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POR UNA CULTURA

NO PATRIARCAL

POR UNA CULTURA NO PATRIARCAL - Manual para facilitadores en procesos de promoción de masculinidades no hegemónicas
Documento PODION Nº 15

La impresión de este documento contó con el apoyo financiero


de Brot für die Welt (Pan Para el Mundo)
POR UNA CULTURA NO
PATRIARCAL

MANUAL PARA FACILITADORES

EN PROCESOS DE PROMOCIÓN
DE MASCULINIDADES NO HEGEMÓNICAS

CORPORACIÓN PODION
Documento PODION Nº 15

ISBN: 978-958-57004-2-0

Editor
Jaime H. Díaz Ahumada PhD

Textos
Benjamín Cardona Arango

Revisión Pedagógica
Jaime H. Díaz Ahumada PhD
Dairo Sánchez Mojica
José Manuel Yepes Sará

Ilustraciones
Fundación Calicomix

Diseño y Armada Electrónica


Álvaro Ortiz Ramos

© 2014

La impresión de este documento contó con el apoyo financiero


de Brot für die Welt (Pan Para el Mundo)
TABLA DE CONTENIDOS

Presentación 4

Transversalización de la Perspectiva de Género con énfasis


en Masculinidades 6

Un Manual para Facilitadores en procesos de promoción de


Masculinidades no hegemónicas 9

El manual una herramienta de trabajo para facilitadores 12

Módulo 1. La identidad masculina 15 3


Módulo 2. El Orden patriarcal: poder para dominar 34

Módulo 3. Violencia de género 54

Módulo 4. Sexualidad y género 75

Módulo 5. Crisis de la masculinidad hegemónica 103

Módulo 6. Transformación no violenta de los conflictos 121

Módulo 7. Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales 142

Módulo 8. Aquí entre nos. Movimiento de masculinidades 125


4
PRESENTACIÓN

Pan para el Mundo –PPM-, Servicio Protestante para el Desarrollo de Ale-


mania, apoyó la realización de un proceso de Transversalización de la Pers-
pectiva de Género -TPG- con énfasis en Masculinidades, orientado a sus
copartes en Colombia, durante los años 2012 y 2013.

La Corporación PODION, como instancia de Facilitación, Asesoría y Apoyo


(IFAA) en Colombia de PPM, promovió y acompañó el “proceso de formación
dirigido a hombres de dichas copartes para posibilitar la comprensión del
enfoque de género y el necesario involucramiento de los hombres en esta
perspectiva desde la mirada de las nuevas masculinidades”1. El objetivo
general se planteó así: “las copartes de PPM en Colombia transversalizan
la perspectiva de género (TPG) en los proyectos de trabajo financiados por
PPM en articulación con sus procesos estratégico – misionales”.

Un objetivo específico se concretó diciendo: “Integrantes de las Copartes


de PPM en Colombia cuentan con herramientas teóricas y metodológicas
para desarrollar procesos de promoción de masculinidades no hegemóni-
cas y prevención de la violencia al interior de sus organizaciones y con su

1
Corporación Podion (2012), Términos de referencia para el proceso de formación en Nuevas
Masculinidades dirigida a copartes en Colombia de Pan para el Mundo.
población destinataria”. A este objetivo específico se agregó un indicador:
“Equipos de trabajo de las copartes de PPM cuentan con herramientas para
impulsar el proceso de TPG en sus organizaciones vinculando la dimensión
de masculinidades”.

Además del proceso de formación para funcionarios de las organizaciones,


se decidió la “elaboración de un Manual que posibilite que las copartes, las
organizaciones vinculadas y los propios hombres participantes del proceso
cuenten con una herramienta concreta, sencilla y con elementos pedagó-
gicos que les permita avanzar en el ejercicio de las nuevas masculinidades
desde la transversalización de la perspectiva de género en sus contextos
organizacionales”.

En este sentido, el presente Manual busca contribuir a “la comprensión


del enfoque de género y el necesario involucramiento de los hombres en
esta perspectiva desde la mirada de las nuevas masculinidades” y aportar
“herramientas teóricas y metodológicas para desarrollar procesos de pro-
moción de masculinidades no hegemónicas y prevención de la violencia al
interior de sus organizaciones y con su población destinataria”.

5
El proceso de formación de la copartes colombianas de PPM, se adelan-
tó mediante cuatro talleres de una semana dirigidos por Álvaro Campos
Guadamuz y Jaime Chaves León del Instituto WEM de Costa Rica. Su ex-
periencia, dominio en el manejo del tema, sus enfoques pedagógicos y vi-
venciales fueron fundamentales para el feliz desarrollo de esta aventura.
Agradecemos a Álvaro y Jaime por haber sido nuestros guías en este cami-
nar fascinante. El Manual que estamos poniendo a disposición tanto de los
participantes de estos talleres, como de otras personas e instituciones que
deseen avanzar en estas dimensiones que nos hacen más y mejores, están
basadas en lo fundamental en los talleres conducidos por el Instituto WEM
y en los textos que Jaime y Álvaro nos proporcionaron.

Los ocho módulos que se presentan en esta cartilla son de la autoría de


Benjamín Cardona Arango a quien la Corporación Podion solicitó este ser-
vicio, basado en su trayectoria y experiencia, como también en su activa
participación en el proceso de formación adelantado por los compañeros
Álvaro y Jaime del Instituto WEM. Estos módulos han contado con la lectura
y comentarios de Dairo Sánchez Mojica, José Manuel Yepes Sará y Jaime H.
Díaz Ahumada. Las ilustraciones que acompañan este texto son de autoría
de la Fundación Calicomix.

Jaime H. Díaz Ahumada PhD.


Director Corporación Podion
Transversalización de la Perspectiva de
Género con énfasis en Masculinidades

A qué se llama Transversalización


de la Perspectiva de Género –TPG
El concepto de Mainstreaming de Género, traducido como Transversaliza-
ción, aparece durante la Tercera Conferencia Mundial de la Mujer en Nairobi
en 1985. “Es el proceso de valorar las implicaciones que tiene para los hom-
bres y para las mujeres cualquier acción que se planifique, ya se trate de
legislación, políticas o programas, en todas las áreas y en todos los niveles.
Es una estrategia para conseguir que las preocupaciones y experiencias de
las mujeres, al igual que las de los hombres, sean parte integrante en la
elaboración, puesta en marcha, control y evaluación de las políticas y de los
programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales”.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


En los procesos de aplicación de esta Transversalización de Género se han
perfilado, sin embargo, énfasis diversos:

Una de las instituciones que asumió la Transversalización de Género fue


el Banco Mundial traduciéndola en la implementación de la perspectiva de
género como política institucional. Evaluando, sin embargo, su aplicación en
Colombia, Sara, Gaitán y Soto (2001) llegan a la conclusión de que, “lo que
se observa es un direccionamiento hacia las necesidades prácticas (embara-
zo, planificación familiar) sin que se contemplen los intereses estratégicos,
esto es las que lleven al empoderamiento de las mujeres para superar la
subordinación. Lo que se observa en este proceso es la sustitución de mujer
por género”, tomando distancia del feminismo, para reducir “su potencial
uso crítico”. “No es una operación ideológica inocente, sino que tiene la
intencionalidad de desvincular la historia de las luchas feministas de las ac-
ciones políticas actuales promovidas por mujeres” (Cobo, 2005).

En Colombia, el gobierno a fin de cumplir sus compromisos internacionales


con los Objetivos del Milenio, particularmente el 3° referido a “la Equidad de
Género y Empoderamiento de las Mujeres”, llega a la conclusión de que “es
necesario desarrollar estrategias concretas dirigidas hacia la disminución de

7
las brechas entre hombres y mujeres, pero también que debemos trabajar
de forma transversal en todo lo que hacemos pensando en incorporar las
necesidades diferenciadas que existen entre mujeres y hombres. Tenemos
claro que los ocho objetivos del milenio, en su conjunto, no se lograrán si no
incorporamos la perspectiva de género en cada uno de ellos”. Precisamente
en el 2006, se publicó un Manual de Entrenamiento sobre Transversalidad
de Género en el Desarrollo.

La Transversalidad de Género ha enfatizado, pues, el tema de la equidad


entre mujeres y hombres en la implementación de políticas públicas.

Por otro lado, comenzó a plantearse también la necesidad de incluir el


enfoque de Masculinidades en las políticas de género, particularmente en el
tema de la violencia contra las mujeres y de cómo afrontar el problema des-
de políticas públicas. Un Foro sobre Nuevas Masculinidades (25 de Noviem-
bre de 2006), “tuvo como objetivo presentar otra visión alternativa al tema
de la violencia hacia las mujeres, mostrando que las apuestas de hombres
pueden contribuir a la diminución de este problema”.

Mireya Baltonado, feminista salvadoreña, en un artículo sobre Transver-


salidad de Género2, hace un balance sobre las décadas en que se viene
hablando de género: “una deficiencia importante de la política de igualdad
de oportunidades ha sido no tomar en suficiente consideración el lado mas-
culino de las relaciones de género y de haberlo incluido más enfáticamente

2
Baltodano, Mireya. Transversalidad de Género, En Acercándonos a las Masculinidades. Es-
cuela Metodológica de Masculinidades para la Equidad y Prevención de la Violencia de Géne-
ro, Centro Bartolomé de las Casas. El Salvador. Centroamérica. 2003.

En procesos de promoción de masculinidades no hegemónicas


en la crítica a la sociedad patriarcal. Surge, entonces, la propuesta de la
Democracia de Género (o de la Engendered Society) –especialmente en
Europa y Estados Unidos- orientada por la heterogeneidad cultural producto
de las migraciones, y la combinación de los diversos niveles de avance en la
equidad de género en los países”.

Se reclama entonces un “recorrido crítico completo de cómo las socieda-


des estructuradas por el género han sido permeadas por la ideología pa-
triarcal, una ideología que rebasa los constructos sociales sobre los sexos”.
La cultura patriarcal, en efecto, justifica no solo la opresión a las mujeres
sino también a otros sectores de la sociedad: etnias, clases, generaciones.

¿Cuál es la diferencia de énfasis entre Transversalidad de Género y Demo-


cracia de Género? Según Baltonado, “aunque ambas persiguen la equidad
de género, la primera está más orientada a organizaciones e instituciones
donde no existe sensibilidad sobre la justicia de género; en cambio, la De-
mocracia de Género transciende lo puramente institucional y está enfocada
a todos los ámbitos sociales, incluyendo el privado, y clama por la corres-
ponsabilidad en las transformaciones sociales”. Se propone, en efecto, la
construcción de “otro orden social que supere las distintas formas de opre-

8
sión y que genere sujetos con derechos ciudadanos plenos. En este marco
ético, la transversalidad se convierte en un eje actitudinal que promueve
el pacto humano hacia la democracia en medio de la diversidad no sólo en
términos de género, sino de culturas, de clases, de generaciones (…) Ya no
es posible hacer un estudio completo de las inequidades en una u otra cate-
goría, sin que aparezcan las otras como eslabones de múltiples opresiones.
Se elude la integralidad de las categorías sociales si nos quedamos en el
predominio de una sobre las otras, cayendo en el riesgo del reduccionismo”.

Escribiendo para una Escuela de Masculinidades para la Equidad de Gé-


nero, Baltonado enfatiza: “la visión transversal del género y el enfoque
género-inclusivo- son fundamentales para hacer conciencia de que el mun-
do a construir y por construir es responsabilidad compartida de hombres y
mujeres. Esta forma de abordaje previene resistencias y culpabilizaciones
históricas y abre el camino para el diálogo, vuelca la mirada hacia lo perdido
y lo por ganar comunitariamente”.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


UN MANUAL PARA FACILITADORES
EN PROCESOS DE PROMOCIÓN DE
MASCULINIDADES NO HEGEMÓNICAS
El enfoque
La construcción y deconstruc-
ción de identidades masculinas
es un proceso permanente. Y el
Mahatma Gandhi enseñó que hay
que “ser el cambio que queremos
en el mundo”.

Por otra parte, Eric Bronfen-


brenner, en su Teoría Ecológica3,
señala “la influencia que tienen
los ambientes en el desarrollo del

9
sujeto”. “En el transcurso de la
vida, el desarrollo toma lugar a
través de procesos cada vez más
complejos en un activo organis-
mo bio-psicológico. Por lo tanto el
desarrollo es un proceso que de-
riva de las características de las
personas (incluyendo las genéti-
cas) y del ambiente, tanto el in-
mediato como el remoto y dentro
de una continuidad de cambios
que ocurren en éste a través del
tiempo” (Bronfenbrenner y Ceci.
1994). Describe el proceso de desarrollo del sujeto recibiendo influencias
de un ambiente que se expande en círculos concéntricos a los que deno-
mina, de adentro hacia afuera, microsistema, mesosistema, exosistema y
macrosistema.

“El microsistema constituye el nivel más inmediato en el que se desarrolla


el individuo (usualmente la familia); el mesosistema comprende las interre-
laciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo participa
activamente (organizaciones); al exosistema lo integran contextos más am-
plios que no incluyen a la persona como sujeto activo (instituciones); final-
mente, al macrosistema lo configuran la cultura y la subcultura en la que se
desenvuelve la persona y todos los individuos de su sociedad”.

3
http://almazcruz.wordpress.com/teoria-ecologica-de-bronfenbrenner/

En procesos de promoción de masculinidades no hegemónicas


Retomando a Mireya Baltodano, “con este esquema se puede hacer un
análisis transversal, tanto crítico como alternativo, a la estructura sociocul-
tural generizada. El análisis crítico revisa la lógica de género que sigue la
cultura patriarcal. Desde el marco ideológico sexista patriarcal (macrosis-
tema) se plantean los grandes ejes conceptuales que reproducen las ins-
tituciones (exosistema), que toman forma en los imaginarios sociales, las
creencias y las actitudes (mesosistema) que orientan los comportamientos,
la mismidad, y las formas en que nos relacionamos (microsistema)”.

Para el trabajo con hombres tenemos que tener en cuenta, entonces, su


cuerpo generizado (relaciones con su cuerpo); su identidad de género, sus
roles de género (público-privado), con matices étnicos; las relaciones in-
tergenéricas (heterosexualidad, monogamia); y la participación ciudadana
para incidir en políticas públicas orientadas a superar la discriminación eco-
nómica y política, con enfoque de derechos.

Este Manual pretende ser una herramienta al servicio de Facilitadores4 en


procesos que contribuyan a la promoción de Masculinidades no hegemóni-
cas. Toma pues en su enfoque aportes del feminismo, particularmente la
Transversalización de Género, con énfasis en la Democracia de Género, que

10
se propone la construcción de “otro orden social que supera las distintas
formas de opresión y que genere sujetos con derechos ciudadanos plenos”.
Para lo cual se promueve un “pacto humano hacia la democracia en medio
de la diversidad no sólo en términos de género, sino de culturas, de clases,
de generaciones”, con la clara conciencia de que el mundo por construir “es
responsabilidad compartida de hombres y mujeres”. (Baltonado, 2003).

Aplicación metodológica
Los encuentros o talleres de formación tienen en cuenta el señalamien-
to de Bronfenbrenner de que en un proceso de formación del sujeto debe
tenerse en cuenta los distintos ambientes, desde el más ligado al propio
cuerpo hasta las presiones del macrosistema patriarcal. Los ambientes no
solo deben ser tenidos en cuenta; deben ser también transformados para
dar sostenibilidad a los cambios personales.

En la propuesta metodológica del presente Manual se propone partir siem-


pre de una toma de conciencia del propio cuerpo en actividades de cuidado
de sí; entrar a un momento del sentir, evocando vivencias personales y con-
trastándolas con otras; privilegiando luego un momento del pensar: mirada
crítica al orden patriarcal desde la reflexión personal y desde el reconoci-
miento de otras miradas críticas acumuladas; y un momento del actuar que
pone sobre el tapete la necesidad de modificar el ambiente, el contexto local
donde se promueve el cambio personal y comunitario. Se terminan los en-
cuentros con un retorno al cuerpo mediante un ritual de cierre que renueve

4
Pedagogía de la nueva masculinidad. Instituto WEM. 2008.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


lazos de mutuo reconocimiento y de solidaridad. Estas tres dimensiones,
sentimiento, pensamiento y acción, involucradas en la propuesta metodoló-
gica, permiten realizar un proceso de formación integral de los participantes
para trascender el logocentrismo y abrir el proceso a un abordaje holístico
de la persona y los ambientes en los que está imbricada.

Si el actuar, más allá del cambio personal y para consolidarlo, reclama


un cambio en los ambientes culturales, sociales, ambientales, económicos,
políticos, transformando lo que en ellos haya de opresión, de poder de do-
minación, así la mirada sea global la acción es ante todo local.

Por otra parte, la primera exigencia para un ambiente democrático es el


reconocimiento de la diversidad. “El educar ocurre todo el tiempo (...) Las
personas aprenden a vivir de una manera que se configura según el convi-
vir de la comunidad donde viven” (H. Maturana). Los Encuentros o Talleres
deben ser, entonces, ‘ambientes formadores’, como diría Piaget, en donde
“nadie educa a nadie, nadie se educa sólo”, como advertía Freire. Y donde
cada participante es libre, se expresa sin miedo, porque en ese ambiente se
ha reactivado la biología del amor, de que habla Maturana: “reconocimiento
del Otro como legítimo Otro”.

Precisamente, Colombia se enfrenta ahora a la construcción de “una paz


estable y duradera”, en condiciones de posconflicto, que reclama la cons-
trucción de “una cultura de reconciliación, convivencia, tolerancia y no es-
11
tigmatización del adversario”5. Tarea difícil de afrontar desde una cultura
patriarcal que justifica la dominación, la opresión, la exclusión, la inequidad.
Los Encuentros o Talleres intentan funcionar, entonces, como ‘ambientes
formadores’ donde se viven relaciones no patriarcales que permitan la in-
trospección, la autocrítica, el cambio desde adentro. La recuperación de “lo
femenino negado”, como diría Leonardo Boff.

De esta manera, se estaría contribuyendo no solo a superar las crisis que


hoy generan las prácticas de una masculinidad hegemónica, a recomponer
nuestras relaciones de género, sino también a ser partícipes de la tarea que
plantea la construcción de la paz en nuestro país: “una verdadera campaña
nacional de participación que movilice a la gente en las regiones alrededor
de la construcción de la paz, mediante procesos de planeación participativa
“de abajo hacia arriba” en los territorios”, contando también con una fuerte
participación y liderazgo de las mujeres, víctimas de una guerra entre varo-
nes, pero protagonistas en un proceso de reconciliación.

Es un momento histórico para la creación, en los niveles locales, de comu-


nidades no patriarcales donde se formen nuevos sujetos que integren lo fe-
menino y lo masculino que hay en cada persona, y donde se creen ambientes
favorables a Nuevas Masculinidades, cuyo “paradigma básico es la vida, no el

5
Apertura democrática para construir la paz. Acuerdo sobre Participación Política. La Habana 2014.

En procesos de promoción de masculinidades no hegemónicas


poder; el respeto y la veneración por la vida, no la agresión y la dominación
(…) porque incorporan junto a su vigor, la ternura; junto al trabajo, la gratui-
dad; junto a la razón, la emoción; junto al logos, el pathos y el eros”6.

EL MANUAL UNA HERRAMIENTA


DE TRABAJO PARA FACILITADORES
Los módulos

Parten de un análisis de rasgos de mas-


1 culinidad hegemónica presentes en los
comportamientos de cada participante;

Aportan elementos teóricos e históricos

2 para comprender esos comportamientos


como fruto de una cultura y orden pa-

12
triarcal;

3 Reflexionan sobre fenómenos de violen-


cia de género que genera esa cultura;

4 Sobre el empobrecimiento de la vida se-


xual;

5 El sufrimiento emocional de quienes tie-


nen que ser más ‘hombres’ que humanos;

Proponen herramientas para nuevas for-


6 mas de relación no patriarcales, como la
filosofía y metodología de la noviolencia;

Prácticas de comunicación interpersonal

7 adecuadas en la transformación de los


conflictos, con base en el reconocimiento
del Otro-a como legítimo Otro-a;

Finalmente, se propone la organiza-


ción de grupos de Nuevas Masculinidades
8 que promuevan el cambio de ambientes,
donde sean sustentables los procesos de
cambio personal y colectivo.

6
Boff, Leonardo. La voz del arco iris. Editorial Trotta. 2003. p 97.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Los Facilitadores
Este Manual no es un texto de lectura para el gran público. Es una he-
rramienta en manos del Facilitador, que es quien orienta procesos de pro-
moción de Masculinidades no hegemónicas. El Facilitador dispone sobre el
desarrollo de las actividades propuestas en los módulos ajustándose a los
contextos locales y regionales.

Tal vez uno de los elementos que caracteriza más claramente a la socie-
dad colombiana es su diversidad regional, que comporta diferentes formas
culturales, costumbres, prácticas y formas de concebir las identidades y
relaciones de género. En este sentido, es deseable que los Facilitadores
conciban la presente propuesta formativa como una “caja de herramientas”
que puede ser modificada, alimentada y ampliada en función de las carac-
terísticas regionales y de los contextos locales. Para ello es pertinente la
incorporación de circunstancias cotidianas, refranes, anécdotas, elementos
de la idiosincrasia regional, prácticas de socialización de género y materia-
les educativos que sirvan como contenidos relevantes para la realización
de aprendizajes significativos en los participantes, para que se promuevan
aprendizajes fundados en la deconstrucción crítica de los procesos regiona-

13
les de construcción de las identidades y relaciones de género.

En procesos de promoción de masculinidades no hegemónicas


Para poder desplegar un proceso integral de formación en Nuevas Mascu-
linidades es aconsejable partir de los preconceptos de los participantes en
torno a las identidades de género y, sin duda, dichas identidades se configu-
ran a partir de localizaciones culturales específicas que se construyen desde
perspectivas regionales.

El Taller: un ambiente de
‘reconocimiento del Otro como legítimo Otro’
Es importante reconocer que la implementación de la presente propuesta
se desarrolla en el marco de la hegemonía actual del patriarcado y que mu-
chos hombres hemos sido formados a partir de construcciones de género
que no siempre contribuyen a la transformación crítica de la dominación
patriarcal y a la construcción de la democracia de género. En este sentido,
hay que reconocer el desafío creativo que supone la implementación de la
presente propuesta en términos de poder desarrollar una política cultural
que transforme las culturas políticas patriarcales que se expresan tanto en
el ámbito de lo público como en el ámbito de lo privado.

Por todo esto, es importante partir de la consideración de que en muchos

14 círculos sociales existen prevenciones frente al enfoque de Masculinidades


no hegemónicas. Prevenciones que surgen precisamente de una concepción
hegemónica de la masculinidad, que implica la represión de la dimensión
afectiva de los hombres y la definición de su identidad a partir de la imagen
del hombre “macho” y dominante. De modo que desarrollar una propuesta
de formación en Nuevas Masculinidades en el contexto mencionado implica
precisamente cuestionar esos referentes identitarios, sin llegar a generar de
entrada animadversiones en los participantes. Todo un desafío pedagógico y
creativo. Lo que se busca es justamente un proceso de autorreflexión crítico
y, en ningún caso, un proceso de acusación a los participantes que los lleve
a desertar del proceso en las primeras sesiones.

En este sentido, es importante poder realizar a través de la experien-


cia formativa una autorreflexión gradual que parta de la idea del cuidado
transformador de sí mismo y de los demás. De identificar la manera como
el patriarcado genera situaciones que no contribuyen a la realización de la
dignidad de las mujeres, ni de los hombres y tampoco de las personas que
asumen otras identidades de género.

Por ello se sugiere que los Facilitadores propicien ambientes formativos de


carácter dialógico y de reflexión crítica a través del análisis de las experien-
cias de los participantes. Para que con base en dichos análisis vayan permi-
tiendo introducir la crítica al poder patriarcal de una manera que implique
sustancialmente las experiencias de los participantes.

“El ser humano sabe hacer de los obstáculos nuevos caminos, porque a la
vida le basta una grieta para renacer. En esta tarea lo primordial es negarse
a asfixiar cuanto de vida podamos alumbrar”. (Ernesto Sábato)

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


MÓDULO 1

LA IDENTIDAD MASCULINA

15
Presentación
Una particularidad de la dignidad humana es la posibilidad de cambio per-
manente. Construimos nuestra identidad todos los días, durante toda la vida.

Los imperios coloniales quisieron imponer un pensamiento universal, unas


clasificaciones universales, como las de hombre y mujer. Y asignar a cada
uno roles, supuestamente, provenientes de la naturaleza o de la divinidad.
Con la globalización se creyó conseguir ese sueño de la universalidad; pero
lo que ha mostrado la globalización es, precisamente, la diversidad.

Por eso, hoy se habla de Géneros y de Masculinidades.

Pero hay una masculinidad hegemónica que aún se resiste, incluso de forma
violenta: ‘es mía o de nadie’; también recurriendo a formas más sutiles como
la publicidad. Old Spice hoy intenta convencernos de que la nueva masculini-
dad es un asunto de desodorantes: ¡el hombre ‘hombre’ huele como hombre!

Los hombres no nacen, se hacen. ¿Cómo nos hemos hecho hombres?


¿Hay una sola forma de ser hombres? ¿Qué costos pagamos por ser ‘hom-
bres’? ¿Por qué se habla hoy de Masculinidades?

Módulo 1 la identidad masculina


Estas son algunas de las inquietudes sobre las que proponemos reflexio-
nar y conversar.

Propósito:
Los participantes hacen conciencia del proceso de construcción de su iden-
tidad masculina reflexionando críticamente sobre los arquetipos que circulan
socialmente presionando en cada hombre la adopción de un tipo de masculi-
nidad hegemónica; y, además, sobre el sentido de las experiencias y posibi-
lidades de construcción de nuevas masculinidades a nivel personal y social.

Textos de motivación7

“Deber, pruebas, demostraciones, son palabras que nos confirman la


existencia de una verdadera carrera para hacerse hombre. La virilidad
no se otorga, se construye; digamos, “se fabrica”.

“Hemos aprendido que ser hombre es ser lo opuesto de una mujer;


ser hombre es no ser mujer, nada femenino. De hecho, la masculini-
dad se construye sobre la base de la negación y el repudio en sí mis-

16
mo de todo aquello que se considera femenino, ya que se considera
que lo femenino es inferior”. (Elizabeth Badinter)
El rey, el guerrero, el mago,
el macho alfa (dueño de las
hembras) son figuras que
simbolizan esa masculinidad
hegemónica. La voluntad
del rey es inapelable, tiene
derecho de vida y muerte
sobre sus súbditos, su vo-
luntad caprichosa es la ley;
los territorios conquistados
pasan a ser su dominio. El
guerrero debe imponerse,
conseguir y mantener el po-
der y eso exige el uso de la
fuerza, incluso armada; la
violencia utilizada para ello
es justificada: hay que man-
tener el orden y doblegar la
voluntad de los rebeldes. El
mago es el sabio, el dueño
del conocimiento, dotado de
todas las capacidades; es el
único que sabe lo que debe

7
Se recomienda colocar en carteleras visibles algunas de estas frases.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


hacerse, lo demás es ignorancia, incapacidad. El macho alfa es dueño
celoso de la manada; su poder sexual no puede ser puesto en cues-
tión. Las hembras están a su disposición por la fuerza, por dinero, por
la atracción del poder, por amor. ‘Si no ha de ser mía, que no será de
nadie’.

No hay que avergonzarse de ser varón. Pero sí de masculinidades ba-


sadas en relaciones de competencia y dominación y no en el reconoci-
miento del Otro-a como legítimo Otro-a, ‘con derecho a derechos’.

“Un cambio en la socialización masculina es tarea ambiciosa pero esen-


cial para la salud y la seguridad de los hombres y las mujeres. La su-
pervivencia de la sociedad puede radicar en que seamos capaces de
enseñar a los hombres a proteger la vida”. C. Thompson

“La masculinidad no es una esencia universal y constante (…) Por eso


hablamos de masculinidades (…) La masculinidad significa diferentes co-
sas para diferentes grupos en diferentes contextos” (Kimmel, 2001:48).

17
“Este trabajo no promueve un espíritu de culpa colectiva ni de acusa-
ción colectiva. Por lo contrario, invitamos a hombres y chicos a abrazar
modelos más saludables y no violentos de masculinidad y asumir respon-
sabilidad en el trabajo codo a codo con chicas y mujeres por conseguir la
justicia de género”. (Involucrando a Hombres y Niños en la Consecución
de la Igualdad de Género. Declaración de Río de Janeiro. Abril 2009).

Hay que SER el cambio que queremos en el mundo (Gandhi)

Momentos pedagógicos y objetivos específicos


Sentir: Rememorar el proceso que ha conducido a los participantes a
hacerse “varones”, expresando lo que hoy pesa, o cuesta, serlo. ¿Cuál es
el costo emocional de ser un “varón”?

Pensar: Identificar arquetipos en la masculinidad hegemónica8: el rey,


el guerrero, el sabio-mago y ‘el verraco de Guaca’ (amante, reproduc-
tor), presentes en nuestro proceso de construcción de una identidad
masculina, para asumir la interpelación a estos arquetipos desde el mo-
vimiento feminista: equidad y relaciones de poder.

Actuar: Socializar actitudes personales frente a conceptos clave: sexo,


género, socialización de género, rol de género, status de género, mas-
culinidad, feminidad, patriarcado, machismo, androcentrismo, sexismo,
discriminación de género, violencia de género, feminismo.

8
Moore, R. y Gillete, D. La nueva masculinidad. Rey, guerrero, mago y amante. Madrid. Edi-
ciones Paidós. 1993.

Módulo 1 la identidad masculina


Programación del taller
(Tiempo calculado: 5 horas)

Actividades
1. Ambientación9 (45 minutos)

4 Procedimiento:

+ Presentación personal:

Todos los participantes se colocan en círculo. Se le entrega una tar-


jeta a cada uno para que anote su nombre, organización y lugar de
origen. Uno a uno, se presentan mostrando la tarjeta. Luego se rotan
de mano en mano las tarjetas, mientras suena una música para am-
bientar el ejercicio; cuando la música se detiene, cada persona entre-
ga la tarjeta que tiene en la mano a quien él cree que le pertenece.
Si no acierta en un primer momento debe buscar hasta encontrarlo.
Ningún participante tiene más de una tarjeta. La persona que recibe la

18
tarjeta reafirma su nombre, lugar y organización de origen. Y agrega
su expectativa frente al taller’.

+ Presentación del proceso que se inicia y del módulo 1.

El Facilitador expone los propósitos del proceso: promoción de mas-


culinidades no hegemónicas; además, los objetivos del módulo1 y la
programación del Taller.

+ Ejercicios de Cuidado de sí:

Primer momento: Siguiendo indicaciones del Facilitador, o de un par-


ticipante, se hacen movimientos circulares de izquierda a derecha con
las siguientes partes del cuerpo: primero los pies (uno a uno); luego
cada pierna levantando y doblando primero una pierna hasta la altura
de la cintura, tratando de hacer el mayor equilibrio posible; luego, las
manos a la altura de la muñeca; los brazos, los hombros, la cabeza y
por último la cintura.

Segundo momento: se hace un recorrido por el escenario o el sitio


de trabajo, en el que todos los participantes se cruzan tratando de
no tocarse y mucho menos comunicarse; primero caminado, y poco
a poco se va acelerando el ritmo hasta correr, siguiendo instrucciones
del Facilitador. En medio de estos recorridos se hacen congelados y se
continúa con el recorrido.

9
Cascón Soriano, Paco y Beristain, Carlos Martín. La alternativa del juego. Fichas Técnicas. Edita APDH.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Tercer momento: se hacen ejercicios de respiración, tomando aire
por la nariz y expulsando por la boca. Al aspirar y espirar se cuenta
mentalmente hasta 3, a 4, a 5 y/o hasta 10, hasta ir normalizando la
respiración.

Nota: “Es importante que al aspirar se tensionen todos los músculos


del cuerpo y al espirar se relajen; ya que la respiración debe ser un
acto de todo el cuerpo”.

4 Materiales:

+ Guía de ejercicios. Equipo de sonido. Música seleccionada para el


caso. Manual para Facilitadores.

2. Momento pedagógico: SENTIR

Objetivo Específico: Rememorar el proceso que ha conducido a los


participantes a hacerse “varones”, expresando lo que hoy pesa, o
cuesta, serlo. ¿Cuál es el costo emocional de ser varón?

2.1. ¿Cómo me hice varón? (45 minutos)

4 Procedimiento:

Dinámica de ciegos y lazarillos: los participantes se organizan por


19
parejas. Una persona juega el papel de ciego y la otra de lazarillo.
Después de algunos movimientos dirigidos por el Facilitador, se cam-
bian los roles.

El Facilitador dirige un conversatorio sobre la siguiente pregunta:


¿Cómo se sintió cada persona en cada uno de los papeles? El Facilita-
dor destaca aspectos como los sentimientos de seguridad o inseguri-
dad que causa ser manejado por otro. Sobre la relación que tiene esto
con el poder (capacidad para dominar o para servir). Y cómo la cultura
patriarcal guía nuestro proceso de construcción de la identidad.

+ Reflexión individual: (10 minutos)

Cada persona escribe en una ficha una anécdota en la que se le haya


exigido socialmente, en su infancia o adolescencia, comportarse como
“varón” a partir de lugares comunes sobre lo que eso significa (mas-
culinidad tradicional).

+ Trabajo en grupos de 5 personas: (30 minutos)

Se pone en común la ficha individual contando la situación a los


miembros del grupo y, posteriormente, se hace un diálogo común en
torno a las siguientes preguntas:

Módulo 1 la identidad masculina


¿Cómo me sentí en ese momento ante la exigencia que se me hacía
de ser “varón”? ¿Qué me quedó de esa experiencia para mi forma de
entender lo que significa ser “varón”?

¿Qué costos negativos o positivos ha producido en mi vida esa forma


de entender lo que es ser “varón”?

(Un representante del grupo recoge las conclusiones del diálogo para
presentarlas en plenaria)

+ Plenaria de socialización: (35 minutos)

En la plenaria los representantes socializan las conclusiones del tra-


bajo en grupos. El Facilitador escribe en el tablero las ideas comunes
y las diferencias. Luego el Facilitador relaciona lo expuesto con ele-
mentos de los Textos de Motivación sugeridos para el presente módulo
y con elementos de la cultura regional. Por último, el Facilitador pide
a los integrantes de la plenaria que formulen unas ideas centrales en
torno a la pregunta:

¿Cuál es el costo que nos implica asumir formas de masculinidades


tradicionales? ¿Somos ciegos dirigidos por la cultura patriarcal? ¿Qué
expectativas personales deja la reflexión frente al tema de nuevas
masculinidades?

20
4 Materiales:

+ Fichas nemotécnicas. Lapiceros. Marcadores. Tablero acrílico. Gra-


badora. Computador

3. Momento pedagógico: PENSAR

Objetivo Específico: Identificar arquetipos en la masculinidad he-


gemónica: el rey, el guerrero, el sabio-mago y ‘el verraco de Guaca’
(amante, reproductor), presentes en nuestro proceso de construcción
de una identidad masculina, para asumir la interpelación a estos arque-
tipos desde el movimiento feminista: equidad y relaciones de poder.

4 Actividades:

3.1. Arquetipos de masculinidad hegemónica (60 minutos)

3.1.1. Exposición sobre el tema. (15 minutos).

El Facilitador realiza una presentación conceptual sobre los arque-


tipos de la masculinidad hegemónica que permita a los participantes
apropiarse de información relevante al respecto. Los arquetipos en
cuestión pueden asociarse a frases de uso común: el rey (‘aquí mando

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


yo’), el guerrero (‘a mí me respetan o me hago respetar’), el sabio-
mago (‘yo se los dije, les advertí’), ‘el verraco de Guaca’ (amante,
reproductor: ‘mía o de nadie’).

Se sugiere en la presentación el recurso a situaciones cotidianas en


las que dichos arquetipos se vean involucrados cotidianamente. El uso
de esas situaciones permitirá que la presentación haga posible la in-
teracción con los participantes para, entre todos, analizar la influencia
de los arquetipos en las situaciones presentadas.

4 Materiales:

+ Video beam, computador con acceso a internet, si es posible.

3.1.2. Ejercicios de representación de arquetipos.


(Tiempo para la actividad: 45 minutos)

4 Trabajo de grupos

En 4 grupos, cada uno monta


un corto sociodrama con base en
uno de los arquetipos presentados
previamente. El sociodrama termi-
nará con una posición de “imagen
teatral de congelado” mostrando
con la disposición de sus cuerpos

21
la situación conflictiva en las rela-
ciones de género que expresa la
escena. (Preparación del sociodra-
ma: 10 minutos)

En el momento en el que un gru-


po termine su presentación en la
posición de “imagen teatral” con-
gelada, el Facilitador invita a los
participantes espectadores a que
hagan variaciones en la “imagen
teatral” que conduzcan a transfor-
mar la influencia de los arquetipos
de la masculinidad hegemónica en
la historia, a partir de formas no
hegemónicas de masculinidad. (El
Facilitador puede definir variantes
en este ejercicio, de acuerdo al
tiempo disponible)

3.1.3. En Plenaria

Se adelanta un conversatorio so-

Módulo 1 la identidad masculina


bre los sociodramas presentados en torno a las preguntas: ¿cómo in-
fluyen los arquetipos de la masculinidad hegemónica en la construcción
de nuestras identidades de género?, y ¿cómo podemos transformar
nuestras identidades de género a partir de nuevas masculinidades?

Se establecerán a modo de síntesis unas concusiones de la plenaria


que recogerá el Facilitador en el tablero, a medida que vayan intervi-
niendo los participantes. (30 minutos)

3.2. Reflexión sobre mis comportamientos actuales

Cada participante escribe en una ficha una anécdota personal recien-


te en la que identifique la influencia de los arquetipos de masculinidad
hegemónica en las relaciones de género en las que está involucrado.
Las fichas serán anónimas, por lo que no hay que escribir el nombre
de los participantes en las mismas, pero la letra debe ser legible para
otros. (10 minutos)

Una vez todos los participantes hayan terminado de escribir su anéc-


dota, se echan las fichas en una caja. En disposición de mesa redonda,
los participantes toman al azar de la caja una ficha, y por turnos la

22
leen en voz alta y se hacen comentarios breves a partir de las conclu-
siones de la plenaria anterior. (30 minutos)

3.3. La interpelación a la masculinidad hegemónica desde el


movimiento feminista (equidad y relaciones de poder)

Con base en la lectura “¿qué es el feminismo de la diferencia?”, suge-


rida para el presente módulo, el Facilitador realiza una exposición ma-
gistral sobre la crítica del patriarcado desde el movimiento feminista:
equidad, valoración de la diferencia, protección de la vida. (20 minutos)

4 Materiales:

Anexo 1. Texto “Qué es el feminismo de la diferencia”

4. Momento pedagógico: ACTUAR

Objetivos específicos:

+ Socializar actitudes personales frente a conceptos clave: sexo, gé-


nero, socialización de género, rol de género, status de género, mascu-
linidad, feminidad, patriarcado, machismo, androcentrismo, sexismo,
discriminación de género, violencia de género, feminismo.

+ Definir compromisos de cambio personal en relación con compor-


tamientos de masculinidad hegemónica, atendiendo a la consigna de
“Ser el cambio que queremos en el mundo” (Gandhi).

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


4 Actividades:

4.1. Apropiación de palabras clave: sexo, género, socializa-


ción de género, rol de género, status de género, masculinidad,
feminidad, patriarcado (20 minutos)

+ Procedimiento: Trabajo en grupos. Se hace lectura del Anexo 1:


Cofre de palabras. Se formulan preguntas o precisiones de conceptos,
cuando sea el caso.

4 Materiales: Copias del texto Anexo 1. Cofre de Palabras.

4.2. “Ser el cambio que queremos en el mundo” (Gandhi): Re-


nuncia a comportamientos propios de arquetipos de masculini-
dad hegemónica.

+ Procedimiento:

4.2.1. En grupos o en plenaria, se lee y comenta el texto “In-


volucrando hombres y niños en la consecución de la igualdad
de género”. Anexo 3 www.promundo.org.br/en/wp.../decla-

23
racao-rio-espanol-para-pdf. (20 minutos)

4.2.2. Reflexión individual: Se escribe en una hoja de papel


un comportamiento propio de arquetipos de masculinidad he-
gemónica a los que quiero renunciar. Esta hoja se conserva
para el ritual de despedida. (10 minutos)

4 Materiales:

Anexo 3. Involucrando a Hombres y Niños en la Consecución de la


Igualdad de Género. Hojas de papel. Lapiceros

5. Cierre del Taller (30 minutos)

+ Procedimiento:

5.1 Evaluación: Una lección que me llevo

En círculo, en torno a fuego, cada persona dice una lección que se


lleva del Taller.

5.2 Ritual de despedida:

Incinerando comportamientos indeseados

En un fuego, colocado en el centro del grupo, cada persona incinera


el papel con los comportamientos a los que quiere renunciar. Si al-

Módulo 1 la identidad masculina


guien lo desea, puede compartir un sentimiento o idea mientras se
acerca incinerar su escrito.

Se termina cantando “Escucha Hermano la canción de la alegría…” (El


Facilitador puede seleccionar otra canción que encuentre adecuada)

4 Materiales:

Fuego, flores, velas, incienso, vasija, encendedor, equipo de sonido


y disco “El Himno de la Alegría”.

Bibliografía

q Campos Guadamuz, Álvaro. Así aprendimos a ser hombres. 1a ed.


