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NOTA INTRODUCTORIA

Se pone a disposición de la militancia documentos relacionados con los


esfuerzos por la unidad desplegados por el Partido y por el MNI, no
recientemente a las puertas de las elecciones, sino mucho antes. Esfuerzos que
tuvieron como eje construir una alianza electoral seria, duradera, programática,
con PNP, además de PCP y PS.

Como se verá, se parte de una apreciación de conjunto tanto nacional como


internacional, para de ella extraer los criterios, estrategia y táctica respectivos,
que están en la base de la propuesta de gran unidad para el gran cambio.

Se pretenderá, como se puede ver en artículos de Diez Canseco o Lévano,


trasladar al Partido y al MNI la responsabilidad del fracaso de la unidad. Es
común en Perú, siguiendo la vieja tradición conservadora, cargar la culpa en
espalda ajena antes que reconocer los propios errores o deficiencias. Mal del
cual tenemos que curarnos si aspiramos a construir una cultura política de
izquierda y socialista.

Los documentos muestran una visión de conjunto y proyectiva. Anticipan el


papel de la derecha para impedir una victoria progresista, el sectarismo y no
pocas veces el oportunismo en la izquierda, inevitable en este último caso,
cuando el límite es la coyuntura.

Sólo el examen crítico de lo realizado, de los pasos dados, de las orientaciones


seguidas, a la luz de los hechos, permitirá descubrir los fallos y los errores, las
deficiencias que pudieran existir, pero también los lados positivos, a fin de sacar
ventajas y avanzar.

La lectura de los documentos que se entrega, en ese sentido, además de los


acuerdos del Comité Central, son valiosos para extraer las conclusiones del caso,
pero también para dar respuesta a los ataques, insinuaciones y corrillos de
quienes pretenderán cargar sobre las espaldas del Partido responsabilidades
que le son ajenas.

La batalla por la gran unidad no está terminada. Los episodios electorales en


curso son una demostración de lo difícil que es alcanzarla, de los grandes
esfuerzos que hay que seguir haciendo, y de cómo victorias posibles se
convierten, por la miopía de las conducciones políticas, en derrota.

Sería bueno que los documentos adjuntos se difundan para conocimiento de la


población, usando para ello los medios a nuestro alcance.

Alberto Moreno Rojas


RESUMEN DE PROPUESTA DE ESTRATEGIA Y DE UNIDAD DE LA
IZQUIERDA, EL NACIONALISMO Y EL PROGRESISMO*

1. Valorar apropiadamente el escenario mundial y latinoamericano, la tendencia


que implica el paso del hegemonismo y unilateralismo norteamericano a la
multipolaridad; la crisis del neoliberalismo basado en la absolutización del
mercado, el desmontaje del Estado y su función social, la concentración de la
riqueza y la exclusión de naciones y pueblos del Tercer Mundo; el desarrollo
de fuerzas importantes que impulsan cambios a escala planetaria, regional y,
consiguientemente nacional. Por lo tanto su impacto en el desenvolvimiento
de los acontecimientos del Perú en los próximos años.

2. El escenario latinoamericano no es estable. Hoy la tendencia es favorable,


sobre todo en el área Andina. Venezuela, Ecuador, Bolivia, con gobiernos de
clara orientación de izquierda, representan una corriente cuya influencia es
muy clara en el resto de la región. Brasil con Lula es también un factor de
estabilización. Pero esta situación puede cambiar en los próximos años a
favor de la derecha y el imperialismo, si de las elecciones venideras surgen
gobiernos de ese signo. Valorar la oportunidad es, por ello, un factor a
considerar en serio.

3. En este contexto es de gran importancia reconocer la oportunidad que se


abre a las fuerzas que pugnan, en el Perú, por el cambio de rumbo, en
oposición y como alternativa al neoliberalismo, de acceder al gobierno de la
nación y gobiernos regionales y municipales en las elecciones del 2010 y el
2011. Su importancia estratégica es obvia.

4. Como consecuencia del carácter desnacionalizador, concentrador de la


riqueza, primario exportador, excluyente, autoritario y corrupto que
caracteriza a los gobiernos neoliberales, se ha producido una polarización
singular que hay necesidad de examinar en todos sus implicancias
estratégicas y tácticas: entre el continuismo, al que adhieren todos los
sectores de la derecha y el centro, y quienes postulan cambios de fondo
opuestos a aquel. Cambio o continuismo: he allí la polarización a la que cual
debemos aferrarnos y a partir de la cual definir la política de alianzas y las
tarea a resolver a lo largo de este período.

