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Charles A. Hale Latransformacién det liberalismo en México a fines del silo xr Mas quent cine de pli pastries aa Reforma Bont ure Staton Len de Tito Maria ier, Manel Gorey Pri Dic, pre eaio wou l ides de a eink y uaa fou ae le ‘stablichment ital profins n le ensformacindet ‘ibealimo eel Mase de ier dl sige debe ola inteena df ‘flonfa pts, A diene sci o hil y Argentina sie Hato Mexico gerade forma sl impos lo modern ol sno que inerampi egratual ronjormatn det pam police y aca. Parl gine de ou (0865187) abcd ate enc de arr erodes Ios de Pare Dies Mad Gone 872.1881) dig ‘fron en pga do dl prt eel eft A partir nds deo ceo as eas cote as fies ms inperntes ea Socy eeud arny ot ‘thats aparece caro y eas dea cd es Ve rome eee debs enemies hehe yas ira Ed ‘hcralmo mexicano ea a époce de Moray demon complg reac cnr eral el postin ya plc ic Gunes A HL 5 roesr emer on a Universidad de Iowa yoxtor ‘Como lo vimos ea el capitulo x, la conexién espafolaes de ‘gran importaneia para compronder la naturalezi dela poli- fica cientiia (o liberalismo conservador) en Mézico. La co Jumna quincenal de Emilie Castelar sobre politica eapafola ¥ europea, que sé publieé en 1 Monitor Republicano de 1867 a 1896 (y por un corto tiempo en Ea Libertad), fue para Jos mexieanos una fuente vital de informacién y opinién “Ellos respetaban a Castelar porque era un republicano cone vencido y, sin embargo, no un radical, como lo demostré durante su breve periodo cémo presidente de la Replica en 1873, El esfuerzo de Castelar por instaurar un gobierno republicano fuerte para superar la anargufa fue un impor- tante modelo para los paladines de la politica cientifice, Hu- bo fuertes Iazos personales y emocionales entre los miem- bros del grupo de La Libertad y Espata y Jos espaicles. ‘Sin embargo, en el campo dé la filasofiay de la educacién, 2 Vaan Llp de entrar Cant ane dese Fraga le Reus do escort al, 1 ta Rofo nos bse cs LAGRAN CONTROVERSIASOBREEI-LISRODETEXTO 285 superior, la experiencia espafiola y los escritas de autores espatioles fueron para los mexicanos menos relevantes que Jos modelos franceses. El idealismo floedfico fue importante en Méaico pero principalmente en su versién ecléctica 0 espiritualista,y noen la forma krausistaalemana que legs de la Espasa de Sanz del Rio. Bn México, el breve auge de las obras de Tiberghin se debié a su tardia egada a Espa ‘a la familiaridad del autor —por ser belga— coal expi- ritvalismo francés y, por endo, ala afiidad de su eritiea con Ja de los ospiritualistas francesea, Debemos sefalar aqui asimismo que Emilio Castelar no fue krausista, aunque si ‘comparti6 con ellos la trinchera en la lucha de Ta universi- {dad contra el gobierno de los afios 1860. Estudié en Madrid unos aflos antes de que Sanz del Rio comenzara su labor dovents. Aunque Castelar no era flésofo, parece que su corientaciin Slosdica tendia hacia el espiritualisme francés. ‘De hecho, en Mérico fue citad en alguna oeasisn por quie- nos, en los debates de principios de Ia década de 1880, ae oponfan al positivismo.* La fuerza de la eultara filoséfica francesa en México durante ol siglo xx no es distinta de la que tuvo en la propia Espada, salve por la notable y breve intrusién dl idealismo alemaa, Rotrocedamos a la polémiea mexicana, que aleanz el lt ‘max on 1882 con al intercambio de opiniones entre los ‘maestros Vigil y Parra. Aunque la defensa dela “edueaciGn intelectual” positivista presentada por el tltimo fue una reiteracidn de gran parte de lo escrito por Barreda diez afios antes, se apartaba de éste en tres aspectos. El prime- svn nc hy Vigo ae ait i) eon us 2 Sepceiah meinem teats SSDS eeeen Leet oe, ‘Se race coe cna tere es oe ‘Goaheny, ear epase,p 4265 LAGRAN CONTROVERSIA SOBRE SL LIBRO DS TEXTO. ro: que Parra atacé espectficamente al “eclecticismo", resul- taco natural de la ineursinfiloséfea que aeabamos de exa ‘minar. El segundo: que el positivismo de Parra fue menos comteano y més heterodoxo que el de Barreda, es deci, Parra insisti6 menos que Barreda en la reconstruccidn so. I y la rogeneracién moral, y nada en absoluto en la reli ‘sin de la humanidad, El tercero: que Parra affonté el tema de Ia psicologia, mientras Barroda se desentendié de él La psicologia constituyé un problema para los positivist Adebido a que