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IMPRENTA DE DOS ALEJANDRO GOMEZ FUEKTENEftlìo.
CURSO
РОВ. •
MADRID: 1848.
SE HALLARA EN LAS LIBRERÍAS DE D . JOSÉ C U E S T A , CALLE MAYOR,
Y DE D . GABRIEL S Á N C H E Z , EN LA D E CARRETAS..
lilaila mas difícil al cometer el estudio de
una ciencia, que el establecimiento del en-
lace filosófico de sus doctrinas , de "ese
vínculo intelectual que nos conduce de
unas en otras verdades, dándonos á enten-
der la perfección del todo por la correla-
ción de sus partes* Nada por lo tanto mas
inoportuno al saludar un trabajo didáctico,
que las descripciones demasiado prolijas
que engolfando en los hechos hacen que se
pierda de vista el horizonte que les liga con
los inmediatos. Pudiérase decir que la inte-
ligencia necesita en semejantes casos de un
segundo acto, que reuniendo lo mas cul-
minante de aquellos, y formando en una
palabra una especie de epílogo se recobre en
— VI —
la continuación-de su estudio. Esta es pues
la ventaja que ofrecen los textos concisos á
todo principiante, y el motivo que me ha
animado á presentar este corto trabajo de
M. Deguin á la sanción del público.
Conocido ya en el dominio de las cien-
cias físicas por varios trabajos de este gé-
nero , notables no solo en lo ilustrado de
sus conceptos, sino en la precisión y cla-
ridad de los misinos, creo dar una nueva
prueba en el presente manual. En él su
autor adopta el sistema de los químicos
Dumas y Balard, relacionando los equiva-
lentes de los compuestos con el hidrógeno;
presenta sus fórmulas con una claridad y
precisión admirables , deteniéndose en la
exposición de las reacciones que se origi-
nan en la preparación de cada sustancia.
Relativamente á su versión he procurado
conservar la pureza del texto en todos aque-
llos puntos en que la precisión y la claridad
se podían amalgamar; me he detenido en
todos los demás que presentaban alguna os-
curidad procurando obviar este inconvenien-
te, ó haciendo la descripción mas minu-
ciosa ó ilustrándola al efecto con algunas
notas. Animado también del deseo de pro-
porcionar á los principiantes una obra pu-
ramente elemental que fijase en un todo su
atención, he interpuesto las láminas en el
mismo textual, procurando que fuesen lo
mas claras y eligiendo las mismas del ori-
ginal.
Tal es la marcha adoptada para la pu-
blicación de este corto trabajo, en el que
tiene mas parte mi natural afición á su
estudio, que mis conocimientos hacia una
ciencia cuyas dificultades no ignoro.
. 1
Pág.
Cuerpos simples y compuestos. • 1
Objeto de la química. ......jd.
Fuerza química. . . '. id.
De la cohesión. 2
Cristalización. . . . id,
Dimorfismo. . . . • 3
lsomorfismo. •• &
De la afinidad
Análisis y síntesis • »• • • 6
De la combinación. . . . . ¡ . . . . . . id.
Ley de los volúmenes. 9
i e y de las proporciones múltiplas • id.
De la nomenclatura química ?^
Nomenclatura de los cuerpos simples jd.
Nomenclatura de los compuestos binarios -11
Nomenclatura de los ternarios 13
Nomenclatura de los cuaternarios 15
De los equivalentes químicos id.
Equivalentes de los cuerpos simples. . . . . • id.
Equivalentes de los cuerpos compuestos. . . • • 18
Signos químicos. . 19
CAPITULO P R I M E R O .
Hidrógeno, . |*
Oxígeno. . . * . . •" • • ; • „
Azufre. .............' r!
Setenio y teluro. . . . . . • • .5*
Bromo. . . . QO
.ázoe. . . . . . . • «5»
Fósforo, . • . ' ¡5
Antimonio, . '
Carbono '
Boro y silicio, i • •. • . • • Tl~
Apéndice. — Del aire atmosférico. • •
CAPITULO I I .