5. La singularidad del proceso político peruano coloca a las fuerzas populares,


nacionalistas y de izquierda, ante una oportunidad que no se puede ni debe
desperdiciar: propinar una derrota política a la derecha neoliberal peruana y
al imperialismo para abrir un nuevo rumbo para el Perú, en el marco de las
mismas instituciones liberales y siempre que se incorpore a las mayorías del
país en este proyecto.

6. La lucha está planteada en términos estratégicos y no únicamente


coyunturales. Esto lo entienden bien la derecha y el imperialismo, y en ese
sentido está orientan dando orden a cada uno de sus actos, comenzando por
su unidad y su acción concertada en el Congreso y fuera de él.

7. Es inequívoco su objetivo de consolidar, por todos los medios a su alcance, su


proyecto neoliberal, tarea en la que están empeñados con el gobierno de
García a la cabeza. La ofensiva ideológica y programática sustentada en la
tesis del “perro del hortelano”, la negativa a renegociar con las empresas
mineras, petroleras y gasíferas, las medidas legales encaminadas a entregar la
selva al capital transnacional, la defensa cerrada de la Constitución de 1993 y
la consiguiente renuncia de la cúpula aprista a la del 79, las medidas
represivas que penalizan las luchas populares, el macartismo desaforado, etc.
indican con claridad en qué dirección se mueven y qué harán hacia delante.

8. Si este es el objetivo que se han fijado, su estrategia apunta a garantizarlo hoy


y, sobre todo de cara al 2011. Para ello sirve la gran unidad que ha soldado la
derecha, más allá de diferencias parciales, incluyendo al fujimorismo. En
segundo lugar, impedir que las fuerzas de oposición popular, nacionalista y de
izquierda, se aglutinen y forjen una alternativa por el cambio, buscando
impedirlo recurriendo desde la división, la persecución política, hasta la
presión, el atemorizamiento de la población o la corrupción, incluso el uso
de la fuerza. La máxima romana: divide y reinarás, es también la máxima del
oficialismo y sus seguidores. Lo están haciendo en la esfera política, también
sindical, en los frentes regionales, donde quiera lo sientan necesaria.

9. La campaña hacia el 2010 y el 2011 ya está en marcha, más allá de las


apariencias. Para la derecha peruana y García incluye el plan de crear su
propia oposición que les permita descuadrar y aislar a la oposición popular. A
ese objetivo apuntan las reformas secundarias a la Constitución fujimorista,
que busca “blindar” sus prerrogativas actuales y neutralizar o desbaratar la
lucha por una nueva Carta Constitucional, que no la permitirán fácilmente.
Este es el punto medular donde se concentrará el debate y confrontación
política, pues es la llave legal para legitimar el continuismo o bien facilitar el
paso a los cambios que el pueblo peruano mayoritariamente demanda.

10. García, en una pirueta hábilmente construida, ha terminado siendo el jefe


político de la derecha y hombre de confianza de los Estados Unidos, el
garante del continuismo, del “orden” y la “estabilidad”, y el que les puede
sacar las castañas del fuego para impedir una victoria de la oposición popular,
nacionalista y de izquierda, si este bloque alcanza a unirse en un proyecto
alternativo serio, maduro, firme. Sin embargo, la reducción de la confianza
ciudadana a su gestión por debajo del 30 por ciento, en las encuestas
recientes, es un signo desagradable que los llena de pánico, pues estaría
mostrando que el 70 por ciento restante no confía en García,
consiguientemente en el modelo de economía y de gestión de gobierno en
curso.

11. El crecimiento de la economía, principal resorte del supuesto “éxito” de los


gobiernos neoliberales de Toledo y García, por su naturaleza misma
excluyente, concentradora de la riqueza y primario exportadora, no garantiza
desarrollo ni equidad en su distribución, ni genera fuentes de trabajo
productivos ni mejora de la capacidad adquisitiva de la población. Su
dependencia del mercado internacional lo hace inestable. A ello hay que
sumar la crisis norteamericana y su influencia inevitable en el país, cuyos
alcances no es posible prever, pero cuyos efectos se dejan ya sentir. La
inflación, si no es controlada, puede convertirse en un factor fundamental de
su erosión aún mayor.

12. Se explica así el fortalecimiento de las tendencias autoritarias en la acción del


gobierno, el recurso del macartismo como instrumento de dominio
ideológico, la falsa polarización a quieren conducirnos con la metáfora del
“perro del hortelano”, y toda la parafernalia de deslegitimación de la
oposición popular, nacionalista y de izquierda. Su objetivo apunta al 2011,
previas elecciones regionales y municipales del 2010. A mayores dificultades
para manipular la opinión pública y menor efecto de sus instrumentos
mediáticos, mayor será la necesidad de recurrir a tales métodos. La
persecución política, la judicialización arbitraria de sus oponentes, la presión
para doblegar a los sectores vacilantes, el tremendismo a que se recurre como
en el caso de las Casas Alba, serán partes inevitables del panorama próximo y
futuro.