San José, Costa Rica. 2007.
q Minello Martini, Nelson. Masculinidades: un concepto en construc-

24
ción. Journal: Nueva Antropología 2002 XVIII(61). www.redalyc.org/
articulo.oa?id=15906101
q Hernández, Oscar Misael. ESTUDIOS SOBRE MASCULINIDADES.
Aportes desde América Latina. El Colegio de Michoacán, México. http://
revista.ujaen.es/rae - Estudios sobre varones y masculinidades. IV
Coloquio Internacional. Montevideo. 2011 www.unfa.org.uy/userfiles/
publications/34_file1.pdf
q Diccionario de la transgresión feminista. JASS. Asociadas por lo
justo. www.justassociates.org/esp
q Bonino, Luis. Las nuevas paternidades. Cuadernos de Trabajo So-
cial. 2003. Madrid. CTS-UAM
q Puleo, Alicia H. EN TORNO A LA POLEMICA IGUALDAD/DIFE-
RENCIA. Cátedra de Estudios de Género. Universidad de Valladolid
/ http://www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-a_puleo-igualdad-
diferencia.html
q Sendón De León, Victoria. Qué es el feminismo de la diferencia.
http://www.nodo50.org/mujeresred/victoria_sendon-feminismo_de_
la_diferencia.html
q Quiroga Díaz, Natalia y Gómez Correal, Diana. ¿Qué tiene para
aportar una economía feminista decolonial a las otras economías?
www.viva.org.co/cajavirtual/svc0339/articulo18.html
q Involucrando a Hombres y Niños en la Equidad de Género. Decla-
ración de Rio de Janeiro. 2009 www.promundo.org.br/en/wp.../decla-
racao-rio-espanol-para-pdf.pdf

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ANEXO 1

“¿QUÉ ES EL FEMINISMO DE LA DIFERENCIA?”


El punto de partida no es inocente
Victoria Sendón De León10

Estoy convencida de que una no elige al azar. El temperamento, los


genes, la educación y la experiencia condicionan más de lo previsto.
¡Cómo no! Por eso me pregunto y me respondo a la vez por qué en
los primeros setenta, las hijas del 68 nos encaminamos hacia dos fe-
minismos diversos que, estoy convencida, se complementan por más
que se empeñen en excluirse. Si uno u otro no existieran habría que
inventarlos.

Unas eligieron lo urgente y otras nos encaminamos hacia lo im-


portante. Creo que ni unas ni otras estábamos dispuestas a ser una

25
generación perdida. De modo más o menos consciente sabíamos que
estábamos transformando el mundo (Marx) y cambiando la vida (Rim-
baud). Y todas, sin duda, hacíamos historia. Más de lo que imaginá-
bamos, pues el feminismo, de modo diluido o light, ha impregnado ya
todos los rincones de la sociedad del dos mil. Y un plus: ha sido el mo-
vimiento político más importante de las últimas décadas. Ya veremos
si una OPA hostil consigue homologarnos a lo políticamente correcto o
somos capaces de superar esa peligrosa trampa de autocensura.

Sendón De León, Victoria. Qué es el feminismo de la diferencia. http://www.nodo50.org/


10

mujeresred/victoria_sendon-feminismo_de_la_diferencia.html

Módulo 1 la identidad masculina


Pues bien, las feministas de lo urgente se lanzaron hacia la ardua
tarea de cambiar las leyes para las mujeres en un entorno de mejoras
sociales. Había que librarse del estatuto de sometidas y acceder al de
iguales, al de ciudadanas. ¡Chapeau!

Otras, que sin duda apoyábamos todos esos cambios, debatíamos


sobre cuestiones que nos parecían más importantes porque cam-
biaban la vida. Empezamos a contarnos las experiencias vividas en
“grupos de autoconciencia”, las inquietudes y dudas referentes a la
sexualidad y a las opciones en torno a ésta. La autoestima y la fuerza
comenzaron a crecer en aquellas reuniones informales que acababan
en divertidas cenas y confidencias que produjeron en nosotras una
verdadera “catarsis”. Descubrimos lo que era la amistad y la complici-
dad entre mujeres en un ambiente sin jefes, sin novios, sin maridos,
sin secretarios generales que mediaran entre nosotras y el mundo,
una burbuja virtual que estalló y nos lanzó al mundo con mucha más
seguridad en nosotras mismas.

No nos sentíamos solas y los lazos entre nosotras siguen, en mu-


chos casos, aún vivos, por más que nos hayamos replegado: “cada

26
mochuela a su olivo”. Aquello pertenece ya a la experiencia vivida, al
descubrimiento de un mundo que realmente conseguimos transfor-
mar, al menos dentro de nosotras. Y con la certeza, además, de que
estábamos haciendo política, ya que lo que intentaba el feminismo era
otorgar tal estatuto también a lo privado. Verdaderamente nos con-
vertimos en mujeres nuevas y para siempre.

¿Por qué elegimos distintos caminos? Ya lo he dicho: imponderables


de todo tipo.

El alimento teórico

Las feministas de la igualdad contaban con abundantes fuentes en


las que beber; a las de la diferencia nos gustaba más el vino. De he-
cho, estábamos permanentemente embriagadas de entusiasmo. No
íbamos a permitir que nos aguaran la fiesta. Mejor, las fiestas. Había
que celebrar la vida y la celebramos. Y eso marca.

Desde la Ilustración, el tema de la igualdad estaba sobre el tapete.


Ellas tenían abundante letra escrita para teorizar y reinterpretar. Y no
digamos con la aportación de las teorías socialistas, sin olvidar a Si-
mone de Beauvoir y su tema del Sujeto.

Nosotras, las de la diferencia, nos encontramos con un panorama que


planteaba la crisis del sujeto y prefiguraba la posmodernidad. Nues-
tros lagares rebosaban incertidumbre y cuestionamientos sin cuento.
Todo era nuevo porque partíamos de lo que se estaba pensando al hilo
de la propia época. Las teorías de la emancipación nos importaban un
bledo porque no creíamos en ellas. No queríamos ser mujeres eman-

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


cipadas. Queríamos ser mujeres libres porque sí, por derecho propio,
y así íbamos viviendo todos los “simulacros” de la libertad, todas las
osadías del atreverse, todas las explosiones de la dicha.

Condorcet era una antigualla que no valía la pena ni desempolvar.


Foucault, Deleuze y Guattari, Derrida, Chomsky y otros muchos es-
taban diciendo cosas más frescas, que si nos venían al pelo las to-
mábamos y si no, las despreciábamos: ni dios ni amo. No queríamos
doctrinas ni doctrinarios.

Leímos con avidez las primeras teorías feministas radicales que nos
llegaban de USA. No había viaje a París sin que nos viniéramos con lo
último de la editorial Des Femmes. También recurrimos a la doctora
Shaeffer, que nos desveló nuestra potente y creativa sexualidad. ¡Eure-
ka! Fue divertido y tremendo descubrir tantas cosas a la vez. Nuestro
gozo era equiparable a nuestra perplejidad.

Nunca estuvimos seguras de nada y supongo que seguimos buscando.

Las feministas de la igualdad continuaban con sus campañas mili-

27
tantes y sus apoyos teóricos más académicos, evidenciando siempre
lo evidente. Pero también aportando investigaciones sociológicas y de
otro tipo, que han servido para los consabidos “planes de igualdad”
que la Administración tuvo que poner en marcha gracias a la presión
y a los trabajos de aquellas mujeres.

Nosotras, las de la diferencia, nos metimos en rollos más psicoanalíti-


cos. No en vano había sido Freud el primero en plantear, de modo más
o menos científico, la indescifrable sexualidad femenina. Por supuesto
que lo repudiamos, pero nos dio pie para pensar en nosotras mismas
desde dentro. Luego vino Lacan con su propuesta lingüística del in-
consciente y se puso de moda lo referente al deseo. “¿Qué deseamos
realmente las mujeres?” era uno de los leitmotiv de nuestras conversa-
ciones. Y, por fin, Luce Irigaray.

Eran muy difíciles de leer, pero algo nos iba calando.

Así pues, el alimento teórico del movimiento en sus dos versiones


era distinto. El de la igualdad más académico y ortodoxo; el nuestro
más underground y herético. Y eso también marca.

Con Irigaray empezamos a caer en la cuenta de que nosotras éra-


mos “feministas de la diferencia”. ¿Por qué? Porque nuestro camino
hacia la libertad partía precisamente de nuestra “diferencia sexual”.
Esa era la piedra filosofal.

Supimos entonces que el mundo como representación no era más


que una proyección del sujeto masculino, es decir, “lo mismo”. Y “lo
mismo” sólo se pregunta por aquello que puede responderse y que

Módulo 1 la identidad masculina


puede, de nuevo, representar. Para ser sujeto desde “lo mismo” basta
con verse reflejado. ¿Cómo ser sujeto desde lo Otro? ¿Cómo ser suje-
to en un mundo de representación masculina?

Todo un reto apasionante

La cuestión clave que exponía Irigaray ¿era espejo o speculum? Es


decir, ¿se trataba de reflejar el mundo (con el espejo) para hacer una
crítica feminista o de explorar la caverna (con el speculum) de la dife-
rencia sexual? ¿Sociología o Psicología?

El feminismo de la igualdad enfrentó un mundo androcéntrico con


un espejo crítico. El de la diferencia exploró con su speculum nuestras
propias ignotas diferencias para, desde ahí, crear un mundo. Habrá
que reconocer que lo primero, aunque más aburrido, es mucho más
fácil. Lo segundo es titánico.

ANEXO 2

28 COFRE DE PALABRAS CLAVE11

1. Equidad de Género:
Sexo: Es el conjunto de estructuras físicas y químicas que caracteri-
zan a un ser animal o humano como sexuado a través de todo el pro-
ceso de desarrollo vital. Este término se reserva para la descripción de
la diferencia biológica entre hombres y mujeres (machos y hembras)
en los aspectos relativos a la anatomía, fisiología, genética, endocri-
nología y neurología.

Género: indica las expectativas de comportamiento social para cada


uno de los sexos, en diferentes épocas y entornos. Es la lectura cul-
tural del sexo. Es el conjunto de características que se asignan en el
proceso de socialización a hombres y mujeres, de acuerdo a los va-
lores y costumbres vigentes de cada grupo social y cada época. Es la
construcción sociocultural arbitraria de la masculinidad y la feminidad.
Enseña comportamientos diferenciados y construye imaginarios sobre
las identidades y relaciones entre hombres y mujeres, con intenciones
políticas, es decir, dependiendo de los manejos de poder establecidos.

Socialización de género: proceso por el cual se enseña a hombres


11
Geldres García, Denis Alfonso y Vargas Romero, Rosa María. Encuentro 1. La equidad de gé-
nero, el cambio que beneficia a hombres y mujeres. CARTILLA PARA ENCUENTROS ENTRE HOM-
BRES En Hombres cuidadores de Vida. Universidad CES y Alcaldía de Medellín. 2013. p 99-100.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


y mujeres desde que nacen, cómo se deben comportar según los pa-
rámetros, costumbre o estereotipos que el grupo social donde viven
designa a cada cual. Es el aprendizaje sociocultural de los roles y del
status de género, también marca la forma en que se deben interrela-
cionar hombres y mujeres.

Estereotipos de género: imaginarios que dan por hecho la asocia-


ción de ciertos comportamientos sociales como propios de hombres
o propios de mujeres. Los estereotipos son preconcepciones que eti-
quetan y valoran a las personas con rasgos diferenciados, marcados
mediante mecanismos de socialización, introyectados de manera in-
consciente y con el propósito de hacer que ellos y ellas encajen en los
parámetros que cada comunidad espera para lograr sus fines sociales.

Rol de género: Conjunto de tareas, funciones y expectativas de


comportamiento exigidas arbitrariamente a las personas, considerán-
dolas actividades propias, ‘naturales’ y exclusivas de hombres o de
mujeres.

Status de género: valoración social que se da a las personas por

29
ser hombres o por ser mujeres. En el patriarcado se valora más a los
hombres y por extensión a todo lo masculino.

Masculinidad: constructo de personalidad según el cual un hombre


se identifica con los estereotipos, roles, intereses y actitudes que le han
enseñado como ‘propios’ de su sexo masculino, según la sociedad en la
que vive. Este constructo se puede revaluar y construir sobre paráme-
tros nuevos, no patriarcales.

Feminidad: constructo de personalidad según el cual una mujer se


identifica con los estereotipos, roles, intereses y actitudes que la han

Módulo 1 la identidad masculina


enseñado como ‘propios’ del sexo femenino, según la sociedad en la
que vive. Este constructo se puede revaluar y construir sobre paráme-
tros nuevos, no patriarcales.

Patriarcado: es un sistema de organización social en el cual el po-


der se concentra en los varones, con exclusión de las mujeres, quie-
nes quedan como un ‘segundo sexo’ en los diferentes aspectos de la
vida social. El patriarcado es un sistema en el que cualquier hombre o
más bien todos los hombres, por el hecho de serlo, pueden conside-
rarse superiores a cualquier mujer (a todas las mujeres).

Machismo: es la ideología y práctica sostenida por individuos (hom-


bres) que creen en la superioridad del sexo masculino sobre el feme-
nino.

Androcentrismo: Tendencia histórico social a considerar a las per-


sonas de sexo masculino como centro de la sociedad, medida y eje
referencial de la legislación, el lenguaje; en fin, de la estructuración y
organización social.

30
Sexismo: Tendencia social a discriminar a las personas por su sexo,
especialmente a las mujeres por su condición de pertenecer al sexo
femenino.

Discriminación de género: Es dar trato de inferioridad a una per-


sona o comunidad en razón, en este caso, de su pertenencia a un sexo
particular. La inequidad o discriminación negativa se manifiesta en su
valoración social injusta, creyendo que unos de los géneros es inferior
y otro superior, dando estatus o posición social diferenciados, roles,
lugares y tiempo demarcados a hombres y mujeres, sufriendo un des-
equilibrio que niega la igualdad de oportunidad y engendra violencia
cotidiana.

Violencia de género: Es todo acto de violencia basado en la perte-


nencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado un
daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, inclusive
las amenazas de tales actos, la coacción a la privación arbitraria de
la libertad, tanto si se producen en la vida pública o privada (ONU,
1995).

Feminismo: Es un conjunto de teorías y un proyecto político cuya


meta es lograr la equidad de las relaciones hombre-mujer en todos los
aspectos. El feminismo reclama igualdad de estatus entre los dos gé-
neros y disfrute pleno de los derechos (civiles, jurídicos, económicos,
sexuales, etc.) para las mujeres. El feminismo no es un extremismo,
ni un heroísmo, es un humanismo. Muchas personas son feministas
sin saberlo pues esta es una propuesta de democracia, justicia y paz,
con beneficios no solo para las mujeres sino para la sociedad entera.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ANEXO 3

INVOLUCRANDO A HOMBRES Y NIÑOS EN LA


CONSECUCIÓN DE IGUALDAD DE GÉNERO
Primera parte: presentación
Procedemos de ochenta países. Somos hombres y mujeres, jóvenes
y adultos; representamos la diversidad cultural y lingüística mundial
y estamos trabajando codo a codo con respeto y metas compartidas
de justicia social y de género. Pertenecemos a organizaciones comu-
nitarias, religiosas e instituciones educativas; somos representantes
de gobiernos, ONG-s y de Naciones Unidas.

Lo que nos une es la indignación que sentimos ante las injusticias


que continúan devastando las vidas de mujeres y chicas y las auto-
destructivas demandas que ponemos sobre chicos y hombres.

Más todavía, nos reúne aquí nuestra poderosa sensación de esperan-


za, expectativas y posibilidades ya que hemos visto la capacidad de
hombres y niños para cambiar, cuidar, querer, amar apasionadamen-
31
te, y trabajar por la justicia para todas y todos. Sabemos y afirmamos
que los hombres son capaces de preocuparse por sus compañeras y
compañeros, por sí mismos y sus hijas e hijos.

Nos indigna la pandemia de violencia cometida por hombres contra mu-


jeres y niñas, el tratamiento de las mujeres como ciudadanas de segun-
da clase y la continua dominación de los hombres en nuestras economías,
nuestras políticas, nuestras instituciones sociales y culturales.

También sabemos que entre las mujeres hay quienes sufren aún
más en razón de su clase social, su religión, su idioma, sus diferencias
físicas, sus ancestros o su orientación sexual. También sabemos que
existen hombres que son víctimas de la violencia de otros hombres.

Reconocemos el daño causado a demasiadas mujeres y niñas por parte


de hombres, a la vez que reconocemos los costos para niños y hombres
por las formas en que nuestras sociedades han definido el poder mascu-
lino y socializan a los niños para convertirse en hombres.

Demasiados hombres jóvenes y niños son sacrificados como carne de


cañón en guerras decididas por hombres con poder político, económico
y religioso, quienes demandan conquistar y dominar a cualquier coste.

Muchos hombres se causan graves daños a sí mismos porque niegan

Módulo 1 la identidad masculina


32 sus propias necesidades de cuidado físico y mental o les faltan estos
servicios cuando los necesitan.

Muchos hombres sufren debido a que en nuestro mundo el poder


masculino no sólo se refiere al poder de los hombres sobre mujeres
sino también al dominio de algunos grupos de hombres sobre otros
hombres. Demasiados hombres, así como demasiadas mujeres, viven
en una pobreza extrema, son degradados, o son forzados a realizar
trabajos en situaciones inhumanas.

Muchos hombres llevan cicatrices profundas por intentar estar a la


altura de las demandas imposibles de la hombría y encuentran un
consuelo terrible corriendo riesgos en la violencia, la autodestrucción,
el alcohol o las drogas. Demasiados hombres son estigmatizados y
castigados por el simple hecho de que aman, desean y tienen sexo
con otros hombres.
Afirmamos, delante de estas realidades globales, nuestro compromi-
so de acabar con las injusticias hacia las mujeres y los hombres, hacia
los niños y las niñas y de proporcionarles los medios y oportunidades
de crear un mundo mejor. Estamos aquí porque creemos que hombres
y mujeres deben de trabajar juntos para denunciar la discriminación
y la violencia.

También afirmamos que hacer participar a hombres y chicos en la


consecución de la justicia de género es posible y que actualmente está

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ocurriendo. Organizaciones no gubernamentales, campañas y gobier-
nos están involucrando cada vez más directamente a cientos de miles
de hombres en distintas partes del mundo. Escuchamos a hombres y
niños levantando sus voces contra la violencia, practicando sexo más
seguro y apoyando los derechos reproductivos de mujeres y niñas.
Vemos hombres cuidando, amando y nutriendo a otros hombres y
mujeres. Vemos hombres que abrazan los desafíos diarios de cuidar
niños y bebés.

También afirmamos que trabajar con hombres y chicos proviene de,


y respeta, el trabajo pionero y continuo liderazgo del movimiento de
las mujeres. Nos solidarizamos con las continuas luchas a favor del
empoderamiento de las mujeres y sus derechos. Trabajando en co-
laboración con organizaciones a favor de los derechos de las muje-
res pretendemos cambiar las actitudes y prácticas de los hombres y
transformar el desequilibrio de poder entre hombres y mujeres, en
sus relaciones, familias, comunidades, instituciones y naciones. Más
aún, asumimos la importancia del movimiento de mujeres en cuanto
a las posibilidades que ha ofrecido a los hombres de ser más bonda-
dosos y simplemente humanos.

33
Durante la pasada década, el trabajo diario de muchos de los 450
delegados y delegadas presentes en el Primer Simposium Global so-
bre Involucrar a Hombres y Niños en la Consecución de la Igualdad de
Género ha sido animar a hombres y chicos a cuestionarse las violentas
e injustas versiones de la masculinidad. Este trabajo no promueve un
espíritu de culpa colectiva ni de acusación colectiva. Por lo contrario,
invitamos a hombres y chicos a abrazar modelos más saludables y no
violentos de masculinidad y asumir responsabilidad en el trabajo codo
a codo con chicas y mujeres por conseguir la justicia de género.

También convocamos a padres y madres, profesorado y formadores,


líderes de comunidad, a los medios de comunicación y a las empresas,
a los gobiernos, a las ONG, a las instituciones religiosas, a las Naciones
Unidas, para movilizar la voluntad política y los recursos económicos
necesarios para incrementar la escala e impacto del trabajo con hom-
bres y niños para promover la equidad de género.

Tomado de DECLARACIÓN MENENGAGE DE RÍO DE JANEIRO. Sim-


posio Global, Rio de Janeiro, 29 de Marzo – 3 de Abril, 2009 / www.
promundo.org.br/en/wp.../declaracao-rio-espanol-para-pdf.pdf

Módulo 1 la identidad masculina


MÓDULO 2

EL ORDEN PATRIARCAL: PODER PARA DOMINAR


Presentación:
Se habló en el Módulo 1, de este Manual, de que la construcción y decons-
trucción de identidades masculinas es un proceso permanente. Y con Eric
Bronfenbrenner, en su Teoría Ecológica12, se habló también de “la influencia
que tienen los ambientes en el desarrollo del sujeto”, pensado como “un
activo organismo bio-psíquico”. Y de que el ambiente en el que se desarrolla
el sujeto se amplía en círculos concéntricos a los que denomina, de adentro
hacia afuera, microsistema, mesosistema, exosistema y macrosistema.

“El microsistema constituye el nivel más inmediato en el que se desa-


rrolla el individuo (usualmente la familia); el mesosistema comprende las
interrelaciones de dos o más entornos en los que la persona en desarrollo
participa activamente (organizaciones); al exosistema lo integran contextos
más amplios que no incluyen a la persona como sujeto activo (institucio-

34
nes); finalmente, al macrosistema
lo configuran la cultura y la subcul-
tura en la que se desenvuelve la
persona y todos los individuos de
su sociedad”.

Pudiera decirse, aunque no es del


todo cierto porque se trata de un pro-
ceso integral, que el módulo anterior
enfatizó en los ambientes más cerca-
nos en la construcción de la identidad
masculina: microsistema, mesosis-
tema. En este módulo, la reflexión se
centrará en el exosistema (institucio-
nalidad) y en el macrosistema, vale
decir, en el Orden patriarcal, cuya
pretensión ha sido “apropiarse de las
fuerzas de la naturaleza, extenderse
en el espacio, conquistar otros pue-
blos y someterlos”.

Y para ello, escindir lo que hay de


masculino y femenino en cada ser
humano, asignando lo femenino,
cargado de discriminación, sólo a
las mujeres.

12
http://almazcruz.wordpress.com/teoria-ecologica-de-bronfenbrenner/

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


En este macrosistema se construye la identidad masculina. Tomar con-
ciencia de ello, plantea para nuevas Masculinidades la recuperación de una
nueva integridad humana y un proceso de cambio en los ambientes.

“Significa una liberación no sólo para los humanos –en especial para la
mujer-, sino también para la naturaleza y para las culturas no estructuradas
conforme al eje del poder-dominación, equiparadas a lo débil y a lo frágil, a
lo femenino cultural”. (Boff. 2003)

Propósitos
+ Los participantes identifican el patriarcado como un orden de
dominación, que genera exclusión e inequidad.

+ Constatan que el orden patriarcal no es de origen natural sino


construido socialmente y que por lo tanto puede ser modificado.

+ Discuten la teoría de Humberto Maturana que plantea que los


humanos somos hijos de una Biología del Amor, basada en la coo-
peración para convivir y no en la competencia para dominar.

+ Deliberan sobre la posibilidad de promover comunidades no pa-

35
triarcales desde la familia, la organización, las comunidades locales.

Textos de motivación13

4 “El patriarcado ha logrado mantener su vigencia cultural, soste-


niendo un registro simbólico en el cual la diferencia se ha convertido en
criterio y razón para la valoración desigual y la subordinación”14.

4 “El proyecto antropológico en vigor desde el neolítico es la voluntad


de poder y de dominación. Apropiarse de las fuerzas de la naturaleza,
extenderse en el espacio, conquistar otros pueblos y someterlos: es el
gran sueño que movilizó a los que han sido y siguen siendo los detento-
res de los medios de poder, de tener y de saber. El proyecto del poder-
dominación comenzó a adquirir carácter mundial a partir del siglo XVI
con la expansión imperialista europea, sostén de la modernidad. En esa
época comenzó a montarse la máquina mercantilista e industrial”15.

4 “El problema de lo masculino reside en lo femenino negado (…)


Para ser plenamente humano, el hombre necesita reanimar su femeni-
no dentro de sí y reeducar su masculino (...) Este femenino representa
el principio de la vida, de creatividad, de receptividad, de ternura, de

13
Se recomienda colocar en carteleras visibles algunas de estas frases.
14
Estrada, Ángela María. EL PATRIARCADO. FUENTE REGULADORA DE LA ESTRUCTURA SIM-
BÓLICA DE LA CULTURA. Escuelas de Liderazgo de La Corporación Viva la Ciudadanía. San-
tafé de Bogotá, septiembre de 1999.
15
Boff, Leonardo. Lo masculino en el nuevo paradigma civilizatorio. En La voz del arco iris.
Editorial Trotta. 2003. p 93-99.

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


interioridad y de espiritualidad en el hombre y en la mujer. Se trata, por
tanto, de un principio inclusivo y seminal presente en la formación de
la realidad humana”.

4 “La recuperación del principio femenino junto al masculino favorece


una nueva integridad humana (…) El principio femenino cura y libera
porque se mueve en otro paradigma y obra con otra lógica. Su paradig-
ma básico es la vida, no el poder; el respeto y la veneración por la vida
no la agresión y la dominación”16.

Momentos pedagógicos y objetivos específicos


Sentir: Revivir experiencias personales de cambio y de resistencia al
cambio, sobre todo cuando está implicada la identidad construida a lo
largo de la vida. Reconocer la influencia de las miradas de otras perso-
nas en mis cambios personales.

Pensar: Adelantar un análisis histórico que demuestre que el patriar-


cado es un orden construido socialmente y caracterizar el mismo como

36
un orden de dominación que necesita recurrir a la violencia: directa,
estructural, cultural

Actuar: Construir una visión de futuro sobre una posible comunidad


no patriarcal en el nivel familiar, de organización, o de comunidad local

Programación del taller


Actividades
1. Ambientación: (30 minutos)

1.1. Ejercicios de cuidado de sí:

Primer momento: Bajo la orientación del Facilitador, o un participante,


se hacen movimientos circulares de izquierda a derecha con las siguien-
tes partes del cuerpo: primero los pies (uno a uno); luego cada pierna
levantando y doblando primero una pierna hasta la altura de la cintura,
tratando de hacer el mayor equilibrio posible; luego, las manos a la altura
de la muñeca; los brazos, los hombros, la cabeza y por último la cintura.

Segundo momento: se hace un recorrido por el escenario o el sitio


de trabajo, en el que todos los participantes se cruzan tratando de no

16
Id. p 93-99.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


tocarse y mucho menos comunicarse; primero caminado, y poco a poco
37
se va acelerando el ritmo hasta correr, siguiendo instrucciones del Faci-
litador. En medio de estos recorridos se hacen congelados y se continúa
con el recorrido.

Tercer momento: se hacen ejercicios de respiración, tomando aire


por la nariz y expulsando por la boca. Al aspirar y espirar se cuenta
mentalmente de hasta 3, a 4, a 5 y/o hasta 10, hasta ir normalizando
la respiración.

Nota: “Es importante que al aspirar se tensionen todos los músculos


del cuerpo y al espirar se relajen; ya que la respiración debe ser un acto
de todo el cuerpo”.

(El Facilitador puede seleccionar ejercicios que vea pertinentes. Pero


es bueno que los participantes se apropien de rutinas que puedan prac-
ticar en su vida diaria).

1.2. Presentación del Taller

Se presentan propósitos, textos de motivación y programación del taller.

4 Materiales:

Guía de ejercicios de cuidado de sí. Equipo de sonido. Música escogida.

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


Programación del Taller.

1.3. Autopresentación de participantes

+ Cada participante dice su nombre, lugar y organización de origen,


y la ‘cualidad que más me admiran’. (20 minutos)

2. Momento pedagógico: SENTIR

4 Objetivos:

+ Revivir experiencias personales de cambio y de resistencia al cam-


bio, sobre todo cuando está implicada la identidad construida a lo largo
de la vida.

+ Reconocer la influencia de las miradas de otras personas en mis


cambios personales.

2.1. Mis experiencias de cambio y de resistencia al cambio e


Influencia de otras miradas en mis cambios personales

38
4 Procedimiento:

+ Trabajo individual: En una ficha, cada participante escribe: por un


lado, 3 cambios críticos que hayan modificado su vida y eventos o pun-
tos de vista que motivaron el cambio.

Por el otro lado de la ficha, escribe: Experiencias personales y/o gru-


pales de resistencia al cambio (10 minutos)

+ En pequeños grupos: Se pone en común la reflexión individual (30


minutos).

4 Materiales:

Fichas para visualización. Lapiceros. Marcadores

2.2. Influencia de otras miradas en mis cambios personales


(30 minutos)

En plenaria: Conversatorio sobre tipos de influencias recibidas que


han motivado cambios notables en nuestras vidas: estudios, persona-
jes, acontecimientos...

3. Momento pedagógico: PENSAR

4 Objetivos:

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


+ Adelantar un análisis histórico que demuestre que el patriarcado es
un orden construido socialmente.

+ Caracterizar el mismo como un orden de dominación que necesita


recurrir a la violencia: directa, estructural, cultural.

4 Actividades:

3.1. Dinámica de “EL GATO AMARRADO”: Una persona elegida


dentro del grupo que jugará el rol de tigre, amarra a otra que se llama-
rá el gato y la ubicará sentada amarrada a una silla dentro de un círculo.

A las demás personas se les sujetará una mano a la espalda y, si es


posible, se les cubrirá la cabeza con un pañuelo; este pañuelo repre-
senta su vida, si el tigre se lo quita el gato muere y sale del juego. Su
misión es liberar el gato amarrado. Los gatos solo pueden empujar, no
pueden ni agarrar, ni golpear al tigre; si alguno lo hace todos pierden.
El tigre debe impedir que liberen al gato amarrado y procurar quitarle el
pañuelo al gato que se acerque, sin salirse del círculo.

En un primer momento se da la indicación a los gatos, uno por uno,

39
de liberar al prisionero; cada uno tiene un minuto para ello. Si ninguno
lo logra, pueden intentarlo juntos; primero sin hablar, después creando
una estrategia. El gato prisionero debe correr cuando haya sido des-
amarrado, aunque también lo pueden liberar con todo y silla.

Luego de permitir expresar a todos sus impresiones de la experiencia vi-


vida, se motiva el análisis colectivo, con base en las siguientes preguntas:

q ¿Qué simbolizan el gato, el tigre, el círculo, en relación con


el poder?

q ¿Qué enseñanzas se pueden derivar sobre el ejercicio del


poder en las relaciones de género?

4 Materiales:

Cuerdas, pañuelos, según el número de participantes.

3.2. Análisis histórico sobre el patriarcado

4 Procedimiento:

A. Trabajo en grupos (tiempo: 30 minutos). Cada grupo recibe un texto


en el que se describe una comunidad, y una Ficha Guía con la cual cons-
truye un Orden de Género imaginario que considere adecuado para ella:

1. Los Nukac Makú: recolectores y cazadores

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


2. Grupos indígenas horticultores (producción para el consumo)

3. Los caucheros del Vaupés (economía extractiva)

4. Los colonos agricultores (producción para el mercado)

5. Los Mosuo, una sociedad no patriarcal en China

Los grupos pueden presentar los resultados en forma lúdica: dramati-


zación, cuento, descripción.

El Orden de Género imaginario que se va a construir se refiere a: Di-


visión sexual del trabajo, relaciones familiares y sexualidad, propiedad
de la tierra y relación con la naturaleza, formas de gobierno, religión,
relación con los vencidos-sometidos, si los hay.

A partir de los datos que se entregan sobre la comunidad respectiva,


se imagina su forma de organización, de pensamiento y de comporta-
miento siguiendo la ficha guía.

4 En Plenaria (45 minutos):

40 - Se presentan los trabajos grupales y se abre un Conversatorio para


comentar los resultados.

4 Materiales:

Anexo 1: Texto con breve información sobre las comunidades referi-


das (véase la Bibliografía).

Anexo 2: Ficha para el análisis del orden de género

B. Exposición magistral o lectura en grupos de textos diferentes, se-


leccionados de la Bibliografía propuesta. (30 minutos) El Facilitador en-
fatiza que el patriarcado es un orden construido socialmente, caracte-
rizado como un orden de dominación que, para mantenerse, necesita
recurrir a la violencia: directa, estructural, cultural.

En un proceso de ‘modernización’, esa violencia asume diferentes


formas en la historia: esclavismo, feudalismo, capitalismo. (Puede re-
comendarse la película “12 años de esclavitud”).

4 Materiales:

Textos escogidos de la bibliografía


Anexo 3: Una alusión histórica al patriarcado

C. En plenaria: Conversatorio: reacciones y comentarios a los temas


presentados. (30 minutos)

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


4. Momento pedagógico: ACTUAR

4 Objetivos:

+ Construir una visión de futuro sobre una posible comunidad no pa-


triarcal en el nivel familiar, de organización, o de comunidad local.

4 Actividades:

4.1. Mi proceso personal: “Ser el cambio que queremos en el


mundo” (Gandhi).

+ En Grupos (30 minutos). Se hace una lectura comentada de “La


Declaración universal del reconocimiento de la existencia del orden pa-
triarcal y de su definitiva abolición”.

4 Materiales:

Anexo 4: Declaración Universal del reconocimiento de la existencia del


orden patriarcal y de su definitiva abolición”.

41
4.2. Visión de futuro sobre una posible comunidad no patriarcal en
el nivel familiar, de organización, o de comunidad local (30 minutos)

+ Trabajo de grupos. Cada persona narra al grupo alguna experiencia


personal o grupal para superar el machismo, como expresión del pa-
triarcado.

+ Cada grupo formula o enumera sus propuestas para una Declaración


propia sobre la abolición local del patriarcado y las presenta de forma lú-
dica a la plenaria: en forma de edicto en plaza pública, trovas o similares.

4 En Plenaria: (30 minutos)

Se socializan las declaraciones construidas en los diferentes grupos y


se acuerdan posibles componentes para la definición de una Declaración
colectiva. Esta declaración es una visión “Hacia una comunidad no pa-
triarcal” en el nivel familiar, institucional, comunitario.

4 Materiales:

Pliegos papel papelógrafo, Marcadores, hojas de papel, lapiceros

Cierre del Taller (30 minutos)

5.1. Evaluación del Taller (10 minutos)

En círculo, en torno al fuego, cada participante dice una palabra que


exprese un sentimiento o un aprendizaje como fruto del Taller

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


5.2. Ritual: compromiso de cambio personal

+ Cada persona anota en una hoja de papel un compromiso personal


de abandono de un comportamiento machista.

+ En un fuego colocado en el centro del grupo, cada persona incinera


la hoja donde anotó el compromiso. Si alguien quiere, puede compar-
tirlo antes de incinerarlo.

+ Mientras tanto suena la canción Un millón de amigos, u otra que se


considere adecuada. (20 minutos)

4 Materiales:

Hojas de papel, lapiceros, marcadores, fuego, flores, velas, incienso,


vasija, encendedor y música seleccionada.

Bibliografía

42
q Masculinidades, hombres y cambio. Diagnóstico de prácticas pa-
triarcales en organizaciones sociales. DIAKONÍA. Bogotá. 2009
q www.hombresymasculinidades.com/pdf/masc-hombres.pdf
q Cardona A. Benjamín. Una alusión histórica al patriarcado. Anexo 3
q Mathieu, Vittorio. Patriarcado y matriarcado. http://www.sta-
ffcatholic.net/archivos/lexicon/patriarcadoymatriarcado.pdf
q Lerner, Gerda. La Creación del Patriarcado. Barcelona, Editorial, Crí-
tica, 1990 http://www.antimilitaristas.org/spip.php?article5195
q Stuart Mill, John La esclavitud femenina. Prólogo de Emilia Bazán
http://www.lacavernadeplaton.com/resenasbis/stuartmill0809.htm
q DECLARACIÓN UNIVERSAL DEL RECONOCIMIENTO DE LA EXIS-
TENCIA DEL ORDEN PATRIARCAL Y DE SU DEFINITIVA ABOLICIÓN. As-
sociació GEA, Barcelona Cecilia Amorós http://www.proyectopatriarca-
do.com/es/manifest.do
q Amorós, Cecilia. Teoría feminista: de la ilustración a la globaliza-
ción. Del feminismo liberal a la posmodernidad. Ana de Miguel. Eds.
q Maturana, Huberto. Biología del fenómeno social. Talleres de In-
vestigación en Desarrollo Humano (TIDEH). http://www.ecovisiones.cl/
metavisiones/Pensadores/maturana/reflexiones.htm
q Boff, Leonardo. El cuidado esencial. Ética de lo humano, compasión
por la tierra. Editorial Trotta. Madrid. 2002.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ANEXO 1
1. Los Nukac Makú: Son grupos indígenas en la selva amazónica.
Son recolectores nómadas. Entran en contacto ocasional con otros
grupos indígenas horticultores o con colonos blancos para intercam-
biar algunos bienes y servicios.

2. Los Guayaberos: Comunidad indígena de horticultores en Ba-


rrancón, cerca de San José del Guaviare. El gobierno nacional les re-
conoce una reserva indígena, una porción selvática a orillas del rio
Guaviare, dentro de la cual hay tierra para cultivar, en donde cazan,
y también una laguna donde pescan. Un proceso dinámico de coloni-
zación, los pone en relación cercana con campesinos colonos prove-
nientes del interior del país. Hoy en Barrancón se ha establecido una
base militar.

3. Los caucheros del Vaupés: Son colonos blancos, algunos de


ellos expresidiarios, que saben de rezagos de las caucherías de la casa
Arana, en la época de la segunda guerra mundial. Se aventuran solos
(sin su familia), delimitan arbitrariamente un territorio con árboles de

43
caucho, que consideran su cauchería, y reclutan en un poblado indí-
gena familias que vayan a trabajar al menos por un año, liquidándoles
al fin con artículos como hamacas, escopetas, ropa. No hay control
estatal de esta relación laboral.

4. Los colonos agricultores del Guaviare: Son campesinos des-


plazados por la violencia liberal conservadora que, desde distintas re-
giones del país, atienden a una campaña radial de Retorno al Cam-
po. Aviones de la fuerza aérea llegan cargados de familias que se
alojan temporalmente en campamentos. Por turnos, un funcionario
los acompaña a demarcar porciones de 50 hectáreas para deforestar,
sembrar y construir una vivienda. En este proceso, algunos tropiezan
con comunidades indígenas, recolectores u horticultores, que ances-
tralmente han vivido en la zona.

5. Los Mosuo, una etnia no patriarcal en China. Son familias ex-


tensas cuyo núcleo es la madre (matriarca le dicen algunos investiga-
dores de Occidente). La economía productiva (agropecuaria, turismo)
está al servicio de la economía del cuidado; la madre dirige la econo-
mía familiar. No existe el matrimonio como contrato de apropiación de
la sexualidad y la fertilidad femenina. La mujer decide sobre su cuerpo
y con quién tiene contacto sexual. Los hijos son de la madre; no ne-
cesitan saber quién es su padre. Los varones participan en el cuidado
de los hijos de la familia materna extensa. No existen en su lengua
palabras como violación, guerra, padre de familia.

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


ANEXO 2

FICHA PARA EL ANÁLISIS DE UN ORDEN DE GÉNERO


División sexual Relaciones Propiedad de la Forma de Religión Relación con
del trabajo familiares y tierra gobierno grupos externos
Tareas de sexualidad

- Mujeres - Matrilinealidad - No propiedad Poder: - Religiones de - Reconocimien-


la Diosa to del Otro
- Hombres - Patrilinealidad - Colectiva - Capacidad
para dominar - Monoteísmo - Dominación
- Matrimonio - Privada
como contrato - Capacidad - Sometimiento
- Relación con para hacer y
recursos Natu- servir
rales

ANEXO 3

44 UNA ALUSIÓN HISTÓRICA AL PATRIARCADO


Benjamín Cardona Arango

En su prefacio al libro “El cáliz y la espada”, de Riane Eisler, el biólogo


chileno Humberto Maturana retoma el apunte histórico de un orden no
patriarcal en Europa, en la zona del Danubio, entre siete y cuatro mil
años antes de Cristo. “Allí el pre-patriarcado es agricultor, los poblados
no tienen fortificaciones, no hay señales de guerra, los lugares de cul-
to albergan figuras femeninas, no hay diferencias entre las tumbas de
hombres y mujeres, y no hay signos que permitan hablar de diferen-
cias jerárquicas entre hombres y mujeres, o entre mujeres y mujeres,
o entre mujeres y hombres. Se trata de un mundo cretense matrístico
pre-micénico, según lo revelan las pinturas murales cretenses”.

Hoy existen aún Los Mosuo17, una comunidad matricénctrica, no pa-


triarcal, en China. La economía está centrada en la madre. La ‘econo-
mía productiva’ está al servicio de la ‘economía del cuidado’ (hoy, entre
nosotros, la economía del cuidado está al servicio de la economía pro-
ductiva). Hay allí asignación de funciones por género pero no valoración
discriminatoria de las mismas. Las mujeres tejen y trabajan la tierra.
Los hombres hacen las relaciones políticas con el afuera y trabajan

17
Los Mosuo. El Último Matriarcado. http://www.eldragondehipatia.com/articulos/los-mo-
suo-el-ultimo-matriarcado/

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


como guías (turismo), como barqueros, en la ganadería, la pesca y los
oficios que decida la madre.
45
La sexualidad es libre y a iniciativa de la mujer. Los hijos son de la
familia de la madre. No existe el matrimonio como contrato de apropia-
ción de la sexualidad y del trabajo de una mujer por parte de un hom-
bre considerado padre de familia. No hay patria potestad.

La propiedad es colectiva de cada familia extensa.

La autoridad está depositada en la madre (‘matriarca’, dicen los vi-


sitantes occidentales).

La religión de los Mosuo no es monoteísta (un solo dios verdadero,


con imagen masculina); veneran a Mu de Gan, la montaña sagrada,
que se concibe como la diosa del amor y a Shinami, el lago sagrado,
visto como la diosa madre. (Ver película El reino de las Mujeres). En
la lengua de los Mosuo no existen palabras como guerra, violencia se-
xual, matrimonio, padre de familia, tan propias de un orden patriarcal.

