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INTEGRANTES:
- CABRERA DÍAZ GERALDINE
- CORONEL LLAMO KEYLA
- NICOLÁS BARRIOS ALONDRA
- PADILLA GARCÍA YESENIA
- PASTOR OLIVA LUCILA
- PRADO ALARCÓN OLENKA
- YAMPUFE ESPINOZA RAQUEL
DOCENTE:
DRA. MARY COLINA MORENO
LAMBAYEQUE, 2015
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………………………………................. 4
CAPÍTULO I………………………………………………………………………………………………………………….. 5
I. DEFINICIÓN………………………………………………………………………………………………………………….. 7
II. CARACTERÍSTICAS……………………………………………………………………………………………………….. 8
III. ELEMENTOS……………………………………………………………………………………………………………….. 8
IV. CAUSAS……………………………………………………………………………………………………………………… 10
V. ANTECEDENTES HISTÓRICOS………………………………………………………………………………………. 11
CAPÍTULO II…………………………………………………………………………………………………………………. 16
EN LA MENTE DE UN PARRICIDA……………………………………………………………………………………… 16
FORMAS DE CRIANZA………………………………………………………………………………………………… 20
CASOS EN AUMENTO………………………………………………………………………………………………… 21
LA PERICIA PSIQUIÁTRICA………………………………………………………………………………………….. 25
TEST DE RORSCHACH…………………………………………………………………………………………………. 27
CAPÍTULO III………………………………………………………………………………………………………………… 31
LEGISLACIÓN PERUANA……………………………………………………………………………………................ 31
I. LEY Nº 29819……………………………………………………………………………………………………………….. 33
2
II. EL PARRICIDIO EN LA CASUÍSTICA JUDICIAL PERUANA……………………………….................. 33
CAPÍTULO IV…………………………………………………………………………………………………………….... 51
LEGISLACIÓN COMPARADA DE PARRICIDIO……………………………………………………………………. 51
MODELOS DE REGULACIÓN DEL DELITO DE PARRICIDIO………………………………………………… 52
ESPAÑA……………………………………………………………………………………………………………….. 56
URUGUAY…………………………………………………………………………………………………………….. 61
ARGENTINA………………………………………………………………………………………………………….. 62
VENEZUELA………………………………………………………………………………………………………….. 65
CHILE……………………………………………………………………………………………………………………. 66
MODIFICACIONES DE LA NORMA…………………………………………………………………………………… 82
CAPÍTULO V……………………………………………………………………………………………………………….. 96
CASOS EMBLEMÁTICOS DE PARRICIDIO…………………………………………………………………………. 96
CRIMEN EN LA MOLINA CASO STEPHANIE………………………………………………………………. 97
GIULIANA LLAMOJA HILARES (LA POETISA)…………………………………………………………… 100
ELIZABETH ESPINO VÁSQUEZ………………………………………………………………………………….. 103
MARCO ARENAS CASTILLO…………………………………………………………………………………….. 107
CONCLUSIONES………………………………………………………………………………………………………….. 115
BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………………………………………………. 116
LINKOGRAFÍA…………………………………………………………………………………………………………….. 117
ANEXOS…………………………………………………………………………………………………………………...... 118
3
INTRODUCCIÓN
El parricidio es visto como un problema que aqueja la vida real, por esta
razón es que trataremos de explicar mediante el análisis qué es parricidio,
el cual ya ha sido definido como una variante rara de asesinato y
violencia intrafamiliar. Según las estadísticas de homicidios en el Perú, se
estima que los parricidios representan un 3 a 5%, pero los casos van en
aumento y las madres son las principales víctimas, esta es la causa que
nos mueve a investigar sobre este problema.
LAS INTEGRANTES
4
CAPÍTULO I
NOCIONES GENERALES DE
PARRICIDIO
P
or parricidio entendemos, de manera habitual, el acto de asesinar
al padre o a la madre; este acto es considerado uno de los
crímenes cuya violencia no es característica del resto, por esto la
tradición lo llama “crimen increíble” porque atenta contra aquel del cual
se supone el lazo primero y el más privilegiado de las relaciones humanas.
Matar al padre o a la madre tiene una connotación diferente al resto de
los crímenes porque implica matar el ordenamiento de la sociedad; si
este límite social primario se rompe la sociedad quedaría vulnerable a un
probable desencadenamiento de crímenes sin límites. La sociedad
peruana en los últimos años ha dado muestra de muchos casos del
referido “crimen increíble”.
María Rosa Castillo, una próspera empresaria panadera, fue asesinada por
su hijo Marco Arenas en complicidad con su novia Fernanda Lora Paz.
5
Sin embargo el parricidio es un ART. 107º: PARRICIDIO
concepto más amplio pues abarca
El que, a sabiendas, mata a su
también aparte de la muerte de ascendiente, descendiente, natural
ascendientes, la de descendientes y la o adoptivo, o a una persona con
quien sostiene o haya sostenido
del cónyuge o conviviente. Siendo esto
una relación conyugal, de
tipificado en el art. 107° del Código convivencia o sentimental, será
Penal con una pena no menor de reprimido con pena privativa de
libertad no menor de quince años.
quince años. En la actualidad, el
vínculo sanguíneo se considera como La pena privativa de libertad será
no menor de veinticinco años,
un agravante a la hora de juzgar un
cuando concurran cualquiera de las
crimen. Los parricidas, por lo tanto, circunstancias agravantes previstas
reciben una pena generalmente en los numerales 1, 2, 3 y 4 del
artículo 108.
mayor que en otros tipos de asesinatos.
6
I. DEFINICIÓN
7
II. CARACTERÍSTICAS
§ La producción de la muerte de un ascendiente, descendiente,
cónyuge o persona que viva maridablemente.
§ El dolo de muerte está limitado únicamente a una persona o sujeto
activo.
§ La relación del sujeto activo con el pasivo de la ascendencia o
descendencia dentro de los grados de parentesco que establece la
ley.
§ La existencia de agravantes en la realización del hecho delictivo.
III. ELEMENTOS
Para desarrollar este tema es necesario establecer que los elementos son
los mismos que se enumeran en el homicidio simple es decir los siguientes:
8
consecuencia, no existe parricidio cuando el autor no entendía matar a
un pariente, sea porque dirigía su acción contra quien no lo era o porque
sabía o creía que no era pariente, para que exista parricidio es, necesaria
la coincidencia objetiva y subjetiva de la agravación.
Entonces para que exista este delito, basta la muerte (el homicidio simple)
de alguna de las personas mencionadas en el texto legal y que el agresor
tenga de conocimiento que mata a un pariente; no es necesario la
concurrencia de premeditación ni de cualquiera de las otras
circunstancias que califican el homicidio, si concurriere alguna de ellas
sería apreciada y produciría los efectos de una agravante.
9
Por eso es que los clásicos destacan el hecho de que no baste la
comprobación exterior de la existencia de un fin específicamente
orientado hacia la producción de sufrimientos, el ensañamiento,
además de un hecho físico, es un hecho psíquico, en general, la
agravación del parricidio por el ensañamiento se produce cuando
además de existir en el agente una voluntad clara tendiente a causar
la muerte, existe en él; el propósito de causarla de determinada
manera, que aumenta el mal y el sufrimiento de la víctima, y en esa
forma ejecuta el hecho.
IV. CAUSAS
Las causas por las que principalmente el infractor atenta contra la
vida de la víctima son:
§ Sufren de patologías mentales.
§ La víctima agrede física y verbalmente al infractor.
§ El infractor tiene problemas en la personalidad.
§ El infractor tiene mucho odio reprimido hacia la víctima.
§ No recibió una buena educación moral y no manifiesta ningún tipo
de sentimiento hacia la víctima.
§ Efectos del entorno social (amistades, parejas, etc).
10
Según estudios, las madres son las principales víctimas, ello se debe a
que son ellas las que pasan más tiempo con el hijo y, por ende, son las
que les han trasmitido los principios y normas, “de los que quieren
liberarse”.
V. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
El parricidio hunde sus raíces en los albores de la humanidad, siendo
incluso considerado “el crimen antiguo por antonomasia”. Del desprecio
que despierta dar muerte al padre se ocupan ya las primeras
legislaciones de Babilonia, Egipto, China y Grecia; aunque fue en Roma
donde alcanzó una particular trascendencia cultural y más brutal
conminación.
GRECIA
EDIPO REY
Obra de Teatro escrita por Sófocles que narra la
historia de Edipo, un desventurado príncipe de
Tebas, hijo de Layo y Yocasta. Poco antes de que
Layo y Yocasta se casaran el oráculo de Delfos les
advirtió de que el hijo que tuvieran llegaría a ser
asesino de su padre y esposo de su madre. Layo
tuvo miedo, y en cuanto nació Edipo, encargó a
uno de sus súbditos que matara al niño, pero
dicha persona no cumplió con la orden de matar
a Edipo, lo cual finalmente genera que este
fortuitamente cumpla el oráculo.
11
ROMA
En el primitivo derecho romano
parecía haber servido para calificar
todo tipo de homicidio, sin embargo
desde la ley de las XII Tablas el
alcance de la expresión se
circunscribió para designar
estrictamente la muerte de los
parientes. En la Ley de Pompeya, se
amplió su comprensión, siendo luego
limitada por Constantino al homicidio
de descendientes.
12
OTRAS CIVILIZACIONES
Entre los persas, los tribunales declaraban adulterino al hijo que mataba
a su padre; se trataba de evitar que el pueblo se enterara y por el
contrario se persuadía al mismo mediante esta práctica, de que era
imposible que una persona, aun de las más depravadas, pudiera dar
muerte a su padre.
