Vous êtes sur la page 1sur 21

LA CHICA PÁJARO*

(adaptación de los alumnos de 3° “A” del Colegio Simón Bolívar Mixcoac con fines
didácticos)
Lista de personajes:
Mara
Leonor
Darío
Maxi
El jefe de Darío
Niña
Mamá de la niña
Amiga de Leonor
Pato
Hernán
Graciela
Padre de Mara
Jorge
Extraño
Policía
Tres pasajeros
Amigo de Darío
Dos mujeres
Camillero
Enfermera
Taxista
Camila
Lucía
Maru
CAPÍTULO UNO
(En el fondo hay un árbol, un camino, un edificio en construcción, un banco en el parque.
Entra Leonor).
Leonor: (Acomoda sus cosas en el asiento del parque, escucha sonidos y levanta la
vista, ve a una chica correr.)
Mara: (Corre mirando hacia atrás, trae en su espalda una mochila pesada.)
Leonor: ¿Qué estará pasando?
Mara: (Sube a un árbol.)
Maxi: (Camina enojado y con prisa, con los puños cerrados. Mira el árbol donde se
encuentra escondida Mara y se va sin acercarse.)
Leonor: (Viendo toda la escena, acomoda sus cosas y se va.)
Mara: (Se recarga en el tronco y cierra sus ojos, suspirando) ¡No manches! (Dice
volviendo a abrir los ojos de golpe), tengo que marcarle a mi madre. (Busca su celular y
marca.) ¡Ma, no regresaré a casa por un tiempo… Madre, escúchame. Estoy bien.
¡Tranquilízate, por favor! Estaré en casa de unas amigas, ¿sí? (Suspira) Sí. Ya. Adiós.
(Cuelga el teléfono. Se quita la mochila de la espalda y la abre. Saca una tela color
turquesa. La cuelga en una rama y coloca en otra rama su mochila. Se acomoda en su
tela para comenzar a hacer piruetas)
Mara: ¡Diablos! ¿Qué voy a hacer ahora? No puedo dormir aquí, pero… Si regreso, me
van a lastimar. ¿Estarán buscándome? Dudo que regrese… ¿Y si llaman a mis amigas?
No, no lo creo. (Se agarra el pecho) Me duele aquí… Debo calmarme. Mejor me voy a
dormir. (Cierra los ojos. Los vuelve a abrir de golpe) No ma, ¿y si llama a la policía? No,
no creo, sería muy estúpido si lo hace. Eso sí, no pienso salir de aquí, ni de broma. (Se
duerme.)
CAPÍTULO DOS
(Al día siguiente en el parque donde ocurrió el capítulo anterior)
Leonor: (Llega y comienza a hacer posturas de yoga. Mira a Mara en el árbol) Esa chica
me recuerda cuando yo era joven (mira la tela de Mara) ¿Por qué estará durmiendo aquí?
Quisiera hablarle… (Suspira) Quizá se dé la ocasión.
(Mara despierta y comienza a estirarse en la tela color turquesa, Leonor la contempla,
mientras hace sus ejercicios, Darío entra y se sienta en un banco a almorzar, saca un
emparedado y la mira.)
Darío: ¿Quién será esa chica? Se ve taaaaan linda y más bailando. Quisiera perder el
miedo para poder hablarle. Quisiera dibujarla, no sólo en mi pensamiento, ¿por qué siento
esto?, ¿será amor a primera vista? (Termina de comer, pasa sus dedos por su cabello.
Agarra una libreta y una pluma, se sienta y se pone a dibujar a Mara) (Entusiasmado) ¡La
voy a dibujar y quedará hermosa!
Leonor: ¿Qué estará pasando con ese chico? ¿Por qué está sentado ahí? (Sigue
practicando yoga mientras los ve.)
Mara: (Abraza el tronco del árbol. Se sienta en una rama)
Leonor: (Mira a Darío) ¿Le gustará esa chica?
Jefe de Darío: ¡Darío, ven a trabajar! No te pago por llegar tarde, ¿eh? (Sale)
Darío: (Se sobresalta. Guarda sus cosas y regresa a trabajar)
Leonor: Ja, estaba abstraído… (Mira a Mara curiosa) ¿Qué pasará por la mente de esa
chica? (Toma sus cosas y se va.)
CAPÍTULO TRES

(Todo corre tranquilo, el mismo día por la tarde, Mara cuelga de la tela mientras danza,
una mujer con su hija caminan frente al árbol donde ella está.)

Niña: (Con admiración y dirigiéndose a su mamá) ¡mira mamá qué lindo baila esa chica!

Mamá de la niña: Sí, tienes razón…

Mara: (Voltea a verlas y sonríe.) Gracias…. (Monólogo) qué lindo es que nadie te
conozca, mañana será otro día, él no aparecerá, hoy voy a descansar de nuevo…

(Alguien pone música, suena una grabadora y Mara comienza a bailar.)

Mara: Desde hoy me llamaré Alma, seré libre, lo lograré y nadie lo impedirá…

(Aparece Darío dando una vuelta por el parque antes de entrar a la obra, con atención y
con una mirada enamorada, observa a Mara, mientras ella hace abdominales.)

