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el estallido de la guerra
Louis Robert y Jay Winter (eds.), Capital Cities at War. London, Paris, Ber-
lin, 1914-1919, Cambridge, Cambridge University Press, 1997, pp. 305-
341; esp. p. 310.
Belinda J. Davis, Home Fires Burning. Food, Politics and Everyday Life
aún inédita, léase Gerd Krumeich, «Le soldat allemand sur la Somme 1914-
1916», en Jean-Jacques Becker y Stéphane Audoin-Rouzeau (eds.), Les So-
ciétés européennes et la guerre de 1914-1918, op. cit.
Susanne Brandt, Vom Kriegsschauplatz zum Gedächtnisraum. Die
que algunas semanas, y fue detenida por las ofensivas de otoño y la victoria
de Hindenburg y Ludendorff sobre los ejércitos rusos de Samsonov y Ren-
nenkampf, en una batalla que fue rebautizada como la «batalla de Tannen-
berg». El impacto de esta invasión en la memoria colectiva fue, sin embar-
go, incomparablemente más amplio que su duración, aunque no conviene
subestimar su enorme brutalidad. La invasión y la dimensión salvadora de
la batalla fueron además el punto de partida del verdadero culto a la per-
sonalidad del que fueron objeto los dos generales alemanes victoriosos.
Sobre la imagen del enemigo interiorizada por los combatientes, véa-
Nuestro ver sacrum descansa ahora en los canales del Yser, donde
los jóvenes regimientos de reserva de voluntarios de guerra han
lanzado el asalto. Su sacrificio por nosotros significa una nueva
primavera sagrada para toda Alemania.
V. G. Liulevicius, War Land on the Eastern Front, op. cit., pp. 29-30,
así como pp. 54-88.
Ibid. pp. 174-177.
Sobre este punto, ibid., pp. 134-156.
Jacques Heurgon, Trois études sur le Ver Sacrum, Bruselas, Lato-
mus, 1957.
Citado por Gerhard Hirschfeld, «Prólogo», en Gerd Krumeich y
Gerhard Hirschfeld (eds.), «Keiner fühlt sich hier mehr als Mensch…». Er-
lebnis und Wirkung des Ersten Weltkrieges, Fráncfort, Fischer, 1996, p. 7.
Mi querida madre:
He de escribirte una carta muy especial y tratar de expresar lo
que quisiera decir. Como una especie de consuelo, ya que […]
también Erich se ha convertido en uno de los que han contribuido
a construir el futuro de una gran Alemania con la sangre y la fuerza
de su corazón.
La guerra nos ha mostrado poderosamente que nuestra vida te-
nía un sentido completamente distinto que el desarrollarse por las
vías normales de una vida familiar y burguesa. Es parte integrante
de una finalidad grande y sagrada. No conocemos esta finalidad.
Ha sido infundida en nosotros desde la eternidad, y nos conduce
hacia algo grande, eterno. La presentimos.
Dios traza ahora grandes caminos en la historia del mundo y
nosotros somos los elegidos, el instrumento elegido. ¿Debemos
sentirnos de verdad felices por ello? A mi alrededor todo reverdece
y florece, y los pájaros exultan de alegría en la luz. ¡Cuánto más her-
mosa y grande será la gran primavera después de la Gran Guerra!
Cf.
Bernd Hüppauf, «Schlachtenmythen und die Konstruktion des
“Neuen Mensches”», en ibid., pp. 43-84.
Carta n.º 107 de Walther I., fondo privado Knoch, BfZ, citado por
tement…, art. cit., así como 14-18. Retrouver la guerre, op. cit., especial-
mente p. 50.
Heike Hoffmann, «“Schwarze Peter” im Weltkrieg. Die deutsche
Un
número importante de testimonios de atrocidades cosacas—vio-
laciones, ejecuciones, mutilaciones—provienen de refugiados o de Land-
ser (hombres de tropa) que estaban en su puesto en Johannisburg. Véase
Greueltaten russischer Truppen gegen deutsche Zivilpersonen und deutsche
Kriegsgefangene, Livre blanc, 1915. Agradezco a Anne Duménil el haber-
me comunicado la existencia de este documento.
und seine staatsrechtliche Stellung zu Polen vom 2. Thörner Frieden bis zum
Reichstag von Lublin (1466-1569), Berlín, Trilitsch und Huther, 1937. Véa-
se también más adelante el apartado «La adquisición de los conocimientos
académicos» (capítulo 3).
Kurt Flasch, Die geistige Mobilmachung. Die deutschen Intellektue-
llen und der Erste Weltkrieg, ein Versuch, Berlín, Alexander Fest, 2000.
Véase también, para el caso francés, Christophe Prochasson, Les Intel-
lectuels, le Socialisme et la Guerre, París, Seuil, 1993; Anne Rasmussen y
Christophe Prochasson, Au nom de la Patrie. Les intellectuels et la Premiè-
re Guerre mondiale 1914-1919, París, La Découverte, 1996.
cit., p. 2.
Jay Winter ha demostrado que este fenómeno había sido amplio, y
W. Best, Lebenslauf, 1965; citado por U. Herbert, Best…, op. cit.,
p. 48.
La entrada de las tropas francesas tuvo lugar en Maguncia entre el 5
en Alemania entre 1921 y 1926, cuya orientación völkisch era muy marca-
da. Véase el capítulo siguiente.
horn).
foliar).