LA ESTRUCTURA HERMENÉUTICA DE LA LECTURA DEL TAROT

Pero, aun así, no hay en el Tarot un simbolismo y la iconografía básica, con el Mito cristiano la
redención, tal como se entendía en la Europa cristiana, que no podemos ignorar ni rechazar, por
supuesto. Hay un verso de la época medieval, atribuido a Nicolás de Lyra, que da cuenta de los
cuatro niveles en el que un texto podría interpretarse:

"Littera gesta docet, CREDAS allegoria quid, Moralis quid agas, quo Tendas anagogía”

"La traducción de esto es:". La carta enseña las acciones, la alegoría enseña lo que crees, la moral
que te enseña cómo actuar, y la anagogía enseña a dónde va ".

Igual que este concepto de la Europa cristiana medieval, los mismos cuatro niveles de interpretación
deben ser reconocidos en el Tarot. Para el propósito de esta conferencia nos centraremos en el
último nivel, el anagógica, como el que "te enseña a dónde va."

Anagógica viene de la palabra 'anagoge', y se refiere a "la interpretación mística de un texto más
allá del sentido literal, alegórico o moral. "anagoge representa el momento en que lo invisible se
declara por medio de un hecho visible. En el caso de Tarot, podemos ver cómo mirar las tarjetas
como eventos tangibles incita en nosotros una revelación. Es por medio de la revelación de que
nuestras posibilidades como seres humanos se vuelven claras. Sugiero que tal epifanía es un proceso
cognitivo que ocurre por medio de nuestro pensamiento analógico, y es bajo esa hipótesis que mi
comprensión del Tarot evoluciona.

Estoy interesado en el Tarot como herramienta mágica. Por 'mágica' que quiero decir "el uso
intencional de símbolos para ocupar la mente en un proceso de transformación. "Dentro de estos
parámetros encuentro en el Tarot posibilidades extraordinarias”.

Me gusta pensar en el Tarot como un recurso poético, un generador de narrativas que percibimos
como mensajes. Estoy utilizando la palabra 'percibir' aquí intencionalmente, ya que sospecho que
el Tarot sea una ilusión, de hecho, una irresistible. Esta ilusión se basa en el hecho de que nuestro
cerebro no puede manejar los patrones al azar. Nuestra mente está diseñada para permitirnos
interpretar todo lo que sucede a nuestro alrededor como causal, como si tuviera la intención de ser
de esa manera por algo, o alguien.

Nuestras mentes se inclinan también a aplicar cualidades humanas a todo tipo de objetos, los seres,
y eventos. La experiencia del Tarot simplemente hace uso de esa forma natural en que la mente
trabaja.

Cuando nos fijamos en las tarjetas, tejemos un cuento acerca de nosotros. La experiencia motiva a
nuestra mente a participar en todo, los mismos procesos que experimentamos cuando se presenta
con cualquier narrativa: la búsqueda de personal relevancia basada en la identificación, asociación
/ disociación, validación subjetiva proyectiva etcétera.

Tarot es una poderosa ilusión. Los neurocientíficos de hoy sospechar que la ilusión juega un papel
importante en la construcción del yo. ¿Podría entonces Tarot ayudarnos a dar nueva forma a nuestra
autoimagen? Los últimos descubrimientos de la neurociencia sugieren que nuestras conexiones
neuronales se remodelan a sí mismas en respuesta a patrones repetidos de actividad (esto se
denomina "neuroplasticidad". Es decir, la manera en que pensamos cambia nuestro cerebro.
Para mí, saber si el Tarot (como proceso cognitivo) puede afectar a la forma física de nuestro cerebro
es una pregunta fascinante que me tiene acercándome en cada sesión de Tarot con entusiasmo,
pasión y fe renovada en la magia de la mente.

Pero estoy adelantando a mí mismo. A los efectos de esta conferencia, vamos a decir que busca a
las tarjetas, y me refiero a realmente mirar las cartas, puede hacer que nos sintamos mejor con
nosotros dando una mejor comprensión de nuestra situación y nuestras posibilidades.

Enrique Enriquez.

Mirando al tarot de Marsella