SEGUNDA PARTE.
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO I I .
CAPITULO 111.
D E LOS S U L F U U O S , -109.
CAPITULO IV.
CAPITULO V,
•TERCERA-PARTE.
CAPITULO PRIMERO.
CAPITULO I I .
CAPITULO l i t .
CAPITULO IV.
CAPITULO V .
LECCIÓN PRIMERA.
B E LA COHESIÓN.
DE LA A F I N I D A D .
DE LA COMBINACIÓN.
DE LA NOMENCLATURA QUÍMICA.
CAPITULO PRIMERO.
1. Familia,
a
Hidrógeno.
2. a
Oxígeno, azufre, selenio, teluro.
3> .' .' Cloro, bromo , iodo.
4. a
Ázoe, fósforo, arsénico, antimonio.
5. a
Carbono.
6. a
B o r o , silicio.
PRIMERA FAMILIA. — Hidrógeno.
Historia. El hidrógeno tenia el nombre de aire infla-
mable antes de la época de la reforma en la nomencla-
tura química; descubierto en 1 6 0 0 , no se estudió hasta el
año 1777. Cavcndisch fué quien dio á conocer sus princi-
pales propiedades.
Propiedades físicas. El hidrógeno es un cuerpo g a -
seoso á toda presión y temperatura; incoloro, inodoro, in-
sípido, el mas ligero de lodos los gases; su densidad es
igual á 0,006926. El agua no disuelve sino un ~ .
El hidrógeno es impropio para la respiración; pues
aunque no actúa como gas deletéreo, se opone á la intro-
ducción del aire en los pulmones. Impide la combustión,
notándose muy bien este fenómeno cuando se introduce
una bugía encendida en una probeta llena de este gas.
Propiedades químicas. El hidrógeno no se descompone
por el calórico ni electricidad,
tan solamente se consigue dila-,
tarle. Se inflama y arde en con-
tacto del a i r e , siendo su ¡lama
tanto mas clara , cuanto mas pu-
ro sea el gas. Su combustión se
explica por su combinación con
el oxígeno del aire para la pro-
ducción de agua. En efecto, lle-
nando de hidrógeno una vejiga
(fig. 1. ) atada al extremo de un
a
del hidrógeno.
De donde 8 nos expresará el equivalente de oxígeno
por combinarse dicho gas con ~ de su peso de hidrógeno
para formar el protóxiclo de hidrógeno ó sea el agua.
Calórico desprendido en la combinación, lintre todos
los combustibles, el hidrógeno es quien desprende una
cantidad mas considerable de dicho agente. Este calórico
desprendido es igual á 23,610 unidades, es decir, que una
grama de hidrógeno produce en su combustión un calórico
capaz de comunicar un grado á 23,640 gramas de agua.
A fin de obtener el máximo de calórico por medio de
la combustión , es necesario emplear una mezcla de dos
volúmenes do hidrógeno y uno de oxígeno, y por otra
parle obligarlos á que les desprenda mediante una fuerte
presión. Con el auxilio de un aparato llamado sóplele (fig.
4 . ) se comprueban estos
a
resultados. Se compone
de dos tubos de cobre
concéntricos, de la mis-
ma longitud y tales que
el volumen del espacio
anular sea doble del vo-
lumen del mas pequeño;
se adapta á una de sus
extremidades un reci-
piente de platino D de
un diámetro interior de
cerca de 4 á 5 milíme-
2o —
Iros; después se pone en comunicación e! tubo interior
con una vejiga llena de oxígeno O , y el espacio anular con
otra H de hidrógeno. Comprimiendo las vejigas con la
misma fuerza, los dos gases se dirigen en la proporción
conveniente hacia el recipiente de platino; basta que la
mezcla se inflame para que se obtenga una ráfaga lumi-
nosa de una temperatura muy elevada.
