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INTERGENERACIONAL
Padre Robert De Grandis
AUNQUE TU ME HAYAS
HERIDO: Señor, me sumerjo en un
perdón profundo para limpiarme de cualquier
raíz de amargura o resentimiento. Centro mi
oración ahora sobre la persona que más me
ha fastidiado en la última semana. Perdono a
esa persona desde lo más profundo de mi
corazón y bendigo a esa persona. Absuelvo
de toda culpabilidad a cada persona que me
haya herido en el último mes. Jesús, porque
te amo, dogo a esas personas: “Aunque me
hayan herido, yo no los voy a herir. Los
entrego a Jesús, los perdono, los acepto y
los amo tal y como son”. Por un acto de
voluntad, perdono a todos aquellos que me
han herido desde el principio de este año.
Jesús, bendícelos.
“Arranquen de raíz entre ustedes
los disgustos, los arrebatos, el enojo, los
gritos y toda clase de maldad. Por el
contrario, muéstrense buenos y
comprensivos unos con otros,
perdonándose mutuamente, como Dios
los perdonó en Cristo.” (Ef 4, 31 – 32)
POR EL QUE MÁS ME HA
HERIDO: Señor, ahora te ruego por la
persona que más daño me ha hecho en la
vida, la que es como el origen de todo mi
dolor. Elevo esta persona a Ti, para que
reciba Tu bendición.
“Sopórtense y perdónense unos a
otros, si uno tiene motivo de queja contra
otro”. (Col 3, 13)
YO ME PERDONO: Señor
Jesús, te pido la gracia de perdonarme de
verdad por mi mayor pecado, por la mayor
falta de fe en mi relación contigo. Me
perdono por eso, Señor. Tú me has
perdonado y ahora recibo de Ti la gracia de
perdonarme de verdad.
“Que la paz de Cristo reine en sus
corazones” (Co 3, 15)
INTEGRIDAD EN EL
MATRIMONIO: En nombre de
Jesucristo rompo todos los patrones de
profunda infelicidad matrimonial de mi árbol
genealógico. Digo “NO” a toda supresión de
la esposa y a todas las expresiones de falta
de amor en el matrimonio. Paro todo odio,
deseo de muerte, cualquier deseo o
intenciones malas en las relaciones
matrimoniales. Acabo con toda transmisión
de violencia, venganza, rencor, todo
comportamiento negativo, toda infidelidad y
decepción. Pongo fin a toda transmisión
codificada que impide relaciones duraderas.
Renuncio a esquemas de tensión familiar, de
divorcio y falta de sensibilidad, en el nombre
de Jesús; acabo con todos los esquemas
que estén profundamente arraigados en ese
sentirse atrapado en un matrimonio infeliz y
todos los sentimientos de vacío y fracaso.
Padre, perdona a mis familiares por todas las
formas en que han deshonrado el
Sacramento del Matrimonio. Por favor, haz
que en toda mi familia haya muchos
matrimonios bien avenidos, llenos de amor,
fe, fidelidad y cariño.
“No apagarán el amor ni lo
ahogarán océanos ni ríos” ( Cant. 8, 7)
SANANDO NIÑOS
HERIDOS: Señor, ahora disuelvo todos
los esquemas que hirieron a los niños en mi
linaje. Voy contra todas las formas hirientes,
los abortos, embarazos (interrumpidos)
perdidos, embarazos no deseados, bebés
que no hayan sido bienvenidos y
nacimientos concebidos fuera del
matrimonio. Renuncio a todas las formas de
no valorar la vida; rechazo todos los hábitos
de destrucción, abandono y secuestro,
emocional y físico de niños. Digo “no más” a
todos los tipos de partos difíciles o
problemáticos y de gestaciones anormales.
Señor, te pido perdón por todas las formas
en que mis antepasados han ocasionado
daño a los niños. Te pido, Señor Jesús, que
intervengas personalmente, para sanar las
heridas y detengas la continuidad de este
modelo satánico. Padre, haz que la gente de
mi linaje respete y ame a sus hijos y que les
eduquen de forma que te honren. Haz que
los futuros hijos de mi familia sepan lo que
es ser amados profundamente.
“Dejen a esos niños y no les
impidan que vengan a mi porque el
Reino de los Cielos es de los que se
asemejan a los niños” (Mt. 19, 14)
SANACIÓN SEXUAL: De
nuevo me pongo ante Ti, Señor, por los
pecados de mis antepasados. Ahora pongo
fin a todos los caminos profundamente
surcados de pecado sexual. Digo “NO” a
todas las tendencias de exhibición
indecente, violación, fornicación,
masturbación, acoso sexual, incesto y
perversión. Renuncio a toda bestialidad,
masoquismo, sadismo, ninfomanía, lujuria y
prostitución en mi familia. Pongo fin a toda
agresión sexual, desórdenes de mi
personalidad, traumas sexuales y desviación
en el comportamiento. Ordeno a cada
demonio que esté enganchado en estos
esquemas que se marche ahora, en nombre
de Jesús. Tomo la espada del Espíritu Santo
para romper esta cadena de vínculos
malignos. Padre, perdona y trae salud sexual
e integridad donde había enfermedad.
