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Revista de Estudios, Universidad Costa Rica. No. 17, pág.

169-215,2003

LOS GRUPOS ÉTNICOS EN LA ESPAÑA MUSULMANA:


DIVERSIDAD y PLURALISMO EN LA SOCIEDAD ISLÁMICA MEDIEVAL

r Roberto Marín Guzmán

f La conquista islámica de al-Andalus se 670 con la conquista de Africa del Norte (Ifriqiy-
dió especialmente por razones económicas. Los ya) por "Uqba bn Nafi", los ejércitos musulmanes
f musulmanes introdujeron cambios importantes habían logrado un imperio enorme que se exten-
: en la sociedad de la Península Ibérica, entonces día desde el Atlántico en el oeste, al Khurasan en

I principalmente poblada por hispano-romanos y


visigodos', y empezaron una nueva organización
el este." Sin embargo, este imperio seguía en pro-
ceso de expansión, prueba de ello son las poste-
social, política y cultural en al-Andalus. Los mu- riores conquistas de España en el oeste y las in-
f sulmanes también llevaron a la Península las tra- cursiones musulmanas en Aquitania y en otras re-
diciones e instituciones del Medio Oriente, y con giones de Francia, y hacia el oriente, la expan-
ellas las divisiones sociales, étnicas, tribal es y re- sión hacia Ma wara' al-Nahr (comúnmente lla-
ligiosas. El propósito de este ensayo es analizar mada la región de Transoxiana, al este del río
minuciosamente el establecimiento de la nueva Oxus); es decir, el inicio de la conquista del Asia
organización social, principalmente étnica, que Central, hasta llegar posteriormente a Sind, Farg-
introdujeron los musulmanes en al-Andalus a hana y las fronteras del Imperio Chino.
partir de la conquista islámica de España en el De acuerdo con al-Razi, que sigue a al-
711. La presencia musulmana agregó los grupos Waqidi, citado por Ibn "Idhari en su Al-Bayan al-
árabes, bereberes y posteriormente los saqaliba y Mughrib fi Akhbar al-Andalus wa al-Maghrib, el
los negros a las etnias ya existentes. En este en- califa al-Walid b. "Abd al-Malik nombró a Musa
sayo se enfatizará en los grupos étnicos, sus divi- Ibn Nusayr como wali (gobernador) de Ifriqiyya.
siones y sus inter-relaciones. Asimismo se reali- Musa quería continuar la expansión musulmana
zará una reconstrucción histórica de cada uno de en Europa." Una corta distancia lo separaba del
esos grupos étnicos y sus aportes más importan- reino visigodo de España; de nuevos lugares, ri-
tes en al-Andalus. En un trabajo anterior estudia- cas tierras, de supuestos tesoros indescriptibles,
mos las divisiones sociales y los mecanismos de nuevos retos y probablemente otros lugares en
movilidad social, con el propósito de obtener un Europa. Musa estudió cuidadosamente la situa-
panorama general del dinamismo y la pluralidad ción política del reino visigodo de España, el
de la sociedad islámica de la Península Ibérica.? descontento judío con los gobernantes que los
La rápida expansión del Islam desde el Hi- discriminaban, perseguían y mantenían en una
jaz, en Arabia Central, hacia el norte y el este, dio posición marginada por sus fuertes leyes. Asi-
origen al Imperio Musulmán' Las tribus árabes, mismo observó la oposición y las conspiraciones
ansiosas por conquistar nuevos territorios, captu- de los numerosos enemigos políticos de Rodrigo,
rar varios tipos de botín y difundir el Islam", tam- el último rey visigodo, principalmente el partido
bién se expandieron hacia el oeste por Africa del de Witiza y sus sucesoresf
Norte.l En un corto período de tiempo, del año Musa envió primero una misión comanda-
636 con la conquista de Palestina y Siria, al año da por Abu Zur'a Tarif, probablemente en julio
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del año 710, (Ramadan 91 H). Tarif arribó al los enemigos políticos del rey Rodrigo, entre los
punto más meridional de España, en un lugar que se encontraba el Obispo de Toledo, pues fue-
posteriormente llamado Tarifa, del cual fue el ron esenciales para el éxito de la conquista musul-
epónimo." Según Ibn "Idhari, Tarif incursionó y mana. Las fuentes arábigas describen la participa-
saqueó Algeciras (conocida entonces como Julia ción de los elementos descontentos contra los visi-
Traducta) con 400 hombres y 100 caballos y re- godos y a favor de los musulmanes, a quienes con-
gresó de inmediato a Africa a informar a Musa de sideraban sus libertadores.l'De hecho, era común
sus algazaras y de la situación del reino visigo- en tiempos antiguos y medievales que los pueblos
do. 10 Unos meses después, en el 711, Musa envió oprimidos proporcionaran alguna ayuda volunta-
a su mawla Tariq bn Ziyad con la misión de con- ria a los nuevos invasores. Creían que los nuevos
quistar esos territorios y conseguir tanto botín co- conquistadores podían liberarlos de sus enemigos
mo le fuera posible. y que asimismo pondrían en práctica una adminis-
Durante esta expansión se desarrollaron tración más justa. Sin embargo, para el caso de al-
algunas leyendas alrededor de estos aconteci- Andalus hay que ser precavidos, y separar la le-
mientos, como la participación del conde Julián, yenda de la realidad, escudriñar la verdad de entre
gobernador de Ceuta y Tánger. El gobernador Ju- las exageraciones, con el fin de no enfatizar en una
lián tenía una enorme enemistad con el rey Ro- muy difundida opinión de que los pueblos domi-
drigo, porque éste supuestamente había seducido nados siempre solicitaban a los invasores que los
a su hija en Toledo. Para vengar su honor, el eno- liberaran. Ese llamado de los sojuzgados pudo ha-
jado Julián decidió ayudar a los musulmanes ber servido de pretexto para escribir algunas obras
contra el reino visigodo.!' Según el historiador en las que se enfatizaba en la legitimidad de la in-
tunecino Abu Marwan 'Abd al-Malik Ibn al-Kar- vasión y conquista de nuevos territorios, pues los
dabus, de finales del siglo XII, en su Ta'rikh. al- conquistadores acudían, a invitación de los opri-
Andalus, el enfurecido Julián le mencionó a Mu- midos, a liberarlos del yugo opresor.
sa lo que el rey visigodo había hecho y le prome- Tariq bn Ziyad cruzó el estrecho de Gi-
tió su ayuda para la conquista musulmana de la braltar, el que todavía porta una deformación de
Península. Con el propósito de convencer a Mu- su nombre (Jabal Tariq = Gibraltar.!" el lugar
sa de llevar a cabo esta conquista, el conde Julián adonde él arribó, literalmente la montaña de Ta-
informó a Musa de la existencia en la Península riq, que se conocía entonces como Calpe) con
de enormes tesoros, gran riqueza natural, abun- 7000 hombres, la mayoría de ellos bereberes. De
dancia de agua y ríos, jardines y productos agrí- acuerdo con algunas fuentes muchos de estos
colas. Julián describió a España como un verda- hombres en los ejércitos de Tariq eran esclavos
dero vergel.l? Musa meditó en todo esto y no se Cabid). Sin embargo, es difícil determinar su
precipitó en su decisión de adquirir estas tierras exacta condición de esclavos o si eran principal-
tentadoras. A pesar de sus constantes reflexiones mente mawali (clientes) y no propiamente escla-
respecto de la información tan valiosa proporcio- vos, a pesar de que algunas fuentes los llaman
nada por Julián, seguía dudando sobre sus posi- 'abid, término que se refiere a esclavo negro.
bilidades de éxito. Sin embargo, poco después le Tampoco es posible determinar si eran negros.!?
respondió afirmativamente al conde Julián.P Poco después, Tariq bn Ziyad solicitó 5000 hom-
La leyenda quizá exagera y señala que las bres más a Musa Ibn Nusayr. El wali (goberna-
naves que Tariq usó para transportar sus ejércitos dor) mismo de Ifriqiyya cruzó el estrecho y entró
las proporcionó Julián, y que el conde inclusive a al-Andalus con 10.000 ó 12.000 soldados, la
guió a los invasores por rutas sorpresivas para un mayoría de ellos árabes, además de un número de
rápido triunfo. Es en estos puntos donde las dife- mawali propios de Musa. Los números de los
rentes fuentes arábigas explican con detalle el soldados árabes y bereberes que pasaron a la Pe-
apoyo del conde Julián a los musulmanes, para nínsula Ibérica discrepan en las diferentes fuen-
vengarse del rey visigodo.l" A la ayuda de Julián tes árabes. Por ello las cifras no son siempre
hay que agregar también la de los judíos, y la de exactas y deben tomarse con suma cautela.l''
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 171

Como ocurrió en el este y en África del ciudad, datos que animaron y dieron gran con-
Norte, los ejércitos musulmanes en España rápi- fianza a los musulmanes para la victoria. A pesar
damente conquistaron una tras otra todas las ciu- del hecho de que la ciudad estaba fortificada con
dades. En un corto período de tiempo, principal- una gran muralla, Mughith también se enteró, lo
mente del 711 al 716, la mayor parte de España que mencionó a Tariq, de la existencia de un bre-
cayó bajo los nuevos gobernantes. En el 711, cha sobre el Bab al-Qantara, que era esencial pa-
cuando los musulmanes cruzaron el estrecho, ra que los ejércitos musulmanes pudieran pene-
Rodrigo, el rey visigodo, se encontraba enfrasca- trar en la ciudad.é" En el enfrentamiento decisivo
do en una guerra contra los rebeldes vascos en el los musulmanes triunfaron y los visigodos se vie-
norte de la Península. Estos enfrentamientos de- ron obligados a huir. Unos 400 caballeros se re-
bilitaron a su ejército, por lo que no estaba enton- fugiaron en una iglesia, donde debieron enfrentar
ces en capacidad de enfrentar con posibilidades un sitio de tres meses, hasta que los musulmanes
de éxito a las tropas musulmanas. Cuando Rodri- aceptaron sus condiciones para la rendición. Ta-
go se enteró del arribo de fuerzas extranjeras, se riq entregó entonces un aman, título de seguridad
apresuró al sur a detener a los invasores. De in- para los vencidos, o para aquellos que se rendían
mediato Rodrigo le envió un embajador a Tariq. después de una batalla. Muchos visigodos, no
Según Ibn al-Kardabus, cuando este embajador obstante, lograron huir hacia Galicia y hacia
regresó le informó al rey visigodo que Tariq ha- otros lugares en las áreas septentrionales de la
bía entrado al reino visigodo con la intención de Península.P
conquistarlo. Por ello había mandado quemar sus Los ejércitos de Tariq continuaron con-
naves, de manera que los musulmanes o conquis- quistando nuevos territorios incluyendo Granada,
taban o morían. 19 Orihuela y otras ciudades importantes, lo que re-
Tariq dispuso entonces su ejército y en el vela la rapidez del proceso y el interés económico
wadi (valle) de Barbate (existe, sin embargo, dis- por capturar tierras y botín en la Península. Tariq
cusión acerca del lugar donde esta batalla se lle- posteriormente dirigió sus ejércitos hacia Toledo,
vó a cabo; otros wadis se han mencionado como la capital visigoda.P Después de sus éxitos en es-
Guadalete -Wadi al-Tin- y Guadarranque) derro- tas batallas marchó hacia Clunia, Astorga, y For-
tó a los visigodos. El rey Rodrigo o murió o de- tún de Aragón, las que sometió a su dominio.
sapareció.P Las fuentes arábigas contienen in- Mientras tanto, Musa Ibn Nusayr con su ejército
formación contradictoria sobre él. Nadie volvió a conquistó Sevilla (con la ayuda de su mawla
saber más del rey. Egilona, la viuda del rey, se ca- Mughith), Mérida y otros pueblos en su camino a
só con "Abd al-tAziz Ibn Musa Ibn Nusayr, uno Toledo. Musa y Tariq se encontraron en Talavera,
de los principales comandantes árabes en la con- cerca de Toledo, y juntos en el 714 dirigieron la
quista de al-Andalus." De esta forma se unieron captura de Zaragoza, Huesca y Lérida. La meta de
en matrimonio, y en forma simbólica, los con- los musulmanes era adueñarse de la totalidad del
quistadores y los conquistados. Este primer triun- reino visigodo. Después de estas conquistas los
fo musulmán en la Península es importante pues musulmanes impusieron varios tributos a los pue-
proporcionó a los conquistadores un gran botín, blos sometidos. También se dispuso la confisca-
el que Tariq dividió de acuerdo con la tradición ción de las propiedades y riquezas de los visigo-
musulmana, la misma practicada por el Profeta dos que hubieran muerto o huído durante la con-
Muhammad: retuvo una quinta parte del botín quista. Los musulmanes asimismo se apropiaron
para el Bayt al-Mal y dividió el resto entre aque- de los dineros de algunas iglesias.f
llos que participaron en la conquista.P El califa omeya al- Walid 1 (705-715) lla-
Tariq dirigió entonces sus ejércitos hacia mó a Damasco a Tariq y a Musa para que rindie-
Córdoba.P En esta campaña Mughith, con 700 ran cuentas de sus hazañas y del botín y las rique-
caballeros, fue también un factor determinante zas capturadas en al-Andalus.P' Musa entonces
para la victoria. Mughith reunió primero infor- designó a su hijo "Abd al-tAziz Ibn Musa Ibn
mación decisiva acerca de los que defendían la Nusayr como wali de al-Andalus. "Abd al-i Aziz
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completó la conquista musulmana de otra gran lbn Musa a Tudmir lbn Gubdush, en el cual Tud-
porción de la Península Ibérica, que incluía ciu- mir se somete a este pacto y acepta la clientela
dades como Evora, Santarem, y Coimbra hasta de Allah y la clientela de Su Profeta (la paz sea
que en el 716 lo asesinaron.P Lo mataron otros con él) con la condición de que ningún dominio
musulmanes supuestamente porque a sugerencia le sea impuesto a él ni a nadie de su pueblo. No
de su esposa visigoda Egilona, lució sobre su ca- se tomará nada de su reino, y no serán muertos,
beza una corona, a pesar de que ésto aparente- ni capturados, ni separados el uno del otro, ni de
mente fue en privado.P Esta práctica iba contra sus hijos, de sus esposas, ni a obligar/es el cam-
los principios del Islam. Para muchos musulma- bio de su religión, ni quemarles sus iglesias, ni se
nes esto constituía un reto al califa, ya que podía le quitará de su reino mientras permanezca fiel y
entenderse que "Abd al-t Aziz Ibn Musa Ibn Nu- sincero y cumpla con lo que hemos estipulado
sayr estaba reclamando posiciones que no le per- con él. Este tratado es válido también para otras
tenecían.é! Para otros musulmanes él había trai- siete ciudades: Orihuela, Valentila, Alicante,
cionado al Islam, ya que por lucir una corona era Mula, Bigastro, Eyyo y Larca, y que él no pro-
sospechoso de haber abrazado el Cristianismo. veerá refugio a nuestros desertores o a nuestros
"Abd al-' Aziz al tiempo de su designación enemigos, y que él no amedrentará a nadie que
había tenido gran éxito en el sur con las conquis- viva bajo nuestra protección (aman), y que él no
tas de Málaga, Elvira y Murcia. Sin embargo, es esconderá ninguna información que pudiera te-
oportuno señalar el hecho de que diversas fuen- ner referente de nuestros enemigos, y que él y to-
tes arábigas explican que varias ciudades se su- da su gente pagará un dinar al año y cuatro am-
blevaron contra la dominación árabe --entre dad de trigo, cuatro amdad de cebada, cuatro
ellas Sevilla y Murcia fueron las más grandes e medidas (aqsat) de jarabe concentrado, cuatro
importantes- y el hecho de que fuera necesario medidas (aqsat) de vinagre, dos de miel y dos de
reconquistarlas, prueba la frágil dominación que aceite, y el esclavo pagará la mitad de todo esto.
entonces ejercían los invasores sobre esas urbes. 'Uthman bn. Abi 'Abda al-Qurashi, Habib bn.
Para otorgar a los pueblos conquistados los Abi 'Ubayda, 'Abd AUah bn. Maysara al-Fahmi,
amans y tratados especiales fue absolutamente y Abu al-Qasim al-Hudhli firmaron este tratado
necesario garantizar su sumisión y paz con los como testigos en el día 4 de Rajab en el año 94
nuevos gobernantes.F Esta fue la razón por la de la Hijra. (5 de abril de 713).33
cual en Murcia los musulmanes y los visigodos
firmaron un tratado de paz entre' Abd al-" Aziz y El moro Rasis en su Crónica describe es-
Tudmir (Teodomiro de Murcia) en el 713. Este te pacto con algunas diferencias en especial las
acuerdo conformó el modelo de posteriores trata- obligaciones que los visigodos tenían con "Abd
dos y estableció el predominio árabe-musulmán al-' Aziz, acerca del tributo que debían pagar los
sobre el resto de la sociedad. De acuerdo con es- cristianos a las autoridades musulmanas. Sin
te trato, Teodomiro permaneció como líder de los embargo, en términos generales los contenidos
cristianos de la zona y gobernó con reconoci- de este tratado son muy parecidas en ambas
miento de los conquistadores musulmanes, una fuentes: la gente no sería separada el uno del
vasta región que se extendía de Larca a Valencia. otro, ni de sus esposas e hijos, sus iglesias serían
Asimismo los cristianos conservaron sus propie- respetadas y no quemadas, y podían conservar
dades, iglesias, negocios, industrias, etc., a cam- sus leyes y sus propiedades. Además se señala
bio del pago de un fuerte tributo (jizya) a los con- que a los cristianos les permitían el derecho de
quistadores, siguiendo el modelo del Pacto de heredar sus propiedades, un asunto que aparece
'Umar (634-644). También los cristianos debían en la Crónica del Moro Rasis pero que no está
de jurar lealtad al califa. Este tratado decía: especificado en el documento árabe original pre-
servado en la Biblioteca de El Escorial. 34 A cam-
En el nombre de Dios el más Misericordioso, el bio de su protección y el privilegio de conservar
más Compasivo. Pacto dado por 'Abd al- 'Aziz sus propiedades, iglesias y leyes, se demandaba
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 173

un severo tributo a todos los hombres, como está expansión musulmana hacia Francia, los invaso-
probado en los términos de la capitulación. La res no lograron un dominio permanente de Avig-
Crónica del moro Rasis dice: non ni de Lyon.38 Estos avances fueron princi-
palmente razzias o como las llaman las fuentes
Et Abelacin tomó de aquella gente que su padre árabes, ghazat (incursions, saqueos).
le mandaua et fuese lo más ayna que pudo, et li- El segundo período se caracteriza por va-
dió con gente de Origüela, et de arta, et de Va- rias incursiones contra los ifranj especialmente
lencia, et de Alicante et de Denia; et quiso Dios en Septimania (Languedoc) durante el tiempo del
assí que los venció, et diéronse las villas por wali de al-Andalus al-Hurr Ibn "Abd al-Rahman
pleitesía, et ficiéronle la carta de seruidumbre de al-Thaqafi en el año 718.39 En este segundo pe-
esta manera: que los defendiesse, et los ampa- ríodo, los ejércitos musulmanes saquearon varias
rasse, et los non partiesse los fijos de los padres, ciudades en el Wadi al-Jarun. En el año 720 ata-
nin los padres de los fijos, sinon por su plazer de caron Toulousse, la capital de Aquitania. AI-
ellos, et que obiesen sus heredamientos como los Samh Ibn Malik al-Khawlani, el nuevo wali de
abían, et cada home que en las villas morasse al-Andalus dirigió varias campañas contra los
diesse un... et quatro almudes de trigo, et quatro ifranj, principalmente contra el duque de Aquita-
de ordio, et quatro de vinagre, et un almud de nia. En una de las batallas los franceses atacaron
miel, et otro de aceite. Et jurándole á Abelacin al wali musulmán y le dieron muerte. Esto causó
que non denostasse á ellos, nin á su fee, nin les grandes trastornos y decepción en los ejércitos
quemasse las iglesias, et que les dejasse guardar musulmanes que entonces se retiraron de Septi-
su ley. Et quando esta carta fue fecha, andaua la mania por algún tiernpo.P
era de los Moros en noventa et quatro años.35 El tercer período estuvo dirigido por' Am-
basa Ibn Sahim al-Kalbi (721-725), que en el año
Durante su corta gobernatura (714-716), 724 atacó nuevamente la Septimania. AI-Kalbi
"Abd al-tAziz capturó Tarragona, Pamplona, los empezó por reforzar su propia situación en la ciu-
Pirineos y Gerona en el norte de la Península.J? dad de Carcassonne (Qarqashuna) y luego otras
Hasta lugares tan lejanos y tan rápido avanzaron posiciones a lo largo del Ródano. Durante este
las tropas árabes en la Península Ibérica. En los período los musulmanes lograron dominar la re-
años siguientes los ejércitos musulmanes cruza- gión sureste de Francia. AI-Kalbi también tuvo
ron los Pirineos y varias incursiones tuvieron lu- éxito en otros lugares y triunfó en varias batallas.
gar en lo que hoyes Francia, en el tiempo del Inclusive llegó con sus ejércitos a solo cincuenta
reino Carolingio. Generalmente se dividen en kilómetros de París.41 Estas distintas incursiones
cuatro los períodos de la expansión musulmana no lograron conquistar estos territorios. En reali-
a Francia. El primero fue a través de los Pirineos dad esas expediciones fueron solamente razzias
(Jibal al-Bartat) hacia el Ródano (Rudun o al- de las que los ejércitos musulmanes obtuvieron
Run). Según algunas fuentes árabes, la primera algún provecho. Ibn Sahim al-Kalbi regresó al
expansión musulmana a la tierra de los ifranj, o sur, pero dejó sus junds en territorio franco. Los
Chala tuvo lugar en el tiempo de Tariq y Musa, junds eran soldados dueños de tierras ubicados
quienes según las crónicas saquearon y obtuvie- en las zonas fronterizas, equivalente a los anti-
ron algún botín. Esto es posible notario en un fa- guos limitanei romanos.
moso pasaje del historiador Abu Marwan Ibn El wali "Uqba Ibn al-Hajjaj al-Salluli, fue
Hayyan citado por el cronista Abu al-t Abbas gobernador de al-Andalus por más de cinco años
Ahmad b. Muhammad al-Maqqari.t? que asegu- y tuvo éxito en extender las fronteras musulma-
ra que durante esta primera incursión hacia los nas.42 Logró conquistar varias ciudades: Narbo-
ifranj (francos) en el tiempo de Tariq y Musa, na, Galicia y otros pueblos cerca de Pamplona,
los ejércitos musulmanes conquistaron Narbon- que pobló con musulmanes. Después de contro-
ne y atacaron Avignon y Lyon. Se puede obser- lar otra vez Galicia y lugares aledaños, atacó de
var fácilmente que en esta primera etapa de la nuevo a los ifranj. 43
r
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El cuarto período de la expansión musul- Nafh al-Tib muy de cerca la obra Kitab al-Muq-
mana hacia Francia tuvo lugar durante el tiempo tabis fi Ta' rikh Rijal al-Andalus de Abu Marwan
del wali "Abd al-Rahman Ibn "Abd Allah al-Gha- Ibn Hayyan (m. 1076).50
fiqi y se desarrolló principalmente en Aquitania La razón principal de las contradicciones
en el año 731.44 Gracias a su poderoso ejército de en las fuentes árabes, en relación con la descrip-
junds, al-Ghafiqi saqueó varias ciudades y obtu- ción de estos acontecimientos históricos, radica
vo un botín considerable en Francia.P En el año en el hecho de que los ejércitos musulmanes
732 atacó Burdeos y sus junds entraron exitosa- perdieron la batalla y tras la derrota se vieron
mente a la ciudad. Sin embargo, en ese mismo forzados a retirarse de Narbonne, donde tenían
año del 732, la batalla de Tours o Poitiers, una su fortaleza. Debido a ello por muchos años los
decisiva victoria para Carlos Martel, detuvo a musulmanes evitaron tratar con detalle estos
"Abd al-Rahman al-Ghafiqi de conquistar nuevos asuntos en sus fuentes históricas, pues este fraca-
territorios en Europa. Los derrotados ejércitos so militar lo consideraban humillante para la cau-
musulmanes se retiraron a N arbonne después de sa del Islam. Con la derrota en la batalla de
que su comandante "Abd al-Rahman al-Ghafiqi Tours-Poitiers los ejércitos musulmanes no pu-
muriera en la batalla.i" dieron avanzar hacia otras direcciones en Euro-
Resulta muy difícil conocer con precisión pa. Finalmente, "huyeron silenciosa y vergonzo-
dónde tuvo lugar esta batalla, si en Tours o en samente durante la noche después de la bata-
Poitiers. Aparentemente es acertado creer, como lIa",51 como lo describe un historiador árabe con-
muchos académicos piensan, que la batalla pudo temporáneo. Debido a la derrota los historiadores
haber ocurrido en ambos lugares, empezando en árabes evitaron hablar de estos acontecimientos.
uno y prolongándose en el otro; o en algún sitio Algunos cronistas inclusive intentaron cambiar
intermedio entre ambas ciudades, ya que la bata- las cosas, manipular la información y por ello ca-
lla duró diez días. Las Crónicas y los libros de yeron en grandes equivocaciones. Estos errores
historia árabes contienen información contradic- los cometieron asimismo otros historiadores pos-
toria acerca del lugar en el que ocurrió la batalla. teriores, que a su vez repitieron, con el correr de
Todas estas fuentes coinciden, no obstante, en los años, los mismos yerros, que en parte genera-
llamar al lugar con el nombre de Balat al-Shah- ron la confusión a que se ha aludido. Algunos
da', pero proporcionan datos diferentes sobre su historiadores, por otra parte, se atrevieron a ase-
ubicación. También las fuentes árabes difieren gurar que los ifranj no derrotaron a los musulma-
en el año exacto en que aconteció este enfrenta- nes, sino que éstos se retiraron de Francia porque
miento. Lo que ocurre comúnmente con las prin- el clima no les agradaba.
cipales fuentes arábigas es que repiten casi con Solamente dos años después de estos acon-
las mismas palabras a historiadores anteriores, tecimientos los musulmanes intentaron recuperar
que si han incurrido en equivocaciones, igual- algunas de sus pérdidas y obtener algún botín de
mente las repiten. Por ejemplo Tzz al-Din Ibn los ifranj. En el año 734, Yusuf Ibn 'Abd al-Rah-
al-Athir (m. 1233), que describe estos asuntos man, el soberano de Narbonne, atacó ArIes y
hacia finales del siglo XII y principios del siglo Avignon.P Posteriormente solo hubo algunas es-
XIII, se basó en los cronistas y en los historiado- caramuzas contra los francos, quienes lograron
res anteriores.f? Lo mismo ocurre con Abu al- defender con firmeza su territorio. Para entonces
"Abbas Ahmad Ibn Muhammad Ibn "Idhari (m. los musulmanes estaban fuertemente establecidos
1312)48 e inclusive con el destacado historiador en al-Andalus, pero no en la tierra de los ifranj.53
maghrebino 'Abd al-Rahman Ibn Khaldun Después de la conquista de al-Andalus los
(1332-1406),49 que afirma que estos aconteci- musulmanes empezaron, como lo habían hecho
mientos tuvieron lugar en el año 114 de la Hijra. en otras áreas del imperio, un gobierno islámico y
Finalmente, también se puede mencionar el caso el desarrollo de una nueva cultura que entre otras
del cronista tardío, ya mencionado anteriormen- cosas estaba caracterizada por sus nuevas formas
te, al-Maqqari (m. 1631), que sigue en su Kitab de legislación. Los conquistadores introdujeron
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islárnica medieval 175

en España dos nuevos grupos étnicos al principio riores y se les discriminaba, los musulmanes ne-
de la conquista -árabes y berebere s- así como cesitaban su conocimiento y experiencia. Debido
la religión islámica. El Islam no es solo una reli- a esto varios de ellos tuvieron éxito en diversas
gión sino también una cultura y un modo de vida actividades bajo la administración musulmana
que logra permear todos los aspectos de la socie- como embajadores, médicos, intelectuales, mer-
dad. En al-Andalus el Islam l\egó a ser, como ya caderes y artesanos. Los casos de los judíos Has-
10era en otras provincias del Imperio Musulmán, day Ibn Shaprut, médico de la corte de "Abd al-
el elemento más importante para establecer la se- Rahman III (912-961), Y de Abu Ibrahim (Sa-
paración entre los conquistadores y los conquis- muel) y Yusuf (José) Ibn Nagrela, visires de la di-
tados. Por esta razón la clasificación que se pue- nastía bereber Ziri de Granada, durante el perío-
de hacer de los varios grupos existentes cobra do de los reinos de Ta'ifas, son conocidos, como
también un cariz religioso. Los elementos reli- también lo es el caso del cristiano (mozárabe)
giosos influenciaban asimismo las relaciones en- Abu Rabí", que estuvo bajo el servicio de al-Mu-
tre los diferentes grupos. zaffar, uno de los últimos soberanos Ziríes de
Los musulmanes árabes en el tiempo de la Granada. Abu Rabi' l1egó a tener tal prestigio que
expansión no poseían ninguna experiencia admi- inclusive las fuentes árabes señalan que era una
nistrativa y carecían de un sólido conocimiento de de las personas en las que el gobernante podía
técnicas de agricultura, de industria y ciencias en confiar. 55 Es oportuno traer a colación que el pro-
general. Estaban muy rezagados en el conoci- ceso opuesto tuvo lugar después de las guerras de
miento con relación a los pueblos conquistados. Reconquista, cuando los Reyes Católicos Fernan-
Debido a estas realidades, no tuvieron otra opción do e Isabel, en la última parte del siglo XV, dis-
más que utilizar el conocimiento, la experiencia, criminaron y persiguieron a los musulmanes a los
las instituciones y las habilidades de los pueblos que l1amaban moros, término que tiene una con-
conquistados a fin de construir un imperio pode- notación despectiva. También persiguieron y fi-
roso. Los musulmanes copiaron muchas de las nalmente expulsaron a los judíos de España, para
instituciones bizantinas y persas en el Mashriq y lo cual tuvieron la asistencia de la Inquisición Es-
en España se aprovecharon de las habilidades de pañola.l'' Estas expulsiones y el extrañamiento fi-
los judíos y los cristianos.l" Con el tiempo, el Im- nal de los musulmanes en 1609-1610 tras las gue-
perio Musulmán sobrepasó a los otros pueblos en rras de Germanías, tuvieron efectos negativos so-
ciencia, tecnología, medicina, matemáticas, ópti- bre la economía, en especial sobre la agricultura
ca, astronomía, urbanización, desarrollo de técni- y la industria de la Península Ibérica. A 10anterior
cas en la agricultura e irrigación, y se convirtió en es necesario agregar que estas expulsiones asi-
un modelo para muchas sociedades. El legado a la mismo repercutieron negativamente sobre la
humanidad fue realmente sorprendente en todos existencia y el desarrollo de la fuerza laboral.V
los campos. Es oportuno recordar que dos dichos El período de la dominación islámica de
(hadith) del Profeta Muhammad estimulaban al España fue también una época dinámica. Los
musulmán a buscar el conocimiento, a desarrollar grupos étnicos nuevos que arribaron a la Penín-
las ciencias: "Busca el conocimiento y la ciencia sula Ibérica causaron una profunda transforma-
aunque estén en China" y "Busca el conocimien- ción en las distintas etnias ya asentadas en la zo-
to y la ciencia desde la cuna hasta la tumba". na con antelación. Después de la conquista mu-
En el período de la presencia del Islam en sulmana tuvo lugar un rápido proceso de conver-
la Península Ibérica encontramos una sociedad sión y arabización de las poblaciones locales.
altamente estratificada y al mismo tiempo plura- Algunos hispano-romanos, judíos y visigodos,
lista, en la que era permitido que otros grupos se convirtieron al Islam por convicción, mientras
coexistieran con los musulmanes, aunque bajo otros 10 hicieron por conveniencia con el propó-
estrictas reglas y controles por parte de los gober- sito de mejorar su estatus social y quedar enton-
nantes musulmanes. A pesar del hecho de que a ces exentos del pago del jizya (el impuesto de
los cristianos y a los judíos los consideraban infe- capitación a los no musulmanes).
176 REVISTA ESTUDIOS

