejo fisiológico, emocional o cultural?
Resumen
El propósito de este estudio fue investigar la adquisición fonémica de los niños de habla española por
medio del uso de un inventario experimental de articulación estructurado para tal propósito. Hasta la
fecha no existen tales normas para esta población. Se eligieron las siguientes preguntas para la
investigación:
1. ¿Cuál es la secuencia de adquisición fonémica de los niños de habla española?
2. ¿Cuál es la relación entre la adquisición fonémica y la construcción, administración y resultados de un
inventario de articulación estructurado para probar la articulación de niños mexicanos entre las edades
de tres y seis años y medio?
3. ¿Existen diferencias estadísticamente significativas entre el desarrollo de la articulación de los varones
y niñas de habla española a los cuatro niveles de edad seleccionados de tres y seis años y medio?
4. ¿Difiere la adquisición fonémica de los niños de habla española de la adquisición fonémica de los
niños norteamericanos con respecto a edad, sexo y orden del desarrollo de los sonidos?
La población sometida a prueba consistía en doscientos niños monolingües de habla española inscritos
en la Sección de Guarderías del ISSSTE en la ciudad de México. Las edades fluctuaban entre los tres y
los seis años y medio. Hubo 109 varones y 91 niñas, que fueron sujetos de la prueba; todos ellos tenían
inteligencia y audición normales y no revelaban desórdenes fisiológicos.

El diseño del experimento consistía en agrupar los sujetos en cuatro niveles de edad y administrar a
cada uno un inventario experimental de articulación estructurado para probar su adelanto articulatorio en
17 consonantes aisladas, 12 mezclas de consonantes y 6 diptongos. Estos sonidos se probaron en su
posición inicial, media y final conforme se encuentran en el idioma español. Se emplearon como estímulo
tarjetas con dibujos en tinta china que representan las palabras seleccionadas empíricamente. (Una hoja
experimental de registro se emplea para anotar el desempeño articulatorio de los sujetos y para preparar
normas de adquisición de sonidos).

Para el propósito de analizar los datos, la población sometida a prueba se dividió tanto en varones y
niñas como en recuentos de los grupos de desempeño articulatorio. Los recuentos totales del grupo se
valuaron según un criterio de 90% de control entre los grupos en cada nivel de edad. El desempeño de
varones y niñas se analizó por medio del empleo de la prueba T de variancia de media.
Los resultados del estudio indican lo siguiente:
1. Existe una correlación entre los tipos de errores medidos y la maduración cronológica de articulación.
2. Los avances más grandes en adquisición fonémica tienen lugar entre las edades de tres y cuatro
años.
3. Hacia los seis años de edad, los niños de habla española sujetos a prueba en este estudio adquirieron
las consonantes aisladas menos los sonidos (x) y (d) y todas las mezclas, excepto (dt). Todos los
diptongos probados se controlaron a los seis años de edad.
4. No hubo ninguna diferencia estadísticamente significativa en el desempeño articulatorio de los varones
y las niñas sujetos a prueba con la excepción del nivel de cinco anos de edad. Esta diferencia
estadística no parece de importancia con respecto a la diferencia en sexo en relación con la
adquisición fonémica.
5. El desarrollo de articulación de los niños de habla española parece diferir del desarrollo de la
articulación en los niños de habla inglesa como se habla en los Estados Unidos, según se consigna en
la bibliografía norteamericana respectiva. Tales diferencias parecen residir en las áreas de sexo, edad
y orden de la maduración de la articulación.
6. Se construyó un inventario de articulación, revisado, que se basa en los datos normativos derivados
de este estudio.
Los presentes resultados y repercusiones justifican que se continúe la investigación en el área de
adquisición fonémica en niños de habla española. Se necesita investigación adicional para dar validez y
normas de confianza al inventario de articulación revisado que derivó de este estudio.
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