Mara: (Hace abdominales con los ojos cerrados)

Darío: (Se da la vuelta y habla para sí mismo) No puedo dejar de pensar en ella
¡definitivamente tengo que hablarle! Debo irme ya, si no, llegaré tarde al trabajo… ¡Qué
importa! Es ahora o nunca… (Corre a un puesto de periódicos y compra unas galletas,
regresa y se posa frente a Mara)

Darío: (Le toca el hombro a Mara) ¡Hola! (le extiende las galletas)

Mara: ¿Y esto? (sorprendida)

Darío: Toma, para ti…

Mara: (Indiferente) Ah… ¿y por qué?

Darío: Pensé que te iba a gustar… (apenado)

Mara: (Irónica) ¡Pensaste que me iba a gustar! Bueno, gracias…

Darío: (Susurrando) Por nada, me llamo Darío…

Mara: (Dudosa) Yo, yo soy… Alma…

(Darío se va triste, ya que Mara no fue muy eufórica con él)


CAPÍTULO CUATRO

(Recámara de Darío)

Darío: (Está sentado y comiendo un sándwich. Suspira) Alma… (Saca su cuaderno y


comienza a dibujar) la próxima vez, me animaré a hablarle bien… La invitaré a salir.

(Es de noche. Mara está en el árbol, en el mismo parque.)

Mara: ¿Cuántas noches podré seguir así? No falta mucho para que alguien se acerque a
hacer preguntas. Tengo que buscar a mi hermana…

(Casa de Leonor, ella cocina, el teléfono suena y contesta)

Leonor: ¿Bueno?

Amiga de Leonor: ¡Leonor! ¿Qué tal todo?

Leonor: ¡Me alegra mucho escucharte!

Amiga de Leonor: Hablaba para proponerte lo de vivir juntas, ¿Qué opinas?

Leonor: Es maravilloso, pero el problema es la distancia…

Amiga de Leonor: Bueno sí… (triste) tengo que contarte algo…

Leonor: Dime…

Amiga de Leonor: Últimamente las cosas se me olvidan, por favor no le cuentes a nadie.

Leonor: No lo contaré… Te lo prometo… (Se entristece.)


(Cuelgan)
CAPÍTULO CINCO
(Darío camina distraído hacia su trabajo y forzosamente debe pasar por el parque donde
vive Mara, ellos chocan sin querer)

Darío: (A Mara) perdóname…

Mara: (Lo mira y sonríe) no es nada, tranquilo… (se va)

Darío:(Alcanza a Mara) ¡Alma, espera!

Mara: (Camina más lento, pero no se detiene, se va lentamente)

Leonor: (Ve a Mara y Darío) se ve que al chico le gusta mucho, pensé que tardaría más
en acercarse, pero aun así la chica no lo acepta… (triste)

Darío: (Pensativo) la iré a buscar cuando salga, la invitaré al cine, a comer algo, no sé, ¿y
si me dice que sí? Entrelazaré mis manos con las suyas…. La haré sonreír, aaahhh, esa
sonrisa…
(Pasa el mediodía y llega la tarde, Darío sale del trabajo y busca a Mara en el parque)

Darío: (Busca a Mara y no la encuentra.) ¡Quizá la anciana sepa algo! (Se acerca a
Leonor) Disculpe, ¿no vio a dónde se fue la chica de la tela?

Leonor: (Mira a todos lados) No, pero seguro volverá.

Darío: Cierto, gracias, (se aleja) mañana la invitaré…. Esa chica me está haciendo daño,
me hace mal. (Se va.)
CAPÍTULO SEIS
(En el parque)
Leonor: (Se acomoda en su postura y respira) Hay una energía rara en el aire, hoy será
la noche de las brujas, tomaré un baño como repelente, cuando llegue a casa.

Mara: (Aparece desesperada y corriendo) ¡Ahhhhhh!

Maxi: (Corretea a Mara) ¡Hoy no te escapas!, ¿me escuchaste? (enojado y gritando)

(Mara trepa muy alto en el árbol.)

Maxi: (Toma un puño de piedras. (las lanza y acierta varias veces a Mara) ¡Maldita sea,
baja ya!

(Mara no se mueve, se acerca un policía, Maxi se va. Leonor observa todo.)

Leonor: (Se dice así misma) tengo qué ayudar a esa chica lo más pronto posible… (Se
acerca a Mara.) No te conviene quedarte aquí… Por lo que veo, ese chico no es
muuuuuyyy amigable, me asusta…

Mara: (Muy triste) Lo sé, pero no tengo a dónde ir.

Leonor: (Entusiasta) Ven conmigo, vivo cerca.

(Mara no responde)

Leonor: (Insistente) Nos podemos llevar la tela, así pensará que te fuiste.

Leonor: (Con ternura) Sé lo que sientes, sólo busco ayudarte, si quieres puedes llamar a
tu familia desde ahí…

Mara: Bueno, está bien, muchas gracias… (Baja del árbol y guarda la tela en su mochila,
abraza a Leonor.)
CAPÍTULO SIETE