¿Cómo estaba organizada la sociedad plu- Laith al-Quba' a, Aslam Ibn "Abd al-" Aziz,
ralista de al-Andalus? ¿Cuál era la naturaleza de cliente de los Omeyas''! y Ahmad Ibn Baqi
la convivencia entre los principales grupos étni- Ibn Yazid.62
cos? ¿Cuáles elementos guiaban sus relaciones? Los musulmanes también estaban dividi-
No hay duda de que los musulmanes eran dos en varios grupos en la España Musulmana y
los líderes de la sociedad en la España Musulma- por tanto nunca conformaron una comunidad ho-
na. Sin embargo, cabe preguntamos: ¿eran todos mogénea. No obstante poseer una misma religión
los musulmanes iguales? ¿Formaban un grupo y ser partícipes de una cultura común generada
unitario? ¿Había diferencias entre los musulma- por el Islam, las diferencias entre los grupos mu-
nes? Para responder a estos planteamientos debe- sulmanes persistieron. Las luchas, las rivalidades
mos señalar primero que durante los períodos y la discriminación que se vivieron en la España
Rashidun (632-661) y Omeya (661-750), el Im- Musulmana aumentaron la separación entre los
perio Musulmán fue un imperio árabe. Los ára- diversos grupos musulmanes. Estas rivalidades y
bes fueron los primeros conversos al Islam y fue- las luchas caracterizaron sus relaciones en al-An-
ron las tribus árabes las que conquistaron territo- dalus. Las divisiones entre los musulmanes en al-
rios y difundieron el Islam en esa gran expan- Andalus se originaron por las diferencias étnicas:
sión. Los árabes en el poder establecieron una los árabes eran los gobernantes, los líderes y el
dominación árabe y al mismo tiempo discrimina- grupo privilegiado. Los árabes mantenían a los
ron a todos los pueblos no-árabes, inclusive des- no-árabes en una posición discriminada e infe-
pués de la conversión de éstos al Islam. rior, a los bereberes y a los muladíes.
Como una reacción al predominio árabe, Un texto árabe tardío, la Historia de las
el movimiento de la Shu "ubiyya, dirigido por Familias Ilustres de Fez, posiblemente del grana-
los mawali (conversos no-árabes, principal- dino Abu al-Walid al-Nasr (siglo XIV) describe
mente persas, clientes de tribus árabes), aspira- la sociedad de al-Andalus a partir del momento
ba a obtener igualdad (musawa) para todos los de la conquista árabe en el 711, y señala los gru-
musulmanes. La revolución' Abbásida ganó en- pos en que se dividía la sociedad musulmana. La
tonces apoyo popular al apelar a la musawa.58 descripción, aunque incompleta, dado que la so-
En al-Andalus la revolución' Abbásida tuvo un ciedad tenia también otros grupos étnicos, como
escaso apoyo. A ello hay que añadir también a se estudian en este ensayo, nos muestra, no obs-
que fue en la Península Ibérica donde se forta- tante, los niveles sociales, étnicos y las ocupacio-
leció el único sobreviviente de la familia Ome- nes de los musulmanes árabes, bereberes, muwa-
ya, después de la persecución "Abbasida y su llad (que solo incluye en su clasificación a los
casi total extermininio. Los Omeyas discrimi- que se convirtieron del Cristianismo al Islam) y
naron a los no-árabes como una característica los judíos que se convirtieron al Islam. El pasaje
básica de esta dinastía, aunque con mayor mo- en cuestión así dice:
deración en al-Andalus.l? Esta discriminación
contra los muwalladun (muladíes, nuevos con- En primer lugar, están los árabes Banu Hashim
versos visigodos e hispano-romanos, cuyo (el clan familiar del profeta Muhammad), pro-
nombre en español tiene el significado de rene- cedentes de Arabio, Iraq, Siria, Egipto y Norte
gado) de al-Andalus nunca igualó aquella del de Africa; en segundo lugar los NobLes Arabes
Imperio Islámico Omeya. Muchos muladíes en y sus clientes o mawlas; en tercer lugar Los be-
al-Andalus inclusive llegaron a ocupar posicio- reberes que Llegaron deL Norte de Africa en
nes administrativas importantes. El interesante gran número, y en cuarto lugar Los naturaLes
e informativo libro del siglo X de Muhammad deL país, muchos de los cuales se convirtieron
Ibn al-Harith al-Khushani, Kitab al-Qudat bi- aL IsLam, pero otros conservaron su fe y vivie-
Qurtuba, contiene varios ejemplos de muladíes ron como sometidos. A esta raza pertenecen los
en la posición de qadi de Córdoba, como Mah- romanos, gaLLegos, casteLLanos, aragoneses,
di Ibn Muslim.s? "Amru Ibn "Abd Allah Ibn godos, francos, etc. A ella pertenecen también
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 177

los judíos, parte de los cuales residían en. la Trabajaban en las fundiciones de hierro, en la fa-
Península desde antes de la invasión musulma- bricación de armas y objetos de cobre y bronce.
na, pero otros llegaron a ella después. Ejercían como serenos de noche en los zocos y por-
teros y vigilantes en las alhóndigas; herradores y
Los Banu Hashim y otras tribus árabes de la no- transportistas de mercancías de pueblo a pueblo.
bleza no practicaban oficios considerados inno-
bles. Se dedicaban a la enseñanza de la ciencia, a En cuanto a los judíos que se hicieron musulma-
componer libros piadosos, enseñar a los niños, nes ejercían los oficios de sastres, cordoneros,
dirigir la oración en la mezquita y ocupar cargos boneteros, forre ros, tintoreros, barberos, cerra-
administrativos como secretarios de los reyes, go- jeros, pregoneros en los zocos, lecheros y zapate-
bernadores y visires. Algunos ejercían la agricul- ros. Sus mawlas eran panaderos, fabricantes de
tura, el hilado y venta de seda, la venta de perfu- esponjas, cocineros, olleros, aceiteros, jabone-
mes, la manufactura de tejidos de lino y la venta ras, vendedores de sal, pescado, grasa, dulces,
de leche de vaca para quien quería desnatarla y como el alfeñique, medicinas y hierbas. Eran
hacer manteca. Aquellos que estaban al borde de también encuadernadores, estuquistas, especia-
la miseria se dedicaban a la venta de frutas y ver- listas en el arte de embellecer y decorar la ma-
duras si querían vivir honestamente. Otros en dera, azulejeros o enlosado res, tejedores, latone-
cambio preferían ingresar en el ejército. ros, tintoreras, obreros de los baños públicos,
aguadores y fabricantes de pastas y fideos. Eran
Los bereberes preferían llevar rebaños de gana- también especialistas en preparar sopas de car-
do y transportar trigo, manteca, aceite, miel, la- ne picada además de la elaboración de paneci-
na, gallinas, frutas, sal y madera. Eran también llos para venderlos. Ejercían como vendedores
carboneros y leñadores. Los bereberes que vivían de lana y lino y de instrumentos de música; se
en la capital ejercían los oficios de esparteros, dedicaban a la acuñación de monedas y a la fa-
cacharreros, cedaceros y esportilleros. Fabrica- bricación de joyas y cuentas de coral. Se dedica-
ban toda clase de cestos para acarrear semillas, ban a alquilar los utensilios del ramo de la cons-
trenzaban el cáñamo, hacían arados, albardas, trucción que fabricaban. También ejercían los
cuerdas y escobas. Se dedicaban también a la ca- oficios de poceros, mineros y marmolistas.
za de pájaros para comerlos y trabajaban como
mozos de cuerda en los mercados o llevaban tri- Los árabes se establecieron principalmente en las
go u otros cereales de las casas particulares pa- ciudades, pero los bereberes se asentaron unos en
ra venderlos en los zocos. Eran cuberos, aguado- las ciudades y otros en las zonas rurales. Los mi-
res, albañiles, caleros, yeseros y oficios pareci- litares eran árabes en su mayoría. En esta situa-
dos. Los que vivían en el campo eran pastores y ción siguieron con los Almorávides, pero cambió
ganaderos, agricultores y colmeneros. Cuidaban con los Almohades, que obligaron a los habitan-
sus tierras y huertos, cortaban madera y hacían tes de al-Andalus a pagar el impuesto sustitutorio
carbón. Los que vivían en la costa eran pescado- de la na 'iba {a cambio del servicio militar]. Por
res y barqueros. esta razón se debilitaron sus fuerzas. 63

Los Mawlas {o Muladíes} que vivían en la capi- Este pasaje resulta de gran interés por la
tal trabajaban generalmente como curtidores, descripción de las distintas profesiones y ocupa-
sastres, zapateros, vendedores de sandalias, tra- ciones, que muestran las diversas formas que tu-
r jes y chilabas, músicos, barberos, enterradores, vieron los habitantes de al-Andalus de ganarse la
, molineros, podado res, "sacristanes" y almué- vida. Estas profesiones y ocupaciones muestran
1 danos en las mezquitas. También eran mawlas asimismo las diferencias sociales. Sin embargo,
los que daban la hora para el rezo de als ora- la descripción solamente se refiere al grupo de
ciones canónicas. Eran carniceros, carpinteros, los musulmanes, aunque menciona tanto a los ha-
silleros, guarnicioneros, estuchistas y alfareros. bitantes y sus ocupaciones en las ciudades, como
178 REVISTA ESTUDIOS

en las zonas rurales. Es oportuno señalar, no obs- El historiador Abu Marwan Ibn Hayyan
tante, que esta descripción no es completa, pues (m. 1075) de al-Andalus, en un manuscrito poco
los musulmanes no eran los únicos habitantes de conocido sobre el califa al-Hakam II y los bere-
al-Andalus y que a la descripción anterior de ára- beres, describe cómo los sentimientos anti-bere-
bes, bereberes, muwalladun y judíos convertidos beres de los árabes cambiaron durante el califato
al Islam, hay que agregar, por una parte, la exis- de al-Hakam II (siglo X), cuando el califa los re-
tencia de los otros grupos étnicos, y por otra par- conoció como buenos soldados y creó un ejérci-
te, las otras dos divisiones religiosas dentro de to especial de mercenarios bereberes.P En la úl-
esa sociedad, cristianos y judíos. tima parte del siglo X el ejército rec\utado de
Después de la conquista musulmana de la mercenarios del hajib Almanzor fue principal-
Península Ibérica se desarrollaron profundas divi- mente de bereberes, lo cual también ilustra este
siones étnicas entre árabes y bereberes. La distri- punto. El poderío militar bereber posteriormente
bución de la tierra constituyó parte del proceso: los llevaría a la fundación de un fuerte Estado ba-
los árabes ocuparon las mejores tierras; los bere- jo la dinastía bereber Ziri de Granada, durante el
beres quedaron confinados a las regiones monta- período de las Ta' ifas.
ñosas cercanas a las áreas que luego serían Gali- Cuando se observa que en varios períodos
cia, León, Asturias, y las regiones áridas de Extre- de la historia de al-Andalus la población árabe
madura y La Mancha. La supremacía que ejercían local adoptó algunas modas bereberes de vestir,
los árabes sobre los otros grupos musulmanes, es- se demuestra que hubo un cambio en la actitud
pecialmente en este caso los bereberes, fue causa árabe hacia estos pobladores originarios del Nor-
de frecuentes fricciones entre ambos grupos a lo te de Africa. El turbante bereber ('imama) lo
largo de la historia de la España Musulmana, aún adoptaron los árabes primero en el sur y en el
cuando a los bereberes les disgustaba vivir en las oeste de la Península, pero no en Córdoba ni en
ciudades. Según Ibn "Idhari.P" historiador árabe el este de la España Musulmana. Sin embargo,
de Marrakish, los bereberes preferían vivir en las poco tiempo después los árabes también acepta-
montañas y desiertos. Esto último es cuestiona- ron el "imama bereber en Córdoba, cuando en el
ble, pues bien puede uno dudar que esa fuera la año 1008 el califa "Abd al-Rahman Sanchuelo
preferencia de los bereberes. Es más probable in- apareció portándolo en una reunión pública.P''
ferir que hacia esas tierras los confinó la domina- No obstante estos asuntos eminentemente
ción árabe. Las fuentes históricas, escritas por los superficiales, en general los árabes consideraban
grupos dominantes, pueden entonces justificar la a los bereberes rudos, violentos e ignorantes. De
situación desde esa perspectiva. hecho existió una gran rivalidad y un odio con
La dominación árabe generó asimismo frecuencia profundo entre los dos grupos étnicos.
una fuerte discriminación hacia los bereberes de- Estas rivalidades culminaron durante la fitna, al
bido a las diferencias culturales, principalmente final del califato, cuando los árabes masacraron a
el lenguaje. Los árabes no comprendían la lengua los bereberes de Córdoba en el año 1010. Como
de los habitantes del Norte de Africa y la consi- venganza, los berebere s empezaron a perseguir a
deraban como un ruido ininteligible. La llamaban los árabes en los lugares donde los pobladores
al-Lisan al-Gharbiyya (la lengua del occidente), oriundos del Norte de Africa eran más numerosos
de donde entró al castellano algarabía, como un y tenían mayor poder. Así los bereberes masacra-
griterío confuso, o algo ininteligible. También los ron a casi toda la población árabe de Granada en
árabes acusaban a los bereberes de heterodoxia. 1058, durante la dinastía Ziri. Varios intelectua-
En el período en estudio, las relaciones entre ára- les musulmanes, como Ibn Hazm, criticaron fuer-
bes y bereberes llegaron a ser muy tensas en la temente a esta dinastía. Ibn Hazm también fue
mayoría de los casos. Hasta el siglo X los árabes víctima de la persecución que ejercieron los be-
temían una "bereberización" de su cultura dado reberes de Granada, especialmente el gobernante
el gran número de bereberes en comparación con Badis que lo encarceló, aún cuando Ibn Hazrn no
el pequeño grupo árabe gobernante. era árabe, sino muwallad.Pl Como ampliación a
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 179

estos asuntos es oportuno recordar que Ibn Hazm buirle otros orígenes genealógicos especiales.
también criticó con severidad a muchos de los re- Los Kalb también afirmaron que Qahtan era des-
yes del período de los Muluk al- Tawa 'ij, porque cendiente directo de Ismail, "padre de todos los
entre otras cosas, cobraban el jizya a los musul- árabes", ideas que Ibn Hisharn, al-Tabari, al- Ya-
manes, cuando en realidad este impuesto solo de- "qubi, al-Masudi y muchos otros historiadores
be recaudarse de entre los Ahl al-Kitab, Ibn musulmanes desarrollaron en sus trabajos.P Las
Hazm consideró ilegales estas prácticas y llamó a rivalidades políticas entre las tribus deben enten-
estos gobernantes de su época qata 'a al-tariq derse dentro del marco general de las disputas so-
(salteadores de caminos).68 cio-económicas. Cuando las tribus tenían que
A la diversidad étnica debe agregarse tam- compartir el mismo espacio geográfico, las mis-
bién la complejidad de las divisiones internas mas tierras y los recursos como el agua, las pro-
dentro de un mismo grupo étnico en tribus, cla- piedades y la riqueza, las antiguas rivalidades re-
nes, familias y partidos políticos.s? Las divisio- surgían fácilmente. En al-Andalus, los recuerdos
nes, rivalidades, odios y disputas tradicionales de la batalla de Harra y de la masacre de Medina
entre las tribus árabes del norte (llamadas gene- todavía estaban vivos entre las tribus y cualquier
ralmente Maadd, Mudar, Qays, Qays "Aylan, o pretexto era suficiente para vengar a los miem-
Sirias) y las tribus árabes del sur (Qahtan, Kalbi, bros de la tribu caídos en esas vetustas campañas.
o Yemenitas), descritas en las principales fuentes Algunas veces las disputas c1ánicas y fa-
arábigas, también se vivieron en al-Andalus.?? miliares eran más fuertes que la solidaridad tribal
Ambas confederaciones de tribus, Qahtan ('asabiyya). Tal fue el caso de las rivalidades en-
(del sur) y Mudar (del norte) reclamaban superio- tre las familias Omeya y "Abbásida, ambas de la
ridad sobre sus enemigos tribales basados en dis- tribu Quraysh, a pesar de la afinidad agnática y
tintos fundamentos. Los Qahtan, debido al pres- endogámica del Islarn.?" Estas disputas tribales,
tigio de sus antiguos reinos localizados en el sur c1ánicas y familiares en al-Andalus aparecen
de la Península Arábiga (Saba, Ma'rib, etc.) an- también con detalle en las principales fuentes
tes del Islam, se sentían superiores a sus enemi- arabes.P
gos los Qays. Sin embargo, los orígenes del Is- Además de las divisiones tradiciones de
lam y la preponderancia de la tribu Quraysh (una las tribus, en al-Andalus los distintos grupos ára-
tribu del grupo Maadd) dió a la Confederación bes reclamaron privilegios por prioridad en el
de tribus del norte una posición más prestigiosa arribo. Los árabes diferenciaron entre aquellos
frente a todos los árabes y a los musulmanes. Las que formaron la primera migración y los que lle-
tribus del norte afirmaban frecuentemente que la garon posteriormente. El primer grupo, el que lo-
Jahiliyya (el período de la ignorancia, la época gró la conquista, lo formaban principalmente ye-
anterior al Islam) estaba asociada con los yeme- menitas (árabes del sur), que recibieron el nom-
nitas, mientras que el Islam se asociaba con los bre de al-baladiyyun (baladíes en español, del
Mudar (al-Jahiliyya li' l- Yaman wa al-Islam li- árabe balad = país, lugar de nacimiento). La se-
Mudar).?1 También pregonaban con orgullo que gunda migración árabe estuvo formada básica-
el Profeta había surgido de su grupo para trans- mente de sirios (árabes del norte), y se llamaron
mitir la revelación contenida en el Qur'an y que al-Shamiyyun. Este segundo grupo alcanzó la Pe-
el califa esperado aparecería de entre ellos (Min- nínsula alrededor del 740, tras la expedición de
na al-Nabi al-Mursal wa fina al-Kitab al-Mun- Balj Ibn Bishr con el propósito de ayudar al wali
zal, wa lana al-Khalifat al- Mu'ammil).72 "Abd al-Malik Ibn Qatan al-Fihri a suprimir la re-
Los yemenitas respondieron de diversas vuelta bereber.
maneras a estos relevantes y convincentes argu- A Balj Ibn Bishr lo envió el califa Omeya
mentos señalados por los Qays, como lo explican Hisham Ibd 'Abd al-Malik (724-743) para supri-
las fuentes árabes. Las tribus sureñas describie- mir la rebelión bereber en Ifriqiyya, con 30.000
ron la grandeza de su pasado y aseguraron que soldados; 20.000 hombres de los Banu Umayya y
Qahtan era hijo del profeta Hud, además de atri- 10.000 árabes, según nos informa el cronista Ibn
180 REVISTA ESTUDIOS

"Idhan.?" Es oportuno indicar que estas cifras pa- 756. Los sirios también establecieron en España
recen exageradas. Sin embargo, por su fracaso en la práctica musulmana de losjunds. Losjunds es-
controlar la rebelión bereber en Ifriqiyya y debi- taban siempre listos para defender sus propieda-
do a la peligrosa situación que enfrentaba, Balj se des, lo que en última instancia significaba la de-
vio obligado a pedir permiso al waLi de al-Anda- fensa de al-Andalus de los enemigos tribales o de
lus para cruzar el estrecho de Gibraltar y trasla- los enemigos cristianos.
darse a la Península Ibérica y así salvar su vida. El último de los walis Omeyas de al-An-
"Abd al-Malik Ibn Qatan al-Fihri al principio re- dalus fue Yusuf Ibn "Abd al-Rahman al-Fihri.
husó aceptar que Balj entrara a al-Andalus, pues Según varias fuentes arábigas los "Abbásidas,
Balj Ibn Bishr era miembro de la confederación después de su revolución, lo mantuvieron en el
de tribus del norte, por lo tanto su enemigo. Sin poder. Los fundadores de la segunda dinastía
embargo, al cambiar drástica mente las circunstan- del Islam estaban seriamente enfrascados en la
cias en la Península Ibérica, al-Fihri no tuvo otra organización del Imperio en el este, como para
opción más que solicitar el apoyo militar de Balj nombrar con prontitud a un nuevo gobernador de
para suprimir la revuelta bereber que para enton- al-Andalus. Las fuentes árabes varían en el nú-
ces también había estallado con gran intensidad mero de años que Yusuf Ibn "Abd al-Rahman
en al-Andalus. "Abd al-Malik ordenó a Balj Ibn al-Fihri mantuvo el poder. De acuerdo con Ibn
Bishr que le enviara algunos rehenes con el pro- al-Kardabus, por ejemplo, al-Fihri gobernó por
pósito de garantizar que abandonaría al-Andalus espacio de diez años hasta el arribo de "Abd al-
una vez que la rebelión estuviera bajo control. Al- Rahman Ibn Mu' awiya Ibn Hisham Ibn "Abd
gunos de estos rehenes que Balj envió murieron al-Malik, el fugitivo de los "Abbásidas y funda-
de sed en Jazirat Umm Hakim, la isla donde' Abd dor de la dinastía Omeya en al-Andalus.é!
al-Malik los retuvo.?? Según las fuentes árabes no Para su entrada triunfal a al-Andalus "Abd
había agua en ese lugar.78 También se puede espe- al-Rahman obtuvo la ayuda de los mawaLi de los
cular que el waLi a propósito confinó a los rehenes Omeyas y de los Qahtan que se oponían a los
a una área hostil, pues eran sus enemigos tribales. Qays, especialmente a raíz del aplastante triunfo
Probablemente tampoco quería que sobrevivie- de Balj Ibn Bishr en su enfrentamiento contra
ran. Este último punto lo presentamos con caute- "Abd al-Malik al-Fihri en el 740. Con todo este
la, como una especulación y no como una acusa- apoyo táctico y militar, "Abd al-Rahman I logró
ción, pues las fuentes árabes no contienen ningu- derrotar a quienes se le oponían y así entró victo-
na evidencia al respecto y los cronistas casi nun- riosamente a la ciudad de Córdoba. De esta ma-
ca se hacían estos cuestionamientos. nera dio inicio la dinastía Omeya de al-Andalus
'Abd al-Malik y Balj Ibn Bishr derrotaron que separó a la Península Ibérica del dominio
a los bereberes en los distintos enfrentamientos, "Abbásida. "Abd al-Rahman I gobernó al-Anda-
principalmente en la batalla de Wadi Salit en los lus por espacio de 32 años.82
límites de la ciudad de Toledo.79 "Abd al-Malik Dentro de la gran comunidad musulmana
le exigió entonces a Balj que regresara a Ifriqiy- en al-Andalus, los bereberes tampoco formaron
ya. Sin embargo, éste se negó y afirmó que' Abd un grupo étnico unitario. Sus disputas y rivalida-
al-Malik quería enviarlo de vuelta al Norte de des tribales, c1ánicas y familiares también se vi-
Africa para que lo mataran los bereberes. Des- vieron en al-Andalus. Numerosos grupos rivales
pués de estos acontecimientos, los árabes recién pelearon entre sí para su propio beneficio: Bra-
llegados levantaron sus armas contra "Abd al- nes, Botr, Sinhaja, Zanata y Miknasa. La rica
Malik y sus enemigos tribales los yemenitas y los fuente de información escrita por el último go-
derrotaron. Balj inclusive mató a "Abd al-Ma- bernante Ziri de Granada, El amir "Abd Allah,
lik.8o Los sirios, de las tribus del norte, se convir- obra usualmente conocida como sus memorias,
tieron entonces en los nuevos gobernantes de al- retrata con gran precisión el odio y las disputas
Andalus por unos quince años, hasta el arribo del tradicionales de esas diversas tribus bereberes y
Omeya "Abd al-Rahman I (aL-Dakhil) en el año explica la forma en que las rivalidades y odios
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval lBl

