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Las organizaciones son espacios de grandes aprendizajes y los líderes son importantes
maestros. Pero así como la escuela necesita sus procesos de enseñanza, de la misma forma
las organizaciones requieren preguntarse ¿cómo y qué? están transmitiendo a sus
participantes.
Quienes integran las organizaciones sociales y comunitarias, son en su mayoría jóvenes y adultos
que tienen necesidades y deseos distintos de aprendizaje, es así, como es necesario y urgente
replantearse la educación para adultos y las herramientas que tienen los líderes (que también son
adultos) para generar procesos de conocimiento compartido.
Este escrito pretende motivar reflexiones frente a la forma como se generan los procesos de
enseñanza-aprendizaje en las organizaciones sociales y comunitarias, plantear herramientas útiles
a la hora de intercambiar conocimientos con adultos y motivar a los líderes, lideresas y facilitadores
a ser creativos, participativos y lúdicos para mejorar sus procesos formativos.
El aprendizaje:
Es por ello que, nadie puede afirmar que “no sabe nada”, ya que cada sujeto está colmado
de una serie de experiencias que le permiten entender y transitar por el mundo.
Existen conocimientos científicos (desde diversas disciplinas) que se adquieren en los
espacios de educación formal como la escuela, el colegio y la universidad, fruto del trabajo
riguroso y organizado de muchas personas, quienes a través de años de estudio e
investigación producen teorías para mejorar la vida de los demás. Pero también existe el
conocimiento experiencial (empírico), es decir aquel conocimiento fruto de la vivencia
cotidiana que nutre el saber científico. Este conocimiento es muy valioso para los procesos
comunitarios, ya que permite reconocer sentires, saberes y percepciones de los sujetos
frente a su cotidianidad, elemento fundamental a la hora de plantearse una educación
contextuada, dinámica y transformadora.
Teniendo presente lo anterior, los procesos de educación tanto formales (escuela, colegio,
universidad) como no formales (organizaciones, barrio, redes sociales, etc.) deben
promover el acercamiento a los fenómenos vitales para que se reconozcan y fortalezcan las
múltiples capacidades de los sujetos y se adquieran herramientas que transciendan los
espacios de formación.
Parece muy fácil reconocer desde la propia experiencia las cualidades de un buen maestro
y los lugares apropiados para aprender, para la investigadora chilena Silvia López de
Maturana “un maestro es aquel que crea experiencias de aprendizaje, que promueve
ambientes mediadores, reconociendo y promoviendo el inmenso potencial de aprendizaje
de todas las personas”1
Se creería que los maestros están solo en la escuela, en las aulas de clases, en los escenarios
formales, pero no es así, en las calles, en los espacios comunitarios, en los proyectos sociales
hay profesionales de todas las áreas que intentan transmitir a otros y otras contenidos
importantes para su salud, su buen vivir o su inserción al mundo laboral. Estos seres que
no se graduaron como pedagogos pero que enfrentan la compleja tarea de enseñar tiene
el reto de pensarse no solo las temáticas, sino las formas de captar la atención, el interés,
el entusiasmo y de tocar las fibras cognitivas y emocionales de los sujetos, aspecto
fundamental para garantizar el aprendizaje.
Por otro lado, los líderes comunitarios están todo el tiempo enseñando a los demás, desde
su ejemplo y dinamismo transmiten deseos de transformación social o desesperanzas
anquilosadas. Los líderes también pueden ser maestros si intencionan su acción y propician
1
Conferencia CINDE. Septiembre 24 de 2013
espacios de aprendizaje, donde las personas que hacen parte de su organización se sientan
reconocidas y puedan intercambiar sus propios saberes.
Una metodología es el conjunto de pasos que tratan de llegar a un resultado concreto. Las
metodologías participativas buscan fomentar en las personas el reconocimiento de sus
saberes, el intercambio de ideas y la construcción conjunta.
Participar significa: ser parte de, tomar parte en, vivir el proceso, apropiarse de la
información y sobre ésta base tomar decisiones para transformar la realidad. Es importante
que cada persona haga parte y decida sobre sus procesos de capacitación.