(Mara y Leonor llegan al departamento. Leonor abre la puerta, enciende la luz. El lugar
está lleno de plantas.)
Mara: Tu departamento es muy bonito, amo tus plantas.
Leonor: ¡Bienvenida a mi castillo! (Sonríe.) Soy Leonor.
Mara: Estem... Alma (nerviosa, con desconfianza y mira el departamento.)
Leonor: ¿Cómo? ¿Malva? Qué bonito nombre…
Mara: No, no ¡Alma!
Leonor: ¡Ah! ¿Alma? Muy bonito nombre también. Siéntate donde tú quieras. ¿Quieres
darte un baño?
(Mara asiente y va al baño. Se ve en el espejo y empieza a llorar y se asea. Sale del
baño. Leonor está en la cocina.)
CAPÍTULO OCHO
(Mara entra a la cocina de Leonor)
Leonor: ¿Quieres algo de comer?
Mara: Sí, por favor.
(Comen juntas la cena, Leonor le sirve té.)
Leonor: Tómatelo con calma, tenemos mucho tiempo.
(Mara empieza a tener confianza con Leonor)
Mara: Es que... Creí que no iba a estar mucho tiempo en el parque, lo que pasa es que
quiero vivir con mi hermana, pero no sé dónde está. Pato. Ese es su nombre. Tengo otro
hermano. Hernán, él es el menor. Yo soy la de en medio...
(Leonor asiente y comprende.)
Mara: Mi papá se fue cuando yo tenía siete años, pero antes de irse nos lastimó...
Leonor: ¿Cómo?
CAPÍTULO NUEVE
(Mara recuerda, inicia un flashback. Mara se queda pensando y recordando. Aparece un
señor y golpea a una niña. El hombre se va. La niña se queda con su mamá mientras le
cura los golpes con sus hermanos.)
Hernán: ¿Por qué nuestro papá nos golpea?
Graciela: Sólo está enojado con la vida.
(Pasa el tiempo, llega el papá borracho y con una botella en la mano. Los niños se van a
abrazar a una esquina. El papá agarra del hombro a Pato, Graciela trata de detenerlo,
pero no puede. El papá golpea a Pato y luego va por Mara, ya que ella está llorando.)
Papá de Mara: ¡Cállate! Los vecinos nos van a escuchar.
(Hernán empieza a gritar, agarra un cuchillo y se lo clava a su papá en la pierna mientras
el papá agarra del cuello a Mara. La mamá intenta separarlos, pero el papá empuja a
Hernán contra la pared y se queda inconsciente. Llegan los policías y se llevan al papá).
(Termina el recuerdo. Mara le sigue contando a Leonor.)
CAPÍTULO DIEZ
(En el comedor de la casa de Leonor, Mara sigue la narración.)
Mara: Pato consiguió trabajo, Hernán dio el estirón. Éramos felices solos. Mi mamá era re
linda hasta que apareció Jorge. Se parecía tanto a mi papá. Y en seguida la trató mal,
nunca vimos que le pegara, pero escuchábamos. Decía que sólo eran celos, tanto que ni
salía sola de la casa, Maxi es el hijo de Jorge.
Leonor: ¿El que estaba en el parque?
Mara: Sí, ese mero. Quiere ser mi galán (suspira). Cuando Pato se fue de la casa nos dijo
que nos iba a llamar, pero hasta ahorita no lo ha hecho. (Comienza a llorar y Leonor la
abraza)
CAPITULO ONCE
(Darío se habla a sí mismo, está en el parque almorzando)
Darío: No he visto a Mara, han pasado como cinco días... no, menos, como diez…
(A lo lejos ve a Mara. Deja sus cosas botadas. Se acerca a ella. Mara se cuelga en su tela
en el árbol.)
Darío: ¡Hola! (Sonriendo) pensé que te había pasado algo.
(Mara sonríe levemente)
Mara: No, no te preocupes, estoy bien (baja y Darío la abraza).
Darío: Creí que te había perdido (le susurra al oído)
Mara: Hay mucho que contar, siéntate… (se sientan en la banca del parque, después se
van.)
CAPÍTULO DOCE
(Mara está en el departamento de Leonor con Darío.)
Mara: (Soliloquio) ¿Por qué no le dije mi nombre a Leonor? Aún me preocupa mucho mi
mamá. (Tararea una melodía. Llega Darío corriendo.)
Darío: ¿A poco nos gusta la misma música?
Mara: Mmmm... pues no sé.
Darío: (Silba la misma melodía)
Mara: (Cantan juntos) Bueno, ya estoy cansada. Creo que debes irte.
Darío: ¿Tan temprano? Quería invitarte al cine... Pero si quieres, otro día, mejor.
Mara: Sí, mejor... Perdón, pero ya quiero dormir…
Darío: Está bien, pero no olvides que te quiero bien y que sólo quiero que estés tranquila.
(Darío se marcha y le da un beso y un abrazo de despedida a Mara)
CAPÍTULO TRECE
(Leonor y Mara desayunan en el departamento)
Mara: Tengo que ir a ver a mi mamá, estoy muy preocupada.
Leonor: ¿Y si te encuentras a ese tal Maxi?
Mara: Por eso, justo hoy entrena y no estará en la casa (se muerde las uñas).
Leonor: ¿Y cómo le hago...?
Mara: Te llamo por teléfono, si no lo hago, significa que algo pasó.
Leonor: Anota la dirección de tu casa, el número de teléfono, los datos y si algo sale mal,
voy a buscarte.
(Mara Escribe en un papel, se levanta y sale)
CAPÍTULO CATORCE
(Mara llega y entra a su casa. Su mamá está sentada y no se sorprende al verla, pero le
sonríe. La salida y la mamá hace un gemido)
Mara: ¿Qué te pasó? ¿Ahora qué te hizo? ¿Ya fuiste al médico?
Graciela: Tengo que tomar unas pastillas.
Mara: ¿Por qué no contestabas?
Graciela: Ya no sirven, ni el de la casa ni el celular.
Mara: Mmmm...
Graciela: ¿Viste a Maxi?, me dijo que se vieron el otro día.
Mara: Quiere que seamos novios, pero yo no quiero. ¿Te llamó Pato?
Graciela: No, ¿dónde te estás quedando?
Mara: En un lugar nuevo, todo está bien. Tranquila. Si te llama Pato, le dices que me fui,
pero sólo a ella, a nadie más.
(Graciela asiente)
Mara: Voy a subir para agarrar un poco de ropa… (sube y agarra la ropa, se cruza un
bolso y baja a despedirse de su mamá. En eso escucha la puerta de un carro cerrándose.
Mara sale por la puerta trasera)
Maxi: (Entra a la casa) ¿Quién ha venido a verte?
(Graciela no dice nada)
(Maxi empieza a perseguirá Mara)
Maxi: (Agarra del hombro a Mara) ¿A dónde crees que vas?
Mara: ¡Suéltame! ¡Suéltame! (gritando y tratando de escapar).
(Mara se logra soltar y llega a la estación de autobuses)
Extraño: ¿Estás bien? ¿Te hizo daño?
Mara: (Agitada) Sí, sí, estoy bien, muchas gracias.
CAPÍTULO QUIINCE
Mara: (Su celular suena inmediatamente, es Leonor quien llama) Que ya vuelvo, no te
preocupes por mí, (agitada) (mira en la ventanilla) ¿Bajar antes? ¡Tomar un microbús y
bajarme una estación antes!
Maxi: (Desde su auto) ¡Mara!
Mara: ¡Mejor bajaré en la terminal! (suena nuevamente el celular)
Leonor: ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? ¿Lo estás viendo?
Mara: Sí, Leonor, estoy bien, ya lo vi varias veces, ¡Está siguiéndome!
Leonor: Tranquilízate, Alma, quédate en el autobús que ya voy para allá. (Preocupada)
¿Qué rayos te hizo?
Mara: (Sollozando) Aún nada, pero tengo miedo.
(Mara se queda en el autobús, pasa media hora y llega Leonor)
