Hacen muchos años en la localidad de Atacalco en la cordillera
existía un cerro por el cual caí un chorro de agua formando una hermosa cascada rodeada de frondosos árboles, nadie sabía que al cruzar la cascado se internaba una enorme cueva capaz de cobijar unas cuarenta carretas, esta cueva le sirvió a los hermanos Pincheira para esconderse cuando eran perseguidos por la milicia de Chillán por los constantes asaltos que hacían en esta ciudad, bajaban desde Atacalco pasando por Recinto y Pinto actualmente Comuna, y en esta Ciudad donde vivían familias muy acaudaladas eran despojadas de joyas dineros incluso a veces se raptaban a las hijas hermosas y muy bien educadas, llevándolas a sus escondites, Con los dineros recaudados ayudaban a muchos campesinos pobres que vivían en los alrededores de Chillan en la cordillera. En una oportunidad casi fueron alcanzado por la milicia pero justo al llegar a la cascada que hacía las veces de cortina les perdieron el rastro, uno de ellos para despistarlos siguió camino adelante, y fue alcanzado por una bala, herido de gravedad se interno entre los bosques Guayi, avellanos, Maitenes copihues llegando a unas vertientes de la que salía agua caliente y barro que parecía hervir, allí se abrigó en los matorrales, luego llegó el invierno, nevando hasta más de un metro de nieve, sin poder volver hasta la cueva, a reunirse con sus dos hermanos. Estos ya lo creían muerto. Cuando llegó la primavera y la nieve ya se había derretido, emprendió el viaje por los senderos que había sido perseguido. Grande fue la alegría de sus hermanos cuando lo vieron llegar sano y salvo. El les contó del agua vendita que lo había mejorado y le había dado tanto calor, en pleno invierno en medio de la nieve, desde entonces muchas personas empezaron a frecuentar las termas de Chillán. Como los hermanos Pincheira eran una amenaza para la ciudad de Chillán, fueron cada vez más perseguidos, hasta que lograron exterminarlos. Con el tiempo descubrieron el escondite, a la que llamaron la Cueva de los Pincheira, Por las noches al venir la mañana se siente una carreta que pasa por el camino desde Atacalco, hasta llegar a Chillán, los habitantes del sector ni se inmutan, sólo dicen ahí van los Pincheira