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LA ENSEÑANZA EN LA SEGUNDA REPÚBLICA

MARIANO PÉREZ GÁIAN

RESUMEN. Durante el quinquenio republicano, la educación pública espafiola re-


cibió un impulso de reforma y mejora sin precedentes en nuestra historia. En el ori-
gen de esa polftica educativa estaban las aportaciones procedentes de la Institución
Libre de Ensefianza y del Partido Socialista Obrero Espafiol. El bienio radical-cedis-
ta trató de rectificar la política educativa de los anteriores gobiernos republícanos.
Las condiciones sociales, pol[ticas y económicas de los ahos treinta dificultaron el de-
sarrollo y aplicación de muchas de las iniciativas emprendidas. Las fuetzas de dere-
chas y confesionales opusieron ftrme resistencia a las reformas iniciadas, imponien-
do, tras la guerra civil, de forma implacable su hegemonta.

INTRODUCCIÓN EI desarrollo de una ^ol[tica secto-


rial como la educativa viene, como es
Existen ya suficientes estudios monogr^- obvio, condicionada por un conj unto de
cos sobre la Ensefianza en la Se^unda Re- circunstancias externas, de las que con-
pública que permiten, desde disuntos pun- viene citar al menos alguna. El adveni-
tos de vista, tener una idea cabal de lo que míento de la Segunda República se pro-
aquel pertodo representó, con sus luces y dujo en momentos de ascenso de los
sus sombras, en el ámbito educativo. Por totalitarismos, ascenso del comunismo
ello la mejor propuesta que se puede for- y del fascismo, que tensionaron la vida
mular para el conocimiento de la ensefian- polftica, polarizando a gran parte de la
za en aquel quinquenio es remitirse a la bi- juventud entre sendas corrientes extre-
bliograf(a existente^, si bien trataré de mistas de derecha e izquierda. La demo-
sintetizar, en este arttculo, lo que aqucl pe- cracia liberal se mostró débil ante el em-
rtodo representó en el ámbito educativo. puje de ambos extremismos, vulnerable,

(1) M. PEREZ GA1.(N: La rnstñunza rn la 11 R^pública Espafio/a. Madrid, Cuaciernos para cl Diálogo, 1975.
A. MOLERO PINTAIK7: La rrformu tducativa en la 11 República. Primcr Birnio. Madrid, Santillana, 1977.
M. SAMANIEGO BoNEU: La pohtica tducativa de la URepública durante rl bitnio azañúta. Madrid, Consejo
Superior de Investigaciones Cientfficas, 1977.
C. Loz^NO: La ^ducació» republicana 1931-1939. Barcelona, Universidad de Barcelona, 1980.
C. ALBA TERCF.DOR: aLa educacibn en la II República: Un intento de socíalización de la polftica, del Iibro
colectivo», en I:itwdios sobre la 11 República, seleccionado y presentado por M. RAMtxr7. ^I'ecnos, ]975.