Leonor: (Busca al agente de policía) Policía, busco a una chica, debe estar aquí… En
alguno de estos vagones…
Policía: La sigo señora, usted tranquila (encuentran a Mara)
Leonor: Alma, tranquila, ya estoy aquí.
Policía: Me temo que no pueden quedarse aquí, (interrumpiendo el reencuentro),
posteriormente pueden hacer una denuncia.
Mara: ¡No!, no quiero (se van cautelosas de la terminal)
Leonor: ¡Taxi! (las recoge al instante)
(Llegan al departamento de Leonor)
Leonor: Aquí es, gracias (bajan y entran a casa)
Mara: (Ya en el departamento) Simplemente ya no puedo más conmigo, me siento a
salvo, sí, pero me duele todo. ¿Me puedo bañar?
Leonor: Claro, te preparo el ba… ¿estás bien?
Mara: (Asiente con la cabeza, comienza a llorar)
CAPÍTULO DIECISEIS
(Mientras todo ocurre, y el tiempo pasa, Darío sufre en la plaza)
Darío: ¡Rayos!, ¿Dónde está la tela? (se pregunta, suspira, dibuja) ¿Cómo estará? ¿Le
habrá pasado algo? Ahhh, Alma, te extraño tanto (se sienta en el banco del árbol)
Amigo: Ay, ¡ya olvídala! No vale la pena, ¡sácatela de la cabeza!
Darío: No, no es así, no me equivoco en amarla, algo le pasa, yo lo sé.
(Leonor camina como de costumbre con las compras)
Darío: (Va hacia Leonor) ¡Señora, disculpe!, quería saber… co… ¿cómo está Alma?
Leonor: Está bien, ¿quieres verla?
Darío: (Tímido y nervioso) No me habla mucho, je, je, je...
Leonor: ¡Probemos algo! Ven conmigo… (caminan)
CAPÍTULO DIECISIETE
(Leonor y Darío llegan al departamento)
Leonor: Darío, espera un minuto, (se acerca a Mara) Mara, Darío te espera en la entrada.
Mara: (Más con pena que asombro, dirige su atención a Leonor)
Leonor: ¿Quieres verlo?
Mara: No (con la mirada al suelo y un suspiro)
Leonor: ¿Estás segura?
Mara: Sí, Leonor, más que segura, no quiero que me vea así.
Leonor: ¡Pobrecito! Está preocupadísimo, me dio tanta pena que le dije que viniera, (no
insiste más y regresa con Darío) Darío, lo siento, tenías razón, no quiere verte.
Darío: ¿Vio? Le dije…. Bueno, mándele mis saludos, (se da media vuelta, un suspiro y
camina)
Leonor: Querido… (duda) Alma huye de su novio, él la persiguió ayer, está destrozada y
triste, por eso no quiere verte.
Darío: (Gira la cabeza, se detiene en Leonor, se tensa, sus puños aprietan) Maldito…
Leonor: Quédate tranquilo, yo le diré a Alma que estás con nosotros… (entra al
departamento, mirada a mirada se encuentra con Mara)
CAPÍTULO DIECISIETE
Mara: (Acercándose a Leonor) Es necesario contarte algo más, (con voz cortada) Poco
después de que Pato se fue y Jorge se acomodó en casa… yo sólo me centraba en mí,
salir con amigas, dormir en sus casas, ¡Volar!
Leonor: (Interrumpiendo a Mara) Alma, creo que eras verdaderamente feliz, junto a
aquellas amigas, amigas que no se pierden, búscalas después de que se arregle todo
este problema.
Mara: La tela turquesa me encanta, me encierro y soy otra, soy Alma… ¿Entiendes, no,
Leonor?
Leonor: Claro que te comprendo, cada palabra.
Mara: De esa forma me escapaba, mi hermano solía no comprenderme, un día Maxi y mi
hermano pelearon… Yo estaba con mi amiga, Cami, algunas veces, y Maxi me llevaba
con ella, era muy dulce, muy tierno, pero me obligaba a hacer cosas que yo no quería y
me escapé de su auto un día, corrí a ese árbol en esa plaza, corrí para trepar.
CAPÍTULO DIECIOCHO
(Pasan tres días, Mara se recupera, sólo piensa en la tela turquesa)
Mara: (Suspira al sentir la suave brisa) Quiero volar para volver a vivir. Maxi no se
aparecerá por aquí, estoy segura, tiene un partido. (menciona eso a sí misma, Mara llega
al árbol, sonríe)
Darío: (Desde una ventana en la construcción ve a Mara, deja todo y se acerca) ¡Qué
lindo verte de nuevo por acá!
Mara: (Mara no se resiste, le devuelve la sonrisa, piensa y se dice) Ese chico no se da
por vencido, es tan dulce su mirada.
Darío: (Se anima) ¿Quieres ir a comer algo?
Mara: No, no gracias, sólo quería bailar un ratito, ya comí, hace rato que no bailo.
Darío: (Camina con un gesto hacia el banco para observarla mejor) (La mira y reconoce
los movimientos de Just the way you are, saca su libreta, la dibuja)
(Pasa un rato, Darío regresa al trabajo, Mara baila)
Mara: (Ve a Maxi, asombrada, trepa alto y se encoge) ¿Cómo puede ser?
Maxi: ¡Mara!
Mara: ¿Cómo puede ser?...
Maxi: Mara, por favor, baja ya.
Mara: ¿Cómo pude ser tan tonta?, ¿pensar que había horarios seguros?
Maxi: ¡Mara, amor mío, regresa, no puedo vivir sin ti! Mara, por favor, baja ya de ese
árbol. Mara, te juro por mi vida que ya cambié, solamente quiero un abrazo tuyo. ¡Mara, te
amo! Mara, por favor, anda, baja ya, no hagamos escenas.
(Mara escucha que Maxi se aleja y piensa en posibilidades de bajar)
Graciela: Mara, Marita.
Mara: (Se atreve a hablar) ¿Mamá?
Graciela: Marita, baja ya, por favor.
Mara: (No habla, más nota el trauma marcado de su madre, eso sí que no lo aguanta)
Maxi: ¡Mara!, baja ya de ese árbol, ya me harté de pedírtelo, regresarás a casa conmigo
de una maldita vez.
Mara: ¡No! Maxi ¿Qué le has hecho a mi madre? ¿Qué le dijiste?
Maxi: ¡Baja ya!, no puedes permitir que le pase esto.
Mara: ¿Permitir que le pase qué?
Maxi: ¿No ves cómo está la pobre?... ella no está contenta, si tú no estás con ella. ¡Baja
ya maldita sea!
Mara: (Desesperada) Bajaré, pero no le hagas nada a ella.
Maxi: (Ya que Mara bajó completamente) Quieras o no, tú vendrás conmigo, ¿quedó
claro? (le pisa el pie a Mara)
Mara: (Grita sacando todo el dolor que guardaba)
Maxi: Cierra la boca… (Mara con todas sus fuerzas sobrantes escapa de Maxi y trepa al
árbol) ¿A dónde crees que vas?
Mara: (Grita)
(Se acercan los curiosos, varones rodeando a Maxi con insultos, en la construcción
también prestan atención, las mujeres auxilian a Mara y Graciela)
Mujeres: Vengan, siéntense, quédense tranquilas que está por llegar el agente de policía.
Maxi: ¿Qué se creen? ¡Déjenme ir! (siendo insultado)
Graciela: Me dijo que te prendería fuego, me da miedo el fuego…
Mara: Tranquila, mamá, eso no pasará, no pasará.
Leonor: (Se acerca con angustia) ¿Qué ocurrió aquí?
(Sin respuesta a Leonor suben a una patrulla, se van, se queja del dolor) (Maxi queda
arrestado por dos policías)
Darío: ¿Qué pasó, Alma? (gritando)
Leonor: Quédate tranquilo, Alma está a salvo, haremos la denuncia, que el novio no te
vea.
Darío: (Insistiendo preocupado) Pero… ¿Ella está bien?
Leonor: Sí, estará bien, te lo aseguro, pasa por el departamento mañana, Alma estará