Podríamos hacer una exploración por la prehistoria (5.000mil años


atrás) para hacer hipótesis sobre el proceso de construcción del orden
de dominación de unos seres humanos por otros, ligado inicialmente
a la agricultura y a la disputa por la tierra, que hoy llamamos Patriar-
cado, y que dio origen a modos de producción como el esclavismo, el
feudalismo, el capitalismo, hasta su fase actual de neoliberalismo. Con

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


una constante que lo caracteriza: las relaciones de dominación-some-
timiento, competencia y exclusión, solo pueden mantenerse mediante
la violencia en la familia, en la escuela, en la actividad política, y en la
puja internacional.

Pero basta mirar la historia de las últimas 5 décadas en el Guaviare


y el Vaupés, como escenario conocido en Colombia, para mostrar el
proceso de instalación de un orden y una cultura patriarcal: allí hay
comunidades de recolectores nómadas, hoy en extinción, como los
Nukak Makú, para quienes la tierra no tenía dueño, como no había
dueños de los ríos o del aire. También grupos horticultores que solo
producen para su consumo, como los Guayaberos, que contaban con
una reserva indígena, suficientemente extensa para que cada familia
sembrara su huerto, cazara en el bosque y pescara en una laguna.

Al Vaupés llegaron los caucheros, hombres al estilo de los conquista-


dores españoles, a veces expresidiarios, sin familia. Cada uno, arma-
do, delimitaba a su arbitrio un extenso territorio selvático con árboles
del caucho, ahora supuestamente de su propiedad por derecho de
ocupación, casi de conquista. Enganchaba una cuadrilla de siringueros
indígenas en una relación semiesclavista impuesta por el cauchero,

46
sin ningún control social o institucional. Los siringueros recibían cada
año hamacas, escopetas, telas, como ‘liquidación’ por su trabajo, y
quedaban endeudados por un año más; siempre en deuda. Cuando
un indígena no soportaba el nuevo régimen solo le quedaba como
posibilidad la fuga (‘picuriarse’), con la seguridad de que sería perse-
guido por pistoleros (como ocurría con los prisioneros de las FARC) y
en algunos casos por la policía del poblado más cercano, si la hubiera.
Puede suponerse el tipo de relaciones que se establecieron entre el
cauchero blanco y las hijas de los siringueros indígenas, basadas en la
seducción, el atractivo de los bienes cuyo acceso permite el dinero, o
simplemente en la fuerza.

Al Guaviare, en los años 70, llegaron de regreso de la ciudad al campo


colonos campesinos desarraigados por la violencia liberal conservadora.
Con el hacha y el machete, delimitaron el territorio de sus cultivos ac-
tuales o posibles, invadieron con perros cazadores la reserva indígena,
no delimitada con cercas de alambre y por lo tanto terreno considerado
baldío, y pescaron también en la laguna, lo que agotó rápidamente la
cacería y la pesca para todos.

Cuando la agricultura, esa forma de cultivo ya no solo para el consu-


mo sino ante todo para el mercado, domina el proceso económico, todo
el aparato del Estado estará disponible para garantizar la propiedad
privada; en este caso, sí, ‘la tierra para el que la trabaja’. El Estado se
demora para llegar y, mientras eso ocurre, impera la ley del más fuerte.

Más adelante llegarían los especuladores comprando las mejoras que

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


hicieron los colonos, ya cansados del duro trabajo de descuajar la sel-
va, y a algunas regiones están llegando ahora los grandes empresa-
rios o las multinacionales definiendo nuevos usos del suelo de acuerdo
a sus intereses: hidroenergía, monocultivos, minería, etc., secando
humedales, desviando ríos, descuajando selva. La tierra ahora ya no
para quien la trabaja sino para el que tenga dinero y tecnología para
saquear su riqueza.

Estamos hablando de una historia de apenas los últimos 50 años.

El resultado es que las comunidades indígenas o se incorporan a la


nueva concepción del desarrollo, siempre en desventaja, o desapa-
recen. Se ha impuesto un nuevo ORDEN en el que ocupan un lugar
de subordinación. A esa situación serían luego sometidos también los
campesinos en ese recambio de actores dominantes que llaman de-
sarrollo: que hoy no sabe cómo resolver el problema creado en las
ciudades con cinco millones y medio de desplazados y las comunas
convertidas en objeto de disputa territorial de bandas y combos. Este
es el contexto en el que aprenden a ser hombres y mujeres, y a vivir,
millones de niñas, niños y adolescentes. Son víctimas de la violencia
y nos extraña que ejerzan la violencia.

Los tres poderes del Estado defienden este nuevo orden, sordo a los
reclamos y clamores de indígenas y campesinos. El interés público no
es el de los desposeídos, sino el de los dominadores de turno. Puede
47
pensarse hoy en los Llanos Orientales o en El Catatumbo. O en Cam-
poalege, Huila, donde los campesinos, hombres y mujeres, atropella-
dos por la policía, miran aterrados cómo 7mil kilos de semilla de arroz
de alta calidad son arrojados al relleno sanitario por orden del ICA. No
sabían que por razón del TLC no se podría en adelante sembrar semi-
lla no certificada. Mientras tanto Obama hablaba a sus compatriotas
sobre los tratados de libre comercio: “En todo el mundo se comprarán
nuestros productos (…) Estados Unidos siempre va a ganar”.

Los desplazados de HidroItuango, refugiados en el campus de la


Universidad de Antioquia, se quejan: “EPM y la Gobernación dueños
de este nefasto megaproyecto nos quitaron, utilizando la violencia del
Estado en nuestra contra, los medios de subsistencia que teníamos;
destruyeron y quemaron nuestros ranchos, nos tiraron herramientas y
enceres al río, al tiempo que con gases lacrimógenos, NOS DEJARON
SIN TRABAJO y en algunos casos sin vivienda”.

Se lamentan de que el ICBF18 haya utilizado el argumento de la vul-


nerabilidad de niños, niñas y adolescentes, con ocasión del desplaza-
miento, ‘para señalarnos como victimarios de los menores y no como
víctimas del desarraigo’.

18
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


Volviendo a los indígenas, hoy El Barrancón, nombre del pequeño
caserío indígena de los Guayaberos, del que hablamos antes, es una
base militar. Y unas horas río abajo fue la masacre paramilitar de Ma-
piripán, con responsabilidad por acción o por omisión de altos mandos
militares.

No es necesario describir la relación del blanco con las mujeres in-


dígenas. Basta recordar que el patriarcado establece una apropiación
masculina de la sexualidad y la fecundidad femenina. Entre nosotros,
las estadísticas de violencia y explotación sexual de menores de 18
años dan cuenta de ello. Y hoy en nuestro medio, nos lo recuerdan
los casos de ataques con ácido para desfigurar a las mujeres que no
acepten esa apropiación masculina de su sexualidad.

Es verdad que el proceso civilizatorio trata de reducir la violencia


patriarcal “a sus justas proporciones”. La Declaración de los Dere-
chos Humanos habla de que todos los seres humanos nacen libres e
iguales. Sin embargo, las mujeres, los niños, los pobres, las minorías,
saben cuánto sirve tener derechos en un orden económico, social,
político, cultural que genera y justifica la inequidad. “No creas tener
derechos” advierten algunos sectores del movimiento feminista.

48 Por supuesto, se establece el derecho a la guerra, y derechos en la


guerra, que solo se hace para someter o matar. Aún las Naciones Uni-
das no logran proclamar el Derecho a la Paz. ¿Cómo puede existir un
derecho a la guerra y simultáneamente un derecho a la paz? El orden
patriarcal no puede sostenerse sin acudir violencia.

Hoy se aprueban leyes, se incrementan penas para quienes violen


los derechos. El problema es que las cárceles en Colombia están ates-
tadas y el Estado no tiene la capacidad ni de llevar a juicio, ni de cons-
truir cárceles al ritmo que crece la delincuencia. No por eso se deja
de producir leyes para endurecer las penas… El Fiscal General de la
Nación habla de un populismo punitivo.

Hablando de cárcel: Hoy está en la cárcel Martín Sombra, el llamado


carcelero de las FARC. “Era un niño, dice; a mi tío Patrocinio le saca-
ron los ojos y después lo castraron. Mi padre se murió en mis brazos
y me hizo jurar que debía morir como guerrillero en el monte. Yo me
iba a suicidar y no me dejaron”. Ingrid Betancur recuerda su maldad
pero afirma: “esa maldad era su escudo y no su naturaleza profunda”.

La cultura patriarcal se mantiene a través de la educación. En las


“tierras de misión” modifica la relación con los niños y las niñas. Entre
las comunidades nómadas, toda la comunidad se desplaza permanen-
temente y los niños y niñas aprenden simplemente conviviendo con
las personas adultas; en las comunidades horticultoras, los bebés son
llevados por sus madres a la huerta; los niños y niñas que ya caminan

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


quedan al cuidado de sus hermanos y hermanas adolescentes. No
existe el abandono infantil. Es una comunidad de niñas y niños que
aprende a vivir mediante el juego: nadan, pescan, construyen. Los
jóvenes de ambos sexos se van luego vinculando a los trabajos de sus
padres y madres. Apenas, terminada la adolescencia, pueden casarse
porque están en capacidad de vivir autónomamente: construir una
casa, cazar, pescar, sembrar, cocinar.

Para el orden patriarcal civilizatorio esa vida en libertad es un des-


perdicio y no es suficiente para incorporarse al nuevo orden que ne-
cesita mano de obra más calificada. Los niños y las niñas, también
los nuestros, deben someterse a un Orden, más o menos militar, en
centros o instituciones educativas cuyo funcionamiento es bastante si-
milar al de un regimiento: todos sometidos, todos uniformados, repi-
tiendo el mismo libreto y apropiándose de una cosmovisión patriarcal
que incluye la dimensión cultural, social, ambiental, económica y polí-
tica: deben adquirir las destrezas, las habilidades, y los conocimientos
curriculares universales definidos desde las necesidades del mercado.

¿Se pueden esperar mañana resultados distintos utilizando hoy los


mismos métodos? No se trata de devolver la historia. Se trata de una

49
mirada autocrítica que permita explorar nuevos caminos.

Según Humberto Maturana, biólogo chileno, “no es la agresión la


emoción fundamental que define lo humano, sino el amor, la coexis-
tencia en la aceptación del otro como un legítimo otro en la conviven-

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


cia. No es la lucha el modo fundamental de relación humana, sino la
colaboración (...) Se habla de que los humanos debemos luchar y ven-
cer las fuerzas naturales para sobrevivir; como si esto hubiese sido y
fuese la forma normal del vivir. ¡Esto no es así! La historia de la huma-
nidad en la guerra, en la dominación que somete y en la apropiación
que excluye y niega al otro se origina con el patriarcado”.

Propone, pues, un cambio de paradigma en las relaciones humanas:


a cambio de relaciones de dominación y de apropiación, que niegan al
Otro, impuestas por el orden patriarcal, propone una recuperación de
nuestra Biología del Amor: relaciones basadas en el reconocimiento
del Otro como legítimo Otro, que siglos de patriarcado no lograron
modificar genéticamente. Los mamíferos deben ser dados a luz, aco-
gidos, protegidos y los seres humanos no perdemos esta caracterís-
tica al crecer. No podemos sobrevivir sin el amor de otras personas.

El patriarcado promueve la competencia; la biología del amor genera


convivencia. El ser humano puede decidir si utiliza o no la violencia,
puede elegir entre “amarse o armarse”. La violencia no es un comporta-
miento natural sino aprendido. Mediante un proceso de cambio cultural

50
podemos reactivar relaciones fundadas en nuestra Biología del Amor.

Demos la palabra a Maturana19:

“El ser humano es constitutivamente social. No existe lo humano fue-


ra de lo social. Lo genético no determina lo humano, sólo funda lo hu-
manizable. Para ser humano hay que crecer humano entre humanos
(...) Si pertenecemos a sociedades que validan con la conducta coti-
diana de sus miembros el respeto a los mayores, la honestidad consigo
mismo, la seriedad en la acción y la veracidad en el lenguaje, ése será
nuestro modo de ser humanos y el de nuestros hijos. Por el contrario, si
pertenecemos a una sociedad cuyos miembros validan con su conducta
cotidiana la hipocresía, el abuso, la mentira y el autoengaño, ése será
nuestro modo de ser humanos y el de nuestros hijos.

…Como toda sociedad se realiza en la conducta de los individuos que


la componen, hay cambio social genuino en una sociedad sólo si hay
un cambio conductual genuino de sus miembros. Todo cambio social
es un cambio cultural. Todo sistema social humano se funda en el
amor (…) La conducta social está fundada en la cooperación, no en la
competencia. La competencia es constitutivamente antisocial, porque
como fenómeno consiste en la negación del otro. No existe la “sana
competencia”, porque la negación del otro implica la negación de sí
mismo al pretender que se que compite no vive en lo que hace, se
enajena en la negación del otro”.

Maturana, Humberto. Biología del Fenómeno Social. http://es.scribd.com/doc/30176591/H-


19

Maturana-Biologia-Del-Fenomeno-Social

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ANEXO 4

DECLARACIÓN UNIVERSAL POR EL


RECONOCIMIENTO DE LA EXISTENCIA DEL ORDEN
PATRIARCAL Y SU DEFINITIVA ABOLICIÓN

51

Las mujeres llevamos más de doscientos años en lucha colectiva


contra el Patriarcado, institución que representa un permanente agra-
vio para todas nosotras, y también para los varones obligados a des-
empeñar el ingrato papel de celadores y opresores del colectivo fe-
menino.

Consideramos

Que no se vienen cumpliendo los preceptos de “la Declaración de los


Derechos Humanos” proclamada y aprobada en 1948 por la Asamblea
General de Naciones Unidas, en cuyo Artículo 7 declara “Todos (los se-
res humanos) son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho
a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación”. Ni tampoco se cumplen en mayor o
menor medida los posteriores compromisos acordados en la Asamblea
General de Naciones Unidas celebrada en Nueva York en junio del año
2000, como seguimiento de la última de las cuatro Conferencias Mun-
diales (Beijing 1995) sobre los Derechos de las Mujeres. Conferencias
Mundiales que fueron posibles gracias a los esfuerzos realizados por
mujeres de todo el mundo en los últimos decenios.

Por lo que EXPONEMOS:

Que siendo el Patriarcado, una institución inscrita en el seno de la


sociedad no ha sido nunca escrita, al estilo, por ejemplo, de un Decá-
logo religioso o una Constitución política, ha quedado por ello oficial
y jurídicamente invisibilizado, lo cual no ha permitido corregirlo, en-
mendarlo, o sencillamente abolirlo por anacrónico, como anacróni-
cos son por ejemplo el Feudalismo o la Esclavitud. Entendemos por
“anacrónico” contrario a los derechos humanos, debido a lo cual, han
existido los agravios siguientes:

1.- Exclusión de las mujeres del contrato social y los derechos

52
políticos inherentes al mismo, desde la antigua Atenas hasta
nuestros días.

2.- Exclusión de las mujeres de una educación igual y parita-


ria, lo que ha dado lugar a una ignorancia funcional necesaria
para potenciar la formación servil de niñas y adultas en la tarea
asignada de resultar útiles a los hombres en tanto que colectivo
sexual hegemónico.

3.- Exclusión de las mujeres del mundo del trabajo, de la capa-


citación profesional necesaria y suficiente para acceder a todas
las profesiones, ejercerlas y tener derecho a ocupar lugares de
gestión de las mismas.

4.- Las tres exclusiones anteriores han sido posibles y se re-


fuerzan merced a un entramado cultural construido exclusiva-
mente por el colectivo masculino (Patriarcado), lo que ha invi-
sibilizado, reprimido y subordinado a las mujeres, sometidas
además a los correspondientes castigos en caso de contrave-
nir la norma. Esta cultura androcéntrica ha tenido sus vías de
transmisión fundamentalmente a través de las Religiones, la
Filosofía y la Ciencia.

Por todo lo cual

SOLICITAMOS de este Foro Internacional se gestione la petición for-


mal de perdón a las mujeres del mundo entero por los agravios y

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ofensas recibidos durante milenios, al mismo tiempo que se dé por
abolido el Orden Patriarcal, y con dicha abolición el cese, de una vez
por todas, del enfrentamiento entre hombres y mujeres en tanto que
superior/inferior, activo/pasiva, y todos los demás conceptos binarios
referidos a ambos sexos para la exclusión de uno de ellos.

Petición de perdón

Esta solicitud de Perdón se manifiesta en tres direcciones: Reconoci-


miento, petición de Perdón y Abolición.

RECONOCIMIENTO de la Institución Patriarcal, inscrita en la socie-


dad pero hasta el presente no escrita, o sea, fantasmática. Reconoci-
miento de su existencia formal, oficial y política, como institución, de
modo que esté en condiciones de ser considerada y juzgada como una
institución más de las que en el mundo son y han sido, susceptible
por tanto de ser considerada agotada en su desarrollo y por lo tanto
obsoleta.

PETICIÓN DE PERDÓN por la gravísima ofensa moral, espiritual, so-


cial y política que a través de los siglos se ha infringido a las mujeres

53
del mundo entero al tenerlas consideradas seres inferiores a los hom-
bres e indignas de participar en el Contrato Social humano, reservado
exclusivamente a los varones.

ABOLICIÓN. Lo anteriormente dicho permite decidir la Abolición del


Patriarcado como entidad que está fuera de lugar y de la Ley en este
siglo, vulnera los Derechos Humanos, y resulta una afrenta para la mi-
tad de la humanidad, además de un perjuicio para la otra mitad. Como
se abolieron la Esclavitud y otras instituciones perversas en el pasado,
reclamamos la deslegitimación de ésta, lo cual permitirá avanzar más
rápidamente en la consecución de un orden social mejor y más justo
para la totalidad de las gentes.

Así pues, esta Petición de Perdón significa, en lo real y en lo sim-


bólico, un ANTES del Patriarcado y un DESPUÉS del mismo, un hito
histórico en el acontecer de la humanidad.

Associació GEA, Barcelona 2009


http://www.proyectopatriarcado.com/es/manifest.do

Módulo 2 El orden patriarcal: poder para dominar


MÓDULO 3

VIOLENCIA DE GÉNERO

54 Presentación:
El patriarcado es un orden de dominación que sólo puede sostenerse me-
diante la violencia, en los tres tipos de que habla Galtung: estructural, cul-
tural, directa.

Y con su pretensión de universalidad, y de justificación, da por sentado


que la violencia es propia de la naturaleza humana.

Se ejerce la violencia para mantener la dominación y la sumisión: de los


esclavos, de los siervos, de los obreros, de las ‘minorías étnicas’, de los ‘in-
fieles’. Y siempre, de las mujeres.

Humberto Maturana niega que la violencia sea propia de la naturaleza


humana: “No es la agresión la emoción fundamental que define lo humano,
sino el amor, la coexistencia en la aceptación del otro como un legítimo otro
en la convivencia. No es la lucha el modo fundamental de relación humana,
sino la colaboración. Hablamos de competencia y lucha creando un vivir en
competencia y lucha no sólo entre nosotros, sino con el medio natural que
nos posibilita. Así se habla de que los humanos debemos luchar y vencer
las fuerzas naturales para sobrevivir; como si esto hubiese sido y fuese la
forma normal del vivir. ¡Esto no es así!

La historia de la humanidad en la guerra, en la dominación que somete y


en la apropiación que excluye y niega al otro se origina con el patriarcado”.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


El presente módulo propone la reflexión sobre la violencia, particularmen-
te de género; sobre las diferencias entre sentimientos y comportamientos,
y sobre la posibilidad de controlar aquellos y de modificar estos, reactivando
nuestra Biología del Amor, basada en la “aceptación del Otro-a como legíti-
mo Otro-a en la convivencia”.

Propósito
Los participantes diferencian entre la energía de que están dotados los
seres vivos para proteger la vida (agresividad) y los comportamientos vio-
lentos, socialmente aprendidos, particularmente en las relaciones de género
(agresiones).

Textos de motivación20:

Hay criminales que proclaman tan campantes:


“la maté porque era mía”,
así no más, como si fuera cosa de sentido común
y justo de toda justicia,
y el derecho de propiedad privada
que hace al hombre dueño de la mujer.

Pero ninguno, ni el más macho de los supermachos,


tiene la valentía de confesar:
“la maté por miedo”.
55
Porque al fin y al cabo
el miedo de la mujer a la violencia del hombre
es el espejo del miedo del hombre
a la mujer sin miedo (Eduardo Galeano)21

- Para castigo de la des-obediencia y escarmiento de la libertad, la


tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mu-
jer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo. Los de-
rechos humanos tendrían que empezar por casa”22.

“Camina una milla en sus zapatos”. “Existen muchos trechos por ca-
minar para que el cuerpo individual se convierta en cuerpo colectivo, el
dolor individual en un dolor social y la alegría individual en una alegría
social. Sin embargo, cada vez más hombres se inician o profundizan
en esto de ponerse en los zapatos de las mujeres, lo que permite de-
cir que los hombres sí somos capaces de revisar críticamente nuestra
masculinidad y plantear disconformidad e indignación frente a las vio-
lencias hacia las mujeres”23.

20
Se recomienda colocar en carteleras visibles algunas de estas frases.
21
Galeano, Eduardo www.youtube.com/watch?v=0BNZKvgkSOg
22
Id. http://www.taringa.net/posts/info/5723734/La-cultura-del-terror.html
23
Geldres García, Denis Alfonso. Ponerse en los zapatos de ellas. En: Hombres cuidadores de
vida. Universidad CES. 2013:55

Módulo 3 Violencia de género


Momentos Pedagógicos y Objetivos Específicos
Sentir: Revisar, evocando un evento conflictivo, el comportamiento
personal diferenciando entre lo que sentí y la forma como me comporté.

Responder a la pregunta: ¿En la violencia de género soy sólo respon-


sable de mis comportamientos personales o debo asumir también una
responsabilidad por la generalizada violencia de género?

Pensar: Precisar diferencias entre sentimientos y comportamientos

Examinar posibilidades de control del comportamiento violento

Apropiarse de conceptos claves: violencia, violencia basada en género,


violencia contra las mujeres, feminicidio, prevención.

Actuar: Revisar mi proceso personal en el contexto de una “Cultura


del Terror”

Discutir sobre posibilidades de implementación, en el nivel local, de la


Campaña del Lazo Blanco

56 Programación del taller


Actividades:
1. Ambientación (30 minutos)

1.1. Ejercicios de cuidado de sí:

Según indicaciones del Facilitador, o de otro participante, se hacen los


siguientes movimientos u otros que se consideren pertinentes: movi-
mientos circulares de izquierda a derecha y luego en dirección contraria,
primero los pies (uno a uno); luego cada pierna levantando y doblando
primero una pierna hasta la altura de la cintura, tratando de hacer el
mayor equilibrio posible; luego, las manos a la altura de la muñeca; los
brazos, los hombros, la cabeza y por último la cintura.

1.2. Presentación de la programación: El Facilitador presenta


los propósitos, textos de motivación y programación del taller.

4 Materiales:

- Guía de ejercicios - Equipo de sonido

- Música seleccionada - Carteleras

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


2. Momento pedagógico: SENTIR

4 Objetivos Específicos:

- Revisar, evocando un evento conflictivo, el comportamiento personal


diferenciando entre lo que sentí y la forma como me comporté.

- Responder a la pregunta: ¿En la violencia de género soy sólo respon-


sable de mis comportamientos personales o debo asumir también una
responsabilidad por la generalizada violencia de género?

2.1. Evocación de un evento conflictivo en relaciones de géne-


ro: (45 minutos)

4 Procedimiento:

A. Noticiero Popular

En grupos de 5 personas se elige una situación de violencia por razo-


nes de género contra la mujer. Puede recurrirse a casos que conocen los
participantes por ser cercanos o a casos que se han dado a conocer por

57
los medios de comunicación regionales o nacionales. Cada grupo define
un presentador del noticiero, un reportero; los demás personajes del
noticiero popular se definen de acuerdo a la historia. El grupo prepara el
cubrimiento noticioso de la situación de violencia a partir de las siguien-
tes preguntas:

- ¿Qué ocurrió?

- ¿Cuáles fueron las consecuencias?

- ¿Qué sintieron los implicados?

- ¿Qué pensaron ante lo que ocurrió?

- ¿Cómo se hubiera podido evitar la agresión?

- ¿Cuál es la responsabilidad de la sociedad y de las instituciones esta-


tales frente a lo sucedido?

A continuación, los grupos presentan el noticiero popular a los demás


participantes.

B. En plenaria

Se hace Lectura del texto “La maté porque era mía”, de Eduardo Galeano.

-Se realiza un conversatorio en el que se relacione la lectura realizada


con las situaciones presentadas en los noticieros populares a partir de la

Módulo 3 Violencia de género


pregunta: ¿la violencia contra la mujer muestra el “miedo del hombre a
la mujer sin miedo”, como dice E. Galeano?

4 Materiales:

Texto de Eduardo Galeano “La maté porque era mía”

2.2. La Violencia de género: responsabilidad individual, y res-


ponsabilidades de género (30 minutos)

4 Procedimiento:

Lectura por grupos de 5 personas del texto: “El varón, arma de des-
trucción masiva”. Escrito por JOSÉ IGNACIO TORREBLANCA/EL PAÍS/ 25

A partir de la lectura, los grupos dialogan en torno al tema de la responsa-


bilidad frente a la violencia de género contra las mujeres tratando de iden-
tificar las responsabilidades individuales y colectivas frente a este flagelo.

En plenaria se realiza la socialización de las conclusiones y se hace un


Conversatorio en torno a la pregunta: ¿la responsabilidad por la violen-

58
cia de género es solo individual?

4 Materiales:

Texto “El varón arma de destrucción masiva”. Anexo 1.

3. Momento pedagógico: PENSAR

4 Objetivos Específicos:

+ Precisar diferencias entre sentimientos y comportamientos

+ Examinar posibilidades de control del comportamiento violento

+ Apropiarse de conceptos claves: violencia, violencia basada en gé-


nero, violencia contra las mujeres, feminicidio, prevención

4 Actividades:

3.1. Diferencia entre sentimientos y comportamientos (tiempo:


30 minutos)

4 Procedimiento:

3.1.1. Expresión de emociones:

Caminando por todo el escenario o el sitio de trabajo, cada participante


va a expresar emociones: miedo, afecto, tristeza, enojo, alegría, u otras.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Lo hace primero con gestos, después con sonidos guturales, según vaya
sugiriendo el Facilitador.

A una indicación, los participantes se hacen por parejas y, en un juego


del espejo, uno de ellos trata de representar o reproducir el gesto que el
otro hace. Luego cambian de rol, y mientras uno representa su emoción,
diferente a la que había mostrado el compañero, el otro representa un
sentimiento contrario: si el uno muestra rabia, el otro puede mostrar
amor. (10 minutos)

3.1.2. El Facilitador realiza una exposición sobre diferencias entre


las reacciones físicas, emocionales, cognoscitivas (taquicardia, mie-
do, “me están viendo la cara”). En enfatizando la diferencia entre:

+ Sentimientos básicos: miedo, afecto, enojo, temor, alegría (MATEA)

+ Comportamientos que estos sentimientos pueden suscitar: huida,


abrazos, golpes, etc.

4 Materiales:

59
+ Video beam, papelógrafo, marcadores

+ Anexo 2: Texto sobre sentimientos básicos

3.2. El comportamiento violento es un comportamiento apren-


dido que puede ser modificado (tiempo 30 minutos)

4 Procedimiento:

+ Por grupos: Lectura comentada del texto: TÉCNICAS DE CONTROL


EMOCIONAL. (Ángel Antonio Marcuello García). Anexo 3

+ El Plenaria: Se socializan aprendizajes a partir de la lectura y el Fa-


cilitador amplia y precisa información, si lo ve necesario.

4 Materiales:

Copias del texto “Técnicas de control emocional”. Anexo 3

3.3. Apropiación de conceptos claves: violencia, violencia basada en gé-


nero, violencia contra las mujeres, feminicidio, prevención (tiempo 30’)

4 Procedimiento:

+ Exposición magistral del Facilitador sobre conceptos claves (o lectu-


ra por grupos).

+ Preguntas y precisiones

Módulo 3 Violencia de género


60 4 Materiales:

Texto Conceptos Claves sobre violencia de género. Anexo 4.

4. Momento pedagógico: ACTUAR

4 Objetivos Específicos:

+ Revisar mi proceso personal en un contexto de “Cultura del Terror”

+ Discutir sobre posibilidades de implementación en el nivel local de


la Campaña del Lazo

4 Actividades:

4.1. Mi proceso personal en un contexto de Cultura del terror


(30 minutos)

4 Procedimiento:

+ Lectura en plenaria del texto Cultura del Terror (E. Galeano)

+ Por unos minutos, se pide a los participantes que recuerden una ex-
periencia personal o de trabajo comunitario en donde se constata la exis-

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


tencia de la violencia de género como Cultura del Terror, de que habla
E. Galeano. Se solicita que algunos presenten experiencias a la plenaria.

+ Se invita a compartir opiniones entre los participantes a partir de


las siguientes preguntas:

- ¿Por qué existe la cultura del miedo?

- ¿Qué tipo de privilegios están a la base de la cultura del miedo?

- ¿Qué relación hay entre la cultura del miedo y la violencia por razo-
nes de género contra la mujer?

- ¿Si quisiéramos transformar la cultura del miedo por una cultura que
evite la violencia por razones de género contra la mujer cómo la llama-
ríamos y en qué consistiría esa cultura?

4 Materiales:

Anexo 5. Texto de Eduardo Galeano. Cultura del terror.

61
4.2 Campaña del Lazo Blanco (30 minutos)

4 Procedimiento:

+ En Plenaria: El Facilitador informa acerca de la “campaña del Lazo


Blanco”. (véase Bibliografía)

+ Los participantes presentan otras experiencias conocidas.

+ Se exploran posibilidades de implementación de esta campaña en


el nivel local.

4 Materiales:

Video beam, computador con acceso a internet o fotocopia de un texto


sobre Campaña del Lazo Blanco.

5. Cierre del Taller

5.1. Evaluación (10 minutos)

+ Cada persona escribe en una hoja un compromiso de modificación


de actitudes personales propensas a la violencia de género. En otra
hoja, un propósito de acción positiva en su familia o en su comunidad u
organización, dirigida modificar actitudes patriarcales.

+ Formando un círculo cada persona, da un testimonio sobre lo que


se lleva del Taller.

Módulo 3 Violencia de género


5.2. Rito de compromiso personal (20 minutos)

+ Cada persona incinera la hoja donde escribió el compromiso como


símbolo de renuncia a esas actitudes. La otra será guardada por cada
participante.

+ Mientras se van incinerando los papeles, suena la canción “Quién


dijo que todo está perdido. Yo vengo a ofrecer mi corazón”.

4 Materiales:

Hojas de papel, lapiceros, marcadores, fuego, flores, velas, incienso,


vasija, fuego, equipo de sonido, disco.

Bibliografía:

q Marcuello García, Ángel Antonio. TECNICAS DE CONTROL EMO-


CIONAL. http://www.psicologia-online.com/autoayuda/iemocional/con-
trol_emocional.shtml

62
q Puedo manejar mi enojo y evitar la violencia. Instituto Costarricen-
se de Masculinidades WEM / https://www.google.com.co/#q=Puedo+m
anejar+mi+enojo+y+evitar+la+violencia+Instituto+WEM

q Geldres García, Denis Alfonso. Ponerse en los zapatos de ellas. En:


Hombres cuidadores de vida. Universidad CES. 2013. p 51-55

q Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer.


1994. ONU. Asamblea General http://www2.ohchr.org/spanish/law/mu-
jer_violencia.htm

q Cómo nació la campaña del lazo blanco / http://www.redentrela-


zando.cl/2011/09/historia-de-la-campana-lazo-blanco/

q Relatoría Módulo II: Manejo del enojo y de los celos. II Encuentro


de Formación de Facilitadores en Masculinidades y Prevención de la Vio-
lencia. Chinauta, Marzo de 2013.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ANEXO 1

EL VARÓN, ARMA DE
DESTRUCCIÓN MASIVA24
- La violencia y las guerras han estado dominadas siempre por un
sesgo de género.

- El 70% de las mujeres sufre algún tipo de agresión durante su vida.

Una de las noticias más esperanzadoras del año 2014 es la apertura


de negociaciones con el régimen iraní en torno a su programa nuclear.
Con razón, a la comunidad internacional le preocupa la proliferación
de estas armas, de ahí que, de forma excepcional, al otro lado de la
mesa nos encontremos actuando unidos a EE UU, Rusia, China y la
Unión Europea. Pero pese a la increíble capacidad de destrucción de
estas armas, hay quienes sostienen que no tienen tanto de excepcio-

63
nal; son, dicen, nada más que muchas toneladas de explosivos juntas.

Algo de razón no les falta: el genocidio más importante de la his-


toria, el cometido contra el pueblo judío, no requirió de armas nu-
cleares, como tampoco fueron necesarios más que unas decenas de
miles de machetes de fabricación china para terminar con los 800.000
tutsis que fallecieron en el genocidio ruandés. Las aproximadamente
135.000 víctimas de Hiroshima desafían nuestra comprensión, pero
también lo hacen los casi 300.000 muertos en la batalla por Verdún.
La cruda realidad es que, desde la noche de los tiempos, el ser hu-
mano ha mostrado una increíble capacidad de matar, y de hacerlo en
masa y sostenidamente, y para ello se ha servido de cualquier cosa a
su alcance: un machete, un AK-47, explosivos convencionales o bom-
bas atómicas.

Un momento: “¿el ser humano?”. No exactamente. La práctica tota-


lidad de todas estas muertes tienen en común un hecho tan relevante
como invisible en el debate público: que fueron varones los que los
cometieron. La historia militar no deja lugar a ninguna duda: los ejér-
citos han estado formados por varones, que han sido los ejecutores
casi en exclusiva de este tipo de violencia, y sus principales víctimas.
Cierto que guerrillas y grupos terroristas han incluido históricamente
mujeres, a veces muy sanguinarias (en España, por desgracia, cono-
cemos el fenómeno), pero la violencia bélica en manos de las mujeres
ha sido una gota en un océano. El resultado no por conocido es menos
trágico: solo en el siglo XX, las víctimas de estos conflictos desenca-

24
TORREBLANCA, JOSÉ IGNACIO /EL PAÍS, España / 25 ENERO 2014

Módulo 3 Violencia de género


denados y ejecutados por varones se cobraron la vida de entre 136 y
148 millones de personas.

Se dirá que las guerras son cosas del pasado, típicas de socieda-
des pre democráticas. Pero ¿cómo explicar entonces el sesgo de gé-
nero que domina la violencia en nuestras sociedades? No hablamos
de sociedades atávicas, sino de sociedades occidentales, democracias
plenas donde, como en Estados Unidos, las estadísticas nos indican
que el 90% de todos los homicidios cometidos entre 1980 y 2005 lo
fueron por varones, mientras que solo el 10% por mujeres. De todos
esos homicidios, algo más de dos tercios (68%) fueron cometidos por
varones contra varones, mientras que en uno de cada cinco (21%)
un varón mató a mujer. Aunque sí que hubo mujeres que mataron a
hombres, solo representaron el 10% de todos los homicidios, mien-
tras que, significativamente, el porcentaje de mujeres que mataron a
mujeres fue ridículo (2,2%). Así pues, las mujeres no matan mujeres,
solo varones y, en gran proporción, en defensa propia.

Claro que EE UU es una sociedad más violenta que otras, pero los
datos de España, Reino Unido u otros países de nuestro entorno no
son muy distintos: reveladoramente, la población penitenciaria es-

64
pañola está compuesta en un 90% por hombres y en un 10% por
mujeres. Al igual que la guerra, el homicidio y, en general, el crimen
parecen ser fenómenos casi puramente masculinos.

Los efectos de una cultura patriarcal dominada por varones son


tan demoledores que pareciera que en el mundo se libra una guerra
(invisible, pero guerra) de varones contra mujeres. Según Naciones
Unidas, el 70% de las mujeres han experimentado alguna forma de
violencia a lo largo de su vida, una de cada cinco de tipo sexual. In-
creíblemente, las mujeres entre 15 y 44 años tienen más probabilidad
de ser atacadas por su pareja o asaltadas sexualmente que de sufrir
cáncer o tener un accidente de tráfico.

En España y otros países de nuestro entorno, casi la mitad de las


mujeres víctimas de homicidios lo fueron a manos de sus parejas,
frente a un 7% de hombres, lo que significa que la probabilidad que
tiene una mujer de morir a manos de su pareja es seis veces superior
a la de un hombre.

La violencia sexual contra las mujeres es omnipresente y consti-


tuye uno de los capítulos más vergonzosos, y más silenciados, de la
historia de los conflictos bélicos. Ello pese a la evidencia de que esa
violencia no solo ha sido consentida sino alentada como arma de gue-
rra. Según Keith Lowe, autor del libro Continente salvaje, la Segunda
Guerra Mundial batió todos los récords de violencia sexual, especial-
mente contra las mujeres alemanas a medida que el ejército soviético
se adentraba en Alemania (se calcula que dos millones fueron violadas

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


como consecuencia de una política de venganza sexual deliberada).

Hoy en día, la ONU estima en 200.000 las violaciones ocurridas en la


República del Congo, una cifra similar a la ofrecida para Ruanda. Lejos
de África, en el corazón de la Europa educada, la violación también fue
un arma de guerra interétnica en el conflicto de la antigua Yugoslavia,
donde se estima que entre 20.000 y 50.000 mujeres fueron violadas.

A lo que se añade una larga lista de crímenes que solo las diferencias
de género pueden explicar y que incluye el aborto selectivo de niñas,
los crímenes de honor, el tráfico de mujeres con fines de explotación
sexual o la mutilación sexual, que afecta a 130 millones de mujeres.

No hace falta adentrarse en las sutilezas de la discriminación política,


económica y social, en sí un hecho muy revelador de la subordinación
generalizada de la mujer: el nivel de violencia física contra las mujeres
que hay en el mundo lo dice todo. Algunos describen la violencia que
se ejerce contra las mujeres solo por el hecho de serlo como “femi-
nofobia”. ¿Por qué no nos suena nada este término, o alguno similar?

Reconozcámoslo: los varones son el mayor arma de destrucción ma-

65
siva que ha visto la historia de la humanidad, y hay unos 3.500 millo-
nes de ellos por ahí sueltos.

Podemos prohibir las armas largas, las armas cortas, las minas an-
tipersona, las bombas de fósforo o de fragmentación, las armas bac-
teriológicas, químicas y nucleares, pero al final estaremos siempre en
el mismo sitio: detrás de cada arma habrá un varón.

De ahí que Naciones Unidas haya adoptado varias iniciativas de al-


cance mundial, recurriendo para ello al propio Consejo de Seguridad,
que en su Resolución 1.325 de 31 de octubre de 2000 hizo visible por
primera vez la necesidad de una protección explícita y diferenciada
para las mujeres y las niñas en escenarios de conflicto, así como la
contribución fundamental que las mujeres hacen y deben hacer en lo
relativo a la resolución de conflictos y la construcción de la paz.

Existen muchas posibles, y complejas, explicaciones sobre estos he-


chos. Tampoco son fáciles las respuestas que debamos dar, y mucho
menos las medidas a adoptar. Pero los hechos están ahí, y son incon-
testables: los varones matan y se matan, mucho, y ejercen mucha
violencia contra las mujeres.

Sin embargo, el debate público sobre este hecho es inexistente. An-


tes que repuestas, este debate requiere preguntas, en realidad una
sola pregunta: ¿son los varones armas de destrucción masiva?

Módulo 3 Violencia de género


ANEXO 2

MANEJO DE SENTIMIENTOS BÁSICOS (MATEA)25


Psicóloga Claudia Verónica Cruz Arias

Actualmente vivimos en un mundo donde cada día perdemos sensi-


bilidad ante nuestro entorno y las personas que nos rodean, muchas
veces debido a que nos es difícil hacer contacto con nuestros senti-
mientos.

La MATEA, se refiere a los sentimientos básicos, como miedo, afecto,


tristeza, enojo y alegria. Según Muñoz Polit (2009), las emociones pri-
marias, innatas o básicas, son aquellas con las que venimos equipa-
dos y que están a nuestra disposición para satisfacer las necesidades
fundamentales de supervivencia, dichas emociones están hechas para
responder de manera preorganizada, cuando se perciben determina-
das características de los estímulos del mundo en combinación con
nuestra respuesta corporal. Cada una de esas emociones tiene un

66
objetivo específico de supervivencia, las emociones básicas son las
siguientes:

Emoción Innata Objetivo de Supervivencia


Miedo Protección
Afecto Vinculación
Tristeza Retiro hacia sí mismo y reflexión
Enojo Defensa y establecimiento de Limites
Alegría Vivificación y energetización del cuerpo

Permitir que nuestros hijos e hijas reconozcan sus emociones bá-


sicas, les ayuda a ser persona con una mayor inteligencia emocio-
nal, mostrarse más flexibles y equilibrados antes las adversidades de
su entorno, mostrándose con una mayor capacidad para expresar y
manejar sus sentimientos de una forma adecuada y equilibrada. Es
lamentable ver como muchos niños y niñas gritan, lloran, hacen be-
rrinches y a sus papás y mamás desesperados por no saber que hacer,
ni siquiera saber que sienten, enseñarle a tu hijo e hija a reconocer
y expresar sus sentimientos de manera adecuada, abre un canal de
comunicación más efectivo y sano entre padres e hijos.

Enseñar a nuestros hijos e hijas a reconocer sus sentimientos, impli-

25
http://consultoriopsicologicocvca.blogspot.com/2011/07/manejo-de-sentimientos-basi-
cos-matea.html

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


ca también reconocer los propios, en pocas ocasiones hablamos con
ellos de lo que sentimos ante las conductas que nos desagradan o nos
agradan de ellos, caemos en los regaños que tienen a ser un enjuicia-
miento hacia el niño o niña y no a su conducta, por lo que caemos en
un círculo de rebeldía y distanciamiento, cuando nosotros como padres
hablamos de lo que sentimos cuando hacen una travesura o no hacen
lo que esperaríamos de ellos, reconocemos y nos responsabilizamos
de nuestro sentimiento, ya sea enojo, tristeza, alegría, etc., cuando
lo reconocemos podemos ser consciente de cómo nos expresamos y
así evitar este tipo de regaños que lejos de permitir un mejor vínculo
afectivo con tu hijo, provoca miedo, resentimiento, apatía y rechazo.