Revúta d^ F_ducacrón, núm. extraordinario (2000), pp. 317-,332 317


finalmente destruida en nuestro país. les de la enseñanza, y los partidos polfticos
Los años treinta son también tiempos de que los representaban, siem^re fue de
crisis económica, tras el crack de 1929. oposición a la pol[tica educativa republi-
Ello condicionó fuertemente las polf- cana, constituyendo el tema educativo
ticas sociales emprendidas por el Go- una fuente constante de conflictos y con-
bierno, afectando, pese a ser la educa- frontación.
ción una de las pollticas prioritarias del Al afrontar el quinquenio republica-
primer bienio, a los presupuestos de la no es obligado establecer cuatro períodos
enseñanza. Hay que tener en cuenta, en el mismo: Gobierno provisional, Bie-
además, que la sociedad española de nio azañista, Bienio radical-cedista y
aquellos años era eminentemente agra- Frente Popular. De estos cuatro perfodos,
ria (47% de la población activa lo era en tres de ellos (Gobierno provisional, Bie-
este sector), con un elevado [ndice de nio azañista y Frente Popular) desarrolla-
analfabetismo (24,8% en varones y ron una pol[tica educativa que podrfamos
39,4% en mujeres). Faltaban maestros, calificar como de estrictamente republica-
faltaban escuelas y las existentes lleva- na, en cuanto que respond[an a concep-
ban una vida lánguida, desvinculadas de ciones y princtpios encarnados en la pro-
las necesidades sociales. pia Constitución. Por su parte, el Bienio
El pensamiento educativo que se radicalcedista puede considerarse como
pone en práctica en la Se^unda República, un perfodo de rectificación de la polftica
a través de la acción legislativa y del Go- educativa precedente, ^ues no sólo se in-
bierno, tiene dos claros orf enes: la Insti- tentá cambiar la Constitución, en cuaren-
tución Libre de Enseñanza ^ILE) y el pen- ta artfculos, sino que se dictaron normas
samiento educativo del PSOE, ambas de menor rango que contradec[an en su
concepciones educativas muy imbricadas espfritu y en su contenido dispositivo a las
mutuamente y a su vez deudoras del pen- elaboradas ^or los republicanos en los pe-
samiento educativo en las escuelas nuevas, rfodos previos.
la escuela activa, la escuela unificada, la es-
cuela laica, es decir, de las vanguardias
educativas de los primeros años treinta del
siglo ^oc.
No serfa posible entender el conflicto GOBIERNO PROVISIONAL (14 DE
educativo, la confrontación a que se llegó ABRIL A 9 DE DICIEMBRE DE 1931)
durante la Segunda República, sin tener
en cuenta yue junto a la concepción edu- Al advenimiento de la Segunda Re^ública
cativa republicana, cuyas rafces estaban en Marcelino Domingo, maestro, miembro
el institucionismo y el socialismo, existfa de la masonerfa y militante del Partido ra-
también, como contrapunto, una ^osi- dical-socialista, se hizo cargo del Ministe-
ción educativa defendida por la Iglesia ca- rio de Instrucción Pública y Bellas Artes
tólica, una concepcidn premoderna, cu ya (M.I.P. y B.A.); subsecretario fue el profe-
base doctrinal fue la encfclica de P[o XI sor pomingo Barnés, de Izquierda Repu-
«Divini Illius Magistri» ( 1929). La ense- blicana, y director general de Primera
ñanza confesional habfa alcanzado una Ensefianza, Rodolfo Llo pis, militante so-
gran influencia en nuestra sociedad me- cialista, y miembro, también, de la maso-
diante numerosas ó rdenes religiosas, pre- nerfa. Los tres estaban vinculados en su
dominio que fue aún más acusado duran- formación académica y profesional a la
te la dictadura primoriverista. El Qapel ILE y su concepción educativa bebla en
desempehado por los sectores confesiona- esa fuente.