agradecida.
Darío: Por supuesto, buena noche.
Darío: ¿Cómo pude dejar que esto le ocurriera? Pagará lo que le hizo
CAPÍTULO DIECINUEVE
Leonor: (A Mara) ¿Quieres ir a tomar un café al bar de al lado?
(Mara asiente con la cabeza y cierra los ojos. Cojea un poco)
Graciela: Gracias por todo
Leonor: No te preocupes, yo veré por tu hija.
Graciela: (No dice nada y ve fijamente a Mara.)
Mara: ¿Tienes algo qué decir mamá?
Graciela: Ayer me llamó Pato, le conté todo, me dijo que le dieras unos días, ella te va a
buscar.
Mara: ¡Eso es perfecto, ven con nosotras mamá!
Graciela: Todavía no puedo.
Leonor: Ve con ellas, Graciela, estarás mejor, sal de esa codependencia…
(Salen del bar y Leonor para un taxi)
Mara: (Se despide de su mamá y no puede evitar llorar. Graciela no dice nada y sub eal
taxi) (A Leonor) ¿Por qué me ayudas?
Leonor: ¿Qué dices?
(Caminan juntas)
Mara: ¿A ti también te maltrataban?
Leonor: Sí, mi padre cuando era pequeña…
Mara: Y tu esposo, ¿no?
Leonor: Mi esposo…No, él nunca se atrevió a ponerme una mano encima, nunca lo
permití… Tuve un trabajo de cocinera en una escuela. Estuve 40 años, hasta que me
jubilé. Hice muchas amigas, pero en realidad no todas son verdaderas, sólo me quedé
con una.
Mara: Yo tengo dos amigas. Y… en realidad me llamo Mara
Leonor: Lo sé, leí el papel con tus datos que dejaste en el departamento.
Mara: Pero sígueme llamando Alma.
Leonor: Supuse que querías eso.
Mara: Mentí porque no te conocía, ¿tú solo te llamas Leonor?, ¿tú no tuviste hijos?
Leonor: No, no quise.
Mara: Qué lástima, hubieras sido una gran madre. Ahora capaz y ya serías abuela…
CAPÍTULO VEINTE
(Al día siguiente ya en el departamento de Leonor)
Mara: ¡¿Cómo! ¿Le dijiste a Darío que viniera hoy? ¿Hoy es domingo?
Leonor: ¿Estuvo mal? Es que… me da pena con él. Está muy enamorado…
(Darío toca el timbre, Leonor lo hace pasar)
Darío: Hola Alma, ¿cómo estás?, ¿Cómo te sientes?
Mara: Mara… Mi nombre es Mara.
Darío: No importa, Alma o Mara, como sea, no entiendo qué pasa en mí. ¿Cómo puede
ser que te extrañe, si apenas te conozco? De verdad, espero que todo esté mejor…
(Platican de banalidades, se corta la escena)
CAPÍTULO VEINTIUNO
(Llegan al departamento. Camila y Lucía, amigas de Mara, tocan y Leonor les abre la
puerta)
Leonor: ¡Hola niñas!, ¿qué se les ofrece?
Camila: Somos Lucía y Camila, somos amigas de Mara, ¿podemos pasar a verla?
Graciela nos dijo todo lo que ha pasado… Sólo queremos que esté bien…
Leonor: ¡Chicas vengan conmigo, pasen!
(Llegan con Mara. Las tres chicas se abrazan, ríen, se miran, hablan)
Mara: ¿Que ha pasado en el colegio?
Lucía: ¡Obvio eso no importa, tú nos tienes qué contar primero, no inventes!
Mara: Pues en el parque hay un árbol es casi perf…
(Camila interrumpe a Mara)
Camila: No, no, no, no; platícanos desde antes Mara, desde la primera vez que te pegó.
Mara: Uff, ¿tienen tiempo?
Lucía: Deja aviso que no voy a llegar… ja, ja, ja, ja…
(Ríen las tres)
Camila: Dale, baby, no olvides ningún detalle, quiero odiar a Maxi.
Mara: Pues…
(Leonor las interrumpe, entra con una pizza)
Leonor: Chicas… ¿quién quiere pizza?
Todas: Yooooooo…
(Anochece, Leonor se va a dormir, las chicas siguen platicando)
Lucía: Mara tienes que ponerte al corriente con tus redes sociales, mira.
(Ven sus celulares)
Camila: Ese es el perfil de Maxi, subió una foto con una chica nueva, debe ser su novia.
Mara: Pobrecilla…
Lucía: No te preocupes, nosotras nos vamos a encargar de que vean la clase de persona
que es…
(Mara sonríe)
Lucía: Fuimos a visitar a tu mamá, nos dijo que habló con tu hermana.
Mara: ¡Ah sí, me contó!
Camila: Pero lo que no sabes es que se logró comunicar conmigo, me dijo que está
preparando todo para que estés con ella.
Mara: ¿Cómo, tienes su número? ¡Déjame llamarle! (ansiosa)
(Camila le da a Mara un papel con el número. Mara emocionada llama. Mara comienza a
hablar con Pato, escuchar su voz y la hace llorar)
Mara: Hola Pato, ¿no es riesgoso? ¿Qué no te da miedo que Jorge y Maxi puedan
encontrarnos? Está bien. Sí, sí, mañana hablamos…
(Termina la llamada)
Lucía: Oye Mara… (Le da un codazo a Camila)
Camila: ¿Qué onda con el tal Darío que Leonor había mencionado?
Mara: Umm… pues Darío… ¡¿qué les puedo decir…?! No sé ni el apellido del chico
(Mara se sonroja al hablar de él, las amigas lo notan y dan un gritito junto con risas
traviesas)
Camila y Lucía: ¡Sí te gusta!
Mara: (Sonriendo) ¡Cuánto extrañaba oírlas, par de locas!!
(Se carcajean juntas, se cierra la escena)
CAPÍTULO VEINTIDÓS
(Suena el teléfono en la casa de Leonor. Darío habla por teléfono con Leonor, éste le
comenta que tiene una sorpresa preparada para Mara en el edificio donde trabaja. Le pide
a la anciana que le avise y que estén listas para cuando él pase por ellas).
Mara: (A Leonor) No quiero salir del departamento
Leonor: No seas así, Darío lo hace para que te distraigas, es más, habrá mucha
seguridad y yo estaré con ustedes…
Mara: No, Leonor, no es eso, sé que lo hacen por mi bien, pero no sé...
(Mara pone cara de miedo porque tiene miedo de que la rastreen) ¿A todas las mujeres
les pasará lo mismo?
Leonor: No lo sé, Mara, pero lo que sí creo es que Darío te ha tenido mucha paciencia y
creo que debes darle una oportunidad.
Mara: Está bien, pero vas conmigo, ¿sí?
Leonor: ¡¡¡Me parece perfecto, Darío se pondrá feliz!!!
(Mara y Leonor comienzan a platicar qué ropa se pondrán, se corta la escena)
CAPÍTULO VEINTITRÉS
(Darío llega a casa de Leonor. Toca la puerta) (Mara abre la puerta. Darío le da el paso a
ambas)
Darío: (A Mara) Woooow…Te ves muy guapa.
Mara: Ayyy, gracias. Je, je, je…
(Los tres caminan. Rodean la plaza; se detienen en un kiosco en el camino)
(Mara ve a lo lejos el árbol. La tela no está)
Darío: (Agarra de la mano a Mara) Sigamos
(Siguen caminando hasta la construcción. Darío abre la puerta de una construcción)
Leonor: ¿Esto no es, ya sabes…?
Mara: ¿Ilegal?
Darío: Nehhh, no se preocupen. Hasta le pedí a la señora de allá (la saluda) que nos
acompañara para que se sientan cómodas. Adelante, señoritas. (Les cede el paso.
Prende las luces y se dirige al elevador) Por aquí.
(Llegan a una terraza en la que hay muchas flores y la tela de Mara. Ella se emociona y
abraza a Darío)
(Mara se cuelga de la tela mientras Darío y Leonor la ven)
Darío: La tomé del árbol cuando ustedes se fueron a la delegación. Incluso la mandé
lavar.