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VI. REFERENCIAS AL PARRICIDIO
§ En Literatura
A lo largo de la Historia de la
Literatura, este aberrante tema se
ha tocado en varias ocasiones,
encontrándose entre las más
conocidas la ya anteriormente
mencionada obra de teatro de
Sófocles, “Edipo”. No se queda atrás
el premio nobel de Literatura,
Camilo José Cela, con su obra “La
familia de Pascual Duarte”, donde
refleja de manera truculenta y
sórdida, el parricidio cometido por
Pascual quien ya cansado de las
tragedias vividas no ve más solución que la muerte de su madre.
14
§ En Psicología
15
CAPÍTULO II
EN LA MENTE DE UN PARRICIDA
E
l parricidio es un problema social, un delito, que lentamente ha
ido tomando posición hasta nuestros días, ocasionado por
diversos factores. Entre los factores más comunes tenemos el
económico, pues la generación actual se va degenerando y considera
como primordial el dinero para poder obtener felicidad, acostumbrado
a obtenerlo fácilmente y al ser negado se generan los rencores, el odio,
el deseo de venganza por no habérsele dado; otro factor resaltante es la
diferencia de género que hasta la actualidad a pesar de las campañas
realizadas para erradicarla subsiste en donde es la madre quien impone
autoridad y el padre sin intenciones la desautoriza. Para poder acabar
con este problema es necesario actuar con la población desde su niñez
para plantear en ellos valores suficientes y necesarios para combatir este
caos, y con respecto a las sanciones establecidas en el código Penal
peruano, estas deberían ser más drásticas para aquellos que de forma
consciente lo realicen, pues es un acto macabro el darle muerte a su
progenitor y en muchos casos es realizado con perversidad (agravantes)
con la ayuda de terceros con un determinado fin.
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I.CARACTERÍSTICAS PSIQUIÁTRICAS DEL
PARRICIDA
Según la literatura internacional se han encontrado ciertas características
comunes entre los parricidas, dependiendo de la situación específica en
que el delito se comete, como la edad, sexo del victimario, y el tipo de
víctima. Al mezclar los distintos factores antes mencionados se configuran
diferentes perfiles probables de parricidas.
17
Dentro de los grupos anteriores, el más importante es el del niño
maltratado, quien comete parricidio en defensa propia, en el contexto
de una situación de abuso. En estos casos es más probable que los
adolescentes cometan el acto solos y en situaciones en que los padres
estén desprevenidos (durmiendo, sentados viendo televisión, etc).
18
§ DE UTILIZACIÓN: Se utiliza al Padre como un dador de dinero, dándose
el "Chantajear" y haciéndolo copartícipe de sus actos.
19
coherentes y estables. Cuando su edad y físico lo permiten
"imponen su ley" como la han interiorizado.
Antes de esa etapa, el niño se rige por lo que dicen sus padres. Sin
embargo, en la actualidad, hay una tendencia complaciente para criar
a los hijos, no se ponen límites. “Se refuerzan las conductas negativas
cuando estas no son corregidas. Por ejemplo, permitir que un niño patee
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una puerta cuando no se le compra lo que él quiere”, advierte el
psiquiatra Freddy Vásquez.
CASOS EN AUMENTO
¿Pero por qué son las madres las principales víctimas? Ello se debe a que
son las madres las que pasan más tiempo con el hijo y, por ende, son las
que les han trasmitido los principios y normas, “de los que quieren
liberarse”.
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Ya de adolescentes, continúa Saravia, estos hijos son apasionados y
actúan de manera irracional, incluso, les dan poca importancia a los
padres. "Y al no tener empatía con ellos, lejos de dejarse corregir,
reaccionan de manera impulsiva y violenta", manifiesta el especialista. Es
así que ocurren después estos sonados crímenes en el país.
§ FACETA INTERPERSONAL:
o Mienten patológicamente. Engañan sobre todo para
conseguir beneficios o justificar sus conductas.
o Se comportan manipuladoramente. Y, si son lo
suficientemente inteligentes, los demás no notarán estas
conductas psicopáticas.
§ FACETA AFECTIVA:
o No sienten remordimiento o culpa. Jamás se sienten en
deuda.
o Afectivamente son frívolos y superficiales. No conciben
emociones, aunque pueden simularlas llegado el caso.
o Les falta empatía. Son indiferentes. Y hasta pueden
manifestar crueldad.
o Tienen una incapacidad patológica para asumir su
responsabilidad en los hechos. No aceptan sus errores. Por
ello raramente solicitan una asistencia psicológica, ya que
para ellos el problema siempre lo tienen los otros.
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§ FACETA ESTILO DE VIDA:
o Necesitan constantemente estímulos. Caen con facilidad en
el aburrimiento.
o Les gusta un estilo de vida parasitario.
o Actúan descontroladamente.
o Carecen de metas realistas a largo plazo. Viven como
nómadas, sin dirección.
o Se comportan impulsivamente. Con recurrentes actos no
premeditados. Sumada una falta de reflexión sobre las
consecuencias de sus acciones.
o Son irresponsables.
§ FACETA ANTISOCIAL:
o Muestran problemas de conducta desde la niñez.
o Padecieron la revocación de su libertad condicional.
o Cuentan con versatilidad para la acción criminal. Tienen
predilección por las estafas y los delitos que requieran de la
manipulación del otro.
Por otra parte, a nivel causal el estudio de la Doctora. Julia Mitrevski del
Programa de Leyes y Psiquiatría de la Universidad de California divide a
los (hombres y mujeres) parricidas en parricidas psicóticos (los que sufren
enfermedad mental severa) y parricidas reactivos (los que no sufren
enfermedad mental severa y matan como una forma de reacción,
aunque el asesinato sea planificado). Respecto a eso tenemos que:
§ EL PARRICIDA PSICÓTICO:
o Tiene un historial de enfermedad psicótica crónica.
o Tiene delirios en relación a la víctima
o Tiene una relación de dependencia (usualmente por la
enfermedad) con la víctima.
23
§ EL PARRICIDA REACTIVO:
o No es psicótico
o Su asesinato es la respuesta a una grave disfunción familiar
o Tiene una relación de hostilidad-dependencia con la víctima
o Usualmente es adolescente.
Por su parte, los factores de riesgo para los parricidas reactivos son los
siguientes:
o Extremo abuso
o Aislamiento
o Vivir con la víctima una relación que tiende a resolver los
conflictos en términos de “ganar o perder”
o Presión para ayudar a los padres o a un pariente
o Ausencia de ayuda en una situación desesperada
o Presencia de armas en la casa
o Represión del enojo (esto hace que el agresor acumule
enojo), de su exteriorización.
o Abuso parental que no puede ser tolerado más y lleva a un
punto de quiebre.
o Odio crónico y prolongado hacia la víctima
o Capacidad de romper con el hogar parental y acarrear las
consecuencias del acto.
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o El padre ha estado ausente o ha llevado una actitud de
pasividad ante el conflicto del agresor con la víctima.
LA PERICIA PSIQUIÁTRICA
25
adecuar su conducta a parámetros normativos adecuados –sociales,
familiares, legales, etc.-; el grado de afectación mental del parricida
sicópata hace difícil que tenga algún tipo de cura en especial, porque
estos nunca la solicitan o la rechazan. A pesar que existen medicamentos
que permitan controlar su sicopatía, esta nunca podrá ser frenada.
26
La consecuencia, en términos del informe pericial, será que el médico
simplemente indicará que el acusado ha decidido no participar en la
evaluación, sin presentar ningún diagnóstico. A esta conclusión no se le
puede, por si acaso, asignar significado alguno, equivale a una actitud
neutra.
TEST DE RORSCHACH
27
El test se utiliza principalmente para evaluar la personalidad (es utilizado
por algunos psicólogos y psiquiatras para diagnosticar a un parricida).
Consiste en una serie de 10 láminas que presentan manchas de tinta, las
cuales se caracterizan por su ambigüedad y falta de estructuración. Las
imágenes tienen una simetría bilateral, que proviene de la forma en que
originalmente se construyeron: doblando una hoja de papel por la mitad,
con una mancha de tinta en medio. Al volver a desplegarlas, H.
Rorschach fue encontrando preceptos muy sugerentes que daban lugar,
por su carácter no figurativo, a múltiples respuestas. El psicólogo pide al
sujeto que diga qué podrían ser las imágenes que ve en las manchas,
como cuando uno identifica cosas en las nubes o en las brasas. A partir
de sus respuestas, el especialista puede establecer o contrastar hipótesis
acerca del funcionamiento psíquico de la persona examinada.
28
§ Lámina 3: La interpretación más frecuente
son dos personas o dos camareros. Si en esta
figura no se ven figuras humanas, puede
significar que existen problemas para
relacionarse de los demás. Se suelen
identificar como figuras masculinas.
29
§ Lámina 8: La interpretación más frecuente es
ver dos pequeños animales en las manchas
rosas. También se puede ver como un diseño
heráldico, un árbol, etc. La respuesta más
corriente la relaciona con animales de cuatro
patas, y no verlo es una mala señal: ansiedad.
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CAPÍTULO III
LEGISLACIÓN PERUANA
NATURALEZA JURÍDICA
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ELEMENTOS CONSTITUTIVOS O TIPO OBJETIVO
ELEMENTO SUBJETIVO
PENALIDAD
32
I. LEY Nº 29819
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA POR CUANTO: El Congreso de la
República; Ha dado la Ley siguiente:
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evacuados de emergencia al CENTRO DE SALUD DE PACASMAYO, de
cuyos análisis se desprende: ENVENAMIENTO POR ORGANO FOSFORADO
en ambas personas (a consecuencia del consumo de raticida).