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lyIAS Y MFJORES MAESTROS profesorado de la Narmal y de la Inspec-
ción Primaria. Se accedfa directamente al
El problema fundamental con el que se escalafón. Con esta reforma se im plantaba
encontró la Segunda República en el ám- la coeducación en las Escuelas Normales,
bito educativo era la falta de maestros y quedando una Normal ^or provincia ^ara
de escuelas. Eran 36.680 los maestros na- ambos sexos, a excepción de Madnd y
cionales existentes a la llegada de la Re- Barcelona que, por sus habitantes, ten-
pública, distribuidos en dos escalafones, drfan dos cada una. La formacián de los
el prtmero con siete cate gorfas y el segun- maestros en España alcanzó con esta re-
do con tres. La carencia de maestros tratá forma un alto nivel de exigencia y rigor
de cubrirse mediante un plan quinquenal que no habfa tenido hasta entonces y que
por el cual se creaban 5.000 plazas de no tendrfa después de la guerra civil hasta
maestro cada año, salvo el primero, en bien entrados los afios sesenta.
que se creartan 7.000. La ley que aproba- La labor de la escuela se enriquece y
ba este plan gubernamental tiene fecha ensancha en su relación con el entorno,
de 22 de octubre de 1931. Cabe indicar con la sociedad. Ese abjetivo tenia la crea-
que estas p rímeras 7.000 plazas de maes- ción de los Consejos Uníversitarios, pro-
tros creadas por la República lo fueron vinciales, locales y escoíares de Primera
con un sueldo de entrada medio anual de Enseñanza ( Decreto de 9 de junio de
5.000 pesetas. Los dos últimos niveles 1931) que aspiraba a establecer la colabo-
del escalafón> 6.833 maestros que cobra- ración entre todos los niveles educativos
ban 2.000 y 2.500 pesetas anuales, tam- con la implicación de !a Universidad en
bién incrementaron sus retribuciones a las actividades escolares desde las clases
3.000 pesetas (Decreto de 1 de julio de maternales a las enseñanzas de adultos y,
1931, sancionado Qor las Cortes el 9 de también, establecfa que los Consejos
octubre). En los prtmeros meses del Go- Escolares abriesen una relación más estre-
bierno provisional casi 14.000 maestros cha y dinámica entre la escuela y su entor-
vicron mejoradas sus retribuciones en no inmediato. La escuela, se decla en el
contraste con !as mejoras producidas en decreto citado, ^^será redimida del aisla-
los ahos precedentes pues, en el caso más miento de su misión, haciendo de ella una
favorable, 1930, los aumentos sólo afec- verdadera institución popular y contribu-
taron a 600 maestros. yenda a que dis ponga de los medios esen-
Habfa que crear más plazas de maes- ciales para su labor».
tros y dotarlas económicamente mejor En apoyo de las escuelas rurales, aun-
pero, además, había c^ue formar mejores que también con fines de extensión cultu-
maestros. Para ello se impulsó la reforma ral y de educación ciudadana en aldeas, vi-
de las Escuelas Normales (Decreto de 29 llas y lugares fueron creadas las Misiones
de septiembre de 1931) que fue uno de los Peda ógicas (Decreto de 29 de mayo de
jalones más significativos de la polftica 1931^. Los misioneros Ilevaban a los pue-
educativa republicana. Se establecieron blos más apartados de nuestra geografia
tres perfodos para la formación de los teatro, música, conferenciantes, bibliote-
maestras: uno cultural, exigencia del ba- cas, exposiciones. Trataban las Misiones
chillerato para acceder a las Escuelas Nor- Pedagógicas, en palabras su presidente M.
males; dos, profesional, durante tres cur- B. Cossfo, de «despertar el afán de leer en
sos en las Escuelas Normales; y tres, un los que no lo sienten, pues sólo cuando
perfodo de práctica docente, durante un todo espahol, no sólo sepa leer -que no es
curso escolar, en una escuela primaria na- bastante-, sino que tenga ansia de leer, de
cional, bajo la dirección y orientación del gozar, de divertirse, sf, diverrirse leyendo,

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habrá una nueva Espa6a»z. Las Memorias los padres, por el medio que consideren
de las Misíones Pedagógicas, sin embargo, más eficaz, el derecho que les reconoce a
ponen de manifiesto las contradicciones solicitar para sus hijos la instrucción reli-
que esa iniciativa representaba en relación giosa». La circular concluta con las si-
con la situación de la sociedad espa6ola en guientes palabras:
aquellas fechas. Baste recordar las palabras
La supresión de la ense6anza religiosa con
de los misioneros ante la realidad de San
carácter obligatorio no debe significar el
Martín de Castafieda (Zamora): «Necesi- abandono de la dirección moral de los esco-
taban pan, necesitaban rnedicinas, necesi- lares; por el contrario, al perder esta ense-
taban apoyos primarios de una vida insos- hanza su orientacibn dogmática y catequts-
tenible con sus solas fuetzas... y sólo tica, el maestro se esforzará, ahora más que
canciones y poemas llevábamos en el zu- nunca, en aprovechar cuantas oportunida-
rrón misional aquel dta»3. Las necesidades des le ofrezcan sus lecciones en otras mate-
sociales eran incontables y los ^obres me- rias, el diario hacer de la escuela y los altos
dios de que disponfan las Misiones Peda- ejemplos de la vida de los pucblos para ins-
gógicas eran insuficíentes e ínadecuadas pirar en los niiios un alto ideal de conducta.
para satisfacerlas.