13. Para explicarse este panorama hay que entender el eje de su estrategia
política ya en marcha: impedir el desborde popular y la amenaza que significa
para la derecha y el imperialismo el acceso al gobierno nacional de una opción
de verdaderos cambios en un país geoestratégicamente importante como es el
caso peruano.

14. Hay que entender y valorar correctamente el humor ciudadano como los
cambios que se viene produciendo en la correlación política. Es decir, el
desplazamiento de amplios sectores del pueblo peruano hacia una opción de
cambios en el rumbo económico, social, político y ético, que puede cuajar en
una posibilidad de victoria si encuentran un rumbo claro, una plataforma
solvente, un liderazgo confiable, y, sobre todo, un proyecto unitario. La clave
es la unidad que se construya, no a partir de mañana, a las puertas de las
elecciones, sino ahora.

15. La polarización cambio o continuismo es crucial, la contradicción principal a


resolver a lo largo de este período. De mantenerse y definirse, tanto mejor. El
cambio significa, desde luego, una opción opuesta y alternativa al proyecto
neoliberal. No sólo se trata de alcanzar un gobierno con rostro nuevo y
popular, sino capaz de hacer cambios fundamentales y de incorporar al
pueblo como factor activo a ese proceso.

16. Si el camino que lleva al gobierno es ya, de por sí, complejo, altamente
conflictivo y polarizante, lo será más gobernar el país, de un lado por la
enorme presión que harán la derecha y el imperialismo, para impedirlo; y, del
otro, por las enormes expectativas que abrigará el pueblo peruano, entre ellas
la esperanza de una pronta solución a sus problemas más agobiantes: trabajo,
salarios, subsistencia, servicios básicos como salud y educación. Sin una
unidad construida desde hoy en función de un proyecto común, superando
prejuicios, percepciones estrechas y sectarias, desconfianzas acumuladas a lo
largo del tiempo, que incluya a las fuerzas políticas, sociales, culturales y
étnicas, ese futuro previsible puede una vez más frustrarse.

17. Esa es la razón de por qué la unidad a ser alcanzada, reconociendo las
enormes dificultades a superar, deviene el problema estratégico fundamental
a resolver. De allí la urgencia de asumir un claro compromiso acerca de cómo
y en qué condiciones forjarla, de definir su plataforma básica, de encontrar
los métodos apropiados. ¡Que la estrechez de miras no permita, una vez más,
perder una oportunidad extraordinaria para abrir un nuevo rumbo para el
país y para el pueblo peruano!

18. Una batalla de tal envergadura no se improvisa. Si la victoria se construye, es


el momento para empezar esa construcción. Entonces, jornadas como las de
mayo o la del Paro Cívico Nacional no serán una más, sino eslabones de una
cadena que lleva a la consecución de un objetivo estratégico, puntos de apoyo
para avanzar en el proceso unitario, para resolver mejor la relación partidos
políticos y movimientos sociales, para encontrar los métodos que lleven a
incorporar a las masas populares en el proyecto; y, desde luego, para frenar y
derrotar la ofensiva macartista y entreguista del gobierno de García y la
derecha peruana.

19. El neoliberalismo no es sólo una opción económica, es también política,


social, cultural, donde el tema de la lucha de ideas es central. Se funda en una
ideología global: el pensamiento único, la absolutización del mercado, la
minimización del Estado, el desprecio de los valores nacionales, el
individualismo extremo. Para ello cuenta con la hegemonía que le otorga el
control del Estado, de los medios de comunicación fundamentales, de los
centros de formación de la intelectualidad y los profesionales, etc.
Independientemente de la ideología particular de quienes nos reconocemos
parte del pueblo, requerimos afirmar puntos comunes, tales por ejemplo la
identidad nacional, la justicia social, la solidaridad, el humanismo, etc.

20. El MNI está convencido de la urgencia, importancia y necesidad de dar


pasos firmes, oportunos y amplios con el propósito de ir construyendo, ya
mismo, sobre cimientos convergentes y el respeto mutuo, la gran unidad para
el gran cambio, no sólo desde arriba y a través de acuerdos precisos, sino
también y sobre todo desde las bases, de abajo hacia arriba, en todo el
territorio nacional. Unidad de las fuerzas políticas nacionalistas, de izquierda,
socialistas, descentralistas; de las representaciones populares como los
sindicatos, los frentes regionales, las organizaciones campesinas, culturales,
juveniles, las comunidades étnicas.