(Se sientan los tres en la mesa)
Mara: Pues hablé con mi hermana. Me iré a vivir con ella. El problema es que ya perdí un
año en el colegio, tendré que rendir materias libres
Darío: Yo te ayudo, me sobra tiempo desde que trabajo en el edificio, después
comenzaré la instalación electrónica en otra construcción que está mucho más cerca de
tu casa.
(Leonor comienza a platicar con Darío)

CAPÍTULO VEINTICUATRO
(Maxi y su amigo entran al departamento de Leonor, Ella y Mara no se encuentran ahí.
Maxi no soporta el vacío.)
Maxi: (enfurecido) ¡No puedo creer que no estén!
Amigo de Maxi: Hay que destruirles la casa.
(Empiezan a tirar, romper y deshacer la casa. Se van).
CAPÍTULO VEINTICINCO
Leonor: Ya es muy tarde, me gustaría regresar a mi casa. Quédense aquí, disfruten la
noche. (Sale)
Darío: Te acompaño, Leonor
Leonor: Está bien, Darío; pero nada más hasta la esquina, ¿okay?
Pero después te regresas con Mara
Mara: Leonor, tranquila. Por favor deja que Darío te lleve hasta la puerta del edificio y ten
cuidado con el yeso.
Leonor: Tranquila, Mara. Está bien; tendré cuidado (Darío se despide de Leonor)
(Darío deja a Leonor y sale corriendo hacia la construcción)
(Leonor camina hacia su departamento, pero después se espanta y sale corriendo hasta
la calle, corre hacia la esquina, entra en la cervecería)
Leonor: Ayúdenme, por favor. Están robando en mi departamento, ¡Llamen a la policía!
Leonor: Tengo que avisarle a Mara (saca el papel con su número de su cartera)
(Leonor sale y se encuentra con Darío)
Darío: ¿Qué te pasa Leonor? (Leonor le cuenta lo que pasó. Él se sorprende)
(Llegan los policías y se acercan a Leonor. Ella les cuenta lo que pasó)
(Leonor entra recorre el pasillo con los policías)
Policía: ¡Quieto, policía! (se escucha un golpe y gritos)
Policía: ¡Escóndanse! Ahora todos están expuestos (corre y atrapa a los ladrones)
Policía: Vamos, caminen (se meten a la patrulla). Señora, en verdad que bueno que no
estaba en casa cuando sucedió todo esto. No quiero ni pensar lo que pudo haber pasado,
me alegra saber que está bien.