La madre logró salvarse, dado que, recibió oportunamente un lavado
gástrico, suerte que no corrió su hijo quien tuvo el infortunio de llegar
cadáver al centro de salud. Por su parte, de lo investigado se advierte
que YANIRA ha sido víctima de ofensas verbales siendo sus agresores sus
propios padres, determinando en ella la decisión envenenar a su hijo y
posteriormente autoeliminarse, así todo acababa, ya no habría más
sufrimientos y los dos descansarían para siempre. La madre de la
inculpada manifestó que a la edad de trece años recibió tratamiento
psiquiátrico en el Hospital Regional de Trujillo, en cuyo examen se
concluyó que se encontraba bajo un cuadro depresivo a causa de las
constantes discusiones suscitadas entre sus padres. Los móviles que
impulsaron a la inculpada cometer el delito investigado,
presumiblemente fueron descritos en una misiva que fue redactada por
la inculpada, instantes previos a la ingesta del raticida, no logrando su
cometido, puesto que, como se indica, fueron evacuados
inmediatamente al centro de salud del sector.
La misiva fue encontrada entre sus pertenencias por efectivos policiales
de la Comisaría del sector quienes lograron conducir tanto al menor
FERNANDO ALDAIR Y A LA SEÑORA YANINA MARIAM al nosocomio ya
citado.
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YANINA MARIAM MEDINA HERRERA, por la comisión del delito contra
la vida, el cuerpo y salud en la modalidad de PARRICIDIO, previsto
en el Art. 107º del CODIGO PENAL DE 1991, en agravio del occiso
FERNANDO ALDAIR RODRÍGUEZ MEDINA, solicitando se le imponga
25 años de pena privativa de la libertad y se le obligue el pago de
15.000.00 NUEVOS SOLES por concepto de reparación civil que
abonará a favor de los herederos del agraviado.
3.- ANÁLISIS DEL CASO A LA LUZ DEL CODIGO PENAL PERUANO DE 1991
A nivel del Decreto Legislativo Nro. 635, promulgado con fecha 03.04.1991
y publicado con fecha 08.04.1991 (CODIGO PENAL PERUANO DE 1991), el
legislador ha previsto la figura agravada del PARRICIDIO, tipificado en el
Art. 107º del mencionado cuerpo legal.El tenor literal del Art. 107º del CP
DE 1991, reza: “el que, a sabiendas, mata a su ascendiente,
descendiente, natural o concubino, será reprimido con pena privativa de
la libertad no menor de quince años”.
Se puede destacar, preliminarmente, que se trata de una forma
agravada del tipo base HOMICIDIO SIMPLE, previsto en el Art. 106º del
35
Código Penal. Asimismo, que el legislador al haber agregado la partícula
A SABIENDAS, nos señala que se trata de una figura estrictamente dolosa,
no admitiendo la culpa, aquello que nos conllevaría a concluir que se
trataría de un homicidio culposo, mas no parricidio.
36
§ 4.2.- MISIVA REDACTADA PRESUMIBLEMENTE POR LA INCULPADA.
37
institución Hans gross, confirman lo concluido en sus
respectivos informes obrantes a folios 189 y 231 del principal.
confirman el hecho que para la elaboración de los informes,
han procedido con absoluta libertad e imparcialidad.
además resaltan que ambos han elaborado en forma
personal los dictámenes periciales materia de ratificación.
debemos precisar que el estudio de la pericia psicológica y
la pericia psiquiátrica recaídas en el proceso penal, serán
abordadas en los capítulos subsiguientes.
38
delictiva independiente, autónoma y diferenciable del delito de
homicidio simple. No obstante, cierta parte importante de la doctrina
considera que se trata de un delito derivado del homicidio simple, e
incluso en el CODIGO PENAL ESPAÑOL DE 1995, el legislador ha suprimido
la figura delictiva del parricidio y en adelante las relaciones de
parentesco entre agente y víctima constituyen agravante del homicidio
simple. No obstante consideramos que en nuestro sistema penal se
justifica plenamente la existencia independiente de la figura del
parricidio por las especiales circunstancias que conforman el tipo
objetivo y subjetivo; en consecuencia esperamos que nuestro legislador,
muy propenso y solícito a copiar lo que hacen los españoles, no se le
ocurra suprimirlo de nuestro Código penal.
En tanto que el Dr. RAUL PEÑA CABRERA (1992 pág 90), fundamentaba la
gravedad de la figura del parricidio en el hecho que el sujeto revela
mayor peligrosidad, porque no sólo viola y destruye el bien jurídico vida
tutelado por la Ley, sino que vulnera principios y sentimientos elementales
39
como el respeto y acatamiento a los parientes más próximos,
provocando una singular alarma social.
40
DESCENDENTE: EL HIJO, EL NIETO, BISNIETO, TAMBIEN UN CÓNYUGE
O CONCUBINO RESPECTO DEL OTRO.
41
homicidio simple.- de ello se concluye que el dolo es independiente al
conocimiento de la relación parental.- la frase a sabiendas sirve para
diferenciar la conducta delictiva del parricidio del homicidio simple.
5.-CONSUMACIÓN.-
42
6.- LA PARTICIPACIÓN
7.- TENTATIVA
8.- PENALIDAD
c) DE LA CULPABILIDAD
43
normativos. Al conjunto de estas facultades mínimas requeridas para
considerar a un sujeto culpable por haber hecho algo típico y antijurídico
se llama imputabilidad o más modernamente capacidad de
culpabilidad. Quien carece de esta capacidad, o bien por no tener la
madurez suficiente, bien por sufrir graves alteraciones psíquicas, no
puede ser declarado culpable y , por consiguiente no puede ser
responsable penalmente de sus actos, por más que éstos sean típicos y
antijurídicos.El concepto de imputabilidad o de capacidad de
culpabilidad es, pues, un tamiz que sirve para filtrar aquellos hechos
antijurídicos que pueden ser atribuidos a su autor y permite que, en
consecuencia, éste pueda responder por ellos[9].El código penal vigente
adopta una lógica de delimitación de la imputabilidad a través de una
fórmula de definición negativa. Así el artículo 20, inc. 1 precisa las dos
formas de cómo puede llegar a ser imputable:
44
es un fenómeno individual, sino social. no es una cualidad de la acción
sino una característica que se le atribuye para poder importársela como
autor a alguien y hacerle responder por ella.
45
§ LA ANOMALIA PSÍQUICA, se encuentra prevista en el artículo 20º inc.
1 del Código Penal de 1991, como una causal que exime de
responsabilidad penal.
La psicosis la entendemos como una categoría amplia en la que
se comprende todas la enfermedades mentales que se reconocen
generalmente como anomalías psíquicas de tal entidad que
interese al Derecho, ya que son perturbaciones anímicas causados
por procesos patológicos somáticos, cuyas desviaciones
funcionales radican en el cerebro, y que esta anomalía, cono ya
se dijo, debe ser además de tal magnitud que el individuo no
puede valorar los vínculos con el mundo exterior, o cuando no
puede sobreponerse a los estímulos o motivos que los impulsan a la
acción para dominarlos, frenarlos o realizar una acción .
46
la capacidad de motivación del sujeto, si bien procurando al mismo
tiempo, por la vía de las medidas de seguridad, que dicho trastorno sea
controlado o tratado de forma adecuada.
47
Existen diferentes tipos según exista o no un agente externo que la pueda
desencadenar, y de acuerdo con las características que manifieste el
paciente:
48
Los principales síntomas son:
49
- TRASTORNOS DE LA ASOCIACIÓN DE IDEAS, que se caracterizan por una
alteración de la estructura del pensamiento, en lo que se refiere a la
continuidad o subsecuencia de las ideas.
50
CAPÍTULO IV
LEGISLACION COMPARADA DE
PARRICIDIO
E
s un delito "sui generis". En más de alguna legislación es una forma
de homicidio calificado o asesinato como en Argentina, Italia,
Perú, Uruguay. Otras legislaciones, por el contrario, carecen de
preceptos específicos sobre la muerte cometido sobre un pariente: los
Proyectos Chilenos de 1929 y 1938 lo consideran una suerte de homicidio
agravado y hasta la reforma de la ley 17.266, el parricidio tenía asignada
como pena única, la de muerte. Históricamente ha sido consignado
cómo el crimen más antiguo y en su sentido etimológico y más restringido
se lo ha caracterizado como la muerte del padre por el hijo. En la época
moderna se ha visto extendido, abarcando a otros vínculos de
parentesco, al de matrimonio y a la convivencia, como es el caso del
Código Penal Chileno. A su vez, en el Proyecto de Código Penal Tipo para
Latinoamérica se considera como hipótesis de homicidio calificado al
que mate a un ascendiente, descendiente, cónyuge no separado de
hecho o a la persona con quien se convive maritalmente; en el Código
Penal Argentino, se tipifica el matar al ascendiente, descendiente o
cónyuge, sabiendo que lo son, como homicidio. El Código Español de
1995 no contempla el parricidio como figura separada, solo el homicidio
y el asesinato, este último, sobre la base de las calificantes de alevosía,
premio o promesa remuneratoria y ensañamiento. Lo anterior es sin
embargo de la figuración del parentesco natural o de adopción y del
vínculo conyugal como agravante genérica. En el Anteproyecto de
Código Penal chileno, redactado por la comisión Foro Penal, se excluye
este delito del conjunto que protegen la vida humana independiente.
51
MODELOS DE REGULACIÓN DEL DELITO
DE PARRICIDIO
CLASIFICACION DE LOS ORDENAMIENTOS JURIDICOS
52
Del examen de diferentes Códigos Penales, podemos inferir que la
legislación comparada ofrece las siguientes alternativas de regulación
del parricidio:
II. España: El Título I del Libro II de este Código Penal regula las formas de
homicidio, y no se contempla un tipo de parricidio entre ellas. Es así que
entre los artículos 138 a 143, se castigan los delitos de homicidio,
asesinato, homicidio imprudente e inducción al suicidio.226.