BII.INGtiISMO
Z.AICISMO EN LA ESCiJELA
Una de las primetas disposiciones del Go-
A la Ilegada de la Segu nda República la bierno provisional fue el restablecimiento
ensefianza de la religión católica era obli- del bilingiiismo en las escuelas catalanas.
gatoria en todos los centros del pats; por En el preámbulo del Decreto de 29 de
ello, el Decreto de 6 de mayo de 1931 se abril de 1931 se afirmaba:
referta a la libertad religiosa. Libertad reli-
La lengua catalana, proscrita y combatida
giosa era en la escueía, se^ún tl preámbu-
por la Dictadura, era ya antes de dicho régi-
lo, «respeto a la conciencla del nifio Y del
men, y es hoy con más intensidad y mayor
maestro». Se establec[a, en la ^arte dispo-
extensibn, la lengua de uno de los pueblos
sitiva, que la instrucción religiosa no sería
más emotivos y creadores dcl cerritorio his-
obligatoria en las escuelas primarias y en pano, descubre las intimidades de su con-
ningún centro del Ministerio; que los ciencia y expresa sus pensamientos.
alumnos cuyos padres manifestaran el de-
seo de que aquéllos la recibieran, la obten- En la parte dispositiva se establec[a lo
dr[an como hasta entonces; y que, cuando si iente: en las escuelas maternales y de
los maestros no desearan impartir esa en- p^rvulos de Catalu6a se dar[a la ensefianza
se5anza, se le confiar[a a los sacerdotes exclusivamente en la lengua materna, fue-
que quisieran encargarse de ella. se catalana o castellana; en las escuelas pri-
Complementando este último decre- marias se darta también la ensefianza en
to, Rodolfo Llopis publícó una circular lengua materna, fuese catalana o castella-
(13 de mayo) aclaratoria del mismo, en la na, y se ensefiar[a a los alumnos catalanes a
que afirmaba: «Los maestros harán saber a partir de los ocho años el conocimiento y

(2) Memoria del Patronaco de Misiones Pedagógicas. Septiembre de 1931-diciembre de I 933. Madrid,
1934, p. 15.
(3) Memoria de la misión pedagógico-social en Sanabria (Zamora). Resumen de los trabajos realizados
en el afio 1934. Madrid, 1935, p. 16.

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!a práctica de la lengua espafiaía^ por cílti- des en el debate cvnstitucional
mo se faculraba al Seminarxo de pedagogLa predomi;nando finalrnente la en-
de la Universidad de Barceíona para im- m^cnda presentada por Radatfo
partir y arganizar cursos de perfecciona- Llapis al arttculo 48, que all( dande
nikEklCO d^l Cata^^dn. decía ^eí servicio de Ia cuítura na-
cional es atribución del Estado»
añadta Ias siguientes palabras: <+que
^..A EI^TSE1^Ari^A Ei^t LA CtiNST"ITLI^Tt`!iV
la realizar^ rnediante una serie
^piJBi,iCANA
de instituciones educativas enlaza-
Eacisten tres aspectos rccog,idas en !a das por el sistenrka de la escuela uni-
Constitución r^epubli+cana referidc^s a la ficadaH. En la expli^cación de sus
ensefianxa que quiero destacar^ ía eseueía enrniendas, Llop^s se reFkrió a los
unificada, el laicismo escolar y la autona- aspcctos t^cnicas de !a escueta uni-
mía educativa de las regianes autónomas. ficada: «Hay que conseguir que,
desde la escuela rnaternal a ía Uni-
• .^sc^ue,^ unzf:rtu^. El térrnino es- versidad, toáas las instituciones
cuela unificada fue introducido erk que existan en el país [,..] se pro-
Es^sa^ia por Lorenzo Luzuriaga duz,can de tat modc^, que estén to-
qu^en la def nfa de ía siguiente ma- das elías intimarnente coardinadas
nera: «Puede expresar, de un lada, y eníazadas, coma si fuesen eslabo-
un concepto pedagógico, una nue- nes de ía misma cadena^4. Y> junto
va concepción de la vtda escalar y al aspecto técnica, tarnbién planreó
educattva, y de atro, una Fórmuía et aspecto soeial de la escuela unifi-
acc^gida en ios programas sacieta- cada, es decir, cómo se pasaba de
x^os y pollticas en relacián con la un niveí educarivo a otra. Recha-
escueía^'. En su significación peda- zando que el paso de un nivcl a
^ógica el cottcepto escuela unifica- otro se realkzase por motivos eco-
a entroncaba con eí pensamiento nómicos y se hiciese en relación
educativa de Cnmenio, Pestalozzi, can ía capacidad y vocacibn de las
Condorcet, Buissón a M. Bartolo- personas. En eonsecuencia, Rodot-
mé ^ossio, y en el pc^litico-social se fo Llopis takribi^n propuso un nue-
consideraba corno un intento de vo redaCtado de eSCe p^rrafo dei ar-
superacián dc tada peda^ogfa de tículo 48 c[ue quedó ccrkno si^ue:
clases, habiendo sido, por ello, el <rl,a Re^úbiica íegislar^ en el sentkdo
concepco de cscuela unkficada y su de facklktar a tadc^s !os espafiales eccr
desarrollo, incorporado al pragra- nómicazrkente necesitados el acceso a
tna educativo del PSC}E en Und^- todas ias grados de ense^ianza, a fin
cimo c+^n^resv, celebrada en 1918. de que na se haílen condicianados
Eí concepto escuela unil'icada su- más que por la actitud y ía voca^
frió disttntas alternativas y vicisitu- ción»^. Se trataba, en consecuencia,