Si sientes que te es difícil reconocer tus propios sentimientos, busca


ayuda profesional, recuerda que educar con el ejemplo es más eficaz
que con simples palabras. Ser padres no es fácil, pero con apoyo es
una tarea de la cual puedes aprender y disfrutar.

ANEXO 3

TÉCNICAS DE CONTROL EMOCIONAL 67


Ángel Antonio Marcuello García26

Jefe del Gabinete de Psicología de la Escuela de Especialida-


des Antonio de Escaño (Ferrol-La Coruña)

1. Las emociones

Las emociones son reacciones naturales que nos permiten ponernos


en alerta ante determinadas situaciones que implican peligro, amena-
za, frustración, etc.

Los componentes centrales de las emociones son las reacciones fi-


siológicas (incremento de la tasa cardiaca y de la respiración, tensión
muscular, etc.) y los pensamientos. Es necesario adquirir ciertas ha-
bilidades para manejar las emociones ya que una intensidad excesiva
puede hacer que las personas las vivan como estados desagradables
o les lleven a realizar conductas indeseables.

Ante este tipo de situaciones en la mayoría de los seres vivos sue-


len producirse una serie de reacciones fisiológicas dirigidas a poner

26
Marcuello García, Ángel Antonio. TECNICAS DE CONTROL EMOCIONAL. http://www.psico-
logia-online.com/autoayuda/iemocional/control_emocional.shtml

Módulo 3 Violencia de género


el organismo en alerta. En las personas también se producen estas
reacciones, pero son más complejas que en los animales ya que esas
reacciones van acompañadas por pensamientos específicos, que nos
permiten diferenciar un rango mayor de emociones. Además, las per-
sonas no debemos reaccionar de forma instintiva (por ejemplo agre-
diendo a aquello que nos amenaza o escapando de la situación), sino
que a lo largo de nuestra infancia aprendemos formas de comportar-
nos más adecuadas.

Así en las emociones humanas entran en juego cuatro aspectos:

• Una situación concreta.

• Una serie de reacciones fisiológicas específicas o sensaciones (acele-


ración del pulso y de la respiración, tensión muscular, etc.).

• Unos pensamientos determinados.

• Un tipo de respuestas concretas apropiadas para esa situación.

68

La ansiedad y la ira son reacciones naturales y positivas que tene-


mos para ponernos en alerta ante determinadas situaciones, que son
consideradas como peligrosas. Pero también pueden ser emociones
negativas que no funcionan como debieran, activándose ante estí-
mulos inofensivos y provocando malestar y conductas inadecuadas.
Comprender, conocer y admitir las emociones es el procedimiento
para poder controlarlas.

La ansiedad

La ansiedad es una de esas emociones que hay que saber manejar


porque son vividas como desagradables y pueden provocar conductas
inapropiadas, especialmente cuando se producen ante contextos socia-
les (por ejemplo hablar en público) o ante situaciones que no entrañan
ningún peligro (por ejemplo subir en ascensor, salir a la calle, etc.).

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


La Ansiedad consiste en un conjunto de sentimientos de miedo, in-
quietud, tensión, preocupación e inseguridad que experimentamos
ante situaciones que consideramos amenazantes (tanto física como
psicológicamente). Esto es, la “ansiedad”, incluye los siguientes com-
ponentes:

• Los pensamientos y las imágenes mentales atemorizantes (cognitivo)

• Las sensaciones físicas que se producen cuando estamos nerviosos


o furiosos. (fisiológico).

• Los comportamientos que son la consecuencia de la respuesta de


ansiedad (conductual).

69

En la ansiedad, como en cualquier otra emoción, juega un papel muy


importante el tipo de pensamientos que tenemos y las reacciones físicas
experimentadas. El modo en que nos comportamos cuando estamos an-
siosos a menudo es inadecuado e interfiere en nuestro funcionamiento
normal. Es muy importante controlar este tipo de emociones ya que
pueden afectar seriamente a la capacidad de desarrollar una vida sana.

La ira

La ira es otra emoción que puede ser problemática. La ira hace refe-
rencia a un conjunto particular de sentimientos que incluyen el enfa-
do, la irritación, la rabia, el enojo, etc. y que suele aparecer ante una
situación en la que no conseguimos lo que deseamos. Las reacciones
fisiológicas ante la ira son similares a las que se producen ante la an-
siedad; lo que diferencia a una de la otra es el tipo de situaciones que

Módulo 3 Violencia de género


las provocan, los pensamientos que se producen en esas situaciones
y las conductas que se desencadenan.

2. Formas concretas de manejar las emociones de ansiedad e ira.

Los estados emocionales de los que estamos hablando son habitualmen-


te vividos de forma negativa y suelen dar lugar a conductas inadecuadas,
lo que hace que la gente busque formas de eliminarlos. Ejemplos:

ANSIEDAD IRA
- respirar profundamente - distraerse
- fumar - gritar
- hacer ejercicio - atacar al otro/a
- beber alcohol - reprimirse
- morderse las uñas - insultar
- evitar la situación - dar puñetazos a la pared

Muchas personas desarrollan estrategias específicas para manejar sus


emociones. Algunas de ellas pueden ser adecuadas, pero también hay
otras que pueden ser ineficaces o tener consecuencias negativas.

70
Técnicas concretas de manejar las emociones de ansiedad e ira:

Técnica N° 1: Respiración profunda

Esta técnica es muy fácil de aplicar y es útil para controlar las reac-
ciones fisiológicas antes, durante y después de enfrentarse a las situa-
ciones emocionalmente intensas.

• Inspira profundamente mientras cuentas mentalmente hasta 4

• Mantén la respiración mientras cuentas mentalmente hasta 4

• Suelta el aire mientras cuentas mentalmente hasta 8

• Repite el proceso anterior

De lo que se trata es de hacer las distintas fases de la respiración


de forma lenta y un poco más intensa de lo normal, pero sin llegar a
tener que forzarla en ningún momento. Para comprobar que haces la
respiración correctamente puedes poner una mano en el pecho y otra
en el abdomen. Estarás haciendo correctamente la respiración cuando
sólo se te mueva la mano del abdomen al respirar (algunos le llaman
también respiración abdominal).

Técnica N° 2: Detención del pensamiento

Esta técnica puede utilizarse también antes, durante o después de la


situación que nos causa problemas.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Esta estrategia se centra en el control del pensamiento. Para ponerla
en práctica debes seguir los siguientes pasos:
• Cuando te empieces a encontrar incómodo, nervioso o alterado, prés-
tale atención al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifica
todos aquellos con connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el
odio hacia otras personas, la culpabilización, etc.)

• Di para ti mismo “¡Basta!”

• Sustituye esos pensamientos por otros más positivos

El problema de esta técnica es que se necesita cierta práctica para


identificar los pensamientos negativos, así como para darles la vuelta
y convertirlos en positivos. En el siguiente cuadro te presentamos al-
gunos ejemplos:

Pensamientos negativos Pensamientos positivos


“Soy un desastre” “Soy capaz de superar esta situación”

71
“No puedo soportarlo” “Si me esfuerzo tendré éxito”
“Me siento desbordado” “Preocuparse no facilita las cosas”
“Todo va a salir mal” “Esto no va a ser tan terrible”
“No puedo controlar esta “Seguro que lo lograré”
situación”
“Posiblemente no se haya dado cuenta
“Lo hace a propósito” que lo que hace me molesta”

Técnica N° 3: Relajación muscular

Esta técnica también sirve para aplicar antes, durante y después de


la situación, pero para su empleo eficaz requiere entrenamiento pre-
vio. Para su práctica sigue los siguientes pasos:

• Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.

• Relaja lentamente todos los músculos de tu cuerpo, empezando


con los dedos de los pies y relajando luego el resto del cuerpo hasta
llegar a los músculos del cuello y la cabeza.

• Una vez que hayas relajado todos los músculos de tu cuerpo, ima-
gínate en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo, tumbado en una
playa). Cualquiera que sea el lugar que elijas, imagínate totalmente
relajado y despreocupado.

Imagínate en ese lugar lo más claramente posible. Practica este ejer-


cicio tan a menudo como sea posible, al menos una vez al día durante

Módulo 3 Violencia de género


unos 10 minutos en cada ocasión. Si te ha convencido la utilidad del ejer-
cicio, recuerda que debes practicarlo para llegar a automatiza el proceso
y conseguir relajarte en unos pocos segundos.

Técnica N° 4: Ensayo mental

Esta técnica está pensada para ser empleada antes de afrontar si-
tuaciones en las que no nos sentimos seguros. Consiste simplemente
en imaginarte que estás en esa situación (por ejemplo, pidiéndole a
alguien que salga contigo) y que lo estás haciendo bien, a la vez que
te sientes totalmente relajado y seguro. Debes practicar mentalmente
lo que vas a decir y hacer. Repite esto varias veces, hasta que empie-
ces a sentirte más relajado y seguro de ti mismo.

Bibiliografía:
• DE LAS HERAS RENERO, Mª DOLORES Y COLS. Programa Discover.
Junta Castilla y León.
• E. CABALLO, VICENTE. Manual de evaluación y tratamiento de las
habilidades sociales. SIGLO XXI. 1999.

72
• GOLDSTEIN ARNOLD. Habilidades sociales y autocontrol en la ado-
lescencia. SIGLO XXI. 1999.
• LUENGO MARTÍN, Mª ÁNGELES Y COLS. Construyendo la Salud. MEC.
• MARTHA DAVIS, MATTHEW MCKAY. Técnicas cognitivas para el tra-
tamiento del estrés. MARTÍNEZ ROCA. 1998.
• MARTHA DAVIS, MATTHEW MCKAY. Técnicas de autocontrol emo-
cional. MARTÍNEZ
• VALLÉS ARANDIGA A. Y VALLÉS TORTOSA C. Programa de refuerzo
de las habilidades sociales III. EOS.

ANEXO 4

VIOLENCIA BASADA EN GÉNERO


Gladys Rocío Ariza Sosa27

Violencia: “toda forma de interacción humana en la cual, mediante la


fuerza, se produce daño a otro para la consecución de un fin”28.

27
Ariza Sosa, Gladys Rocío. Cofre de palabras. Encuentro 5.Violencia basada en género.
En: Hombres Cuidadores de Vida. Modelo de sensibilización y formación en masculinidades
género-sensibles. Universidad CES. Ediciones Alcaldía de Medellín. 2013.
28
Franco, Saúl. El quinto no matar. Contexto explicativo de la violencia en Colombia. Bogotá.
Tercer Mundo Editores, IEPRI, Universidad Nacional de Colombia, 1999.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Género: Como señala Marta Lamas, es un concepto que se ha cons-
truido históricamente y que tiene múltiples significados. En uno de
esos significados, útil para analizar la violencia, el género trata de
explicar las concepciones sociales en las cuales se sustentan las asi-
metrías entre hombres y mujeres en contextos específicos. Hablar de
la categoría género significa resaltar las relaciones asimétricas de po-
der entre hombres y mujeres, así como las construcciones culturales,
sociales, económicas y políticas diferenciadas para ellas y ellos.

Violencia basada en género (VBG): conceptualiza y da significa-


do a la realidad del maltrato, a las diferentes clases de mutilación y el
asesinato de que son objeto las niñas y mujeres29. Se habla de VBG
cuando la violencia se soporta en la construcción cultural de género,
expresada “a través de un conjunto de imaginarios y estereotipos que
sustentan prácticas sociales e institucionales discriminatorias”30. La
insistencia en hablar de violencia de género se debe a su considera-
ción como una injusticia social, de carácter aprendido, estructural e
ideológico, por ende susceptible ser transformada.

Violencia contra las mujeres: “Cualquier acción u omisión que le


cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, económi-

73
co o patrimonial por su condición de mujer, así como las amenazas de
tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, bien sea
que se presente en el ámbito público o en el privado”31.

Feminicidio: Genocidio de las mujeres por razones de género. Hace


referencia a la violencia extrema, es decir, homicidios, intentos de
asesinato en los cuales las víctimas sobreviven, los secuestros y las
desapariciones de ellas. Los feminicidios poseen una significación po-
lítica, ya que no solo implican la voluntad del individuo agresor, sino
la de una estructura social, judicial y estatal que bien sea por acción
o por omisión favorece estos crímenes y su impunidad. Según la rela-
ción entre víctimas y agresores, los feminicidios se pueden clasificar
en feminicidio de pareja intima, de familiares, por otros perpetradores
conocidos o por extraños”32.

Prevención: En sus dimensiones jurídicas y de salud, se considera


prevención el conjunto de las estrategias dirigidas a evitar y disminuir
la frecuencia de ciertos comportamientos que generan en el primer
contexto delitos, y en el segundo trastornos de salud, a través del
uso de estrategias e instrumentos sociales diversos como las políti-

29
Puleo, Alicia. La violencia de género y el género de la violencia. En El reto de la igualdad
de género. Nuevas Perspectivas en Ética y Filosofía Política. Madrid, Biblioteca Nueva, 2008
30
Londoño, Argelia. Violencias basadas en género. Conferencia. Secretaría de las Mujeres de
Medellín. 2008.
31
Ley 1257 de 2008, art. 2.
32
Russel, Diana. Definición del feminicidio y términos relacionados. En Feminicidio, una pers-
pectiva global.

Módulo 3 Violencia de género


cas públicas, propuestas y desarrolladas no solo por actores sin por
diferentes grupos sociales. Los destinatarios de la prevención no son
exclusivamente los autores de estos comportamientos sino también
sus víctimas y toda la sociedad33.

ANEXO 5

LA CULTURA DEL TERROR/2


La extorsión,
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,

74
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa,
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en
la vida de familia.
Para castigo de la des-obediencia y escarmiento de la libertad,
la tradición familiar perpetúa una cultura del terror
que humilla a la mujer,
enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.

- Los derechos humanos tendrían que empezar por casa


-me comenta, en Chile, Andrés Domínguez.

Eduardo Galeano
http://www.taringa.net/posts/info/5723734/La-cultura-del-terror.html

33
Selmini. La prevención: estrategias.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


MÓDULO 4

SEXUALIDAD Y GÉNERO

75
Presentación:
Los mitos forman parte importante de la cultura patriarcal que necesita
apropiarse de la fertilidad y la sexualidad femenina. Adán, según la Biblia,
no nació de mujer sino directamente de las manos de Dios, y ella fue creada
de una costilla del varón. Y Apolo lo proclama a toda voz: “No es la madre
engendradora del que llaman su hijo, sino sólo nodriza del germen sembra-
do en sus entrañas. Quien con ella se junta es el que engendra”.

La sexualidad, entonces, se reduciría a la genitalidad y a funciones repro-


ductivas. “La esencia de la mujer es ser madre”. La sexualidad femenina,
en el orden patriarcal, forma parte del patrimonio del ‘padre de familia’, de
la patria potestad.

Esta relación patriarcal, degradante de la dignidad humana, se mantiene


mediante la violencia estructural, cultural y directa. Y tiene desde las expre-
siones más exacerbadas, como la violación o los ataques con ácido, hasta
las más sutiles como los piropos, las canciones, y una cultura de la sumisión
y del ‘deber matrimonial’.

Por supuesto, la cultura patriarcal establece una forma universal de ser


hombre y mujer y una forma de relación heterosexual entre ellos. Pero “el
patriarcado se acabó” para cada persona que asume su propia dignidad.

Hoy la diversidad sexual llegó para quedarse en el escenario de lo público.

En el nivel de las Declaraciones, ya se reconocen Derechos Sexuales y Re-


productivos, reivindicados inicialmente por el feminismo y luego por otros

Módulo 4 Sexualidad y género


movimientos democráticos. En el campo de la diversidad sexual se destacan
las reivindicaciones del movimiento LGTBI.

Se requiere reflexión e introspección para el cambio personal, más íntimo,


y para incorporarse a movimientos de cambio en el ambiente, en el contex-
to, para que los cambios personales sean sustentables. En estos esfuerzos
de cambio, hay alianzas posibles con el movimiento de mujeres que piensan
que, “si bien los hombres no encuentran todavía suficientes referentes para
la transformación de su identidad, se reconoce también la existencia de un
malestar masculino que puede ofrecer dinamismo a esa transformación.
Una transformación que puede ser acompañada por las mujeres, porque el
fin del patriarcado puede ser un proyecto político que aborden juntos, hom-
bres y mujeres” (Estrada, A.M. 1999).

H. Maturana habla de una “cultura de la solidaridad, y la propone como un


intento, como una invitación a un acto responsable que es el vivir la trans-
formación del patriarcado desde el fundamento de lo humano en la biología
del amor”.

Propósito:
Los participantes analizan cómo la cultura patriarcal empobrece las rela-

76
ciones sexuales de género, exigiendo “ser ‘muy hombres’ pero poco huma-
nos”34. Y asumen “la dignidad que se vive desde el respeto a sí mismo y al
otro, cuando dejamos que la biología del amor recupere su presencia”.

Textos de motivación35:

“El patriarcado es un (…) proceso de apropiación de la sexualidad y la


capacidad reproductora femenina, por parte de una organización social
androcéntrica, basada en un patrón de ordenamiento masculino, en el
cual lo femenino resulta incompleto, desviado, inferior”36.

“Pasó ayer. Salgo del aeropuerto. En una caminada de diez metros,


solo veo hombres (…) Al andar esos diez metros, me siento como una
gacela paseando entre leones. Soy mirada por todos. Medida. Analizada.
Mi cuerpo, mis nalgas, mis senos, mi cabello, mis zapatos, mi barriga.
Todos están mirando (…) ’¡Estás buena!, Qué delicia!’ Pasó cuando yo
tenía 13 años... Ahora multiplique eso por todos los días de mi vida... Yo
y por lo menos dos tercios de las mujeres que conozco, y que usted co-
noce, sufrieron una violación y probablemente no le contaron a nadie”37.

34
Salas Calvo, José Manuel. LOS HOMBRES Y SU VIVENCIA COTIDIANA DE LA SEXUALIDAD.
Instituto WEM. Costa Rica. 2000.
35
Se recomienda colocar en carteleras visibles algunas de estas frases.
36
Estrada, Ángela María. EL PATRIARCADO. FUENTE REGULADORA DE LA ESTRUCTURA SIM-
BÓLICA DE LA CULTURA. Escuelas de Liderazgo de La Corporación Viva la Ciudadanía. San-
tafé de Bogotá, septiembre de 1999.
37
Texto escrito por la brasilera Claudia Regina para una revista virtual para hombres. http://
elblogdematina.blogspot.com/2013/05/como-se-siente-una-mujer.html

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Boleros, tangos y baladas, telenovelas, comerciales, revistas femeni-
nas y expresiones de nuestro idioma están todavía ahí para recordar-
nos todos los viejos imaginarios del amor. ¿No es que las mujeres “se
tienen, se toman, se conquistan y finalmente se comen”? (…) Hoy en
el amor, y desde lo que generó la revolución de las mujeres, tenemos
dos sujetos autónomos y libres, diferentes e iguales38.

“La sexualidad habrá de re-encuadrarse en la vida como totalidad, en la


que el disfrute sea amplio y generoso y no solo centrado en unas reduci-
das partes de la geografía del cuerpo humano. Para lograr eso, los hom-
bres vamos a vernos necesitados de despojarnos de muchos de los man-
datos que nos han llevado a ser ‘muy hombres’ pero poco humanos”39.

- Esta llegada (al mundo) rodeada de amar disipa en nuestras ma-


dres ese dolor físico del parto, al cual toda mujer está naturalmente
preparada, y nos da la base amorosa y de confianza que permite que
nos podamos mover en el convivir en esta cultura patriarcal-matriarcal
desde la biología del amar”40.

Momentos Pedagógicos:
Sentir: Reflexionar sobre implicaciones que tiene el hecho de que para
llegar a la vida tuve que ser dado a luz, acogido, alimentado, protegido,
acompañado, orientado, porque soy hijo de una Biología del Amor.
77
Recordar quién y cómo me enseñó sobre sexualidad masculina y fe-
menina.

Precisar información sobre diversidad sexual y constatar qué actitud


tengo frente al tema

Pensar: Establecer diferencias entre sexualidad y genitalidad: ¿una


parte por el todo?

Discutir la afirmación de que el patriarcado tiene como una de sus


características la apropiación masculina de la sexualidad femenina. ¿La
madre un depósito de la simiente del varón?

Analizar impactos del machismo, la negación de las emociones y la ex-


presión del afecto en la calidad de vida de los varones y en la vida social

Precisar conceptos sobre homofobia y diversidad sexual

38
Thomas, Florence. REPENSAR EL AMOR. El Tiempo. Bogotá. 11 de Septiembre del 2012.
39
Salas Calvo, José Manuel. LOS HOMBRES Y SU VIVENCIA COTIDIANA DE LA SEXUALIDAD.
Instituto WEM. Costa Rica. 2000.
40
Maturana, Humberto y Dávila, Ximena. Las conversaciones liberadoras en la biología cul-
tural. INSTITUTO MATRÍZTICO.

Módulo 4 Sexualidad y género


Reconocer los Derechos Sexuales y Reproductivos como derechos hu-
manos

Analizar consecuencias del principio derivado de nuestra Biología del


Amor: reconocimiento del Otro-a como legítimo Otro-a

Actuar: Precisar conceptos claves: sexualidad, erotismo, afectividad,


reproducción. Identidad sexual, orientación sexual, identificación de gé-
nero, homofobia, crímenes de odio, LGBTI, heterosexual, lesbiana, gay,
bisexual, transexual, intersexual.

Definir compromisos posibles: personales y de proyección comunitaria,


en la perspectiva propuesta por Gandhi de “ser el cambio que queremos
en el mundo”

Programación del taller


1. Ambientación (30 minutos)

78 4 Procedimiento:

1.1. Ejercicios de cuidado de sí:

Se hacen los ejercicios de calentamiento y respiración, bajo la orien-


tación del Facilitador o de un participante: movimientos circulares de iz-
quierda a derecha y luego en dirección contraria con las siguientes partes
del cuerpo: primero los pies (uno a uno); luego cada pierna levantando
y doblando primero una pierna hasta la altura de la cintura, tratando
de hacer el mayor equilibrio posible; luego, las manos a la altura de la
muñeca; los brazos, los hombros, la cabeza y por último la cintura. Una
persona preparada puede sugerir también ejercicios diferentes.

1.2. Presentación de la programación:

Se presentan propósitos, textos de motivación y la programación del taller.

1.3. “Intercambio de Máscara”:

Los participantes caminan por el escenario o sitio de trabajo. El Facili-


tador narra historias de varios personajes; es preferible que estos per-
sonajes sean mujeres. Cada participante representa lo que el Facilitador
va contando, tratando de actuar, no de caricaturizar. Se trata de interio-
rizar a conciencia la historia y reflejarla con el cuerpo, respondiendo a la
propuesta del Facilitador.

A una indicación del Facilitador, los participantes de dividen en tres o

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


cuatro grupos y cada uno prepara una representación sobre la escena de
conquista que sugiere el Facilitador:

Primera situación: un hombre invita a una chica a salir por primera vez
con serias intenciones de hacer el amor.

Segunda situación: un grupo de hombres dice piropos machistas a una


mujer en la calle y lo celebran con risas.

Tercera situación: una mujer va a pedirle aumento a su empleador o


patrón, este lo concede si la mujer se acuesta con él.

Cuarta situación: en un medio de transporte público un hombre tiene


manifestaciones de acoso sexual a una mujer.

En estas situaciones, u otras, el hombre se comporta o asume la más-


cara del “macho conquistador” y ella la de “la cosita linda” que va a ser
conquistada, o la deseada. Pero luego se cambia de roles o de máscara:
el hombre asume la posición del deseado y el conquistado, y la mujer
asume el rol de la chacha de la película, de la agresiva y conquistadora.

79
4 Materiales:

Guía de ejercicios. Equipo de sonido, música seleccionada para el caso

2. Momento Pedagógico: SENTIR

4 Objetivos específicos:

+ Reflexionar sobre implicaciones que tiene el hecho de que para


llegar a la vida tuve que ser dado a luz, acogido, alimentado, pro-
tegido, acompañado, orientado, porque soy hijo de una Biología del
Amor

+ Recordar quién y cómo me enseñó sobre sexualidad masculina


y femenina

+ Precisar información sobre diversidad sexual y constatar qué


actitud tengo frente al tema

2.1. Soy hijo de la biología del amor: Para llegar a la vida tuve
que ser amado. (45 minutos)

4 Procedimiento:

+ Reflexión individual: Cada persona escribe, de forma legible, o pinta o


plasma en plastilina sus vivencias, recordando que para llegar a la vida tuvo
que ser dado a luz, acogido, alimentado, protegido, acompañado, orientado.

Módulo 4 Sexualidad y género


+ Trabajo por grupos de edad (dos o tres, según características de los
participantes): Se comparten vivencias y se responde a la pregunta: ¿A
mi edad, para mantenerme con vida, qué necesito de otras personas?

+ Se recogen conclusiones para llevar a la plenaria.

+ Plenaria: Se pone en común el trabajo de los grupos.

4 Materiales:

Hojas de papel, fichas, lapiceros, marcadores y plastilina

2.2. Mi sexualidad aprendida. (tiempo 45 minutos)

4 Procedimiento:

+ Trabajo individual: Cada participante dibuja sobre una silueta huma-


na, o plasma con plastilina, su concepción de sexualidad.

+ Mientras se hace el trabajo, suena la canción ‘Lo ajeno se respeta’,


de Silvestre Dangond.

80 + Trabajo en grupos de edad: Se responde a dos preguntas:

- ¿Quién y cómo me enseñó sobre sexualidad masculina y femenina?


(Recorrido por el túnel del tiempo)

- ¿Qué información tengo sobre diversidad sexual y qué actitudes


aprendí frente a ella?

+ Plenaria: Se ponen en común el trabajo de los grupos

4 Materiales:

Hojas de papel con una silueta humana. lapiceros, marcadores, plasti-


lina, disco de Silvestre Dangond: “Lo ajeno se respeta”

3. Momento Pedagógico: PENSAR

4 Objetivos específicos:

+ Establecer diferencias entre sexualidad y genitalidad: ¿una parte por


el todo?

+ Discutir la afirmación de que el patriarcado tiene como una de sus


características la apropiación masculina de la sexualidad femenina. ¿La
madre un depósito de la simiente del varón?

+ Analizar impactos del machismo, la negación de las emociones y la

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


expresión del afecto en la calidad de vida de los varones y en la vida social

+ Precisar conceptos sobre homofobia y diversidad sexual

81
+ Reconocer los Derechos Sexuales y Reproductivos como derechos
humanos

4 Actividades:

3.1. Sexualidad y genitalidad (15 minutos)

+ Exposición magistral o Lectura del documento “Sexualidad sin vio-


lencia”. Se presentan los conceptos de sexualidad, erotismo, afectividad,
reproducción.

4 Materiales:

Copia del texto Cofre de palabras: Sexualidad sin violencia. Anexo 1

3.2. Sexualidad y género: la madre ¿un depósito de la simiente


del varón? Patria potestad, violencia sexual (45 minutos)

4 Procedimiento:

Trabajo en grupos (5 grupos): Lectura comentada de textos: Anexo 2.


“El Patriarcado: fuente reguladora de la estructura simbólica de la cultu-
ra” (A.M.Estrada)

1) El surgimiento del monoteísmo

2) El mundo griego

Módulo 4 Sexualidad y género


3) El carácter patriarcal de liberalismo

4) Los símbolos y metáforas que sostienen hoy el patriarcado

5) Una concepción de la sexualidad masculina como modelo de sexua-


lidad humana: La práctica de la diferencia y el fin del patriarcado como
proyecto político

+ Plenaria:

Cada grupo presenta, siguiendo el orden numérico, las ideas centrales


de los textos leídos.

4 Materiales:

Fotocopias de textos sobre el Patriarcado (Anexo 2). Carteleras, marcadores

3.3. Machismo y negación de las emociones y la expresión del


afecto. (20 minutos)

4 Procedimiento:

82 Por grupos, se expresan en una “imagen teatral” (escena congelada)


impactos de la negación machista de las propias emociones, según la
siguiente frase motivadora:

“La sociedad machista fabrica soledades para ser tocadas a cuatro ma-
nos, porque se nos enseña a dominar, usar y abusar, pero no a entablar
con huesos y sangre propia una comunicación donde nos relacionemos
como personas creadas en dignidad. Por eso al reflexionar sobre el com-
ponente machista de nuestra cultura, hispanoamericana, los 500 años
bien pudieran llamarse también 500 años de soledad”.

Pasado un tiempo adecuado para la preparación de las escenas, el Fa-


cilitador va llamando a un grupo para que la presente a la plenaria. Se
invita a los participantes a ‘leer’ la escena. Y se invita a que se hagan
variaciones en ella mostrando posibilidades de transformar las formas
como el patriarcado niega los afectos. Las personas que están en la ´es-
cena congelada’ permiten que otros cambien su posición.

3.4. Homofobia y diversidad sexual (20 minutos)

Presentación magistral o lectura de textos por grupos y formulación de


preguntas, sobre palabras claves: Identidad sexual, orientación sexual,
identificación de género, homofobia, crímenes de odio, LGBTI, hetero-
sexual, lesbiana, gay, bisexual, transexual, intersexual.

4 Materiales:

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Anexo 1 Cofre de palabras: Diversidad sexual. Video beam computador
o carteleras

3.5. Los Derechos sexuales y reproductivos son derechos hu-


manos (20 minutos)

4 Procedimiento:

+ En plenaria:

Se lee el texto Carta de Derechos Sexuales y Reproductivos.

Se pueden presentar en cartelera o en video beam los dos textos que


aparecen a continuación:

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y dere-


chos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse
fraternalmente los unos con los otros“.

“Los derechos sexuales y reproductivos se pueden resumir en una fra-


se: Toda persona tiene derecho a decidir con quién, cuándo y cómo tie-

83
ne, o no, hijos y relaciones sexuales. Son los derechos que garantizan
la libre decisión sobre la manera de vivir el propio cuerpo en las esferas
sexual y reproductiva”.

Conversatorio sobre costumbres locales con base en una pregunta: ¿se


reconocen derechos sexuales y reproductivos?

4 Materiales:

Video beam, computador, texto proyectado o escrito en una cartelera

4. Momento Pedagógico: ACTUAR

4 Objetivos Específicos:

+ Analizar consecuencias del principio derivado de nuestra Biología del


Amor: reconocimiento del Otro-a como legítimo Otro-a

+ Definir compromisos posibles: personales y de proyección comu-


nitaria, en la perspectiva propuesta por Gandhi de “ser el cambio que
queremos en el mundo”

4 Actividades:

4.1. Biología del Amor y reconocimiento del Otro-a como legíti-


mo Otro-a (Humberto Maturana) (40 minutos)

Módulo 4 Sexualidad y género


4 Procedimiento:

En grupos: Lectura del texto de Maturana, Anexo 3 (puede ser también


una exposición del Facilitador)

+ En plenaria:

i) Se pone visible y se lee la siguiente frase:

“Sabemos de la rebelión contra las tiranías ideológicas en el redescu-


brimiento de la dignidad que se vive desde el respeto a sí mismo y al
otro, cuando dejamos que la biología del amor recupere su presencia”.

ii) Se orienta un intercambio de experiencias personales en esa ‘rebelión


contra tiranías ideológicas’ y compromisos posibles personales y grupales.

4 Materiales:

Texto Anexo 3 Prefacio al libro “El cáliz y la espada” (Maturana). Video


Beam: Proyección o Cartelera

84
4.2. Compromisos posibles: “Ser el cambio que queremos en el
mundo” (15 minutos)

4 Procedimiento:

Reflexión individual: En una ficha se escribe por una cara, los com-
promisos de cambio personal; en la otra, las actividades de proyección
que puedo desarrollar. Se comparte con un compañero, al menos las
propuestas de proyección.

4 Materiales:

Fichas, hojas de papel, lapiceros y marcadores

5. Cierre del taller (tiempo:15 minutos)

Evaluación: Expresión de sentimientos frente al Taller

En círculo: cada persona anuncia un compromiso que se lleva del Taller

Ritual de cierre: Mientras suena la canción: “Quién dijo que todo está
perdido. Yo vengo a ofrecer mi corazón”, se intercambian abrazos con
los compañeros.

4 Materiales:

Fuego, flores, velas, incienso, equipo de sonido y disco

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Bibliografía:

q EL ORIGEN DE LA BIOLOGIA DEL AMOR. http://blog.pucp.edu.pe/


item/19703

q Talleres sobre Sexualidad, Paternidad y Cuidado con Hombres Jóve-


nes. Manual con perspectiva de género y masculinidades para Facilita-
dores y Facilitadoras. Santiago de Chile. CulturaSalud/EME

q Sánchez V, Carlos Mario. Los Hombres y la Diversidad Sexual. El ob-


jeto/sujeto, el nombre, el concepto y la definición. Centro de Bienestar
Psicológico y Sexual.

q Salas Calvo, José Manuel. LOS HOMBRES Y SU VIVENCIA COTI-


DIANA DE LA SEXUALIDAD. http://www.institutowemcr.org/articulos/
index.htm

q Puetate, Raúl Ismael. El machismo. / http://www.monografias.com/tra-


bajos-pdf5/machismo-ecuador-2013-psicologia-social-universidad-cuenca/
machismo-ecuador-2013-psicologia-social-universidad-cuenca.shtml

85
q Carta de los derechos sexuales y reproductivos http://www.centro-
joven.org/derechos.htm

q Derechos sexuales y reproductivos. Módulo Conceptual. ICBF. Im-


prenta Nacional de Colombia. 2008 http://www.icbf.gov.co/portal/page/
portal/PortalICBF/RecursosMultimedia/Publicaciones/Editoriales1/Dere-
chossexualesyreproductivos.pdf

ANEXO 1

“LO AJENO SE RESPETA”


Ay! El que enamore a mi mujer yo le enamoro la de él
Le mando flores a la de él
Pa’ ve si le va a gustar

El que moleste a mi mujer yo le molesto a la de él


Le hecho piropo a la de él
Se la invito a parrandear
Pa’ que sepa Pa’ que sepa
Que lo ajeno se respeta
Pa’ que sepa Pa’ que sepa
Que lo ajeno se respeta

Módulo 4 Sexualidad y género


Lo ajeno es de su dueño
Y mi negra es de su negro
Cada quien con su mazorca
Y la mía no me la toca
Cada quien con su mazorca
Y la mía no me la toca

Y El que enamore a mi mujer yo le enamoro la de el

El que le guste mi mujer


Se está buscando un tropel
Debe gustarle la de él
No la debe descuidar
El que pretenda a mi mujer porque no busca a la de él
Es que la debe querer o se la pueden quitar

Fuente: musica.com
Letra añadida por Genys_Cantillo
Silvestre Dangond

86 ANEXO 2

COFRE DE PALABRAS CLAVES41


1. Sexualidad sin violencia

Denis Alfonso Geldres García

Sexualidad: la sexualidad humana es “la relación –manera de co-


municarse, de actuar, de sentir, de vivir- que cada persona tiene con
los otros y otras y con su familia y su sociedad. Es una dimensión hu-
mana y un compromiso existencial. Es única, cambiante y relativa”42.
Desde la perspectiva de la teoría de los holones, la sexualidad es una
mezcla de tres elementos básicos:

a) Lo biológico, que tiene que ver con lo anatómico, los fisiológico


(con los órganos, las hormonas, etc.), es decir con lo heredado bio-
lógicamente;

41
Entre hombres. Cartilla para Encuentros sobre Masculinidades género sensibles y preven-
ción de la violencias hacia las mujeres. En Hombres Cuidadores de Vida. Universidad CES
– Alcaldía de Medellín. 2013.
42
Cardinal de Martín, Cecilia. Educación Sexual un proyecto humano de múltiples facetas.
(Bogotá, siglo del hombre Editores, 2005.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


b) Lo psicológico o emocional, que tiene que ver con las actitudes,

87
emociones, comportamientos, ideas que nos formamos, lo que pen-
samos, etc.

c) lo sociocultural, que tiene que ver con la socialización, con las


normas y las costumbres que se incorporan y que influyen en la forma
de pensar, sentir y actuar.

Así mismo, la dimensión de la sexualidad tiene cuatro elementos


fundamentales que están relacionados pero que mantienen cierta es-
pecificidad:

- La Reproducción: este elemento se refiere a la capacidad de pro-


creación.
- La Erótica: este elemento de la sexualidad es todo lo referido al
placer sexual.

- La Afectividad: está referido al amor y a las vinculaciones interper-


sonales o a los lazos afectivos.

- El Género: se refiere a los aprendizajes de patrones de masculini-


dad y feminidad

De otro lado, el ejercicio de la sexualidad está también influenciado


por la historia personal y por la historia sociocultural.

2. Diversidad sexual (Rosa María Vargas Romero)

Sexualidad: característica humana de base bio-psico-social que per-

Módulo 4 Sexualidad y género


mite las vinculaciones y manifestaciones afectivas, la posibilidad de pla-
cer sexual (erotismo), la reproducción opcional y con sentido. La sexua-
lidad se vive desde una perspectiva de género, por ello puede ser una
sexualidad patriarcal o una sexualidad en equidad. La sexualidad está
presente y en desarrollo desde la concepción y a través de toda la vida
individual. La sexualidad, en sus aspectos socioculturales, está variando
también al ritmo de los cambios históricos y las circunstancias económi-
cas y políticas.

Identidad sexual: es el convencimiento íntimo de cada persona


sobre si es hombre o mujer. A veces no hay coincidencia entre este
convencimiento y la realidad corporal de las personas. Esta es una
situación transexual que puede ser soportada (generalmente desde
el descontento o la culpa del individuo y/o de su comunidad que aún
hoy los señalan como algo ‘anormal’ o equivocado), o asumida impul-
sando cambios (físicos y/o psicológicos) para lograr acuerdos entre el
cuerpo y la identidad sexual.

Orientación sexual: en el ámbito erótico-afectivo, una persona pue-


de elegir una relación homosexual, con alguien del mismo sexo (los
términos comunes con los que se conoce esta orientación señala a los

88
individuos como lesbianas o gays); heterosexual, con alguien del otro
sexo; bisexual, con personas del mismo sexo y del otro.

Identificación de género: es la manera como cada persona va


asumiendo su propia manera de identificarse como hombre o mujer,
asumiendo crítica o acríticamente lo que su sociedad, según la época
y lugar, define como modelos de masculinidad o femineidad. Estos
pueden ser patriarcales o de equidad de género.

Homofobia: Aversión a las orientaciones sexuales distintas a la he-


terosexual. En términos generales, es el rechazo, miedo, repudio,
prejuicio o discriminación hacia mujeres u hombres que se reconocen
a sí mismos como homosexuales. De todas formas, el uso cotidiano
del vocablo incluye a las otras personas contempladas en la diversi-
dad sexual, como ocurre con los bisexuales y los transexuales (ac-
tualmente se trata de visibilizar esta discriminación específica con los
términos transfobia y bilofobia) El 23 de agosto se celebra del Día
Mundial del No a la Homofobia.

Crímenes de odio: los crímenes de odio son delitos violentos ba-


sados en un aspecto concreto de la identidad de la víctima (raza,
color, religión u origen nacional). La homofobia no solo produce re-
chazo sino que, en algunos casos, individuos o grupos desfogan esta
discriminación en persecución y aniquilación del ‘otro’ diferente, ba-
sados en la convicción de que estas personas están equivocadas en
el ejercicio de su sexualidad y que pueden ser perjudiciales para el
resto de las personas. Estadísticas del mundo señalan que cada dos

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


días una persona homosexual es víctima de un crimen de odio. Según
Amnistía Internacional, en más de setentas países se persigue a los
homosexuales y otros los condenan a muerte.

LGBTI: sigla que hace referencia al movimiento social de personas


lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales que en pú-
blico defienden sus derechos.

Heterosexual: persona que se siente atraída por personas del sexo


contrario.

Lesbiana: en recuerdo de la poetisa Safo de Lesbos, con este tér-


mino se designa a las mujeres homosexuales.

Gay: denominación con la que se identifican los hombres homosexuales.

Bisexual: persona que se siente atraída tanto por hombres como


por mujeres

Transexual: persona que nace con un cuerpo que no es el que in-


ternamente siente como suyo, decide o no transformarlo para lograr

89
coherencia entre su convencimiento y sexo.

Intersexual: persona que tiene características corporales de am-


bos sexos y cuya identificación puede ser entre otras, la aceptación
de la ambigüedad o de una nueva identidad.

ANEXO 3

EL PATRIARCADO. FUENTE REGULADORA DE LA


ESTRUCTURA SIMBÓLICA DE LA CULTURA43
El surgimiento del monoteísmo: Los símbolos de la alianza
del Hombre con Dios.

“Yahvé decreta la división sexual del trabajo, a modo de castigo. Eva


parirá con dolor y educará los hijos; Adán conseguirá el pan con el
sudor de su frente. Es claro que el arquetipo masculino queda atado
al acto de proveer, no libre de esfuerzo, y el femenino al padecimiento
como consecuencia de su propia sexualidad.

43
Estrada, Ángela María. EL PATRIARCADO. FUENTE REGULADORA DE LA ESTRUCTURA SIM-
BÓLICA DE LA CULTURA. Escuelas de Liderazgo de La Corporación Viva la Ciudadanía. San-
tafé de Bogotá, septiembre de 1999.

