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Agradecimientos.

Antes de comenzar, agradezco la recomendación de citas de libros pasadas y también la


sugerencia para leer este libro. Es de mí una importancia que genero para tener referentes
fundamentados del comportamiento estandarizado por la misma cultura de aquí de México.

Introducción:

México, lugar de cultura, lleno de diversos paisajes disfrutados por sus habitantes de diversos
lugares, país que se caracteriza por peculiaridad propias del comportamiento mexicano,
obtiene visiones radicales, por los mismos mexicanos y diferentes de gente extranjera.
Grandes historias narradas de diferente manera, pero que en esencia se percibe y se
entienden mensajes profundos por aquellos que permiten entregarse a la cultura,
costumbres, enseñanzas etc.

Hablar de México es extenso, lleno de interés me encuentro cuando escucho sobre la raza de
bronce, este país no he dejado de conocerlo, pero, ¿en realidad será todo tan emblemático?
¿Qué hay detrás de esos logros o historias apasionantes?, de esos personajes tan famosos que
se platica que dieron su vida por entregar sus ideales, valores, libertad y autonomía
ciudadana.

¿En dónde está?, hasta qué punto influye en la construcción de comportamientos impuestos
por los mismos mexicanos, ¿en realidad si somos tan autónomos?, ¿guerreros de vida?, ¿y de
lucha? Me doy cuenta de algo, en su mayoría lo que se percibe de los “grandes y buenos
mexicanos” sin individualizarme, está repleto de violencia, coraje, enojo, frustración y que al
mismo tiempo influyen esos ideales de los grandes héroes de nuestro país, para agregar
contenido y cierto sentido del porque generalmente nos comportamos como tal, en este
punto estoy de acuerdo con el autor y ciertos comentarios que el profesor de esta materia ha
compartido en clase.

La mexicanidad abordada en construcción comportamental, se construye a partir de la historia


y establecimiento de posturas de pensamiento saludables o no, y el sentido general que se
genera a partir del conocimiento de sucesos aparentemente emblemáticos, y muy respetable
para aquellos que formulan de manera social e interpretan para agregar cierto “chiste” del
porque mi comportamiento mexicano es así, y agregar una lógica propia de las personas
válidamente cuestionable.

Los movimientos sociales en su mayoría pueden servir para reforzar ideales, creencias,
posturas de pensamiento parecidamente a sucesos históricos que se llevaron a cabo y
ejecutar de manera parecida lo que en el momento fue, aunque no se consideren las
condiciones ambientales actuales. Aquí en México, percibo en varias ocasiones que estos
movimientos, parecieran ser tomados como dogmas y formas rígidas para interpretar la
ciudadanía mexicana como algo determinado por la misma, y llegando a este planteamiento si
quitáramos estas formas carecieran de sentido y mucho mas de comportamiento, “cuestionar
la creencia desde otra forma de pensamiento resulta difícil hacerlo con un mexicano en un
establecimiento histórico de su forma de hacer, sentir o pensar, (no es recomendable
cuestionar lo que piensa un mexicano, si no se tiene flexibilidad o pauta a respetar lo ajeno de
lo propio).

Desarrollo.

Retomando ideas que me parecieron principales del autor Ramírez S., abordando aspectos
teóricos como el psicoanálisis, Gestalt, algo de constructivismo, me parece ameno para
empezar a describir el como la persona va adquiriendo a través del tiempo recursos para
construirse de su sociedad y más ser el producto de la misma.

Pero retomo la idea, el interés del mexicano para poder describirse empieza por el mismo, y
se agregan otras variables para poder identificarlo, en lo internacional tiene que ver con la
comparación de las formas de vivir, de ser, de la propia cultura de otros países, el mexicano se
identifica a partir de los comportamientos de extranjero. De esto formulo que la identificación
queda vaga porque ni siquiera la puede hacer el mismo, ¿Qué somos los mexicanos?, se
puede entender como el producto de diferentes culturas y que queda difuso el
establecimiento de la propia existencia del mexicano. Necesitas del otro para construirte,
porque en esencia sigues dependiendo de historias difusas e ideales radicales de unos con
otros.

Tampoco se define la cultura y el sentido del ser mexicano o lo que creemos que a partir de
esos momentos históricos nos construimos pues estos vienes originados con dolor, coraje,
rencor e impotencia de volver a defender lo que era del territorio mexicano, ¿Qué tanta
debilidad existente en el ser mexicano se necesita para permitir que otras formas de culturas
controlen nuestros estilos de vida?, pienso que lo estamos haciendo es suficiente para seguir
fomentando la pérdida del ser mexicano.