{4) L, t.vzutttnc;A: «tdca de !a ^stutta t3nica+^, en Rrus:srrt de Pr^agagla, septiembre de l931, PP. 4a5-411.
{5} Incervrneián en !as Cortes C^onstítuyences de Radal^n I.iopis e} 2D dc octubre de I^?31, en ^, IAt^Fz
S^viti.a: Ell'artido Snci^tlistrr Cabrera Espaitol rn lus (^ortrs ^onstituyrntrs dr Gz Srpurrda Rrpública. México, Edi-
ciones C'abYo Iglesias, 1969, Pp. 3G5-3C^G.
{G} Para eneender mejor el scntido de !as rnmirndas sveialiseas at arttculn ^^ 8 dc Ia Cnnscituciñn republi-
cana> ver í1. L^.c>p^y: Lt1 Rrvoíucidn en la rsrurfn. iv4adFid, t^)33, }^}^. 2 t0-223.

32i
de facilitar el acceso no sólo a la en- la enseñanza de las ordenes religiosas y di-
señanza superior, sino a todos los solvta la Compañfa de Jesús. Las posiciones
grados y niveles de enseñanza. se radicalizaron y así, mientras Gil Robles
• Laicismo escolar. EI Gobierno se mostraba contrario a esa Constitución y
provisional era defensor de la liber- partidario de abrir un nuevo período cons-
tad religiosa por lo que no podía tituyente, Azaña afirmaba de la manera
mantener la obligatoriedad de la en- más rotunda:
señanza religiosa en las escuelas y, En ningún momento, bajo ninguna condi-
en consecuencia, elaboró el Decreto ción, en ningún tiempo, ni mi partido, ni
de 6 de mayo al que ya hemos he- yo en su nombre, suscribiremos una cláusu-
cho referencia. La obligatoriedad de la legislativa en virtud dc la cual se siga en-
la enseñanza religiosa venta de atrás, tregando a las órdenes religiosas el setvicio
de la ley Moyano ( 1857) y del Con- de la ensefianza. Eso, jamás. Yo lo siento
cordato ( 1851), y aunque posterior- mucho; pero esa es la verdadera defensa de
mente se aprobó la Constitución la República^.
de 1876 en la que se afirmaba el res-
peto a las distintas creencias religio- Completaba los aniculos 3 y 26 de la
sas y el Conde de Romanones, en Constitución republicana el arttculo 48,
1913, manteniendo la obligatorie- que afirmaba que toda la enseñanza en
dad de la enseñanza religiosa, esta- Fspaña serta laica, haciendo del traba^o el
bleció la salvaguarda de que queda- eJe de la actividad metodológica e insplrán-
rtan exceptuados de la misma los dose en ideales de solidaridad humana. Se
hi'os de los padres que profesasen reconocta a las Iglesias el derecho a enseñar
re^igión distinta de la católica, ni la sus respectivas doctrinas en sus propios es-
Constitución de 1876, ni el decreto tablecimientos. En defensa del laicismo en
de Romanones secularizaron la en- la escuela Llopis hizo una intervención en
sefianza. La dictadura de Primo de la que recogiendo las palabras de Fernando
Rivera no hizo sino acentuar el ca- de los Rfos, «en España el respeto es revolu-
rácter confesional y clerical de nues- cionario» , afirmaba que ^da enseñanza laica
tro sistema educativo. en España supone, sobre todo, por no decir
únicamente, respeto a la conciencia del
La Consticución de la Segunda Repú- niño y respeto a la conciencia del maestro 0
blíca trató de consolidar el proceso de se- profesor», indicando que «la forma de res-
cularización, afermando que «el Estado es- petar la conciencia del niño es que queden
pañol no tiene religión oficial» (art. 3.°). a la ^uerta de la escuela toda clase de dog-
Esa era la resultante del debate parlamen- matlsmos»8.
tario que habta puesto de manifiesto las
posiciones encontradas entre quienes de-
fendfan, republicanos y soclallstas, un ENSEÑAN'LA Y ALJ'1'ONOMIA NEGIONAL.
Estado aconfesional y la derecha católica
partidaria de la unidad católica. El que terminarfa siendo el arttculo 50 de
Mayor rechazo entre los sectores cató- la Constitución republicana tuvo un polé-
licos tuvo el debate y aprobación del ar- mico debate, como era previsible dada la
t[culo 26 de la Constitución que prohibfa composición de la Cámara y la pasión que