Módulo 4 Sexualidad y género


Uno de los más importantes dispositivos metafóricos de la Biblia,
es conceptuar como <<simiente>> a la exudación sexual masculina.
Esa manera de pensar, que va a tener gran resonancia en el fortale-
cimiento del status diferencial de hombres y mujeres en la cultura,
atribuye toda la carga genética al varón y nada a la mujer. De hecho
en todo el Génesis a los hombres les nacen hijos, sin que sus autores
se sientan obligados a explicar esto: <<el hijo de Abraham>>, <<la
descendencia de los hijos de Noé>> que son <<los hijos de sus pa-
dres>>, <<A Héber le nacieron dos hijos>>.

Esta forma de narrar los hechos no muestra únicamente cómo en la


sociedad patrilineal el linaje familiar era masculino; por el contrario,
es indispensable reconocer que la procreación misma se había con-
vertido en un acto masculino, puesto que no había ninguna madre
implicada explícitamente en el proceso.

El poder de la procreación queda definido como algo que emana de


Dios, quien hace que las mujeres sean fecundadas mediante la bendi-
ción de la simiente del varón. La sexualidad libre y abierta de la diosa
de la fertilidad le va a quedar prohibida a la mujer en el momento en
que la procreación femenina es separada de la fertilidad.

90

El fruto del conocimiento prohibido a la humanidad era el del cono-


cimiento moral, pero también sexual: Dios pone enemistad entre la
mujer y la serpiente, que desde siempre fue el símbolo de la fertilidad.

Yahvé le ofrece a Abraham la tierra de Canaán <<en posesión per-


petua>>, a cambio de que éste y su pueblo lo acepten como el único
Dios de Israel. Así habla Dios a Abraham:

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


“…Esta es mi alianza que habéis de guardar entre yo y vosotros –
también tu posteridad-: todos vuestros varones serán circuncidados.
Os circuncidaréis la carne del prepucio, y eso será la señal de la alian-
za entre yo y vosotros…” (Génesis, 17, 10-11).

El símbolo escogido como señal de la alianza permite ver claramente


que la comunidad de la alianza fue una comunidad masculina. Aunque
la circuncisión era una práctica muy antigua, realizada por razones de
higiene, como preparación para la vida sexual, como sacrificio y como
signo de distinción, según Gerda Lerner, todos los comentaristas afir-
man que la práctica sufrió una transformación decisiva en Israel, no
sólo por el sentido religioso que se le dio, sino porque pasó de ser
practicada en la pubertad, a realizarse en la infancia.

Es la propia Lerner quien se pregunta por qué se eligió el pene cir-


cunciso como símbolo de la alianza, órgano que sólo afectaba a los
varones. Para ella la clave de la interpretación está en el valor atri-
buido a la simiente masculina: ¿qué habría más lógico que elegir el
órgano que produce la simiente y que la planta en el útero femenino?

El mundo griego

La Orestíada de Esquilo: En esta tragedia tiene lugar la última de-


fensa de la diosa-madre contra el patriarcado. En ella se narran los
eventos que se siguen al sacrificio de Ifigenia a manos de su padre
91
Agamenón a fin de aplacar la ira de los dioses y la posibilidad del arri-
bo, a salvo, de las tropas a Troya.

Puesto que Clitemnestra –madre de Ifigenia- decide vengar la muer-


te de su hija a manos de su esposo matándole, su hijo Orestes, quien
persuadido por el oráculo del dios Apolo considera el crimen un acto
de rebeldía contra el rey, la asesina desatando las furias que lo llevan
a pedir apoyo al templo de aquél.

En el tercer libro de la tragedia –las Euménides- tiene lugar el juicio


de Orestes en el templo de la diosa Palas Atenea, quien reuniendo los
mejores jueces de la ciudad, se propone estudiar el caso del príncipe
y fallar en justicia. Orestes, purificado en el templo del dios Apolo,
llega acompañado por éste.

En el juicio se presentan los argumentos de las partes. Apolo señala


que no hay mayor crimen que matar a traición en su casa a un varón,
arrebatándole la posibilidad de obtener los más altos honores asocia-
dos a la digna muerte en combate. El coro se asombra de la defensa
de Apolo señalando que Orestes regó la sangre de su madre, la mis-
ma que corre por sus venas. El argumento que expone Apolo frente
a esto es digno de ser transcrito literalmente:

Módulo 4 Sexualidad y género


“También contestaré a esto; reconoce tú la verdad de mis razones.
No es la madre engendradora del que llaman su hijo, sino sólo nodriza
del germen sembrado en sus entrañas. Quien con ella se junta es el
que engendra. La mujer es como huéspeda que recibe el hospedaje
del germen de otro y le guarda, si el cielo no dispone otra cosa. Te
daré la prueba de mi proposición. Se puede llegar a ser padre sin ne-
cesidad de madre y de ello aquí tenemos un testigo, la hija de Zeus
Olímpico, que no se nutrió de las tinieblas de materno seno; pero
criatura cual diosa ninguna hubiese podido engendrarla…”.

Atenea anuncia que a ella le corresponderá dar el último voto, una


vez se haya realizado el escrutinio de los dados por los jueces de Ate-
nas convocados por ella, hecho a partir del cual, tal como ella misma
lo afirma, queda instituido el senado de la ciudad griega. Inmedia-
tamente antes del escrutinio y luego de la feroz defensa de Apolo,
Atenea pronuncia las siguientes palabras:

“Me toca a mí, dar mi voto la última. Este es mi voto que añadiré
a los que haya a favor de Orestes. Yo no nací de madre, y, salvo el
himeneo, en lo demás amo con toda mi alma todo lo varonil. Estoy
por entero con la causa del padre. No ha de pesar más en mi ánimo

92
la suerte de una mujer que mató a su marido, al dueño de la casa…”.

Sumado el voto de Atenea al igual número de votos a favor y en con-


tra de Orestes obtenido en el escrutinio, éste queda exonerado, ante
lo cual el coro se duele afirmando: “¡Ay, dioses nuevos! ¡Habéis piso-
teado las antiguas leyes!”. Se trata de una pugna entre las antiguas
deidades femeninas y los nuevos dioses masculinos, apoyados por
las deidades engendradas por ellos sin la mediación materna, como
en el caso de Atenea. Las deidades femeninas finalmente pactan con
ésta un eterno lugar de privilegio entre los guardianes de la ciudad, a
cambio de no derramar sus maldiciones sobre Atenas y pueblo.

La diosa-madre ha sido desplazada y en el proceso, la maternidad


ha sido minimizada a la función de sustento material de la vida en-
gendrada por el varón.

Del mito a la ciencia: Platón y Aristóteles

Platón, en su diálogo ‘El Banquete o de la Erótica’, a propósito de


las diosas del amor, señala que puesto que existen dos Afroditas,
necesariamente hay dos Eros (sus ministros). Una, hija de Zeus y
Dione –por tanto nacida de madre-, denominada popular. Otra, hija
de Uranos –no tiene madre-, denominada Urania. Al primer Eros lo
denomina, a su vez, popular y al segundo celeste.

El amor de la Afrodita popular es popular también y sólo inspira


acciones bajas; se trata del “amor que reina entre el común de las

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


gentes, que aman sin elección,…dando preferencia al cuerpo sobre el
alma…sólo aspiran al goce”. No habiendo nacido de hembra, la Afrodi-
ta Urania acompaña un amor entre varones; “los inspirados por este
amor sólo gustan del sexo masculino, naturalmente más fuerte y más
inteligente.” La causa del amor de Afrodita Urania es la virtud, obliga
a los amantes con el lazo más fino a hacerse mutuamente virtuosos.

Lo que Platón deja aquí sentado es que el amor equitativo, el de


reciprocidad en igualdad de condiciones no es posible entre hombres
y mujeres, puesto que al no ser iguales, y aquí la diferencia comporta
el índice la valoración desigual, no pueden sostener una relación ar-
ticulada desde la mutua promoción de la virtud. Las relaciones entre
hombres y mujeres parecen quedar limitadas a la procreación y a la
división sexual del trabajo, al menos en el contexto del matrimonio.

Por otro lado, son varias las obras de Aristóteles en las cuales el
autor postula la existencia de unos seres más completos que otros,
que entre las causas la final es más importante que la material y que
mientras lo masculino es activo lo femenino es pasivo.

Así pues, en la concepción del ser humano tres de las cuatro cau-

93
sas (eficiente, formal y final) fueron atribuidas por Aristóteles a la
simiente masculina, mientras que solo una de ellas (la material), fue
atribuida al aporte femenino. De hecho, el alma, en tanto causa final,
es transmitida por la simiente masculina al nuevo ser humano. Se
reitera en el contexto del pensamiento científico el imaginario de la
maternidad restringida a la función de nodriza.

Aristóteles integra en su pensamiento político la idea de que exis-


ten seres menos completos que otros, entre estos las mujeres, los
esclavos y los niños, son dignos de señalamiento. La función ética
de los varones libres -filósofos, políticos y sabios- es contribuir con
una adecuada orientación para que la naturaleza de estos últimos
no se corrompa, logrando, entonces, convertir en acto su naturaleza
en potencia: en Aristóteles la perpetua minoría de edad de la mujer,
adquiere una razón para el actuar ético del varón libre, quien por tal
razón se convierte en su permanente tutor, al tiempo que justifica por
naturaleza, el ordenamiento de una sociedad en clases, en la cual la
esclavitud tiene una razón de ser.

La ciencia política de Aristóteles justifica pues plenamente la ex-


clusión democrática de las mujeres basada en su propia naturaleza:
“pasional e incapaz de controlar sus apetitos, débil, que solo aporta
la materia en el proceso de procreación, sin alma y destinada a ser
gobernada.”

También aquí, al igual que en el mundo hebreo, la familia patriarcal


es la base del Estado arcaico y la célula de la cual nace la amplísima
subordinación femenina: para Gerda Lerner, y yo estoy de acuerdo,

Módulo 4 Sexualidad y género


“La dominación sexual subyace a la dominación de clases y de razas.”

El carácter patriarcal del liberalismo

Según Carol Pateman, “la dicotomía entre lo público y lo privado


oculta la sujeción de las mujeres a los hombres dentro de un orden
aparentemente universal, igualitario e individualista…”, puesto que se
supuso que la separación entre lo privado y lo público era aplicable a
los hombres y a las mujeres por igual.

Aunque en principio se supone que el liberalismo y el patriarcalismo


son doctrinas mutuamente excluyentes, llegaron a un punto de conci-
liación en el siglo XVII, en el momento en que los teóricos contractua-
listas llegaron a responder la pregunta de quiénes deben considerarse
individuos libres e iguales. La separación que desarrolló Locke entre
la familia y lo político, fue también, de manera inadvertida, una divi-
sión sexual.

Locke no cuestiona el supuesto que emplea según el cual la su-


misión de la mujer al esposo queda subsumida en otras formas de
poder, sumisión que queda justificada en la naturaleza, así como que

94
la voluntad del marido debe prevalecer en la familia, por ser el más
capaz y fuerte. Lo que también es claro, y no cuestionado, es que una
persona que por naturaleza debe ser subordinada no puede ser al
mismo tiempo libre e igual.

(…) La familia, como base de la organización social, continuó siendo


el núcleo reproductor de la subordinación femenina patriarcal.

Una mirada al final del siglo XIX y el comienzo del siglo XX


en Colombia.

En Colombia, no sólo el orden político o racial ha sido jerarquizado;


también lo ha sido el orden sexual desde la perspectiva masculina.
La condición de grupo discriminado en que se encontraba la mujer
en nuestro país en el siglo pasado, y comienzos del presente, llevó a
que las leyes y las regulaciones sobre la mujer se plantearan desde
el punto de vista del hombre, existiendo ella sólo en relación con él.

Durante el siglo XIX y primera mitad del siglo XX, la condición jurí-
dica y de acción social de la mujer era bastante restringida. En primer
lugar, a la mujer le era posibilitado como campo de acción social el
matrimonio, y sin embargo, éste significaba para ella una pérdida de
libertad, ya que desde el momento mismo de su boda no era desde
su voluntad que disponía de sus actos, sino desde la de su marido. La
igualdad desde esta perspectiva era negada, el sexo femenino estaba
subordinando al masculino. La mujer casada otorgaba a su marido la
capacidad de manejar su dinero y sus bienes, no podía ejercer funcio-

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


nes económicas sin la autorización escrita de su cónyuge.

(…) Tampoco su honor era propio, ya que éste estaba referido al


hombre y se medía en términos de la castidad de su esposa. Un
ejemplo claro de ello lo constituye el código penal de 1890 en donde
se estipulaba que si una mujer era sorprendida en adulterio o con la
intención de adulterio era absolutamente culpable, y, para restablecer
el honor de su marido, éste podía incluso imponer la pena de muerte.
La pena de muerte por adulterio fue abolida en 1936; sin embargo,
se estableció la figura de “la legítima defensa de honor” en donde la
pena por homicidio en casos de adulterio era notablemente disminui-
da y se podía eximir de cargos al homicida bajo el supuesto de “ira e
intenso dolor”. Dicha figura legislativa desapareció en el año de 1980.

En Colombia ha existido toda una “cruzada de honor” para la de-


fensa del pudor y la virginidad femenina. En el año de 1930 la iglesia
católica en pleno expidió un comunicado en donde se consignaba todo
lo referente al comportamiento deseable femenino. Las mujeres no
podían exhibir partes de su cuerpo mediante el vestido, aquellas que
vistieran inadecuadamente no podían recibir la comunión, tampoco
podían excitarse físicamente, ni ir en los paseos con hombres a bor-

95
do, ni asistir a bailes. Dichas normas fueron derrocadas con los mo-
vimientos de liberación femenina y una serie significativa de cambios
jurídicos en los años 60.

A la mujer también le era restringido el ejercer sus facultades in-


telectuales, en parte por ser considerada inferior intelectualmente al
hombre y además porque su función no era entrenar su mente sino
otros aspectos, principalmente aquellos que le permitieran encargar-
se de la función reproductiva.

(…) La opresión al sexo femenino y su misma situación social han


estado ligadas a su condición sexual en una cultura eminentemente
machista, en donde las mujeres han sido víctimas de una posición
secundaria dentro de la sociedad. Y si bien estos hechos parecen ser
parte del pasado, son parte así mismo de una historia que aún está
por terminar, latente y polémica.

(…) Tal como lo expresara Simone de Beauvoir: “siempre han sido


ellos (los hombres) quienes han tenido entre sus manos la suerte
de la mujer, y no han decidido de ella en función de su interés sino
considerando sus propios proyectos, sus temores, y necesidades.” En
relación con esto, hay quienes también afirman...”los hombres están
tan atrapados como las mujeres en el sistema así creado, y aunque su
calabozo es un poco más grande y cómodo, sigue siendo una prisión”.

(…) Si bien hemos tenido en Colombia una mujer marginada, des-


conocida y violentada, ella no ha sido ajena y pasiva a este contexto,

Módulo 4 Sexualidad y género


también se ha relacionado opuestamente a estos hechos y ha gesta-
do nuevas formar de simbolizar, de vivir y construir, que rescatan y
validan la perspectiva femenina como posición para mirar el mundo.

Los símbolos y las metáforas que sostienen contemporánea-


mente el patriarcado.

La estructura simbólica patriarcal configura la mente humana:

La mujer-madre y la ambigüedad del vínculo materno primario:

La correlación Mujer = Madre prescribe el modelo femenino adulto


y sano; en otras palabras, la maternidad es la mediación necesaria
para la realización personal de la mujer: “la esencia de la mujer es
ser madre”.

Lo anterior implica que no es porque se sea mujer que es posible


ser madre, sino que se llega a ser mujer porque se es madre. Igual-
mente, en el imaginario se asocian de manera sustancial y absoluta
reproducción y maternidad, con lo cual el hecho de dar a luz y la atri-

96
bución de los procesos de crianza y maternaje casi exclusivamente a
la mujer, quedan inextricablemente fundidos en uno y el mismo he-
cho: los procesos biológicos y los culturales son condensados en uno
y el mismo.

Tales significaciones sobre la Madre/Mujer logran un rendimiento


imaginario muy concreto: vuelven imposible una realidad posible: la
de la mujer como sujeto de placer erótico, productivo-creativo, his-
tórico, de discurso y de poder. Tales significaciones no dejan espacio
en el imaginario para una maternidad que no abarque a la mujer en
su integralidad.

Se minimiza o se pierde el padre

Con la exaltación de la madre se minimiza o se pierde el padre. Y


aunque existen prácticas individuales que acotan, le ponen límites, al
ejercicio de la maternidad a fin de hacerla compatible con unos pro-
yectos personales, ya que cada vez más mujeres estudian, trabajan,
ganan dinero, etc. Ana María Fernández se pregunta si tales prácticas
están siendo acumuladas por la cultura como transgresiones o se
vienen acumulando como potencialidades que podrán cristalizar en
futuras reestructuraciones del cuerpo social.

Parece indispensable girar el foco de mira hacia el padre. Para Isaac


Balbus el temor y la aversión que genera el ejercicio casi exclusivo
del poder maternal durante las primeras etapas de la vida, tienen
consecuencias muy serias para el sostenimiento del patriarcado; en
efecto, no sólo la autoridad masculina es vista como el refugio frente

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


al ‘asfixiante rol materno’, sino que la madre se convierte en recepto-
ra de la hostilidad infantil, no sólo por la frustración que genera una
satisfacción siempre parcial de sus necesidades, sino por la disolución
–también siempre parcial- de ese vínculo primario que esta sociedad
prescribe como sana: ‘la amenaza devoradora del amor materno’ se
resuelve en la entrega del hijo a la ley del padre y la disolución del
vínculo materno.

Isaac Balbus postula que si mujeres y hombres se conviertan en


agentes más o menos iguales de gratificación y frustración en virtud
de una complicidad entre ellos frente al poder maternal y ejercen una
maternidad/paternidad compartida, superando la polarización de la
hostilidad inconsciente hacia la figura materna, será posible la elimi-
nación del patriarcado.

El falo como significante único y la ausencia de símbolos femeninos:


Dos elementos que configuran las imágenes y los vacíos con los cua-
les se instituye un proceso de violencia simbólica en el contexto de
la sexualidad humana y particularmente como dispositivo de la con-
yugalidad. Entre nosotros tiene aún hoy en día vigencia un contrato

97
conyugal no escrito sobre el servicio sexual de la esposa al esposo,
basado en una representación desigual de las necesidades sexuales
de hombres y mujeres y que presenta al hombre como incontinente
respecto de su sexualidad, cuando no biológicamente infiel.

En efecto, no sólo en el contexto de la conyugalidad se ha atribui-


do un privado-sentimentalizado a las mujeres, en el cual, al tiempo
que le es entregado como espacio privilegiado y protagónico, es jus-
tamente en él donde se produce la invisibilización de su producción
económica y la apropiación de sus “bienes” eróticos: la pasivización
del erotismo femenino es uno de los rendimientos más violentos de la
subordinación femenina en la relación conyugal.

El privilegio del falo como único significante, que todavía hoy re-
conocen y avalan algunas teorías científicas como el psicoanálisis,
reproduce la cultura patriarcal, ya que no se moviliza en procura de
otras imágenes para transformar el sesgo patriarcal de nuestro ima-
ginario. Es por esta razón que Luce Irigaray sugiere la necesidad del
reconocimiento simbólico de la relación madre-hija, e invita a cons-
truir una iconografía en torno a ella que comience al llenar ese vacío
en nuestro registro simbólico.

Una concepción de la sexualidad masculina como modelo de


sexualidad humana:

En coherencia con el imaginario del falo asociado a lo público-activo,


la sexualidad humana es representada desde un modelo de tensión
y descarga que ha sido hipostasiado como el ‘modelo natural de la

Módulo 4 Sexualidad y género


sexualidad humana’, pero cuyo referente es básicamente masculino.

Y se trata tan sólo de una forma de representársela, ya que preci-


samente en el contexto de los Men Studies, se han señalado otras
formas de pensar la sexualidad masculina, las cuales comienzan por
interrogar la condensación que se hace, entre nosotros, de la eya-
culación y el orgasmo masculinos. En efecto, la emisión de material
genésico sin fines de fecundación es interrogada por muchas cultu-
ras no-occidentales, las cuales señalan la independencia del orgasmo
masculino y la eyaculación44.

Pero no sólo en esa condensación entre la eyaculación y el orgasmo


están los interrogantes sobre tal modelo de sexualidad. También se
cuestiona fuertemente la idea fija según la cual la tensión debe ser
resuelta de manera eficiente, idea desde la cual se descalifican otras
formas de placer y goce erótico como formas perversas polimorfas,
pero ante las cuales la frigidez y la eyaculación precoz aparecen como
signos de un evidente malestar cultural, formas de resistencia al pau-
taje de una sexualidad mediada por la violencia simbólica.

La práctica de la diferencia y el fin del patriarcado como pro-

98
yecto político.

La función política que le atribuye el grupo feminista SOTTOSOPRA45


a la práctica de la diferencia es tan alta, que ellas consideran que a
través tal práctica es posible anunciar el fin del patriarcado. Se trata
de una práctica, no exclusiva, de mujeres caracterizada por un estar
en el mundo “con disponibilidad de modificación de sí”46, desde un
imaginario donde el patriarcado ya no sea dador de sentido.

En efecto, aunque las transformaciones tanto en el orden económico


como los avances de la ciencia médica, son factores básicos de la caí-
da del patriarcado, en el orden psicológico aparece una razón también
fundamental: el amor de las mujeres a la libertad. Un sentido que se
forma en la relación entre mujeres.

La práctica de la diferencia está constituida básicamente por una


experiencia de ‘traer al mundo’ otras formas de estar en él, otras for-
mas de significarlo que partan de una ontología de base comunitaria,
que vehiculen la expresión del deseo y el dinamismo de la disparidad,
todo lo cual pasa por los juegos de una conciencia modificada: por
una contratación bien hecha entre sí y sí, entre sí y el mundo.

44
Pascal Brückner & Alan, Fienkielkraut. El nuevo desorden amoroso. Barcelona, Anagrama,
1990, desarrollan por extenso el punto de vista tántrico sobre la sexualidad masculina.
45
SOTTOSOPRA/LIBRERÍA DE MUJERES DE MILAN. (Ha ocurrido y no por casualidad) El final
del patriarcado. Revista El Viejo Topo. No. 96, mayo, 1996, pp. 46-59.
46
Ibíd., p. 46.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


La gratificación de la acción nutricia de los adultos -hombres
y mujeres-, que está siendo experimentada por generaciones
educadas relativamente recientes:

Recientemente estamos asistiendo al surgimiento de formas de grati-


ficación con una práctica de sí nutricia y cuidadora, no sólo de las rela-
ciones padres hijos, sino también de las relaciones de pareja, lo cual es
promisorio también de la necesaria transformación de la masculinidad:

“Sabemos que existe un deseo masculino no solidario con el domi-


nio, porque hemos dado con él y porque sabemos, por nuestra propia
historia, que el deseo es de por sí una potencia anárquica que precede
a toda historia y a toda pertenencia, incluida la de género. Nuestra
apuesta será, pues, la de entrar en una relación política también con
hombres, hombres cuyo deseo (ya) no tenga deudas con el orden
patriarcal, hombres cuya virilidad se exprese fuera de la competencia
masculina por el poder y la primacía, intérpretes de un sentido libre
de la diferencia masculina”47.

Si bien los hombres no encuentran todavía suficientes referentes


para la transformación de su identidad, se reconoce también la exis-

99
tencia de un malestar masculino que puede ofrecer dinamismo a esa
transformación. Una transformación que puede ser acompañada por
las mujeres, porque el fin del patriarcado puede ser un proyecto polí-
tico que aborden juntos, hombres y mujeres.

Necesidad de una teoría de la justicia respaldada en una pers-


pectiva democrática de género (democracia radical, postso-
cialismo):

Uno de los resultados más promisorios en el orden de la teoría polí-


tica construida desde la diferencia, es la existencia de una pléyade de
teóricas/os de primer nivel que han logrado ampliar ‘la universalidad’
tradicionalmente sesgada de la mirada propia del pensamiento y la
teoría sociales, en la medida en que sus desarrollos son informados
desde la experiencia y el punto de vista femeninos48.

Valga la pena, casi de manera indicativa, señalar la obra de Chantal


Mouffe y Nancy Frazer49; ellas, entre otras, vienen aportando desarro-

47
Ibíd., p. 50.
48
Nótese que la concepción de feminismo que aquí se usa y que es corriente en el contexto
académico, busca ampliar más que restringir el punto de vista.
49
En obras tales como Chantal Mouffe. La democracia radical, moderna o posmoderna?. EN:
Pedro Santana. (comp.). Las incertidumbres de la democracia. Santafé de Bogotá, Ediciones
Foro por Colombia; Nancy Frazer, Redistribución y reconocimiento: hacia una visión integra-
da de justicia del género. Revista Internacional de Filosofía Política. México, UAM – UNED,
No. 8, diciembre, 1996, pp. 18-40, las autoras desarrollan un noción política de lo radical
articulada a un punto de vista sobre la diferencia.

Módulo 4 Sexualidad y género


llos teóricos fundamentales para la transformación de la democracia
y la justicia en el contexto de la diferencia, contexto en el cual ni las
necesidades (desde las cuales pensar la equidad) son iguales, ni la
redistribución y el reconocimiento pueden seguir siendo criterios para
la formulación de políticas económicas y culturales desarticuladas las
unas de las otras, que le hacen el juego a la reproducción cultural del
patriarcado: ha llegado el tiempo de pensar los seres humanos –hom-
bres y mujeres- desde un paradigma donde la diferencia no sea lo
contingente, sino el plus con potencialidad de cambio.

100
ANEXO 4

HUMBERTO MATURANA. PREFACIO AL LIBRO EL


CÁLIZ Y LA ESPADA, DE RIANE EISLER
Este libro trata en su primera parte precisamente de los últimos mo-
mentos de esa historia en Europa en la zona del Danubio, entre siete
y cuatro mil años antes de Cristo, más o menos.

Allí el pre-patriarcado es agricultor, los poblados no tienen fortifica-


ciones, no hay señales de guerra, los lugares de culto albergan figuras
femeninas, no hay diferencias entre las tumbas de hombres y mujeres,
y no hay signos que permitan hablar de diferencias jerárquicas entre
hombres y mujeres, o entre mujeres y mujeres, o entre mujeres y hom-
bres. Se trata de un mundo cretense matrístico pre-micénico, según lo
revelan las pinturas murales cretenses.

Pero ¿cómo fue vivir en ese mundo? ¿Cuál pudo haber sido la red de

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


conversaciones en la que la colaboración no surgía de la obediencia
ni del sometimiento a la autoridad o del otro, sino que del placer de
participar en una empresa común? ¿Cómo será vivir centrado en la
conservación de la armonía con la naturaleza, y no en la búsqueda de
su control o dominación? ¿Cómo será vivir en la cooperación, en el
placer de la convivencia y no en la competencia? ¿Cómo será vivir sin
buscar una justificación racional para dominar al otro porque uno no
pretende ser dueño de la verdad? No sabemos.

Pero sí sabemos de la rebelión contra las tiranías ideológicas en el


redescubrimiento de la dignidad que se vive desde el respeto a sí
mismo y al otro cuando dejamos que la biología del amor recupera su
presencia.

En la cultura patriarcal, la experiencia espiritual como experiencia


de pertenencia a un ámbito mayor se vive hacia lo cósmico y es ajena
a lo humano; en la cultura matrística pre-patriarcal, la experiencia
espiritual se vive como pertenencia al ámbito humano. En la cultura
patriarcal, el amor se pierde en la búsqueda de un mundo trasceden-
te; en la cultura matrística pre-patriarcal, el amor es cotidiano porque

101
pertenece de hecho a la biología humana y se vive directa y simple-
mente como condiciones constitutivas de la convivencia social.

En la cultura patriarcal, primero se niega la biología del amor al va-


lorar la guerra, la lucha y la competencia, y luego se busca el amor
como algo especial en el ámbito cósmico; en la cultura matrística pre-
patriarcal, la biología del amor es constitutiva de lo cotidiano y se da
sin esfuerzo como parte del vivir normal que lleva a la dignidad en el
respeto a sí mismo y al otro.

En la cultura patriarcal, lo individual y lo social se contraponen por-


que lo individual se afirma en las conversaciones que legitiman la
apropiación y la negación del otro en la valoración de la competencia
y la lucha; en la cultura matrística pre-patriarcal, lo social y lo indivi-
dual no se contraponen porque lo individual surge en las conversacio-
nes que constituyen lo social desde la convivencia de individuos que
no se apropian de lo que son en la constitución de lo social.

Este libro tiene que ver en su segunda parte con la posible transfor-
mación de la cultura patriarcal que parece vivir ahora en el Occidente
en el rechazo a las teorías filosóficas que justifican que algunas per-
sonas decidan la vida de otras. Pero este rechazo no significa necesa-
riamente una vuelta a los matrístico, que en el fondo no conocemos
del todo porque nuestra mirada a lo pre-patriarcal la damos desde las
conversaciones patriarcales en las que estamos inmersos.

Cierta vez alguien me preguntó: -Cuál será el papel de los hombres


en una sociedad matrística?

Módulo 4 Sexualidad y género


- El mismo que ahora: participar con la mujer en la creación de
nuestro vivir cotidiano, pero sin centrar la relación en las conversacio-
nes de guerra, competencia, dominación, autoridad, jerarquía, lucha,
control, propiedad, seguridad, certidumbre, obediencia o poder, sino
que en las de colaboración aceptación, conspiración (co-inspiración),
conservación, ayuda, confianza, convivencia, acuerdo, compartir, be-
lleza o armonía.

- Ah, pero esas conversaciones también se dan en la cultura patriar-


cal, me contestaron.

- A mi vez respondí: Sí, pero son prontamente desvirtuadas ne-


gando la colaboración con la dominación o la competencia; haciendo
desaparecer el acuerdo en la jerarquía y la obediencia; olvidando la
co-inspiración en el control y el poder; acabando con el compartir me-
diante la apropiación; y olvidando la conservación en la explotación.

No; lo masculino y la femenino no son biológicamente lo que se


vive en la cultura patriarcal desde la valoración de la dominación y la
obediencia.

102
Qué son?

Son el hombre y la mujer en la convivencia que surge de la biología


del amor y se vive en la co-inspiración de un convivir centrado en la
dignidad del respeto por el otro y por sí mismo, en la colaboración, en
la armonización estética con el mundo natural al que se respeta y no
se explota, y en la valoración de la sensualidad y el intelecto.

En esta magnífica obra, Riane Eisler propone su respuesta: la cul-


tura solidaria. O la cultura de la solidaridad, y la propone como un
intento, como una invitación a un acto responsable que es el vivir la
transformación del patriarcado desde el fundamento de lo humano en
la biología del amor.

Las conversaciones patriarcales niegan la solidaridad haciéndola


algo especial, una virtud que surge como expresión de lo más eleva-
do del espíritu humano, o como un logro de trascendencia espiritual.
Riane Eisler propone que esto no es así, que la solidaridad es el fun-
damento de una cultura no enajenada en la conversación patriarcal
porque es también el fundamento de lo humano; y que, si lo quere-
mos, podemos vivir allí. (H. Maturana R. 1990)

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


MÓDULO 5

CRISIS DE LA MASCULINIDAD HEGEMÓNICA

103

Presentación:
“Hoy, OTRO MUNDO no sólo ES POSIBLE sino que es imprescindible (...)
porque, si no, no habrá ningún mundo posible”, dijo el Presidente Evo Mo-
rales al Foro del G77+más China, hoy 134 países.

El orden patriarcal ha generado desequilibrios demográficos que, aludien-


do a la falta de mujeres, llevan a algunos hombres de la India a decir: “nos
vamos a acabar”.

Ya no es posible defender algunas prácticas que los varones autoritarios


reclaman como recuperación de los valores tradicionales, o como cultura
(ablación del clítoris, exclusión a las mujeres de la educación), pero que
mujeres como Waris Dirie, la modelo somalí, o Malala, la estudiante paquis-
taní, llaman por su nombre: “no es cultura, es tortura”.

El patriarcado tiene también un efecto de búmeran, el arma arrojadiza que


retorna a quién la lanzó: ¿quién quiere compartir su vida con un ser huma-

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


no que no puede expresar amor, es decir, que no es capaz de reconocer al
Otro-a como legítimo Otro-a?

Lo expresa dramáticamente Herrera, en su cuento La Sequía: la india se


juega su última carta para convivir al lado de su inexpresivo compañero;
regresa para anunciarle que está embarazada. El indio “quedó inmóvil, con
la cabeza metida entre las manos. El indio no podía hablar. No estaba en él
(…) La india tornó a huir, montaña adentro. El indio todavía quiso llamarla,
pero la voz no le salía; levantarse, pero tenía los pies como raíces”.

Amar a un ser humano, dice H. Maturana, es conocerlo verdaderamente,


brindarle la oportunidad de ser escuchado; “ser suficientemente humilde
como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que
nada necesita”, “ir más allá de su individualidad como persona: es percibirlo
y valorarlo como una muestra de la humanidad entera”.

Y en su Prefacio al libro El Cáliz y la Espada, de Riane Eisler, retoma la pro-


puesta de una cultura de la solidaridad: “la solidaridad es el fundamento de
una cultura no enajenada en la conversación patriarcal porque es también
el fundamento de lo humano; y, si lo queremos, podemos vivir allí”.

104 Propósito:
Los participantes constatan que las supuestas ventajas que el patriarcado
asigna a los varones son costosas en términos de realización personal y
afectación de las relaciones sociales.

Textos de motivación:

“Tradiciones centenarias, pobreza y presión social han convertido el dis-


trito indio de Salem en el lugar del mundo donde una niña tiene menos
posibilidades de llegar a cumplir los cinco años. Las autoridades locales
aseguran que al menos un 60% de las hijas son abortadas antes de nacer
o asesinadas en sus primeros tres días de vida. El problema se extiende
a toda la India y ha sido declarado una emergencia nacional después de
que se publicaron estadísticas que aseguran que el país tiene un déficit
de 50 millones de niñas y mujeres, según datos de UNICEF”.

“El indio experimentó una alegría millonaria de gozo. Toda la vida ha-
bía esperado.

Quiso abrazar a su india con su indiecito adentro. Quiso decir lo que


no podía decir.

Quiso reír, gritar… No pudo.

Quiso abrirse con las manos el pecho, para que ella pudiera verlo por dentro.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Quiso darle las gracias… Pero nada dijo.

Quedó inmóvil, con la cabeza metida entre las manos. El indio no po-
día hablar. No estaba en él.

Era cerrado, con una gran sequía adentro. Así lo había parido su ma-
dre”. (La Sequía)

“Vamos, decime, contame todo lo que a vos te está pasando ahora,


porque si no cuando está el alma sola llora;
hay que sacarlo todo afuera, como la primavera
nadie quiere que adentro algo se muera.
Hablar mirándose a los ojos,
sacar lo que se puede afuera
para que adentro nazcan cosas nuevas”. Piero

AMAR A UN SER HUMANO ES: “Aceptar la oportunidad de conocer-


lo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir
lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas… Brindarle la
oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y res-
peto… Atreverse a mostrarte indefenso… Ser suficientemente humilde

105
como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del
que nada necesita… Atreverte a expresar el cariño espontáneamente a
través de tu mirada, de tus gestos y sonrisas… Disfrutar de la fortuna de
poder comprometerte voluntariamente y responder en forma activa a
su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando de sí mismo
duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está por darse
por vencido... Atreverte también a establecer tus propios límites y man-
tenerlos firmemente… Ir más allá de su individualidad como persona:
es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera”.
Humberto Maturana.

Momentos Pedagógicos y Objetivos Específicos


Sentir: Analizar en expresiones de nuestra identidad rasgos de mas-
culinidad hegemónica.

Detectar fuentes de sufrimiento personal en esos rasgos de masculi-


nidad hegemónica.

Pensar: Analizar algunas repercusiones socioeconómicas de un orden


patriarcal hegemónico: desequilibrios poblacionales, violencia de géne-
ro, inequidad e insostenibilidad en el desarrollo.

Analizar repercusiones psicológicas: la soledad del ‘macho alfa’.

Actuar: Intercambiar experiencias de cambio personal y de activi-


dades de proyección, con la perspectiva propuesta por Gandhi: “Ser el

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


cambio que queremos en el mundo”.

Programar una actividad para deliberar sobre la crisis de la masculini-


dad hegemónica, en el contexto local.

Programación del taller


(Tiempo calculado: 5 horas)

Actividades
1. Ambientación (30 minutos)

4 Procedimiento:

1.1. Presentación de la programación: El Facilitador presenta


los propósitos, textos de motivación y la programación del taller.

106
1.2. Ejercicios de cuidado de sí

Se hacen los ejercicios de calentamiento y respiración: movimientos


circulares de izquierda a derecha y luego en dirección contraria: pri-
mero los pies (uno a uno); luego cada pierna levantando y doblando
primero una pierna hasta la altura de la cintura, tratando de hacer el
mayor equilibrio posible; luego, las manos a la altura de la muñeca; los
brazos, los hombros, la cabeza y por último la cintura, según indica-
ciones del Facilitador. Este puede sugerir también ejercicios diferentes.

Bajo la orientación del Facilitador, los participantes caminan, corren


por todo el escenario o sitio de trabajo; la intención es ejercitar todo
el cuerpo. Finalmente, se acuestan boca arriba y con las dos manos
sobre el vientre tratan de normalizar la respiración. Luego, se les pide
que cierren los ojos, mientras el Facilitador va conduciendo una expe-
riencia placentera de recorrido imaginario por un bosque, por la orilla
de un río o del mar, en donde cada participante revive experiencias de
su vida íntima referida a su identidad de hombre.

Después, de unos minutos de relajación, se dirige el ‘regreso a la


realidad’. Y se invita a ponerse de pie y hacer ejercicios libres de es-
tiramiento.

4 Materiales: Guía de ejercicios, equipo de sonido, música seleccio-


nada para el caso.

2. Momento Pedagógico: SENTIR

4 Objetivos específicos:

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


+ Analizar en expresiones de nuestra identidad rasgos de masculi-
nidad hegemónica.

+ Detectar fuentes de sufrimiento personal en esos rasgos de mas-


culinidad hegemónica.

2.1. Rasgos de masculinidad hegemónica en nuestra identi-


dad (60 minutos)

4 Procedimiento:

2.1.1. Autopresentación mediante la identificación con un


animal cuyas características le llaman la atención

+ Se pide a los participantes que, moviéndose en el salón, asuman


por unos minutos el rol del animal con el que se identifican, como ex-
presando con su cuerpo la característica que admiran.

+ Luego, cada persona dice el nombre del animal con el cual se


identifica y explica a la plenaria las características que le llaman la

107
atención.

2.1.2. Análisis de rasgos de masculinidad hegemónica pre-


sentes en la autopresentación

+ En grupos de cuatro personas se analizan algunos rasgos de mas-


culinidad hegemónica expresados en las presentaciones, recordando
los arquetipos: el rey, el guerrero, el sabio, el seductor. Para ello se
realiza un conversatorio en los grupos a partir de las preguntas:

¿De qué manera se proyecta la masculinidad hegemónica en


las características comúnmente adjudicadas a esos animales?,
¿Pueden aprovecharse esas características con actitudes no he-
gemónicas?

Se presentan los análisis en la plenaria.

2.2. Rasgos de masculinidad hegemónica que me han causa-


do algún sufrimiento

Se solicita a los participantes que escriban o pinten en un papel lar-


go su línea de tiempo (todas las etapas de su vida como hombre, su
sexualidad, sus momentos de alegría, de conflicto y de crisis).

Después de un tiempo adecuado, el Facilitador orienta que cada


persona escriba en una hoja los rasgos de masculinidad hegemónica
que le han generado sufrimiento (estas hojas se guardan en una caja
para el ritual de despedida)

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


+ En plenaria: Conversatorio guiado con las siguientes preguntas:

¿Cuáles rasgos de masculinidad hegemónica se manifiestan en


mi línea de tiempo?

¿Cuáles de esos rasgos generan sufrimiento y cómo he reac-


cionado frente a ello a lo largo de mi vida?

4 Materiales: Hojas de papel, lapiceros, marcadores.

3. Momento Pedagógico: PENSAR

4 Objetivos específicos:

+ Analizar algunas repercusiones socioeconómicas de un or-


den patriarcal hegemónico: desequilibrios poblacionales, violen-
cia de género, inequidad e insostenibilidad en el desarrollo.

+ Analizar repercusiones psicológicas: la soledad del ‘macho’.

108
4 Actividades:

3.1. Algunas repercusiones sociales de un orden patriarcal he-


gemónico.

q Procedimiento: (45 minutos)

q Lectura por grupos o presentación del Facilitador

q Socialización de información pertinente sobre los siguientes


temas (véase Bibliografía):

+ India: las niñas envenenadas al nacer. “Nos vamos a acabar”

+ China: 20 millones más de hombres que de mujeres

+ Afganistán: las niñas Swara, entregadas como pago

+ 200 niñas nigerianas secuestradas por Boko Haram

+ Mujeres desfiguradas con ácido

+ Se realiza un conversatorio en plenaria sobre repercusio-


nes sociales de un orden patriarcal hegemónico a través de la
pregunta: ¿Cuál es el costo social del orden patriarcal?

4 Materiales: Fotocopias de textos pertinentes que aparecen en la


Bibliografía.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


3.2. Repercusiones psicológicas: la soledad del macho alfa

4 Procedimiento: (45 minutos)

Café conversación: Se disponen 4 mesas, o más según el número de


participantes, con cinco sillas cada una, como en un café de pueblo.
Los participantes ocupan las sillas y conversan unos minutos sobre el
tema que el Facilitador anuncia. El Facilitador después de unos minu-
tos ordena cambio de mesa. Los participantes intentan no repetirse
como grupo en la siguiente mesa, sino cambiar de compañeros. En
cada mesa permanece una persona que toma nota.