53
III. Costa Rica: Los artículos 111 a 117 del Código Penal regulan los delitos
de homicidio simple, homicidio calificado, homicidios especialmente
atenuados, tentativa de suicidio, instigación o ayuda al suicidio,
homicidio por piedad y homicidio culposo. No existe en su legislación una
figura autónoma de parricidio, sin embargo, el homicidio se califica por
concurrir la circunstancia de parentesco o concubinato, aunque esta
última agrava el homicidio sólo en ciertos casos. Así, quien mata a “su
manceba o concubinario” comete homicidio calificado cuando se han
procreado uno o más hijos en común y se lleva vida marital por a lo menos
dos años antes de la perpetración del hecho.
IV. El Salvador: A partir del artículo 128 del Código Penal se encuentran
los delitos de homicidio simple, homicidio agravado, proposición y
conspiración en el delito de homicidio agravado, homicidio piadoso,
inducción o ayuda al suicidio, y homicidio culposo. La circunstancia de
parentesco agrava el delito de homicidio en los términos que establece
el artículo 129 N° 1.230
VI. Uruguay: El Código Penal castiga los delitos contra la vida a partir del
artículo 310. El artículo 311 establece las circunstancias agravantes
especiales del homicidio, y contempla en su numerando 1°, el
parentesco, conyugalidad o convivencia. Respecto al parentesco, se
trata de una circunstancia más amplia, que no sólo abarca ascendientes
y descendientes, sino también al hermano y al padre o hijo adoptivo.
54
c. Legislaciones que regulan el parricidio como tipo penal autónomo.
I. Ecuador: El capítulo I del Libro IV del Código Penal regula los delitos
contra la vida. A partir del artículo 448 encontramos las figuras delictivas
de homicidio simple y asesinato, y sin denominarlo parricidio, se castiga
la conducta propia de este delito en el artículo 452: “Los que, a sabiendas
y voluntariamente, mataren a cualquier ascendiente o descendente,
cónyuge o hermano, serán reprimidos con reclusión mayor extraordinaria
de doce a dieciséis años.”
III. Cuba: Los delitos contra la vida se castigan en los artículos 261 a 266
del Código Penal, mientras los artículos siguientes regulan el aborto. Las
figuras delictivas contra la vida independiente que advertimos son;
homicidio, riña tumultuaria, asesinato, disparo de arma de fuego contra
determinada persona y auxilio al suicidio. Dentro de las hipótesis de
asesinato, el artículo 264 sanciona las conductas que nosotros
conocemos como parricidio e infanticidio. “1. El que de propósito mate
a un ascendiente o descendente o a su cónyuge, sea por matrimonio
formalizado o no, incurre en las mismas sanciones previstas en el artículo
anterior, aunque no concurra en el hecho ninguna circunstancia de
cualificación (…)”
55
IV. Honduras: Regula el delito de parricidio como figura autónoma en el
artículo 118 del Código Penal: 94 “Artículo 118.- Es reo de parricidio, quien
diere muerte a alguno de sus ascendientes o descendientes, a su
cónyuge o a la persona con quien hace vida marital, y sufrirá la pena de
treinta (30) a cuarenta (40) años de reclusión.”
V. Perú: En los artículos 106 a 113 del Código Penal se sancionan los delitos
de homicidio simple, parricidio, homicidio calificado o asesinato,
homicidio por emoción violenta, infanticidio, homicidio culposo,
homicidio piadoso, e instigación o ayuda al suicidio. Los artículos 107 y
109 regulan, respectivamente, el parricidio y la atenuación de pena por
concurrir “emoción violenta”. “Artículo 107.- Parricidio El que, a
sabiendas, mata a su ascendiente, descendiente, natural o adoptivo, o
a su cónyuge o concubino, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de quince años.
ESPAÑA
Una de las novedades
introducidas por la ponencia del
Congreso de los Diputados en el
proyecto de Código Penal ha
sido la supresión del parricidio. El
proyecto castiga el homicidio -
matar a otro- con 10 a 15 años de
prisión, y con 15 a 20 años de cárcel cuando el homicidio se realizare
concurriendo las circunstancias de alevosía; premeditación conocida;
precio, recompensa o promesa; ensañamiento, aumentando deliberada
e inhumanamente el dolor del ofendido, y "cuando la víctima fuese
ascendiente, descendiente o cónyuge del culpable". A propuesta de IU,
la ponencia aceptó suprimir esta última circunstancia, por entender que,
como prevé la circunstancia mixta de parentesco, "puede atenuar o
agravar la responsabilidad, según la naturaleza, los motivos y los efectos
56
del delito" IU razonó que lo aplicable a los delitos, en general, debe
hacerse, "de igual forma, con el homicidio"
57
de la familia en Córdoba: encontró una gran hoguera con huesos que
mucho tiempo después se confirmaría era de niños de la edad de Ruth y
José. José Bretón fue detenido por las contradicciones y lagunas de su
relato de la desaparición de los niños. Desde entonces se sucedieron una
serie de errores en la investigación que todavía no se aclaran. Se
conocieron llamadas telefónicas de José Bretón a una mujer en las que
intentaba conquistarla, minutos después de haber denunciado la
desaparición de sus hijos. Bretón también habló con su exesposa antes
de avisarle que los niños no estaban y cambió el tono de voz en un
instante. Se mostró sumiso y compungido. Además trabajadores de una
estación de nafta aseguraron que Bretón se llevó garrafas de gasoil que
superaban los 250 litros. El juicio contra Bretón por el homicidio de sus hijos
comenzó en junio de este año. Los abogados de la madre de Ruth y José
piden 40 años de prisión para el padre de los niños por homicidio
agravado. La pena máxima en España. Los restos de Ruth y José
permanecen a disposición judicial y su madre no pudo enterrarlos.
"Quiero despedir a mis hijos. Estaban destinados a vivir poco en la tierra y
ser ángeles eternos en el cielo", dijo a los medios españoles.
58
la tarde todos los martes y jueves, primero golpeó a la mayor, Amets, de
9 años. La niña, alta para su edad, trató de defenderse, como revelan
varias heridas en los brazos y las manos registradas en la autopsia. Luego
se volvió hacia la pequeña, Sara, que había cumplido 7 años el día
anterior. La niña también trató de protegerse con las manos, pero su
padre le arrebató la vida con un solo golpe.
59
sumergió en la bañera y los ahogó, y que su plan era acto seguido
acabar con su vida. "Está claro que yo soy la culpable". Un jurado popular
juzga desde este lunes en la Audiencia de Barcelona a la presunta
infanticida, para quien la Fiscalía pide una pena de 40 años de cárcel -
con un cumplimiento máximo de 25- por asesinar a sus dos hijos de 11 y 9
años el 7 de abril de 2013, ahogándolos en la bañera tras aturdirlos con
barbitúricos. Junto a la Fiscalía, ejerce la acusación particular contra Rina
M., una ciudadana boliviana para quien pide 40 años y 200.000 euros de
indemnización, su propio esposo, quien -según la procesada- la había
abandonado a ella y a sus hijos, sin pasarle manutención alguna y
desentendiéndose del desahucio que se avecinaba, previsto para el 24
de abril de 2013.
IV.-El Supremo confirma la pena a la mujer que mató y congeló a sus bebés El
tribunal ratifica la condena de 35 años de prisión por dos asesinatos con
alevosía
60
tribunal. El primer bebé fue encontrado el 9 de noviembre de 2012 por el
entonces marido de la acusada mientras limpiaba el frigorífico y el
congelador. Días después, mientras limpiaba un arcón congelador de su
casa, el padre encontró el segundo cadáver. En el registro de la vivienda
tras el aviso del padre, según el testimonio de uno de los agentes, se
localizaron fajas, dos agendas con un control "estricto" de las
menstruaciones de ella y un ordenador en el que había búsquedas con
las palabras teratógeno, sustancia que provoca malformaciones en el
feto, "rotura de bolsa a los seis meses", "parto prematuro" y "sintrón",
medicamento que le encontraron. El matrimonio tenía tres hijos menores
de edad y cuando se descubrieron los hechos, la mujer, que entonces
tenía 37 años, estaba embarazada de ocho meses, pero nadie de su
entorno lo sabía.
URUGUAY
61
311. (Circunstancias agravantes especiales) El hecho previsto en el
artículo anterior será castigado con diez a veinticuatro años de
penitenciaría, en los siguientes casos:
ARGENTINA
LIBRO SEGUNDO - DE LOS DELITOS
62
no convivencia. (Inciso sustituido por art. 1° de la Ley N° 26.791 B.O.
14/12/2012)
Caso Schoklender
63
Crimen- El doble homicidio Cristina Silva Romano de Schoklender c. 1960.
64
VENEZUELA
Artículo 409.- La pena del delito previsto en el artículo 407 será de catorce
a veinte años de presidio:
65
Artículo 410.- En los casos previstos en los artículos precedentes, cuando
la muerte no se hubiere efectuado sin el concurso de circunstancias
preexistentes desconocidas del culpado, o de causas imprevistas que no
han dependido de su hecho, la pena. Será de presidio de siete a diez
años, en el caso del artículo 407; de diez a quince años, en el del artículo
408; y de ocho a doce años en el del artículo 409.
CHILE
TRATADO POR EL ARTÍCULO 390 DEL CÓDIGO PENAL.