(7) M. ?v.nÑn: Obras Complrtus, tomo II, p. 57.


(8) E. LbrEZ SFVU.tn: Ob. rit. pp. 367 y 368. Ver nota (G).

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el asunto despertaba. Sucesivamente fue- nuestros hijos, en la cual hemos vertido
ron rechazadas distintas propuestas reali- nuestros pensamientos, los frutos de nues-
zadas por socialistas, radicales y hasta por tras vigilias, con la misma emoción aman
el propio Miguel de Unamuno, cuyas ro- también la suya nuestros hermanos de Vas-
tundas afirmactones no facilitaban el en- conia, de Galicia y de Cataluha; y si noso-
tendimiento. El acuerdo fue buscado por tros pondrfamos todo nuestro esfuerzo si
unos y por otros mediante aplazamientos amenazara la más leve sombra de coacción a
nuestra lengua, si nosotros lucharfamos sin
y reuniones nocturnas. La enmienda que
freno y sin tregua para obtener la libertad
finalmente prosperó, convirtiéndose en el
de la lengua castellana, tenemos también la
artículo 50 de la Constitución, fue la pre- obligación de asentir con el mismo entu-
sentada, como primer firmante, por Clau- siasmo a lucha sin freno y sin tregua por el
dio Sánchez Albornoz, que firmaron tam- mantenimiento y el reconocimiento de sus
bién, entre otros, Antoni María Sbert, idiomas de la otras regiones hermanas de
Lluis Cornpanys, Lluis Nicolau D'olwer, Castilla9.
Joaquín Xirau, Pere Corominas, Vicente
Risco, Oscar Es lá, José Ortega ^ Gasset, El artfculo 50 establecía, entre otras
Ramón Pérez dé Ayala y Francisco Bar- cuestiones, que las regiones autónomas
nés. Conflutan en esta enmienda los radi- podrfan organtzar la enselíanza en sus len-
cal-socialistas, Acción Republicana, el guas respectivas de acuerdo con las facul-
grupo al Servicio de la República y dipu- tades que se concediesen en sus Estatutos.
tados catalanes de Ezquerra Republicana. Sería obligatorio el estudio de la lengua
Defendió la enmienda Sánchez Albornoz, castellana, usándose ésta como instru-
quien empezó diciendo que la enmienda mento de ense6anza en todos los centros
de instrucción primaria y secundaria de
presentada no respondta exactamente al
las regiones autónomas. El Estado ejerce-
pensamiento de ninguno de los firmantes
ría la suprema inspección en todo el terri-
pero que todos habían aceptado su texto
torio nacional.
con la visra puesta en el porvenir de la Re-
publica. Afirmó que «en el problema de
las lenguas radica la nueva organización
BIENIO AZAÑISTA (DICIEMBRE DE
de Espafia y mientras no lo resolvamos se-
1931 A DICIEMBRE DE 1933)
guirán gravitando sobre ella los problemas
regionales». Aseguró que la finalidad de la
Aprobada la Constitución, e19 de diciem-
enmienda presentada no era otra que la de bre de 1931, Alcalá Zamora es elegido
buscar solución al problema de las lenguas presidente de la República, y Azafia plan-
y terminó con las siguientes palabras: tea la protocolaria crisis de Gobierno. En
Sólo mediante la concesión de las máximas el nuevo Ejecutivo, presidido también por
libertades y de los má^cimos respetos a las Azafia, se produce el cambio en el Minis-
hablas regionales podremos encontrarnos terio de Instrucción Pública y Bellas Artes
codos a gusto dentro de este Estado que es- (M. de I. P. y B. A.), al que se incorpora
tamos edificando todos juntos. Porque> se- Fernando de los Rfos en sustitución de
6ores diputados de habla castellana, de la Marcelino Domin^o, quien se hace cargo
misma manera que nosotros amamos nues- de la cartera de Agrtcultura. Se mantienen
tra lengua, que ha sido la lengua de nuestros Domingo Barnés como subsecretario y
padres, que lo es de nuestras mujeres y de Rodolfo Llopis, como director general de