El calor desprendido en este experimento es capaz de
fundir casi instantáneamente el cristal, el cobre, el hierro
y el mismo platino. La luz que se desprende no es tan exlrc-
' madamente viva, pero adquiere una claridad notable si se
introducen cuerpos sólidos. La intensidad que la creta le
comunica no permite al ojo soportar su brillo. En el aparato
que acabamos de describir no es posible que se lema la ex-
plosión por encontrarse los gases en distintas vejigas.
Preparación. Aun cuando el hidrógeno es uno de los
gases mas difundidos en la naturaleza , no se presenta sino
en el estado de combinación. Se encuentra en el agua y en
casi todas las sustancias orgánicas.
Dicho gas se extrae del hidrógeno poniendo en contacto
el zinc con el ácido sulfúrico dilatado. Colocadas estas
sustancias en un frasco
(Og. 5 . ) , en cuyo cuello se
a
Oxígeno.
Del azufre.
Setenio y teluro.
Cloro.
N a O , S O ——
3
t M n O , S O ——
1
i Ch ; siendo necesario emplear
cierla cantidad de agua para favorecer la reacción.
(
Bromo. Iodo.
Fósforo.
Arsénico. Antimonio.
S E X T A FAMILIA.;—jBorO y silicio.
A P É N D I C E . — D e l aire atmosférico:
CAPITULO II.
DE LOS METALES.
W E T A I . E S D E LA S E G U N D A SECCIÓN.
M E T A L E S D E L A C U A R T A SECCIÓN.
CAPITULO PRIMERO.
P D P a
CAPITULO II.
portantes.
El sesquióxido es verde, de difícil fusión, sin acción
sobre el aire ni sobre el oxígeno, indescomponible por e]
calor é irreducible con los metaloides; se trasforma en
cromato de potasa ó de sosa cuando se le calienta con es=-
tas dos bases en contacto del aire; es casi inalterable con
los ácidos mas poderosos;- se le halla en la naturaleza en
pequeñas cantidades, siendo el cuerpo que colorea la es-
meralda y la mayor parte de las rocas de magnesia. Se
prepara calcinando el cromato de mercurio en una retorta
de barro: el óxido de cromo queda en la retorta y se des-
-166 —
prende oxígeno y vapores mercuriales. Se usa en la pre-
paración de I05 colores verdes de la porcelana y . e n la fa-
bricación de algunas piedras artificiales.
El ácido crómico es rojo púrpura, tiene un sabor acre
desagradable, enrojece fuertemente el tornasol, mancha la
piel de amarillo, es soluble en el agua, depositándose por
la evaporación bajo la forma de cristales. Se descompone
por el calor en oxígeno y sesquióxido de cromo. Excepto
el bicromato de potasa , no tiene ningún uso.
Óxidos de cobre. Existen tres óxidos de cobre: el pro-
tóxido, el bióxido y el cuadróxido. El primero es una
base débil, el segundo una base enérgica, y el último no
desempeña ni el papel de base ni el de ácido, siendo poco
importante.
El protóxido es rojo: se hace amarillo y pasa atestado
de bióxido cuando se le calienta en contacto del aire; se
descompone bajo la influencia del ácido sulfúrico dilatado,
en cobre metálico que se deposita, y en bióxido que se
reúne con el ácido. Colorea de verde el cristal con quien
se funde. Este óxido existe en la naturaleza en octaedros
pequeños ó en filetes sumamente delgados en las mismas
piritas de c o b r e ; se le halla también en pequeñas masas
en el soraque de los filones. Se le obtiene en estado de
pureza calcinando un equivalente de cobre con un equiva-
lente del bióxido de este m e t a l , y también hirviendo d u -
rante algunos minutos una disolución de azúcar y de ace-
tato neutro de cobre.