21. La unidad no significa perder la identidad de cada uno de sus integrantes,


pero sí la conjunción de esfuerzos y voluntades en torno de objetivos comunes
al servicio del pueblo peruano y la patria. Nada mejor para ello que examinar
una plataforma convergente de todos los que nos pronunciamos por el
cambio de rumbo para el Perú y nos oponemos al neoliberalismo, al saqueo y
depredación de los recursos naturales, a la sobreexplotación del trabajo, a la
entrega de la soberanía nacional y estatal, a la concentración de la riqueza y la
inequidad social, a la corrupción, al autoritarismo y el macartismo, al
centralismo económico y político.

Julio de 2009

*Documento de trabajo entregado a los representantes del PNP, PCP, PS, por la delegación del MNI
y el PCddelP-PR, en la llamada mesa de los 4, en 2008. Como resultado de continuos y largas
reuniones que se prolongaron durante todo ese año, se estuvo a punto de firmar un documento de
ALIANZA ELECTORAL Y DE GOBIERNO, que fue impedido por la declaración de la delegación del
PS de no contar con el mandato de su Comité Central. Más tarde las reuniones de los cuatro
partidos se fueron diluyendo hasta desaparecer. A principios de 2010, en reunión bilateral de
delegaciones del más alto nivel de PNP y PCdelP-PR, el comandante Humala comunicó, luego de
retornar de una gira internacional, la determinación de su partido de ir solos, bajo el nombre de
PNP, en el proceso electoral de 2011, desechando la idea de la alianza. Fue en esa circunstancia que
ofreció al MNI un cupo de 5 puestos en la lista al Congreso, con el requerimiento de que se le
entregara “lo más antes posible” los nombres de los candidatos propuestos, se presume para pasar
por el tamiz desechando a los “radicales”.
Siempre hemos insistido en una alianza electoral, condición necesaria, además, para asegurar la
inscripción del MNI, que Humala no estaba dispuesto a aceptar por su política de sometimiento en
lugar de frente único.
HACIA UN BLOQUE UNITARIO DE LAS IZQUIERDAS, EL
NACIONALISMO Y EL PROGRESISMO

INTRODUCCIÓN.

1. Avanzar a la definición y construcción de una propuesta programática y de


estrategia común, política, electoral y sociocultural, de los sectores de izquierda,
nacionalistas y progresistas del país, como alternativa electoral y de gobierno al
neoliberalismo y la estrategia de la derecha peruana en general, con vistas a las
elecciones regionales y municipales del 2010 y generales del 2011, es un asunto de
urgente definición.

2. Recientes declaraciones de representante conspicuos del gobierno y la derecha


peruana confirman los objetivos, estrategia, plan y las tácticas que viene poniendo
en acción con el gobierno aprista a la cabeza. El nuevo programa del APRA está
sintetizado en el artículo “El síndrome del perro del hortelano” y su compromiso
para defender la Constitución fujimorista de 1993. Su estrategia política se propone
“evitar que sea presidente quien él (García) no quiera”, y nada mejor para ello que
imponer una falsa polarización entre supuestos impulsores de “una guerra fría”
estimulada por “sectores totalitarios latinoamericanos” (Del Castillo, “Debemos
seguir avanzando”) y sus “agentes nacionales” – la izquierda y el movimiento
popular-, que se han propuesto un “levantamiento general de los “pueblos” al
mismo tiempo que “retroalimentan el terrorismo del desorden” para “precipitar la
caída del sistema” (García, “A la fe de la inmensa mayoría”). Se trata, entonces, de
ofrecer “una alternativa ganadora” para defender y perpetuar “la democracia y el
modelo económico” (Jaime de Althaus, “Contraofensiva urgente”). Aquí reside la
madre del cordero y su receta ganadora no se deja esperar: pasar a la
“contraofensiva ideológica y política…adelantarse a los movimientos del
antisistema, identificarse con las preocupaciones y aspiraciones de la población”…
para dar “la batalla política y social que ahora es crucial” (ibid), además de levantar
el garrote autoritario y represivo que muy bien sintetiza el nuevo gabinete. Más
claro ni el agua.