también se llevaron a al-Andalus. "Abd Allah in- la? ¿Cómo trataban los musulmanes a las mino-
clusive menciona en su Mudhakkirat el último rías religiosas en al-Andalus, judíos y cristianos?
discurso de Zawi, un gobernante Ziri que decidió El Imperio Musulmán tanto en el este co-
regresar a Ifriqiyya, con el propósito de huir de mo en el oeste desarrolló el sistema de la dhim-
sus enemigos los Zanata que le hacían la contra y ma. La dhimma quiere decir el establecimiento
guerreaban contra él en al-Andalus.P de pueblos protegidos, institución que se refería
Los bereberes asimismo diferenciaban entre a cristianos y judíos. En el Mashriq se agregaba
los bereberes "antiguos", aquellos que arribaron también el grupo de los zoroastrianos. La dhim-
primero a la Península durante la conquista, y los ma tenía como propósito mantener separadas a
"nuevos" bereberes, que llegaron después, princi- las minorías religiosas de la comunidad musul-
palmente contratados como mercenarios por los go- mana; de manera que los musulmanes no se
bernantes a lo largo de los siglos, en especial por el "contaminaran" de las ideas o prácticas de los
califa' Abd al-Rahman ID y el hajib de Hisham II Ahl al-Kitab. Los musulmanes permitían a los ju-
(976-1013), Muharnrnad Ibn Abi "Amir, conocido díos y cristianos autonomía en la administración
como al-Mansur (Almanzor de las crónicas medie- de sus propias comunidades. Los grupos religio-
vales).84 Estos dos grandes grupos bereberes eran sos minoritarios también podían tener sus pro-
diferentes. Mientras los "antiguos" eran principal- pias cortes en las que aplicaban sus leyes en ma-
mente población rural y vivían en las montañas, los teria civil como matrimonios y herencias, así co-
bereberes "nuevos" formaban un ejército urbano mo en lo concerniente a los asuntos económicos
leal al gobernante. Su lealtad al amir o al califa iba y en lo referido a lo penal. 86 Los mozárabes te-
por encima de cualquier otra aspiración local o ét- nían también sus propios líderes, el comes, o qu-
nica. Por otra parte, estos soldados bereberes esta- mis en árabe. Este dirigía a la comunidad y nom-
ban siempre preparados a llevar a cabo una ghazat braba asimismo a los funcionarios necesarios pa-
(razzia, incursión) contra los cristianos cada vez ra la administración de la comunidad y para la re-
que el gobernante lo considerara oportuno. caudación de los impuestos. En materia legal, si
Aún a pesar de estas divisiones internas, un·caso legal involucraba a un musulmán con al-
cuando se enfrentaban a otros grupos étnicos, la gún miembro de cualquiera de las minorías reli-
solidaridad tribal Casabiyya), constituía un fuer- giosas, se juzgaba siempre en la corte musulma-
te llamado a la unidad que con mucha frecuencia na bajo la dirección del qadi.
lograba la cohesión de grupo. Esta situación ocu- Los judíos y los cristianos después de la
rrió frecuentemente en al-Andalus. Por ejemplo, conquista no tuvieron otra opción más que acep-
las revueltas bereberes en el 740 para mejorar sus tar el sistema de la dhimma, que de hecho signi-
condiciones económicas y sociales estuvieron di- ficaba el reconocimiento de un estatus subordina-
rigidas contra el predominio del grupo árabe so- do y la exclusión de su participación en el poder.
bre los bereberes. Por otro lado, cuando los ára- A ellos no les estaba permitido portar armas ni
bes se enfrentaron a los bereberes, éstos también montar a caballo. Sin embargo, algunos judíos y
se unieron por lazos de solidaridad tribal ('asa- cristianos en al-Andalus, aún con muchas limita-
biyya) como una sola comunidad, contra un gru- ciones, llegaron a ocupar posiciones administra-
po étnico distinto, tal como lo explica el cronista tivas importantes, lo que prueba que la élite era
Ibn 'Idhari. Sin embargo, Ibn "Idhari en su AI- un grupo abierto y que la movilidad social era
Bayan al-Mughrib fi Akhbar al-Andalus wa al- posible. Los musulmanes no ponían ninguna pre-
Maghrib menciona que la única excepción fue- sión sobre los Ahl al-Dhimma para que se convir-
ron los árabes de Zaragoza y sus áreas circundan- tieran al Islam, siguiendo el principio coránico de
tes.8S Un proceso semejante de unidad de grupo "no cabe la imposición en la religión. La verdad
se vivía cuando los musulmanes enfrentaban a sobresale con claridad del error" (Qur 'an Il,
los cristianos de los reinos del norte de España. 256). La tolerancia hacia los cristianos y los ju-
¿Cómo enfrentaban y manejaban los mu- díos fue uria característica del Dar al-Islam. En
sulmanes a la población cristiana de la Penínsu- efecto, muchas interrelaciones pacíficas tuvieron
182 REVISTA ESTUDIOS

lugar en al-Andalus entre musulmanes y cristia- ipsi enim filias suas cum alio benedicent, et
nos, por ejemplo. Los musulmanes y cristianos sic populo gentili tradentur. 90
compartían en numerosas ocasiones las mismas
actividades, empleos y a menudo también los mu- Las relaciones entre musulmanes, judíos y
sulmanes empleaban cristianos en sus negocios y cristianos en general eran cordiales y de convi-
tiendas. Con frecuencia, a lo largo de la historia vencia pacífica. Sin embargo, el hecho de que los
de la España Musulmana, los musulmanes contra- Ahl al-Dhimma podían mejorar su estatus social
taban alarifes o ingenieros judíos o cristianos en por medio de la conversión, así como la promesa
diversas labores de su profesión. De acuerdo con islámica de que exoneraba a los nuevos conversos
las fuentes árabes, ingenieros judíos y cristianos del impuesto del jizya, fueron elementos que de
estaban al cuidado, construcción o mantenimien- hecho convencieron a muchos a cambiar de reli-
to de los puentes, las alcantarillas y las conduc- gión y adoptar la nueva fe. Es en este asunto en el
ciones de agua en varias ciudades de al-Andalus, que se puede notar una estrecha relación entre la
como lo ha demostrado para Madrid, Valladolid y conversión de muchos y los impuestos. La arabi-
otras ciudades, el arabista Jaime Oliver Asín.87 zación fue simultánea a todo este proceso, aunque
Este investigador también lanza la hipótesis de más rápida entre los judíos que entre los cristia-
que "Abd Allah Ibn Yunus, quien construyó los nos. La conversión al Islam, no obstante, fue más
khattaras (semejantes a los qanat) en el siglo XII popular entre los cristianos que entre los judíos."!
bajo la comisión de "Ali Ibn Yusuf Ibn Tashufin La población de la Península Ibérica se es-
en la ciudad de Marrakish, probablemente era de tima en 4.000.000 de personas en el momento de
origen judío y procedente de al-Andalus.P la conquista. Hay otros datos que aseguran que la
También los musulmanes participaban en población en ese momento pudo haber sido de
algunas celebraciones tradicionales cristianas, siete y hasta de ocho millones. Esos son los dos
como el año nuevo, llamado en árabe Yanayru, y extremos en las estimaciones de la población en
la natividad de San Juan Bautista, llamado en el momento del arribo de los musulmanes en la
árabe 'Ansara. En ambas festividades, intercam- Península, de cuatro a ocho millones. Es factible
biaban regalos y comidas especiales con los cris- suponer que tal vez fue algo intermedio, como
tianos, tal como lo explica al-Maqqari.é? Valga cinco o cinco millones y medio. En todo caso,
recordar que varios líderes de los "ulama' se opo- después de la conquista, la mayoría de la pobla-
nían fuertemente a estas prácticas. También los ción vivía bajo el dominio musulmán.P Sin em-
gobernantes musulmanes con frecuencia tenían bargo, aquellos cristianos hispano-romanos o vi-
embajadores judíos y cristianos, además de mé- sigodos que se convertían al Islam, ya fuera por
dicos de cualquiera de estos dos grupos religio- convicción religiosa o por razones económicas
sos minoritarios. Los matrimonios entre cristia- para evitar el pago del jizya y pagar en su lugar
nos y musulmanes eran también frecuentes, al el zakat (limosna, impuesto religioso),93 adqui-
punto que el Papa Adriano I (772-795) envió una rieron el estatus de muwalladun (muladíes en es-
carta de protesta a los obispos españoles, recor- pañol). Este término significaba que habían naci-
dándoles la prohibición y la mala costumbre de do como musulmanes, formaban una segunda ge-
casarse con no-cristianos, judíos, paganos o cual- neración de conversos, y eran criados entre ára-
quier otra persona no bautizada. La carta dice así: bes. Los muwalladun, es decir, los conversos del
Cristianismo al Islam, entre los cristianos de al-
Porro diversa capitula qua ex illis audivimus Andalus eran renegados, pues desertaban del
partibus, id est, quod multi dicentes se catho- Cristianismo por el Islam. Muwalladun, o mula-
licos esse, communem vitam gerentes cum lu- díes entre los cristianos tuvo un significado irres-
dais et non baptizatis paganis, tam in escis petuoso.?" En términos generales la mayoría de
quamque in potu et in diversis erroribus nihil los habitantes cristianos de al-Andalus se convir-
pollui se inquiunt: et illud quod inhibitum est, tó al Islam. El proceso de conversión fue lento al
ut nulli liceat iugum ducere cum infidelibus principio, pero se aceleró en los siglos IX y X.
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 183

A pesar de que los neo-musulmanes se de los mawali contra los Omeyas en los siglos
transformaban socialmente en muwaLLadun (gen- VII Y VIII.96 La Risala de Ibn Gharsiya tuvo un
te protegida, frecuentemente traducida como gran impacto en al-Andalus, pues de forma polé-
cliente) de una tribu árabe esto nunca significaba mica e insultante declaraba que los no árabes
justicia ni igualdad social inmediata. Esto tampo- eran superiores a los árabes, a los que considera
co sucedió en el Mashriq del Dar al-Islam. Los "descendientes de Agar, que no era más que una
árabes en al-Andalus consideraban a los hispano- esclava de vil condición." Esto los árabes no se
romanos y a los visigodos inferiores y no los tra- lo perdonaron y le refutaron de forma igualmen-
taban con igualdad aún después de la conversión. te violenta. Otro muwaLLad, también llamado Ibn
Los nuevos conversos se asimilaban muy pronto Gharsiya, fue qadi de Córdoba durante doce
a la nueva cultura. Para lograr mayor aceleración años, en las épocas de los califas hammudíes y
de este proceso, la arabización fue uno de los ele- los omeyas, del 1016 al 1028. Lo destituyó el ca-
mentos más importantes que contribuyeron a la lifa Hisham III aparentemente haciendo caso a
asimilación. Para el siglo X se calcula que cerca las intrigas y a las falsas acusaciones. Cuando
del 75% de la población originaria de la Penínsu- murió el que había sido qadi de Córdoba, en el
la Ibérica se había convertido al Islam. Para el año 1030, a su entierro asistió una gran cantidad
año 11()() se estima que el 80% de la población de gente que deseaba dar el último adiós a quien
originaria de la Península había abrazado el Is- fuera un prestigioso sabio en ciencias jurídicas.
lam.95 Los nuevos conversos se quejaban de va- El califa también asistió al funeral, pero como lo
rias injusticias, como la discriminación que los odiaba mostraba en su rostro su regocijo de que
consideraba inferiores por no ser árabes. No se el qadi hubiera muerto antes que él. El odio que
les pagaba igual que a los árabes musulmanes por el califa le tenía se debía a que Ibn Gharsiya, co-
prestar los mismos servicios, como por ejemplo mo muwallad, no creía ni aceptaba la superiori-
en los ejércitos. El liderazgo árabe bloqueaba dad de los árabes sobre los no árabes y por ser
también la participación de los muwaLLadun en miembro de la Shu 'ubiyya, se vanagloriaba de su
ciertas posiciones administrativas del Imperio. linaje y para rechazar el predominio de los árabes
Estos abusos y muchos otros caracterizaron la re- con frecuencia solía recitar el versículo del Qu-
lación entre los árabes y los mawali en el Mash- r/an. que dice: "El más noble de vosotros es el
riq. Estos problemas no llegaron a ser tan drásti- que es más piadoso." Por polemizar, por su arro-
cos en al-Andalus como en el Mashriq. Sin em- gancia de manifestar que los no árabes eran supe-
bargo, esta discriminación contra los muwalla- riores a los árabes y por ser partidario de la
dun fue una de las principales causas de las agi- Shu 'ubiyya, los historiadores también se refieren
taciones muladies y de sus innumerables protes- a él con severas crfticas.??
tas y revueltas sociales contra los árabes a lo Los cristianos que emigraron al norte si-
largo de varios siglos. En la época del amir guiendo a Pelayo después de la Batalla de Cova-
,Abd Allah la fragmentación política y las rebe- donga (cerca del 718, aunque existe debate sobre
liones de los muwaLLadun fueron constantes. su año exactor." fundaron los reinos cristianos
Fue la persistencia de "Abdallah y su deseo de que posteriormente conducirían la Reconquis-
mantener la unidad de al-Andalus lo que puso ta.99 Muchos otros visigodos e hispano-romanos
fin en los últimos años de su administración a la también huyeron a Galicia y hacia otras áreas en
fragmentación política y a las rebeliones mula- el norte de la Península después de las conquistas
dies. También los asuntos de la discriminación musulmanas, como lo explican las fuentes. 100
contra los muwaLLadun prendieron la llama del Los hispano-romanos y los visigodos que
desarrollo del movimiento de la Shu 'ubiyya en conservaron el Cristianismo y que permanecie-
el siglo XI con Abu "Amir Ibn Gharsiya (Gar- ron en los territorios musulmanes se arabizaron
cía), movimiento que en al-Andalus constituía muy pronto. Desde entonces se les llamó mozá-
los ecos de la Shu 'ubiyya que se había desarro- rabes (del árabe musta "arab = arabizadoj.l'" Sin
llado en el Mashriq del Dar al-Islam en la lucha embargo, existe una amplia discusión respecto
184 REVISTA ESTUDIOS

del verdadero significado de esta palabra y su ori- nationis et ingenuitatis ad uos totos christianos
gen. Algunos autores concuerdan en la idea de que mozarabis quos ego traxi cum Dei auxilio de
el término se utilizaba para designar a un cristiano potestate sarracenorum et adduxi in terras ch-
que no era árabe, pero que se había arabizado de- ristianorum.l'i"
bido a sus contactos y mezcla con los musulmanes
árabes. Los mozárabes aprendieron a hablar y a Alfonso VII también llamó mozárabes a
escribir el árabe y habitaron importantes ciudades los cristianos en su fuero para Guadalajara de
como Córdoba, Toledo, Sevilla, Mérida, así como 1133, así como en el fuero que otorgó en 1156 a
en la zona de los Montes de Málaga, donde apa- los cristianos de Aragón. Respecto de este último
rentemente solo habitaban cristianos mozárabes, el documento dice:
por lo menos hasta el siglo XI. Esto último lo ha
demostrado Joaquín Vallvé, a partir del estudio de In nomine Domine amen. Plerumque sentimus
la toponimia de la zona, en donde abundan los oblivionis incomoda dum rerum gestarum per
"nombres de iglesias, conventos y monasterios ba- scripture seriem memoriam negligimus alligare.
jo la advocación de santos mártires sin olvidar a la Iccirco ego Adefonsus Dei gratia totis Hispanie
Virgen María."102 Las fuentes latinas también uti- Imperator, una cum uxore mea Imperatrice domi-
lizan el término para referirse a la misma gente du- na Rica et cumfiliis meis Sancio et Fernando Re-
rante el tiempo de la dominación musulmana de gibus, omnibus mozarabes populatoribus et ad
al-Andalus, así como también después de la Re- illos Aragoneses qui venerunt populare cum ipsis
conquista cristiana de diversas ciudades y territo- mozaraues Zuritam, qui mozaraves venerunt de
rios en los siglos XI, XII YXIII. La idea de que los Calatayub et de terra de Saragoza et de Aragona
mozárabes eran los Mixti Arabes, eo quod mixti et filiis vestris, omnique generationi vestre, facio
Arabibus convivebant, como lo expresa Rodriga cartam donationis ... 105
Ximénez, Arzobispo de Toledo, en su De Rebus
Hispanice,103 era muy común tanto entre los mu- En otros documentos se estipularon nom-
sulmsnes como entre los cristianos durante los bres similares para aquellos cristianos arabizados
tiempos de la dominación árabe de España. que vivían bajo dominio musulmán. Por ejemplo
Los distintos documentos latinos llaman a se les llamó muzárabes en el fuero de 1176 de Al-
estos cristianos bajo dominio musulmán con ese fonso VIII. Fernando I1I, el Santo, rey de Casti-
nombre, aunque mantienen diferentes ortogra- lla, cuando confirmó los fueros de Toledo de
fías, y pocas diferencias en la pronunciación. Por 1222 los llamó mozárabes. Posteriormente du-
ejemplo, Alfonso VI de Castilla los llama muztá- rante el siglo XIII también se les llamó muzára-
rabes en el fuero de 1101 que concedió a los cris- bes en 1259 en un documento de Alfonso X el
tianos liberados de Toledo. Muztárabes fue la Sabio, rey de Castilla, y almozárabes en la Cró-
primera versión castellana venida del original nica General de España de Alfonso X, cuando
árabe mustaarab, para los mozárabes. Muzára- dice: De los Christianos Almozárabes que eran
bes fue también el nombre que les dio el empera- criados en tierras de morosP" En las diversas
dor Alfonso VII en el fuero que le otorgó a los fuentes europeas, españolas y latinas aparecen al-
mozárabes de Toledo. Alfonso I el Batallador, gunas variaciones del mismo nombre, como mu-
rey de Aragón, llamó a los cristianos que él libe- ceravios, mozarabos, mozarabia, referidos a una
ró en Andalucía del dominio musulmán con el gente particular o en un contexto general.
nombre de mozárabes en su fuero del año 1126, A pesar de que los mozárabes preservaron
y también a aquellos en el fuero que otorgó a los su religión y cultura cristiana, su conocimiento
cristianos en Mallén en 1132. En el fuero de 1126 de la lengua, literatura y cultura árabe era supe-
el documento empieza: rior de aquel que poseían de la literatura latina o
cristiana. Como parte del proceso de arabiza-
In Christi Dei nomine et ejus gratia. Ego Adefon- ción, los cristianos en al-Andalus imitaron varias
sus Dei gratia imperator: Facio hanc cartam do- de las costumbres árabes/musulmanas como la
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 185

circuncisión y algunos hábitos árabes para las co- de los gentiles; intoxicados con la eloquencia del
midas y las bebidas. Juan de Gorze, el represen- árabe, ávidamente manejan, ansiosamente devo-
tante del emperador Otón I del Imperio Romano- ran y celosamente discuten los libros de los Cal-
Germánico, embajador ante la corte del califa deos (sic. de los musulmanes), dándolos a cono-
"Abd al-Rahman III en Córdoba, presenció y co- cer alabándolos con cada adorno de retórica,
mentó acerca de este fenómeno y aseguró que los conociendo nada de la belleza de la literatura de
cristianos en España seguían muchas de las cos- la Iglesia, y mirando con despecho los ríos de la
tumbres de los musulmanes. Evitaban las mismas Iglesia que fluyen del Paraíso; alas! los cristia-
comidas que los musulmanes no ingerían, contra- nos son tan ignorantes de su propia ley, los lati-
rio a la creencia cristiana de que todas las comi- nos prestan tan poca atención a su propio len-
das, creadas por Dios, son buenas.l''? Alvaro guaje, que en el completo rebaño cristiano difí-
(Paulus Alvarus Cordubensis), un autor cristiano, cilmente hay un hombre en mil que pueda escri-
y uno de los líderes espirituales del movimiento bir inteligiblemente una carta para preguntar
socio-religioso de los Mártires de Córdoba, pre- acerca de la salud de un amigo, mientras que po-
senció este fenómeno del proceso de arabización drá encontrar un incontable populacho que pue-
y lo lamentó en su epístola en el siglo IX. Alvaro de recitar sabiamente los grandilocuentes perío-
escribió en su Indiculus Luminosus: dos de la lengua Caldea. Ellos inclusive pueden
hacer poemas en que cada línea termina con la
Nonne omnes juvenes Christiani vu/tu decori, misma letra, lo que demuestra altos vuelos de be-
lingua: diserti, habitu gestuque conspicui, genti- lleza y mayor habilidad métrica que los mismos
licia eruditione prceclari, Arabico eloquio subli- gentiles poseen.
mati, volumina Chaldceorum avidissime tractant,
intentissime legunt, ardentissime disserunt, et in- Sus comentarios, aunque importantes co-
genti studio congregantes lata, constrictaque lin- mo evidencia del proceso de arabización de los
gua laudando divulgant, ecclesiasticam pulchri- mozárabes, no son las palabras finales de este
tudinem ignorantes, et Ecclesice flumina de para- asunto. Existe abundante evidencia en otras fuen-
diso manantia, quasi vilissima contemnentes- tes de un proceso contrario: muladíes que logra-
.Heu, proh dolor! linguam suam nesciunt Chris- ban retener la lengua romance, como el caso del
tiani, et linguam propiam non advertunt Latini, qadi de Córdoba Sulayman Ibn Asuad al-Ghafi-
ita ut omni Christi collegio vix invenitur unus in qi, como lo explica al-Khushani en su Kitab al-
milleno hominum numero, qui salutatorias fratri Qudat bi-Qurtuba.109 Si este era el caso de algu-
possit rationabiliter dirige re litteras. Et repetitur nos muladíes, algo similar podría afirmarse de un
absque numero multiplex turba, qui erudite número de mozárabes, aunque en ambos casos es
Chaldaicas verborum explicet pompas. Ita ut me- necesario tener presente que existen grandes li-
trice eruditiori ab ipsis gentibus carmine, et su- mitaciones en este tipo de comentarios. Las gene-
blimiore pulchritudine, finales clausulas unius ralizaciones en este punto son siempre peligrosas.
litterce coarctatione decorent, et juxta quod lin- Debido a la evidencia en algunas fuentes árabes
gua: ipsius requirit idioma, qua: omnes vocales de que un número de muladíes y mozárabes pre-
apices commata claudit et cola, rythmice, imo uti servaron la lengua romance, prestigiosos histo-
ipsis competit, metrice universi alphabeti littera: riadores españoles han rechazado la idea de una
per varias dictiones plurimas variantes uno fine total arabización de los mozárabes y han explica-
constringuntur, vel simili apice.I08 do, en cambio, que preservaron su cultura y len-
gua romance por encima del árabe.U?
Traducción: Francisco Javier Simonet, en su detallada
Historia de los Mozárabes de España (1903), ex-
Nuestros hombres cristianos jóvenes, con sus ai- plica que a pesar del hecho de que los mozárabes
res elegantes y habla fluída, son vistosos en su aprendieron, hablaron y escribieron el árabe, no
vestir y porte, y son afamados por el aprendizaje estaban, sin embargo, completamente arabizados.
186 REVISTA ESTUDIOS

Simonet afirma que los mozárabes mantuvieron mayoría de la población mozárabe, principal-
el latín para la liturgia y desarrollaron una presti- mente las clases bajas, tanto la población rural
giosa literatura religiosa.'!' Sin embargo, su ar- como la urbana, que aprendieron el árabe y lo
gumento resulta un tanto débil ya que trata casi mantuvieron por razones obvias: para comuni-
exclusivamente con los mozárabes instruidos, los carse con sus señores árabes y para la vida diaria
líderes religiosos y los políticos, es decir, la elite en el mercado y la sociedad.
de los mozárabes. Simonet olvida en su interpre- Una lectura cuidadosa de las diversas fuen-
tación que numerosos miembros de la élite mozá- tes árabes, las descripciones geográficas, las cró-
rabe aprendían también el árabe, escribían co- nicas, las historias generales y los trabajos litera-
mentarios a la Biblia en árabe, como el caso de rios, muestran claramente que a pesar del hecho
Juan Hispalense, Arzobispo de Sevilla en el siglo de que algunos mozárabes preservaron sus tradi-
IX. Juan Hispalense aparentemente no solo escri- ciones culturales y la lengua romance, la vasta
bió esos comentarios, sino que también tradujo la mayoría estaba arabizada y se comunicaba en ára-
Biblia al árabe, o por lo menos el Nuevo Testa- be. Como se ha podido observar, en muchas oca-
mento. Simonet proporciona esta información siones era necesario traducir al árabe los cánones
pero no la utiliza en su interpretación para poder antiguos y la Biblia para uso de los cristianos en
alcanzar así conclusiones distintas a las que final- al-Andalus. Un acontecimiento que es asimismo
mente llegó.U? Juan Hispalense también tradujo reflejo de todo este proceso se vivió unos cien
al árabe otros libros religiosos cristianos. Debido años después de la conquista de Toledo (1085)
al hecho de que se llevaban a cabo todas estas por el rey castellano Alfonso VI. Unos pocos años
traducciones, uno puede fácilmente inferir que antes de la batalla de Alarcos (1195), el papa Ce-
eran necesarias, dado el proceso de arabización lestino 1Il, siguiendo la solicitud de Martín López
de las poblaciones mozárabes en al-Andalus. Los de Pisuerga, Arzobispo de Toledo, le envió una
argumentos de Simonet no incluyen a la vasta carta, fechada 3 de junio de 1192, ordenándole se-
mayoría de la población mozárabe, especialmen- leccionar un sacerdote que conociera tanto el latín
te los habitantes de las zonas rurales. Es factible como el árabe, para enviarlo a instruir a los mozá-
suponer que por razones económicas y sociales rabes en la fe cristiana, fuera en Sevilla, en Ma-
los mozárabes se vieron forzados a aprender el rruecos o en cualquier otro lugar donde estuvie-
árabe, la lengua de los conquistadores. Aunque ran. Aunque es posible creer que la razón princi-
algunos miembros de la élite preservaban el latín, pal era detener los rituales y prácticas mozárabes
para la vasta mayoría era necesario que se tradu- y establecer fuertemente el rito romano universal,
jeran los trabajos religiosos al árabe para que pu- los acontecimientos mencionados del Arzobispo
dieran estudiarlos y entenderlos. Martín de Toledo y del papa Celestino 1Il, prue-
Otros historiadores asimismo han dado sus ban que el árabe se encontraba tan difundido en-
aportes en estas discusiones. Entre ellos destaca el tre los mozárabes, que era necesario utilizarlo
prestigioso medievalista Claudio Sánchez-Albor- cuando se trataba con ellos.l'"
noz, que niega la dominación de la cultura árabe El proceso de arabización también generó
sobre la hispana. Sánchez-Albornoz afirma, basa- relaciones de clientela para los nuevos conver-
do en algunos pasajes de la obra de al-Khushani y sos, como asimismo se practicó en la parte
en el hecho de que los rnozárabes no produjeron oriental del Imperio. El sistema forzaba a los
ninguna literatura importante en árabe, que la cul- nuevos conversos no-árabes a adoptar nombres
tura cristiana y la lengua romance se mantuvieron tribales arábigos y a adoptar la posición de clien-
con vida.ll3 Sin embargo, uno puede notar, como tes imawali, muwaLLad en al-Andalus) de una tri-
se observó para el caso de las interpretaciones de bu árabe. El aprendizaje de la lengua de los con-
Simonet, que estas opiniones tratan exclusiva- quistadores era entonces de todo punto esencial.
mente con una porción de la élite, que resistía la Las relaciones de clientela y el proceso de arabi-
aculturación. Las interpretaciones de Sánchez-Al- zación también queda evidenciado en los diver-
bornoz, como las de Simonet, no incluyen a la sos nombres Banu de las familias mozárabes de
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 187