I. DEL HOMICIDIO
Art. 390. El que, conociendo las relaciones que los ligan, mate a su padre,
madre o hijo, sean legítimos o ilegítimos, a cualquier otro de sus
ascendientes o descendientes legítimos o a su cónyuge, será castigado,
como parricida, con la pena de presidio mayor en su grado máximo a
muerte.
66
Primera, Con alevosía.
Segunda, Por premio o promesa remuneratoria.
Tercera, Por medio de veneno.
Cuarta, Con ensañamiento, aumentando deliberada e inhumanamente
el dolor al ofendido.
Quinta, Con premeditación conocida.
2. Con presidio mayor en sus grados mínimo a medio en cualquier otro
caso.
TIPO DE PARRICIDIO
Está contenido en el artículo 390 del Código Penal, constituye una figura
especial de homicidio, un título independiente de imputación.
67
las calificantes de alevosía, premio o promesa remuneratoria y
ensañamiento. Lo anterior es sin embargo de la figuración del parentesco
natural o de adopción y del vínculo conyugal como agravante genérica.
En el Anteproyecto de Código Penal Chileno, redactado por la comisión
Foro Penal, se excluye este delito del conjunto que protegen la vida
humana independiente.
68
que ya no hacia ese distingo así como respecto al parentesco por
afinidad o consanguinidad los cuales, a falta de mención, se
entienden ambos considerados por la norma.
B) La adopción crea profundos problemas de interpretación en torno
a si queda o no incluida en el tipo, en el sentido de si es asimilable
o no a los vínculos naturales parentales. Al entrar en vigencia el
Código Penal, la ley chilena no contemplaba la adopción como
filiación, por lo que no constituía ni parentesco ni estado civil. Las
leyes que recaen sobre la materia se dictaron ya entrado el siglo
XX y legislaron únicamente en los aspectos civiles, eludiendo todo
pronunciamiento sobre efectos penales. Actualmente, rige la Ley
19. 620, de cuyas normas debe extraerse la interpretación
respectiva, en cuanto a si en el ámbito del tipo de parricidio cabe
o no incluir el vínculo de adopción entre las relaciones conocidas
que deben unir al sujeto activo con el pasivo. Según el artículo 1 de
la citada ley, "la adopción confiere al adoptado el estado civil de
hijo respecto del o los adoptantes en los casos y con los requisitos
que la presente ley establece." A su vez, el artículo 37, relativo a sus
efectos, dispone que "La adopción confiere al adoptado el estado
civil de hijo de los adoptantes, con todos los derechos y deberes
recíprocos establecidos en la ley, y extingue sus vínculos de filiación
de origen, para todos los efectos civiles, salvo los impedimentos
para contraer matrimonio establecidos en el artículo 5 de la Ley de
Matrimonio Civil, los que subsistirán." En el ámbito de la constitución
y efectos de la adopción, el artículo 26 de la ley establece a su vez
que la sentencia que acoja la adopción ordenará:
69
que el adoptado, obtenida que sea esta calidad, queda desvinculado
jurídicamente de su familia de origen y pasa a tener el estado civil de hijo
de los adoptantes. Pero, la propia ley reconoce que esto es sólo para los
efectos civiles y que subsisten los impedimentos para contraer
matrimonio, establecidos en el artículo 5 de la Ley de Matrimonio Civil.
Desde que surgió la primera Ley de Legitimación Adoptiva se ha discutido
en nuestra doctrina si el hijo adoptado (anteriormente conocido como
legitimado adoptivamente) puede o no ser considerado sujeto activo o
pasivo en el tipo de parricidio, tomando en especial consideración que
la ratio legis declarada por la Comisión Redactora del Código Penal
chileno fue que el parricidio es un atentado contra los vínculos naturales
derivados de la paternidad y no contra las relaciones jurídicas. Mientras
estuvo vigente la Ley 16 346, los tribunales sostuvieron, en general, que "El
artículo 390 del Código Penal define y establece los elementos del crimen
de parricidio exigiendo la existencia de una vinculo de parentesco
consanguíneo o por matrimonio entre el autor y la víctima. Todos los casos
señalados por esta disposición legal --salvo el de los cónyuges- dicen
relación con el vínculo natural que nace de la sangre, y no de una ficción
legal como es la legitimación adoptiva que concede el estado civil de
hijo legítimo aun cuando no exista el vínculo natural de padre o hijo La
muerte provocada por uno de los padres a un hijo legitimado
adoptivamente o viceversa no constituye parricidio; a menos que exista
entre ellos el vínculo de la sangre pues la ley 16.346 en su artículo 2°,
autoriza la legitimación adoptiva de un natural. En consecuencia, la
conducta frustrada de la madre de dar muerte a su hijo legitimado
adoptivamente debe calificarse como señalaba la sentencia en alzada.
(Que era la calificación de homicidio). (Corte de Apelaciones de
Antofagasta, 09.09.1986.) En términos generales, pueden agruparse los
argumentos contrapuestos que sustentan respectivamente, a la tesis que
afirma la tipicidad de parricidio en la muerte inferida por el adoptante al
adoptado y viceversa y la que niega tal tipicidad, en los siguientes:
70
A favor de la inclusión.
En contra de la inclusión.
71
En consecuencia, si se adhiere a la tesis de que el tipo objetivo del
parricidio se integra con el vínculo de adopción, el adoptado que mata
a su padre o madre natural y viceversa, comete parricidio. Por el
contrario, si se sostiene que ese vínculo no integra el tipo objetivo, la
muerte inferida por el adoptante al adoptado y viceversa, constituirá
homicidio y parricidio, la muerte inferida por el adoptado a su padre o
madre natural, y viceversa. Lo anterior es sin perjuicio de los problemas
de error de tipo que pudieran plantearse alrededor del conocimiento o
ignorancia del vínculo de unión, como por ejemplo el adoptado por otro
le da muerte a este, sin saber que es su padre adoptivo, el hijo da muerte
a su padre biológico ignorando el vínculo natural que los une, creyendo
que es su tío o los problemas planteados por las hipótesis de aberratio
ictus, compartidos con las hipótesis de parricidio por vínculos de sangre.
En doctrina nacional, el profesor Etcheberry señala que el vínculo de
adopción plena mantiene los vínculos biológicos de filiación para los
efectos de configurar y sancionar el delito de parricidio y confiere a dicha
adopción solo efectos civiles.
72
excepción al motivo fundante de la agravación basado en el atentado
contra vínculos naturales ya que en este caso, el objeto de la agresión,
además de una persona, es una relación jurídica, un contrato. Por esta
razón, son varios los autores que cuestionan la inclusión de este vínculo
en la tipicidad del parricidio. La ley se refiere, evidentemente, a un
matrimonio existente y válido. Las situaciones de separación de hecho no
influyen para nada, desde que no hay disolución de vínculo matrimonial.
Uno de los problemas más debatidos en esta parte es el relativo a un
"matrimonio anulable", esto es, un matrimonio que no ha sido declarado
formalmente nulo a través de sentencia judicial, pero que posee un vicio
de nulidad objetivamente dado. Por ejemplo, el caso de la mujer que da
muerte a su ex cónyuge, quien se hallaba casada anteriormente en virtud
de vínculo no disuelto (matrimonio "del bígamo"). Ese matrimonio, del
sujeto casado dos veces con distintas cónyuges representa un vínculo
repudiado por la ley civil y penal: constituye causal de divorcio y
configura el tipo penal de celebración de matrimonio ilegal (bigamia),
artículo 382 del Código Penal. Entonces, cabe preguntarse si esa relación
vital entre dos personas, en cuyo contexto una mata a la otra, puede ser
considerada como un bien jurídico digno y merecedor de protección
penal. En otros términos, si ese "matrimonio anulable", por el vínculo
anterior no disuelto, representativo de una ilicitud sancionada por la ley,
puede ser estimado como el bien jurídico que se quiere proteger a través
del tipo del artículo 390 del Código Penal. Las opiniones de la doctrina
están divididas y al respecto pueden consultarse las obras de los
profesores Etcheverry, Grisolía, Bustos, Politoff y Garrido Montt. En materia
de jurisprudencia, se conocía hasta hace algunos años una sola
sentencia, de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, que había
efectuado una. interpretación teleológica del bien jurídico matrimonio
como objeto protegido en el parricidio y concluido, frente al caso de la
mujer autora del homicidio de su marido bígamo, que en tal situación no
podía entenderse agredido ese bien jurídico protegido --matrimonio-
castigando sólo por delito de homicidio. (Revista de Ciencias Penales, Nº
73
3, T.XXIV, septiembre-diciembre 1965, pág. 231 y siguientes). En ese fallo
se destacó la contradicción que significaría que un mismo vínculo
matrimonial sea al mismo tiempo un hecho ilícito-delictivo, marginado de
la tutela penal y un bien valioso, amparado por la ley punitiva. La
interpretación es que no podría asignársele a la ley penal la ratio de
proteger todo o cualquier vínculo matrimonial en el parricidio, incluso el
que la propia ley penal repudia y castiga. Hay casos en que a través del
elemento teleológico de la hermenéutica, debe concluirse que están
fuera del ámbito del parricidio determinados matrimonios cuya agresión,
además de la de la vida humana, no compromete el interés público que
es el fin de la tutela normativa. El único matrimonio que reconoce nuestra
legislación es el monogámico, no estando amparada la mera relación
formal que no ha sido disuelta por sentencia. La Ilustrísima Corte de
Apelaciones de San Miguel, a través de sentencia del 14 de Mayo de
1997, comparte mayoritariamente la doctrina del anterior fallo de 1965
(Gaceta Jurídica Nº. 203, pág. 165 y s.s.). En éste último caso, el
procesado dio muerte a su cónyuge, estando en ese momento unido a
otra mujer por vínculo anterior no disuelto El voto de mayoría sostuvo que
no se estaba en presencia de parricidio, sino de homicidio, sobre la base
de los siguientes argumentos esenciales:
74
iii) Que resulta inaceptable sostener que una misma relación vital origine
paralelamente un objeto jurídico valioso (protegido por el parricidio) y
una situación ilícita repudiada por la ley punitiva (bigamia).