El bióxido es de un color amarillo negro; se trasforma
en carbonato en contacto del a i r e ; es insoluble en la pota-
sa y sosa; se obtiene en estado de hidrato echando potasa
ó sosa en una disolución de sulfato de cobre. Este hidrato,
que es insoluble en estos dos álcalis, es muy soluble en el
amoniaco, formando con esta base una especie de cuprato
de amoniaco de un hermoso color azul. El bióxido de co-
bre fundido con el vidrio le comunica un verde muy pro-
nunciado. Se obtiene el bióxido calcinando en una retorta
nitrato ó sulfato de cobre bien desecado. E l bióxido de
cobre ha sido empleado por Dumas como un excelente
medio de analizar las proporciones en que se combinan el
hidrógeno y el oxígeno en la producción del agua, tenien-
— 167 —
do ta ventaja de apoyarse en la densidad m ism a del hidró
geno. Al efecto se sirve (fi
gura 17) de un balón peque
ño A de cristal poco fusible,
en el que se sitúa el bióxido
de c o b r e ; se le calienta con
una lám para de alcohol de
doble corriente durante el
paso del hidrógeno; el gas
llega al balón por una tubu
ladura lateral, y el vapor de
agua producido se desprende
por la opuesta: una parte
del vapor se condensa en el
balón B enfriado previam en
t e , y la otra parte en los
tubos T y T ' en form a de U
llenos de piedra póm ez con
ácido sulfúrico y fosfórico arw
hidros. №1 hidrógeno no em
pleado sale por el tubo Y
que se sum erge en una pro
beta llena de agua, y que se
separa del tubo V por m e
dio de un tubiío t lleno tam *
bien de piedra póm ez em pa
pada de ácido sulfúrico á fin
de absorber el vapor emitido por el agua del vaso. Se reduce
pues este m edio á dirigir una corriente de hidrógeno sobre
el bióxido de cobre calentado al grado rojo, y en recoger
el agua que se origina en la reducción del bióxido.
El bióxido de cobre se usa frecuentem ente en el a n á
lisis de las sustancias orgánicas, por ceder con facilidad su
oxígeno al hidrógeno y carbono que contienen.
Óxidos de plomo. El plom o form a con el oxígeno uo
protóxido, un bióxido y un óxido interm edio; el m inio
debe considerarse com o una sal form ada de un equivalente
de bióxido y de un equivalente de protóxido. El protóxido
aun cuando desem peña á veces el papel de ácido es una
base de las m as poderosas.
— ios —
El protóxido es nmarillo: fundido por el calor se cris-
taliza al enfriarse en láminas amarillas ó de un amarillo
rojizo. No actúa sobre el oxígeno á la temperatura ordi-
naria, pero le absorbe á una elevada para convertirse en
minio. Se trasforma en carbonato en contacto del aire, y
fundiéndole destruye las. retortas de, barro y cristal combi-
nándose con el sílice. Se leda el nombre de masicot cuando
en estado pulverulento presenta un color nmarillo sucio,
y el de lüargirio si se encuentra cristalizado en láminas de
color amarillo rojizo. El protóxido de plomo no existe en
la naturaleza sino en estado de combinación con los ácidos:
en los laboratorios se prepara calentando basta enrojecerle,
en una retorta de platino, el minio ó el carbonato de plo-
mo. El masicot se dispone calcinando en un horno de r e -
verbero plomo hasta que adquiera un color m o r e n o ; se
quebranta después la masa entre dos muelas que arrastren
el óxido en polvo por medio de una corriente de agua , la
cual se someterá después á una evaporación conveniente.
El protóxido de plomo se emplea en una multitud de
preparaciones, tales como el carbonato de plomo y el ace-
t a t o , de que se hace un uso enorme en la fabricación de
las telas pintadas y en medicina.
El bióxido de plomo tiene un color oscuro rojizo; no
tiene acción sobre el oxígeno del aire, y se trasforma en
protóxido por medio de un calor intensó. Se obtiene t r a -
tando el minio con el ácido nítrico: en este coso el bióxido
se precipita, y queda un protóxido que formará un nitrato
de protóxido de plomo. El minio es pulverulento, y se
trasforma también en protóxido á una temperatura ele-
vada. Se obtiene calentando el masicot pulverizado en los
mismos hornos que sirvieron para prepararle. Se emplea
abundantemente esta sustancia en la pintura y en la fa-
bricación del cristal.