CAPÍTULO VEINTISÉIS

Darío: (acomoda algunas cosas) Por fin terminé de arreglar.


(Mara y Leonor le ayudan para escombrar)
Mara: Pato me dijo qué hacer.
Leonor: Está bien, pero ayúdame a recupera esta planta.
Mara: (Camina deprisa para ayudar a Leonor) ¡Ah!, sí, sí.
Leonor: Darío trajo pan.
Mara: Oye, ¿Te mando un wha cuando llegue? (Se despide de ella)
Leonor: Ya después me ayudas con el WhatsApp. Oye….
Mara: ¿SÍ?
Leonor: (Con una pausa) Te voy a extrañar…
(Se abrazan)
Mara: Pagaré los daños.
Leonor: No te preocupes, son cosas materiales, se van y vienen.
(Entra a interrumpir el policía)
Policía: Vamos, recuerden cerrar bien su casa.
(Leonor se despide de ellos y observa con se van).
(Se encuentran con Darío)
Darío: Aquí traigo el bolso.
(Mara hace gesto con la mano y observa hacia atrás) (Darío se le queda viendo) (Leonor
se regresa a su departamento)
Leonor: Ya son demasiado años aquí, necesito cambios, le voy a proponer lo de la casa
con jardín y mascota. ¡Que emoción!