al-Andalus que arribaron a León en el siglo IX. A ubicaran en una determinada área de una urbe,
estas familias que llegaron a León es necesario con lo cual las autoridades musulmanas podían
también agregar los nombres de los sacerdotes ubicarlos fácilmente, saber cuántos eran, cobrar-
que emigraron procedentes de al-Andalus a Astu- les los impuestos con la regularidad requerida
rias y León en el siglo IX. Estos sacerdotes fue- por la ley y también controlarlos política y mili-
ron los que fundaron el Monasterio de Sahagún. tarmente ante cualquier eventualidad de rebelión.
Algunos de ellos firmaron los privilegios dados Un número de judíos era activo en el co-
por el rey Alfonso III el Magno (838-910) al abad mercio (posteriormente en la banca) y en la me-
Alfonso (Fratri Adefonso Abbatis) fundador del dicina. Algunos de ellos también fungían como
Monasterio de Sahagún en el año 872. Sus nom- embajadores de los gobernantes cristianos a al-
bres parecen claramente de origen mozárabe. En- Andalus, y viceversa bajo los musulmanes.!'?
tre ellos destacan, por ejemplo, Teudecuto y Re- Los judíos formaron uno de los grupos étnicos
cemiro Ibn December.U'' Lo mismo ocurrió en el más importantes e influyentes en los niveles inte-
siglo X, cuando muchos mozárabes con nombres lectual y económico en al-Andalus, aunque nu-
arábigos arribaron a León y Navarra.U'' Como méricamente no fuera una comunidad significati-
parte del mismo proceso también se puede seña- va. Los judíos estaban fuertemente arabizados
lar que desde esta época empezaron a incorparar- desde el inicio de la conquista musulmana, la
se muchas voces árabes en los documentos lati- cual apoyaron y ayudaron con la esperanza de
nos, especialmente referentes a cargos y posicio- detener la discriminación y las persecuciones que
nes administrativas como zafalmidina (sahib al- sufrían bajo los visigodos. Ellos ayudaron en la
madina), aluazil tal-wazir), alferiz (al-faris), al- conquista de varias ciudades, especialmente To-
calde (al-qadi), y muchas otras que entraron pos- ledo, Sevilla y Granada.P? Las Crónicas árabes
teriormente también al castellano.l'? mencionan inclusive que en diversas ocasiones
Los judíos formaron otro grupo étnico. Al los árabes confiaron a los judíos la defensa, ante
igual que algunos otros grupos étnicos estuvieron cualquier ataque, de algunas ciudades y guarni-
dispersos por todo al-Andalus y la España cristia- ciones, de manera que los ejércitos musulmanes
na. Diversos barrios en distintas ciudades musul- pudieran continuar la conquista de otros lugares.
manas tienen nombres o hacen referencia a esta El caso más claro al respecto fue el de la conquis-
comunidad. En Toledo, los judíos vivían en los ta de Sevilla, la cual según al-Maqqari y a la obra
linderos de la ciudad en la llamada Madinat al- anónima Akhbar Majmu 'a, el mawla Mughith, el
Yahud. En Córdoba vivían en la Judería, la sec- conquistador de Sevilla, le confió la ciudad a los
ción o barrio (al-Rabd de donde viene el español judíos que ahí encontró. 121
arrabal) de los judíos donde había una Bab al- Ya- Los judíos aprendieron y escribieron el
hud (Puerta de los Judíos). A Granada la llama- árabe, como en los casos sobresalientes de Salo-
ban Madinat al-Yahud (La Ciudad de los Judíos) món Ibn Gabirol, Moshe Ibn "Ezra (m. 1138),
y Roda, donde vivía una comunidad judía impor- Yehudah Ha-Levi (m. 1143) y sobre todo Ibn
tante, la llamaban Rutat al- Yahud.118 La existen- Maymun (Maimónides) (m.1204), por ejem-
cia de estos barrios para los judíos demuestra la p10.122También escribieron el árabe con escritu-
segregación de que eran objeto. La comunidad ra hebrea con la esperanza de alcanzar a un ma-
musulmana los mantenía segregados. Lo mismo yor número de judíos, lo que prueba asimismo su
es cierto para los cristianos. Algunos investiga- arabización.
dores opinan que tanto los judíos como los cris- No hay duda de que la ciudad de Granada
tianos escogían vivir juntos como comunidad en se convirtió en uno de los mayores bastiones pa-
un determinado barrio de una ciudad para prote- ra los judíos en al-Andalus, principalmente des-
gerse y ayudarse mutuamente. Aunque esto pudo pués de la caída del califato, cuando la dinastía
haber sido cierto, no debemos olvidar que tam- Ziri de origen bereber formó una Ta'ifa en esa
bién el sistema de dominación musulmán impo- ciudad. Los judíos de la familia Ibn Nagrilla
nía que tanto los judíos como los cristianos se (Nagrela) llegaron al poder y lograron controlar
188 REVISTA ESTUDIOS

posiciones de liderazgo, como visires de los Zi- y entronizar entonces a Yaddayr, sobrino del
ríes. Sin duda estos acontecimientos históricos amir. Nagrela se volcó, por razones no del todo
muestran principalmente una excepción, más que claras, contra aquellos que querían matar a Badis.
la regla, de que llegaran a ocupar posiciones de li- Con el fin de ganar el favor del amir lo invitó a
derazgo miembros del Ahl al-Dhimma, pero nos su casa y lo escondió en un lugar donde el gober-
explica también el dinamismo y el pluralismo de nante pudiera escuchar las conversaciones que se
la sociedad de la España Musulmana. Por lo ante- daban, mientras sus rivales políticos tramaban su
rior es importante explicar con algún detalle las ra- muerte y la entronización de Yaddayr. Badis sal-
zones por las cuales esta familia judía fue capaz de vó su vida y quedó siempre muy agradecido con
llegar al poder, así como la reacción de los musul- su empleado judío, sin saber que el mismo que lo
manes contra ellos y finalmente la forma en que salvaba también había tramado su muerte. El go-
las fuentes árabes explican estos acontecimientos. bernante Ziri toda su vida confió en este judío y
Es oportuno recordar, en primer lugar, que no en los otros bereberes, inclusive miembros de
los judíos como comunidad se preocuparon por la su propia tribu, a quienes había oído conspirar
educación y por ello tuvieron una excelente pre- contra su vida.l24
paración en comparación con algunos de los otros Por otra parte, según el depuesto amir
grupos. Asimismo gozaban de posiciones influ- •Abd Allah, los judíos no eran un verdadero de-
yentes, de bienestar económico e intereses políti- safío político para los bereberes de Granada, ya
cos en varias ciudades. Su influencia fue princi- que no podían formar una Ta'ifa como muchos
palmente notoria en Granada. Debido a que algu- otros grupos, por carecer de poder militar y por
nos eran especialmente hábiles para alcanzar po- constituir una comunidad poco numerosa en al-
siciones políticas y administrativas, cuando las lo- Andalus.P" Probablemente los mismos judíos es-
graron, con frecuencia abusaron de su influencia taban al tanto de estos hechos y no osaban desa-
y desde las esferas del poder vieron con desprecio fiar a las poblaciones árabe, bereber, saqaliba o
a los musulmanes, lo que provocó la enemistad de muwallad. Sin embargo, tenían otras opciones,
muchos. Estos asuntos los revelan claramente al- como también leemos en el Mudhakkirat: los ju-
gunas fuentes árabes de aquella época, en especial díos controlaban las finanzas, la recolección de
la famosa Mudhakkirat del amir "Abd Allah, el los impuestos y lograban administrar la Tesorería
último rey Ziri de Granada, depuesto por los AI- del Estado. Badis conocía estos asuntos y hábil-
morávides en 1090. "Abd Allah escribió sus me- mente se aprovechó de la población judía de Gra-
morias en el exilio en Africa del Norte.F' nada. A raíz de todo ello los judíos lograron al-
El prejuicio contra los judíos en la Grana- canzar posiciones de liderazgo e influencia.
da del siglo Xl era un hecho. Sin embargo, debe- Badis no quería dar la imagen de que esta-
mos tener presente que tal vez no estaba muy le- ba sobrecargando a su población con impuestos
jos de la verdad que la familia Nagrela en Grana- excesivos. Por ello tenía cobradores de impues-
da utilizaba todo tipo de medios, inclusive intri- tos y agentes fiscales ('ummal) judíos que traba-
gas y traiciones, para alcanzar puestos de lideraz- jaban para él y recolectaban los dineros necesa-
go. En la época estas prácticas formaban parte de rios para el Estado. De esta manera los gobernan-
la política. El depuesto amir "Abd Allah describe tes aparecían limpios de la recolección de im-
en su Mudhakkirat los medios de persuasión e in- puestos. Los judíos, por otra parte, eran los que
triga de la familia Nagrela para conseguir objeti- tenían que dar la cara y era a ellos a los que el
vos y posiciones políticas, así como ganar el fa- pueblo culpaba de los impuestos y de todo abuso
vor del grupo gobernante Ziri. Uno de los acon- fiscal. Badis se provechó de los judíos y logró
tecimientos más impactantes que describe es el obtener una imagen limpia y popular. Los judíos
concerniente al amir Badis, cuando el judío Abu asimismo se beneficiaban de estas posiciones de
Ibrahim (Samuel) Nagrela, conspiró contra él en poder y obviamente también de la recolección de
unión de otros enemigos del gobernante. Según los impuestos. La confianza y necesidad de am-
"Abd Allah estos traidores querían matar a Badis bos grupos, judíos y bereberes, era mutua.126
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 189

El Mudhakkirat también menciona las in- el judío sospechó de las intenciones de Buluqqin,
trigas del judío Yusuf (José) Ibn Nagrela, hijo de procedió entonces a envenenar al gobernante Zi-
Abu Ibrahim (Samuel) Nagrela. Asimismo des- ri, acción que tornó al pueblo en contra no solo
cribe sus actividades y a veces oscuros movi- de Yusuf, sino de todos los judíos de Granada.
mientos en la política.'?" Según el amir "Abd Yusuf Ibn Nagrela, no obstante, permaneció en
Allah, Yusuf heredó de su padre Abu Ibrahim no su puesto sin castigo alguno. Esto enojó aún más
solo una gran riqueza sino también instrucciones a las masas, sobre todo porque el pueblo resentía
específicas para hacer caer a todos los visires que la posición de liderazgo que tenía un judío.P? Pa-
nombrara el gobernante bereber de Granada. Por ra entonces las intrigas y conspiraciones corrían
ello, según el amir "Abd Allah, el judío Yusuf pu- en ambos sentidos, contra los judíos y contra la
so en práctica conspiraciones, acusaciones e in- familia gobernante. La lucha contra Ibn Nagrela
trigas. Inclusive acusó a los visires de poseer alcanzó su cenit cuando al-Naya arribó a Grana-
grandes extensiones de tierras y de controlar la da. AI-Naya era esclavo de al-Mutadid Ibn "Ab-
recolección de impuestos (jibayat). Debido a es- bad de Sevilla, contra quien había conspirado sin
tas intrigas, el amir "Abd Allah en su Mudhakki- éxito. Para salvar su vida de las represalias de al-
rat caracterizó a José con epítetos muy fuertes. Mutadid, al-Naya huyó de Sevilla y los Ziríes de
Llegó al extremo de llamarlo khinzir (cerdo). 128 Granada le proporcionaron refugio.P" Una vez
No obstante lo referido, el judío Yusuf ad- en Granada, al-Naya conspiró contra el judío Ibn
quirió considerable poder e influencia en la corte Nagrela, quien todavía ostentaba el verdadero
Ziri de Granada. Debido a ello y a las acusacio- poder económico y político de la ciudad. Sus in-
nes de intriga, algunos miembros de la dinastía trigas convencieron a la familia gobernante de di-
Ziri y líderes de la clase gobernante se volcaron rigirse contra Ibn Nagrela y contra todos los ju-
contra él por diversas razones, algunas todavía díos de Granada, lo que el propio Yusuf Ibn Na-
no muy claras. Asimismo, se ignora cuánto rece- grela lamentó profundamente, de acuerdo con la
lo, envidia y disputas tradicionales pudieron ha- misma obra de ' Abd Allah.131
ber jugado también un papel relevante. De segu- Otro asunto que entonces manejaban las
ro las intrigas que las fuentes árabes exponen que intrigas del momento, cuya autenticidad es difícil
los judíos practicaban con el fin de ganar poder y de determinar, fue el rumor que circuló de que
ascender a posiciones de liderazgo, eventualmen- Ibn Nagrela había matado a uno de sus tíos, su-
te se volvieron contra ellos. Otras intrigas más puestamente porque se le oponía. Es importante
poderosas y que también tenían connotaciones de tener presente que estas intrigas y asesinatos en-
discriminación social, étnica y religiosa, movie- tre miembros de una misma comunidad, e inclu-
ron a los gobernantes y a la población contra los sive de una misma familia, por razones políticas
judíos, a quienes consideraban inferiores e infie- y para adquirir mayor poder e influencia, eran
les. Buluqqin Sayf al-Dawla, entonces amir de la entonces frecuentes, por lo que es factible que los
Granada Ziri, se dirigió contra los judíos y éstos rumores sobre Ibn Nagrela pudieran asimismo
contra el gobernante. haber sido ciertos. Piénsese en las intrigas y los
Del Mudhakkirat, indudablemente una de asesinatos, por ejemplo entre los Hammudíes en
las fuentes primarias más importantes de este pe- los últimos años del califato y en la Ta 'ifa que lo-
ríodo, nos queda claro que Buluqqin Sayf al- graron organizar en Málaga y Algeciras, que re-
Dawla tenía intenciones de matar al judío Yusuf flejan algunas de las características políticas de la
Ibn Nagrela. Aparentemente Buluqqin comunicó época: ' Ali b. Hammud asesinó al califa al-Mus-
a algunos de sus colaboradores más cercanos su tain en Córdoba y se proclamó de inmediato ca-
deseo de asesinar al judío. Sin embargo, en varias lifa en el año 1016, con lo que puso fin a la dinas-
ocasiones cambió de opinión. De acuerdo con el tía Omeya de Córdoba.l P El propio' Ali b. Ham-
Mudhakkirat, obra escrita por su hijo "Abd Allah, mud murió asesinado por sus propios servidores
cambiaba de opinión debido a sus frecuentes bo- en el año 1018. También son conocidas las riva-
rracheras. Esta misma fuente afirma que cuando lidades e intrigas entre al-Qasim b. Hammud y su
190 REVISTA ESTUDIOS

sobrino Yahya b. ' Ali b. Hammud en Córdoba y con el poder. Estos asuntos en la historia de la Es-
en Málaga. AI-Qasim b. Hammud asimismo mu- paña Musulmana no eran del todo desconocidos.
rió asesinado en la cárcel donde lo mantenía su Así el Naqt al- 'Arus de Ibn Hazm es una vez más
sobrino.F" Muchos de los Hammudíes que os- una obligatoria fuente de referencia. Ibn Hazm
tentaron el título de califa, tuvieron gobiernos asegura que Ibrahim b. Hajjaj, gobernante de Se-
muy cortos, y varios de ellos murieron violenta- villa, que inclusive obtuvo el tasjil para el control
mente, como producto de la política y las intrigas de esa ciudad en la época del amir 'Abd Allah:
de la época. Así por ejemplo el califa hammudi lbrahim bn. Hajjaj Sahib Ishbiliya qatala Akha-
Muhammad b. Idris b. ' AIi al-Mahdi, de Málaga, hu Sulayman khanaqan [lbrahim bn. Hajjaj go-
murió envenenado y su débil sobrino que le suce- bernante de Sevilla mató estrangulado a su her-
dió, Idris b. Yahya b. Idris b. 'Ali, no se mantuvo mano Sulaymanl.P?
en el poder rnas que unos pocos meses. Lo man- Para evitar cualquier problema con la au-
dó a apresar y conducir a Ceuta su rival Suqut, toridad, según el Mudhakkirat, Ibn Nagrela, des-
quien finalmente lo mandó matar.P" pués de matar a su tío, envió como compensación
Pero aún en tiempos anteriores a las cons- una cantidad considerable de dinero al sultán Zi-
tantes luchas y al predominio de las rivalidades ri de Granada. El gobernante bereber aceptó fe-
que caracterizaron al período de las Ta 'ifas, es lizmente el regalo y manifestó, con cierto sarcas-
factible encontrar en las diversas fuentes arábigas mo, que estaba dispuesto a que Ibn Nagrela ma-
referencias de luchas por el poder, de intrigas y tara cada día a un judío siempre y cuando le en-
de asesinatos entre miembros de la misma fami- viara algún dinero.P''
lia, para alguno de ellos consolidarse en el poder Todas estas conspiraciones, asesinatos e
y eliminar a posibles rivales o a quienes pudieran intrigas de los judíos en Granada durante la épo-
hacerle sombra al nuevo gobernante. Así por ca Ziri, como las expone el amir "Abd Allah, re-
ejemplo, de acuerdo con Ibn Hayyan y con Ibn velan varias cosas. Primero el prejuicio contra
Hazm, el amir 'Abd Allah derramó la sangre de los judíos y la oposición y discriminación en su
su propia familia y mandó a matar a su hermano contra ya que con frecuencia los llama cerdos
al-Mundhir durante el sitio a la fortaleza de Bo- (khinzir). El autor del Mudhakkirat constante-
bastro. Ibn Hayyan, que sigue a Ibn Hazm, ase- mente apelaba a Allah para que los maldijera y
gura que esta acción ' Abd Allah la planeó muy castigara, la nahum Allah. Esta discriminación
bien y con gran cuidado y que' Add Allah sobor- no solo la practicaban algunos de los gobernan-
nó al hajam de al-Mundhir y entonces envenenó tes, sino también el pueblo en general, que esta-
el bisturí con el que el amir al-Mundhir iba a te- ba enojado debido al liderazgo de un grupo no
ner una intervención médica por lo que murió en- musulmán en la ciudad. Junto a estos prejuicios
venenado.P'' Inclusive antes de supuestamente existía la idea popular de que los judíos estaban
dar muerte a su hermano al-Mundhir, se afirma asociados con el planeta Saturno, para lo cual la
en varias fuentes árabes, que el amir 'Abd Allah, gente común encontraba pruebas en la celebra-
no obstante su imagen de hombre justo (mandó a ción judía del sabat (el sábado). Esta asociación
construir la 8ab al- 'Adl -Puerta de la Justicia- en con Saturno les hacía estar también bajo las in-
su propio palacio) y piadoso, Ibn Hayyan, por fluencias de este planeta, las que de acuerdo con
ejemplo, cita un gran número de tradiciones en las creencias astrológicas, eran principalmente
las que se muestra a ' Abd Allah como asesino y impureza (qadhara), maldad (khubth), engaño
menciona el asesinato de otros dos de sus herma- (makr) y traición (kadi'a).139 Estos cargos contra
nos (Hisham y al-Qasim) y de dos de sus hijos los judíos no estaban quizá del todo infundados,
(Muhammad y al-Mutarrifj.P" pues las conspiraciones, intrigas y asesinatos po-
También para la época del emirato es fac- líticos eran frecuentes en aquel tiempo. Si otros
tible encontrar en algunas fuentes históricas refe- en posiciones administrativas y de poder perpe-
rencias de líderes que mataban o mandaban ma- traron estas intrigas durante los siglos de domina-
tar a sus parientes, con el propósito de hacerse ción musulmana de al-Andalus, es factible inferir
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 191

que la familia Nagrela pudo también haber pues- orígenes y los distintos grupos étnicos que con-
to en práctica métodos similares. Los rumores de formaban a los saqaliba, una versión final está
que Yusuf Ibn Nagrela también había asesinado todavía por escribirse, ya que las fuentes árabes
al sultán al-Muzaffar movieron al pueblo contra proveen información contradictoria. En este tra-
los judíos en Granada. La gente se sublevó y ma- bajo nos apegamos más a la tradición musulma-
tó a Yusuf Ibn Nagrela junto a muchos otros ju- na de al-Andalus de agruparlos bajo un mismo
díos, probablemente cerca de tres mil, el 30 de nombre, los saqaliba. A los saqaliba es posible
diciembre del año 1066, y de inmediato confisca- considerarlos como una macro-etnia; pero es ne-
ron la mayoría de sus propiedades. 140 Miembros cesario recordar que ese término comprendía di-
de la tribu bereber Sinhaja ocuparon las posicio- versas micro-etnias, Abu al-Qasim al-Nasibi Ibn
nes que estaban entonces en manos de los judíos Hawqal, el geógrafo y viajero del oriente que vi-
y de esta manera recuperaron para los bereberes sitó al-Andalus en el siglo X, en su Kitab Surat
el control total de la política y la administración al-Ard, provee valiosa información acerca de los
de la ciudad. saqaliba y nos permite observar su procedencia
Aparte del grupo étnico de los judíos, la de distintos lugares de Europa, no solo de entre
aparición de piratas normandos en los siglos IX y los eslavos, sino también de otras regiones como
X en la Península Ibérica, aunque temporales, ya Cantabria y Francia, lo que prueba asimismo la
que establecieron asentamientos muy débiles, amplitud del uso del térrnino.l+'
complicó aún más este mosaico étnico de árabes, Los saqaliba tuvieron un papel relevante
bereberes, judíos, los cristianos visigodos arabi- tanto en la corte como eunucos para el harem, co-
zados, y los musulmanes de origen visigodo, o mo en el ejército del califa. Algunas mujeres es-
neornusulrnanes, los muladiesF" lavas llegaron a ser concubinas o esposas legíti-
De mayor importancia e impacto en Espa- mas de la aristocracia árabe e inclusive de la fa-
ña que los normandos están los saqaliba (es la- milia real. Algunos eslavos llegaron a destacarse
vos), traídos como esclavos a al-Andalus de va- por distintas habilidades y luego de la manumi-
rios lugares de Europa, principalmente de lo que sión, pudieron ocupar puestos administrativos y
hoyes Bulgaria y algunas regiones aledañas y de por ello adquirieron la condición deJata o maw-
acuerdo con algunas otras fuentes, inclusive de la. Entre los que más lograron sobresalir se pue-
Polonia. En la Península los puertos de Almería y den mencionar los que ocuparon posiciones du-
Pechina y también la ciudad de Lucena, eran cen- rante el gobierno de ' Abd al-Rahman III: el Fata
tros importantes para el comercio de los saqali- Durri, que ocupó el prestigioso puesto de Sahib
ba, que se vendían como esclavos. Con frecuen- al-Shurta al- 'Ulya (Jefe de la Policía Superior)
cia a los eslavos los capturaban, o los comercia- Aflah, que se desempeñó como Sahib al-Khayl
ban en sus tierras cuando todavía eran niños y los (Jefe de la Caballería) y Khalaf, que fue el Sahib
trasladaban a al-Andalus, Una vez islamizados al-Tira: (Director de la Real Fábrica de Tejidos).
los destinaban para el trabajo en la corte. Como También en la época de ' Abd al-Rahman III des-
es de esperar, los saqaliba comprendían una va- tacó en el ejército el eslavo Najda. En el tiempo
riedad de grupos étnicos, lenguas y culturas de del califa al-Hakarn I1, quien llegó a tener una ex-
todas esas distintas áreas de Europa.P? Sin em- tensa biblioteca, de la cual algunas fuentes árabes
bargo, en al-Andalus y para los fines de la admi- exageran el número de libros, el eslavo Talid, fue
nistración musulmana, se les categorizó con el el encargado de la administración de la bibliote-
término genérico de saqaliba, sin hacer ninguna ca. También durante el califato de al-Hakarn 11,el
distinción de su extracción étnica o lingüística. Jata Durri regaló al califa su almunia localizada
El nombre genérico saqaliba incluía, además de en Guadarromán, que incluía jardines, tierras de
los eslavos, a pueblos germánicos, lombardos y cultivo, esclavos, y animales de tiro y de carga, lo
cantábricos. Frecuentemente el término también que revela la riqueza e influencia que algunos sa-
abarcaba a los francos (ifranj). A pesar del hecho qaliba lograron adquirir en al-Andalus, Otro esla-
de que el debate aún continúa con relación a los va, el Jata eunuco Jafar, que llegó a ser famoso
192 REVISTA ESTUDIOS

por su considerable fortuna que constituyó en seían nada; no tenían libertad y no eran dueños
waqf para el tesoro de las fundaciones pías de de propiedades. Si otros no estaban dispuestos a
Córdoba, también hizo a al-Hakam II regalos defender al gobernante Ziri, los saqaliba, que
muy valiosos, con motivo de la entronización del eran aún más débiles, tampoco tenían motivo al-
califa. Entre esos regalos se contaba un escua- guno para ello.148 "Abd Allah asimismo explica
drón de cien mamelucos francos, bien armados y en su obra que una vez que los Almorávides lo
con sus caballos. También le entregó corazas, derrotaron, los nuevos conquistadores bereberes
cascos, cotas de mallas, picas, escudos y cuernos confiscaron todos sus esclavos y sus propieda-
de búfalos dorados. 144 En la época de Almanzor, des. Luego lo enviaron al exilio a Marrakish. De
el es lavo Fatin se destacó, dado que contó con la acuerdo con el Mudhakkirat, los saqaliba sintie-
plena confianza del líder' Amiri y por ello alcan- ron que a ellos los consideraban esclavos y por
zó la posición de Jefe del Patrimonio Real, hasta tanto solo eran botín de aquel que triunfara en la
su muerte en el año 10 11. 145 guerra. Más aún, también percibían que los trata-
Ya se ha mencionado que en el siglo XI se ban como ganado, y que sus amos solo los ali-
vivieron en al-Andalus los ecos del movimiento mentaban para que no murieran de hambre y pu-
de la Shu 'ubiyya de al-Mashriq, con los casos de dieran seguir produciendo. 149
Abu "Amir Ibn Gharsiya y el qadi también llama- Junto a estos grupos étnicos debe agregar-
do Ibn Gharsiya. Los saqaliba, por su parte, tam- se a los esclavos negros sudaneses, aunque las
bién reaccionaron contra las ideas árabes que fuentes no los mencionan con la frecuencia de-
pregonaban la superioridad de los árabes sobre seada. Es muy difícil establecer separaciones ét-
los no árabes. Así destacó Habib, un eslavo que nicas entre los distintos grupos negros que llega-
en la época del califa Hisham II (976-1013) es- ron como esclavos a al-Andalus durante el domi-
cribió un libro titulado Pruebas claras y convin- nio musulmán. Es posible inferir que no forma-
centes contra los que niegan las excelencias de ban un grupo étnico homogéneo, ya que los es-
los Eslavos, donde manifiesta la superioridad de c1avistas árabes los traficaban del Sudán occiden-
los es lavas sobre los árabes y señala el brillante tal y oriental, una vasta región al sur del Sahara,
aporte de los eslavos a la literatura y la ciencia en donde existe una multiplicidad de grupos étni-
árabes.l46 Es oportuno destacar que en el siglo cos, lenguas y culturas. De nuevo las fuentes ára-
XI, durante los Muluk al-Tawa 'if, Ibn Gharsiya bes no proveen evidencia o información detalla-
escribió su Risala desde el reino eslavo de Denia da que lleve a una distinción entre ellos, pues ni
dirigido por Mujahid, líder eslavo de Denia, que a los cronistas, ni a los autores de obras de his-
conquistó también las Baleares y Cerdeña. toria les interesaba dedicar algunas páginas a
En el siglo XI los saqaliba obtuvieron el este grupo discriminado y esclavo. Las fuentes
control de territorios y lograron establecer Ta- los ubican dentro de un único grupo étnico lla-
wa'if(singular Ta'ifa), o reinos de banderías a la mado negros sudaneses, aunque en los tratados
caída del Califato en 1031, especialmente en las de hisba (tratados de la administración y regula-
regiones orientales de al-Andalus: Tortosa, AI- ción del mercado), donde se fijan sus precios, se
mería, Murcia, Valencia, Denia, y las islas Balea- dan algunos detalles sobre su procedencia y sus
res.147 Otros menos afortunados también forma- cualidades y defectos, como en la obra de hisba
ron parte de los grupos de eunucos de otros rei- titulada RisaLa fi Shira ' aL-Raqiq wa Taqlid aL-
nos después de la caída del Califato, como el ca- 'Abid de Abu al-Hasan al-Baghdadi Ibn Butlan
so de los saqaliba de Granada durante la dinastía (m. 1066).150 Datos muy semejantes respecto de
Ziri. Los saqaliba no estaban dispuestos a apoyar los esclavos, basados probablemente en la obra
la causa de la dinastía Ziri contra el Almorávide de Ibn Butlan y adaptados a la realidad de al-
Yusuf Ibn Tashufin porque, como el mismo' Abd Andalus, los repite Abu "Abd Allah Muhammad
Allah, autor del Mudhakkirat nos explica, los es- Ibn Abi Muhammad al-Saqati, el sahib al-suq
lavas pensaban que no tenían ninguna razón para de Málaga en su tratado de hisba titulado Kitab
apoyar a "Abd Allah debido a que ellos no po- fi Adab aL-Hisba en los siglos XII-XIII. 151 La
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islárnica medieval 193

recopilación de las opiruones, clasificación y lengua oficial (o lenguas de acuerdo con la re-
descripción de los esclavos, las resume Ibn Bu- gión, como árabe y persa en algunas partes del
tlan con las siguientes palabras: Khurasan oriental, o turco y persa en Asia Cen-
tral); la lengua hablada (o diversas lenguas en va-
Por medio de {nuestro tratado} el interesado en rias regiones); y la lengua religiosa (o lenguas de
este tema, aprenderá a distinguir los órganos sa- acuerdo con la etnicidad y religiones; árabe, la-
nos de los enfermos, las buenas cualidades de las tín, hebreo, para los casos del Islam, Cristianis-
malas: qué esclavas se prestan para el servicio y mo y Judaísmo en al-Andalusj.P" todo lo cual
cuáles para el placer; qué esclavos son obedien- contribuyó a esa enorme diversidad y al pluralis-
tes y cuáles los orgullosos y soberbios, y aquéllos mo y coexistencia de grupos étnicos, culturas,
a los que no conviene sino la paliza y el bastón. lenguas y religiones en la España Musulmana.
y así cada cual escoja el que mejor convenga a En conclusión, el pluralismo social que se
su fin y de esta manera cubra su necesidad. Por vivió en la España Musulmana se puede notar,
eso se dice que el que quiera una esclava para el como se demostró en este ensayo, en dos niveles:
placer, que la escoja bereber, el que la quiera fiel el religioso (musulmanes, cristianos y judíos, cu-
y ahorrativa, rumí; quien para los niños, persa; ya coexistencia prueba también la tolerancia del
para nodriza, etíope y para el canto mequense. Islam con estas otras religiones, asuntos ejempli-
Quien quiera un esclavo para la custodia de vi- ficados en los negocios, trabajos y matrimonios
da y bienes, escójalo hindú o nubio; el que para de musulmanes con miembros de las otras reli-
el trabajo y faenas caseras, etíopes y armenios; giones) y el étnico que tuvo una gran gama de
quien quiera guerreros valientes, escoja turcos y grupos: árabes, bereberes, hispano-romanos, vi-
eslavos. /52 sigodos, judíos, vascos, eslavos, negros africa-
nos, o las huellas que habían dejado otros grupos
Debido a que existe escasa información en en su paso por la Península como los suevos, los
las fuentes árabes acerca de los negros sudaneses alanos y los vándalos. Dentro de cada uno de es-
en al-Andalus, una estimación de su número en el tos grupos étnicos había también profundas dife-
período bajo estudio se toma difícil de realizar. rencias por tribus, c1anes, familias, linajes, parti-
Los negros sudaneses formaban un pequeño gru- dos políticos, lo que hizo que esa sociedad fuera
po dedicado principalmente a actividades domés- muy compleja, con profundas rivalidades, pero al
ticas de la corte y ciertas familias ricas. Algunos mismo tiempo de gran pluralismo, comprensión
negros sudaneses, que tuvieran una excelente y aceptación. Sin embargo, no debemos exagerar
condición física, llegaron a ser buenos corredores y creer que todo fue paz y armonía entre todos
y formaron el principal grupo de corredores en el los grupos durante tantos siglos. Hubo también
barid, (el sistema de correos), así como en la es- épocas de enfrentamientos, luchas, revueltas, dis-
pecie de corporación de burud llamada raqqas.153 criminación y persecuciones, como se analizaron
Para al-Andalus en este período no es difí- en este trabajo, aunque en términos generales
cil deducir la variedad de lenguas a causa de la predominaron la paz, la tolerancia, la aceptación
diversidad étnica: árabe, hebreo, dialectos bere- y la convivencia entre los diversos grupos.
beres (al-Lisan al-Gharbiyya, aunque éstos dia-
lectos bereberes desaparecieron casi por comple-
to después del siglo IX y reaparecieron hacia fi- NOTAS
nales del siglo X con las nuevas migraciones de
l. Para más información acerca de los visigodos
bereberes durante el período "Amiri), latín, ro-
en España véase: E.A. Thompson. Los Godos
mance, lenguas eslavas y algunos dialectos afri- en España. traducción castellana de Javier Faci,
canos. La variedad de lenguas, como Richard Fr- Madrid: Alianza Editorial, 1971, passim, espe-
ye lo explicó para Irán oriental y Asia Central, cialmente pp.19-104 y pp. 179-248. Crónica
que también puede aplicarse a otras regiones del Mozárabe del 754. Editado y traducción caste-
Imperio Musulmán, tiene diferentes niveles: la llana de José Eduardo López Pereira. Zaragoza:
194 REVISTA ESTUDIOS

