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LA NEUMONIA

La neumonía es una infección de uno o los dos pulmones. Muchos gérmenes, como bacterias, virus
u hongos, pueden causarla. También se puede desarrollar al inhalar líquidos o químicos. Las
personas con mayor riesgo son las mayores de 65 años o menores de dos años o aquellas personas
que tienen otros problemas de salud.
CAUSAS
las causas de neumonía más frecuentes son las bacterias, como Streptococcus
pneumoniae (neumococo), Staphylococcus aureus, Legionella y Haemophylus influenzae, aunque
hasta en un 10% pueden ser por varios de estos agentes simultaneamente. Virus como el de la
gripe y el de la varicela pueden causar también neumonía. Además, algunos hongos pueden
provocar neumonía, por ejemplo en pacientes con VIH-SIDA.
Dentro de la causa más común, el neumococo produce dos tipos distintos de neumonía:
la bacteriémica y la no bacteriémica. La neumonía por Neumococo hasta en un 25% produce
bacteriemia, es decir, detección del germen en la sangre con una mortalidad mayor.

SINTOMAS
Los síntomas de la neumonía más característicos son fundamentalmente respiratorios y de
afectación de las vías aéreas bajas:
 Tos.
 Fiebre
 Expectoración (tos productiva).
 Dolor torácico pleurítico (aumenta con los movimientos de la respiración).
En casos de mayor gravedad pueden aparecer:
 Dificultad respiratoria.
 Afectación del estado general: sudoración, aumento de la frecuencias cardiaca y respiratoria.

CONTAGIO
En general, no, la neumonía no es una enfermedad contagiosa. Sin embargo, hay excepciones. Hay
algunos tipos especiales de neumonía que puede transmitirse de una persona a otra, como la
neumonía de origen viral y algunas formas de neumonía bacteriana.

TRATAMIENTO

 Pacientes que no requieren ingreso hospitalario: Pacientes sanos que presentan una
neumonía adquirida en la comunidad sin datos de gravedad inicial, pacientes jóvenes sin
factores de riesgo, menores de 65 años sin factores de riesgo añadidos. Estos pacientes
realizarán tratamiento y seguimiento ambulatorio.
 Pacientes que requieran ingreso en unidad de hospitalización convencional: mayores de 65
años o con patologías añadidas o factores de riesgo asociados, y todos aquellos en los que
la gravedad de la presentación de la sintomatología o la presencia de otros factores de riesgo
de complicación, ya expuestos en el punto anterior, hagan aconsejable el ingreso
hospitalario.

PREVENCION

La neumonía, una infección de los pulmones, afecta anualmente y sin razón a millones de personas
en todo el mundo. La neumonía con frecuencia se puede prevenir y por lo general se puede tratar.
Disminuya su riesgo de contraer neumonía con vacunas y otras prácticas de vida saludables.

 Lavarse las manos regularmente.


 Limpiar las superficies que se tocan mucho.
 Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable, o la parte interior del codo o la manga
al toser o estornudar.
 Limitar el contacto con el humo del cigarrillo.
 Manejar y prevenir las afecciones como la diabetes.
LA NEUMONIA
La neumonía es una infección de uno o los dos pulmones. Muchos gérmenes, como bacterias, virus
u hongos, pueden causarla. También se puede desarrollar al inhalar líquidos o químicos. Las
personas con mayor riesgo son las mayores de 65 años o menores de dos años o aquellas personas
que tienen otros problemas de salud.
CAUSAS
las causas de neumonía más frecuentes son las bacterias, como Streptococcus
pneumoniae (neumococo), Staphylococcus aureus, Legionella y Haemophylus influenzae, aunque
hasta en un 10% pueden ser por varios de estos agentes simultaneamente. Virus como el de la
gripe y el de la varicela pueden causar también neumonía. Además, algunos hongos pueden
provocar neumonía, por ejemplo en pacientes con VIH-SIDA.
Dentro de la causa más común, el neumococo produce dos tipos distintos de neumonía:
la bacteriémica y la no bacteriémica. La neumonía por Neumococo hasta en un 25% produce
bacteriemia, es decir, detección del germen en la sangre con una mortalidad mayor.

SINTOMAS
Los síntomas de la neumonía más característicos son fundamentalmente respiratorios y de
afectación de las vías aéreas bajas:
 Tos.
 Fiebre
 Expectoración (tos productiva).
 Dolor torácico pleurítico (aumenta con los movimientos de la respiración).
En casos de mayor gravedad pueden aparecer:
 Dificultad respiratoria.
 Afectación del estado general: sudoración, aumento de la frecuencias cardiaca y respiratoria.

CONTAGIO
En general, no, la neumonía no es una enfermedad contagiosa. Sin embargo, hay excepciones. Hay
algunos tipos especiales de neumonía que puede transmitirse de una persona a otra, como la
neumonía de origen viral y algunas formas de neumonía bacteriana.

TRATAMIENTO

 Pacientes que no requieren ingreso hospitalario: Pacientes sanos que presentan una
neumonía adquirida en la comunidad sin datos de gravedad inicial, pacientes jóvenes sin
factores de riesgo, menores de 65 años sin factores de riesgo añadidos. Estos pacientes
realizarán tratamiento y seguimiento ambulatorio.
 Pacientes que requieran ingreso en unidad de hospitalización convencional: mayores de 65
años o con patologías añadidas o factores de riesgo asociados, y todos aquellos en los que
la gravedad de la presentación de la sintomatología o la presencia de otros factores de riesgo
de complicación, ya expuestos en el punto anterior, hagan aconsejable el ingreso
hospitalario.

PREVENCION

La neumonía, una infección de los pulmones, afecta anualmente y sin razón a millones de personas
en todo el mundo. La neumonía con frecuencia se puede prevenir y por lo general se puede tratar.
Disminuya su riesgo de contraer neumonía con vacunas y otras prácticas de vida saludables.

 Lavarse las manos regularmente.


 Limpiar las superficies que se tocan mucho.
 Cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo desechable, o la parte interior del codo o la manga
al toser o estornudar.
 Limitar el contacto con el humo del cigarrillo.
 Manejar y prevenir las afecciones como la diabetes.

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