75
pueda tener dicha relevancia a la hora de tomar decisiones legislativas.
El concubinato puede ser definido como la unión afectiva, de cierta
permanencia en el tiempo, entre dos personas, sin que medie entre ellos
un vínculo matrimonial. Así, esto se refiere en términos sencillos a la
generación de una "vida en común" determinada por relaciones de
afecto, apoyo reciproco, eventualmente procreación (elemento
recogido en el artículo 5 de la ley 20.066 al momento de determinar su
ámbito de aplicación y para delimitar lo que se entiende por violencia
intrafamiliar) y demás que podrían existir en un matrimonio, solo que sin la
existencia de este vínculo legal. Atendida la alarma generada por la
cobertura de los medios de comunicación en torno a la denunciada alza
de la violencia en el marco de familias en donde los integrantes no
estaban unidos en vínculo matrimonial, se consideró necesario incorporar
las situaciones de convivencia, sobre las cuales existen serias
inconsistencias a la hora de definir de forma concreta y segura qué se
entiende por esta "convivencia", dentro del ya resistido tipo penal de
parricidio.
Por lo tanto, luego de la reforma de 2005, si una persona mata a otra con
la que se encuentra unida en concubinato, comete parricidio y no
homicidio. La cuestión, que en principio pareció adecuada atendida la
alarma social por el tema e incluso un tema de sencilla implementación,
puede plantear ciertos problemas en lo relativo a la tipicidad de la
situación que ha de entenderse como "convivencia" Y es que cabe
76
preguntarse, particularmente a la luz de los requisitos de scripta, praevia
y sobretodo stricta que debe tener toda ley penal, qué es lo que ha de
entenderse por concubinato. Si bien es cierto que la modificación viene
en el marco de la gran reforma que pretendió incorporar la violencia
intrafamiliar en la legislación general chilena, no es menos cierto que
dicha incorporación no proveyó, al menos en la modificación al tipo de
parricidio, de los insumos normativos suficientes como para poder cumplir
los estándares mínimos requeridos para una norma penal. Lo anterior no
deja de ser relevante a la hora de considerar que lo que se ha modificado
es un tipo penal con una de las penas más monstruosamente altas en el
marco de la legislación chilena, tipo penal que anteriormente era
sancionado con la pena de muerte, pena que por aquella concesión
"humanitaria" fue reemplazada por el presidio perpetuo en su modalidad
calificada. Por tanto, la incorporación de la convivencia al parricidio se
topa con este primer y gran escollo de no existir la claridad suficiente
sobre lo que se va a tener que entender por convivencia. Respecto del
uxoricidio el asunto es más sencillo toda vez que el matrimonio es un
vínculo legal generado en el marco de un contrato, contrato que tiene
fecha cierta y es celebrado ante un funcionario público que lo autoriza,
contrato que, además, encuentra su definición, regulación y efectos en
el Código Civil de Bello con lo que queda satisfecho el requisito de
seguridad jurídica y claridad en los términos del elemento típico. No así
ocurre respecto de la convivencia. Si bien es más o menos claro lo que
puede entenderse por un concubinato, no es menos cierto que es una
situación de hecho no regulada ni menos definida por la ley, situación
que puede tener ciertos elementos o carecer de otros tantos que pueden
entrar a hacer dudar de la certeza de si una situación determinada es o
no concubinato. La misma ley sobre Violencia Intrafamiliar se encarga de
dar algunos criterios para despejar el problema. Particularmente el
artículo 5, al definir la violencia intrafamiliar, y referirse a la convivencia
entre dos personas, marco para que se dé la referida situación de
violencia, se encarga de equiparar a esto el hecho de que dos personas
77
tengan hijos en común. Por tanto, haciendo una interpretación
sistemática de la norma y la definición hecha, puede considerarse que el
hecho de que una pareja viva junta y tenga hijos en común se entiende
como concubinato. Sin embargo nada se dice de los demás casos y
queda a la libre interpretación del juzgador, en base a lo planteado por
los intervinientes de un caso, cuando una situación constituye o no
concubinato. Y pasando del caso de la pareja con hijos en común, el
problema se complica: ¿Basta la vida bajo el mismo techo para poder
hablar de concubinato? ¿Qué ocurre con el hecho de vivir juntos sin
hacer vida en común en donde no existen mayores vínculos que el de
cohabitar una misma casa? ¿Se puede hablar de concubinato y
parricidio si el agente había hecho abandono del hogar común? ¿Puede
entenderse en tal caso como conviviente o solo ex conviviente? ¿Dónde
se termina la convivencia para efectos del parricidio? E incluso el asunto
se puede llevar aún más al extremo: ¿Puede entenderse concubinato y
parricidio en el marco de parejas homosexuales? Ya que el legislador lo
considera como situación análoga el matrimonio, puede señalarse que
como no se concibe un matrimonio de personas del mismo sexo en Chile,
es inaceptable equiparar el concubinato homosexual a una relación
conyugal, pues lo protegido es una situación análoga al matrimonio,
entre un hombre y una mujer. Pero también puede argumentarse sin
mucho problema que precisamente para evitar que las muertes en el
marco de parejas homosexuales, que, al menos por ahora, nunca
podrían estar unidas en vínculo matrimonial, queden fuera de la
protección del parricidio, estas han de incluirse en el concepto de
convivencia incorporado en el parricidio. Como se aprecia, los
problemas respecto al concepto mismo de convivencia, a quienes se
aplica, el catálogo de condiciones que deben darse para poder
considerar su existencia y su cabal definición es algo que no está resuelto
de forma concreta y existen grandes espacios en blanco respecto de los
cuales podrían presentarse serias dudas para poder determinar si lo que
78
se examina es un homicidio o un parricidio, cuestión no menor sin lugar a
dudas.
79
intención de matar a cualquiera, se representa como probable la muerte
de un pariente suyo que forma parte de ese grupo de gente y, por
consiguiente, su muerte, y pese a ello, dispara, comete parricidio con
dolo eventual. La hipótesis culposa está absolutamente excluida. No es
concebible el cuasidelito de parricidio, desde que en el tipo imprudente
o negligente no hay una voluntad dirigida a la realización del tipo y en el
parricidio sí es exigible una voluntad orientada hacia el resultado muerte
del pariente o cónyuge, sea que se lo persiga directamente, sea que se
lo acepte, previéndolo como posible. Los autores españoles antes
citados, apuntan que no tiene sentido hablar de parricidio cuando el
agente no conoce la relación de parentesco ni tampoco cuando aun
siendo consciente de ella, no causa dolosamente la muerte. Respecto al
parricidio por omisión, deben reproducirse todas las consideraciones
hechas en la Parte General, al tratar los delitos de comisión por omisión,
con sus elementos esenciales: posición de garante, deber jurídico de
actuación, abstención de la acción debida y esperada.
80
cónyuge de la víctima se concierta
con su amante para darle muerte a
su marido y le facilita la entrada a su
casa donde duerme la víctima
quien es ultimada por el extraño. La
mayoría de nuestra doctrina y
jurisprudencia consideran al
pariente o cónyuge como partícipe
de parricidio, desde que el intraneus
es portador de la causa personal e
interviene en un hecho consistente
en darle muerte a su pariente o
cónyuge, reputándolo autor el art.
15 del C. Penal ("se consideran
autores"). Un sector minoritario,
entiende que hacer responsable al
pariente o cónyuge de parricidio,
cuando lo que en la realidad se ha
cometido es un homicidio --un
extraño ha dado muerte a un
extraño para él- significa hacerle responsable de un delito que no ha sido
realizado. Se hace aplicación del principio de la accesoriedad, de modo
que hay que estarse al tipo efectiva y realmente perpetrado por el
ejecutor, cual es un homicidio y es en relación a este tipo que debe
apreciarse la actuación del intraneus. La conducta del partícipe
(inductor, cooperador) es accesoria respecto del hecho o acto del
ejecutor, que realiza el tipo, este tipo realizado por el ejecutor es el
homicidio y a este accede el comportamiento del partícipe, cómplice o
encubridor, pariente o cónyuge. El título de imputación seria de
homicidio para todos, ejecutor y partícipes, cómplices y encubridores, ya
que sólo tal delito se ha cometido en la realidad, eso sí que con la
agravante del artículo 13 para el intraneus. Grisolia, Bustos y Politoff han
81
defendido entre nosotros esta tesis minoritaria, señalando que el marco
penal aplicable --homicidio agravado- permitiría imponer una pena
suficientemente coherente con la gravedad del hecho.
MODIFICACIONES DE LA NORMA
82
Lo propio ocurrió en los Estados alemanes, donde se rebajó la pena
cuando por razones de honor la madre mataba al hijo recién nacido.
En Chile el infanticidio ocurre cuando el padre, madre y demás
ascendientes legítimos o ilegítimos, dentro de las cuarenta y ocho horas
después del parto matan al hijo o descendiente y se le impone la pena
de presidio mayor en sus grados mínimo a medio (5 años y 1 día a 15
años), la misma que la señalada para el homicidio simple, es decir, en
nuestro país sólo es una figura privilegiada del parricidio. Sin embargo, en
el derecho comparado, el infanticidio es también una figura privilegiada
del homicidio, además del parricidio.
83
la madre que para ocultar su deshonra matare al hijo recién nacido o los
abuelos maternos por el mismo motivo se imponía prisión menor (6 meses
a 6 años).