Temas de conversación: Mis propios sentimientos, o reacciones de


personas conocidas, ante situaciones como:

a. Cambios personales: insuficiencia como proveedor, frustra-


ción como seductor y/o reproductor, incapacidad para embara-
zar a la mujer, desintegración familiar.

b. Cambio en las relaciones familiares: Pérdida de autoridad,

109
liberación de la mujer, crisis del matrimonio.

c. Inadaptación general a cambios económicos, sociales, cul-


turales que ponen en cuestión los roles de una masculinidad
hegemónica y que se expresan en frases como “Todo tiempo
pasado fue mejor. Hay que recuperar los valores”.

d. Eventos que en su localidad generan expresiones de violen-


cia contra sí mismos o contra otras personas: adicciones, suici-
dio, violencia contra la mujer, violencia intrafamiliar.

+ En Plenaria: La persona que ha permanecido en cada mesa, to-


mando nota, da un informe de las principales ideas y sentimientos que
se expresaron en su respectiva mesa.

+ Lectura comentada de ‘La Sequía”, de Carlos Salazar Herrera. Se


lee en plenaria la historia y posteriormente se realiza un conversatorio
sobre las limitaciones que produce en los hombres la falta de expre-
sión de sentimientos, se usa para ello la pregunta ¿cuál es el costo que
pago yo y mis seres queridos cuando callo lo que siento?

4 Materiales: Texto La Sequía. Anexo 1

4. Momento Pedagógico: ACTUAR

4 Objetivos específicos:

+ Intercambiar experiencias de cambio personal y de actividades de

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


proyección, con la perspectiva propuesta por Gandhi: “Ser el cambio
que queremos en el mundo”.

+ Programar una actividad para deliberar sobre la crisis de la mas-


culinidad hegemónica, en el contexto local.

4 Actividades:

4.1. “Ser el cambio que queremos en el mundo” (Gandhi)

4 Procedimiento: (20 minutos)

+ El Facilitador anima un intercambio de experiencias de cambio


personal y actividades de proyección, desde el Taller anterior, con dos
preguntas:

¿Qué cambios me he propuesto y he logrado a partir de este proceso


de reflexión?, ¿Qué actividades he intentado en mi contexto local?

El objetivo es enriquecer el menú de posibilidades de cambio y de

110
trabajo hacia afuera. Lectura comentada del texto de H. Maturana:
“AMAR A UN SER HUMANO”

4 Materiales: Anexo 2. Texto Amar a un ser Humano

4.2. Programación de una actividad para deliberar sobre la


crisis de la masculinidad hegemónica, en el contexto local.

4 Procedimiento: (40 minutos)

+ Trabajo de grupos: Lluvia de ideas sobre actividades posibles:


foro, programa radial, dramatización, cine foro, boletín, etc.

+ Programación de una actividad acordada

+ Socialización de propuestas

4 Materiales: Papelógrafo, marcadores, papel

5. Cierre del Taller: (30 minutos)

5.1. Evaluación del Taller

+ En una ficha se escribe una frase: sentimiento, compromiso, pro-


puesta, que se desea compartir y que se leerá y pegará en una cartu-
lina o en papel de papelógrafo, en medio del círculo.

5.2. Ritual de cierre

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


+ El Facilitador orienta algunos ejercicios para descargar y aflorar
tensiones y dolores como: masajes mutuos de espalda, tórax, hom-
bros, brazos y manos; acuprensión de los dedos de las manos (apre-
tando cada dedo según la afectación, así: el dedo pulgar para el dolor
y la pena emocional; el índice para el miedo, el del medio para la cólera
y la rabia; el anular para la ansiedad y el nerviosismo; el meñique para
la autoestima; y con el dedo pulgar se presiona el centro de la palma
de la mano para la desesperanza, la depresión y la vitalidad corporal50.

+ En círculo, en torno al fuego, cada persona saca al azar una de


las hojas guardadas en la caja en las que se anotaron los rasgos de
masculinidad hegemónica que han hecho sufrir a los participantes. Si
puede leerla lo hace y luego la echa al fuego.

+ Con los brazos sobre el hombro del compañero de cada lado, se


escucha y se canta la canción “Vamos, decime, contame, lo que a vos
te está pasando ahora”, de Piero.

+ Se termina con abrazos entre compañeros

111
4 Materiales: Pequeñas fichas, lapiceros,cartulina o Papel de papelógra-
fo, fuego, flores, velas, incienso, vasija, fuego, equipo de sonido, disco.

Bibliografía:

q Generocidio e infanticidio femenino en India y China. http://


es.globalvoicesonline.org/2012/04/24/videos-generocidio-e-infantici-
dio-femenino-en-india-y-china/

q JIMÉNEZ, DAVID. Morir por nacer niña. Enviado especial a Salem (India)
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2007/602/1179007201.
html

q El drama de las niñas novias de Pakistán. http://www.eltiempo.


com/archivo/documento/CMS-13144836

q Qué es Boko Haram, el grupo que secuestro 200 niñas en Nigeria.


http://www.lanacion.com.ar/1687833-quienes-son-los-islamistas-radi-
cales-boko-haram

q Las mujeres sin rostro de Bogotá. http://blogs.afp.com/


makingof/?pages/Las-mujeres-sin-rostro-de-Bogot%C3%A1

50
Todas estas herramientas se pueden utilizar en los momentos en que se presenten afecta-
ciones. Se puede también escribir tarjetas sobre experiencias frustrantes y lanzar una pelota
con fuerza contras esos sentimientos.

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


q Puedo manejar mi enojo y evitar la violencia. Instituto Costarricen-
se de Masculinidad WEM

q Relatoría Módulo III Las crisis de los hombres. Taller Chinauta. 2013

q Informe Mundial sobre violencia y salud. Resumen. OPS http://


www.who.int/violence_injury_prevention/violence/world_report/es/
summary_es.pdf

q Galeano Gasca, Ells Natalia. Violencia moral y masculinidad hege-


mónica. Universidad CES –Secretaría de las Mujeres Alcaldía de Medellín

q Campos Guadamuz, Álvaro. REDES DE HOMBRES CONTRA LA VIO-


LENCIA. /. 1a ed. San José, Costa Rica. Oficina de Seguimiento y Ase-
soría de Proyectos OSA, S.C., 2007.

ANEXO 1

112 LA SEQUÍA
Carlos Salazar Herrera (Costa Rica)

Muy parecido estaba a uno de esos “tocadores de ocarina” que es-


culpieron sus antepasados.
Sin moverse, pasmado, horas y horas en cuclillas.
Piedra con musgo era así su cara, el reflejo de las matas que toda-
vía podían ser verdes.
Al reflejo de las matas que junto a la entrada, afuera,
Estuvo siempre el indio echando raíces… y el corazón.
A fuerza de estar ahí, el indio había cogido el color del rancho.
El rancho, en el vientre de la montaña seca por la sequía, fue vol-
viéndose sonoro.
Rancho horqueteado, amarras de bejuco, hojas de plátano, corteza
de palmito…y tierra.

Adentro estaba la india compañera.


Charco de agua clara de esos que repiten a la luna, era por dentro
la india.
!Cosa de la montaña¡ No llovía.
Se cansaron los yuguirros de pedir agua.
Cayeron las hojas de los árboles grandes.
La tierra y el sol se bebieron el río.

Hojas, hojas, hojas.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Amarillas las hojas que no pudieron sostenerse más.
Hojas secas en todos los rincones de la selva.
Secos los bañaderos de los chanchos y el sexo de las flores.
113
Sin agua los bejucos de agua y la cotadura de los arroyos.
Secas las narices de los animales….
Un corazón y secándose otro.

La india fue saliendo del rancho a pasos torpes.


Se detuvo, miró al indio.
Miró el rancho.
Miró la picada.
Miró otra vez al indio, al indio su hombre.
Se acercó a él hasta tocarlo.
Esperó. Esperó, pero el indio no abría la boca, no se movía.
La india se dio a caminar huyendo despacio, muy despacio.

Allí quedose el indio.


La cabeza incrustada en las manos.
Los codos amarrados sobre las rodillas.
Los pies con raíces en la tierra.
El silencio abríase, alargándose en el rancho
Que se fue pareciendo a rancho donde no vive nadie.

Ella se lo había dicho.


Le había anunciado que se iba para siempre porque ya no podía más.
Porque él no la miraba, porque no le hablaba, porque no la quería.
Porque aquel silencio le estaba doliendo como una úlcera.

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


Él quiso decirle algo, pero como jamás dijo nada, no estaba en él.
Y la india quería un poco de palabras para asustar al silencio.
Un poco de ternura para acortar las horas.
Alguna vez una sonrisa para dar color al rancho.
Quizá una caricia…pero…era mucho pedir.
El indio y la india no se podían encontrar donde se hacen uno solo
los caminos.

Tiempo atrás, cierta vez, yendo la india por el interior de la selva,


halló al mirar a un manigordo con su hembra.
El macho lamía la piel de su compañera, se restregaba contra ella,
daba saltos, la miraba,acercándosele, estilizando ondulaciones con
su lomo moteado a trechos.
La hembra contestaba agradecida con igual ternura; con las pupilas
se veía.
Después…después se echaron juntos y todavía se prodigaban.

La india vio que el indio no era así.

Huía la mujer lento el paso.

114
En las hojas arrugadas se le hundían los pies hasta los tobillos y en
el pecho una congoja le subía hasta los ojos.
No quiso ni pudo dejar al indio cuando vio a los manigordos, pero
ahora sí.
Ahora que estaba por tener un hijo…
Ahora si abrazó la huida con todo su cuerpo y con toda su alma.
Huía con un miedo espantoso de que aquel hombre
fuera a aplastar a su indiecito
con una mirada indiferente.
No quería tampoco a su hijo para ella sola.
Quería compartirlo, pero por partes iguales.
Quería dividirlo en dos cariños para que tocase media tristeza y me-
dia alegría a cada uno.
!Era demasiado para ella sola¡
!Dios mío! ¡Se han secado todos los ríos!

Por eso no se lo había dicho.


Él, su hombre, no sabía que iba a tener un hijo.
Se quedaría por siempre sin saberlo.
El embarazo estaba a la vista.
Él podría haber adivinado si se hubiera puesto a mirarla…
Pero el indio no la miraba.

!La vereda se extendía reverberando calor.


Largo y sombrío camino como la vida¡
“Y si lo supiera? –pensó la india, iluminada la cara con lumbre de
ella misma:
¿Tal vez si lo supiera?- y detuvo la huida.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


¡Tal vez lo está esperando!”.
Y empezó a caminar, ahora con dirección al rancho.
Caminó ligero, más ligero.
Corría.
Lo desanduvo todo.
Quebró las hojas arrugadas,
que sonaron como campanas pequeñísimas…o latidos.
¡Qué corto y qué largo es el camino!
De allá lejos cogió la casa con los ojos.
Afuera estaba el indio, como lo había dejado.
Seguía parecido a los tocadores de ocarina en piedra.
Piedra con musgo.
En cuclillas.
Color de rancho.
Junto a la entrada, afuera.
Echando raíces.
Mudo, y el corazón….

Llegó la india con miedo.


Como una de esas perras sin dueño que van a robarse una tajada

115
de carne.
Tuvo miedo.
Y el indio sin moverse.
La mujer tragó un puñado de valor y se lo contó todo.
Se lo dijo en una sola frase, y esperó el efecto.
Fue un instante demasiado largo.
¡Cómo dura el silencio!...

El indio experimentó una alegría millonaria de gozo.


Toda la vida había esperado.
Quiso abrazar a su india con su indiecito adentro.
Quiso lo que no podía decir.
Quiso reír, gritar…
No pudo.
Quiso abrirse las manos el pecho, para que ella pudiera verlo por
dentro.
Quiso darle las gracias…
Pero nada dijo.
Quedó inmóvil, con la cabeza metida entre las manos.
El indio no podía hablar.
No estaba en él.
Era cerrado, con una gran sequía adentro.
Así lo había parido su madre.

La india tornó a huir, montaña adentro.


El indio todavía quiso llamarla, pero la voz no le salía;
levantarse, pero tenía los pies como raíces.
Quedó sentado en cuclillas, como los tocadores de ocarina.

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


Intentó mirarla, pero vio turbio.
“¿También me estaré haciendo ciego?”
Se restregó los ojos. Estaba sudando.
Luego comenzó a empañarse nuevamente la figura de la india hu-
yendo del silencio.
Aquello no era sudor…
Le salía de los ojos!.

Glosario:
Tocadores de ocarina: Pequeños monolitos que representan a un
hombre en cuclillas, tocando ocarina.
Horqueteado: hecho mediante columnas de palo con horquetas.
Palmito: Cierta palmera de corteza muy resistente.
Yiguirros: Especie de mirlos. A fines del verano suelen cantar insis-
tentemente; por eso se dice que piden agua.
Bañaderos de los chanchos: Charcos en donde los saínos suelen
echarse.

116
Bejucos de agua: Bejucos en cuyo interior hay agua potable.
Picada: atajo abierto en la montaña.
Manigordo: Especie de jaguar, de talla mucho menor.
crearpuentes.blogspot.com/.../
la-sequia-carlos-salazar-herrera-costa.html

ANEXO 2

AMAR A UN SER HUMANO


Humberto Maturana

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocer-


lo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descu-
brir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas, contem-
plar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus
carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es com-
prender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un cora-
zón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de
una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer,
con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que
a veces vive, son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y
darte cuenta que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de
sentido, que no puede confiar ni en sí mismo; es descubrir y honrar,
por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apre-
ciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e
irrepetible de la Vida.

Amar a un ser humano es brindarle la oportunidad de ser es-


cuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su
experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un
espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado, en el
que sienta la confianza
de abrirse sin ser for-
zado a revelar aquello
que considera privado;
es reconocer y mostrar
que tiene el derecho
inalienable de elegir su
propio camino, aunque
éste no coincida con el
tuyo; es permitirle des-
cubrir su verdad inte-

117
rior por sí mismo, a su
manera, apreciarlo sin
condiciones, sin juz-
garlo ni reprobarlo, sin
pedirle que se amolde a
tus ideales, sin exigirle
que actúe de acuerdo
con tus expectativas; es
valorarlo por ser quien
es, no por como tu desearías que fuera; es confiar en su capacidad
de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas, más fuerte
y más maduro, y comunicarle tu fe y confianza en su poder como ser
humano.

Amar a un ser humano es atreverte a mostrarte indefenso,


sin poses ni caretas, revelando tu verdad desnuda, honesta y trans-
parente; es descubrir frente al otro tus propios sentimientos, tus
áreas vulnerables, permitirle que conozca al ser que verdaderamente
eres, sin adoptar actitudes prefabricadas para causar una impresión
favorable; es exponer tus deseos y necesidades, sin esperar que se
haga responsable de saciarlas; es expresar tus ideas sin pretender
convencerlo de que son correctas; es disfrutar del privilegio de ser
tu mismo frente al otro, sin pedirle reconocimiento alguno, y en esta
forma, irte encontrando a ti mismo en facetas siempre nuevas y dis-
tintas; es ser veraz, y sin miedo ni vergüenza, decirle con la mirada
cristalina, “este soy, en este momento de mi vida, y esto que soy con
gusto y libremente, contigo lo comparto…si tú quieres recibirlo”.

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


Amar a un ser humano es disfrutar de la fortuna de poder
comprometerte voluntariamente y responder en forma activa
a su necesidad de desarrollo personal; es creer en él cuando de
sí mismo duda, contagiarle tu vitalidad y tu entusiasmo cuando está
por darse por vencido, apoyarlo cuando flaquea, animarlo cuando
titubea, tomarlo de las manos con firmeza cuando se siente débil,
confiar en él cuando algo lo agobia y acariciarlo con dulzura cuando
algo lo entristece, sin dejarte arrastrar por su desdicha; es compartir
en el presente por el simple gusto de estar juntos, sin ataduras ni
obligaciones impuestas, por la espontánea decisión de responderle
libremente.

Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como


para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del
que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir
que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la Vida el
prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica ben-
dición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada
día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es
vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con

118
el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan
profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, ha-
ciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.

Amar a un ser humano es atreverte a expresar el cariño es-


pontáneamente a través de tu mirada, de tus gestos y sonri-
sas; de la caricia firme y delicada, de tu abrazo vigoroso, de tus be-
sos, con palabras francas y sencillas; es hacerle saber y sentir cuánto
lo valoras por ser quien es, cuánto aprecias sus riquezas interiores,
aún aquellas que él mismo desconoce; es ver su potencial latente y
colaborar para que florezca la semilla que se encuentra dormida en
su interior; es hacerle sentir que su desarrollo personal te importa
honestamente, que cuenta contigo; es permitirle descubrir sus ca-
pacidades creativas y alentar su posibilidad de dar todo el fruto que
podría; es develar ante sus ojos el tesoro que lleva dentro y cooperar
de mutuo acuerdo para hacer de esta vida una experiencia más rica
y más llena de sentido.

Amar a un ser humano es también atreverte a establecer


tus propios límites y mantenerlos firmemente; es respetarte a
ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras
tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en
el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en
libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas
manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lasti-
marlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio
sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los
desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en
armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los
tesoros compartidos.

Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad


como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de
la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una
manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible lla-
mada “ser humano”, de la cual tu formas parte; es reconocer, a
través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que
es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones;
apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad,
como sus lados oscuros y sombríos; amar a un ser humano, en rea-
lidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica
naturaleza humana, tal como es, y por tanto, amar a un ser humano
es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sin-
fonía de este mundo.

http://kuatro.wordpress.com/2006/11/08/amar-a-un-ser-humano-
humberto-maturana/

ANEXO 3 119
SOY PAN, SOY PAZ, SOY MÁS
Mercedes Sosa
Compuesto: Piero José

Yo so-o-oy, yo so-o-oy, yo so-o-oy


soy agua, playa, cielo, casa, planta,
soy mar, Atlántico, viento y América,
soy un montón de cosas santas
mezcladas con cosas humanas
cómo te explico . . . cosas mundanas.

Fui niño, cuna, teta, techo, manta,


más miedo, cuco, grito, llanto, raza,
después mezclaron las palabras
o se escapaban las miradas
algo pasó . . . no entendí nada.

Vamos, decime, contame


todo lo que a vos te está pasando ahora,
porque si no cuando está el alma sola llora
hay que sacarlo todo afuera, como la primavera
nadie quiere que adentro algo se muera

Módulo 5 Crisis de la masculinidad hegemónica


hablar mirándose a los ojos
sacar lo que se puede afuera
para que adentro nazcan cosas nuevas.

Soy pan, soy paz, soy más, soy el que está por acá
no quiero más de lo que me puedas dar, uuuuuuh
hoy se te da, hoy se te quita,
igual que con la margarita . . . igual al mar,
igual la vida, la vida, la vida, la vida . . .

Vamos, decime, contame


todo lo que a vos te está pasando ahora,
porque si no cuando está el alma sola llora
hay que sacarlo todo afuera, como la primavera
nadie quiere que adentro algo se muera
hablar mirándose a los ojos
sacar lo que se puede afuera
para que adentro nazcan cosas nuevas. (BIS)

120

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


MÓDULO 6

TRANSFORMACIÓN
NO VIOLENTA DE LOS CONFLICTOS

121

Presentación:
Una particularidad de la dignidad humana es la singularidad de cada per-
sona y, derivada de ella, la diversidad. Por ello, los intereses de las personas
son diversos y, a veces, opuestos. El orden patriarcal resuelve la contra-
dicción mediante la imposición, recurriendo a diferentes tipos de violencia:
estructural, cultural, directa.

Para la cultura patriarcal la violencia es propia de la naturaleza humana. Sin


embargo, muchas personas no recurren a comportamientos violentos para
transformar sus conflictos y hay personajes históricos que se han caracteri-
zado por proponer y practicar la filosofía y la metodología de la noviolencia51.

Noviolencia es un sustantivo (una solo palabra) utilizado para nombrar una filosofía y una
51

metodología sistematizada por M. L. King y otros líderes de este movimiento.

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


Leonardo Boff propone algunos personajes como “símbolos reales y ar-
quetipos evocadores que han vivido en su existencia una relación paradig-
mática de lo femenino con lo masculino (…) Sus vidas revelan que es posible
anticipar lo utópico dentro de las condiciones y límites del tiempo histórico”.
Aquí mencionamos algunos: Jesús de Nazaret, Francisco de Asís, Gandhi,
Mandela, Martin Luther King. Pero la lista debería extenderse.

Una particularidad que los caracteriza es la de diferenciar entre el ‘pecado’


y el ‘pecador’, o como dice hoy Juan Gutiérrez, ‘lo enemigo’ y ‘el enemigo’52.
Duro con el problema, todo el respeto a las personas. Porque la única forma
de eliminar un enemigo es eliminar la enemistad.

‘Duro con el problema’ significa tomar muy en serio, metódicamente, el


trabajo por la justicia para superar los obstáculos que la violencia opone en
defensa de la injusticia. Martin Luther King habla de campañas, no solo de ac-
ciones noviolentas; se trata pues de una acción sostenida hasta conseguir la
meta. En nuestro caso, de construir ambientes noviolentos. Podríamos decir:
comunidades no patriarcales, o como decía King: “una amada comunidad”.

“El amor, insiste, es la única fuerza capaz de transformar un enemigo en


un amigo. Nunca nos deshacemos de un enemigo si confrontamos el odio
con el odio; nos deshacemos de un enemigo eliminando su enemistad. Por

122
su misma naturaleza, el odio destruye y derriba; por su misma naturaleza,
el amor crea y construye”.

Es mejor amarse que armarse, decimos en la Colombia de hoy cuando se


respiran aires de postconflicto (post Acuerdos, dicen otras personas) y se
impone como tarea la reconciliación entendida como el cambio de actitudes
necesario para construir, no solo entre hombres y mujeres, relaciones de
reciprocidad democrática que no soportan la dominación ni la sumisión.

Propósito:
+ Los participantes diferencian entre conflicto y violencia.

+ Analizan la filosofía y metodología de la Noviolencia como alter-


nativa en la transformación de conflictos.

+ Analizan características de masculinidades no hegemónicas en


los promotores históricos de la Noviolencia.

+ Hacen un ejercicio de programación de una acción noviolenta


orientada a la creación de comunidades no patriarcales, siguiendo
los pasos propuestos por M. L. King.

52
http://juanenruta.wordpress.com/

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Textos de motivación:

- “¿Por qué tanta violencia en la historia de la naturaleza y de las socie-


dades? ¿Por qué todo orden para mantenerse debe producir desorden,
exclusión, castigo y víctimas? ¿Por qué en la historia ha predominado
hasta hoy el deseo mimético53 competitivo y no cooperativo? ¿Llegará el
día en que predomine el deseo mimético cooperativo? ¿No estaremos a
sus puertas, con esta lenta y contradictoria emergencia de una sociedad
mundial con una conciencia planetaria y en una única casa común, el
planeta Tierra?”.

- “Las ideas no bastan. Es necesario que existan símbolos reales y ar-


quetipos evocadores (…). Cada cultura posee sus figuras seminales y
ejemplares en las cuales todos se reflejan y se sientan provocados a rea-
lizar su mito personal (...) Son referencias ejemplares de realización del
sueño de la síntesis entre la masculino y lo femenino; síntesis siempre
ansiada y raramente realizada. Sus vidas revelan que es posible anticipar
lo utópico dentro de las condiciones y límites del tiempo histórico. Por eso
se han transformado en arquetipos de integración, de síntesis”54.

Jesús, Francisco de Asís, Gandhi, Mandela son algunos de ellos.

- “Es estúpido buscar resultados distintos utilizando los mismos méto-


dos. La opción que nosotros queremos conversar con ustedes (FARC),
pacíficamente, es la opción de la Noviolencia (…) Es una opción para
123
que acojamos todos los ciudadanos y ciudadanas, muy especialmente el
Gobierno, para que no se siga recurriendo al aumento del poderío mili-
tar, como equivocadamente se cree que se puede resolver el problema.
Durante 40 años hemos recurrido a esa solución y lo que hemos logrado
es que la subversión aumente su armamento, que el Estado aumente su
armamento y haya surgido otra tercera fuerza que ha venido aumen-
tado su armamento, que son las autodefensas ilegales o paramilitares,
en contra de cuya utilización de la violencia también estamos profunda-
mente en desacuerdo”55.

Momentos Pedagógicos y Objetivos Específicos


Sentir: Recordar eventos conflictivos y analizar las posibilidades de
resolverlos sin acudir a la violencia.

Pensar: Analizar los rasgos no patriarcales del comportamiento de


hombres líderes de la noviolencia.

53
Entre la bolita roja y la bolita azul, cuál escoges para que juegues con tu hermanito?, pre-
gunta el papá.
- La que escoja él…, responde el niño. Es lo que aquí se llama “deseo mimético competitivo”.
54
Leonardo Boff, La voz del arco iris. Editorial Trotta.2003.
55
Guillermo Gaviria Correa. Carta a las FARC.

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


Revisar la propuesta filosófica y metodológica de la Noviolencia.

Actuar: Aplicar los 6 pasos propuestos como metodología para la pro-


gramación de una acción o campaña noviolenta orientada a la promo-
ción de comunidades no patriarcales en el nivel familiar, institucional o
comunitario.

Programación del taller


Actividades:
1. Ambientación (30 minutos)

4 Procedimiento:

1.1. Presentación de la programación: se presentan propósitos,


textos de motivación y programación del taller.

1.2. Ejercicios de cuidado de sí: Se realizan los ejercicios de calen-

124
tamiento y respiración que se han trabajado en los talleres anteriores
u otros que el Facilitador construya o que alguno de los participantes
quiera compartir.

4 Materiales: Guía de ejercicios, Equipo de sonido, Música selecciona-


da para el caso.

2. Momento Pedagógico: SENTIR

4 Objetivo específico:

Recordar eventos conflictivos y analizar las posibilidades de resolverlos


sin acudir a la violencia

2.1. Vivencia de un evento conflictivo

4 Procedimiento: (60 minutos)

+ El facilitador propone el siguiente juego: Se organizan dos grupos. El


tirará 100 granos de fríjol o de maíz en todo el sitio de trabajo. El grupo
que recoja el mayor número de granos será el ganador (no hay reglas).

+ Terminado este juego, y constatado el grupo ganador, se les pide


que se organicen en tres grupos; a cada grupo se les entrega una ficha
con una de las siguientes preguntas:

Grupo 1: “¿Por qué tanta violencia en la historia de la naturaleza y de


las sociedades?

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Grupo 2: ¿Por qué todo orden para mantenerse debe producir desor-
den, exclusión, castigo y víctimas?

Grupo 3: ¿Por qué en la historia ha predominado hasta hoy el deseo


competitivo y no un deseo cooperativo?

4 Materiales: 100 granos de fríjol o de maíz. Fichas con preguntas guía

2.2. Posibilidades de manejo del conflicto sin acudir a la violencia

4 Procedimiento:

El Facilitador propone como actividad colectiva la construcción de un


COLLAGE56 (tiempo 20 minutos).

+ Los participantes deben construir, en una cartulina, un collage que


represente la respuesta a las preguntas anteriores. Para eso cuentan con
los materiales dispuestos por el Facilitador en el centro del lugar de tra-
bajo (3 cartulinas, 1 barra de pegante, una tijera, dos marcadores y una
revista). El collage debe tener un título y todas sus partes deben ser pe-
gadas. El objetivo es hacer el mejor collage en el menor tiempo posible.

+ Antes de recoger los materiales, cada grupo debe designar a uno de


sus integrantes para que haga de observador del proceso tomando nota
de lo que ocurra.
125
+ Cada grupo decide su estrategia, siguiendo instrucciones que el Fa-
cilitador entrega en una ficha.

Para el primer grupo: su objetivo es ganar por encima de lo que sea.


Para el segundo grupo: trabajar sin importar lo que esté sucediendo
con los demás, su postura es rehuir o evitar cualquier conflicto. Para el
tercer grupo, asumir cualquier conflicto de forma positiva con la idea de
que todos tienen necesidad de los materiales para construir el collage.

+ Pasados 5 minutos de trabajo, el Facilitador suspende la actividad y


los observadores responden el siguiente cuestionario:

¿Qué ocurrió?, ¿Qué pensé?, ¿Qué sentí? (sensaciones corporales,


emocionales) ¿Qué consecuencias tuvo el comportamiento del grupo?

+ En plenaria: Conversatorio sobre una pregunta guía: ¿Qué ventajas


traería aprender a transformar los conflictos desde un enfoque de No-
violencia?

56
La Alternativa del juego II. Juegos y dinámicas de Educación para la Paz. Seminario de
Educación para la Paz A.P.D.H.

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


4 Materiales: 3 cartulinas, 1 barra de pegante, una tijera, dos marca-
dores y una revista)

3. Momento pedagógico: PENSAR

4 Objetivo específico:

+ Analizar los rasgos no patriarcales del comportamiento de hombres


líderes de la noviolencia.

+ Revisar la propuesta filosófica y metodológica de la Noviolencia

4 Actividades:

3.1. Los líderes de la noviolencia y la masculinidad hegemónica

4 Procedimiento: (45 minutos)

+ Por grupos (4) se hace una lectura comentada de los siguientes textos:

a. “El varón que tiene corazón de lis”

126 b. “Gandhi: No hay camino para la paz, la paz es el camino”

c. Mandela: hay que comprender el otro lado”

d. “Jesús de Nazareth”

+ En Plenaria cada grupo presenta informe sobre lectura de los textos.

Se hace un Conversatorio sobre las características de la masculinidad


no hegemónica en los líderes de la Noviolencia, según se deduce de las
lecturas. Para ello se usa la pregunta guía ¿Cuáles rasgos de una mascu-
linidad no hegemónica pueden percibirse en los líderes de la Noviolencia?

4 Materiales: Fotocopias de textos sobre Francisco de Asís, Gandhi,


Mandela, Jesús Tomados de inforiente.info Blog Nuevas Masculinidades
(Véase Bibliografía)

3.2. Filosofía de la Noviolencia

4 Procedimiento: (75 minutos)

+ En plenaria: Por parte del facilitador, se hace una presentación ma-


gistral del texto “Conflicto, violencia, noviolencia” (véase Bibliografía)

+ Trabajo en grupos (6): Cada grupo prepara la explicación de uno


de los 6 Principios de la Noviolencia a partir de una presentación lúdica.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


+ Plenaria: Presentación lúdica de los 6 Principios de la Noviolencia.
127
Comentarios

4 Materiales: Video beam. Computador con acceso a internet


Fotocopias del Texto sobre Conflicto, violencia y noviolencia. Anexo 1.

4. Momento Pedagógico: ACTUAR

4 Objetivo Específico:

Aplicar los 6 pasos propuestos como metodología para la programación


de una acción o campaña noviolenta orientada a la promoción de comu-
nidades no patriarcales en el nivel familiar, institucional o comunitario

4 Actividades:

4.1. Programación de una acción noviolenta orientada a la crea-


ción de comunidades no patriarcales

4 Procedimiento: (60 minutos)

+ Plenaria: Lectura del poema “Los motivos del lobo, de Rubén Darío.

Breve conversatorio sobre resultados de la acción violenta (fuertes ca-


zadores armados) y de la acción noviolenta (Francisco de Asís).

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


4.1.1. Exposición por parte del facilitador de los 6 pasos meto-
dológicos para organizar una acción o campaña noviolenta.

4.1.2. Trabajo de Grupos:

+ Programación de una acción noviolenta orientada a la creación de


comunidades no patriarcales, siguiendo los 6 pasos propuestos por
M.L.King: investigación, educación, compromiso personal, negociación,
acción directa, reconciliación

+ Socialización de propuestas

+ Retroalimentación

4 Materiales: Texto del poema “Los motivos del lobo”. Anexo 2. Fo-
tocopias del texto: 6 pasos de la noviolencia para resolver conflictos.
Anexo 1. Hojas de papel, lapiceros, papel de papelógrafo, marcadores.

5. Cierre del Taller

4 Procedimiento: (30 minutos)

128 5.1. Evaluación del Taller: Reunidos en círculo, cada persona


expresa esperanzas y decisiones con las que sale de este Taller.

5.2. Ritual de cierre

4 Procedimiento:

+ Con los brazos sobre el hombro del compañero de cada lado, se


escucha la lectura de Normas que propone Gandhi para los Satyagrahi
(Comprometidos con la Verdad)

+ Luego, se escucha y se canta la canción “Vamos a Andar”, de Silvio


Rodríguez

+ Se termina con abrazos entre compañeros

4 Materiales:

Flores, velas, incienso

Anexo 3. Fotocopias del documento Normas de los Satyagrahi

Texto de la canción “Vamos a Andar”

Equipo de sonido. Disco

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Bibliografía:
q Rubén Darío. Los Motivos del Lobo.
q Cardona A., Benjamín. Conflicto, violencia y noviolencia.
q Noviolencia. La transformación creativa del conflicto social. Editor Ge-
neral Georgie Echeverri Vásquez. Imprenta Departamental de Antioquia.
q Sharp, Gene. Los métodos de la acción noviolenta. En De la dicta-
dura a la democracia.
q El varón que tiene corazón de lis. http://inforiente.info/inicio/blo-
gueros/nuevas-masculinidades.html?start=30
q Gandhi: No hay camino para la paz, la paz es el camino”. http://
inforiente.info/inicio/blogueros/nuevas-masculinidades/31883-gandhi-
no-hay-caminos-para-la-paz-la-paz-es-el-camino.html
q Mandela: “hay que comprender el otro lado”. http://inforiente.
info/inicio/blogueros/nuevas-masculinidades/31017-mandela-hay-que-
comprender-el-otro-ladoq.html
q Jesús de Nazareth. http://inforiente.info/inicio/blogueros/nuevas-
masculinidades/32797-jesus-de-nazaret.html
q Cascón, Paco y Beristain, Carlos Martín. Acción directa noviolenta.
Editado por el MOC. Movimiento Obrero de Objeción de Conciencia.
q López Martínez, Mario. Gandhi, política y Satyagraha.
129
ANEXO 1

CONFLICTO, VIOLENCIA,
RECONCILIACIÓN, NOVIOLENCXIA
La convivencia humana es conflictiva. Mas no por ello tiene que ser
violenta. Es posible transformar nuestros conflictos en forma novio-
lenta, teniendo siempre en nuestras relaciones un claro horizonte de
Reconciliación. Puede ser útil para ello precisar algunos conceptos
como conflicto, violencia, reconciliación y noviolencia.

1. Conflicto

En el análisis de un conflicto podemos diferenciar ante todo un ele-


mento objetivo, al que llamamos el problema o la contradicción, y un
elemento subjetivo constituido por las relaciones entre las personas,
sus actitudes y comportamientos frente al que llamamos el problema.

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


Es oportuno señalar que los PROBLEMAS o contradicciones han
ayudado a la humanidad a desarrollarse y a mejorar permanente-
mente sus condiciones de vida. Nuestra historia y la de la humanidad
son procesos de búsqueda de solución a múltiples problemas relacio-
nados con la alimentación, el abrigo, el transporte, etc. A ese proce-
so de satisfacción de necesidades humanas (solución de problemas)
le llamamos precisamente desarrollo.

130 El conflicto se presenta entre seres humanos que tienen INTERE-


SES DIVERSOS, ya que todas las personas son diferentes y únicas.
Muchas veces estos INTERESES son también OPUESTOS, lo cual
constituye la contradicción o el problema en las relaciones de la vida
cotidiana. Cuando unos intereses pretenden ser IMPUESTOS sobre
otros estalla el conflicto o, mejor, la violencia.

Para solucionar o al menos transformar el conflicto no podemos pre-


tender que los intereses no sean diversos; la singularidad, en efecto,
es una particularidad de la dignidad humana. A veces tampoco po-
demos remediar que sean opuestos. Lo que sí se puede transformar
son justamente las actitudes de imposición. A ello nos puede mover
el respeto a la dignidad de las otras personas.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


2. Violencia

Una de las formas para resolver o transformar los conflictos es por


medio del ejercicio de la fuerza, utilizando la violencia para imponer
al Otro un determinado punto de vista o interés.

El respeto a la dignidad humana es el criterio para definir si un acto


es violento o no. Consideramos violento todo acto humano orientado a
controlar o restringir la libertad de otra persona, violando su dignidad.

131
Estructural: es la determinada por un sistema social, como las rela-
ciones de opresión, exclusión, inequidad e injusticia social.

Cultural: es la que se ejerce a través de ideologías, formas de pen-


sar, normas culturales, costumbres, símbolos que justifican relacio-
nes excluyentes como el autoritarismo, el sexismo, el racismo, el
sectarismo religioso, etc.

Personal: acto de violencia directa, física o emocional, contra otra


persona.

3. Reconciliación

La reconciliación es un proceso integral que debe atender a los tres


tipos de violencia señalados. Según J. Galtung, involucra 3 RRR: re-
solución, reparación, reconciliación.

RESOLUCIÓN: del problema o al menos transformación de la si-


tuación problema. Para que el problema pueda resolverse hay que
avanzar hacia situaciones más justas.

REPARACIÓN: parte de un reconocimiento de la verdad del propio


comportamiento y de la comprensión del comportamiento del otro;
exige una reparación del daño causado, aceptable para la víctima.

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


RECONCILIACIÓN: es un cambio de la actitud de imposición por
una de reciprocidad democrática, de reencuentro y reconstrucción de
la relación y de la confianza con la otra persona. Es un triunfo de la
ética del amor sobre el odio. Es radicalmente libre y requiere genero-
sidad. No siempre se alcanza.

La reconciliación no es acto único. Es un PROCESO. Solemos llamar

132
reconciliación sólo a la meta final. Pero la reconciliación tiene pasado,
presente y futuro. Veamos:

Pasado Presente Futuro


En el pasado se encuen- En el presente hay que La reconciliación integral
tran semillas que el otro buscar los consensos está en el futuro como
ha dejado en mí. Hay que se tienen con la otra un Horizonte, no alcan-
algo de humanidad en persona, aquellos aspec- zado todavía pero que
cada persona. Son deste- tos que nos permiten actúa sobre el presen-
llos de solidaridad sobre sentir juntos. Sueños a te, marcando el camino,
los cuales se puede cons- los que ambos podemos como un faro.
truir la reconciliación. decir SI.
Hay vivencias, aún entre Es, como se dice en la
combatientes, relaciones También cuentan aquí planeación estratégica,
familiares, vecinales, en los acuerdos alcanzados una Visión de futuro.
las que la razón huma- en negociaciones.
nitaria supera la razón
estratégico-militar.

4. Noviolencia

Con este nuevo término (nótese que es una sola palabra) nombra-
mos un concepto muy distinto a la tradicional NO VIOLENCIA (dos
palabras). Esta última expresión hace referencia a la actitud que asu-
men algunas personas de rechazo a la guerra y renuncia a la violencia
pero sin actuar contra ellas. Puede convivir con la injusticia, sopor-
tarla pasivamente.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


El Noviolento, por el contrario, no soporta la injusticia y lucha contra
ella, pero decide no utilizar para esto la violencia. La noviolencia es
la filosofía de vida y el método de lucha que practicaron y enseñaron
Gandhi, en la independencia de la India, Martin Luther King en la
lucha contra la segregación racial, en los Estados Unidos, y Nelson
Mandela, en Sudáfrica, para mencionar sólo los casos más conocidos.

Para la Noviolencia, el fin nunca justifica los medios. No es correcto


utilizar medios violentos para conseguir la paz, por ejemplo. O violar
la dignidad de las personas para educarlas. Debe haber coherencia
entre los medios y los fines.

133

Si en cada conflicto podemos diferenciar un elemento objetivo -el


problema- y un elemento subjetivo -la relación entre las personas-, la
propuesta que hace la noviolencia es: duro con el problema y respeto
a las personas. Toda persona tiene impulsos y reacciones de AMOR
y de AGRESIÓN. La Noviolencia propone que en un conflicto se dirija
toda la capacidad de amor hacia las personas y toda la capacidad de
agresión (fortaleza, tenacidad) hacia el problema para resolverlo.

Una propuesta para el manejo de nuestros conflictos cotidianos, fa-


miliares, comunitarios, pero también para el conflicto social y arma-
do que nos afecta, es la de un Horizonte ético de Reconciliación que
guíe nuestros esfuerzos y una metodología de noviolencia que sirva

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


como alternativa para conseguir condiciones mejores de inclusión, de
justicia, de democracia, sin acudir para ello a métodos violentos.
(Benjamín Cardona Arango.
Documento de trabajo - Conciudadanía. 2002)

Los 6 principios de la noviolencia,


según Martin Luther King

1. La NOVIOLENCIA es un modo de vida para personas


valientes. No es una aceptación pasiva de la injusticia sino una
acción valiente, y permanente, para cambiar cualquier situación
injusta. “Gandhi resistía al mal con vigor y poder pero no con
odio, sino con amor”. El valor es una situación emocional frente
al riesgo en la que la esperanza supera al miedo.

2. El propósito de la NOVIOLENCIA es construir la amada


comunidad. Somos como gotas de un océano. Una gota aislada
se evapora. La noviolencia se funda en una ética del amor que
no excluye a nadie. Tiene la reconciliación como horizonte y una
convivencia fundada en el respeto a la dignidad y los derechos de

134
cada persona, en un amor solidario, desinteresado, que no hace
diferencias entre amigo o enemigo. Jesús de Nazaret proponía:
“Ama a tus enemigos”.

3. Atacar las fuerzas del mal y no a las personas que


hacen el mal. En cada conflicto hay un elemento objetivo que
llamamos el problema y un elemento subjetivo que son las re-
laciones entre las personas. La propuesta de la noviolencia es:
duro con el problema o con las condiciones injustas pero todo
el respeto para cada persona. Jesús de Nazaret diferenció en-
tre el pecado y el pecador. Toda la capacidad de agresión, de
fortaleza, para el problema, toda la capacidad de amor para las
personas. Las personas no son solamente buenas ni solamente
malas; “se puede encontrar un elemento de bondad incluso en
nuestro peor enemigo”, hablarle a lo humano que hay en de
cada persona. No debemos tratar de derrotar o humillar al ene-
migo sino ganarnos su amistad y comprensión. Se elimina un
enemigo eliminando la enemistad.