“Todo lo indígena, lo devaluado por los ojos del español, trato de ser borrado, los antiguos
nombres fueron sustituidos, siempre haciéndolos anteceder por la partícula de la Nueva: La
nueva España, la nueva Galicia etc. (Ramírez S., 1983, p.23)”.

A esta cita, menciono aquella ruptura en el sentido de perder sentido de construcciones


propias de identidad indígena, y cumpliendo leyes naturales como de supervivencia,
agregando condiciones humanas de poder, se tuvo que terminar accediendo. ¿A cuántos se
tuvo que matar para imponer creencias y deidades, a una cultura que ya había establecido las
suyas?, supongo que la virgen de Guadalupe lo puede saber.
En el punto de ser español e indígena señala el autor, hay cierta restructuración de formas,
biológicas, orgánicas, fenotípicas y filogenéticas, sin embargo, el choque de creencias es
sumamente impactante para solo creer en un dios, una culturas o formas de comportarse
peculiarmente como una sociedad propia.

¿En que empezamos a creer entonces?, los mestizos, los criollos, y los propios indígenas,
formulan nuevas posturas de pensamiento, pues es necesario reditar varias creencias para
cumplir la condición de adaptabilidad y más evitar extinguirse.

Por otro lado, en las formas de vivir del mexicano, después del choque cultural, se toma como
normalidad, pero sigue el antecedente del criollo, mestizo e indígena, y abordándolo a la
posición social con la que estos llegan hasta donde están ahora.

Se agrega una generalidad de las formas de crianza, que son relativamente parecidas, pues
muy pegado a la madre desde la infancia, atenido a lo que ella hace por él y ciertamente
obligado ponerla a ella como algo sagrado, atribuyéndole el poder hasta de decidir por el
mismo.

La relación padre-hijo es distante, distante y ríspida.

Y para rematar, la ruptura del vínculo afectivo madre-hijo al nacer otro hermano, u
ocasionado por la propia adultez, socialmente relativo.

Deteniéndome para comentar varios puntos en la dinámica familiar mexicana:

Todo puede empezar por el desconocimiento de la protección anticonceptiva y la baja


promoción de que en esos años se conocía. Las madres tienen muchos hijos, la mala
administración de economía, recursos bienes, etc., afecta a estas familias, el padre
socialmente hablado se le obliga a cumplir el rol de proveedor, este se construye como un
mandatario imponiendo absurdas formas de control, la madre lo acepta debido a la escasa
evidencia que construye de no poder definir límites y los hijos repiten conductas
instrumentadas que en el momento funcionan para establecer cierto control pero que
después siguen igual de disfuncionales como sus padres.

La fomentación del machismo puede empezar por la sumisión y abnegación, y que esto
provoca que las conductas violentas que después el mismo hombre o mujer (porque también
puede ser violenta), las normalicen. Y el bagaje histórico cae en la misma ruptura de no poder
redefinirse y despegarse de lo que ya no le es perteneciente de la historia.

Y hoy en la actualidad es un hecho, empezando por el lenguaje, los diminutivos, la


victimización y las indefensiones aprendidas que fomentan la no resiliencia de las personas.

Un comentario de mí para el género femenino aquí en México, es que uno de los avances que
ha tenido la mujer, es queresa parecer y hacer conductas de hombre, sin considerar
condiciones físicas, fenotípicas, filogenéticas, y sociales. Y las condiciones propias de un sexo,
hombre o mujer, quedan difusas, construyendo una sociedad mexicana absurda.

¿Sigue habiendo libertad?, ya en la adultez el cambio radical del ambiente se vuelve hostil,
donde se vuelve a repetir, la violencia, el odio, el rencor y el remordimiento heredados, por lo
ya mencionado, habrá que subsistir el en tercermundismo creado por el mismo México.

Esta libertad empezaría a fomentarse desde la familia, y el aspecto personal para decisiones
propias lo instauraría las mismas figuras paternales y maternales, entrando en una heurística
el sujeto hará de manera instrumentada sus formas de convivencia sean beneficiadas para el y
los demás o no. Es una particularidad que el mexicano va desarrollando durante la infancia,
pero que está en cierta parte fomenta la mexicanidad y formas de convivencia con el
ambiente, considerando el lenguaje vago y los neologismos posmodernos en significados
propios de una entidad.

Y finalmente, se concluye con lo relacionado a la lectura y de manera personal, el mexicano es


producto de estilos de convivencia heredados por la familia, y que esto en la cultura se
suministra a través de la historia, repitiendo formas de sentir, hacer y pensar en diferentes
situaciones, con aspectos emocionales de violencia, neologismos, y sublinguales. El mexicano
se define a partir de la comparación de formas de cultura de otros países e intenta apoyarse
en culturas que no le pertenecen y las que parecen pertenecer quedan difusas y poco
promovidas.

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