Universidad de Zaragoza, 1980, pp.33-34, Archivos", 1926, pp.4-6. Abu Hasan Ahmad
pp.45-47, p.53, p.S7, pp.63-65, y p.69. Tam- Yahya a1-Ba1adhuri. Futuh al-Buldan, editado
bién: Thomas W. Amold. The Preaching 01 Is- por MJ. de Goeje, Leiden: EJ. Brill, 1866, se-
lam. A History 01 the Propagation 01 the Mus- gunda edición, Leiden, 1968, pp.230-235. Abu
lim Faith. New York: AMS Press, 1974, al-t Abbas Ahmad b. Muhammad al-Maqqari.
pp.131-132. Otro trabajo clásico sobre el reino Kitab Najh al-Tib, editado por Reinhart Dozy y
visigodo de España es: Marcelino Menéndez Gustave Dugat, Leiden: EJ. Brill, 1855-1861,
Pelayo. Historia de los Heterodoxos Españo- reimpresión, Amsterdam, 1967, Vol. 1, pp.156
les. Santander: Consejo Superior de Investiga- ff. Véase también: Mustafa Abu Dayf Ahmad.
ciones Científicas, 1946, passim, especialmen- Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus Halla
te Vol. 1, pp.II6-133, para un detallado estudio Suqut al-Khilafa al-Umawiyya (710-1031).
de la expansión del Cristianismo en España. Casab1anca: Dar a1-Nashr a1-Maghribiyya,
Respecto de la expansión del Arrianismo en la 1983, pp.29 ff. También véase el anónimo Qi-
Península Ibérica véase: Menéndez Pelayo. sas al-Anbiya', manuscrito número 1668, en El
Historia. Vol. 1, pp.142-159, pp. 307-313 Y Escorial, passim.
pp.323-350. Para más información sobre el rey
Recaredo y su conversión al Catolicismo véa- 4. Para más información acerca de la expansión
se: Thompson. Godos, passim, en especial árabe y los asentamientos árabes, véase: Abu
p.39, p.41 Y p.45. Para mayores detalles sobre Hasan Ahmad Yahya a1-Baladhuri. Ansab al-
el reino visigodo en España, el papel de la Igle- Ashraf, editado por S.D. Goitein, Jerusalén:
sia y la situación de los judíos véase: Montgo- Hebrew University Press, 1936, Vol. V, pp. 167
mery Watt. A History of Islamic Spain, Edin- ff. Para más detalles acerca de los movimientos
burgh: Edinburgh University Press, 1965, y traslados de la tribus árabes véase: Shihab al-
pp.IO-13. Albert Ehrhard y William Neuss. Din b. "Abd Allah a1-Rurni Yaqut. Mu'jam al-
Historia de la Iglesia. Madrid: Ediciones Rialp Buldan, editado por Ferdinand Wüstenfeld,
S.A., 1961, Vol. 11, passim, especially pp.I-51. Leipzig, 1866-1873, Vol. I1I, pp.330 ff. "Abd
Thompson. Godos, pp.67-72. Véase también: a1-Rahman Ibn Khaldun. Kitab al- 'Ibar wa Di-
Salo Wittmayer Baron. A Social and Religious wan al-Mubtada wa al-Khabar. Beirut: Dar
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Ribera, Madrid: Tipografía de la "Revista de Moshe Perlman, New York: Capricom Books,
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 195

1960, pp.8-1O. Véase también: Baladhuri .. Fu- 1905-1926, Vol. Il (2), pp.83l-86 \. Para un re-
tuh al-Bu/dan, passim. Muhammad lbn Jarir cuento sobre la conquista de Iraq y los tributos
al- Tabari. Ta 'rikh al-Rusu/ wa a/- Muluk, edi- impuestos véase: Yaqub b. Ibrahim Abu Yu-
tado por MJ. de Goeje, Leiden: EJ. Brill, suf. Kitab a/-Kharaj. El Cairo: Al-Matbaa al-
1879-1901 Vol. 1, passim, especialmente pp. Salafiyya, 1392 H., pp.30-31. Baladhuri. Futuh
2335-2362. Abu a1-Hasan 'AIi b. a1-Husayn b. al-Buldan, pp.448-449, donde explica que los
'AIi al-Masudi. Muruj a/-Dhahab wa Ma'adin tributos impuestos por el califa "Umar Ibn al-
a/-Jawhar, editado por C. Barbier de Meynard Khattab iban de acuerdo con las prácticas del
y Pavet de Courteille, París, 1917. Profeta. Véase también: pp.300-301. Para la
administración de los jund de Iraq, en especial
5. Para más detalles acerca de la conquista del de Basra y de Kufa, véase: Tabari. Ta'rikñ al-
Norte de Africa véase: Baladhuri. Futuh a/- Umam wa a/-Muluk, Vol. IV, p.115. (Edición
Bu/dan, pp.224-225 y también pp.226-230. Egipcia).
Abu a1-Qassim "Abd a1-Rahman b. "Abd Allah
Ibn 'Abd a1-Hakam. Futuh Misr wa Akhbaru- 7. Abu al-: Abbas Ahmad Ibn Muhammad Ibn
ha, editado por Charles C. Torrey, Leiden: EJ. "Idhari a1-Marrakushi. Al-Bayan a/-Mughrib ji
Brill, 1920, pp.183-187. Abu a1-Qassim "Abd Akhbar al-Andalus wa al-Maghrib, editado por
a1-Rahman b. 'Abd Allah Ibn "Abd a1-Hakam. Reinhart Dozy, G.S. Colin, Évariste Lévi-Pro-
Futuh Ifriqiyya wa al-Anda/uso La Conquista vencal, Beirut: Dar al-Thaqafa, s.f.e., Vol. n.
de Africa del Norte y de España, traducción pp.4 ss. 'Izz al-Din Ibn a1-Athir. A/-Kami/ji al-
castellana de Eliseo Beltrán, Valencia: Anubar Ta'rikh, editado por CJ. Tornberg, Leiden: EJ.
Ediciones, 1981, passim. Abu Marwan "Abd Brill, 1869 (reimpresión, Dar Sadir, Beirut,
a1-Malik Ibn a1-Kardabus. Ta 'rikh a/-Anda/us 1965), Vol. IV, p.209. Ibn a1-Qutiyya. Ta'rikñ
/i-Ibn al-Kardabus, editado por Ahmad Mukh- Iftitah al-Andalus, pp.4-6. Akhbar Majmu'a,
tar al-Abbadi, Madrid: Ma had a1-Dirasat al- pp.6-7. "Abd Allah Ibn Muslim Ibn Qutayba.
Islamiyya bi-Madrid, 1971, passim, en especial Al-Imama wa al-Siyasa, editado por Taha Mu-
pp.41-43. Véase también: Marín Guzmán. harnmad a1-Zayni, s.l.e., s.p.i., 1967, Vol. Il,
"Las causas", pp. 39-67. Marín Guzmán. El ls- pp.60-62. Crónica Mozárabe, pp.69-71. Maq-
/am: ldeologta e Historia, p.78, y pp.146-l51. qari. Nafh al-Ttb, Vol. 1, p.156. Acerca del
Ahmad. Al-Qaba 'i/ al- 'A rabiyya fi a/-Anda/us, nombramiento de Musa Ibn Nusayr como go-
pp.29-31. bernador de Ifriqiyya véase: Ibn "Idhari. Al-Ba-
yan al-Mughrib, Vol. Il, p.6. Ibn a1-Kardabus.
6. Para más detalles acerca de la conquista de Iraq Ta'rikñ al-Anda/us, p.44. Ibn a1-Kardabus tam-
y la batalla de Qadisiyya véase: Marín Guz- bién contiene más información acerca de los
mán. "Las causas", pp.39-67. Marín Guzmán. orígenes étnicos de Musa Ibn Nusayr. Para más
El Islam: Ideología e Historia, p.I44. Brockel- detalles véase también: Ahmad. Al-Qaba'il al-
mann. History, p.54. Respecto de la conquista "Arabiyya ]i al-Andalus, p.32 y p.37.
de lraq véase: Muhammad Ibn Jarir al- Tabari.
Ta'rikb a/-Umam wa a/-Muluk. El Cairo, s.f.e., 8. Montgomery Watt. Historia de la España Islá-
Vol. IV, p.72. (Vol. 1, pp.2361-2362 de la Edi- mica, traducción castellana de José Elizalde,
ción de Leiden). Baladhuri. Futuh al-Bu/dan, Madrid: Alianza Editorial S.A., 1980, pp.l6-
pp.255-262. Hasan. Al-Qaba'il al- 'Arabiyya, 18. Évariste Lévi-Provencal. España Musul-
p.163. Gabrieli. Mahoma y las conquistas del mana, 7II-I031, en Ramón Menéndez Pida!.
Is/am, passim. Abu a1-Hasan "Ali b. a1-Husayn Historia de España. Madrid: Espasa Calpe
b. 'AIi al-Mas'udi. Al-Tanbih wa al-Ishraf. S.A., 1950, Vol. IV, pp.3-6. Reinhart Dozy.
Beirut: Dar wa Maktaba a1-Hilal, 1981, p.266, Historia de los Musulmanes de España. Bue-
véase también: pp.267-269. Abu al-' Abbas nos Aires: Emecé S.A., 1946, Vol. 1, pp.190-
Shams a1-Din b. Abi Bakr Ibn Khallikan. Wafa- 192 y Vol. 1, pp.340-342. Rachel Arié. España
yat al-A 'yan wa Anba' Abna' a/-Zaman, edita- Musu/mana. Siglos VIII-XV, en Manuel Tuñón
do por Ihsan 'Abbas. Beirut: Dar al- Thaqafa de Lara. Historia de España. Barcelona: Labor,
wa Dar Sadir, 1972, Vol. IV, pp.233 ff. Leone S.A., 1987, passirn. También, sobre los judíos
Caetani. Annali dell'Is/am. Milano: U. Hoepli, en el reino visigodo, y las distintas formas de
196 REVISTA ESTUDIOS

discriminación y persecución que debieron en- fuentes. Para más detalles sobre las leyendas
frentar, véanse: Haim Beinart. Los Judíos de del conde Julián, véase: Ibn a1-Kardabus. Ta-
España. Madrid: MAPFRE, 1992, pp.39-48. 'rikh al-Andalus, pp.42 ss. Las fuentes árabes
Joseph Pérez. Historia de una Tragedia. La ex- no solo escriben con diferente ortografía el
pulsión de los judíos de España. Barcelona: nombre del conde Julián, sino que también
Crítica, 1993, pp.12-14. proveen información contradictoria acerca de
sus orígenes. Algunas aseguran que era de ori-
9. Para más información sobre la expedición de gen bizantino, otras que era griego y algunas
Tarif véase: Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, otras que era visigodo. Algunas fuentes afir-
Vol. Il, pp.4 ss. Ibn "Idhari sigue de cerca la man que era bereber de Gomara. Por otro lado,
obra de "Arib Y asegura que el lugar a donde Ibn a1-Kardabus, por ejemplo, provee una deta-
llegó Tarif se nombró desde entonces Jazirat llada descripción de la furia del conde Julián
Tarif. Véanse también: Akhbar Majmu:a, p.6. contra el rey don Rodrigo, quien aparentemen-
Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, p.159. Ibn 'Abd te sedujo a su hija. Véase: lbn a1-Kardabus. Ta-
al-Hakam. Futuh Ifriqiyya wa al-Andalus, 'rikñ al-Andalus, p.43. Para más información
pp.49-50. Baladhuri. Futuh al-Buldan, pp.230- sobre Tariq y el conde Julián véase también:
235. Ibn a1-Athir. Al-Kamil fi al-Ta'rikh, Vol. Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Arabiyyafi al-Andalus,
V, p.561. Ibn a1-Kardabus. Ta'rikh al-Andalus, pp.34-36.
p.45. También: Siraj al-Din Abu Hafs "Umar
Ibn a1-Muzaffar Ibn al- Wardi. Kharidat al- 12. Ibn a1-Kardabus. Ta 'rikh al-Andalus, p.44.
'Aja'ib wa Faridat al-Ghara'ib, manuscrito
número 2406 (Mixt. 825), en la Osterreichis- 13. Ibn a1-Kardabus. Ta 'rikh al-Andalus, p.45.
chen Nationalbibliothek, Viena, p.12. Watt.
Historia, pp. 19-20. Anwar Chejne. Muslim 14. Véase por ejemplo: Ibn "Idhari. Al-Bayan al-
Spain. Its History and Culture. Minneapolis: Mughrib, Vol. 11, pp.5-7.
The University of Minnesota Press, 1974,
pp.3-1O. Lévi-Provencal. España, pp.lO-11. 15. Respecto de la participación de los elementos
Dozy. Historia, Vol. 1, p.191. Roberto Marín- inconformes en apoyo de los musulmanes véa-
Guzmán. "Ethnic Groups and Social Classes in se: Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, p.162. Cróni-
Muslim Spain". En: Islamic Studies, Vol. ca Mozárabe, p.68 (p.69 de la traducción cas-
XXX, Nos.I-2, 1991, pp.37-66. tellana}. Watt. Historia, pp.16-21. Chejne.
Muslim Spain, pp.7-9.
10. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il,
pp.4-5. Para esta información Ibn "Idhari si- 16. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il, p.6.
guió de cerca la obra de "Arib. Véase también: Ibn 'Idhari explica que el peñón recibió el nom-
Ahmad. Al-Qaba'il al- 'A rabiyyafi al-Andalus, bre de Tariq Ibn Ziyad, el comandante de los
p.33. La nisba de Tarif aparece en algunas ejércitos musulmanes. Para ello sigue de cerca
fuentes árabes como bereber, mientras en otras la obra de a1-Razi, quien a su vez sigue a a1-Wa-
obras primarias es claramente árabe. qidi, a quienes cita en detalle. Véase también:
lbn al-Kardabus. Ta'rikli al-Andalus, p.46. Ta-
11. Véase: Ibn "Idhari, Al-Bayan al-Mughrib, Vol. riq quemó sus embarcaciones, tal como lo ex-
Il, p.4. También: Ibn "Idhari. Al-Bayan al- plica Ibn al-Kardabus. Ta'rikh al-Andalus,
Mughrib, Vol. Il, p.7. Véase: Ibn a1-Kardabus. pp.46-47. Para más detalles véase: Ahmad. Al-
Ta'rikñ al-Andalus, p.46, para más detalles Qaba'il al- "Arabiyya fi al-Andalus, p.35 y tam-
acerca de la llegada de Tariq a a1-Andalus, así bién p.38. El historiador maghribí Ibn Khaldun
como su condición de mawla. En las fuentes escribió en su Kitab al- 'Ibar valiosas opiniones
árabes no hay consenso acerca de los orígenes acerca de los nombres de Jabal Tariq y Jabal Ta-
de Tariq. Algunas fuentes aseguran que era per- rif, las que se pueden ubicar sin dificultad den-
sa, mientras otras afirman que era bereber. Es- tro de las mismas tradiciones. Véase también:
ta última opinión es la más aceptada y difundi- Ahmad Ibn "Abd Allah a1-Baghdadi. Kitab
da por los historiadores, debido a que es lo que 'Uyun Akbar al-A 'yan Mimman Mada fi Salif
con mayor frecuencia explican las diversas al- 'Usur wa al-Azman, manuscrito número
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 197

2411 (Mixt. 1608), en la Osterreichischen Na- Cortázar. La Epoca Medieval. Madrid: Alianza
tionalbibliothek, Viena, pp.38 ss. De acuerdo Editorial S.A., 1974, pp.SI-S4. Lévi-Provencal,
con este autor Tariq cruzó el Mediterráneo con España, p.13. Para más detalles acerca de los
9.000 soldados bereberes, aunque el liderazgo esclavos (,abid) en el ejército de Tariq véase:
del ejército quedó en manos de los árabes. Véa- Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, p.243. Muham-
se también: Abu Bakr Muhammad Ibn al-Wa- mad Ibn "Ali Ibn Muharnmad Ibn al-Shabbat.
lid al-Turtushi. Kitab Saraj al-Muluk, manus- Wasf al-Andalus wa Saqaliyya min Kitab Silat
crito número 5045, en la Biblioteca Nacional al-Simt wa Simat al-Murt, en Ta 'rikñ al-Anda-
de Madrid, pp. 160 ss. lus li-lbn al-Kardabus (Abu Marwan 'Abd al-
Malik), editado por Ahmad Mukhtar al-Abba-
17. Véase: Ibn 'Abd al-Hakarn. Futuh Ifriqiyya wa di, Madrid: Mahad al-Dirasat al-Islarniyya bi-
al-Andalus, pp.41-42. Ibn al-Qutayba. Al-Ima- Madrid, 1971, p.13S. Ibn al-Kardabus. Ta'rikñ
ma wa al-Siyasa, Vol. 11, pp.60-62. Akhbar al-Andalus, p.42, donde también este autor ase-
Majmu:a, pp.6-7. Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, gura que muchos bereberes se convirtieron al
pp.IS6-IS7. Ibn al-Qutiyya. Ta'rikn Iftitah al- Islam desde los primeros contactos con los
Andalus, pp.4-6 (pp.2-3 de la traducción caste- muslmanes. Ellos asimismo aceptaron el llama-
llana). Las fuentes árabes difieren en la infor- do (da'wa) al Islam desde el momento en que
mación respecto del número de soldados del se unieron a los ejércitos de Tariq.
ejército de Tariq. Al-Razi, que sigue de cerca a
al-Waqidi, citado por Ibn "ldhari (Al-Bayan al- 18. Todavía existe una gran discusión acerca del
Mughrib, Vol. 11, p.6) afirma que el ejército de número de soldados que Musa llevó a al-Anda-
Tariq tenía 12.000 hombres, mayoritariamente lus, debido a que las fuentes árabes tiene infor-
de origen bereber. Para más información acer- mación contradictoria. La opinión más acepta-
ca de las estrategias militares de Tariq y la da y también más comúnmente repetida es que
construcción de una muralla (sur), llamada Sur el ejército de Musa tuvo entre 10.000 y 12.000
al- 'Arab (La Muralla de los Arabes) frente a soldados. Esta es la opinión que difundieron
Algeciras (Al-Jazira al-Khadra ') véase: Ibn los historiadores al- Tabari, Ibn al-Athir (AI-
"Idhari, Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il, p.9. Kamilfi al-Ta'rikh, Vol. V, p.S76) e Ibn "Idha-
También: AI-Shaykh al-Irnam Abu "Abd Allah ri, (AI-Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.19). Véan-
Muharnmad Ibn "Abd Allah Ibn Muharnmad se también: Baghdadi. Kitab 'Uyun Akbar al-
Ibn Ibrahim al-Luwati al-Tanj Ibn Batuta. Ki- A 'yan, pp.38 ss. Yasin Ibn Khayr Allah al-Kha-
tab Jughrafiya fi Masaha al-Ard, manuscrito tib al-tUmari al-Mawsili. Al-Durr al-Maknun
número 4872 gg 140, en la Biblioteca Nacional fi al-Ma'athir al-Madiyya min al-Qurun, ma-
de Madrid, passim, especialmente pp.63S-646. nuscrito número 2412 (Mixt. 1607), en la Os-
En este manuscrito hay información respecto terreichischen Nationalbibliothek, Viena,
de la construcción de murallas (sur, pl. asuar) pp.2S-26. Al-Maqqari, que sigue de cerca a al-
que llevaron a cabo los musulmanes desde sus Razi eleva el número a 18.000 soldados (Nafh
primeros arribos a la Península Ibérica. Sin al-Tib, Vol. 1, pp.2IS-216). 'Abd al-Malik Ibn
embargo, la más importante, usualmente lla- Habib en su Al-Ta'rikh al-Kabir, p.42 (citado
mada Sur al- 'Arab en todas las fuentes, en es- por Ahmad. Al-Qaba 'il al- "Arabiyya fi at-An-
te manuscrito aparece como Sur al-Gharb dalus, p.36) eleva aún más el número hasta
(p.63S). Esto es, obviamente, un error del co- 20.000 hombres. Para más información sobre
pista, que confundió la letra "ayn con la letra lo que aseguran las fuentes árabes, que la ma-
ghayn. La única diferencia es el punto diacríti- yoría de los soldados de Musa era de origen
co. Véase también: Ahmad. Al-Qaba'll al- árabe, tanto de las confederaciones de tribus
'Arabiyya fi al-Andalus, p.38. Joaquín Vallvé. Qays, como Qahtan, véase: Ahmad. Al-Qaba'il
"España en el siglo VIII: Ejército y Sociedad". al- "Arabiyya fi al-Andalus, pp.36-37. Véase
En: Al-Andalus, Vol. XLIII, 1978, S 1-112. Pa- también: Ibn al-Qutiyya. Ta'rikn Iftitah al-An-
ra más detalles acerca de los bereberes en el dalus, p.196. Maqqari. Nafh al- Tib, Vol. 1,
ejército de Tariq véase: Ibn "Idhari. Al-Bayan pp.2S9-261. Para una detallada discusión acer-
al-Mughrib, Vol. 11, pp.S ss. Véase también: ca de las cuatro diferentes explicaciones que
Watt. Historia, pp.20-21. José Angel García de contienen las fuentes árabes sobre la persona
198 REVISTA ESTUDIOS

que realmente conquistó al-Andalus, así como 1642 en El Escorial, passim. Ibn al-Jawzi, Ki-
la situación de la Península en el momento de tab Umara' al-Zaman fi Ta'rikli al-A 'yan, ma-
la conquista musulmana (año 27 H. o 91 H.) nuscrito número 1644, en El Escorial, passim.
véase: Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Véase también el anónimo MUJam, manuscri-
11, p.4. Ibn "Idhari afirma que la cuarta de esas to número 1651, en El Escorial, passim.
versiones es la más ampliamente aceptada y la
que sigue la mayoría de la gente: la primera 19. Ibn al-Kardabus. Ta 'rikñ al-Andalus, pp.47-48.
persona que entró a al-Andalus fue Tariq Ibn
Ziyad en el año 91 H. Musa le siguió un año 20. Ibn "Idhari, (Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11,
después en el 92 H. Véase: Akhbar Majmua, pp.7-8) por ejemplo, asegura que el rey Rodri-
pp.6-7. Ibn al-Qutiyya. Ta 'rikn lftitah al-Anda- ga murió en la batalla del Guadalete. Véase
lus, pp.4-6. Ibn "Abd al-Hakam. Futuh, también: Ibn al-Kardabus. Ta 'rikh al-Andalus,
pp.204-225. Maqqari. Najh al-TIb, Vol. 1, p.47. Para más información sobre estos aconte-
pp.159-160, p.162, Y p.175. lbn al-Kardabus. cimientos véase: Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Ara-
Ta'rikn al-Andalus, p.41. Ibn al-Kardabus ase- biyya ji al-Andalus, pp.39 ss. Ahmad también
gura que Musa Ibn Nusayr tuvo 10.000 solda- discute acerca de los diferentes lugares men-
dos en su ejército. Para más detalles véase tam- cionados en las fuentes árabes, así como en las
bién: Watt. Historia, p.20. Dozy. Historia, Vol. fuentes secundarias, donde pudo haber tenido
1, pp.342-344. Lévi-Provencal. España, pp.15- lugar la principal batalla entre los visigodos y
16. La Crónica Mozárabe describe el temor de los musulmanes.
la población española durante la conquista ára-
be de al-Andalus. Sinderedus (Sinderedo), el 21. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. ll, p.23.
Obispo de Toledo, huyó hacia Roma para sal- Véase también: Akhbar Majmu'a. pp.28-32.
var su vida. La Crónica Mozárabe criticó estas Maqqari. Najh al-Tib, Vol. 1, p.170. Francisco
acciones con fuertes palabras, dado que esto Javier Simonet. Historia de los Mozárabes de
significaba que el Obispo había abandonado a España, Madrid, 1903 (Ámsterdam: Oriental
sus rebaño, en busca de su propio beneficio. El Press, 1967), pp.149 ss. A pesar de que el tra-
autor anónimo de la Crónica escribió: Per bajo de Simonet sobre los mozárabes es una
idem tempus diue memorie Sinderedus urbis obra ya superada, que resulta débil en su inter-
regie metropolitanus episcopus sanctimonie pretación y de análisis subjetivos, el libro toda-
studio claret atque longebos et merito honora- vía se considera una importante fuente debido
biles uiros, quos in suprafatam sibi commisam a su erudición y el gran número de documentos
eclesiam repperit, non secundum scientiam ze- latinos, árabes y españoles que cita a lo largo
lo sanctitatis stimulat, adque instinctu iam die- de toda su obra, que en estos asuntos es muy
ti Uuittize principis eos sub eius tempore co- confiable. El libro de Simonet es una importan-
nuexare non cessat. Qui et post modicum in- te fuente de información para los desarrollos
cursus Arabum expabescens non ut pastor, sed culturales y religiosos de los mozárabes en al-
ut mercennarius Xpi oues contra decreta maio- Andalus. Para más información sobre estos
rum deserens Romanie patrie sese aduentat. asuntos véase también: Joaquín Vallvé. "Sobre
(pp.68-70.) Para una visión general de al-An- Demografía y Sociedad en al-Andalus. (Siglos
dalus, así como una corta discusión del signifi- VIII-XI)". En: Al-Andalus, Vol. XLII, 1977,
cado del nombre al-Andalus, véase: Siraj al- pp.323-340, especialmente p.326.
Din Abu Hafs "Umar Ibn al-Muzaffar Ibn al-
Wardi. Kharidat al- 'Aja'ib wa Faridat al-Gha- 22. Ibn al-Kardabus, Ta 'rikh al-Andalus, p.48,
ra 'ib, manuscrito número 2406 (Mixt. 825), en donde este autor explica los incontables tesoros
la Osterreichischen Nationalbibliothek, Viena, que capturaron Musa y Tariq en al-Andalus,
pp.II-12. Shams al-Di n Abu al-Barakat Mu- principalmente, según la leyenda, la mesa de
harnmad Ibn Ahmad Ibn Iyas al-Hanafi. Kitab Salomón (ma 'idat Sulayman), así como 25 co-
Nashq al-Azhar fi 'Aja 'ib al-Aqtar, manuscrito ronas de los anteriores reyes visigodos. En ca-
número 2407 (Mixt, 1228), en la Osterreichis- da una de esas coronas había una inscripción
chen Nationalbibliothek, Viena, pp.IO-II, con el nombre del monarca, el tiempo en el que
pp.15-17. Nuwairi. Ta 'rikh, manuscrito número vivió y los años que gobernó. Véase también:
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 199