(9) Diarro de Serianes, 22 de ocrubre de 1931.

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Primera Ensefianza. La continuidad de la edad escolar se necesitaba la creación de
polftica educativa desarrollada en los pri- otras 27.151, en aquel momento. Se daba,
meros meses de la República no sólo está además, la circunstancia de que, cuando
garantizada por la permanencia de Barnés los republicanos accedieron al poder, el
y Llopis sino por la incorporación de Fer- Presupuesto de 1931 destinaba ocho mi-
nando de los R[os, destacado catedrático llones a construcciones escolares, de los
socialista, vinculado a la Institución Libre cuales ya se habían gastado 3,7 millones
de Enseñanza y a la masonerfa. La dura- de pesetas, por lo que sólo dispon[an de
ción del mandato de Fernando de los Rfos 4,8 millones, uno de los cuales estaba des-
en Instrucción Pública es el más largo en tinado reviamente a las construcciones
esta cartera en el pertodo re^ublicano, de Madpid. Tampoco los presupuestos de
pues transcurre del 15 de diciembre de 1932 consiguieron introducir partidas
1931 al 12 de junio de 1933, fecha de su para obra nueva; sólo conten[an las canti-
dirnisión; en total, 19 meses, que repre- dades necesarias para continuar las obras
sentan el 28% aproximadamente del subastadas. Asf pues, el Gobierno presen-
quinquenio republicano. tó a las Cortes un proyecto de ley para
concertar un empréstito de 400 millones
de pesetas para construcciones escolares,
CONSTRUCCIÓN Y MEJORA DE LAS que el Parlamento votó favorablemente el
F.SCUF.LAS 1 G de septiembre de 1932. Por dicha ley la
República podfa gastar, en ocho a6os, en
En la ense6anza el problema fundamental construcciones escolares 400 millones de
con que hubo de enfrentarse la Se^unda pesetas, que unidos a las aportaciones que
República fue la insuficiencia del numero correspondfan a los ayuntamientos, unos
de escuelas, lo cual ocasionaba que un nú- 200 millones de pesetas, completaban un
mero importante de niños y adolescentes total de G00 millones, que representaban
estuviese sm escolarizar. Las causas de esta el mayor esfuerzo económico realizado
desescolarización tenfan su origen en ra- en construcciones escolares en Espafia
zones de carácter social y económico. Una hasta aquella fecha y también el mayor es-
de las primeras medidas del Gobierno fuerzo que en aquellos afios realizaba pats
provisional habfa consistido en determi- alguno.
nar con precisián el déficit de escuelas En los intentos por la mejora de la es-
existentes, ast como cuántas estaban en cuela cabe destacar en este pertodo la crea-
funcionamiento, pues, como afirmaba ción de la Sección de Pedagogfa en la Fa-
Llopis en la «Revista de Pedagogfa», «no cultad de Filosof[a y Letras de la
habfa manera de poseer una estadtstica Universídad de Madrid (decreto de 27 de
medianamente seria que nos advirtiese del enero de 1932) con un doble objetivo:
número y calidad de las escuelas existen- primero, el «cultivo de las ciencias de la
tes, del número de maestros, de su matrt- educación y el desarrollo de los estudios
cula y dc su asistencia»'Ó. pedagó^icos superiores» y, segundo, la
EI resultado del trabajo encargado por formación del profesorado de Segunda
Llopis a los inspectores fue que Espa6a te- Enseñanza, de las Escuelas Normales,
n(a en funcionamiento 32.680 escuelas, y Inspección de Primera Ensefianza y direc-
para atender a todos los nifios y nifias en tores de Escuelas Graduadas.

(10) Reaista de Pedagog/a, mayo de 1932.