Óxidos de mercurio. Existe un protóxido y un bióxido
de mercurio; estos dos compuestos desempeñan el papel
de bases. ' *• ' '
El bióxido HgO tiene un color variable según el estado
ce división en que se encuentre: así que se presenta de un
dolor amarillo cuando está muy dividido, rojo anaranjado
cuando no lo está t a n t o , y rojo moreno si está menos.
— 169 —
Es paco soluble en el a g u a , enverdeciendo su disolución el
jarabe de Viejolas; tiene un sabor ligero; se descompone
por el calor rojo naciente, y se ¡reduce con la acción de
lodos los cuerpos ávidos de oxígeno. Se prepara, bien e x -
poniendo á una temperatura elevada mercurio en contacto
del aire durante ocho ó diez dias, bien disolviendo el m e r -
curio en el ácido nítrico con un calor ligero, y descompo-
niendo después el nitrato de mercurio que resulta. Se ha :
D E l.OS SCI. I T R O S .
CAPITULO IV.
De los fluoruros.
De los ioduros.
CAPITULO V.
NITRUROS Y FOSFUROS.
De los fosfuros.
CAPITULO VI.
De las aleaciones.
D E LOS COMPUESTOS T E R N A R I O S .
- CAPITULO PRIMERO.
ácido fosfórico HO , P h O s
; se les. considerará á todos
como hidrácidos H A z O , H P h O . . . . . En esta teoría es p r e -
6 6
otro de base.
Acción del calor. Los boratos son indescomponibles por
el calor á menos que su óxido sea reducible; los de las dos
primeras secciones resisten á la acción de los metaloides, al
paso que las de los cuatro últimas son descompuestos pro-
-234 —
Dablemente por el hidrógeno, el b o r o , el carbono, el fós-
foro y el azufre; porque estos metaloides actúan sobre
todos sus óxidos cuando se hallan libres, y la afinidad del
acido bórico para las bases es m u y débil para impedir la
descomposición. Los boratos se funden fácilmente por el
calórico; su fusibilidad es desde luego tanto mayor cuanto
sus bases mismas sean mas fusibles; el borato de plomo se
reblandece hacia los 3 0 0 ° .
Acción del agua. Los boratos de potasa, sosa y litina
son solubles en el agua; los demás son casi insolubles.
Acción de los ácidos. Los ácidos fijos descomponen úni-
camente los boratos a! calor rojo; los d e m á s , excepto
aquellos que sean sumamente débiles, lo efectúan á la
temperatura Ordinaria ó á la de la ebullición del agua.
Caracteres. Se reconocen los boratos aislando su
ácido por medio del sulfúrico ó del nítrico, y exami-
nando si el ácido obtenido es casi insípido, fijo , fusible, y
capaz de formar un cristal trasparente; al grado rojo co-
munica un color verde á la llama del alcohol.
Preparación. La naturaleza no presenta sino los bo-
ratos de sosa , de magnesia, de cal y de h i e r r o , y aún
estos tres últimos boratos son extremadamente raros. So
prepara el borato de sosa purificando por la cristalización
el borato natural d e la Tndia, ó tratando el ácido bórico
de la Toscana por el carbonato de sosa. Los demás boratos
solubles se preparan uniendo directamente el ácido á la
base, y aun por modio de la doble descomposición.
Borato de sosa. El borato de sosa, vulgarmente llama-
do bórax-, tiene un sabor alcalino; enverdece el jarabe de
violetas. El agua disuelve la mitad de su peso á los 100°,
y tan solo la 6 . parte á la temperatura ordinaria; crista-
a
CAPITULÓ I I I .
CAPITULO V.
FIN,
BIBLIOTECA NACIONAL
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