Ibn 'Abd al-Hakam. Futuh Ifriqiyya wa at-An- al- Wardi. Kharidat al- 'Aja 'ib, p.13 Y p.16. Ibn
dalus, passim. Para más detalles véase tam- al-Wardi también provee la información de que
bién: Ahmad Ibn Yahya lbn Ahmad al-Dabbi Toledo era la capital del reino visigodo: Kanat
al-Qurtubi. Ta 'rikh Rijal Ahl al-Andalus, ma- Tulaytala Dar Mamlakat al-Rum. (p.16). Tam-
nuscrito número 1676, en El Escorial, passim. bién explica que Tariq Ibn Ziyad conquistó al-
Andalus en el tiempo del califa al-Walid lbn
23. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Yo\. Ir, "Abd al-Malik, y que él mató a Rodrigo, el úl-
pp.9-1O. Córdoba llegó a ser muy pronto la ca- timo rey visigodo. También capturó un gran
pital de al-Andalus, cuando Hurr Ibn "Abd al- botín, además de 170 coronas que pertenecie-
Rahman al-Thaqafi, quien fue el wali de al-An- ron a los anteriores reyes de España, las cuales
dalus por tres años, trasladó la capital, o las ofi- estaban llenas de rubíes y otras piedras precio-
cinas administrativas (Al-Imara), de Sevilla a sas. A todo lo anterior agrega la mesa de Salo-
Córdoba. Al respecto véase: Ibn "Idhari. Al-Ba- món, como parte de la gran riqueza capturada.
yan al-Mughrib, Yo\. Il, p.25. Fue el wali al- Véase también: Ibn Iyas al-Hanafi, Kitab
Sarnh lbn Malik al-Khawlani, nombrado por el Nashq al-Azhar, pp.IO-16.
Amir al-Mu'minin "Umar Ibn "Abd al-tAziz
como gobernador de al-Andalus, quien fortifi- 27. En las fuentes árabes hay información contra-
có la ciudad de Córdoba y construyó alrededor dictoria acerca del lugar donde Tariq y Musa se
de ella una muralla para su protección. Para unieron para continuar juntos la conquista de
más detalles acerca de esto, véase: Ibn "Idhari. muchas otras ciudades de al-Andalus. Algunas
Al-Bayan al-Mughrib, Yo\. 11, p.26. También: fuentes afirman que se unieron en Talavera,
Ibn al-Wardi. Kharidal al- 'Aja 'ib, p.12, donde que parece ser el lugar más posible donde coin-
explica la importancia de la ciudad en la histo- cidieron los dos ejércitos para continuar juntos.
ria de al-Andalus, así como capital del califato Esta es la opinión más aceptada por los histo-
en la Península Ibérica. Este manuscrito tam- riadores. Sin embargo, hay otras fuentes que
bién contiene relevante información acerca de sostienen que ambos conquistadores se unieron
los intelectuales, los notables y los gobernantes en Toledo.Todavía hay otras que aseguran que
de esta ciudad, así como detalles de la vida dia- fue en Almaraz, cerca de Talavera. Véase: Ibn
ria como por ejemplo la agricultura, el trabajo "ldhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il, p.8.
artesana! y el desarrollo de los mercados den- También: Maqqari. Nafh al-Tib, Yo\. r, p.253.
tro de la ciudad. Véase también: Baghdadi. Ki- Akhbar Majmu'a, p.18. Ahmad. Al-Qaba'il al-
tab 'Uyun Akbar al-A 'yan, pp.40 ss. 'Arabiyya fi al-Andalus, pp.42-43. Ibn lyas al-
Hanafi. Kitab Nashq al-Azhar, p.17. Para más
24. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Yo\. Ir, p.lO. detalles y descripciones de las distintas ciuda-
También: Ahmad. Al-Qaba 'il al- "Arabiyya fi des de al-Andalus, a pesar de que algunas de
al-Andalus, p.4I, para más detalles sobre las esas descripciones son tardías, véase: Abu Yah-
campañas militares de Tariq y las distintas ciu- ya al-Qazuini. Kitab 'Aja 'ib al-Buldan, manus-
dades que conquistó. crito número 4895 gg 32, en la Biblioteca Na-
cional de Madrid, passim, especialmente
25. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Yo\. Ir, p.lO. pp.477-478.

26. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Yo\. Il, 28. Ibn Al-Athir, Al-Kamilfi al-Ta'rikñ, Yo\. IV,
pp.9-10, y Yo\. 11, pp.12-13. Maqqari. Nafh al- pp.539-540. Para más información específi-
Tib, Yo\. 1, pp.255-256. lbn al-Kardabus. Ta- ca sobre la conquista de al-Andalus, véase:
'rikn al-Andalus, p.42. Respecto de la acción Yo\. IV, pp.556-567. Akhbar Majmu 'a,
de Tariq de quemar sus embarcaciones véase: pp.18-20 (pp.30-31 de la traducción castella-
Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus, na). Ibn Qutayba. Al-lmama, Yo\. II, pp.69-
p.35, pp.40-41 y p.43 donde explica la con- 70, pp.71-77 y pp.82-86. Ahmad b. Abu Ya-
quista de Tarragona. Para más detalles sobre la "qub al-Yaqubi. Ta'rikh al-Yaqubi, editado
conquista musulmana de Toledo, la capital vi- por Th. Houtsma, Leiden: E.J. Brill, 1883,
sigoda de la Península Ibérica, así como una Beirut: reimpresión Dar Sadir, 1960, Yo\. n,
descripción general de esta ciudad véase: Ibn p.285. Véase también: Vol. Il, pp.294 ss. Ibn
200 REVISTA ESTUDIOS

a1-Qutiyya. Ta 'rikñ Iftitah al-Andalus, pp. 10- los tesoros véase también: lbn 'Abd al-Ha-
11 (pp.7-8 de la traducción castellana). Ibn kam. Futuh Ifriqiyya wa al-Andalus, passim.
Iyas a1-Hanafi. Kitab Nashq al-Azhar, p.17. lbn a1-Kardabus. Ta 'rikli al-Andalus, p.50,
Mawsili. Al-Durr al-Maknun, pp.26-27. Tam- describe que Musa y Tariq llevaron a Damas-
bién: Abu "Abd Allah Muhammad Ibn 'Abdus co grandes cantidades de oro, plata, zafiros y
al-Jahshiyari. Kitab Akhbar al- Wuzara' wa al- otras piedras preciosas, además de muchas
Kuttab, manuscrito número 2434 (Mixt. 916), otras cosas. También llevaron 400 esclavos
en la Osterreichischen Nationalbibliothek, tarba' mi'at rajul min muluk al-a'jam). Con-
Viena, p.43 (p.22a). Muhammad a1-Shatibi. trario a todos estos asuntos, el autor anónimo
Kitab al-laman ft Mukhtasir ft Akhbar al-Za- de la Crónica Mozárabe (p.75) asegura, como
man, manuscrito número 4998, en la Bibliote- otras fuentes, como por ejemplo lbn a1-Qutiy-
ca Nacional de Madrid, passim, especialmente ya entre otras autoridades musulmanas, que
pp.143-l44 para más detalles acerca de la Musa lbn Nusayr y Tariq Ibn Ziyad entraron
muerte de a1-Walid I y el califato (khilafa) de en la corte del califa al- Walid I en Damasco.
Sulayman. Otra fuente, a pesar de que es prin- La Crónica Mozárabe (p.74) afirma que el ca-
cipalmente shi'ita y que se refiere sobre todo a lifa a1-Walid I castigó a Musa e inclusive le hi-
la historia del oriente del Dar al-Islam (al- zo montar en su burro viendo para atrás.
Mashriq) y que provee importantes detalles es: (Quem et Dei nutu iratum repperit repedando
Alunad Ibn Yusuf Ibn Alunad a1-Qarmani. Ki- et male de conspectu principis ceruice tenus
tab al-Dawl wa Akhbar Athar al-Awwal, ma- eicitur pompizandoy Con relación al califa al-
nuscrito número 5153, en la Bilioteca Nacio- Walid I véase: Al- 'Uyun wa al-Hada'iq fi Akh-
nal de Madrid, passim. Véase también el anó- bar al-Haqa 'iq, editado por M.J. de Goeje y P.
nimo Ta'rikh al-Khulafa', manuscrito número de Jong, Leiden: E.J. Brill, 1869, Vol. I1I,
5391, en la Biblioteca Nacional de Madrid, pp.2-l6. Ya'qubi. Ta'rikh, Vol. 11,pp.283-292.
passim. Véase también: Maqqari. Najh al-Tib, En relación con las conquistas durante la épo-
Vol. 1, pp.167-168. Maqqari. Najh al-Tib, Vol. ca de a1-Walid I véase: lbn a1-Kardabus. Ta-
1, p.l72, donde explica, de acuerdo con Ibn 'rikñ al-Andalus, pp.4l-43. También el anóni-
Hayyan, que fue el califa Sulayman Ibn 'Abd mo: Ta 'rikh al-Khulafa', manuscrito número
a1-Malik Y no a1-Walid 1 quien castigó a Musa 5391, en la Biblioteca Nacional de Madrid,
Ibn Nusayr. Véase también: Maqqari. Najh al- passim. Baghdadi. Kitab 'Uyun Akbar al-
Tib, Vol. 11, pp.7-8. Al respecto las crónicas A 'yan, pp.40 ss. También: Angel González Pa-
varían. De acuerdo con Ibn a1-Qutiyya, Musa lencia. Historia de la España Musulmana.
Ibn Nusayr entró en la corte del califa al- Wa- Barcelona: Editorial Labor S.A., 1925, p.9.
lid 1 antes de que éste muriera. Por otro lado, Dozy. Historia, Vol. 1, pp.339-357. Lévi-Pro-
de acuerdo con Ibn 'Abd al-Hakarn, Musa lle- vencal. España, pp.18-19. Chejne. Muslim
gó a Damasco poco después de la muerte de Spain, p.9. Ahmad. Al-Qaba'il al- "Arabiyya fi
a1-Walid, por lo que tanto Musa como Tariq al-Andalus, p.44 y p.59. Ahmad asegura que
lbn Ziyad informaron al califa Sulayman de fue el califa Sulayman quien recibió a Musa y
sus conquistas y de los botines capturados en a Tariq y no el califa a1-Walid 1.
a1-Andalus. AI-Maqqari en su Najh al-Tib
(Vol. II, p.8) asegura que el califa al- Walid 1 ya 29. De acuerdo con a1-Razi, a quien cita lbn "Idha-
había muerto cuando Musa lbn Nusayr y Tariq ri. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. II, p.24, "Abd al-
lbn Ziyad llegaron a Damasco. El nuevo cali- "Aziz gobernó solo un año y diez meses. Para
fa era Sulayman lbn "Abd a1-Malik. Ibn al- más detalles acerca de su corto gobierno en al-
Kardabus, Ta'rikñ al-Andalus, p.50, por otra Andalus véase: Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Arabiy-
parte, menciona que Sulayman pidió a Musa yaft al-Andalus, pp.37 ss. y también p.59.
que demorara su entrada a la corte y que llega-
ra después de que a1-Walid, ya muy enfermo, 30. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11,
hubiera muerto. Musa ya había llegado a Da- pp.23-24. Véase también: a1-Waqidi, citado por
masco, pero no a la corte. Sulayman, el nuevo Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11,p.24,
califa, deseaba ser él quien recibiera los teso- y a1-Razi, en lbn "Idhari. Al-Bayan al-Mugh-
ros que traía Musa desde a1-Andalus. Sobre rib, Vol. 11,p.24.
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islárnica medieval 201

31. De acuerdo con a1-Waqidi, citado por Ibn .'Id- 39. Ahmad. Al-Qaba'il al- "Arabiyya fi al-Andalus,
hari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. II, p.24. Pare- p.49.
ce que a' Abd al-' Aziz Ibn Musa Ibn Nusayr lo
mataron porque rehusó obedecer al califa Su- 40. Ibn 'Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. D, p.35. Ah-
layman Ibn 'Abd a1-Malik. rnad. Al-Qaba 'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus, p.50.

32. Akhbar Majmu 'a, pp.12-13. Maqqari. Nafh 41. Ibn "Idhari, Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il, p.36.
al-Tib, Vol. 1, pp.164-165, Y también Vol. 1, Véase también: Ahmad. Al-Qaba 'il al- 'Arabiy-
pp.174-175. Ibn al-Qutiyya. Ta 'rikh Iftitah yafi al-Andalus, p.50.
al-Andalus, pp.9-10. Para más detalles acer-
ca del nombramiento de 'Abd al-tAziz Ibn 42. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il,
Musa Ibn Nusayr como gobernor de al-An- pp.29-30.
dalus y sus conquistas, véase: al-Razi, cita-
do por Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, 43. También: Abu "Ubayd "Abd Allah Ibn "Abd al-
Vol. II, p.24. Watt. Historia, p.22. También: "Aziz a1-Bakri a1-Qurtubi. Kitab al-Mamalik
Crónica Mozárabe, pp.75-77. Ahmad. Al- wa al-Masalik, manuscrito número 2404
Qaba 'il al- "Arabiyya fi al-Andalus, p.43 Y (Mixt. 779) en la Osterreichischen Nationalbi-
pp.45-46. En relación con la caída de Mur- bliothek, Viena, pp.86-87, p.122 Y p.127. Chej-
cia, Ahmad cita las principales fuentes cris- neo Muslim Spain, p.ll. Watt. Historia, p.22 y
tianas. Véase p.46. pp.28-31. García de Cortázar. Epoca Medieval,
pp.55 ss. Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi
33. Citado por Simonet. Historia, p.797, quien ci- al-Andalus, pp.47-48 y también p.57.
ta el manuscrito conservado en El Escorial. Ibn
"Idhari en su Al-Bayan al-Mughrib tiene tam- 44. Ahmad. Al-Qaba 'il al- "Arabiyya fi al-Andalus,
bién el documento completo, con unos pocos p.50.
cambios, en especial algunas palabras y la
existencia de más testigos que firmaron el tra- 45. Ibn 'Abd a1-Hakam. Futuh Misr wa Akhbaru-
tado. También: Ahmad. Al-Qaba 'j[ al- 'Arabiy- ha, pp.216-217. Véase también: Ahmad. Al-
ya fi al-Andalus, pp.46-47. Marín-Guzmán. Qaba 'il al- "Arabiyya fi al-Andalus, p.53.
"Ethnic Groups and Social Classes in Muslim
Spain", pp.39-41. 46. Akhbar Majmu'a, p.25 (p.36 de la traducción
castellana). Véanse también los apéndices con-
34. Simonet. Historia, p.799 cita el documento tenidos en la traducción castellana, pp.236-
árabe original conservado en la Biblioteca de 237. Ibn a1-Qutiyya. Ta'rikli Iftitah al-Andalus,
El Escorial. p.13 (p. 10 de la traducción castellana), donde
se mencionan brevemente estos importantes
35. Citado por Simonet. Historia, p.799. acontecimientos históricos. Tanto el Akhbar
Majmu'a corno Ibn a1-Qutiyya. Ta'rikn Iftitah
36. Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, pp.166-167. Watt. al-Andalus, evitan dar explicaciones detalladas
Historia, p.22. Lévi-Procencal. España, pp.l6- de las derrotas musulmanas frente a los fran-
21. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il, cos. Véase también: Watt. Historia, p.30. Chej-
pp.23-25. neo Muslim Spain, p.ll. Ahmad. Al-Qaba 'il al-
"Arabiyya fi al-Andalus, pp.50-51.
37. Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, p.256 (Edición
Egipcia, El Cairo, 1949), citado por Ahmad. 47. Ibn a1-Athir. Al-Kamil fi al-Ta 'rikh, Vol. V,
Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus, p.48. p.64.

38. Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, p.256 (Edición 48. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. Il, p.39.
Egipcia, El Cairo, 1949), citado por Ahmad.
Al-Qoba'il al- "Arabiyya fi al-Andalus, p.48. 49. Ibn Khaldun. Kitab al- 'Ibar, Vol. IV, p.258, ci-
Véase también: Ibn a1-Qutiyya. Ta 'rikh Iftitah tado por Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi
al-Andalus, passim. al-Andalus, p.54.
202 REVISTA ESTUDIOS

50. Maqqari. Najh al-Tib, Vol. IV, p.15 (Edición Nacional de Madrid, passim. Respecto del cris-
Egipcia, El Cairo, 1949), citado por Ahmad. Al- tiano (mozárabe) Abu al-Rabi las fuentes ára-
Qaba'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus, pp.54-55. bes contienen poca información, no obstante
haber estado al servicio de la clinastía Ziri de
51. Ahmad. Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus, Granada. Para más detalles véase: "Abd Allah
p.56. al-Ziri. Mudhakkirat al-Amir 'Abd Allah. Akhir
Muluk Bani Ziri bi-Gharnata, editado por Éva-
52. Ahmad. Al-Qaba 'i/ al- "Arabiyya fi al-Andalus, riste Lévi-Provencal, El Cairo: Dar al-Ma'arif,
p.57. 1955, pp.66-68. Para más detalles acerca de los
intelectuales y filósofos judíos y cristianos,
53. Véase: Akhbar Majmua, p.25. Ibn "Idhari. Al- véase: Jamal al-Din Abu Hasan "Ali Ibn Yusuf
Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.39. También: Ah- al-Kifti. Kitab Ta'rikh al-Hukama'; manuscrito
mad. Al-Qaba'il al- "Arabiyya fi al-Andalus, número 4903 en la Biblioteca Nacional de Ma-
p.57. drid, passim. Existe otra copia de este manus-
crito en La Real Biblioteca de El Escorial, nú-
54. Para más detalles acerca de las instituciones mero 1778. Véase el anónimo Ta 'rikh al-Huka-
persas adoptadas por los árabes, véase: Reuben ma " manuscrito número 4889, en la Biblioteca
Levi. "Persia and the Arabs'', En: John Arberry. Nacional de Madrid, passim, especialmente
The Legacy of Persia, Oxford: Clarendon pp.202-203, respecto de varios filósofos judíos
Press, 1953, pp.60-88. Brockelmann. History, en al-Andalus, y pp.242-265. Respecto de Mai-
pp.50-52. Lévi-Provencal. España, pp. 15-24. mónides véase: pp.301-303. Para más detalles
Véase también: Joaquín Vallvé. El Califato de acerca de los filósofos cristianos véanse:
Córdoba, Madrid: Mapfre, 1992, passim, en pp.217 ss., pp.339-340, pp.344-345, p.381 Y
especial pp. 54-67. Marín-Guzmán. "Ethnic p.406. Sobre la labor intelectual de los judíos
Groups and Social Classes in Muslim Spain", en la España Musulmana véanse: Pérez. Histo-
pp.42 ss. ria de una Tragedia, pp.14-19. Beinart. Los Ju-
díos de España, pp.49-75.
55. Baron. Social and Religious History of the
Jews, Vol. IV, pp.28-29 Y pp.36-37. Ibn Nagre- 56. Para más detalles acerca de la Reconquista
la inclusive escribió un ensayo contra el Qu- véase: Ramón Menéndez Pi<;!al.La España del
r'an, lo que molestó mucho a los musulmanes. Cid. Buenos Aires: Espasa-Calpe Argentina,
Ibn Hazm le respondió y le refutó su ensayo. 1939, pp.23-70, pp.96-100 y pp.483-491. Vi-
Para más detalles véase: Emilio García Górnez. cente Cantarino. Entre monjes y musulmanes.
"Introducción" a la traducción castellana de El conflicto que fue España. Madrid: Editorial
Tawq al-Hamama. El Collar de la Paloma, Alhambra, 1978, pp.1l6-128. Watt. Historia,
Madrid: Alianza Eclitorial, 1971, pp.46-47. Sin pp.123-124. Sobre la Inquisición española
embargo, Ibn Hazm no fue el único en escribir véanse: Bemardino Llorca. La Inquisición Es-
refutaciones contra los cristianos y los judíos. pañola. Madrid: Editorial Labor S.A., 1946.
Al respecto se recomiendan los dos manuscri- Henry Kamen. La Inquisición Española. Ma-
tos de "Abd Allah al-Katib, sin título, preserva- drid: Alianza Eclitorial, 1976. Roberto Marín
dos en la Biblioteca Nacional de Madrid: el Guzmán. El espíritu de cruzada español y la
primero es el manuscrito número 4944, que es ideología de la colonización de América, San
una clara refutación a las creencias cristianas y José: Ediciones del Instituto Costarricense de
judías, así como en relación con ciertos asuntos Cultura Hipánica, 1985, pp.6-37. En 1610 la
respecto de Abraham, Ismail, Musa, y otros Inquisición Española obligó a los musulmanes
profetas. El segundo es también el número a salir de la Península o a convertirse al cristia-
4944, y contiene una refutación directa a las nismo. Los musulmanes protestaron por la In-
creencias cristianas sobre Jesús y el dogma de quisición y por la intolerancia de los cristianos.
la Trinidad, así como otros asuntos relaciona- Uno de los musulmanes que tuvo que abando-
dos con la teología. Para más detalles véase: nar la Península, le recordó a las autoridades
Muharnmad Ibn Yahya al-Sharif, Kitab al-Ka- cristianas la tradicional tolerancia musulmana,
lam, manuscrito número 5259, en la Biblioteca con estas palabras que ha conservado Amold:
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 203

Did our victorious ancestor ever once attempt lososfía, etc. fue posible de al-Andalus a la Es-
lo extirpate Christianity out of Spain, when it paña cristiana y de ahí al resto de Europa. Al
was in their power? Did they not suffer your respecto Defourneaux escribió: Cette compé-
forefathers to enjoy the free use of their rites al nétration intellectuelle des populations musul-
the same time that they wore their chains? Is manes el chrétiennes, qui indigne les plus in-
not the absolute injunction of our Prophet, that transigeants des chrétiens, constituera un fac-
whatever nation is conque red by Musalman teur essentiel de la diffusion de la pensée et de
steel, should, upon the payment of a moderate la science "arabe" dans l'Espagne chrétienne
annual tribute, be permitted lo persevere in d'abord, puis dans la chrétienté occidentale
their own pristine persuasion, how absurd soe- tout entiére.
ver, or to embrace what other belief they them-
selves besl approved of? If there may have 57. Para más detalles sobre la agricultura musul-
been some examples of forced conversions, mana y la industria, así como su impacto y di-
they are so rare as scarce 10 deserve mentio- fusión, véase: José Ma. Millás Vallicrosa. "La
ning, and only attempted by men who had not traducción castellana del "Tratado de Agricul-
fear of God, and the Prophet, before their eyes, tura" de Ibn Bassal". En: Al-Andalus, Vol. XlII,
and who, in so doing, have acted directly and 1948, Fase. 2, pp.347-430. También: José Ma.
diametrically contrary lo the holy precepts and Millás Vallicrosa. "Sobre bibliografía Agronó-
ordinances of Islam which cannot, without sa- mica hispanoárabe". En: Al-Andalus, Vol. XIX,
crilege, be violated by any who would be held 1954, Fasc. 1, pp.129-142. Joaquín Vallvé. "La
worthy of the honourable epithet of Musul- Agricultura en a1-Andalus". En: Al-Qantara,
man ... You can never produce, among us, any Vol. 1Il, 1982, Fase. 1-2, pp.261-297. Andrew
bloodthirsty.formal tribunal, on account of dif- M. Watson. "The Arab Agricultural Revolution
[erent persuasions in points of faith, that any- and its Diffusion, 700-1100". En: The Journal
wise approaches your execrable lnquisition. of Economic History, Vol. XXXIV, 1974, Nú-
Our arms, it is true, are ever open to receive all mero 1, pp.8-35. Watson sostiene que el movi-
who are disposed to embrace our religion; bUI miento de nuevos productos agrícolas, por
we are not allowed by our sacred Qur'an lo ty- ejemplo bananos, caña de azúcar, etc., así co-
rannise over consciences. Our proselytes have mo los métodos de producción e irrigación se
all imaginable encouragement, and have no trasladaban del este del Imperio lslárnico hacia
sooner professed God's Unity and His Apos- el oeste, hacia el Norte de Africa y a1-Andalus.
tle's mission but they become one ofus, without Estos productos y técnicas pasaron de España
reserve; taking lo wife our daughters, and al resto de Europa (p.31). Hábitos de comida y
being employed in posts of trust, honour and vestido también tuvieron el mismo rumbo del
profit; we conlenting ourselves witñ only obli- este hacia el oeste (p.24). Para más detalles so-
ging them to wear our habit, and 10 seem true bre estos asuntos véase también: Lucie Bolens.
believers in outward appearance, without ever Agronomes Andalous du Moyen Age. Ginebra
offering 10 examine their consciences, provided y París: Librairie Droz, 1981, passim, especial-
they do not openly revile or profane our reli- mente p.X. Respecto de la producción de pan
gion: if they do that, we indeed punisñ them as en a1-Andalus, que influyó la totalidad de la
they deserve; since their conversion was volun- Península, de donde pasó luego a Europa, véa-
tarily, and was not by compulsion. (citado por se: Lucie Bolens. "Pain quotidien et pains de
Amold. Preaching, pp. 143-144.) Para más de- disette dans l'Espagne musulmane". En: Bo-
talles véase también: Marcelin Defoumeaux. lens. Agronomes Andalous du Moyen Age,
Les [rancais en Espagne aux Xle et XI/e sié- pp.264-278. Para más detalles sobre las técni-
des, París: Presses Universitaires de France, cas para preservar el grano en a1-Andalus, véa-
1949, pp.7 ss. Defoumeaux asegura que debi- se: Lucie Bolens. "La conservation des grains
do a que el dominio musulmán de al-Andalus en Andalousie Médiévale d'apres les Traités
estimuló la coexistencia, la compenetración y d' Agronomie hispano-arabes". En: Bolens.
la tolerancia de Ahl al-Dhimma con los musul- Agronomes Andalous du Moyen Age, pp.279-
manes, la transferencia de conocimiento, cien- 284. Con relación a la agricultura y las técni-
cia, agricultura, tecnología, irrigación, arte, fi- cas, véase también el manuscrito anónimo: Wa
204 REVISTA ESTUDIOS

