A partir de 1949, el gobierno de Juan Domingo Perón quiso

imponer en las aulas ciertas enseñanzas vinculadas con la doctrina

peronista, se evidenciaba en los libros de texto que proveía el Estado a
las escuelas primarias, donde se veían imágenes de la primera dama y
del presidente. El libro de lectura Evita, aprobado por el Ministerio de
Educación de la Nación, impreso tras la muerte de Eva Perón en 1952.
Según el libro, Juan Perón era "El Libertador de la República", y Eva
era la "Jefa Espiritual de la Nación". El material didáctico estaba
destinado a los alumnos de Primer Grado Inferior. Esto se lo puede lo
podemos ver plasmado de manera literal en la siguiente cita:

Con respecto a la divergencia entre la Iglesia y el Estado en cuanto a la enseñanza de la

religión en la escuela, en este periodo político la doctrina nacional se consolido el acceso del
nacionalismo católico como ideología dominante en el país; lo cual significo la disolución
del proceso liberal y laico de la enseñanza. Quedando así la política educativa determinada
como “la recuperación y perfeccionamiento de las instituciones educativas” (…) a lograr una
enseñanza más “argentinizada”. (Martínez Paz: 1986, 157). La institucionalización de la
enseñanza, el primer eslabón para su concreción fue Decreto 18.411 del año 1943
considerado “un decreto reparador y justiciero” ”.
(Martínez Paz: 1986, 159), y posteriormente con la
Ley 12.978/46 se sanciono definitivamente, de esta
manera la religión debía ser impartida como un factor
de cohesión nacional en todas las escuelas públicas,
considerando su enseñanza y no la práctica, la cual se
puede observar en las páginas del libro.

También se puede inferir una didáctica tendiente al disciplinamiento y control, típico en

todo gobierno en pugna de la estabilidad social.
 Debido a que la enseñanza de la religión que se impartía en las escuela se había
desvirtuado convirtiéndola en una catedra “anti-argentina”, para canalizar empresas de
politización y de confesionalismo, al servicio de fines totalmente opuestos a los interese del
país (…) (Martínez Paz, 1889: 181). Debido por medio de la Ley 14.401 del año 1955,
establecía la separación de la Iglesia y el Estado.

Otro precepto que tuvo la doctrina justicialista en la educación fue el II Plan Quinquenal,
que se convirtió en un plan de acción de gobierno para los 1952-1957; aplicado en diversos
ámbitos sociales. En lo que se refiere al plano educativo su objetivo fundamental seria:

…“realizar la formación moral, intelectual y física del pueblo, sobre la base de los
principios fundamentales de la doctrina nacional peronista, que tiene como finalidad suprema
alcanzar la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación mediante la justicia social, la
independencia económica y la soberanía política, armonizando los valores materiales con los
valores espirituales y los derechos del individuo con los derechos de la sociedad”.(Martínez
Paz, 1986:172)

Algunos de estos preceptos se ven reflejados en las páginas del libro; por ejemplo:

Este adoctrinamiento educativo fue una de las vías por donde se instauro este modelo político;
mentalizar desde la cuna a los “descamisados” como lo llamaba Evita a la gente del pueblo. Inculcar
a los niños que el trabajo es un menester para lograr independencia económica.

Durante la presidencia de Perón conto con el aval y apoyo de diversos partidos, entre las masas
más preponderante fue el Radicalismo; el cual tenía una enorme impronta en Jujuy, liderado por
Miguel Aníbal Tanco, quien contaba con el aval de los Propietarios de los ingenios azucareros; con
quienes impartían una política personalista y malversada. La economía estaba en un estado de
vulnerabilidad tan asi, que el 15 de mayo de 1946 un contingente de alrededor de cine campesinos
de las tierras altas jujeñas iniciaba su marcha hacia la capital Federal para entrevistarse con Perón,
arribando recién a finales de agosto, este suceso fue llamado “Malón de la paz” alanzarían
repercusión nacional, pero tendrían triste final al deriva en la violencia deportación de los indígenas
a sus lugares de origen, bajo custodia oficial.(Kindgard,2003:30)