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Preuniversitario PREUT – 21 de mayo 920 – 2232145 – pretarapaca@yahoo.

es
- ADMISIÓN 2019

GUÍA DE EJERCICIOS PSU

CONTENIDOS: COMPRENSIÓN LECTORA, VOCABULARIO, CONECTORES, PLAN


DE REDACCIÓN

TEXTO 1:

"Lentamente, con el rostro crispado como si prefiriera hacer cualquier cosa antes que
aproximarse a su señor y a la alfombra en que descansaba la serpiente, el hombrecito
dio unos pasos hacia adelante y comenzó a girar la butaca. La serpiente levantó su fea
cabeza triangular y profirió un silbido cuando las patas del asiento se engancharon en
la alfombra. Y entonces, Frank tuvo la parte delantera de la butaca ante sí y vio lo que
había sentado en ella. El bastón se le resbaló al suelo con estrépito. Abrió la boca y
profirió un grito. Gritó tan alto que no oyó lo que decía la cosa que había en el sillón,
mientras levantaba una varita. Vio un resplandor de luz verde y oyó un chasquido
antes de desplomarse. Cuando llegó al suelo, Frank Bryce ya había muerto".

Fragmento Harry Potter

1. El texto anterior corresponde al mundo maravilloso; ¿qué diferencias pueden


apreciarse en él respecto al mundo fantástico?
A) Sorpresa o extrañamiento de parte de los personajes
B) Predominancia de personajes y objetos mágicos
C) Violencia en la presentación de los hechos
D) Quiebre de la normalidad en la historia
E) El contenido resulta enigmático

TEXTO 2:

“De pronto, y cuando la charla de los dos amigos era más animada, resonó en el patio
el rápido galope de un caballo, y un momento después un estrepitoso ruido de
espuelas se aproximó a la puerta del comedor, apareciendo en el umbral la figura de
Joaquín, el viejo mayordomo, con el grueso poncho pendiente de los hombros y las
enormes polainas de cuero que le cubrían las piernas hasta más arriba de las rodillas”.

Baldomero Lillo, La trampa

2. El fragmento precedente nos presenta un mundo


A) mítico.
B) maravilloso.
C) onírico.
D) legendario.
E) cotidiano.

TEXTO 3:
“Un señor toma el tranvía después de comprar el diario y ponérselo bajo el brazo.
Media hora más tarde desciende con el mismo diario bajo el mismo brazo. Pero ya no
es el mismo diario, ahora es un montón de hojas impresas que el señor abandona en
un banco de la plaza. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas impresas se
convierte otra vez en diario, hasta que un muchacho lo ve, lo lee, y lo deja convertido
en un montón de hojas impresas. Apenas queda solo en el banco, el montón de hojas
impresas se convierte otra vez en un diario, hasta que una anciana lo encuentra, lo
lee, y lo deja convertido en un montón de hojas impresas. Luego se lo lleva a su casa
y en el camino lo usa para empaquetar medio kilo de acelgas, que es para lo que
sirven los diarios después de estas excitantes metamorfosis”.

Julio Cortázar, El diario a diario.


3. De la realidad literaria se puede señalar que
A) ofrece una visión utópica respecto a los posibles alcances de un periódico.
B) entrega una versión mítica de los procesos que experimenta el diario.
C) representa la validez que la lectura otorga a un diario en la realidad cotidiana.
D) muestra el mundo onírico en el que un diario puede sufrir mutaciones.
E) señala la realidad mítica en la que aún se cree que un diario no es más que un
conjunto de papeles.

TEXTO 4:

1. La silueta del maquinista con su traje de dril azul se destaca desde el amanecer
hasta la noche en lo alto de la plataforma de la máquina. Su turno es de doce horas
consecutivas. Los obreros que extraen de los ascensores los carros de carbón míranlo
con envidia no exenta de encono. Envidia, porque mientras ellos abrasados por el sol
en el verano y calados por las lluvias en el invierno forcejean sin tregua desde el
brocal del pique hasta la cancha de depósito, empujando las pesadas vagonetas, él,
bajo la techumbre de zinc no da un paso ni gasta más energía que la indispensable
para manejar la rienda de la máquina.