Mimma Yadilu 'ala Ahwal al-Ard wa Fasadu- p.120. Patricia Crone. Slaves on Horses. The
ha wa Salahaha min Kitab al-Falaha al-Naba- Evolution of the Islamic Polity. Cambridge:
tiyya, manuscrito número 4997, en la Bibliote- Cambridge University Press, 1980, passim, es-
ca Nacional de Madrid, passim. Yahya Ibn Ah- pecialmente pp.68-69. Estas acciones las criti-
mad Ibn al-tAwam al-Ishbili. Kitab al-Falaha caron algunos académicos musulmanes, como
fi al-Ardiyn wa al-Hayawan min Kitab al-Fa- por ejemplo: Abu al-Abbas Ahmad b. "Ali al-
lahin wa al-Hukama', manuscrito número Maqrizi, en su Kitab al-Niza' wa al-Takhasum
4997, en la Biblioteca Nacional de Madrid, fima bayna Bani Umayya wa Bani Hashim,
passim. editado por Von Geerhardus, Leiden: EJ. Brill,
1888. Book on Contention and Strife between
58. Con relación a la Shu'ubiyya véase: Brockel- Banu Umayya and Banu Hashim, traducción
mann. History, p.1l8. Respecto de la Revolu- inglesa de Clifford E. Bosworth, Manchester:
ción 'Abbasida véase: Julius Wellhausen. The University of Manchester, 1980, p.92. Tam-
Arab Kingdom and its Fall, traducción inglesa bién: p.102.
de Margaret Graham Weir, Beirut: Khayats,
1963, passim. M.A. Shaban. The "Abbasid Re- 60. Muharnmad Ibn Harith al-Khushani. Kitab al-
volution, Cambridge: Cambridge University Qudat bi-Qurtuba, editado y traducción caste-
Press, 1970, passim. Elton Daniel. The Politi- llana de Julián Ribera, Madrid: Imprenta Ibéri-
cal and Social History of Khurasan under 'Ab- ca, 1914, pp. 18-24 (pp.23-31 de la traducción
basid Rule, 747-820, Minneapolis: Bibliotheca castellana). Julián Ribera asegura que Mahdi
Islamica, 1979, passim. También: Roberto Ma- Ibn Muslim fue un invento y que nunca fue qa-
rín-Guzmán. Popular Dimensions of the 'Ab- di. Véase su "Prólogo del traductor", traduc-
basid Revolution. A Case Study of Medieval ls- ción castellana de al-Khushani. Kitab al-Qudat
lamic Social History. Cambridge, Massachu- bi-Qurtuba, pp. XII-XVI. Véanse también:
setts: Fulbright-LASPAU, 1990, p.22, p.33, Marín-Guzmán. "Ethnic Groups and Social
p.65, pp. 102-103 Y pp.135-140. Classes in Muslim Spain", passim, en especial
pp. 46-48. Marín Guzrnán. "Al-Khassa wa al-
59. Con relación a la persecución y casi total exter- í\mma [La élite y el pueblo común] en la his-
minio de los Omeyas por los' Abbasidas, véa- toria social de al-Andalus", pp.483-520.
se: Ibn Qutayba. Al-Imama wa al-Siyasa, Vol.
11, pp.121-123. Ibn al-Athir. Al-Kamilfi al-Ta- 61. Khushani. Kitab al-Qudat bi-Qurtuba, pp. 182-
'rikh, Vol. V, pp.429-432. Al-Malik al-Muwid 188. (pp.225-234 de la traducción castellana).
Abu al-Fida'. Kitab al-Mukhtasar min Ta 'rikh
al-Bishr, manuscrito número 1641 en El Esco- 62. Khushani. Kitab al-Qudat bi-Qurtuba, pp.191-
rial, passim, especialmente pp.130 ss. (Este ma- 201. (pp.238-251 de la traducción castellana).
nuscrito continúa en el número 1760 en El Es- Véase también: Claudio Sánchez Albornoz. El
corial). También: Muharnmad Ibn Abu al-Qa- Islam de España y el Occidente. Madrid: Espa-
sim al-Qayrawani (Ibn Abu Dinar). Kitab al- sa Calpe S.A., 1974, pp.50-55.
Mu'nis fi Akhbar lfriqiyya wa Tunis, (Tunis,
1286 H.), p.44. Sabatino Moscati. "La massacre 63. Abu al-Walid Ibn Nasr. Historia de las Fami-
des Umayyades dans l'histoire et dans les frag- lias Ilustres de Fez, citado por Vallvé. El Cali-
ments poétiques". En: Archiv Orientální, Vol. fato de Córdoba, pp.54-56.
XVIII, 1950, Número 4, pp.88-115. Claude Ca-
heno Les peuples musulmans dans l'histoire mé- 64. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.7.
diévale. Damasco: Institut Francais de Damas, Para más información acerca de las rivalidades
1977, p.159. Marín-Guzmán. Popular Dimen- entre los árabes y los bereberes, véase: Ahmad.
sions, pp. 100-101. G.R. Hawting. The First Dy- Al-Qaba'il al- 'Arabiyya fi al-Andalus, pp.71-
nasty of Islam. Londres y Sydney: Croom Helm 72. También: Abu 'Ubayd 'Abd Allah Ibn "Abd
Ltd., 1986, passim. Hugh Kennedy. The Prop- al-' Aziz al-Bakri al-Qurtubi. Kitab al-Mamalik
het and the Age of the Caliphate. The Islamic wa al-Masalik, manuscrito número 2404
Near East from the Sixtñ to the Elevéntñ Cen- (Mixt. 779), en la Osterreichischen Nationalbi-
tury. Londres y New York: Longrnan, 1986, bliothek, Viena, passim, en especial pp.123 ss.
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 205

El autor de este manuscrito asegura que los be- piedad y honradez, su entereza y formación,
reberes formaron varios grupos y tribus y que que al Defensor del Estado Abu al-Mutarrif
vivieron en las montañas, mientras que las ciu- 'Abd al-Rahman, hijo de Almanzar, merecedor
dades eran de origen griego (Rum), hasta que de toda confianza en toda ausencia, consejero
los musulmanes conquistaron toda el área. sincero y exonerado de defectos." Citado por
Viguera. Los Reinos de Taifas, p.29.
65. Emilio García Gómez. "Al-Hakarn 11y los Be-
réberes según un texto inédito de lbn Hayyan". 67. Véase: García Gómez, "Introducción", p.46.
En: Al-Andalus, Vol. XIII, 1948, Fase, 1, También: Idris. "Les Zirides", pp.96-127. É.
pp.209-226. Véanse también: Hady Roger Lévi-Provencal. "En relisant le Collier de la
ldris. "Les Birzalides de Carmona". En: Al-An- Colombe". En: Al-Andalus, Vol. XV, 1950,
dalus, Vol. XXX, 1965, Fasc. 1, pp.49-62. Con Fase. 2, pp.335-375, en especial p.345. La obra
relación a la tribu bereber de los Miknasa véa- de Ibn Hazm. Tawq al-Hamama, es una impor-
se: Hady Roger Idris. "Les Aftasides de Bada- tante fuente para el estudio de la historia social
joz". En: Al-Andalus, Vol. XXX, 1965, Fase, 2, de al-Andalus. También es una fuente primaria
pp.277-290. Sobre los Sinhaja, que controlaron para el estudio de las costumbres y las activida-
el poder en Granada, por medio de la dinastía des de la gente de su tiempo, en especial de las
Ziri, véase: Hady Roger Idris. "Les Zirides clases altas. Véase: Lévi-Provencal, "En reli-
d'Espagne". En: Al-Andalus, Vol. XXIX, 1964, sant", pp.359-360. Lévi-Provencal asegura que
Fase, 1, pp.39-145. Véase también: Marín- la mejor traducción de Tawq al-Hamama es la
Guzmán, "Ethnic Groups and Social Classes in traducción castellana. Así escribió: "Enfin, la
Muslim Spain", passim, en especial pp.44-45. version espagnole de mon cher ami et collégue
E. García Gómez va, elle aussí, paraitre d'ici a
66. Para más información sobre Sanchuelo véase: quelques mois: elle sera, n'en doutons pas, la
lbn al-Kardabus. Ta'rikh al-Andalus, pp.66-67. meilleure de toutes ..." (p.336).
Ibn Hazm. Naqt al- 'A rus, p.243. Ibn "Idhari.
Al-Bayan al-Mughrib, Vol. III, p.37 Y pp.44- 68. Para mayores detalles al respecto, véanse: Mi-
46. Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, pp.277-278. quel Barceló. "Un estudio sobre la estructura
El nombre de Sanchuelo se debió a que Alrnan- fiscal y procedimientos contables del emirato
zar se casó con la hija de Sancho Garcés 11, Omeya de Córdoba (138-3001755-912) y del
Rey de Navarra (970-995), y por su abuelo el califato (300-366/912-976)". En: Acta Histori-
califa "Abd al-Rahrnan Sanchuelo adquirió su ea et Archaelogica Medievalia, Vols. 5-6, Bar-
nombre. Véanse también: Lévi-Provencal. Es- celona, 1984-1985, pp.45-72, en especial p.67.
paña Musulmana, pp.457 ss. María 1. Viguera Roberto Marín Guzmán. "The causes of the re-
Molíns. Los Reinos de Taifas y las Invasiones volt of 'Umar Ibn Hafsun in al-Andalus (880-
Maghrebíes. Madrid: Editorial Mapfre, 1992, 928). A study in medieval Islamic social his-
pp.28-29, donde discute también la forma en tory". En: Arabica. Revue d'études arabes, To-
que 'Abd al-Rahrnan Sanchuelo llegó al poder me XLII, 1995, pp. 180-221.
y recibió del califa Hisham 11el nombramiento
como el más digno para sucederle en el califa- 69. Maqrizi. Kitab al-Niza , p.103. Este renom-
to. A pesar de que' Abd al-Rahman Sanchuelo brado autor en su Kitab al-Niza' (p.103) ex-
no era Quraysh, ni pertenecía a la confedera- plica las diversas divisiones en diferentes es-
ción de las tribus del norte, de los Mudar, logró tratos de la sociedad árabe. Al-Maqrizi escri-
influir y convencer al débil Hisham 11para que bió: "La totalidad de la nación árabe se puede
lo nombrara como sucesor al califato. Así, este considerar que se ubica en seis estratos socia-
hijo de Almanzar pudo convertirse en califa. El les (tabaqat): pueblos (shu 'ub}, tribus (qa-
historiador Ibn Hayyan, en su Al-Muqtabis re- ba 'il), parientes -o gran tribu ('ama 'ir), cla-
produce el documento de Hisham 11 en que nes (butun), linajes (afkhadh), y grupos fami-
nombra como sucesor a 'Abd al-Rahman San- liares (jasa 'il). El número de antepasados en-
chuelo: "no ha hallado a otro más digno para tre los dos grandes grupos de Yaman y Qays
nombrarle sucesor, por su propio mérito, noble es bien conocido de aquellos que pertenecen a
inclinación, excelencia y dignidad, unidas a su cualquiera de ambos grupos, tal como Allah
206 REVISTA ESTUDIOS

lo estableció: "Oh Humanidad! Nosotros os Marín-Guzmán, "Ethnic Groups and Social


hemos creado macho y hembra y os nombra- Classes in Muslim Spain", passim.
mos para que formárais pueblos (shu'ub¡ y tri-
bus (qaba 'il) para que os conozcáis los unos a 71. Citado por Hasan. Al-Qaba'il al- 'A rabiyya ,
los otros". Para más información sobre las tri- p.145.
bus árabes y sus divisiones en al-Andalus véa-
se: Al-Bakri al-Qurtubi. Kitab al-Mamalik wa 72. Abu "Umar Ahmad b. Muharnmad Ibn "Abd
al-Masalik, pp.47-50, donde este autor explica Rabbihi. Al- 'Iqd al-Farid, s.p.i., El Cairo,
el proceso de expansión de las tribus árabes y 1948, Vol. I1I, p.330, citado por Hasan. Al-Qa-
sus asentamientos en al-Andalus. Véase tam- ba'il al- 'Arabiyya, p.145.
bién: Jahshiyari. Kitab Akhbar al- Wuzara' wa
al-Kuttab, pp.58-59 (pp.29b-30a) Ibn al-Kha- 73. "Abd al-Malik Ibn Hisham. Sirat Rasul Allah.
tib. Al-Lamha al-Badriya fi Dawlat al-Nasriya, The Life of Muhammad, traducción al inglés por
manuscrito número 4997, en la Biblioteca Na- A. Guillaume, Londres: Oxford University
cional de Madrid, passim. Entre otras fuentes Press, 1978, p.691. También: p.642 donde Ibn
más recientes se recomiendan: Abu al-Fawaz Hisham explica cómo los Qahtan aceptaron el
Muharnmad Amin al-Sawaydi. Saba'ik al- Islam. En varios capítulos de esta obra Ibn His-
Dhahab fi Ma'rifat Qaba'il al- 'Arab, manus- ham citó a diversos líderes tribales árabes que se
crito número 2420 (Mixt. 1378), en la Ósterrei- dirigieron al Profeta y le expresaron su deseo de
chischen Nationalbibliothek, Viena, pp.I-3, convertirse al Islam, lo cual significaba también
pp.8-52, para una detallada descripción de las aceptar la autoridad de Muharnmad. Véase tam-
rivalidades tribales tradicionales, y pp.64-65. bién: Hasan. Al-Qaba'il al- "Arabiyya. pp.13-14.
Ahmad. Al-Qaba 'il al- 'A rabiyyaji al-Andalus, Marín-Guzmán. Popular Dimensions, pp.20-22.
passim, especialmente p.7 y pp.29-91. Véase
también: "Abd al-Basr Namari. Kitab al-Anbah 74. Thomas Glick. Islamic and Christian Spain in
ji Dhikr Aswal al-Qaba'il al-Rawah 'an Rasul the early Middle Ages. Princeton: Princeton
Allah, manuscrito número 1704, en El Esco- University Press, 1979, pp. 137-146.
rial, passim, especialmente pp.38 ss. Al-Azdi,
Kitab jihi Nisb 'Adnan wa Qahtan, manuscrito 75. Véase: Akhbar Majmu:a, pp.24-29. Ibn a1-Qu-
número 1705, en El Escorial, passim. tiyya. Ta 'rikh Iftitah al-Andalus, pp.14-22.
Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. II, pp.12-15. Hasan.
70. Véase: A. Fischer. "Kahtan". En: Encyclopae- Al-Qaba 'il al- "Arabiyya, pp.39-60. Véanse
dia of Islam (1), Leyden: E.J. Brill, 1927, Vol. también: Crónica Mozárabe, pp.109 ss. Dozy.
II, pp.628-630. A. Fischer. "Kays "Aylan". En: Historia, Vol. 1, pp.220 ss. Lévi-Provencal. Es-
Encyclopaedia ofIslam, (1), Leyden: EJ. Brill, paña, pp.26-32 y también pp.44-53. Chejne.
1927, Vol.n. pp.652-657. Montgomery Watt. Muslim Spain, pp.1l-13, y también p.l l l , Gon-
"Kays "Aylan". En: Encyclopaedia of Islam, zález Palencia. Historia, pp.1O-1l. Watt. Histo-
New Edition, Leiden: EJ. Brill, 1978, Vol. IV, ria, pp.35-36. Armand Abel. "Spain: Internal
pp.833-834. Moshe Sharon. Black Banners Division". En: Gustav von Grunebaum. Unity
from the East. The establishment of the 'Abba- and Variety in Muslim Civilization, Chicago:
sid State. Incubation of a Revolt. Jerusalén y Chicago University Press, 1979, pp.207-230,
Leiden: The Hebrew University y EJ. Brill, en especial p.213. Para más detalles sobre la in-
1983, pp.51-7l. Maqqari. Nafh a-tu, Vol. 11, terpretación de que las tribus de la Confedera-
pp.24 ss. Para más detalles sobre las rivalida- ción del Norte (Mudar, Qays, Qays 'Aylan) se
des tribales en el Mashriq y sus asentarnientos expandieron principalmente hacia el este, mien-
véase: Hasan. Al-Qaba 'il al- 'Arabiyya, pp.39- tras que las de la Confederación del Sur (Qah-
60, pp.163-19l. También: Tabari. Ta 'rikh al- tan, Kalb, Yemen), se extendieron hacia el oes-
Rusul wa al-Muluk, Vol. n. p.1895, p.1899, te, debido principalmente a que encontraron las
pp. 1924-1925, pp.1934-1935, p.1937, rutas hacia el este ya bloqueadas y ocupadas
pp. 1964-1965, pp.1970-1971, pp.1986-1987 por sus rivales de la Confederación Mudar, véa-
and p.1996. Marín-Guzrnán. -Popular Dimen- se: Marín-Guzmán. Popular Dimensions, pas-
sions, passim, en especial pp.1I-52. También: sim, especialmente pp.13-14.
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islárnica medieval 207

76. Ibn 'Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.31. 83. Véase: "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat,
pp.24-25. Glick. Islamic, pp.181-182. Dozy.
77. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.31. Historia, Vol. II, pp.489 ss. Lévi-Provencal.
España, passim. Para mayores detalles sobre
78. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.32. los Branes y los Botr véase: Lévi-Provencal.
España, pp.230-231. Para más información so-
79. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.31. bre los otros diferentes grupos bereberes véase:
pp.307-321 y pp.430-437. Menéndez Pida!.
80. La batalla entre Balj Ibn Bishr y' Abd al-Malik España, pp.230-23l. Marín-Guzrnán. "Ethnic
resultó en un aplastante triunfo de Balj y sus Groups and Social Classes in Muslim Spain",
ejércitos de sirios sobre el wali de al-Andalus y passim, en especial pp.43-44.
sus seguidores yemenitas. Balj Ibn Bishr man-
dó a matar a "Abd al-Malik Y lo crucificó con 84. Lévi-Provencal. España, pp.262-359, en espe-
un cerdo a su derecha y con un perro a su iz- cial pp.313-321 y pp.369-447. Respecto de las
quierda, con el propósito de mostrar su enemis- actividades rurales de los bereberes véase: Lé-
tad, odio y desprecio hacia su enemigo tribal vi-Provencal. España, pp.96-97. Dozy. Histo-
del grupo de los yemenitas. Para mayores deta- ria, Vol. 11, p.140 y también: Vol. 11, pp.118 ss.
lles sobre estos asuntos véase: Ibn "Idhari. Al- David Wasserstein. The Rise and Fall of the
Bayan al-Mughrib, Vol. 11, p.32. Party-Kings. Politics and Society in Islamic
Spain. IOO2-I086. Princeton: Princeton Uni-
81. Ibn al-Kardabus. Ta 'rikh al-Andalus, p.55. Pa- versity Press, 1985, p.57. Vallvé. El Califato de
ra más información sobre la llegada de "Abd Córdoba, passim, en especial pp.227 ss.
al-Rahman 1 al-Dakhil a al-Andalus véase:
Qayrawani (Ibn Abu Dinar). Kitab al-Mu 'nis, 85. Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11,
p.44, y p.98. También: Jahshiyari. Kitab Akh- pp.32 ss.
bar al- Wuzara' wa al-Kuttab, passim, especial-
mente pp.66-90 (pp.33b-45b). 86. Amold. Preaching, p.135. Para mayores deta-
lles sobre el sistema de la dhimma puesto en
82. Akhbar Majmu 'a, passim. Ibn al-Kardabus. práctica por los musulmanes en el Dar al-Islam
Ta'rikh al-Andalus, p.56. Para mayores deta- véase: Fakhr al-Din al-Hasan Ibn Mansur Ibn
lles sobre la lucha entre al-Fihri y "Abd al- Mahmud al-Uzjandi. Al-Fatwa, manuscrito nú-
Rahman 1 al-Dakhil y la entrada triunfal de mero 2214 (Mixt. 1524) en la Osterreichischen
este último en la ciudad de Córdoba véase: Nationalbibliothek, Viena, pp.548-549,
Qayrawani (Ibn Abu Dinar). Kitab al-Mu 'nis, pp.570-571. Para la legislación del sistema de
p.44. También: Baghdadi. Kitab 'Uyun Akbar la dhimma véase p.571. Para mayores detalles
al-A 'yan, pp.70-71. Mawsili. Al-Durr al- de la práctica del sistema de la dhimma en to-
Maknun, pp.33-34. Ibn al-Khatib. Al-Halal do el Dar al-Islam, así como la coexistencia de
al-Marquma, manuscrito número 4997, en la cristianos, judíos y musulmanes véase: Abu al-
Biblioteca Nacional de Madrid, passim. Véa- Hasan "Ali Ibn Abu Bakr al-Harawi. Isharat fi
se también el anónimo, Ta'rikñ al-Khulafa', Marifat al-Ziyarat, manuscrito número 2405
manuscrito número 5391, en la Biblioteca Na- (Mixt. 946,2) en la Osterreichischen National-
cional de Madrid, passim. También: Ibn al- bibliothek, Viena, p.37. También: Ibn al-Wardi.
Khatib. Al-Lamha al-Badriya fi Dawlat al- Kharidat al- 'Aja 'ib, p.7. Jahshiyari. Kitab Akh-
Nasriya, manuscrito número 4997, en la Bi- bar al- Wuzara' wa al-Kuttab, pp.43-44
blioteca Nacional de Madrid, passim, para (pp.22a-22b). Vallvé. El Califato de Córdoba,
más detalles sobre las divisiones de los árabes p.63. Marín-Guzrnán. "Ethnic Groups and So-
en Shamiyyun, los procedentes de Siria que cial Classes in Muslim Spain", passim, en es-
llegaron a la Península con Balj Ibn Bishr, y pecial pp.48-49.
los Baladiyyun, principalmente pertenecientes
a la Confederación de las tribus del Sur, que 87. Jaime Oliver Asín. Historia del nombre "Ma-
entraron a la Península Ibérica con Tariq Ibn drid". Madrid: Agencia Española de Coopera-
Ziyad y con Musa Ibn Nusayr. ción Internacional, 1991, p.139.
208 REVISTA ESTUDIOS

88. Oliver Asín. Historia del nombre "Madrid", 1395 H., pp.15-20, pp.51-57, pp.77-83, Y
p.137. pp.190-194. Tabari. Ta'rikli al-Rusul wa al-
Muluk, Vol. Il, pp. 1507-1510. Baladhuri. Fu-
89. Maqqari. Najh al-Tib, Vol. II, p.88, Vol. II, tuh al-Buldan, passim, especialmente pp.272-
p.368 Y Vol. 11, p.463. Tanto en al-Andalus co- 273. Caetani. Annali delI'lslam, Vol. V,
mo en muchas otras regiones del Dar al-Islam, pp.287-465. A.N. Poliak. "Classification of
fueron frecuentes las asociaciones económicas Lands in the Islarnic Law and its Technical
y comerciales entre musulmanes y cristianos. Terms". En: American Journal o/ Semitic Lan-
Sobre estos asuntos existe abundante evidencia guages and Literatures, Vol. VII, 1940, Núme-
en las fuentes árabes. Por ejemplo véase: Abu ro 1, pp.50-62. Arthur Christensen. L' Iran sous
al-Fadl "Abd Allah Ibn Mamad. Al-Mukhtar li le Sassanides, París, 1936, p.362. Cahen. Les
al-Fatwa, manuscrito número 2215 (Mixt. peuples musulmans, pp.232-233. Daniel Den-
1596) en la Osterreichischen Nationalbibliot- nett. Conversion and the Poli Tax in Early Is-
hek, Viena, pp. 56-57. Una opinión válida al lam. Cambridge, Massachusetts: Harvard Uni-
respecto, sobre las razones de esta estrecha re- versity Press, 1950, p.1l8. Philip Hitti. Histo-
lación entre musulmanes y cristianos, es la de ria de los Arabes. Madrid: Editorial Razón y
Marcelino Menéndez Pelayo (Historia, Vol. 11, Fe, 1950, pp. 136- 137. Marín Guzmán. El Is-
p.59), quien escribió las siguientes líneas: "So lam: Ideología e Historia, pp.151-155. Rober-
el amparo de pactos y capitulaciones había to Marín Guzmán. "El Islam, una religión".
quedado entre los musulmanes la mayor parte En: Crónica, 3, 1983, pp.81-90. Marín Guz-
de la población cristiana, que no era posible ni mán. "Algunas notas", pp.71-79. Marín-Guz-
conveniente exterminar, dado que en tan pe- mán. Popular Dimensions, pp.55-56. Marín
queño número habían venido los invasores." Guzmán. "Las causas", pp.39-67. Marín Guz-
mán. El Islam: Ideología e Historia, pp.151-
90. Citado por Amold. Preaching, p.136. Véase 158. En la España Musulmana el jizya se esta-
también: Marín Guzmán. "Al-Khassa wa al- bleció para los cristianos y los judíos (Ahl al-
'Amma [La élite y el pueblo común)", 498. Kitab o Ahl al-Dhimma) de la siguiente forma:
los ricos pagarían 48 dirhams; la clase media
91. Véase: Évariste Lévi-Provencal. Instituciones 24 dirhams; y aquellos que se ganaban la vida
y Vida Social e Intelectual, En: Ramón Menén- con su trabajo manual pagarían 12 dirhams.
dez Pidal. Historia de España, Madrid: Espasa Ramón Menéndez Pidal con relación a la con-
Calpe, S.A., 1965, Vol. V, pp.127 ss. También: versión al Islam para evitar el pago deljizya es-
Baron. Social and Religious History of the cribió las siguientes líneas: (España, p.53)
Jews, Vol. IlI, pp.142-143. Amold. Preaching, "Muchísimos más que estos advenedizos eran
pp.132-133. Marín-Guzmán. "Ethnic Groups los godos y los hispano-romanos, que en el
and Social Classes in Muslim Spain", passim, transcurso del tiempo habían renegado su anti-
en especial pp.38-42. gua fe y se habían islarnizado para mejorar de
condición social y librarse de los tributos espe-
92. García de Cortázar. Epoca Medieval, p.57. ciales que pesaban sobre los no múslimes."
Glick. Islamic, p.28 eleva el número a ocho mi- Véase también: Lévi-Provencal, Instituciones,
llones de habitantes. Este asunto ejemplifica pp.III-112. Dozy. Historia, Vol. 1, pp.349-350.
las controversias entre los historiadores cuando Chejne. Muslim Spain, pp.1l5-1l6. Wassers-
se intenta dar datos de población en la Penínsu- tein. Rise and Fall, p.196. Acerca del zakat
la Ibérica en los tiempos de la invasión árabe. véase: Hamilton Gibb. El Mahometismo, Mé-
xico: Fondo de Cultura Económica, 1963, p.63.
93. Para más infomación acerca del impuesto de Para mayores detalles sobre la situación de los
capitación del jizya y su práctica en el Dar al- judíos como población inferior, protegida
Islam, véase: Qur'an, IX, 29. Al-Sayyid Sabiq. (dhimma) tanto en al-Andalus como en al-
Fiqh al-Sunna: Beirut: Dar al-Kitab al-fArabi, Mashriq, véase: Baron. Social and Religious
1969, p.664. Abu Yusuf. Kitab al-Kharaj, History o/ the Jews, Vol. I1I,pp. 120-172, espe-
pp.30-31. Yahya Ibn Adam al-Qurashi. Kitab cialmente pp.124-127. También: Baron. An-
al-Kharaj. Lahore: Al-Maktaba al-Tlmiyya, cient, pp.77-87. Del pago del jizya quedaban
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 209

exentos las mujeres, los monjes, los pobres, los sim. Lévi-Provencal. Instituciones. p.103.
esclavos, los ciegos y los enfermos. Para más Wasserstein. Rise and Fall, pp.169-173. Watt.
detalles véase: Arnold. Preaching, p.134. Historia, p.64. Menéndez Pidal. España, p.5!.
Vallvé. El Califato de Córdoba, pp.60-6!.
94. Para mayores detalles sobre la práctica de con-
vertirse en mawla (cliente) de una tribu árabe, 97. Para mayores detalles, véanse: Fernando de la
véanse: Maurice Gaudefroy-Demornbynes. Granja. "Ibn Garcia, cadí de los califas ham-
Muslim lnstitutions, Londres: Allen and Un- mudíes (Nuevos datos para el estudio de la
win, 1954, passim, Glick. Islamic, p.187. Abel. Suubiyya en al-Andalus)". En: Al-Andalus,
"Spain", p.214, por otra parte, niega la impor- Vol. XXX, 1965, pp.63-78. Vallvé. El Califato
tancia de la práctica de mawla en la España de Córdoba, pp.60-6!.
Musulmana, lo que parece sin fundamento.
Watt. Historia, pp.26-27. Chejne. Muslim 98. Con relación a la discusión sobre la batalla de
Spain, p.28. Covadonga véanse: Dozy. Historia, Vol. 1, pas-
sirn, especialmente pp.346 ss. González Palen-
95. Para mayores detalles véanse: Arnold. Prea- cia. Historia, p.l!. Wasserstein. Rise and Fall,
ching, passim, Abel. "Internal División", p.258. Chejne. Muslim Spain, p.26. Defour-
pp.207-230. Richard Bulliet. Conversion to Is- neaux. Les [rancais en Espagne, p.8, para más
lam in the Medieval Periodo Cambridge, Mas- detalles sobre las consecuencias de esta batalla.
sachusetts: Harvard University Press, 1979, Defourneaux también lanza la hipótesis de si
pp. 104-127. Glick.lslamic, passim, en especial existe alguna relación entre la dinastía visigo-
p.I72; p.186. Lévi-Provencal, Instituciones y da y la familia real de Navarra.
Vida Social e Intelectual, pp.l OI ss. y pp.128-
129. Wasserstein. Rise and Fall 01 the Party- 99. Menéndez Pidal. España, p.30. La resistencia
Kings, passim, en especial pp. 195-196. Arié. contra los musulmanes la continuaron después
España Musulmana, pp. 169-206. Marín-Guz- Alfonso y Fruela. Véanse también: Suma de las
mán. "Ethnic Groups and Social Classes in Crónicas de los Reyes de Castilla y León des-
Muslim Spain", pp.48-5!. de el Rey don Pelayo hasta el Rey don Juan 11,
manuscrito número 10652, en la Biblioteca
96. Respecto de la fragmentación política de al- Nacional de Madrid, passim, en especial pp.l-
Andalus en la época del amir "Abd Allah y la 3. Rodrigo Ximénez de Rada, Arzobispo de
persistencia del gobernante de acabar con lo re- Toledo. Historia Gótica, manuscrito número
beldes y mantener la unidad política y cultural 10 l54, en la Biblioteca Nacional de Madrid,
de al-Andalus, véanse: Abu Marwan Ibn Hay- passim, especialmente pp.168-175. Entre las
yan. Kitab al-Muqtabis fi Akhbar Rijal al-An- fuentes secundarias se recomiendan: García de
dalus, editado por Melchor Martínez Antuña, Cortázar. Epoca Medieval, pp. 140 ss. González
Chronique du régne du calife umaiyade ii Cor- Palencia. Historia, pp.ll-l2. Chejne. Muslim
doue. París: Librairie Orientaliste, 1937, Vol. Spain, pp.26-27.
III, passim, en especial pp. 139-147. Ibn "ldha-
ri. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. II, passim, en es- lOO. lbn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, Vol. 11,
pecial pp.l40-l49. Roberto Marín-Guzrnán. pp.l0 ss.
"Rebellions and Political Fragmentation of al-
Andalus: A Study of the Revolt of 'U mar lbn lO!. Watt. Historia, passim, en especial pp.62-63.
Hafsun in the Period of the Amir "Abd Allah Glick. Islamic, passim. García de Cortázar.
(888-912)". En: Islamic Studies, Vol. XXXIII, Epoca Medieval, passim, en especial p.67. Lé-
No. 4, 1994, pp.419-473. En relación con la vi-Provencal. Instituciones, passim. Dozy.
Shu 'ubiyya en al-Andalus véase: James T. Historia, Vol. 1, passim. Wassersteir.. Rise and
Monroe. The Shu'ubiyya in al-Andalus. The Fall, passim. Cantarino. Entre monjes y mu-
Risala of lbn García and Five Refutations, Los sulmanes, pp.96-109. Menéndez Pidal. Espa-
Angeles: University of California Press, 1970. ña, p.52. Este último autor niega la arabiza-
También: Ibn Gharsiyya, Shuubiyya, manus- ción de los neo-musulmanes, así como recha-
crito número 538, no. 10, en El Escorial, pas- za la arabización como un todo de al-Andalus.
210 REVISTA ESTUDIOS

Sin embargo, no tiene argumentos convincen- imrat ila al-qadi fa-qalat lahu bi-al- "ajamiyya:
tes, ni pruebas claras que contribuyan a probar Ya qadi unzur li-shaqiyatika hadhihi. Fa-qala
sus opiniones. Sobre una posición diferente laha bi-al- "ajamiyya: Lasti anti shaqiyyati ... A
respecto de la arabización véase: Chejne. Mus- pesar de que este pasaje continúa con informa-
lim Spain, pp.147-148 y p.118. ción irrelevante para este ensayo, lo importan-
te es señalar que al-Khushani menciona que
102. Vallvé. El Califato de Córdoba, p.63. una mujer llegó al qadi y le habló en la lengua
romance, a lo que el juez contestó asimismo en
103. Rodriga Ximénez. De Rebus Hispanice, Libro esa lengua.
1lI, Capítulo XXIII, citado por Simonet. Histo-
ria, p.ix. 110. Sánchez Albornoz. El Islam de España, pp. 50-
55. Menéndez Pidal. España, passim, en espe-
104. Véase: Simonet. Historia, pp.827-828. cial pp.53 ss.