84
En la segunda mitad del siglo XX, el parricidio no es un tipo penal especial
en las legislaciones germano-europeas; en tanto que en las legislaciones
latino-europeas y latinoamericanas constituye una calificante del
homicidio. Tanto si es o no un delito especial tiene una pena inferior al
asesinato o al menos equivalente; además la circunstancia de haber
sufrido servicias, que significa malos tratos graves y repetidos de obra o
de palabra, son tomados en consideración por la jurisprudencia como
una importante atenuante y en algunos casos como eximente de
responsabilidad; también en la mayoría de las legislaciones, se establece
el infanticidio cuando se obra por parte de la madre durante o
inmediatamente después del parto o bajo la influencia del estado
puerperal, como figura privilegiada del homicidio simple.
85
delito específico de parricidio o infanticidio, los cuales se incluyen en las
diversas formas de homicidio. A los delitos antes señalados, puede
aplicarse la atenuante cuando se comete el delito bajo la influencia de
fuerte conmoción psíquica, provocada por hechos injustos de la víctima,
como también al defenderse de un atentado socialmente peligroso,
aunque haya habido exceso en la legítima defensa.
86
a 30 años; el homicidio agravado tiene como pena la reclusión perpetua
y entre las circunstancias de éste que además de obrar con crueldad en
contra de la persona, se incluye el haber empleado servicias; el homicidio
simple tiene pena no inferior a 21 años; la penalidad del homicidio de un
pariente es inferior al homicidio agravado y superior al homicidio simple,
o sea, es intermedia entre ambos; se derogó el homicidio por honor
familiar cuando había relación carnal ilegítima de la mujer, hija o
hermana; el homicidio preterintencional, o sea, el que comete lesiones y
sin intención ocasiona la muerte, tiene una pena de 10 a 18 años; a la
vez, el infanticidio lo comete la madre que ocasiona la muerte del feto
durante el parto o del recién nacido, inmediatamente después del parto,
en condiciones de abandono material o moral, y será penado con
reclusión de 4 a 12 años. A los delitos antes señalados puede aplicarse la
atenuante de obrar en estado de ira por un hecho injusto de otro, o si
obrare con motivo de un particular valor moral o social; como también la
eximente de responsabilidad al obrar constreñido por un peligro actual
de un daño grave o amenaza de éste; a su vez, opera como agravante,
además de obrar con crueldad en contra de la persona, el haber
empleado servicias.
87
vigente con anterioridad; y también se derogó el infanticidio que pasa a
ser considerado como homicidio, pero al cual se le aplica en este caso,
atenuantes, lo que en la práctica significa una pena inferior. A los delitos
antes señalados puede aplicarse la atenuante de obrar por causas o
estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u
otro estado pasional de carácter semejante, a la vez otra referida a
cualquier circunstancia de análoga significación (en ésta se incluye el
haber sufrido actos de servicias, violencia o malos tratos por parte del
occiso), como también la eximente de responsabilidad, el obrar
impulsado por miedo insuperable.
En Argentina, el que mata a su
ascendiente, descendiente o
cónyuge, sabiendo que lo son, tiene
una pena de reclusión perpetua, pero
si mediare una circunstancia
extraordinaria de atenuación, podrá
ser de 8 a 25 años. El homicidio
calificado tiene pena de reclusión
perpetua, en tanto que el homicidio
simple, de 10 a 25 años; si bien el
parricidio se tipifica como calificante
del homicidio, el parricidio atenuado
tiene una pena inferior al homicidio
simple; el homicidio que se comete en estado de emoción violenta, que
las circunstancias hicieren excusable la pena, es de 3 a 6 años, la misma
señalada para el homicidio preteritencional. El infanticidio referido a la
madre que para ocultar su deshonra mate al hijo durante el nacimiento
o mientras se encontrare bajo la influencia del estado puerperal, y al
padre, hermano, marido o hijo cuando lo comete en defensa de la
honra de la hija, hermana, mujer o madre, siempre que se encontrare
en un estado de emoción violenta excusable, se le impondrá la pena
de reclusión de 6 meses a 3 años. A los delitos señalados, puede
aplicarse la eximente de responsabilidad, el obrar bajo amenazas de
sufrir un mal grave e inminente.
En Perú, al que a sabiendas mata a su ascendiente, descendiente,
natural o adoptivo, o a su cónyuge o concubino, se le impone una pena
no menor de 15 años; el parricidio es un delito especial con la misma
pena establecida para el homicidio calificado; si se tratare de un
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homicidio simple va de 6 a 20 años, y si es en un estado de emoción
violenta que las circunstancias hicieren excusable, de 3 a 5 años; el
homicidio preteritencional, de 3 a 6 años; si por piedad mata a un
enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consciente para
poner fin a sus intolerables dolores, la pena es no mayor de 3 años; el
infanticidio lo comete la madre que mata a su hijo durante el parto o bajo
la influencia del estado puerperal y se le impone una pena de 1 a 4 años
o prestación de servicio comunitario de 52 a 104 jornadas. A los delitos
señalados, puede aplicarse la eximente de responsabilidad, el obrar bajo
amenaza para la vida, integridad corporal o libertad.
89
análoga a ellas (en esta última se incluye el haber sufrido actos de
servicias, violencia o malos tratos por parte del occiso o víctima).
90
angustiante en que se encuentra la madre, generalmente producto del
abandono físico o moral, o de la presión social y familiar, cuya estructura
se da también en el contexto del que forma parte una subcultura
patriarcal.
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parentesco, denominado en este caso parricidio; algunas legislaciones
contemplan la circunstancia de las servicias cometidas con anterioridad
por el hechor, que se agrega a la del ensañamiento; en segundo lugar,
está el homicidio simple cuando no hay ninguna de las circunstancias
calificantes; continúan en esta jerarquía, el parricidio atenuado por
haber ejercido el occiso servicias o violencia en contra del hechor; el
homicidio preterintencional, cuando producto de las lesiones resultare la
muerte; en algunas legislaciones, el homicidio emocional; le sigue el
infanticidio cometido por la madre en contra de un recién nacido; y el
homicidio piadoso, cuando se da muerte a un enfermo incurable a
solicitud de éste. En algunos de estos casos, operan como agravante
genérica, las servicias ejercidas por el hecho, y mayoritariamente como
atenuante o eximente, el obrar bajo amenaza de un mal grave e
inminente.
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tenía el grado de desarrollo menor, las tasas de homicidio eran más altas
y las de suicidio más bajo.
93
brutalmente a su mujer e hijos); en tanto que el 77% lo cometieron mujeres
que se desglosa en: 30% a maridos, 50% a hijos y 20% a padres por las
mismas razones expresadas anteriormente.
La misma autora en una investigación denominada Delincuencia Común
en Chile, publicada en 1994, estableció que la delincuencia femenina
rural alcanza a un 79% de delitos contra las personas, la familia y la moral;
de éstos, un 43% corresponde a parricidio, homicidio del conviviente o
infanticidio; en tanto que en la delincuencia femenina urbana
predominan los delitos contra la propiedad, que se incrementan de un
50% en 1983 a un 79% en 1988, constituyendo el parricidio, homicidio del
conviviente e infanticidio un 14% del total. A su vez, otro estudio de la
misma autora en 1996, entre las condenadas pertenecientes a zonas
urbanas de las regiones de Valparaíso, Santiago, Biobío y Araucanía, del
total de delitos cometidos por mujeres, los homicidios fueron, 12% en
Valparaíso, 5% en Santiago, 7% en Biobío y 7% en Araucanía; de los
parricidios cometidos, 3% en Valparaíso, 3% en Santiago, 9% en Biobío y
17% en Araucanía; cometieron infanticidio, 0% en Valparaíso y Santiago,
9% en Biobío y 5% en Araucanía. Doris Cooper señala que, de acuerdo a
los resultados de sus investigaciones, los delitos cometidos tanto por
hombres como por' mujeres, en las zonas rurales predominan aquellos
contra las personas, la familia o la moral; en tanto que en las zonas
urbanas, predominan los delitos contra la propiedad, bajando
considerablemente el porcentaje de los primeros. En base a lo señalado
por la autora, existe una tipología recurrente para los delitos de parricidio,
homicidio de familiar o pariente e infanticidio: Parricidio del padre;
parricidio o uxoricidio o feticidio del marido o del conviviente, homicidio
del padrastro o conviviente de la madre. Los casos de parricidio del
padre, parricidio o conyugicidio del marido u homicidio del conviviente
homicidio del padrastro o conviviente de la madre se circunscriben
dentro de un contexto de extrema violencia que el padre o quien haga
sus veces ha ejercido prácticamente desde el nacimiento del hijo o hija.