2. Y cuando, vaciado el mineral, los tumbadores corren y jadean con la vaga


esperanza de obtener algunos segundos de respiro, a la envidia se añade el encono,
viendo cómo el ascensor los aguarda ya con una nueva carga de repletas carretillas,
mientras el maquinista, desde lo alto de su puesto, parece decirles con su severa
mirada: -¡Más a prisa, holgazanes, más a prisa!

3. Esta decepción que se repite en cada viaje, les hace pensar que si la tarea les
aniquila, culpa es de aquel que para abrumarles la fatiga no necesita sino alargar y
encoger el brazo. Jamás podrán comprender que esa labor que les parece tan
insignificante, es más agobiadora que la del galeote atado a su banco. El maquinista,
al asir con la diestra el mango de acero del gobierno de la máquina, pasa
instantáneamente a formar parte del enorme y complicado organismo de hierro. Su ser
pensante conviértese en autómata. Su cerebro se paraliza. A la vista del cuadrante
pintado de blanco, donde se mueve la aguja indicadora, el presente, el pasado y el
porvenir son reemplazados por la idea fija. Sus nervios en tensión, su pensamiento
todo se reconcentra en las cifras que en el cuadrante representan las vueltas de la
gigantesca bobina que enrolla dieciséis metros de cable en cada revolución.
4. Como las catorce vueltas necesarias para que el ascensor recorra su trayecto
vertical se efectúan en menos de veinte segundos, un segundo de distracción significa
una revolución más, y una revolución más, demasiado lo sabe el maquinista, es: el
ascensor estrellándose, arriba, contra las poleas; la bobina, arrancada de su centro,
precipitándose como un alud que nada detiene, mientras los émbolos, locos, rompen
las bielas y hacen saltar las tapas de los cilindros. Todo esto puede ser la
consecuencia de la más pequeña distracción de su parte, de un segundo de olvido.

5. Por eso sus pupilas, su rostro, su pensamiento se inmovilizan. Nada ve, nada oye
de lo que pasa a su rededor, sino la aguja que gira y el martillo de señales que golpea
encima de su cabeza. Y esa atención no tiene tregua. Apenas asoma por el brocal del
pique uno de los ascensores, cuando un doble campanillazo le avisa que, abajo, el
otro espera ya con su carga completa. Estira el brazo, el vapor empuja los émbolos y
silba al escaparse por las empaquetaduras, la bobina enrolla acelerada el hilo del
metal y la aguja del cuadrante gira aproximándose velozmente a la flecha de parada.
Antes que la cruce, atrae hacia sí la manivela y la máquina se detiene sin ruido, sin
sacudidas, como un caballo blando de boca.

6. Y cuando aún vibra en la placa metálica el tañido de la última señal, el martillo la


hiere de nuevo con un golpe seco, estridente a la vez. A su mandato imperioso el
brazo del maquinista se alarga, los engranajes rechinan, los cables oscilan y la bobina
voltea con vertiginosa rapidez. Y las horas suceden a las horas, el sol sube al cénit,
desciende; la tarde llega, declina, y el crepúsculo, surgiendo al ras del horizonte, alza y
extiende cada vez más a prisa su penumbra inmensa.

7. De pronto un silbido ensordecedor llena el espacio. Los tumbadores sueltan las


carretillas y se yerguen briosos. La tarea del día ha terminado. De las distintas
secciones anexas a la mina salen los obreros en confuso tropel. En su prisa por
abandonar los talleres se chocan y se estrujan, mas no se levanta una voz de queja o
de protesta: los rostros están radiantes.

8. Poco a poco el rumor de sus pasos sonoros se aleja y desvanece en la calzada


sumida en las sombras. La mina ha quedado desierta. Sólo en el departamento de la
máquina se distingue una confusa silueta humana. Es el maquinista. Sentado en su
alto sitial, con la diestra apoyada en la manivela, permanece inmóvil en la
semioscuridad que lo rodea. Al concluir la tarea, cesando bruscamente la tensión de
sus nervios, se ha desplomado en el banco como una masa inerte.

9. Un proceso lento de reintegración al estado normal se opera en su cerebro


embotado. Recobra penosamente sus facultades anuladas, atrofiadas por doce horas
de obsesión, de idea fija. El autómata vuelve a ser otra vez una criatura de carne y
hueso que ve, que oye, que piensa, que sufre.