3. A esta determinación corresponde la campaña, en el peor estilo anticomunista y


macartista, en que se encuentra empeñado el gobierno de García. Campaña
sistemática, demagógica y cínica que etiqueta de terroristas a una amplia gama de
dirigentes políticos, sindicales, ambientalistas, étnicos, ONGs. Este lenguaje
violentista caracteriza el discurso de García, para quien en las elecciones de 2006
“el Perú ganó la batalla, pero la guerra continúa”, junto al remoquete de la
“presencia extranjera” como responsable de las movilizaciones populares. Además
de su intención oculta de aislar y dividir a la oposición popular, democrática y
nacionalista, y de crear el ambiente que le permita justificar la represión y el recorte
de los derechos políticos, indispensables en su plan de cara a las elecciones de 2010
y, sobre todo, de 2011. Lo demás es la hojarasca que necesitan para encubrir sus
verdaderos propósitos. No hay que perder de vista el plan hace tiempo en ejecución,
orientado a dinamitar la imagen de Ollanta Humala y otros líderes políticos y
sociales, que muchas veces no se entiende o se deja pasar, lo que no es correcto.
4. Los avances alcanzados en el proceso unitario son importantes, pero todavía no
suficientes. Las izquierdas tienen un rol fundamental en esta tarea a condición de
una mayor articulación, coordinación y acción, que sólo puede provenir de un
esfuerzo coordinado y organizado como bloque político. Esto no contradice, ni
distrae ni pone dificultades al esfuerzo unitario mayor. Todo lo contrario: si se
trabaja con amplitud de miras, honestidad y visión estratégica, ayudará a que la
mayor unidad encuentre un soporte más consistente y mayor garantía de
estabilidad. Sería signo de torpeza y ceguera política facilitar tendencias
divisionistas cuando la unidad, sobre la base de una plataforma común justa,
realista y avanzada, es más necesaria que nunca, y la única posibilidad de victoria
frente a una derecha soberbia, cada vez más reaccionaria, que no dará tregua, que
se mostrará aún más dura, represiva y persecutoria ante la eventualidad de una
victoria popular y un gobierno de cambios fundamentales en la sociedad peruana.

NECESIDAD Y MEDIDAS PRÁCTICAS

5. La tendencia en América Latina, en términos generales, sigue siendo favorable a las


fuerzas del cambio. Existen también dificultades, incluso amenazas de reversión. La
crisis financiera, económica, alimentaria y ambiental, de conjunto o por separado
tienen una particular incidencia en este proceso. Situación y oportunidad que hay
que valorar y aprovechar, que preocupa también a la derecha y al gobierno aprista
en particular. Estamos en un período de tensiones, no de estabilidad, por
yconsiguiente de presencia inevitable de tendencias ultristas, aventureras o
anárquicas, que no hay que subestimar ni descuidar pues serán un factor de
confusión y división.

6. La izquierda, histórica y concretamente representa en el Perú un espacio de


confluencia política, programática, de masas e intelectual, claramente
antiimperialista, democrática, socialista, independientemente de matices o sustento
ideológico y teórico diferenciado, más allá del espacio estrictamente nacionalista.
Este es un momento para afirmar ese espacio como parte y aporte al proceso
unitario antineoliberal. La unidad en general, y en particular en el marco del
espacio de la izquierda, no excluye la diversidad ni es excluyente por principio sino
incluyente, pero sí afirma, priorizando, lo que confluye, une y suma.

7. Lo que se necesita es un mensaje claro, coherente, fundamentado, y la izquierda


puede ofrecerla sin dificultad a tono con las exigencias y necesidades del presente, y
avanzar más en la perspectiva estratégica. Tal plataforma consensual es la primera
gran cuestión a examinar y resolver.

8. Existe también consenso en la necesidad de la confluencia de la política, el


movimiento social, étnico y cultural, cada uno conservando su respectiva
singularidad, y cada uno sintiéndose parte del todo. Experiencias como la CPS, el
Frente por la Vida y la Soberanía, y la misma Asamblea de los Pueblos, aún con sus
limitaciones, métodos no siempre acertados, o sobrevivencia de tradiciones
burocráticas y formalistas, representan avances valiosos que hay que continuar,
mejorar y profundizar. En todas estas esferas hay necesidad de trabajar
coordinadamente de modo que se esté en mejores condiciones para darles fluidez y
operatividad.
9. Está claro que no es suficiente el papel contestatario o de oposición desde el lado
popular y antiimperialista. Es indispensable construir un bloque de fuerzas de
izquierda con voluntad alternativa y con capacidad de liderazgo. El oposicionismo
como razón de ser no lleva lejos. Esta situación obliga atender la preparación
intelectual, teórica, organizativa y de dirección del activismo de la izquierda, que se
facilitaría con el aprovechamiento de las potencialidades disponibles del conjunto
de la izquierda peruana, pero también de sus representaciones en el movimiento
sindical y popular. Por qué no pensar en una Universidad Popular o en un centro de
investigación, por ejemplo, que por separado es más que difícil.