4. Aceptar el sufrimiento sin pensar en venganzas con


tal de alcanzar la meta. No se da a luz una nueva criatura sin
esfuerzo. “Cueste lo que cueste, no se puede permitir que la
violencia detenga a la Noviolencia”. Sufrir por la justicia da auto-
ridad moral; interpela el sentimiento y la razón ética de amigos
y enemigos.

5. Evitar no solo la violencia física externa, sino también


la violencia interior. Si es necesario, hay que sufrir la violencia

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


pero nunca infringirla. No se combate la oscuridad con más oscu-
ridad, ni la violencia con más violencia. No quiero permitir que a
través de mí más odio circule en el universo. Si hago daño a otra
persona me hago daño a mí mismo. “No deje que nadie le arras-
tre tan bajo que consiga que usted le odie. Encuentro razones
para morir, no para matar”, decía Gandhi.

6. El universo está del lado de justicia. Somos una pequeña


parte del cosmos que tiende a la armonía. No estamos solos en
este sueño de humanización. Tenemos fe en un futuro más hu-
mano porque en todos los rincones y en todos los tiempos hay
gente luchando por la justicia. La guerra pasará a la Historia,
como la esclavitud...

“¿Por qué debemos amar a nuestros enemigos?

Devolver odio por odio multiplica el odio, agregando mayor profun-


didad a una noche ya carente de estrellas. La oscuridad no puede ale-
jar la oscuridad; solamente la luz puede hacer eso. El odio no puede
alejar el odio; solamente el amor puede hacerlo.

¿Acaso no hemos llegado a un impase tal en el mundo moderno


que tenemos que amar a nuestros enemigos o atenernos a las conse-
cuencias? La reacción en cadena del mal —el odio que engendra odio,
135
las guerras que producen más guerras— se debe romper o todos nos
hundiremos en el oscuro abismo de la aniquilación.

El odio es igualmente dañino para la persona que odia. Al igual que


un cáncer sin control, el odio corroe la personalidad y carcome su uni-
dad vital. El odio destruye el sentido de los valores y la objetividad del
hombre. Le hace describir lo bello como feo y lo feo como hermoso y
confundir lo verdadero con lo falso y lo falso con lo verdadero.

El amor es la única fuerza capaz de transformar un enemigo en un


amigo. Nunca nos deshacemos de un enemigo si confrontamos el
odio con el odio; nos deshacemos de un enemigo eliminando su ene-
mistad. Por su misma naturaleza, el odio destruye y derriba; por su
misma naturaleza, el amor crea y construye”.

Martin Luther King

Nota: Los 6 Principios de la Noviolencia fueron planteados por


Martin Luther King, en su libro “Un paso hacia la libertad”, publica-
do en 1958. También pueden leerse en su ensayo “Peregrinaje a la
Noviolencia”.

En el texto anterior (Por qué debemos amar a nuestros enemigos),


M. L. King responde a una expresión de Nietzsche en la que señala el

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


llamamiento de Jesús a amar a los enemigos como una expresión de
cobardía. King demuestra que, por el contrario, es una expresión de
lucidez racional.

6 Pasos de la noviolencia para resolver conflictos

1. Obtención de Información: Se requiere información sobre


el problema, no sólo sobre los síntomas sino también sobre las
causas. Además se requiere información sobre los actores del
conflicto, sus actitudes y comportamientos, sobre el proceso vi-
vido. “Para convencer al oponente es necesario conocerlo, ojalá
más que él mismo”.

2. Educación: El objetivo es que los participantes, particular-


mente los líderes, tengan tal comprensión de la situación, de las
posibilidades de éxito y de los riesgos, que puedan asumir un fir-
me compromiso personal y colectivo. No sólo talleres, reuniones,
sino también el recurso a los medios de comunicación; son de
vital importancia para que la comunidad y los líderes comprendan
la situación, los objetivos propuestos que dan fuerza interior, y

136
los riesgos que deben ser superados.

3. Compromiso personal: Se necesita fuerza interior y de


grupo para una acción sostenida fundada en el convencimiento,
la solidaridad y la esperanza. Un compromiso que resista no sólo
el corto sino también el largo plazo, que sea capaz de sostener
vivo un movimiento, si se requiere. Puede no ser suficiente una
acción noviolenta; puede necesitarse una Campaña de Acción
Noviolenta, sostenida en el tiempo para conseguir resultados.

4. Negociación: Es la búsqueda de opciones más justas aún


en el caso de que no pueda eliminarse la oposición de intere-
ses. Es la concertación de intereses generalizables porque el
horizonte deseado es de reconciliación; no ganarle al oponente
sino ganarlo.

5. Acción directa: Busca presionar en el oponente una actitud


de negociación, una apertura a posibilidades de mayor justicia.
Para ello se acude a la no cooperación con la situación injusta, a la
resistencia, a la desobediencia civil y otras formas de acción.

6. Reconciliación: El paso final en la transformación novio-


lenta de conflictos es el reencuentro de los adversarios en una
“amada comunidad”. Requiere un claro y honesto reconocimiento
del propio error; aceptación de que lo hecho no puede deshacer-
se ni se puede retroceder el tiempo, sólo es nuestro el presen-
te. Además, confianza mutua en una apuesta por la cooperación
para el logro del cambio.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Nota: En su “Carta desde la prisión de Birmingham”, Martin Luther
King consignó los pasos de una metódica estrategia noviolenta para
conseguir el cambio de situaciones injustas. El cambio no es fruto de
acciones ocasionales, aisladas y espontáneas, sino de un movimiento
sostenido. Los pasos no son, sin embargo, fases sucesivas; cada uno
puede conllevar actividades relacionadas con los otros.

ANEXO 2

LOS MOTIVOS DEL LOBO


Rubén Darío, poeta nicaraguense

El varón que tiene corazón de lis,


alma de querube, lengua celestial,
el mínimo y dulce Francisco de Asís,
está con un rudo y torvo animal;

137
bestia temerosa, de sangre y de robo,
las fauces de furia, los ojos de mal:
¡el lobo de Gubbio, el terrible lobo!
Rabioso ha asolado los alrededores;
cruel ha deshecho todos los rebaños;
devoró corderos, devoró pastores,
y son incontables sus muertes y daños.
Fuertes cazadores armados de hierros fueron destrozados.
Los duros colmillos dieron cuenta
de los más bravos perros, como de cabritos y de corderillos.

Francisco salió:
al lobo buscó en su madriguera.
Cerca de la cueva encontró a la fiera
enorme, que, al verle, se lanzó feroz contra él.
Francisco, con su dulce voz, alzando la mano,
al lobo furioso dijo: -¡Paz, hermano lobo!

El animal contempló al varón


de tosco sayal; dejó su aire arisco,
cerró las abiertas fauces agresivas,
y dijo: -¡Está bien, hermano Francisco!

-¡Cómo! -exclamó el santo-


¿Es ley que tú vivas de horror y de muerte?
La sangre que vierte
tu hocico diabólico, el duelo y espanto
que esparces, el llanto

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


de los campesinos, el grito, el dolor
de tanta criatura de Nuestro Señor,
¿no han de contener
tu encono infernal?
¿Vienes del infierno?
¿Te ha infundido acaso su rencor eterno Luzbel o Belial?

Y el gran lobo humilde:


-¡Es duro el invierno
y es horrible el hambre! En el bosque helado no hallé qué comer
y busqué el ganado
y en veces comí ganado y pastor.
¿La sangre?
Yo vi a más de un cazador
sobre su caballo llevando el azor
al puño; o correr tras el jabalí,
el oso o el ciervo; y a más de uno vi
mancharse de sangre, herir, torturar,
de las roncas trompas al sordo clamor, a los animales de Nuestro Se-
ñor. Y no era por hambre
que iban a cazar.

138 Francisco responde: -En el hombre existe mala levadura;


cuando nace, viene con pecado.
Es triste. Mas el alma simple de la bestia es pura.
Tú vas a tener desde hoy qué comer.
Dejarás en paz rebaños y gente en este país.
¡Que Dios melifique tu ser montaraz!

-Está bien, hermano Francisco de Asís.


-Ante el Señor, que todo ata y desata,
en fe de promesa, tiéndeme la pata.
El lobo tendió la pata al hermano
de Asís, que a su vez le alargó la mano.

Fueron a la aldea. La gente veía


y lo que miraba casi no creía.
Tras el religioso iba el lobo fiero,
y, baja la testa, manso le seguía
como un can de caza, o como un cordero.

Francisco llamó la gente a la plaza


y allí predicó.
Y dijo: -He aquí una amable caza.
El hermano lobo se viene conmigo;
me juró no ser ya nuestro enemigo,
y no repetir su ataque sangriento.
Vosotros, en cambio, daréis su alimento
a la pobre bestia de Dios.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


-¡Así sea!, contestó la gente toda de la aldea.
Y luego, en señal de contentamiento,
movió testa y cola el buen animal,
y entró con Francisco de Asís al convento.

Algún tiempo estuvo el lobo tranquilo


en el santo asilo.
Sus bastas orejas los salmos oían
y los claros ojos se le humedecían.
Aprendió mil gracias y hacía mil juegos cuando a la cocina
iba con los legos.
Y cuando Francisco su oración hacía,
el lobo las pobres sandalias lamía.

139

Salía a la calle,
iba por el monte, descendía al valle,
entraba en las casas
y le daban algo de comer.
Mirábanle como a un manso galgo.

Un día, Francisco se ausentó.


Y el lobo dulce, el lobo manso y bueno,
el lobo probo, despareció, tornó a la montaña,
y recomenzaron su aullido y su saña.
Otra vez sintióse el temor, la alarma,
entre los vecinos y entre los pastores;
colmaba el espanto los alrededores,
de nada servían el valor y el arma,
pues la bestia fiera no dio tregua a su furor jamás,
como si tuviera fuegos de Moloch o de Satanás.

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


Cuando volvió al pueblo el divino santo,
todos le buscaron con quejas y llanto,
y con mil querellas dieron testimonio
de lo que sufrían y perdían tanto
por aquel infame lobo del demonio.

Francisco de Asís se puso severo.


Se fue a la montaña
a buscar al falso lobo carnicero.
Y junto a su cueva halló a la alimaña.
-En nombre del Padre del sacro universo, conjúrote, dijo,
¡oh lobo perverso!, a que me respondas:
¿Por qué has vuelto al mal?
Contesta. Te escucho.
Como en sorda lucha, habló el animal,
la boca espumosa y el ojo fatal:
-Hermano Francisco, no te acerques mucho...
Yo estaba tranquilo allá en el convento, al pueblo salía,
y si algo me daban estaba contento y manso comía.
Mas empecé a ver que en todas las casas
estaban la Envidia, la Saña, la Ira,

140 y en todos los rostros ardían las brasas


de odio, de furia, de infamia y mentira.
Hermanos a hermanas se hacían la guerra,
perdían los débiles, ganaban los malos,
hembra y macho eran como perro y perra,
y un buen día, todos me dieron de palos.

Me vieron humilde, lamía las manos y los pies.


Seguía tus sagradas leyes; todas las criaturas
eran mis hermanos: los hermanos hombres,
los hermanos bueyes, hermanas estrellas
y hermanos gusanos.
Y así me apalearon y me echaron fuera.
Y su risa fue como un agua hirviente,
y entre mis entrañas revivió la fiera,
y me sentí lobo malo de repente;
¡mas siempre, mejor que esa mala gente!
Y recomencé a luchar aquí,
a me defender y a me alimentar.
Como el oso hace, como el jabalí,
que para vivir tienen que matar.
Déjame en el monte, déjame en el risco,
déjame existir en mi libertad,
vete a tu convento, hermano Francisco,
sigue tu camino y tu santidad.

El santo de Asís no le dijo nada.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Le miró con una profunda mirada,
y partió con lágrimas y con desconsuelo,
y habló al Dios eterno con su corazón.
El viento del bosque llevó su oración,
que era: Padre nuestro, que estás en los cielos...

ANEXO 3

NORMAS DE LOS SATYAGRAHI


(COMPROMETIDOS CON LA VERDAD)
q La Vida por encima de todo. No matarás; hay razones para morir,
no para matar.
q No luches tanto contra algo como a favor de una meta positiva.
q Combate la injusticia y la mentira, pero nunca a las personas.

141
q Está dispuesto al sacrificio.
q Expón abiertamente tus planes y propósitos.
q Busca comprender la manera de ver las cosas de tu enemigo.
q Está dispuesto a la concertación, mientras suponga un paso razo-
nable hacia la meta.
q No condenes al enemigo ni a ningún semejante con mayor dureza
que a ti mismo.
q No fuerces al enemigo. Cambia más bien su manera de sentir, gá-
nalo para el bien.
q Otorga al enemigo un anticipo de confianza, sal a su encuentro.
q No provoques al enemigo. Nunca te aproveches de sus debilidades.
q No reniegues. No dependas de la ayuda de afuera.
q Evita la cobardía tanto como la violencia y más aún.
Recuérdese la diferencia que algunos tratadistas establecen entre el
enemigo absoluto, que debe ser exterminado, y el enemigo legítimo,
‘con derecho a derechos’. Para Gandhi somos gotas del mismo océano.
El Otro es una gota como yo. Por eso su actitud frente al ‘enemigo’: no
busca ganarle sino ganarlo.

Comprometerse con la verdad es comprometerse con lo que el Otro


tiene de humano, que es lo que tiene de divino. “Yo creía que Dios era
la verdad, pero he descubierto que la Verdad es Dios. Ojalá también
ustedes lo descubran”. 

Módulo 6 Transformación no violenta de conflictos


MÓDULO 7

COMUNICACIÓN INTERPERSONAL
Y APOYO ENTRE IGUALES

142

Presentación:
El lenguaje tiende puentes entre personas singulares y, por tanto, diver-
sas. Crea la ilusión de la comunicabilidad. Pero sabemos cómo se quedan
cortas las palabras cuando se quiere expresar sentimientos de amor, de
dolor o de odio.

Cada persona tiene una perspectiva desde donde mira la realidad y la


nombra. Y esa perspectiva es singular, diferente a la de otras personas.
Según lo muestra el biólogo H. Maturana57, hay una relación estrecha entre
el ‘emocionar’, que es una vivencia singular, y el ‘lenguajear’, que es una
experiencia social. Una de las dificultades en la comunicación es la preten-
sión de crear un mundo del lenguaje universal supuestamente comprensible
para cualquier persona.

Pero cuando te comunicas, el lenguaje no siempre logra decir lo que estás


‘emocionando’. Y la otra persona puede estar más interesada en responder

57
http://www.slideshare.net/Gsolar/emociones-y-lenguaje-humberto-maturana-1989277

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


a lo que piensa que has lenguajeado. Para Maturana, el lenguaje no nació
del trabajo, como experiencia social, sino del convivir en la sensualidad y el
amor. La esencia de la comunicación es, por lo tanto, la aceptación del otro,
como un acto de amor. Sin amor, no hay comunicación.

Hay, pues, un aspecto actitudinal, básico, en la comunicación. Pero tam-


bién un aspecto técnico: no es fácil lenguajear emociones, codificarlas. Hay
comunicación no cuando se escuchan las palabras sino cuando se captan las
emociones (decodificación).

La comunicación se hace difícil entre las personas, pero hay una dificultad
particular entre los géneros regulados por la cultura patriarcal. Desde esta
cultura planteó Aristóteles, el padre de la filosofía, que la mujer es emocio-
nal y el hombre racional; según él, la mujer más cercana a la naturaleza, se
quedó en un nivel subhumano, mientras el hombre accedió a la razón. Así
hoy, a pesar de sus limitaciones emocionales, el hombre se cree superior…
Y la comunicación no puede lograrse desde una actitud de superioridad y
discriminación.

Hoy se proponen técnicas de comunicación y se espera que contribuyan a


la transformación de los conflictos para salvar la convivencia que es lo pro-
pio de la naturaleza humana, de la ‘biología del amor’.

Las limitaciones en la comunicación, en la capacidad de ‘lenguajear’ las


emociones, se han traducido en sufrimiento masculino, como se anotó an-
tes al hablar de las crisis de la masculinidad hegemónica. El alcoholismo, la
143
drogadicción, la desintegración familiar, son algunos síntomas, llamadas de
auxilio, difíciles de escuchar.

En la comunicación, es decir, en la aceptación del Otro, y no en el seña-


lamiento y el rechazo, están los caminos de salida. La terapia es una alter-
nativa, pero también el apoyo entre iguales, en experiencias de Círculos de
Convivencia o Círculos de Vida o experiencias similares.

Propósitos:
Los participantes se apropian de técnicas que faciliten los procesos de
codificación y decodificación en la comunicación de sentimientos, como una
herramienta importante en la comunicación interpersonal, en la transforma-
ción de conflictos y en el apoyo entre iguales.

Textos de motivación:

“Cuando una persona es capaz de sentir y comunicar aceptación au-


téntica a otra persona, posee la capacidad de ser un agente eficaz de
ayuda… (propicia) una relación en la cual la otra persona puede crecer,
desarrollarse, llevar a cabo cambios constructivos, aprender a resolver
problemas, moverse en dirección de la salud psicológica, volverse más
productiva y creativa y desarrollar al máximo su potencial.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


…La aceptación es como la tierra fértil que permite que una delicada
semilla se convierta en la flor que es capaz de ser. Libera la capacidad
de crecimiento de la semilla, pero toda la capacidad se encuentra dentro
de la semilla”58.

“Cada persona habla desde su propia perspectiva”.

“Trato de contribuir así a acelerar un proceso y un movimiento que ya


está en marcha y que se basa en una hipótesis sencilla cuyo mecanismo,
objeto de análisis y observación, es posible aprehender de forma intui-
tiva e inmediata: cuando un número importante de personas cambia su
modo de pensar y de comportarse, la cultura lo hace también, y una
nueva era comienza. (El millonésimo Círculo)

Del mismo modo que cada miembro aporta al Círculo su saber en el


campo de las relaciones, esto funciona en sentido inverso; es decir,
la experiencia del Círculo puede tener un radical efecto positivo en las
relaciones exteriores al Círculo, puesto que proporciona un modelo, un
espacio donde comunicarse con sinceridad y afecto hasta que ésa sea
la forma de comunicación habitual en tu vida, y sea también la que es-
peras de los demás. Esto, a su vez, puede llevarte a cambiar la estruc-

144
tura patriarcal de tus relaciones personales, y, a medida que empieces
a cambiar tus relaciones, ese cambio se expande al igual que cuando
arrojas piedrecillas en un estanque, del impacto de cada cambio nacen
anillos concéntricos cuyo movimiento ondulatorio se extiende y provoca
un efecto en otras relaciones”59.

“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas peque-


ñas, puede cambiar el mundo”. Eduardo Galeano

Momentos pedagógicos
Sentir: Recordar experiencias personales de apoyo emocional recibi-
do: una experiencia positiva y una experiencia frustrada.

Experimentar la dificultad que implica a veces percibir lo que perciben


otras personas.

Pensar: Precisar el concepto de dignidad humana, que radica en la


singularidad, la diversidad y la posibilidad de cambio.

Analizar dificultades en la comunicación generadas por la singularidad


y la diversidad de la persona y particularmente por fallas en la codifica-
ción y decodificación de expresiones de sentimientos.

58
Gordon, Thomas. PET. Padres Eficaz y Técnicamente Preparados. DIANA. México. 1977.
59
Shinoda Bolen, Jaen. El millonésimo Círculo. Como transformarnos a nosotros mismas y
al mundo.. KAIRÓS.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Explorar la adecuada comunicación interpersonal como herramienta
poderosa de apoyo entre iguales

Actuar: Analizar la posibilidad de organizar grupos de hombres en el


nivel de círculo de amigos, o de grupo comunitario utilizando técnicas
de apoyo ente iguales como los Círculos de Convivencia o los Círculos
de Vida.

Programación del taller


Actividades
1. Ambientación:

4 Procedimiento: (30 minutos)

+ Ejercicios de cuidado de sí: Se realizan los ejercicios de calenta-


miento y respiración que se han trabajado en los talleres anteriores

145
u otros que el Facilitador construya o que alguno de los participantes
quiera compartir.

+ Presentación de la programación: Se presentan propósitos, textos


de motivación y programación del taller.

4 Materiales: Guía de ejercicios, equipo de sonido, música seleccio-


nada para el caso.

2. Momento Pedagógico: SENTIR

4 Objetivos Específicos:

Recordar experiencias personales de apoyo emocional recibido: una


experiencia positiva y una experiencia frustrada.

Experimentar la dificultad que implica a veces percibir lo que perciben


otras personas.

2.1. Autopresentación y expresión de confianza en el otro

4 Procedimiento: (30 minutos)

+ En grupos de 5 personas: Cada participante pasa al centro del gru-


po, en posición firme, y permite que su cuerpo sea lanzado de lado a
lado por sus compañeros, mientras dice su nombre, lugar y organiza-
ción de origen, y el de una persona de la cual recuerda haber recibido
apoyo en una situación conflictiva.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


+ En plenaria: Se socializan sentimientos de seguridad o de temor
para confiar en el otro.

2.2. Experiencias de apoyo emocional recibido

4 Procedimiento: (30 minutos)

Ejercicio “la cinta del prejuicio”60: Se solicitan 8 voluntarios que deben


salir del salón. Se les dice que van a conversar unos pocos minutos por
parejas, ante la plenaria, refiriéndose al otro bajo el supuesto de que es
el tipo de persona que anuncia el letrero que lleva en la frente.

Se llama a una pareja y en la puerta se le coloca a cada persona un


letrero en la frente: borracho – ‘zanahorio’, machista - gay, mujeriego –
célibe, conchudo – emprendedor. Ninguno sabe qué dice el letrero que
lleva. Cada pareja conversa un máximo de 4 minutos tratando de ser
solidario con el otro, según la característica que lee en su frente.

+ En plenaria: Las personas que participaron comentan sus sensacio-


nes durante el ejercicio.

146
Se hace un conversatorio sobre dificultades que encontramos en la co-
municación interpersonal, sobre todo cuando se hace en base a prejuicios.

+ Trabajo individual: Cada persona recuerda dos eventos en los que


necesitó apoyo de otra persona, uno exitoso, otro frustrado. Escribe en
una ficha: por un lado la experiencia positiva, por el otro la experiencia
frustrada y respondiendo a las siguientes preguntas:

¿Qué la hizo exitosa? ¿Qué la hizo frustrada?

+ En grupos: Conversatorio sobre consecuencias de una buena o equi-


vocada intervención. Para el conversatorio se pueden usar las pregun-
tas orientadoras: ¿Qué persona necesita el apoyo emocional? ¿Cómo
sería una buena intervención?

4 Materiales: Fichas, marcadores, hojas de papel, lapiceros.

2.3. Cada persona habla desde su propia perspectiva (30 minutos)

4 Procedimiento:

+ Observación de figuras que suscitan percepciones diferentes: Pin-


turas Maravillosas de Ocampo, Lámina vieja-joven (véase Bibliografía)

60
La Alternativa del juego II. Juegos y dinámicas de Educación para la Paz. Seminario de
Educación para la Paz A.P.D.H.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


+ Proyección de la lámina del 6-9: “cada persona habla desde su pro-
pia perspectiva” -http://es.winkal.com/share/m/Xh36

+ Conversatorio con una pregunta orientadora: ¿Qué sentimientos y


pensamientos me suscita constatar que la misma realidad es percibida
por diferentes personas de manera diferente?

147
4 Materiales: Video beam, computador con acceso a internet.

3. Momento Pedagógico: PENSAR

4 Objetivos Específicos:

+ Precisar el concepto de dignidad humana, que radica en la singula-


ridad, la diversidad y la posibilidad de cambio.

+ Analizar dificultades en la comunicación generadas por la singula-


ridad y la diversidad de la persona y particularmente por fallas en la
codificación y decodificación de expresiones de sentimientos.

+ Explorar la adecuada comunicación interpersonal como herramien-


ta poderosa de apoyo entre iguales

4 Actividades:

3.1. Dignidad humana: singularidad, diversidad, posibilidad de cambio

4 Procedimiento: (20 minutos)

+ Trabajo en grupos: Grupos de 5 personas, reciben fichas para ar-


mar un rompecabezas de la letra T. (véase Bibliografía)

+ Plenaria: Se abre un conversatorio acerca de las dificultades que


tuvieron los grupos para armar el rompecabezas (hay una ficha que no
encuadra en el esquema tradicional de una T conformada por dos líneas

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


rectas). Se señala que cada ficha del rompecabezas es única, diferente,
y por eso igualmente necesaria para armar el todo. La singularidad y el
derecho igual a ser diferentes son característicos de la dignidad huma-
na. Además, se destaca que otra particularidad de la dignidad humana
es que las personas tienen una posibilidad de cambio permanente.

El Facilitador señala cómo el reconocimiento de la dignidad humana


implica un cambio de paradigma, un cambio en el esquema de pensa-
miento patriarcal que establece relaciones de dominación entre perso-
nas y no de reconocimiento del OTRO como legítimo OTRO.

4 Materiales: 5 juegos de rompecabezas de la letra T (cartulina, es-


cuadra, tijeras). Video beam. Computador con acceso a internet https://
www.google.com.co/#q=rompecabezas+de+la+letra+T

3.2. El proceso de la comunicación de sentimientos: dificulta-


des en la codificación (hablar) y en la decodificación (escuchar)

4 Procedimiento: (30 minutos)

+ Ejercicio ‘El cuerpo comunica’. Cuatro grupos. Con el conocido ‘jue-

148
go de mímica’, un miembro del grupo A transmite el mensaje acordado
por sus compañeros sobre relaciones de género. El otro grupo B inter-
preta el mensaje. Luego se intercambian papeles. El juego se repite con
los otros dos grupos C y D.

+ Exposición sobre el proceso de la comunicación: emisor, mensaje,


receptor; y dificultades en la codificación (hablar) y en la decodificación
(escuchar), sobre todo cuando hay de por medio una expresión senti-
mientos. El Facilitador se apoya en el Texto: “Introducción a la escucha
activa” (véase Bibliografía)

+ Juego de roles: Se invita a dos personas que quieran hablar sobre


un problema o un hecho ficticio u ocurrido a otros. Por ejemplo: una
madre llega a casa al salir del trabajo y encuentra que su niño de 6 años
quedó en la calle, en los riesgos de un barrio popular, porque la herma-
na mayor que lo recibe cada día no llegó. Está intoxicada, en el Centro
de Salud. Se tomó unos tragos con algunos compañeros de colegio. Una
persona juega el rol de la madre que se encuentra y habla con quien
juega el rol de la hija. Cualquier participante puede entrar a jugar cual-
quiera de los papeles en un intento de mejorar la comunicación.

+ El Facilitador puede sugerir otros casos cercanos a la experiencia de


los participantes para que otras personas hagan el juego de roles.

+ Si el Animador del Taller está adecuadamente preparado, podría


tomarse un caso real de un participante.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


4 Materiales: Tablero o Papelógrafo. Marcadores. Texto “Introducción
a la escucha activa” Escuela de Padres. Págs. 85-92 http://www.pnsd.
msc.es/Categoria2/publica/pdf/EscuelaPadres.pdf

3.3. Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales

4 Procedimiento: (45 minutos)

+ En grupos: Cada grupo hace una lectura comentada de uno los si-
guientes textos: “El poder del lenguaje de la aceptación”, “Obstáculos
de la comunicación”.

+ Proceso de los 6 pasos para resolver problemas. El método nadie


pierde (gana-gana). Posiciones, intereses, y satisfacción de necesida-
des (véase Bibliografía)

+ Puesta en común: Cada grupo presenta las ideas que más llamaron
la atención. El Facilitador está atento para reforzar las ideas que consi-
dere conveniente y orienta una reflexión sobre cuáles formas de comu-
nicación favorecen la emergencia de nuevas masculinidades.

149
+ En Plenaria: Lectura comentada del “Credo para mis relaciones in-
terpersonales” (Thomas Gordon). Anexo 3

Se pide a los participantes que comenten la lectura y el Facilitador rea-


liza una síntesis en la que relacione masculinidades, no hegemónicas, y
nuevas formas de comunicación.

4 Materiales: “Técnica de resolución de problemas”. Escuela de Pa-


dres. Págs. 79-81 http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/Es-
cuelaPadres.pdf / Fotocopias de “Credo para mis relaciones”. Anexo 1.

4. Momento Pedagógico: ACTUAR

4 Objetivos Específicos:

Analizar la posibilidad de organizar grupos de hombres en el nivel de


círculo de amigos, o de grupo comunitario utilizando técnicas de apoyo
ente iguales como los Círculos de Convivencia o los Círculos de Vida.

4 Actividades

4.1. Experiencias de trabajo para grupos en el nivel escolar, vecinal

4 Procedimiento:

+ Exposición por parte del Facilitador sobre la experiencia de los Círculos


de Vida y los Círculos de Convivencia; o Lectura comentada por grupos.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


150
4 Materiales: Fotocopias de Textos sobre Círculos de Vida (Anexo 2) y
sobre Círculos de Convivencia (véase Bibliografía)

4.2. Posibilidad de organización de grupos de hombres

+ En grupos: Se desarrolla una deliberación sobre posibilidades y


dificultades para organizar grupos de hombres en el contexto de cada
participante, en el nivel escolar o vecinal.

+ En Plenaria: Se pone en común el trabajo de los grupos sobre posibi-


lidades y dificultades. El facilitador realiza una síntesis al respecto e invi-
ta a los participantes a proponer estrategias para usar creativamente las
posibilidades y estrategias para superar propositivamente las dificultades.

5. Cierre del Taller

4 Procedimiento:

5.1. Evaluación del Taller

+ Cada participante dice: ‘lo que me gustaría hacer después de este


Taller es….’

5.2. Ritual de cierre:

Un grupo de participantes (10 personas), abrazados y formando un nudo


estrecho (no queda ningún espacio en la mitad), con los ojos vendados o
cerrados, buscan a tientas y en silencio, 3 objetos que el Facilitador lanza

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


al piso, guiados solo por el sonido que produce cada objeto al caer.

El resto del grupo observa el ejercicio. La experiencia puede realizarse


de nuevo con otro grupo.

Habrá siempre una comisión actuando para garantizar la seguridad del


grupo que está en movimiento a ciegas; para ello puede dar avisos u
órdenes con el fin de evitar cualquier riesgo.

Luego del ejercicio, se comenta la experiencia. Puede utilizarse una


frase guía: “La paz es un camino incierto que debemos recorrer toma-
dos de la mano concertando rutas”.

+ En círculo: con los brazos sobre el hombro de los compañeros del


lado, se termina escuchando y cantando la canción Vamos a Andar (Sil-
vio Rodriguez).

4 Materiales: Tapaojos. Objetos que al caer produzcan algún sonido.


Equipo de sonido. Disco de Silvio Rodríguez.

Bibliografía:
q https://www.google.com.co/#q=Pinturas+maravillosas+de+Ocam
151
po+pintor

q http://es.winkal.com/share/m/Xh36

q http://www.ilusionario.es/PERCEPCION/inver_percep.htm

q https://www.google.com.co/#q=rompecabezas+de+la+letra+T

q Marco conceptual de Intervención en crisis de Masculinidad. Relato-


ría Módulo III. Encuentro de Formación de Facilitadores en Masculinida-
des y Prevención de la Violencia. Chinauta. 2013.

q Montoya M., Beatriz. Los Círculos de Convivencia: una pedagogía de


los Derechos Humanos. En: Experiencias de Convivencia Pacífica en zo-
nas afectadas por conflicto armado. Conciudadanía. 2003. (pp 60-65).

q Gordon, Thomas. PET. Padres Eficaz y Técnicamente Preparados.


Diana 2003.

q Escuela de Padres. Tema 4: Introducción a la escucha activa. En


Manual Didáctico para Escuela de Padres. EDITA Fundación para el Es-
tudio, Prevención y Asistencia a las Drogodependencias. Ayuntamiento
de Valencia. 5° edición 2004. Pp. 85-92 / http://www.pnsd.msc.es/Ca-
tegoria2/publica/pdf/EscuelaPadres.pdf

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


ANEXO 1

CREDO PARA MIS RELACIONES


Tú y yo tenemos una relación que aprecio y deseo conservar. Sin em-
bargo, cada uno de nosotros es una persona individual, con sus propias
necesidades, únicas, y el derecho de tratar de satisfacer dichas necesi-
dades. Trataré de aceptar sinceramente tu comportamiento cuando es-
tás tratando de satisfacer tus necesidades o cuando tengas problemas
para satisfacerlas.

Cuando compartas tus problemas conmigo, trataré de aceptar y com-


prender lo que me digas de manera que te sea más fácil encontrar sus
propias soluciones en vez de depender de las mías. Cuando tengas un
problema debido a que mi comportamiento está interfiriendo con la
satisfacción de tus necesidades, te aliento a que me digas abierta y
sinceramente lo que sientes. En esas ocasiones, te escucharé y luego
trataré de modificar mi conducta, si puedo hacerlo.

152
Sin embargo, cuando tu comportamiento interfiera con la satisfacción
de mis necesidades, haciendo que no me sienta dispuesto a aceptarte,
compartiré contigo mi problema y te haré saber, tan abierta y sincera-
mente como me sea posible, exactamente lo que siento, confiando en
que respetas mis necesidades lo suficiente como para escucharme y
tratar de cambiar tu comportamiento.

En aquellas ocasiones en las que ninguno de nosotros pueda modifi-


car su comportamiento para satisfacer las necesidades del otro, y nos
demos cuenta de que tenemos un conflicto de necesidades en nuestra
relación, comprometámonos a resolver cada uno de esos conflictos sin
tener que recurrir al uso de mi fuerza o de la tuya, para triunfar a ex-
pensas de la derrota del otro. Respeto tus necesidades pero también
debo respetar las mías.

En consecuencia, luchemos siempre por encontrar soluciones a nues-


tros conflictos inevitables, soluciones que sean aceptables para ambos.
De esta manera, tus necesidades será satisfechas pero también lo se-
rán las mías. Nadie perderá, ambos ganaremos.

Como resultado, podrás seguir madurando como persona mediante la


satisfacción de tus necesidades pero también yo podré hacerlo.

Así pues nuestra relación poder ser siempre saludable porque será
satisfactoria para ambos. Cada uno de nosotros puede convertirse en lo
que es capar de ser, y podemos seguir relacionándonos uno con el otro
con sentimientos de respeto y amor mutuos, en la amistad y en la paz.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


PET. Padres Eficaz y Técnicamente Preparados. Thomas Gordon. Edi-
torial DIANA. 2003

ANEXO 2

LOS CÍRCULOS DE CONVIVENCIA,


UNA PEDAGOGÍA DE LOS DERECHOS HUMANOS61

153
Entendiendo que un cambio cultural, perceptible en un mediano pla-
zo, no ocurre por casualidad sino como resultado de una conciencia,
un propósito, una metodología y un trabajo sistemático, se ha buscado
definir para los Círculos de Convivencia unos factores considerados bá-
sicos para el cambio cultural:

4 Unos principios simples que rijan comportamientos nuevos

4 Una estrategia de aplicación de esos principios

4 Un quién estratégico que promueva el cambio

4 Una levadura crítica que se apropie de la propuesta y la desarrolle

4 Una masa crítica donde el cambio se instale y tome dinámica propia

4 Y un tiempo suficiente de intervención que le garantice sostenibilidad

61
Montoya M., María Beatriz. En Experiencias de Convivencia Pacífica en zonas afectadas por
conflicto armado. Conciudadanía. Medellín. 2003.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


El principio básico que se pretende aplica es el del respeto a la dig-
nidad humana y los derechos que de ella se derivan. Aplicando este
principio al manejo de conflictos, tendremos, además, un propósito de
transformación no violenta de los mismos.

La estrategia de aplicación es el Círculo de Convivencia como espacio


de formación mediante la experiencia, es decir, la vivencia y la reflexión
personal y colectiva como fuente de aprendizaje, cuya metodología se
describa más adelante.

Aspectos metodológicos

Los Círculos de Convivencia son tertulias en las que, a partir de la lec-


tura de un Derecho Fundamental establecido en la Constitución Política,
los participantes hacen el siguiente recorrido:

4 Reconstruyen colectivamente su significado y los contrastan con


otras definiciones más académicas.

4 Expresan vivencias personales sobre la forma como han violado el


derecho en cuestión.

154 4 Analizan el efecto de tal comportamiento violento sobre la dignidad


y la autoestima de otras personas.

4 Buscar hacer consciente el fin pedagógico que motivo el comporta-


miento ahora considera violento.

4 Narran vivencias no violentas de otras personas en situaciones si-


milares buscando encontrar alternativas de intervención para conseguir
el fin pedagógico sin violar la dignidad de las personas.

4 Se da un cierre al caso, dando oportunidad a la persona que expuso


su situación para que exprese sus sentimientos y sus propias conclusio-
nes. Es importante que esta persona aportó allí su intimidad tenga la
seguridad del respeto por parte de todos los participantes.

La relación interpersonal (en el Círculo de Convivencia)

El Círculo es una tertulia íntima, de pequeño grupo, donde puede


generarse un clima de absoluta confianza, en el que cada persona sea
reconocida y respetada, no culpabilizada, juzgada o condenada; donde
pueda fortalecer su identidad y su autoestima, donde los vínculos más
próximos puedan ser reconstruidos y fortalecidos. Se contribuye así,
además, a la reconstrucción y fortalecimiento del tejido social.

El ritmo, la periodicidad, los contenidos, el lugar de encuentro son


definidos por el pequeño grupo.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Se recomienda, sin embargo, un número entre 10 y 15 personas para
facilitar la participación y un tiempo máximo de hora y media para evi-
tar la fatiga.

El grupo cumple un papel de contención emocional y de catalizador de


la culpa hacia el reconocimiento de una cultura autoritaria que propicia
y legitima el comportamiento violento. El grupo participa en la cons-
trucción de un propósito común de reparación y de cambio cultural
hacia el respeto y valoración de la dignidad de cada persona Se trata de
una nueva visión de las relaciones entre personas, mediada por la ética
y por una ‘estética’ que propicia la empatía o capacidad de percepción
emocional positiva del otro como un sujeto ‘con derecho a derechos’.

El partir de sí

El contenido básico de un círculo de convivencia es la comunicación de


una experiencia vivida, vigente en el sentimiento aunque haya ocurrido
en el pasado.

El Círculo no es una clase magistral, no es para enseñar un deber ser.


Es para agregar reflexión a las propias vivencias y extraer aprendizajes

155
de ellas. No es un espacio académico sino vivencial, de alto contenido
emocional, porque el aprendizaje cargado de emoción es el que puede
orientar efectivamente comportamientos futuros. La persona que toma
conciencia del Otro como sujeto de derecho, se percibe también a si
misma con iguales derechos, dispuesta a defenderlos sin necesidad de
acudir para ello a la violencia.

La Comunicación

En el Círculo de Convivencia no se juzgan los comportamientos de


otra persona, no se le dan consejos, menos se le condena. Solo se le
escucha, se comparten vivencias similares. Se construyen alternativas
en forma colectiva. Se hace realidad el principio pedagógico de que
“nadie educa a nadie, nadie se educa sólo” (Freire). Pero todos apren-
den porque allí circula un lenguaje de la aceptación que favorece el
intercambio cultural, el diálogo de saberes y fortalece la identidad y la
autoestima.

El Círculo de Convivencia es un espacio de acción comunicativa, hu-


manizante, donde se desarrollan actitudes de respeto por la diferencia
de solidaridad, de pluralismo, de democracia radical de trasformación
no violenta de los conflictos cotidianos.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


ANEXO 3

CÍRCULOS DE VIDA
Y LAS CAPACIDADES HUMANAS BÁSICAS62
En los encuentros de Círculos de Vida se pretende establecer espacios
de reflexión, información y formación sobre las capacidades humanas
básicas que todo sujeto debe alcanzar, se trata de una lista de capacida-
des que deberían aparecer como eje central en la vida humana.

La pregunta no es por la satisfacción de la gente o de los recursos con


que la gente cuenta; la pregunta es por lo que la gente está en capacidad
de ser y de hacer y cuáles son sus oportunidades y libertades para hacerlo.

Para Nussbaum lo importante es la capacidad, no el funcionamiento.


Propone una lista de capacidades centrales advirtiendo que éstas no
pueden considerarse instrumentos para propósitos ulteriores; estas ca-
pacidades tienen valor en sí mismas y hacen de quienes las incluyen,

156
una vida plenamente humana.

En concordancia con este enfoque se alentará la reflexión sobre el


cuidado de sí, que significa el cuidado de uno mismo, implica una cierta
forma de vigilancia sobre lo que uno piensa y sobre lo que acontece en
el pensamiento y una actitud en relación con uno mismo, con los otros,
y con el mundo. (FOUCAULT).

Objetivos

4 Propiciar espacios de encuentro donde hombres y mujeres puedan


reflexionar sobre sus capacidades humanas básicas, la posibilidad de
ser y de hacer y cuáles son sus oportunidades y libertades para hacerlo.

4 Desarrollar ejercicios individuales y colectivos que permita un acer-


camiento a la lectura de la realidad sobre las propias capacidades hu-
manas básicas y el contexto donde se vive.

4 Realizar espacios vivenciales de Círculos de Vida, donde sea posi-


ble comunicarse con sinceridad y afecto hasta que ésa sea la forma de
comunicación habitual en la vida.

4 Participar activamente en las deliberaciones públicas y ejercicios


ciudadano donde sea posible la libertad de expresión, de asociación,
respeto y fortalecimiento de los derechos humanos; y estar informados
sobre lo que los gobernantes deciden y hacen.

62
Tomado de Propuesta para Encuentros Territoriales. Luz Mery Hernández P. Conciudadanía. 2013.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Referente conceptual

La propuesta está fundamentada en las CAPACIDADES CENTRALES


PARA EL FUNCIONAMIENTO HUMANO de Martha C. Nussbaum, a partir
de su experiencia personal en la India y de argumentos tomados de la
filosofía, la economía y el derecho, sostiene que las mujeres carecen
de apoyo esencial para llevar una vida plenamente humana y que esta
falta de apoyo se debe al sólo hecho de ser mujer. Propone una lista
de capacidades humanas básicas que todo ser humano debe alcanzar
y que dentro de un marco constitucional y político, respetuoso con las
tradiciones y las instituciones locales, pueden traducirse en objetivos
políticos concretos en contextos concretos.