Comte la desdetaha como ciencia, Por su par- t, Vigil, dentrado ya en algunos de los principales docu mentes del espritualismo francés, estaba en condiciones de cexplotar los cismas existentes en el campo enemigo. Al hhacerlo, pudo desafiar con éxito la base fosétiea de 1a Escuela Nacional Preparatoria ‘Los diecinueve articulos de Parra constituyeron un clde sica presentaciin positivista, aun cuando él era menos orto. doxo que Barreda. A los cuatro primeros artieulos, dedica- dos a atacar al eclecticism, siguié wna diseusion de cada ‘uno de los tres —y solamente tres— sistemas que egitim ‘mente podian guiar Ia ‘edueacién de la inteligencia": el ‘escoldstico, el racionalista 0 metafisico y el positive. Como era de esperarso, diez articulos versaran sabre el timo de fesios tres sistemas; pero Parra reconocié el valor de los dos primeros. E]escolasticismo “fue una sintosis felis, que por ‘mucho tiempo contents todas las dudas y produjo una uni- formidad de opiniones", limitando asta anarquia de pensa rmiento, Su defecto consists en que sélo seguia el método eciuctivo, el cual Hovaba al convencimienta de que la rezin pods conocer los absolutos sin ayuda de la observacidn ni do Ja experiencia, Pose alas buenas intenciones del sistema cescoldstic,¢ resultado fue una tiransa sobre el pensamnien- toy a imposibilidad de establecerciencia alguna adecuada- ‘mente constituida. Tocé a Bacon y Descartes, decia Parra, echar abajo la vieja sintesis y reconstruir la filosfia utilt- zando materiales més consiatentes: la experimentacién y oS, ® LAGRAN CONTROVERSIASOBRE ELLIBRODETEXTO 287 Jns mateméticas. El método de Bacon lev6 a la consolida- cidn de las eioncias. En cuanto a Descartes, su “método paramente metafisico” también fue vaioso, sobre todo para “facilitar el trénsito del antiguo régimen al nuevo", pero adoleis de “subjetiviemo” y alent a anarquia> El respeto de Parra hacia el oscolasticismo y la metafisi- a como sistemas “pures” contrastaba con si desdén por el ececticismo quo, sogtn él, reinaba en la Preparatoria Los ecéctios sentian una reverencia casi supersticiosa por las sistemas filosoicos variados. Parecian decir que, como “los errores no son sino Ins verdades a medias" y ninguna proposicién es absolutamente falsa, “ninggn error debe ser Aesechado". Poco sentido tenia, alegaba Parra, mantener en ol plan de estudios de la exp la “gerarquia [sic] cientitiea Institulda por Comte" mientras se descartaba “Ia légica cientifica”, Parra consideraba que el texto de Tiborghien era cesencialmente una eleceién eeléctica, administrada como uuna especie de antidoto metafisico contra las supuestas “partfeulas de vil materialiemo” que estaban envenenando “a los sencillas adolescentes". Bl resultado, segin su plan- teamiento: la perpetuacién de una permisividad desespera- dda por parte de “los partidaris de la no sistematizacidn de Jaensefianza?2® La palabra clave en el argumento de Parra era sistema’, ¢l ingredients bdsico que haeia de la educacién algo més que ‘mera instruccién. De los tres sistemas, deefa, era esencial cescoger uno, no mezclarlos como hacfan los elésticns, Dados esta premisa y los defectos del eseolasicismo yelracionalis- ‘mo, la nica eleceién posible para Parra era el postivismo, elsistema que comunicaba conocimiento stil al tiempo que disciplinaba la inteligencia por medio del método cientifico. El programa era moilesto, afirmaba, en el sentido de que n0 intentabe ‘conocer la esencia de las casas" pero los resulta~ 1 Para, acai intact fins, 5, La Libra 30 de ar 7 aes da ‘iad, we, 2002 ‘is LAGRAN cONTROVERSIA SOBRE BL LBRO DE 72KTO ‘dos eran “magnifiens". Aunque la tniea base del eanotimiea- te sétido ia constitufan los hechos, la cencia era mas que la frida y estéril enumeracién de ls casos particulares";con- sistia en Ia coordinaéién de los hethos, en “enlazarloa por medio de generalizaciones fecundas’,y asi Ilegar a “‘nocio- nes claras {y] precisas”. Parra subrayé mas que Barreda que cl sistema positivista no era determinista, “La uniformidad de as leyes es compatible con la variedad de los resultados"; ‘era por tanto compatible con la prietica. Luego procedia a ssugerir el modo en que podian suprimirse o manipularse las leyes especiicas de los fendmenos, asi como desarrollarse los poderes de Ia probabildad y la prediccién para producir resultados