10. No sería difícil encontrar una plataforma común que incorpore las coincidencias
básicas comunes, introduzca temas sociales, culturales, étnicos, de género, etc.,
además de los métodos que permitan procesar el esfuerzo unitario priorizando las
coincidencias y dejando, para su superación posterior, las diferencias. Serán los
hechos que ayuden a definir lo acertado de lo erróneo o insuficiente.

11. El proceso a seguir será necesariamente difícil y diverso por la ausencia de partidos
políticos vertebrales que tengan vigencia e influencia nacional. Además, porque no
será fácil coordinar el espacio de la izquierda con el frente más amplio, y evitar
subjetividades, recelos o desconfianzas. Un asunto fundamental es contar con
métodos claramente definidos, con normas obligatorias, con el respeto y la
confianza recíprocos. Entender, además, la singularidad de cada región o localidad,
la representación real en cada una de ellas, además de la participación de hombres
y mujeres de izquierda sin pertenencia partidaria.

12. Construir un espacio de izquierda permitiría tener voz propia, además de capacidad
de convocatoria a la unidad más amplia; facilitaría que el amplio sector del pueblo
disperso que se identifica con este espacio sienta un mensaje afirmativo y se ponga
a caminar; posibilitaría promover con más fuerza la unidad de abajo hacia arriba.

13. Ello implica una plataforma, un mensaje claro y unificado, una consiga optimista y
de victoria, rostros. No se trata de la disputa por cupos de amarga experiencia. Bien
valdría volver al AMAUTA: “que los mejores prevalezcan porque saben ser
mejores”. La improvisación, el “yo primero”, los codazos deben ser facturas del
pasado incompatibles que el proyecto que nos proponemos construir para el Perú.
Podemos iniciar el 2010 con un mensaje alternativo de la izquierda política, social e
intelectual al país, que demuestre su amplitud y la riqueza moral de sus integrantes,
con un claro y firme llamamiento a la unidad y su organización, de respaldo a las
luchas populares. Una izquierda que no renuncie a sus ideales, renovada en sus
métodos, formas y maneras de hacer política, comprometida con la unidad más
amplia del pueblo peruano, dispuesta a alcanzar el gobierno nacional y gobiernos
regionales y municipales juntamente con el nacionalismo y demás contingentes
progresistas y populares.

14. Poco se avanzará si no se encuentra una forma de coordinación o articulación


orgánica, de discusión y resolución de problemas, de métodos y normas que
permitan su gradual institucionalidad, respetando la autonomía de las
organizaciones que la integran así como la incorporación y los derechos de
personalidades o izquierdistas sin filiación partidaria.

15. Se trata, en efecto, de un proyecto en torno al cual sumamos fuerzas. Es lo nuevo


del estilo político a construir, en un país de larga historia caudillista y sectaria. Sólo
entonces tendrá sentido la relación entre política y ética, política y cultura, política e
inclusión, programa y liderazgo.
(BLOQUE NACIONAL POPULAR) Y ESTRATEGIA ELECTORAL Y DE
GOBIERNO 2011

Consideraciones generales

1. Lo que está en juego en las elecciones de 2011 es la continuidad del modelo


económico neoliberal y primario exportador, autoritario y corrupto, la relación de
subordinación del Perú a los tentáculos de las transnacionales y el imperialismo; o
el cambio de ese modelo por otro que abra paso a un estado social, multiétnico,
soberano, activo y dirigente; un país productivo e independiente, descentralizado,
de democracia participativa, con desarrollo sustentable y equitativo, con atención
privilegiada a la ciencia, tecnología e innovación, a la educación y la salud universal
y de calidad; promotor de la integración latinoamericana y caribeña sobre la base de
la igualdad, el beneficio recíproco, la solidaridad y la complementariedad; dispuesto
a enfrentar en sus raíces la corrupción y la impunidad. En suma, una sociedad que
coloca en primer lugar a la persona y no al mercado.

2. La clave para diseñar la estrategia es la comprensión de la importancia que tiene la


polarización cambio (gran transformación) o continuismo a que hay que conducir
la definición del espectro político. Sobre esa base opera la derecha en sus diversas
expresiones, y deben hacerlo también quienes son parte del bloque nacional
popular.

3. El objetivo estratégico de la derecha, prescindiendo de los ropajes externos que


muestren aspirantes como Keiko Fujimori, Castañeda, Flores Nano, Toledo, etc., o
de los giros secundarios que pudieran tomar luego de la bancarrota teórica del
neoliberalismo, es conservar su hegemonía en el manejo político y económico del
país, el control del Estado y el gobierno, la permanencia de la Constitución de 1993.