Capacidades básicas Descripción


- Ser capaz de vivir hasta el final una vida humana de ex-
tensión normal; no morir prematuramente, o antes de que la
Vida propia vida se haya reducido de tal modo que ya no merezca
vivirse.

157
- Ser capaz de tener buena salud, incluyendo la salud repro-
ductiva. [Salud reproductiva es un estado de completo bien-
estar físico, mental y social, y no la mera ausencia de enfer-
medad o debilidad, en todos los asuntos relacionados con el
sistema reproductor y sus procesos. Salud reproductiva impli-
Salud corporal ca así, que la gente sea capaz de tener una vida sexual satis-
factoria y segura y que tenga la capacidad de reproducirse y la
libertad de decidir si hacerlo o no, cuándo y con qué frecuencia
hacerlo”].
- Estar adecuadamente alimentado.
- Tener un techo adecuado.
Ser capaz de moverse libremente de un lugar a otro.
Que los límites del propio cuerpo sean tratados como sobe-
ranos, es decir, capaces de seguridad ante un asalto, incluido
Integridad el asalto sexual, el abuso sexual de menores y la violencia
corporal doméstica.
Tener oportunidad para La satisfacción sexual y para la elec-
ción en materia de reproducción.
- Ser capaz de utilizar los sentidos, de imaginar, pensar y ra-
zonar y de hacer todo esto de forma “verdaderamente huma-
na”, forma plasmada y cultivada por una adecuada educación,
incluyendo, aunque no solamente, alfabetización y entrena-
miento científico y matemático básico.
Sentidos, - Ser capaz de utilizar la imaginación y el pensamiento en co-
imaginación nexión con la experiencia y la producción de obras y eventos de
y pensamiento expresión y elección propia, en lo religioso, literario, musical, et.
- Ser capaz de utilizar la propia mente de manera protegida
por las garantías de libertad de expresión, con respeto tanto al
discurso político como artístico, y libertad de práctica religiosa.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


Capacidades básicas Descripción
- Ser capaz de buscar el sentido último de la vida a la propia
manera.
- Ser Capaz de tener experiencias placenteras y de evitar el
sufrimiento innecesario.
- Ser capaz de tener vinculaciones con cosas y personas fuera
de uno mismo, de amar a quienes nos aman y cuidan de no-
sotros, de penar por su ausencia, y, en general, de amar, de
penar, de experimentar nostalgia, gratitud y temor justificado.
- Que el propio desarrollo emocional no esté arruinado por un
Emociones
temor o preocupación aplastante, o por sucesos traumáticos
de abuso o descuido. (Apoyar esta capacidad significa apoyar
formas de asociación humana que pueden mostrarse como
cruciales en su desarrollo).
Ser capaz de plasmar una concepción del bien y de com-
prometerse en una reflexión crítica acerca del planeamiento
Razón práctica
de la propia vida (Esto implica protección de la libertad de
conciencia).
A. Ser capaz de vivir con y hacia otros, de reconocer y mostrar
preocupación por otros seres humanos, de comprometerse en
Afiliación diferentes maneras de interacción social.

158
- Ser capaz de imaginarse la situación de otros y de tener
compasión de tal situación.
- Ser capaz tanto de justicia cuanto de amistad (Proteger esta
capacidad significa proteger instituciones que constituyen y
alimentan tales formas de afiliación, y proteger asimismo la
libertad de reunión y de discurso político).
B. Poseer las bases sociales del respeto de sí mismo y de la
no-humillación
- Ser capaz de ser tratado como un ser dignificado, cuyo valor
es igual al de los demás. Esto implica, como mínimo, protección
contra la discriminación basada en la raza, el sexo, la orienta-
ción sexual, la religión, la casta, la etnia o el origen nacional.
- En el trabajo, ser capaz de trabajar como un ser humano, ha-
ciendo uso de la razón práctica e ingresando en significativas
relaciones de reconocimiento mutuo con otros trabajadores.

Otras especies - Ser capaz de vivir con cuidado por los animales, las plantas y el
mundo de la naturaleza y en relación con todo ello.
Juego - Ser capaz de reír, jugar y disfrutar de actividades recreativas.
A. Político. Ser capaz de participar efectivamente en eleccio-
nes políticas que gobiernen la propia vida.
- Tener el derecho de participación política, de protecciones
de la libre expresión y asociación.
Control del propio B. Material. Ser capaz de tener propiedad (tanto de la tierra
entorno como de bienes muebles), no solamente de manera formal,
sino en términos de real oportunidad, y tener derechos de
propiedad sobre una base de igualdad con otros.
- Tener el derecho de buscar empleo sobre una base de igual-
dad con otros.
- No estar sujeto a registro e incautación de forma injustificada.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


La propuesta de “Cuidado de sí”, (FOUCAULT), reforzará la reflexión e
información sobre el ser y el hacer frente a las capacidades básicas hu-
manas, no solo desde la parte teórica, sino que nos presenta una serie
de ejercicios prácticos que susciten el encuentro con nosotros mismos
y potencie el encuentro con los otros y con el medio que habitamos.

¿Qué significa el cuidado de uno mismo?, Los tres aspectos del cui-
dado de sí mismo.

4 Una actitud en relación con uno mismo, con los otros, y con el
mundo.

4 La preocupación por uno mismo implica una cierta forma de vigilan-


cia sobre lo que uno piensa y sobre lo que acontece en el pensamiento.

4 Un determinado modo de actuar, una forma de comportarse que


se ejerce sobre uno mismo, a través de la cual uno se hace cargo de sí
mismo, se modifica, se purifica, se transforma o se transfigura.

Los “Círculos de Vida” están sustentados en la propuesta de Jean


Shinoda. El modelo de aprendizaje basado en la experiencia directa, es

159
similar a las experiencias dentro del Círculo. Estar en un Círculo es una

práctica de aprendizaje y crecimiento que se nutre de la experiencia y


la sabiduría, del compromiso y el valor de cada una de las mujeres y
hombres que lo conforman.

Del mismo modo que cada miembro aporta al Círculo su saber en el


campo de las relaciones, esto funciona en sentido inverso, es decir, la
experiencia del Círculo puede tener un radical efecto positivo en las

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


relaciones exteriores al Círculo, puesto que proporciona un modelo, un
espacio donde comunicarse con sinceridad y afecto hasta que ésa sea
la forma de comunicación habitual en tu vida, y sea también la que
esperas de los demás. Esto, a su vez, puede llevar a cambiar la estruc-
tura patriarcal de las relaciones personales, y, a medida que empieces
a cambiar tus relaciones, ese cambio se expandirá.

La propagación de los Círculos se asemeja, por tanto, al modo en que


se reproducen las fresas, cuyos tallos rastrean la tierra sembrándola
de estolones que se convierten en futuras plantas, y éstas un día, a su
vez, crearán todo un campo rebosante de estas frutas.

Los Círculos de mujeres se forman de uno en uno, y cada uno logra


que la experiencia de haber hecho parte de este se expanda a otras
mujeres, ya que cada mujer a la que un Círculo ha ayudado a cambiar
lleva consigo esa experiencia al mundo de sus relaciones. (El milloné-
simo círculo – Shinoda Bolen, Jean

Metodología

Aunque la propuesta de Círculo de Vida está inspirada en los Círculos

160
de Mujeres, se propone para hombres y para mujeres, de ninguna ma-
nera mixtos, solo entre pares, de esta manera se abrirán espacios de
encuentro para hombres y mujeres; es decir dentro del encuentro que
se dé entre los asistentes hombres y mujeres de diferentes edades,
habrá un momento de reunión entre pares.

Lo anterior puede llevar a cambiar la estructura patriarcal de las rela-


ciones personales, y, a medida que empiecen a transformarse las rela-
ciones, cambian la vida – (Shinoda Bolen, Jean. El millonésimo círculo).
Nuestro interés entonces será mostrar lo potentes que pueden ser para
aprender la ayuda mutua, el trabajo colectivo, y develar la cultura pa-
triarcal que nos habita.

Los encuentros de Círculos de Vida harán posible el sentir, el pensar y


el hacer, al mismo tiempo se alternará el trabajo reflexivo e introspec-
tivo con el trabajo colectivo y de exposición al público, por lo que cada
encuentro estará diseñado con momentos específicos, para provocar
en lo participantes movimientos que posibiliten cambios sobre todo en
las formas como nos vinculamos.

Durante el proceso de información, reflexión, cada participante rea-


lizará algunos productos escritos tanto individuales como colectivos;
para el caso individual, se propone a cada participante llevar un cua-
derno autobiográfico, que poco a poco irá escribiendo con relatos bio-
gráficos, reflexiones e historias en clave de las capacidades básicas hu-
manas. Si el participante no sabe escribir, dibujará, hará símbolos que
representen estas vivencias. Para el caso colectivo se dará preferencia
a las lecturas del contexto.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


¿Cómo funcionan los Círculos de Vida?

4 La voluntad de las personas en participar.


4 Juntarse con personas que les inspiren mayor confianza y em-
patía.
4 Cada Círculo fluirá, con lo que el grupo aporte.
4 El Círculo es una relación entre pares: mujeres, hombres, jó-
venes, niños-niñas. (se debe evitar los Círculos mixtos)
4 Las reuniones se harán en pequeños grupos, no menos de 3 ni
más de 7 personas.
4 En lo posible los Círculos funcionarán con las mismas personas
que lo conformaron la primera vez, a no ser que alguien sienta la
necesidad de cambiar.
4 Cada grupo se dispondrá en círculo, se encenderá una luz
(vela).
4 Los participantes iniciarán realizando preguntas tipo lluvias de
ideas, las preguntas pueden referirse a lo personal y al contexto,

161
teniendo como tema central la Capacidades Humanas Básicas;
entre más preguntas se realicen mucho mejor, del conjunto de
preguntas los participantes escogerán la pregunta generadora.
4 Solo se hablará a partir de sí (de la propia vivencia), la pre-
gunta que provocará la conversación estará escrita en el centro
del Círculo.
4 Al final entre todos y todas comentaremos como fue la vivencia.
4 Se socializaran las preguntas generadoras de cada Círculo.

Propuesta para Encuentros Territoriales, presentada por:


Luz Mery Hernández P.
Asesora municipal Conciudadania.

Referencias:

q NUSSBAUM, Martha. Las capacidades de las mujeres y la justi-


cia social. En Gender, justice, development and rights. Compilación de
Maxime Molineux y Shara Razavi. Oxford University Press. 2002.

q FOUCAULT Michel. Hermenéutica del sujeto. Madrid: Ediciones de


la Michel. Tecnologías del yo. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica, S. A.,
Mariano Cubí.1990.

q SHINODA Bolen, Jean. El millonésimo Círculo. Cómo transformar-


nos a nosotras mismas y al mundo. Guía esencial para Círculos de Mu-
jeres. KAIROS.

Módulo 7 Comunicación interpersonal y apoyo entre iguales


MÓDULO 8

AQUÍ ENTRE NOS:


MOVIMIENTO DE MASCULINIDADES

162
Presentación:
En su Teoría Ecológica63, Bronfenbrenner señala “la influencia que tienen
los ambientes en el desarrollo del sujeto”, pensado como “un activo orga-
nismo bio-psíquico”.

Y siguiendo su razonamiento, Baltonado (2003) caracteriza el Orden y


la cultura patriarcal como un macrosistema androcéntrico, de hegemonía
cultural adulto-céntrica, antropocéntrico frente a la naturaleza, globalizante
y mercantilista, y tremendamente violento, que incide en las instituciones
que nos regulan (exosistema), en las actitudes que hemos incorporado en
nuestro medio (mesosistema), y en nuestros comportamientos individua-
les, familiares, y de amigos (microsistema).

Jean Piaget planteaba por su parte, que el derecho a la educación no se


garantiza con un aula de clase; que se requieren ‘ambientes formadores’,
donde el educando pueda producir las operaciones mentales que constitu-
yen aprendizajes.

También la construcción de nuevas masculinidades, no hegemónicas, ne-


cesita la creación de ambientes que la hagan posible; llamemos a esos am-
bientes ‘comunidades no patriarcales’.

63
http://almazcruz.wordpress.com/teoria-ecologica-de-bronfenbrenner/

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Toda acción es local, enseña Max Neef, porque sólo comprendemos aque-
llo en lo que nos involucramos. El cambio personal reclama ambientes que
contribuyan a su sustentabilidad. Por eso los hombres que han decidido “ser
el cambio que queremos en el mundo”, como enseñó Gandhi, han ido con-
formando un Movimiento de Masculinidades.

Algunos grupos de hombres se dedican a la introspección, a fortalecer sus


debilidades emocionales, a recuperar “lo femenino negado”. Otros, se solida-
rizan ante todo con el movimiento feminista y se suman a la lucha contra la
violencia de género. Otros enfatizan, desde la Democracia de Género la crí-
tica al orden patriarcal “que rebasa los constructos sociales sobre los sexos”
y se proponen la construcción de “otro orden social que supere las distintas
formas de opresión y que genere sujetos con derechos ciudadanos plenos”.
Promueven “el pacto humano hacia la democracia en medio de la diversidad
no sólo en términos de género, sino de culturas, de clases, de generaciones”
(Baltonado). Estos énfasis no son excluyentes y cada uno contribuye al pro-
pósito común de crear ambientes o comunidades no patriarcales.

- “No habrá cambios, sin cambiarnos; no habrá reflexión, sin reflexionar-


nos: no habrá crítica, sin criticarnos; no habrá mejoras, sin mejorarnos”64.

Propósito: Los participantes intercambian y reciben información sobre ex-

163
periencias y actividades de grupos de hombres que revisan sus comporta-
mientos de masculinidad hegemónica y que se proponen modificar ambien-
tes que los rodean, cuestionando y deconstruyendo la cultura patriarcal.

Presentación y textos de motivación:

“Los talleres de género que estas mujeres recibían les creaban con-
flicto con sus esposos o parientes (…) En algunos casos, los hombres
descargaban su malestar por la vía del maltrato psicológico o físico.
Olga Espinosa (Asociación de Mujeres Nuestra Propia Luz), tratando de
encontrar solución, propuso a los hombres que asistieran a talleres de
género y la mayoría aceptó.

Decidimos que había que hacer una aproximación franca y abierta


puesto que la mayoría de los hombres tenía experiencia organizativa y
política de algún tipo; que no habría ninguna mujer presente –a menos
que los participantes explícitamente lo aprobaran-.

Fuimos revisando las relaciones con el padre y la madre, y descu-


brimos que amamos a quien no respetamos y respetamos a quien no
amamos. Poco a poco fuimos admitiendo cuánta falta nos hizo el cariño
paterno. Cuánto miedo e inseguridad hay en hacerse hombre. Cuánto
tenemos de incertidumbre con nuestros hijos varones (...) Entre bro-
mas de todo tipo, comenzamos a hablar de nuestra sexualidad. Del
miedo a erecciones fallidas y la vergüenza que sentimos cuando su-

64
http://hombrescontraelpatriarcado.blogspot.com/

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


ceden. De nuestra resistencia a mostrar cariño, ternura, delicadeza en
el trato con las compañeras (…) Cada quien compartió lo que pudo en
el grupo (…) habló de lo que le dolía, lo que tenía dentro de sí mismo.

Concluimos que así como no queremos opresiones para nosotros no


debemos ser opresivos contra ellas, nuestras compañeras, nuestras
hermanas, nuestras hijas, nuestras parientes, cualquier mujer de cual-
quier comunidad campesina”65.

“El problema de lo masculino reside en lo femenino negado (…) La


gran tarea civilizatoria, tal vez la más urgente en la actualidad, es re-
cuperar el principio femenino. Lo masculino tiene que ver con el hom-
bre y con la mujer, y lo femenino con la mujer y con el hombre. Este
femenino representa el principio de la vida, de creatividad, de recepti-
vidad, de ternura, de interioridad y de espiritualidad en el hombre y en
la mujer (...) El principio femenino cura y libera porque se mueve en
otro paradigma y obra con otra lógica. Su paradigma básico es la vida,
no el poder; el respeto y la veneración por la vida, no la agresión y la
dominación”66.

164
Momentos Pedagógicos y Objetivos Específicos
Sentir: Intercambiar información y experiencias de grupos de hom-
bres que cuestionan sus comportamientos de masculinidad hegemónica.

Pensar: Cuestionar la cultura patriarcal desde la ética y desde el


cuestionamiento feminista.

Actuar: Diseñar una visión de futuro sobre comunidades no patriar-


cales en el nivel local.

65
Bolt Gonzáles, Alan. Una propuesta alternativa: un programa de género para hombres. En
Masculinidades y desarrollo rural. SIMAS. Managua 203. Págs. 99-104.
66
Boff, Leonardo. Lo masculino en el nuevo paradigma civilizatorio. En, La voz del arco iris.
Editorial Trota. 2003 págs. 93 - 99.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Programación del taller
Actividades:
1. Ambientación (20 minutos)

Ejercicio de cuidado de sí: Se realizan los ejercicios de calentamiento y


respiración que se han trabajado en los talleres anteriores u otros que el
Facilitador construya o que alguno de los participantes quiera compartir.

Presentación de la programación: Textos de motivación y programa-


ción del taller.

4 Materiales: Guía de ejercicios, equipo de sonido. música selecciona-


da para el caso.

2. Momento Pedagógico: SENTIR

4 Objetivo específico:

Intercambiar información y experiencias de grupos de hombres que

165
cuestionan sus comportamientos de masculinidad hegemónica

2.1 Auto Presentación: ¿Ya estas tejiendo la red?

4 Procedimiento: (30 minutos)

+ En Plenaria: Enredándonos

Los participantes forman un círculo. Una persona con un ovillo de lana


en la mano dice su nombre y la organización de origen, lanza el ovillo a
otra persona sin soltar el hilo, lo invita a conformar una Red de Hombres
en el nivel local o a participar en una ya existente, dando alguna razón
para ello. Quien recibe el ovillo hace la misma presentación e invitación.
Se repite el ejercicio con todos los asistentes hasta formar el tejido del
Grupo: una RED de Nuevas Masculinidades.

2.2. Experiencias personales y locales de organización de gru-


pos de hombres

4 Procedimiento: (30 minutos)

+ Intercambio de información: Se comenta el ejercicio anterior y se


invita a un intercambio de información sobre procesos o posibilidades de
organización de grupos de hombres en el nivel local.

+ El Facilitador puede presentar experiencias de grupos de otras loca-


lidades.

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


+ Se termina el ejercicio identificando colectivamente las ventajas de
hacer parte de una red.

4 Materiales: Ovillo de lana. Grabadora para recoger la información

3. Momento Pedagógico: PENSAR

4 Objetivo específico:

Cuestionar la cultura patriarcal desde la ética y desde el cuestiona-


miento feminista

4 Actividades

3.1. Crítica a la cultura patriarcal, desde la ética y desde el cues-


tionamiento feminista:

4 Procedimiento: (30 minutos)

+ El Facilitador hace una breve presentación de las ideas centrales del


texto de Kaufman, enfatizando la contradicción entre sentimientos de

166
poder y de dolor que genera la experiencia machista.

+ Se hace un Conversatorio en plenaria sobre el siguiente texto: “El


reto femenino al poder de los hombres tiene el potencial de liberarlos y
de ayudar a muchos de ellos a descubrir nuevas masculinidades…. Cua-
lesquiera que sean los privilegios y formas de poder que indudablemente
perderemos, ello será compensado con creces con el fin del dolor, el te-
mor, las formas disfuncionales de conducta, la violencia experimentada
a manos de otros hombres, la violencia autoinflingida, la interminable
presión de competir y tener éxito y la simple imposibilidad de cumplir
con nuestros ideales de masculinidad”.

4 Materiales: Fotocopias del texto “Los hombres, el feminismo y las


experiencias contradictorias del poder entre los hombres”. Michael Kau-
fman“ (véase Anexo 1)

3.2. Movimiento de Masculinidades en el nivel nacional e internacional

4 Procedimiento: (1 hora)

+ Se organizan grupos parar leer sobre distintas experiencias del Mo-


vimiento de Masculinidades, según el número de artículos seleccionados
de la siguiente lista:

1) Campaña “El Lazo Blanco: compromiso con la eliminación de


la violencia contra la mujer”.

2) “Involucrando a Hombres y Niños en la Equidad de Género”

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


declaración de Río de Janeiro. 29 de Marzo – 3 de Abril, 2009.

3) !Hombres del mundo, UNÍOS¡

4) Carta de Compromisos. Colectivo hombres y masculinidades,


Colombia

5) Masculinidades en América Latina.

6) Varones Antipatriarcales

7) Menengage.org

+ En Plenaria: Se pone en común el trabajo de los grupos, socializando


información y propuestas.

4 Materiales: Fotocopia de documentos respectivos (ver Bibliografía),


video beam, computador con acceso a Internet.

4. Momento Pedagógico: ACTUAR

167
4 Objetivo específico:

Diseñar una visión de futuro sobre comunidades no patriarcales en el


nivel local

4 Actividades

4.1. Analizar no es comprender

4 Procedimiento:

+ Se hace una lectura comentada del texto “Describir vs Comprender”,


de Manfred Max Neef

4 Materiales: Fotocopias del Documento de Max Neef. Anexo 2.

4.2. Visión de futuro: una comunidad no patriarcal

4 Procedimiento: (1 hora)

+ Trabajo de grupos para formulación de una Visión de futuro so-


bre una comunidad no patriarcal (en condiciones de posconflicto o post
Acuerdos). Puede asumir la forma de una historia o una noticia, descri-
biendo la forma de vida de una comunidad no patriarcal.

+ En Plenaria: Se presentan y retroalimentan las distintas visiones


formuladas por los grupos.

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


4 Materiales: Papel de papelógrafo, marcadores.

5. Cierre del Taller

5.1. Evaluación del Taller: Autoevalución de proceso

4 Procedimiento:

+ Trabajo individual: Cada persona piensa y escribe en un papel, de


manera corta o pinta: un antes y un después; cómo vine y cómo me voy
(qué ha cambiado en mí con este proceso).

+ Escribe un compromiso que considere posible en el sentido de par-


ticipar en una Red de Masculinidades o de contribuir a su creación en el
nivel local.

5.2. Ritual de cierre: Mi compromiso personal para un trabajo


en una Red de Masculinidades.

+ Cada persona comparte su compromiso con uno o dos compañeros.

168
+ En círculo, en torno al fuego, quien lo desee hace público su com-
promiso.

+ Mientras se escucha, y se canta, la canción “Vamos a Andar”, se ter-


mina con abrazos entre compañeros.

4 Materiales: Hojas de papel, lapiceros, fuego, flores, velas, incienso,


vasija. Equipo de sonido. Disco Silvio Rodríguez.

Bibliografía:
q Max Neef, Manfred. Describir vs Comprender, en Ampliando es-
pacios para la creatividad. 1992. http://es.scribd.com/doc/6647037/
Manfred-Max-Neef
q CARTA DE COMPROMISOS. Asociación Colectivo Hombres y Masculi-
nidades de Colombia foro-masculinidades.blogspot.mx/2009/08/carta-
de-compromisos-colectivo-hombres.html
q Varones Antipatriarcales http://colectivovaronesantipatriarcales.
blogspot.com/
q LA MEJOR CELEBRACIÓN: PAGAR LA DEUDA A LAS MUJERES. Pro-
nunciamiento de la Red Colombiana de Masculinidades por la Equidad
de Género en el Día de la Mujer
q Kaufman, Michael. Los hombres, el feminismo, y las experiencias
contradictorias del poder entre los hombres. http://www.michaelkau-
fman.com/wp-content/uploads/2008/12/los-hombres-el-feminismo-y-

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


las-experiences-contradictorias-del-poder-entre-los-hombres.pdf
q Masculinidades, hombres y cambios. Manual Conceptual. DIAKO-
NIA. Bogotá. 2009
q García Suárez, Carlos Iván. Formación de hombres en equidad de
género.
q Salazar Benítez, Octavio. MASCULINIDADES Y CIUDADANÍA: LOS
HOMBRES TAMBIÉN TENEMOS GÉNERO. Editorial Dykinson, 2013
q Azpiazu Carballo, Jokin. Grupos de hombres y discursos sobre la
masculinidad: ¿Nuevas configuraciones?
q Muñoz Sánchez, Hernando. Historia de los estudios de masculinida-
des. Docente Investigador UdeA
q Bonino Méndez, Luis. LOS VARONES ANTE EL PROBLEMA DE LA
IGUALDAD CON LAS MUJERES. (2002)
q Torres Velásquez, Laura Evelia. La paternidad una mirada retros-
pectiva. 2004. Revista de Ciencias Sociales. Año/vol. 3. Universidad de
Costa Rica. Pp.47-58.
q Campos Guadamuz, Álvaro. Hombres trabajando con hombres /. 1a

169
ed. San José, Costa Rica: 2007
q Pacto Ético por un país en paz. Colectivo de pensamiento y acción Mu-
jeres, Paz y Seguridad. http://www.justapaz.org/index.php?option=com_
content&view=article&id=228:pactoeticomujeres&catid=19&Itemid=276
q www.lazoblanco.org
q http://foro-masculinidades.blogspot.mx/p/masculinidades-en-
america-latina.html
q http://menengage.org/
q http://www.undp.org/content/undp/es/home/ourperspective/ou-
rperspectivearticles/2012/11/05/hombres-de-todo-el-mundo-unios-
por-el-empoderamiento-de-las-mujeres.html

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


ANEXO 1

“LOS HOMBRES, EL FEMINISMO, Y LAS


EXPERIENCIAS CONTRADICTORIAS DEL PODER
ENTRE LOS HOMBRES”

170 Párrafos tomados de Michael Kauffman

Continuamente me he referido al profeminismo. Este término pone la


problemática de principio a fin, como hombres apoyando las luchas de
las mujeres y cuestionando el poder de ellos sobre las mujeres. Pero
esta forma de análisis sugiere que aunque este apoyo y cuestionamien-
to sean indudablemente fundamentales, ellos no constituyen asuntos
singulares o problemas para los hombres. Además, tampoco es el único
camino para destruir el patriarcado y crear una sociedad de igualdad
humana y liberación. Pero, si incluimos un análisis del impacto de una
sociedad dominada por los hombres en los propios hombres, entonces
el proyecto se transforma no sólo en profeminista sino en algo que es
antisexista (en el sentido que las ideas y prácticas sexistas afectan a
hombres y mujeres, aunque en forma muy diferenciada), antipatriarcal
y antimasculinista (pero siendo claramente masculino-afirmativo, así
como femenino-afirmativo).

…A menos que los hombres se organicen para llegar a otros hombres,


los hombres como grupo nunca dejarán de mantener y perpetuar el
orden patriarcal. ¿Por qué? Porque, para la mayoría de los hombres, la
definición de masculinidad hecha por otros hombres es lo que importa
más que todo. Parte del camino del cambio es para los hombres actuar
como ejemplos y modelos para otros hombres, sobre cómo se puede
ser totalmente varonil –esto es, simplemente criaturas biológicas que
son machos– sin ser masculinistas. Y en este proyecto, en esta cele-
bración de hombría, los hombres heterosexuales tienen mucho que
aprender de los hombres gay y bisexuales.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


…Los hombres podemos orgullosamente tomar nuestro lugar –en el
contexto de respeto por la autonomía de la mujer, de las capacidades,
prioridades y conocimiento profundo del feminismo– como líderes en el
movimiento antipatriarcal y antisexista. Para tener éxito, necesitamos
de la contribución única del hombre y del conocimiento profundo de las
contribuciones y voces únicas de las mujeres.

….Parte de esta lucha por el cambio personal y social por los hombres
es la necesidad de que rompamos nuestro aislamiento de otros hom-
bres. Aunque este aislamiento puede ser experimentado más aguda-
mente por los hombres heterosexuales, no es simplemente un asunto
de orientación sexual. Es un asunto de la naturaleza de nuestra inte-
racción con otros hombres, ya sea que somos capaces de crear un ver-
dadero sentido de seguridad e intimidad emocional, por lo menos con
algunos otros hombres.

Esto es importante porque, en el aislamiento, la mayoría de los hom-


bres continúan aceptando como realidad la suposición, no probada,
sobre lo que significa ser hombre. Antes señalé que esto actúa en la
sociedad patriarcal como una forma de alucinación colectiva. Es como
si millones de personas hubiesen tomado la misma droga y caminaran

171
sabiendo, con aparente certeza, la realidad de lo que un hombre es,
cuando, de hecho, es simplemente una construcción de género. Cual-
quier duda que se nos plantee como individuo, rápidamente la des-
echamos debido a que, aislados de otros hombres, llegamos a asumir
que sólo nosotros somos los equivocados, que sólo nosotros sentimos
esas diferencias. Esas dudas, sólo les confirma a muchos que ellos no
son realmente hombres –porque hoy ningún hombre puede vivir de
acuerdo a sus ideales.

El conflicto entre nuestra propia realidad y lo que hemos aprendido


que se supone es la realidad real, explicaría por qué el hombre indi-
vidual construye y reconstruye personalidades moldeadas por el pa-
triarcado. Y es por ello que es totalmente consistente desarrollar un
enfoque de acción social –y más aún se requiere– que los hombres de-
sarrollen organizaciones de apoyo, grupos de apoyo, y lazos informales
de intimidad y apoyo entre ellos. Tales prácticas individuales y grupales
nos permite observar nuestro proceso individual de trabajo de género,
y cómo todos hemos sido moldeados por el sistema patriarcal. Nos
permiten examinar nuestras propias relaciones contradictorias con el
poder de los hombres. Nos permite solucionar el miedo que impide a la
mayoría de los hombres, hablar y combatir el sexismo y la homofobia.
Nos puede dar un sentido nuevo y diferente de fortaleza.

…El reto femenino al poder de los hombres tiene el potencial de li-


berarlos y de ayudar a muchos de ellos a descubrir nuevas masculi-
nidades, las cuales contribuirán a demoler el género completamente.
Cualesquiera que sean los privilegios y formas de poder que induda-
blemente perderemos, ello será compensado con creces con el fin del

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


dolor, el temor, las formas disfuncionales de conducta, la violencia ex-
perimentada a manos de otros hombres, la violencia autoinflingida, la
interminable presión de competir y tener éxito y la simple imposibilidad
de cumplir con nuestros ideales de masculinidad.

Nuestra conciencia de las experiencias contradictorias de poder entre


los hombres nos entrega las herramientas necesarias para simultá-
neamente desafiar el poder de los hombres y expresar su dolor. Esto
configura la base para una política de compasión y para atraer el apoyo
de los hombres a favor de una revolución que está desafiando las es-
tructuras más básicas y duraderas de la civilización humana.

http://www.michaelkaufman.com/wp-content/uploads/2008/12/los-
hombres-el-feminismo-y-las-experiences-contradictorias-del-poder-
entre-los-hombres.pdf

ANEXO 2

¿CÓMO ES POSIBLE QUE CON TANTO


172 CONOCIMIENTO, TANTA CIENCIA Y TANTA
TECNOLOGÍA, EL MUNDO RESULTANTE SEA TAN
CATASTRÓFICO?
Manfred Max Neef

Describir vs comprender

Pienso que ello obedece al hecho de que hemos cometido en forma


sistemática, durante 400 años, un error. Ese error consiste en creer que
describir más explicar, es igual a comprender: y comprender es otra
cosa. Es más, quisiera colocar una segunda banderilla diciendo que sa-
bemos mucho, muchísimo, tal vez todo lo que es necesario saber, pero
comprendemos muy poco. O casi nada. El que este mundo esté como
está, tal vez se deba a que estamos viviendo un mundo que necesita ser
comprendido, más que conocido. Pero nosotros insistimos en acumular
más conocimiento sobre él y rehuimos todo esfuerzo por comprender.

¿Por qué digo que describir y explicar es distinto de comprender? El


describir y el explicar es parte del conocimiento, y el conocimiento es el
reino de la ciencia. El comprender, en cambio, es algo mucho más pro-
fundo, y no tiene que ver con la ciencia, sino más bien con la percepción,
o sea con la capacidad de iluminación. Al llegar a este punto quisiera
traer a colación mi ejemplo predilecto: supongamos que usted ha estu-
diado todo lo que se puede estudiar, desde una visión teológica, socioló-

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


gica, psicológica, biológica y hasta bioquímica, de un fenómeno que se
conoce con el nombre de “amor”. Es decir, usted es una persona experta
en el tema amor. Ha escrito libros, ha dictado conferencias, sabe todo lo
que se puede saber sobre el amor. Pero nunca va a comprender el amor
a menos que se enamore. Comprender el amor no es algo que se pueda
aprender. Es algo que sólo se puede vivir. Nadie podrá comprender el
dolor mientras no lo sufra, así se lo hayan descrito de mil maneras.

Lo que estoy diciendo es que sólo podemos comprender aquello de lo


cual somos capaces de formar parte. Aquello con lo cual somos capaces
de integrarnos. Aquello que somos capaces de penetrar en profundidad.
De ahí entonces que difícilmente podemos comprender un mundo del que,
para estudiarlo, nos hemos separado de él a propósito. Del que acumula-
mos todos los conocimientos posibles pero no podemos comprender.

Estamos convencidos de que “yo estoy aquí y fuera hay una cosa que
se llama naturaleza”. O que yo estoy aquí y afuera hay una enferme-
dad. Mientras prevalezca este tipo de actitud, los predicamentos del
mundo actual inevitablemente empeorarán.

El problema está en el problema

En el mundo del describir y el explicar, que es el mundo del conoci-


miento y por lo tanto le corresponde a la ciencia, estamos acostum-
brados a detectar problemas y diseñar soluciones. Tanto es así, que
173
cualquier cosa que nos perturba lo identificamos de inmediato como un
problema que debe ser resuelto.

Es el impulso natural de nuestra domesticación a partir de la revolu-


ción científica, a partir de la creación del ser humano fragmentado. Es
obvio que el daño ecológico y la contaminación ambiental son proble-
mas que debemos atacar. El hambre es un problema que precisa solu-
ción. Esto es perfectamente legítimo si permanecemos en el ámbito del
conocimiento. Pero si queremos entrar al ámbito del comprender, ya
no se trata de plantear problemas. Hay transformaciones de las cuales
somos parte, sin que nos podamos retirar.

Sólo hay problema cuando me desprendo de aquello que identifico


como problema. Cuando soy parte de él no hay problema, sino trans-
formación integral y completa. Y esa tengo que aprender a vivirla y
convivirla, para desde dentro ser capaz de influir en los procesos de
transformación, algo muy distinto a resolver problemas. El esfuerzo
por comprender, en los términos que he utilizado, es en sí un profundo
acto creativo. El acto creativo cuando me integro con, cuando soy parte
de, cuando penetro profundamente algo, y sobre todo si lo penetro con
amor, es decir con el deseo de potenciarme sinérgicamente con ello.
Comprender es un acto profundamente creativo.

Hay gente que sabe hacer poesía. Hay otros que son poetas. Hay gen-

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


te que sabe hacer música. Hay otros que son músicos. Hay gente que
hace ciencia, hay otros que son científicos. Hay quienes hacen el amor,
y hay quienes aman. No hay nada de malo en hacer poesía, ni en hacer
el amor. Lo que es malo es quedarnos solamente en el hacer, sin nunca
llegar a ser. Y sólo podemos llegar a ser cuando hacemos un esfuerzo
por dejar de ser fragmentados y nos integramos con amor a aquello
con lo cual queremos potenciarnos como seres humanos. Podríamos
decir, entonces, que el que comprende es el que hace y es.

http://es.scribd.com/doc/6647037/Manfred-Max-Neef

CAJA DE HERRAMIENTAS

PAUTAS PARA FACILITADORES67

174

Análisis de canciones

“Escoja algunas canciones cuya letra se refiera a las características de


la masculinidad hegemónica. Es importante que escoja canciones que
el grupo de hombres conozca y que se identifique con ellas. Asegúrese
de estarlas actualizando.

Algunas canciones que nos han funcionado en Centro América68 son


las canciones rancheras, cumbias, música salsa, merengues, como las
siguientes:

67
Campos Guadamuz, Álvaro. Hombres trabajando con hombres / 1a. ed. San José, Costa
Rica: Oficina de Seguimiento y Asesoría de Proyectos OSA, S.C., 2007. p 60-62 http://www.
endvawnow.org/uploads/browser/files/Men%20working%20with%20Men_Spanish.pdf
68
En cada proceso local pueden promoverse disco foros o conversatorios sobre canciones de
la región.

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


Le recomendamos la siguiente técnica para el análisis de canciones:

a) Escuchar la canción sin tener la letra a mano (impresa) o si


es posible observar el video de la canción.

b) Preguntar a los hombres: ¿qué sensaciones y deseos les


provocó la canción?

c) Volver a escuchar la canción, pero esta vez leyendo la letra.

d) Preguntar: ¿qué es un hombre según la canción?

e) Preguntar: ¿qué opinan de la letra de la canción?, ¿están de


acuerdo con ella o no?

f) Preguntar: ¿qué imagen de hombre se trata de transmitir


en la canción?

Canción e Intérprete:

¡ El Rey, Vicente Fernández (México)

¡ El aventurero, Pedro Fernández (México)

¡ El Pipiribao, Jaque Mate (Costa Rica)


175
¡ Pedro y Pablo, Los Tigres del Norte (México)

¡ La celosa, Carlos Vives(Colombia)

¡ Maruja, Sonora Dinamita (Colombia)

¡ El Santo Cachón, Los embajadores del Vallenato (Colombia)

¡ El hombre que yo amo, Myrian Hernández (Chile)

¡ Habemos hombres buenos, Alfredo Escudero (Panamá)

Análisis de películas y videos69

Los videos y películas son una excelente oportunidad para que los
hombres revisen sus mandatos de masculinidad y puedan adoptar una
actitud crítica ante su propia manera de ser hombres. A continuación,
recomendamos algunas películas que hemos utilizado en talleres, las
cuales han sido aceptadas por grupos diversos y han servido para “de-
construir” los estereotipos de género.

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Enriquecer la lista con películas que puedan conseguirse en la región.

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


1. La letra escarlata (1995), del director Roland Joffé. Se desarro-
lla a finales del siglo XVIII, en los tiempos de la llegada de los puritanos
al Nuevo Mundo, en Boston. Trata de la historia de una mujer de ideas
progresistas, cuyo marido ha desaparecido en un naufragio. La película
muestra muchos estereotipos de género, ilustra la discriminación hacia
las mujeres y los prejuicios sexuales.

2. Osama (2003), del director afgano Siddiq Burmak. Es una pelí-


cula que muestra la situación de las mujeres y de los hombres en la
época de los talibanes. Ilustra no solo los estereotipos de género, sino
también la discriminación y violencia que sufren las mujeres. La pelícu-
la muestra los procesos de socialización de los hombres en esa cultura.

3. Jinete de Ballenas, Full Monty y La oveja negra (ya fueron


descritas en el tomo I de esta serie)

4. Billy Eliot (2000), del director inglés Stephen Daldry. Esta pelícu-
la trata de un niño que desea aprender ballet, contrariamente al deseo
de su padre, el cual quiere que aprenda a boxear. Ilustra los estereo-
tipos de género y los roles rígidos que se asignan a los hombres. Tam-
bién muestra los problemas que viven los hombres en el medio laboral

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y las dificultades para manifestar las emociones.

5. Las uvas de la ira (1940), de John Ford. Esta película es especial


para proyectarla con hombres de comunidades campesinas. Trata del
fenómeno de la migración/desplazamiento de familias campesinas po-
bres, la pérdida de la tierra, la lucha por sobrevivir. Ilustra los roles de
los hombres y las mujeres, y cómo ambos enfrentan las crisis. Aporta
un gran mensaje de esperanza.

Es muy importante que usted como facilitador esté atento a observar


y buscar películas y videos en donde se presenten temáticas que pue-
dan emplearse para que los hombres puedan revisar sus estereotipos
de género y su problemática.

La técnica que recomendamos para el análisis de películas y videos


es la siguiente.

Pregunte a los hombres:

4 ¿Qué sensaciones o sentimientos les despertó la película?

4 ¿Qué escenas los impactó o llamó su atención?

4 ¿Qué mandatos, encargos, arquetipos y características de la


masculinidad hegemónica se expresan en los personajes?

4 ¿Con qué personajes se identifica?

Por una cultura no patriarcal - Manual para facilitadores


4 ¿Cómo creen ustedes que se sentían algunos de los perso-
najes?

4 ¿Qué papel se le da a la mujer en la película? ¿Cómo son las


relaciones entre hombres y mujeres?

4 ¿Ha vivido situaciones parecidas a las de los personajes?”


Pautas para facilitadores.

Nota: Cada Facilitador o cada participante puede organizar un cine


foro con una de estas u otras películas.

Otra película que puede recomendarse es 12 años de esclavitud. Está


basada en la increíble historia de lucha de un hombre por la supervi-
vencia y la libertad. En los Estados Unidos previos a la Guerra Civil,
Salomon Northup (Chiwetel Ejiofor), un hombre negro y libre del esta-
do de Nueva York, es secuestrado y vendido como esclavo. Enfrentado
a la crueldad (personificada en un malévolo propietario de esclavos
encarnado por Michael Fassabender), así como también a inesperadas
amabilidades, Solomon lucha no sólo por sobrevivir, sino para con-
servar su dignidad. En el duodécimo año de su inolvidable odisea, su

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encuentro fortuito con un abolicionista canadiense (Brad Pitt) cambiará
su vida para siempre. En esta película puede verse también la relación
patriarcal con las mujeres.

Módulo 8 Aquí entre nos: Movimiento de Masculinidades


POR UNA CULTURA
NO PATRIARCAL

POR UNA CULTURA NO PATRIARCAL - Manual para facilitadores en procesos de promoción de masculinidades no hegemónicas
Documento PODION Nº 15

La impresión de este documento contó con el apoyo financiero


de Brot für die Welt (Pan Para el Mundo)

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