socilmente titiles. Dada su formacion de medic, tamé de la medicina la mayor parte de sus ejemplos, saber: si pudiéramos eonocer las leyes que gobiernan la fe- tire amarilla, podriamos erradicar la enfermedad. Carac- teristicamente, concluyé eon una pulla a la metafisica, rel tzrando lo limites do la ciencia, Su método no pretendia conocer Io incognoscibie ni expliar lo inexplicable” Habia una estrecha relacién entre los dos argumentos principales de Vigil —el primero, que pase a las propuestas dde Parra el positivismo era une flosofia equivalente al cempirismo o sensualismo; el segundo, que como flecofa, el positivismo era dofectucso debido a los conficas basicos ‘entre quienes, con mayor ahinco, lo defeadian—. Bajo la retérica de Vigil habia la convicsiém idealista basic, here ‘dada del espiritualismo francés, de que era imposible sepa. rar la filosfiade la metafisiea, “La metafsica es ala filoso. i lo que laiilosofa es alas otras ciencias, es decir, el abjeto ‘ye centro de todas sus investigaciones, el tronco que sopor- ses primers’ Anat, pp. 4.67, Bt Space, Elven, Intnl, ral ond Pipa, 180. La peters ol LAGRAN CONTROVERSIA SOBRE ELLIBRODETITO 380 tay oe vrs todas os rama” Aseeribis Franc enum steal del Diedonnire des Sienes Philosophigues, ra Aueidoy publeado por Vigi Puesto que lon positivist ou Par echazaen ia naan dele mafiics da Ge era pote desc principos de expsacl6a ms fase dementals que lo derivados dela obeervactn, puesto {hea sige dan a la flora agar entre las cen tins Qe hecho bien eliminado el trmino en ol plan de ttidio do lass) poco eae terreno comin sobre ol cual Sinctir Por ejemplo cuando Vig amd repetdamente ue ‘limo experinieatal, pee alo apropado qu pura ser bara a lencis de observa’ er oalnent inapropiae do para les cenia Sloane 7 mole’ In eapoeta de Parra fue sdo un “Porque? Ueno do entrain a Anarquia posts? de Vig ertaba dividida en dos partea, La primera consistiaprimordialmente en pnaajes raducidos de "Reasoas fr Disenting rom the Philosophy ofM. Comte, de Herbert Spener La segunda ers Ia t=. Shei dl free ensayo de Mil eobre Carte y dla xpl- cade Lit en defen da eeste Lo que tds iter baa Vig eae desaovord etre ls tes posiivstaa sobre Incvesién de cate Mientras Comte, sgn Spence eg ba la pstiidad de investiga lo quo se cones como Causa, sean tas primerasostimas elt insti Geel nado centile conduc fnalmente al “eoncien- Gia de eatoa” ata concencn de caus, aaa Spencer, “puede eliminarse sélo eliminando la conciencia misma”. A Vigil is eocantabe ln nla al yo inca por Spencer Ia ae daca qu en vr de tal pina “atd claro que 30 0 Rete nn vehi ores ems Sem atagh hereon Bear ded inom Par ie: Baie tse, ts plore pte ME ‘pe cag TN a ter ol ose il se 200 . LA GRAN CONTROVERSIA SOBRE EL LIBRO DE TEXTO puedo ser lo que [Comte] ama postivista’* La euestién volvi6 a surgir en el debate entre Mill yLittré acerea de la naturaleza de lo “incognoscible"o ea, el origen sobrenati ral del universo, Mientras Mill dejaba abierta la posbiidad do Ia existencia de lo sobrenatural y, como Spencer, lo veta como un punto en el que la ciencia y la religién podian oconciliarse, Littré (interpretando a Comte) mantenia que quello que no podia conocerse por el método cientifco era absolutamente inaccesible para la mente humana, Vigil coneluia que Littré habia ‘excomulgado” a Mil del “gremio comtista’, una prueba mas de la “anarquia positivista’ 2 Sin ponerse del lado de ninguno, Parra rechazé Ia diseccin, de estos desacuerdos realizada por Vigil, la que denoming “an mero sofisma”, un abuso del tan acariciado concepto positivista de la anarqu‘a intelectual, Le que habla en esos debates, contraatacd Parra, era una simple diferencia de opinion sobre la aplieacién del método cientifice, no sobre el meétodo en si. Eran diferencias que podian darse entre per sonas de cualquier escuela de pensamiento ‘A todo lo largo de su ensayo, Vigil emples los membretes “sensualismo” y “empiricismo” y afiadié que en la disputa ‘entre Mil y Literé el primero se revelé semiateoy el iltimo, atzo, Poce después de publicarlo, Vigil dio a Ia imprenta le critica de Caro a Littré, deelarando que no sélo ponta de ‘manifiesto los "vcios radieales" del positivism, sino tam- bidn “por qué éte el positivism] se halla en abierta contra.

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