4. La tarea clave para alcanzar este objetivo es el acceso al gobierno central, construir
una correlación política, electoral, cultural y de masas favorable, ampliar el espectro
de fuerzas aliadas, incluyendo sectores del empresariado nacional.

5. Siendo así las cosas la cuestión focal se traslada a la lucha electoral con vistas al
2011. Para las fuerzas de la derecha lo ideal sería lograr en la primera vuelta una
polarización entre sus representantes, empujando al representante del bloque
nacional popular a un tercer lugar. Esta tendencia es la que tratan de presentar con
el manejo de las encuestas. De no ser así, como ocurrió en las elecciones del 2006,
cerraran filas en torno del candidato que les garanticen en la segunda vuelta la
continuidad soñada.

6. La reciente declaración de García en el sentido de que sí “puede impedir la elección


del candidato que no quiere”, revela el nudo de su estrategia (y por extensión de la
derecha política y económica). Tiene ubicado el blanco principal y como parte de él
apuntan a hacer polvo de Ollanta Humala. Cuenta con los resortes del poder, con el
control mediático, los recursos económicos y la presión internacional, que pondrán
en juego. Aislar, dividir, enfrentar unos con otros, levantar candidaturas
divisionistas, manipular, utilizar el terrorismo para desnaturalizar a sus oponentes,
incluso reprimir o corromper, serán manejos previsibles para impedir el cambio de
rumbo que necesita el Perú.

7. El centro de ataque nuestro sigue siendo el neoliberalismo, el entreguismo y la


corrupción y sus consecuencias en el Perú, en el que el gobierno de García ocupa un
lugar central. Nada indica que, a pesar de la crisis, la derecha económica y política
deje de lado su programa neoliberal. Barnizados superficiales son posibles, pero no
cambian la esencia o lo sustantivo. Por ejemplo, tratar de ubicarse
oportunistamente en el centro político o el centro izquierda.

8. El núcleo de la disputa es un electorado mayoritariamente no definido en torno de


partidos políticos articulados nacionalmente. Indefinición que alcanza a los
estratos medios y populares, fundamentalmente. La simpatía por el fujimorismo,
por ejemplo, se asienta en los sectores pobres, el espacio social que debería ser
ganado por el bloque nacional popular. Tenemos aquí una cuña muy seria que hay
que entender, tomar en cuenta y enfrentar.

9. ¿Cómo enfrentar esta situación? Con: 1) una plataforma amplia, que concentre su
atención en dos ó tres ejes básicos de sentido común; 2) una convocatoria unitaria
que permita ganar la iniciativa y recoger el sentimiento unitario de las bases; 3)
identificar con claridad el punto de ataque y los flancos débiles del adversario; 4)
afianzar el liderazgo del candidato que representa la voluntad de cambio o gran
transformación y, al mismo tiempo, generar la confianza mutua; 5) contar con un
plan mínimo que permita aprovechar las ventajas disponibles.

10. Construir un tejido de alianzas políticas y sociales, también en el ámbito étnico, de


la cultura y la intelectualidad, es fundamental, y poner énfasis en la juventud. Así
mismo alianzas en los espacios regionales y locales, con particular incidencia en las
elecciones regionales y municipales de 2010. Para ello el plan de gobierno es
fundamental.

11. Un paso importante será la forma cómo se participe y cómo se alcanzan éxitos y se
logra aislar a la derecha en las elecciones regionales y municipales de 2010. El
punto más crítico que tenemos es Lima, cuya repercusión nacional es
incuestionable. En cierto modo, será la prueba de fuego de lo que se pueda hacer
hacia adelante. Por esa razón, admitiendo que no son posibles candidaturas
regionales y municipales con un solo símbolo nacional, promover alianzas
regionales orientadas a crear las mejores condiciones para las elecciones generales
de 2011.

12. La lucha electoral tiene sus propias reglas y métodos, que no siempre se entiende
bien. Este es un asunto que debiera estudiarse con más detenimiento. Formar un
equipo de estudio al respecto.

13. Ganar tiempo y aprovechar las oportunidades. Se requiere administrar el tiempo


evitando la improvisación y la dispersión de esfuerzos. Cada caso debe ser calculado
y cada oportunidad explotada. Para ello es necesario un centro de coordinación ágil,
con autoridad y sentido de la oportunidad.
14. Finalmente: confianza. Es decir que las reglas estén claras. Es fundamental
convencernos de que tenemos por delante un proyecto y un liderazgo. La falta de
confianza mutua torna impracticable una alianza duradera. Pues para una unidad
electoral y de gobierno, en condiciones ambas de dura confrontación y grandes
obstáculos y amenazas, es necesario tener los objetivos claros además de contar con
métodos apropiados para superar diferencias o criterios diferenciados, inevitables
en todo frente político.