El occiso ha sido en primer lugar golpeador de su mujer, después hace lo
94
propio con los hijos, tratándose de la hija, desde temprana edad, comete
abuso sexual en contra de ella, que al poco tiempo se convierte en
violación incestuosa. Contra los demás miembros de la familia, el padre
ejerce un maltrato físico y comete lesiones cada vez más graves, las que
llegan a provocar aborto a la madre si está embarazada,
acuchillamiento, cortes, heridas, fracturas, quemaduras u otras formas de
tortura; la violencia psicológica del padre es sistemática, la que se
caracteriza por insultos, amenazas y una descalificación permanente a
su mujer e hijos, agravado muchas veces por la ingesta de bebidas
alcohólicas. También la mujer, debido a la situación que vive, maltrata
psicológicamente a sus hijos, generando un estado de tensión
permanente en el hogar. Por la misma razón, en este tipo de hogares, la
mujer, hijos, hijas y demás familiares se encuentran bajo una completa
indefensión, motivo por el cual los hechos no son denunciados, por temor
a represalias del padre, dado que es un hecho que la agresión será aún
peor. Por los motivos más insignificantes, el cielo de violencia se hace más
y más recurrente, a la vez mucho más brutal, e incluso llega a ser
constitutivo de intento de suicidio. La desesperación es tal que en
ocasiones, lleva a alguno de los hijos a intentar suicidarse e incluso a la
madre idear la muerte del marido, hecho que la mayoría de las veces no
llega a concretarse. Un hecho puntual de abuso grave de tipo sexual,
maltrato físico o intento de homicidio por parte del padre, padrastro,
marido o conviviente de la madre, gatilla en los miembros de la familia
por regla general, en forma colectiva, la necesidad de darle muerte. De
esta manera, frente a la amenaza de la sobrevivencia se llega a
situaciones límites de tolerancia y de transgresión a todo código de
normas básicas de convivencia humana; se produce, en estos casos, una
reacción instintiva que sobrepasa ilimitadamente el control social
internalizado por la víctima de malos tratos.
CAPÍTULO V
95
CASOS EMBLEMÁTICOS DE
PARRICIDIO
96
CRIMEN EN LA MOLINA
CASO STEPHANIE
I.DESARROLLO DE LOS HECHOS
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Sin evidenciar arrepentimiento, la chica continuó desarrollando sus
actividades normalmente en su vivienda de la calle El Corregidor, Mz. O,
lote 10, urbanización Los Girasoles, en La Molina.
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En tanto, el abogado Víctor Andrés Carrillo explicó que la legislación
vigente ahora permite condenar a los menores por infracción a la ley,
aunque, en ningún caso podrá imponérseles más de 6 años de
confinamiento.
IV. SENTENCIA
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En tanto su enamorado de 16 años estará recluido cuatro años y seis meses por
ser cómplice primario del crimen. La menor escondió el cadáver casi dos
meses y fue hallado por la policía el 9 de marzo.
100
La matricida, asegura que su madre la atacó primero. Las discusiones
entre ambas eran frecuentes. Llamoja es hija de un juez y estudiaba
derecho en la Unifé. Previamente la joven habría intentado envenenarla
dándole a la madre una bebida mezclada con raticida, pero que esta
reconoció el veneno y lo arrojó al piso. Habría sido entonces que tomó el
cuchillo.
II. SENTENCIA
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III. REDUCCIÓN DE LA PENA
V. REVOCACIÓN DE LA SEMILIBERTAD
102
ELIZABETH ESPINO VÁSQUEZ
“Sí, nosotros la matamos. Estaba cansada de sus reglas, que haz esto,
que haz lo otro, no te juntes con ese chico. Nadie le gustaba, nadie era
perfecto, mientras ella podía hacer todo después de que se separó de
papá”, confesó Elizabeth Alexandra a los policías de homicidios.
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La joven relató en detalle lo que ocurrió la noche del 27 de enero en su
casa de Lince. Ella, su enamorado Fernando González Asenjo, de 24 años,
y su amigo Jorge Eduardo Cornejo Ruiz, de 21 años, planificaron asesinar
a la abogada Elizabeth Vásquez Marín.
Espino Vásquez relató a la policía que hizo entrar a sus amigos a la casa
cuando su madre se estaba bañando. Al salir de la ducha, la
confrontaron: la víctima se dio cuenta de lo que se iba a suceder e
intentó buscar ayuda.
104
Aunque en un principio intentó negarlo todo, Fernando González terminó
por confirmar la declaración de su enamorada y su participación en el
asesinato.
Tras su arresto, Elizabeth fue trasladada al médico legista para los
exámenes de ley, en los que se detectó que presentaba lesiones
recientes en el cuerpo. Luego fue sometida a un interrogatorio por los
detectives de Homicidios.
Elizabeth Espino en su primer interrogatorio ocultó y dio información falsa
a la policía en su primer interrogatorio para desviar las investigaciones por
lo que se convirtió con su pareja en los principales sospechosos para
esclarecer el crimen.
Elizabeth había dicho que su madre salió de su casa, ubicada en la calle
Joaquín Bernal 1080, Lince, la madrugada del 27 de enero tras recibir una
llamada telefónica.
Sin embargo, esa llamada nunca ocurrió. Por el contrario, se encontraron
llamadas entre el celular de Elizabeth y su ex enamorado, ese mismo día.
También había declarado que la última persona que vio a su madre fue
el vigilante del edificio en el que vivían. Esta versión fue desmentida por
el guardián, quien aseguró que esa noche la joven le pidió que le
comprara un pollo a la brasa, y cuando regresó, a los 20 minutos, el carro
de la abogada no estaba.
Otra evidencia en su contra fue el hallazgo de gotas de sangre en la
cochera del edificio, luego de que peritos de criminalística realizaran la
prueba del luminol.
La empleada doméstica de la familia afirmó que la relación entre madre
e hija no era buena, “siempre andaban peleando como perro y gato”.
Elizabeth aseguró a la Policía que nunca tuvo peleas con su madre.
Incluso el juez Espino dijo que su familia era unida a pesar de su
separación.
Cuando le preguntaron quiénes podrían ser los asesinos de su ex esposa,
Espino dijo que podría tratarse de la venganza de algún socio, pero jamás
mencionó las desavenencias entre madre e hija.
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Este caso hace recordar al de Giulliana Llamoja, hija también de un
magistrado, que asesinó de varias puñaladas a su madre. Ahora Elizabeth
y su pareja no solo truncaron la vida de una mujer brillante, como
profesional y empresaria, sino también que perjudican la suya: por ahora
solo les queda la cárcel.
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V.RATIFICACIÓN DE SENTENCIA POR LA CORTE SUPREMA
La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia decidió,
finalmente, ratificar la condena de 30 años de prisión que se le impuso a
Elizabeth Espino Vásquez (‘Elita’) por el asesinato de su madre, la
abogada Elizabeth Vásquez Marín.
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El 7 de noviembre de 2013 apareció el auto de María Rosa Castillo
totalmente violentado y un día más tarde por fin aparecería la
empresaria pero, para la tristeza de su familia, solo se ubicaron sus restos.
María Rosa Castillo había sido asesinada y no solo eso, fue calcinada aún
con señales de vida y abandonada en un descampado en Manchay. Y
lo peor para sus familiares aún estaba por venir.
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Según las autoridades, el móvil del crimen habría sido el odio que sentía
Marco Arenas contra su madre. Odio que según el asesino, fue originado
por los constantes comentarios de Fernanda Lora, quien en algún
momento le llegó a decir “O la matas tú, o la mato yo”.
109
Mientras tanto, este 11 de mayo vence la ampliación de la prisión
preventiva para Marco Arenas y Fernanda Lora. De no tener hasta ese
momento sentencia, la joven pareja podría salir en libertad.
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CAPÍTULO VI
POLITICA CRIMINAL DE
PARRICIDIO
111
esto es, la aplicación de la pena privativa de libertad señalada en la
norma. Pero la realidad casuística demuestra que hay atenuantes que
considerar y circunstancias eximentes por aceptar. Entonces es menester
deslindar situaciones entre los agentes del delito, pues las medidas de
seguridad no solamente se aplican a los inimputables desde el momento
en que alcohólicos y toxicómanos imputables no pasan a purgar
condena en los establecimientos penales regulares del país.
112
Para poder eliminar en parte las causas que ocasionan el parricidio debe
empezarse por la diferencia de géneros, debido a ello es que se origina
muchos de los problemas sociales, empezando desde el hogar en donde
la persona encargada de la educación de los hijos es la madre, y de esta
manera debe procurar una adecuada formación de ellos, es así como
poco a poco va adquiriendo un papel negativo ante los ojos de sus hijos,
que después reciben el apoyo del padre dejándola como “malvada”
ante ellos. Esta puede ser la principal causa de casos de parricidio, pues
se va creando cierto recelo hacia la figura materna. Por esto es necesaria
una revisión del material educativo para eliminar estereotipos de género,
y un lenguaje inclusivo.
113
Capacitación y orientación a los padres de familia para disminuir los
índices de violencia, pues se les debe enseñar que la mejor forma para
la adecuada educación de sus hijos no es empleando los golpes sino
promoviendo una mejor comunicación asertiva.
Por otro lado las penas dadas en el artículo 107 del Código Penal
deberían aplicarse de forma rigurosa y equitativa, pues, el solo hecho de
dar muerte a un familiar sea ascendente o descendente es un hecho
cruel y salvaje, sin considerar qué edad éste pueda tener en el momento,
debido que para realizar una acción como esta no se tiene la inocencia
o la falta de conciencia que se piensa. Por lo contrario es un ser que ha
ido desarrollándose en base al rencor, odiando a todo aquél que pueda,
con una mala influencia sea de los amigos y del grupo social que lo rodee
114
CONCLUSIONES
§ El parricidio es un delito que siempre ha existido y ha sido considerado
como tal desde entonces. Se ha incrementado este problema por la
diferencia de género que existe en la sociedad y por el narcisismo de
quiénes lo conforman. La economía es uno de los factores principales,
debido a que crea una sociedad para cada clase social, dejando la
peor parte a la clase baja.
115
BIBLIOGRAFÍA
116
LINKOGRAFÍA
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pueden-empezar-de-nino-dicen-especialistas
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§ http://abogadalitigante.blogspot.com/2011/01/el-parricidio.html
§ http://repositorio.uchile.cl/handle/2250/111820
117
ANEXOS
ANEXO N° 1
PARRICIDIO ASOCIADO A MUERTES VIOLENTAS, SEGÚN
CALIFICACIÓN PRELIMINAR DEL TIPO DE HOMICIDIO
2011 – 2013
118
119
120