Padre, deja que todo mi linaje tenga una
sexualidad sana. Deja que cada expresión
sexual sea pura y agradable a ti, Señor. Te
bendigo, te adoro y te alabo. Gracias por ver
Tu Luz, Tu integridad y Tu bendición a través
de toda esta área de mi genealogía.
“La voluntad de Dios es que se
hagan santos... que cada uno sepa
buscarse una esposa con santidad y
respeto” (1 Tes. 4, 3 – 4)
SANANDO HÁBITOS
INCORREGIBLES: Tomo la espada
del Espíritu Santo y corto los efectos de
hábitos incorregibles. Pongo fin a todas las
formas de adicción al juego, a comprar, a
hablar, a la bebida, a la comida y al abuso de
fármacos. Rompo todos los moldes de
acumular y derrochar recursos y talentos. Me
opongo a la mezquindad y al robo. Padre,
perdona y libera a mi familia de los vínculos
de todos los hábitos incorregibles por Tu
piedad, gracia y generosidad.
“...Me han enviado... para sanar
los corazones heridos, para anunciar a
los desterrados su liberación y a los
presos su vuelta a la luz” (Is. 6, 1 – 1)
JUSTICIA Y MISERICORDIA:
Ahora me opongo a todos los esquemas de
injusticia en mis antepasados. Sello todos los
canales genéticos de depravación,
esclavitud, encarcelamiento injusto,
represión de cualquier tipo, pobreza,
estrechez económica y crimen, con la
Sangre de Jesús. Me opongo a todas las
clases de injusticia social y política.
Renuncio a todos los tipos de rechazo social.
Corto todos los vínculos de brutalidad y de
rechazo a la gente. Estoy en contra de todo
tipo de marginación, gente sin hogar y
desamparados. M e opongo a toda clase de
sufrimiento por condiciones abrumadoras,
climas duros e inviernos crudos. Rompo
todos los patrones de hambre y abandono,
traición o vergüenza pública. Padre, pon el
óleo de tu Espíritu Santo en todos estos
modelos de mis antepasados y sana todo
recuerdo de dolor. Padre, perdona a toda la
gente que les causó daño. Haz que todo mi
linaje conozca modelos de justicia,
condiciones de vida sana, suficiente comida,
suficiente dinero, comida, seguridad y calor.
“...lo que el Señor te exige: tan
sólo que practiques la justicia, que sepas
amar y te portes humildemente con tu
Dios” (Mi. 6, 8)
SIRVIENDO A UN SOLO
DIOS: Ahora rechazo las idolatrías de las
generaciones. Corto los vínculos que
conecta y me atan a esos tipos de idolatría
de mis parientes en épocas pasadas.
Rechazo los ídolos de mi hogar: joyas,
formas de transporte, comida, bebida, títulos,
tierras, animales y posesiones de toda clase.
Padre, perdona todo esto. Hago una santa
elección para mi árbol genealógico: “so9lo
serviremos a un solo Dios, al Dios vivo”.
“... digan hoy mismo a quiénes
servirán... por mi parte, yo y los míos,
serviremos a Yahvé” (Jos. 24, 15)
EL DOLOR DE SER
DIFERENTES: Renuncio a todos los
efectos por ser diferente que estén grabados
en mi herencia. Tomo la autoridad sobre
todos los efectos de color de los ojos, de la
piel, del tamaño, del cuerpo y los talentos.
Corto la transmisión del sufrimiento por tener
diferentes idiomas, cultura, raza, color, por
aquellos que han sentido que sus propios
padres son feos o raros; corto la ruta del
dolor transmitida por defectos visibles de
nacimiento, así como también por
deformidades y retrasos. Padre, las
respuestas a estas y otras diferencias han
podido transmitirse a través de
generaciones. Por favor, Señor, cesa esta
transmisión y perdona a aquellos que
causaron el daño. Envía tu amor a través de
las generaciones para que las toque y las
sane plenamente. Gracias, Jesús.
“... me tejiste en el seno de mi
madre. Te doy gracias por tantas
maravillas que Tú has ejecutado; en
efecto, admirables son tus obras y mi
alma bien lo sabe” (Sal. 139, 13 – 14)
SANANDO LA LENGUA:
Levanto mi voz para cortar la transmisión de
todo problema de comunicación, dificultad
para comunicarse, miedo a hablar en
público, defectos en el habla y,
especialmente, el tartamudeo. Gracias,
Señor, por sanar a tu gente. Me opongo a
todos los medios de herir a otros
verbalmente, la mentira, la calumnia, la
injuria, el rumor y el chisme; me opongo a
toda blasfemia, maldad y traición por la
lengua. Padre, perdona; haz que mis
familiares sean gente que comunique la
sanación y la santidad. Gracias, Señor.
“Anunciaré todo el día tu
justicia...” (Sal. 71, 4)