105. Véase el texto latino original citado por Sirno- 111. Para mayores detalles véase: Simonet. Histo-
net en su Historia, pp.826-827, principalmente ria, passim, en especial pp.711-731.
el fuero otorgado por el Emperador Alfonso
VlI a los mozárabes de Aragón en el año 1156. 112. Simonet. Historia, pp.320-321. Existe un nú-
mero considerable de manuscritos árabes que
106. Alfonso X. Crónica General de España, citado contienen textos cristianos, los que se conser-
por Simonet. Historia, p.xi. van en varias bibliotecas de España. La exis-
tencia de tales libros árabes nos permite com-
107. Para mayores detalles véase: Simonet. Histo- prender el grado de arabización de los cristia-
ria, pp.608-609. Juan de Gorze, tal como se le nos en al-Andalus. Por ejemplo, véanse: Cano-
conoce en la historiografía española, comentó num Ecclesia: Hispanue -Codex, nanuscrito
lo siguiente: "También advierto que por el tra- árabe número 4877, en la Biblioteca Nacional
to de ellos desecháis ciertos manjares, cuando de Madrid. Este manuscrito contiene varios li-
todas las cosas son limpias y puras para los de bros religiosos cristianos y las Epístolas en ára-
corazón limpio ... y la santificación no se alcan- be, así como las conclusiones y resultados,
za por la abstención de comestibles que Dios también en árabe, de varios Concilios celebra-
creó, sino por la palabra divina y la oración." dos en Toledo. Las Epístolas de San Pablo, se
conservan asimismo en árabe en el manuscrito
108. Véase: Paulus Alvarus Cordubensis. Indiculus número 8434, en la Biblioteca Nacional de
Luminosus. En: Patrologia: Latina, editado por Madrid. También existen muchos otros libros
J.-P. Migne, París: Bibliotheca Cleri Universe, cristianos de oración en árabe: manuscrito nú-
1880, Vol. CXXI, pp.514-556, en especial mero 5362, en la Biblioteca Nacional de Ma-
pp.555-556. Véase también: Amold. Preaching, drid y los Evangelios en árabe: Al-Injil al-Qud-
p.133. Para más detalles sobre Alvaro y sus es- si, manuscrito número 4971, en la Biblioteca
critos respecto del proceso de arabización de los Nacional de Madrid. Este manuscrito también
mozárabes véanse: Watt. History, p.56. Dozy. contiene los Evangelios y las Epístolas en ára-
Historia, Vol. 1,pp.392-393. Lévi-Provencal. Es- be: Al-Injil. Kitab Milad Yusu' al-Masih, ma-
paña, p.153. González Palencia. Historia, p.25. nuscrito número Res. 208, en la Biblioteca Na-
Cantarino. Entre monjes y musulmanes, p.93. cional de Madrid. Este manuscrito asimismo
Glick. Islamic, p.176. Abel. "Spain", pp.215- incluye las Epístolas de San Pablo en árabe.
216. Defourneaux. Les francais en Espagne, p.7. Véase el anónimo que contiene las Parábolas
Véanse también: Marín-Guzmán. "Ethnic de Jesús: manuscrito número 5388, en la Bi-
Groups and Social Classes in Muslim Spain" , blioteca Nacional de Madrid, passim. Quizá el
pp.48-49. Marín Guzrnán, "Al-Khassa wa al- más importante de todos estos manuscritos es
'Amma [La élite y el pueblo común]", passim. el preservado en La Real Biblioteca de El Es-
corial, número 1623 (Casiri 1618), fechado
109. Khushani. Kitab al-Qudat bi-Qurtuba, pp. 126- 1049, que recopila en árabe una colección
141, véase en especial p.139: Fa-taqaddamat completa de los Concilios de la Iglesia, Leyes
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islárnica medieval 211

Sagradas, prácticas, así como todas las Bulas inuenerit, studiose instruat et informet, con-
Papales. Debido a que este libro se preparó con suetudines prauas etfidei catholice inimicas de
el propósito de que las autoridades cristianas lo medio remouens et bonas atque sancte ecclesie
utilizaran en la Península Ibérica, nos lleva a constitutis amicas cum omni uigilantia et solli-
reflexionar sobre las dimensiones de la arabiza- citudine introducens ... Para más información
ción de los cristianos en al-Andalus. Los Con- sobre los deseos de la Iglesia de suplantar los
cilios que abarca este libro son aquellos que tu- ritos mozárabes por los ritos latinos, véase:
vieron lugar en especial en España, Francia y Roberto Marín-Guzmán. "Crusade in al-Anda-
A frica. El Obispo encargado de la preparación lus: the eleventh centrury formation of the Re-
de esta colección se llamaba' Abd al-Malik, un conquista as an ideology", En: Islamic Studies,
nombre árabe. Este importante manuscrito Ca- Vol. XXXI, No. 3, 1992, pp.287-318.
siri lo describió con las siguientes palabras:
Hinc liquet prateréa collectionem hujusmodi 115. Simonet. Historia, pp.500-502.
Canonum Arabicam, aliam prorsús esse a Con-
ciliorum collectione quam laudati supra codi- 116. Simonet. Historia, p.620.
ces, aliique plures vulgo complectuntur; siqui-
dem ibi contineri videas Concilia & Epistolas 117. Véase: Simonet. Historia, pp.826-827.
Decretales integras, perpetuasque; hic Cano-
nes tantúm ac Sententias ex ipsis Conciliis ac 118. Para mayores detalles véase: Vallvé. El Califa-
Decretalibus excerptas atque in suos TItulas, to de Córdoba, p.64.
sua Capita, tanquam in certos rerum locos, ap-
tissimé digestas ... Michael Casiri. Bibliotheca 119. Lévi-Provencal. Instituciones, pp.126-129.
Arabico-Hispana: Escurialensis. Madrid, Dozy. Historia, Vol. 11, passim. Menéndez Pi-
1760-1770, Vol. 11, p.542. Sobre la labor de dal. España, p.208. Chejne. Muslim Spain,
Juan Hispalense y sus traducciones, véase: Bei- pp.1I6-117. Sobre las actividades bancarias de
nart, Los Judíos de España, pp.99-IOO. los judíos véase: H. Kellenbenz. "Banking and
Bankers", en Machum Gross. Economic His-
113. Sánchez Albornoz. El Islam de España, pp. 52- tory of the Jews, New York: Schocken Books,
56. 1975, p.211. También: Baron. Social and Reli-
gious History ofthe Jews, Vol. IV, pp. 197-207.
114. Véase: Simonet. Historia, pp.320-32I. Tam- En relación con Hasday Ibn Shaprut véanse:
bién: Rivera Recio. Iglesia, p.209. La larga Dozy. Historia, Vol. 11, pp.46-49. Glick. Isla-
carta que envió el papa Celestino III al Arzo- mic, p.I72. Léví-Provencal. Instituciones,
bispo Martín de Toledo, era muy clara al res- pp.128-129. Wasserstein. Rise and Fall,
pecto. Aquí se presenta un fragmento, que ci- pp.195- 196. Respecto de la filosofía, la litera-
ta Rivera Recio. Iglesia, p.209-21O: ... cum tura y la medicina de los judíos de al-Andalus,
itaque petitio nobis ex parte christianorum véanse: González Palencia. Historia, pp.136-
qui in quibusdam ciuitatibus sarracenorum 138. Abraham S. Halkin. "The Judeo-Islamic
habitant ualde honesta et possibilis sit po- Age". En: L.W. Schwarz. Great Ages and
rrecta, fraternitati tue presentium auctoritate Ideas of the Jewish People. New York: Ran-
mandamus quatinus aliquem presbiterum la- dom House, 1956, pp.234-241. Pérez. Historia
tina et arabica lingua instructum, bone opi- de una Tragedia, p.17. Beinart. Los Judíos de
nionis et litterature uirum inuenias, cui dum- España, pp.49-75.
modo secure ire ualeat et redire, auctoritate
nostra et tua in mandatis diligenter iniungas ut 120. Tertuliano en su Apologeticum aseguró que los
Marrochios, Hispalim et alias sarracenorum judíos rehusaron aceptar la fe, las instituciones
ciuitates in quibus christianis degunt, in nomi- e integrarse en la socidedad hispano-romana, y
ne Christifiducialiter adeat et ubi eos fide nos- que prefirieron vivir en su triste destino sin un
tra sacramentis ecclesie fortes ac firmos inue- Templo, sin una nación, sin un Dios y sin un
nerit, fraterna benignitate confortare et confir- rey. Al respecto Tertuliano escribió: Dispersi et
mare laboret. Veruntamen in quibus eos minus soli sui extorres vagantur per orbem, sine ho-
sufficientes uel aliqua superstitione deceptos mine, sine Deo, sine Rege, citado por Simonet.
212 REVISTA ESTUDIOS

Historia, p.5. Para más detalles sobre los judíos 126. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, pp.37-39. Pa-
en España véase: ·Cantarino. Entre monjes y ra más detalles al respecto véanse también:
musulmanes, passim, en especial pp. 96-109, Marín-Guzmán. "Ethnic Groups and Social
donde Cantarino explica el proceso de arabiza- Classes in Muslim Spain", pp.49 ss. Marín
ción de los judíos en la España Musulmana. Guzmán. "Al-Khassa wa al- 'Amma [La élite y
Véanse también: Watt. Historia, pp.173-174. el pueblo común], pp.490 ss.
Glick. Islamic, p.175. García de Cortázar. Epo-
ca Medieval, pp.26-32. Para más información 127. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, pp.36-39.
acerca de la forma en que los judíos ayudaron a
los ejércitos musulmanes en la conquista de al- 128. 'Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, p.37.
gunas de las ciudades de la Península, véanse:
Ibn al-Khatib. Al-Lamha al-Badriya fi Dawlat 129. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, pp.39-42.
al-Nasriyya, manuscrito número 4997, en la Bi- También: Marín-Guzrnán. "Ethnic Groups and
blioteca Nacional de Madrid, passim. Ahmad. Social Classes in Muslim Spain", passim, en
Al-Qaba 'il al- 'A rabiyyafi al-Andalus, p.45. especial pp.49 ss.

121. Para la conquista de Sevilla véase: Maqqari. 130. "Abd Allah al-Ziri, Mudhakkirat, pp.46-47.
Nafh al- Tib, Vol. 1, p.I64. Para más detalles so-
bre la práctica musulmana de nombrar judíos 131. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, p.48.
en la administración y defensa de una ciudad,
mientras los ejércitos musulmanes se dirigían 132. Para más información sobre la presencia de los
hacia la conquista de otras localidades, véanse: Hammudíes en Córdoba y en Málaga, véanse:
Maqqari. Nafh al-Tib, Vol. 1, pp.166-167. Véa- Luis Seco de Lucena. Los Hammudíes, Mála-
se también: Ibn "Idhari. Al-Bayan al-Mughrib, ga, 1955, passim, en especial pp.7-28 y pp.30-
Vol. I1, p.12 Y p.15. Akhbar Majmua, pp.23- 50. Viguera. Los Reinos de Taifas, pp.lll-115.
27, para más detalles acerca de la conquista de
Sevilla y p.25 para la práctica musulmana de 133. Véanse: Seco de Lucena. Los Hammudíes,
nombrar judíos en la administración y defensa pp.28-50. Viguera. Los Reinos de Taifas,
de algunas ciudades mientras los ejércitos mu- pp.111-113.
sulmanes se encontraban ausentes. Jacinto
Bosch Vilá. Sevilla Islámica, 7/2-/248, Sevi- 134. Para mayores detalles al respecto véase: Vigue-
lla: Universidad de Sevilla, 1988, passim. ra. Los Reinos de Taifas, p.1l5.

122. Para más información véanse: Montgomery 135. Aunque es imposible comprobar la certeza de
Watt. The Influence of Islam on Medieval Eu- las opiniones tanto de Ibn Hayyan y como de
rape, Edinburgh: Edinburgh University Press, Ibn Hazm de que' Abd Allah mandó matar a su
1972, pp.42-43. Arié. España Musulmana, pas- hermano al-Mundhir para hacerse del poder, al
sim, en especial p.205. Chejne. Muslim Spain, menos podemos mencionar que existe eviden-
pp.282-283. Marín Guzmán. "Al-Khassa wa a- cia de esos rumores en diversas fuentes arábi-
'Amma [La élite y el pueblo común] en la his- gas y que muchas de esas intrigas, rivalidades
toria social de al-Andalus", p.515. También: y luchas por el poder pudieron haber llegado a
Pérez. Historia de una Tragedia, pp.17-19. esos niveles en distintas épocas y en diferentes
Beinart. Los Judíos de España, pp.49-75. latitudes del Dar al-Islam. Para más informa-
ción véanse: Ibn Hayyan. Al-Muqtabis, Vol.
123. 'Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, passim, en IlI, p.41. Ibn Hazm. Naqt al- 'Arus, passim. Lé-
especial pp.30-55. Para más detalles sobre los vi-Provencal. España Musulmana, pp.213-
judíos de Granada véase también: Ibn al-Kha- 214. Marín-Guzrnán. "Rebellions and Political
tib. Al-Lamha al-Badriya, passim. Fragmentation of al-Andalus", passim, en es-
pecial p.463. Aparte de lo anterior, es oportuno
124. "Abd Allah al-Ziri, Mudhakkirat, pp.30-32. tener presente que otras fuentes señalan que al-
gunos gobernantes, por ciertos desequilibrios
125. 'Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, pp.55-57. mentales, sentían placer en matar a otros, a
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 213

gente inocente. Esto, no obstante, no debe to- cincuenta poderosas naves, después de asaltar
marse como una regla, sino como casos excep- Nantes y rodear las costas atlánticas de la pe-
cionales. Así por ejemplo, el historiador lbn al- nínsula Ibérica intentando saquear Lisboa, lle-
Khatib menciona el caso de lbrahim Ibn Ah- gó a la desembocadura del Guadalquivir; des-
mad lbn Muharnmad Ibn al-Aghlab, líder de la de allí un grupo de barcos puso rumbo a Cádiz
dinastía Aghlabi del Norte de Africa, quien mientras que el grueso de la flota navegaba en
mandó matar a sus servidores, sus compañeros, dirección a Sevilla, la conquistaba, la sometía a
sus secretarios y sus hujjab. Para mayores de- un terrible saqueo y se replegaba bajo la pre-
talles véase: Lisan al-Din lbn al-Khatib, Kitab sión de los íberos musulmanes que supieron
A 'mal al-A Tam, traducción castellana de Ra- responder adecuadamente, vencieron a los
faela Castrillo, Madrid: Instituto Hispano-Ara- asaltantes y les obligaron a embarcar de nuevo
be de Cultura, 1983, p.27. precipitadamente." (p.27)

136. Para más detalles sobre todo esto, véanse: lbn 142. Véase: Ibn al-Wardi, Kharidat al- 'Aja'ib, p.4,
Hayyan. Al-Muqtabis, Vol. III, p.113 Y p.122. donde el autor de este manuscrito señala que
Ibn Hazm. Naqt al- 'Arus, p.167. Según lbn los saqaliba procedían de Bulgaria. Para ma-
Hazm, "Abd Allah mató con una espada a su yores detalles, véase también: al-Bakri al-Qur-
hermano Hisham y envenenó a su hermano al- tubi. Kitab al-Mamalik, pp.123-124, donde
Qasim. Véase también: Marín-Guzmán. "Re- afirma que los saqaliba principalmente sirvie-
bellions and Political Fragmentation of al-An- ron a los musulmanes. La mayoría de ellos lle-
dalus", passim, en especial p.420; pp.463-464. gó a la Península como resultado del comercio
que practicaron de estos esclavos los comer-
137. lbn Hazm. Naqt al- 'Arus, p.167. Véase tam- ciantes judíos. Algunos de ellos también se
bién: Roberto Marín-Guzrnán. "Social and usaron para cuidar el harem, una vez que mé-
Ethnic Tensions in al-Andalus: The cases of dicos judíos los hubieran castrado. De acuerdo
Ishbiliyah (Sevilla) 276/889-302/914 and Ilbi- con al-Bakri, los saqaliba habitaban una exten-
rah (Elvira) 276/889-284/897. The role of sa área que se extendía desde el Mar de Siria
'Umar Ibn Hafsun". En: Islamic Studies, Vol. (al-Bahr al-Sham) al Océano Atlántico (al-
XXXII, No. 3, 1993, pp.279-318, passim, en 8ahr al-Muhit), y que su vez estaban constituí-
especial p.293 y p.315. dos por muchas tribus. Los que llegaron a for-
mar parte de los ejércitos musulmanes fueron
138. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, p.49. buenos soldados y en especial excelentes jine-
tes. De entre las fuentes primarias es importan-
139. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, pp.188-189. te consultar los tratados de los viajeros, y entre
ellos destaca también, además de los ya men-
140. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, p.54. Para cionados anteriormente: Ibrahim lbn Yaqub
mayores detalles véase también: Vallvé. El Ca- al-Turtushi, cuya obra se encuentra publicada
lifato de Córdoba, p.64. Al respecto Joaquín en Monumenta Poloniae Historica. Nova Se-
Vallvé escribió las siguientes líneas: " ...la si- ries, Tomus 1: Relatio Ibrahim Ibn Jakub de lti-
tuación y el ambiente de Granada en el siglo XI nere Slavico, quae traditur apud al-Bekri, edit.
y que terminó el 30 de diciembre de 1066 con commentario et versione polonica atque latina
el famoso "pogrom" granadino en el que mu- instruxit Thaddaeus Kowalski, Krakow, 1946,
rieron el gran visir José Ibn Nagrela y otros passim. Para más detalles sobre esta importan-
3.000 judíos." (p.64). te fuente histórica, véanse: Walther Maas. "La
"Relación Eslava" del judío español lbrahim b.
141. Lévi-Provencal. Instituciones, pp.JOl ss. Véa- Ya' qub al-Turtushi". En: Al-Andalus, Vol.
se también: Franco Cardini. Nosotros y el Is- XVIII, Fase, 1, 1953, pp.212-2l4. David Aya-
lam. Historia de un Malentendido. Barcelona: Ion. Outsiders in the Lands 01 Islam: Mamluks,
Crítica, 2002, pp. 26-27. Así escribió: "Al mis- Mongols and Eunuchs. Londres: Variorum Re-
mo tiempo, los normandos, feroces invasores prints, 1988, pp.67-124. Para una visión global
de las costas europeas, dirigían sus energías ha- de los saqaliba en la España Musulmana, véa-
cia al-Andalus, En el 844, una flota de unas se: Ahmad Mukhtar al-"Abbadi. "Al-Saqaliba
214 REVISTA ESTUDIOS

fi lsbaniya''. En: Revista del Instituto de Estu- una detallada discusión sobre las diversas
dios Islámicos en Madrid, Vol. 1II, 1953, pp.7- fuentes primarias que describen a los saqali-
44. Los Eslavos en España, traducción al cas- ba, así como un estudio de las mayores contri-
tellano por Fernando de la Granja, Madrid, buciones al respecto de las fuentes secunda-
1953. rias, sobre los orígenes, el desarrollo y los
usos del término, véase: Ayalon. Outsiders,
143. Abu al-Qasim al-Nasibi lbn Hawqal. Kitab Su- pp.92-101. También: Ibn al-Kardabus. Ta'rikñ
rat al-Ard, editado por J.H. Kramers, Leiden: al-Andalus, pp.64-65, principalmente sobre
EJ. Brill, 1938, pp.108-117. Esta es una de las los saqaliba en la época de Almanzor. Para el
principales fuentes históricas árabes para el es- Reino de Denia en manos de los saqaliba véa-
tudio de los grupos étnicos en la España Mu- se: Ibn al-Kardabus. Ta'rikñ al-Andalus, p.67.
sulmana, así como los diversos grupos étnicos También para más detalles y detenidas des-
que frecuentemente se incluían en el término cripciones sobre la época de las Muluk al-Ta-
saqaliba, además de los búlgaros y los pueblos wa'if en al-Andalus, el papel desempeñado
asentados en las zonas costeras del Mar Negro. por los saqaliba en Denia y en otras regiones
Ibn Hawqal aseguró que en al-Andalus los orientales de la Península, la dinastía' Abbad
francos, la gente procedente de Galicia, de la en Sevilla y la de los Hud en Zaragoza, véase:
Lornbardía, así como de Calabria, se incluían Ibn al-Kardabus. Ta 'rikh al-Andalus, pp.68-
con frecuencia en el término saqaliba. Sin em- 69. También: Defoumeaux. Les [rancais en
bargo, Ibn Hawqal afirmó que esos diversos Espagne, pp.5-6. Defoumeaux (Les [rancais
pueblos eran diferentes entre sí, desde lo que en Espagne, pp.7 ss.) explica las diversas ac-
podríamos considerar hoy el origen étnico. En tividades culturales y económicas de los rei-
sus descripciones geográficas y en sus numero- nos de las ta' ifas: poesía, artes, filosofía en
sos mapas Ibn Hawqal fijó una línea de separa- Granada, Córdoba, Sevilla; existencia de fi-
ción entre los saqaliba, dando a entender los nos textiles y desarrollada agricultura en De-
eslavos, y aquellos pueblos de otras localida- nia, etc. También: Marín-Guzmán. "Ethnic
des europeas a los que se forzó su llegada a Es- Groups and Social Classes in Muslim Spain",
paña como esclavos. También: Marín-Guzmán. p.50. Sobre Sevilla, véase también: M'ham-
"Ethnic Groups and Social Classes in Muslim mad Benaboud. Al-Ta 'rikh al-Siyasi wa al-lj-
Spain", passim, en especial pp.50-51. Véase tima 'i li-Ishbiliya fi 'Ahd al-Duwal al-Ta-
también: al-" Abbadi. "Al-Saqaliba fi Isbani- wa 'if, Tetuán: Matbaa al-Shiyukh, 1983, pas-
ya", passim. sim. Para más detalles sobre los reinos de
Ta 'ifas de los saqaliba, véanse: Vallvé. El Ca-
144. Lévi-Provencal. Instituciones y Vida Social e lifato de Córdoba, p.62. Viguera. Los Reinos
Intelectual, p.l09. Véase también: Vallvé. El de Taifas, pp.75-101.
Califato de Córdoba, p.66.
148. 'Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, p.151.
145. Véase: Vallvé. El Califato de Córdoba, pp.61-
62. 149. "Abd Allah al-Ziri. Mudhakkirat, p.151.

146. Para mayores detalles véase: Vallvé. El Califa- 150. Abu al-Hasan al-Baghdadi Ibn Butlan. Risala
to de Córdoba, p.62. fi Shira 'al-Raqiq wa Taqlid al- 'Abid, editado
por "Abd al-Salam Muharnmad Harun, El Cai-
147. Para más detalles sobre los saqaliba véase: ro, 1954, passim. Para mayores detalles véase
Dozy. Historia, Vol. 1I, passim, en especial también: Roberto Marín Guzmán. Kitab al-
pp.52 ss. Abel. "Spain", p.2l8. Lévi-Proven- Bukhala ' [El Libro de los Avaros] de al-Jahiz:
cal. Instituciones, pp.lOO-101, pp.106-108 y Fuente para la historia social del Islam medie-
pp.115-116. Wasserstein. Rise and Fall, pas- val. México: El Colegio de México, 2001, pas-
sim, especialmente pp.73-74. Glick. lslamic, sim, en especial pp.94-95.
pp.165-178. González Palencia. Historia,
pp.54-69. Chejne. Muslim Spain, p.36, pp.llO- 151. Abu "Abd Allah Muhammad Ibn Abi Mu-
111, y pp. 114-115. Watt. Historia, p.66. Para harnmad al-Saqati. Kitab fi Adab al-Hisba,
Los grupos étnicos en la España musulmana: diversidad y pluralismo en la sociedad islámica medieval 215

"El Kitab fi Adab al-Hisba (Libro del buen go- había 2.000 sudaneses en el barid (correo) de
bierno del zoco) de al-S aqati " , traducción al al-Andalus durante la época de algunas de las
castellano por Pedro Chal meta. En: Al-Anda- campañas militares de Almanzor. Para más de-
lus, Vol. XXXII, 1967, pp.125-162; pp.359- talles sobre la demografía de al-Andalus véan-
397 Y En: al-Andalus, Vol. XXXIII, 1968, se: Vallvé. "Sobre Demografía", p.338. Vallvé.
pp.143-195; pp.367-434. También: Marín Guz- El Califato de Córdoba, p.63.
rnán. Kitab al-Bukhala ' {El Libro de los Ava-
ros] de al-Jahiz, pp.94-95. 154. Richard Frye. Bukhara the Medieval Achieve-
ment, Norman: University of Oklahoma Press,
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