CAPÍTULO VEINTISIETE
Leonor: Tenemos que pensar que hacer. Nos tenemos que ir de aquí. ¿Hablaste con tu
hermana?
Mara: Sí.
Leonor: Bueno, llámala de nuevo, cuéntale esto, lo que paso, dile que te vas a su casa
en cuento puedas.
Leonor: (mira a Darío) ¿Puedes acompañar a Mara?
Darío: Sí, con gusto.
(Leonor va hacia la cocina)
Mara: Leonor, para, ¿Qué vas a hacer?
Leonor: ¿Yo? Por mí no te preocupes, yo estaré bien.
Mara: ¿Bien? ¿Qué vas a hacer? ¿Te quedarás aquí?
Leonor: ¿Te acuerdas de la amiga que te conté? Bueno, me quedaré con ella un par de
noches, después volveré.
Mara: No puedes volver.
Leonor: Tranquila, no puedo dejar el departamento así. Estaré bien.
(Darío las acompaña a la cocina)
Leonor: (se dirige a Darío). ¿Me podrías enseñar a usar el “guasap”?
Darío: Obvio, vas a aprender enseguida.
Leonor: Espérame, es que quiero ir al baño.
(Los deja solos) (Darío se acerca a Mara)
Darío: Hermosa, me encantó cenar contigo esta noche, a pesar de todo lo que está
pasando, quiero volver a la terraza y buscar tu tela, después te acompaño a lo de tu
hermana.
(Mara asiente con la cabeza) (Se acerca a Darío, para incitarle un beso, Darío no se
mueve, siente su respiración, y Mara tarda segundos en quitarse)
CAPÍTULO VEINTIOCHO
(Mara abre la puerta del departamento y se siente como su estómago y sus pies, ve a
Leonor de espaldas)
Mara: Ya no quiero estar aquí, todo se ve muy mal.
Leonor: Tenemos que aguantar.
Mara: No puede ser, todo está mal, ya no puedo más con ésto (Sale corriendo, apenas
pudiendo caminar con el yeso y mocos escurriendo)
Leonor: ¡Mara, cariño, ven por favor¡!No te vayas! ¡Por favor!
(Mara se detiene, y sienta para pedir una disculpa)
Mara: No sabes cuánta culpa siento por lo que pasó, perdóname. Jamás quise que esto
pasara.
Leonor: Acércate Mara, todo estará bien (Se abrazan)
Mara: ¿Por qué Maxi no me esperó? ¿Por qué a ti? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
(Dice angustiada)
Leonor: No se rompió nada importante, rompieron lo material, lo importante es que no
estuvimos en ese momento. Lo que se perdió se puede recuperar, eso hubiera sido
horrible, que bueno que estuvimos con Darío. (Mara suspira lentamente preguntándose
por qué tenía que pasar esto) Lo que más importa somos nosotras, tuvimos suerte.
Mara: ¿Suerte? ¿A esto le llamas suerte? (Leonor trata de tranquilizarla y la abraza). Ya
estoy más tranquila.
Leonor: Vamos a salir de esta, ya verás.
Mara: (angustiada) Eso espero…

CAPÍTULO VEINTINUEVE
(Mara saluda a Leonor) (Darío se preocupa por ella).
Darío: ¿Estás bien, Mara?
Mara: Sí, todo bien.
Darío: ¿Puedo abrazarte? Hacen bien los abrazos.
Mara: Eii. (Se abrazan)
Darío: ¿Qué hiciste mientras estuve en la construcción?
Mara: Ayudé a Leonor a acomodar la biblioteca y barrí el piso. ¿Tú?
Darío: Platiqué con Claudia, la señora de seguridad, fui a la terraza, limpie todo, lave los
trastes… ¿Hablaste con tu hermana?
Mara: Sí, nos está esperando.
(Darío sonríe con cara de enamorado)
Mara: ¿Todo bien?
Darío: Nada, solo que me gusta la idea que le hayas dicho que ibas conmigo.
Mara: Bueno, es la verdad. ¿No?
Darío: Sí, sí, lo es. Pellízcame por favor.
(Suben al tren. Mara recuesta su cabeza en el hombro de Darío) (Bajan del tren, caminan
y llegan a un parque) (Los dos se detienen a observar un árbol.)
Mara: Esa rama esta linda ¿No? (Señala con el dedo)
Darío: Sí, es más recta. (Mara lo mira con una sonrisa traviesa) Hagamos algo: Yo te
atrapo de la tela si te caes. ¿Te parece?
Mara: ¿Caerme de la tela? Estás loco, nunca me caería…O seaaa…
Darío: Sí, es verdad. Bueno, pero al menos déjame que me siente en ese banco. (Darío
se despide de Mara con un beso en la mejilla) Llámame cuando quieras y yo vendré.
(Entran a la casa de Pato, sintiéndose contentos)
Mara: Por fin, esto que siento es felicidad.

SE CIERRA EL TELÓN .

Vous aimerez peut-être aussi