2
Tomado de: Hacer talleres, una guía práctica para capacitadores. Autoras: Carmen Candelo R., Gracia Ana Ortiz R., Barbara Unger.
Una publicación de: WWF Colombia. Pág. 23. En: http://www.gwp.org/Global/GWP-SAm_Files/Publicaciones/Hacer-talleres-
gu%C3%ADa-para-capacitadores-esp.pdf
INVENTARIOS:
Los siguientes archivos virtuales contienen técnicas detalladas para trabajar con grupos, son
de gran utilidad y han sido creados por organizaciones serias de amplia trayectoria
comunitaria:
Descripción de la experiencia:
Nota: Algunas metodologías mencionan la En una hoja se divide en cuatro, que motiva a sentir miedo: 1. Personales 2. Mi grupo 2.
importancia de realizar una actividad corta Familia 4. País.
y muy diciente que como su nombre lo
indica motive a los participantes frente a la Cada participante describe su experiencia en relación con las partes del miedo escogidas,
temática. En este sentido puede pero no todos hablaran, entonces, los facilitadores/as inician con su propia historia para
presentarse una lectura, una canción, un ayudar a los demás, a que puedan socializar y expresarse desde el corazón.
juego, una imagen, un fragmento de una
película o una técnica participativa que los Variante: Si hay personas que tienen expresan dolor en sus recuerdos el abrazo grupal
incluya desde una relación directa con la y palabras de apoyo.
temática abordada.
Encuentran los diferentes miedos en sus consecuencias: psicológicas, físicas y sociales.
Aporte al conocimiento En la medida en que los grupos van presentando su dimensión el facilitador va
complementando teóricamente (en un lenguaje sencillo) los elementos centrales. Evitar:
Hablar desde lo psicosocial de estos tres desaparece el miedo, pero no modifica mi vida. (Tratamos de impedir que suceda lo que
elementos: nos da miedo). Huir: desaparece la situación, pero no se resuelve. (nos apartamos o
alejamos de lo que nos da miedo) Afrontar: puede ser que no nos salga bien, o, ante
Nota: Aunque es claro que “todos sabemos situaciones conocidas, que vuelva a pasar lo mismo, pero también puede pasar que
algo y que nadie sabe nada”, quien guía un consigamos que poco a poco el miedo sea menor.
proceso de capacitación debe contar con un
amplio conocimiento sobre la temática que Como afrontar los miedos, desde una mirada profesional :
está trabajando, para ello el facilitador debe
investigar, leer, comprender e idear Resiliencia3: La resiliencia, o capacidad de superar los eventos adversos, y ser capaz de
estrategias para compartir ese aprendizaje. tener un desarrollo exitoso a pesar de circunstancias muy adversas, como (muerte de los
padres, guerras, graves traumas, entre otros (BECOÑA, 2006).
Por ello, deben colocar en este punto, que
autores se apoyen en lo teórico y Resistencia4: Es la capacidad de lucha y perseverar en muchas situaciones y
conceptual. acontecimientos, revalorando el pequeño lugar y el poco tiempo en que vivimos para
darle un significado de propósito. (SABATO. E, 2000)
Compartir las experiencias con el grupo y que aprendo hoy para la vida y para mi parte
profesional.
Materiales:
Papel kraf para la silueta, 30 papeles para escribir los miedos, marcadores de colores, tela para tomar los ojos y equipos audiovisuales.
3
BECOÑA (2006). Resiliencia. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica Vol. 11, N.3, pág. 125-146.
Recuperado el 5 de abril de 2017: http://aepcp.net/arc/01.2006(3).Becona.pdf.
4
SABATO, E (2000) Resistencia. Editorial Planeta Argentina S.A.I.C. .
http://biblio3.url.edu.gt/Libros/sabato/resistencia.pdf
5
BUENO, A (2006). Reconciliación. Artículo de tesis doctoral en Derechos Humanos y conflicto. Recuperado
el 5 de abril de 2017. http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/articles-
168269_archivo.pdf
CIBERGRAFÍA
http://amauta-international.com/AprendizajeExperiencial.htm