10. El enorme mecanismo yace paralizado. Sus miembros potentes, caldeados por el
movimiento, se enfrían produciendo leves chasquidos. Es el alma de la máquina que
se escapa por los poros del metal, para encender en las tinieblas que cubren el alto
sitial de hierro, las fulguraciones trágicas de una aurora toda roja desde el orto hasta el
cénit.
Baldomero Lillo, “El alma de la máquina”.

4. ABRASADOS
A) quemados B) calcinados C) achicharrados D) calientes E) sujetados

5. IMPERIOSO
A) necesario B) urgente C) autoritario D) despótico E) apurado

6. BRIOSOS
A) esforzados B) vigorosos C) enérgicos D) impetuosos E) atrevidos

7. ¿Qué quiere decir que el maquinista se transforme en un autómata?


A) Que solo piensa en una sola idea fija.
B) Que se transforma en una especie de robot.
C) Que controla voluntariamente sus actos.
D) Que pierde su humanidad al funcionar a la par con la máquina.
E) Que sus movimientos son automáticos.

8. ¿Por qué al terminar la jornada de trabajo el maquinista se queda inmóvil?


A) Porque aún debe recobrar sus facultades anuladas por el trabajo.
B) Porque yace muerto en su puesto de trabajo.
C) Porque aún no es su hora de ir a casa.
D) Porque ha perdido toda voluntad y humanidad.
E) Porque no ha oído el pitido que determina el término de la jornada laboral.

9. ¿Porque los obreros miran con envidia al maquinista?


A) Porque el trabajo del maquinista es más fácil.
B) Porque el maquinista es su jefe directo.
C) Porque es el maquinista el que determina el ritmo de la producción.
D) Porque los obreros piensan que tiene un trabajo menos agobiante.
E) Porque no pueden seguir el ritmo de trabajo que les agota hasta el cansancio.

10. ¿Qué nos dice que el narrador relate con tanto detalle las condiciones de trabajo
de estas personas?
A) Que son condiciones de trabajo surgidas de una loca imaginación.
B) Que son condiciones irreales de trabajo que nos hablan de un mundo de ficción.
C) Que son condiciones laborales que solo pueden concebirse en una historia
fantástica.
D) Que son condiciones de trabajo provenientes de una realidad social conocida
hasta el detalle por el autor.
E) Que el autor fue uno de estos trabajadores que envidiaban al maquinista.

11. ¿Cuál es el ambiente descrito por el narrador de la historia?


A) Un ambiente futurista con máquinas imaginadas provenientes de la ciencia ficción.
B) Un ambiente que recrea las condiciones laborales de las grandes ciudades.
C) Un ambiente que recrea las duras condiciones de trabajo de la era industrial.
D) Un ambiente más bien poco realista donde las máquinas dominan al hombre.
E) Un ambiente fantástico donde los hombres son capaces de convertirse en robots
autómatas.

12. ¿Qué tipo de trabajo podemos inferir que realizan tanto los obreros como el
maquinista?
A) Un trabajo forestal.
B) Un trabajo minero.
C) Un trabajo de manufactura
D) Un trabajo ferroviario.
E) Un trabajo de agricultura industrial.

13. ¿Qué se da a entender que ocurriría si el maquinista se distrae de su trabajo?


A) Las tareas de la producción cesarían lentamente su ritmo hasta detenerse.
B) La producción se atrasaría de forma irremediable.
C) Se produciría un accidente de magnitud con consecuencias terribles.
D) Las maquinas se averiarían estropeando el ritmo de producción.
E) Lo echarían de su trabajo o sería destituido de su cargo privilegiado.

TEXTO 5:

“Este dizque era un hombre que se llamaba Peralta. Vivía en un pajarete muy grande y
muy viejo, en el propio camino real y afuerita de un pueblo donde vivía el rey. No era
casao y vivía con una hermana soltera, algo viejona y aburrida”.

Tomás Carrasquilla, En la diestra de Dios Padre

14. Seleccione la opción que al agregarse al fragmento anterior lo convertiría en un


relato de ciencia-ficción
A) “Soñó con una sociedad de máquinas inteligentes que vivían en paz”
B) “Lo que nadie sabía era que Peralta había descubierto una vacuna milagrosa”
C) “Al poco tiempo, el doctor del pueblo atestiguó que Peralta había enloquecido”
D) “Solía ir al establo a conversar con la vaca, que le respondía con seriedad”
E) “Un día, se encontró con unos seres transparentes y se embarcó en su nave”

“El dios Brahma, a quien apenas bastaban sus ocho brazos y sus dieciséis manos
para tapar y destapar vasijas, agitar líquidos y remover mixturas, tomaba algunas
veces un gran canuto, a manera de cerbatana, y así como los chiquillos hacen pompas
de jabón valiéndose de las cañas del trigo seco, lo sumergía en el licor, se inclinaba
después sobre los abismos del cielo, y soplaba en una punta, apareciendo en la otra
un globo candente que al lanzarse comenzaba a girar sobre sí mismo y al compás de
los otros que ya flotaban en el espacio”. Gustavo Adolfo Bécquer, La Creación
(fragmento).