Abril de 2009

ACTA DE COMPROMISO ELECTORAL Y DE GOBIERNO

(Borrador discutido, contando con la conformidad de las partes, pero que no llegó a aprobarse
porque el PS no tenía mandato de su Comité Central)

Los partidos firmantes: el Partido Nacionalista Peruano, el Partido Comunista Peruano,


el Partido Socialista, el Movimiento Nueva Izquierda y el Partido Comunista del Perú-
Patria Roja, convencidos de la importancia estratégica que representa la unidad del
nacionalismo, la izquierda, el progresismo, los movimientos regionales, las
organizaciones populares, la intelectualidad, para iniciar un procesos de cambios
fundamentales en la sociedad peruana y en la conducción política del país;

Persuadidos de la importancia política de los procesos electorales de 2010 y 2011,


especialmente de las elecciones generales para hacer viable el cambio de rumbo que el
país demanda para salir del atraso, la inequidad, la pobreza, la dependencia y la
exclusión;

Convencidos que la clave para conquistar la victoria reside en la unidad más amplia del
pueblo peruano, en clara confrontación con la derecha neoliberal y entreguista que
aspira perpetuar el estado de cosas actual e impedir una alternativa popular victoriosa;

Concientes de que esta tarea reclama actuar con prontitud e iniciativa, por lo que es
necesario y urgente asumir un compromiso político, electoral y de gobierno en firme,
además de confianza y respaldo recíprocos;

Reconociendo que, sin menoscabo de la ideología y principios propios de cada partido


político compartimos puntos de vista y compromisos convergentes hacia un gobierno y
un programa nacionalista, democrático, descentralista y popular, con la voluntad
común para dotar al Perú de una nueva Carta Política surgida de un proceso
Constituyente que afirme la independencia y soberanía nacionales; impulse una
democracia con derechos fundamentales y participación ciudadana sin exclusiones;
afirme un Estado descentralista y pluriétnico que intervenga, planifique, regule y
redistribuya la riqueza, que deje atrás por obsoleto el modelo primario exportador y
garantice crecimiento económico con desarrollo sostenible, que proteja el mercado
nacional y promueva la justicia social, que priorice la educación, la ciencia, la
tecnología y la innovación, la salud para todos, que garantice derechos justos a los
trabajadores, que atienda y proteja los derechos de las comunidades indígenas
(pueblos originarios, etnias) y los campesinos, que maneje los recursos naturales al
servicio del país y el desarrollo sostenible, que luche sin tregua, con participación
ciudadana y sanciones drásticas contra toda forma de corrupción, que participe
activamente de la integración latinoamericana y caribeña sobre la base de la solidaridad
y ventajas mutuas, que asuma una política internacional soberana, de paz, con
dignidad, por un nuevo orden económico y político.

Seguros de que la unidad para hacer viable el Cambio de Rumbo va más allá de las 4
organizaciones firmantes, nos proponemos hacer los esfuerzos necesarios para atraer y
comprometer, además del espacio de representación propio, trabajadores de la ciudad y
el campo, sectores medios y progresistas, empresarios nacionales, intelectuales,
juveniles y de género, étnicos, de las iglesias, e impedir a toda costa ser aislados o
divididos. Tarea necesaria para la etapa electoral, y más importante aún de llegar a ser
gobierno.

Convenimos en apoyar, en tales condiciones, la candidatura del Comandante Ollanta


Humala Tasso a la presidencia de la república;

Con tal objetivo creemos perentorio constituir el grupo promotor encargado de la


coordinación y la promoción del frente político Gana Perú, cuya presentación oficial
debe prepararse para los próximos 4 meses a partir de la fecha.

Nos comprometemos a seguir impulsando la Coordinadora Política Social, y la


Asamblea de los Pueblos sobre bases democráticas, con representación efectiva, en el
marco de una estrategia común.
Los acuerdos establecidos deben servir de base para organizar el trabajo en las
regiones, provincias y pueblos, actuar coordinadamente, respetarse mutuamente,
superar mediante consultas diferencias que se presenten, y lograr un clima de
confianza, colaboración, consulta y apoyo recíprocos.

Con relación a las elecciones municipales y regionales, considerando la realidad del


país, el Grupo Coordinador promoverá una acción concertada de sus integrantes
tomando en cuenta la realidad de cada región o localidad, buscando siempre la unidad
más amplia y resultados efectivos, como parte de la acumulación de fuerzas hacia el
2011.

Lima, junio de 2009

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