15. El fragmento anterior presenta un mundo ficticio de tipo


I. onírico.
II. mítico.
III. legendario.

A) Sólo I
B) Sólo II
C) Sólo III
D) Sólo I y II
E) Sólo I y III

16. …………… es cierto que existe preocupación por la enseñanza de la ciencia, no se


ha invertido lo suficiente en la construcción de laboratorios.

A) Si bien
B) En realidad,
C) Dado que
D) Claro que
E) No obstante,

17. Una característica del texto escrito es la presencia de títulos y subtítulos,


…………… cumplen la función discursiva de adelantar el contenido del texto, o atraer
la atención del lector. Son, …………… “enunciados síntesis”, que, ……………
organizan el contenido del texto y aparecen en el índice para guiar al lector.

A) quienes sin embargo, también


B) y ellos en cierto sentido, además,
C) los cuales por lo tanto, a la vez,
D) que a veces en sí mismos
E) donde por esta razón, a menudo

18. En una primera etapa, se formulará el proyecto …………… se determinará el


monto de la inversión, sus costos, tiempo y personal necesarios. En una segunda
etapa, se evaluará el proyecto, …………… se medirá la rentabilidad de la inversión.

A) , por ejemplo, así,


B) , es decir, o sea,
C) , pues porque
D) , ya que en seguida,
E) ; por lo tanto, por cuanto,

19. La venganza o Némesis, castigaba a aquellos culpables …………… no alcanzaba


la justicia humana; por ejemplo, los ingratos, los orgullosos, los perjuros, los
inhumanos; sus castigos …………… rigurosos eran justos …………… los reyes
podían librarse de ellos.

A) a quienes , aunque , y ni aun


B) a los que muy ; ni
C) para quienes más y tampoco
D) a los cuales también y
E) que , quizás , aun cuando
20. “La epigrafía”

1. Tipos de epígrafes: funerarios, monumentales, religiosos e históricos.


2. Estudio de las inscripciones grabadas por el hombre en piedra o mármol.
3. Epitafios e inscripciones de leyendas; insignes epígrafes funerarios e históricos.
4. Restauración, traducción y valoración del contenido de las inscripciones.
5. Clasificación de las inscripciones o epígrafes según lengua, época y origen.

A) 2 – 5 – 4 – 1 – 3
B) 4 – 2 – 5 – 1 – 3
C) 2 – 1 – 3 – 4 – 5
D) 4 – 2 – 1 – 3 – 5
E) 2 – 4 – 5 – 1 – 3

21. “El diario”

1. Noticias, reportajes, editorial: algunas secciones del diario.


2. El diario: publicación de cada día.
3. El periódico: publicación esporádica.
4. Telediario: el diario en la televisión.
5. La prensa: una historia antigua.

A) 1 – 2 – 3 – 4 – 5
B) 5 – 3 – 2 – 1 – 4
C) 2 – 3 – 1 – 4 – 5
D) 3 – 2 – 1 – 4 – 5
E) 1 – 2 – 3 – 5 – 4

22. “El candombe”

1. Fiesta del candombe: pantomima de la coronación de los reyes congos, imitando las
costumbres de los reyes blancos.
2. Instrumento característico: el tamboril, tocado con otros tamboriles afinados en
distintos tonos.
3. Comparsa: conjunto de tamboriles.
4. Supervivencia musical del acervo africano de raíz bantú, traído por esclavos
llegados al Río de la Plata.
5. Ritmo sincopado, cultivado en la actualidad en Uruguay.

A) 1 – 2 – 3 – 4 – 5
B) 4 – 1 – 2 – 3 – 5
C) 1 – 4 – 2 – 3 – 5
D) 5 – 4 – 1 – 2 – 3
E) 5 – 2 – 3 – 1 – 4

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