324
Desde el advenimiento de la Repúbli- Congregaciones religiosas, aprobada el 17
ca, la Inspección de Primera Enseñanza de mayo de 1933.
tuvo la máxima atención por parte del M. La primera circular que hizo pública
de I. P. y B. A. Se anularon nombramien- Rodolfo Llopis, una vez aprobada la Cons-
tos arbitrarios realizados ^or la Dictadura, titución, tiene fecha de 12 de enero de
se aprobaron nuevos crlterios y normas 1932, y en ella, tras afirmar que « Fspaña,
para el ingreso, se posibilitó que los mejo- va a renovar profundamente su vida» y que
res maestros, sin necesidad de abandonar la República confiaba en gran parte esa re-
la escuela, se incorporasen a la función novaclón a los maestros, se establec(an cua-
inspectora; en los presupuestos de 1933, tro ep[grafes, los tres primeros dirigI'dos al
sobre una plantilla, en 1932, de 212 ins- maestro como educador, a la vitalización
p^ectores, se crearon cien nuevas plazas. de la escuela y a la unián entre la escuela y
Toda la normativa sobre la Inspección el pueblo, respectivamente. El cuarto y'ul
quedó sistematizada en el decreto dc 2 de tlmo ep[grafe de la circular declaraba quc la
diciembre de 1932, poniendo de mani- escuela habla de ser laica, lo que significaba
fiesto el nuevo carácter de la función ins- «que la escuela sobre todo ha de respetar la
pectora menos burocrática y más técnica. conciencia del ni6o. La escuela no puede
Se trataba de acercar el inspector a la es- ser dogmática ni ser sectaria. Toda propa-
cuela y al maestro con afán tutelar, con ganda pol[tica, social, filosófica y religiosa
ánimo de a^ortar su ciencia y su experien- queda terminantemente prohibida en la es-
cia, convlrtiendo al ins pector en un profe- cuela. La escuela no puede coaccionar las
sor ambulante, transformándole en un conciencias. A1 contrario, ha de respetarlas.
verdadero consejero escolar que trabajase Ha de liberarlas». Y continuaba: «La escuc-
en la escuela con el maestro. Se creó la la, en lo sucesivo, se inhibirá en los proble-
Inspeccidn Central de Prímera Ensefianza mas religiosos. La escuela es de todos y as-
con la finalidad de coordinar los distintos pira a ser para todos».
centros y profesores, as[ como asesorar a la Las últimas indicaciones de Llopis a
Dirección General de Primera Ensefianza. los inspectores eran para que hiciesen lle-
gar a los maestros sus instrucciones de for-
ma «que no puedan herir los sentimicntos
LAICISMO F,SCOI.AR
religiosos de nadie»'^.
Tres 1[neas de actuación, en s[ntesis, cabe • Dísolucí6n de la Com afita de Jesú.c.
establecer en el desarrollo constitucional La disolución se prodúJ'o en decreto
en esta cuestión en el bienio azafiista: el de 23 de enero de 1932, en cum^li-
laicismo en la escuela primaria; la disolu- miento del art. 26 de la Constltu-
ción de la Compafi[a de Jesús en cumpli- ción, pasando los biencs de la Com-
miento del art[culo 26 de la Constitución, pafi[a a propiedad del Estado, que
y la sustitución de la enseñanza impartída los destinar[a a fines benEficos y so-
por las Órdenes y Congregaciones Reli- ciales. Las iglesias de la Compafi[a,
glosas, tanto en la ensefianza primaria sus oratorios y objetos afectos al cul-
como en la secundaria, según lo estableci- to se ceder[an a los ordinarios de las
do por el articulo 26 de la Constitución, y diócesis en que radicasen. Desdc el
concretado por la ley de Confesiones y debate en las Corres del art[culo 26,

(11) La Circular de 12 de cnero dc 1932, en cl libro de R. L^.^^ris: La Revalución rn la acuela, pp. 220,
221 y 22z.

325
las reacciones contrarias al mismo aunque subterránea, existencia»12, y
no dejaron de aumentar. Primero el segundo afirmaba: «Los colegios
fue la cana de los provinciales de la de segunda enseñanza mantuvie-
Compañ(a de Jesús a las Cortes; ron, por lo ^eneral, una próspera
después, aprobada la Constitución, vida clandesana, y a veces resurgie-
la carta colectiva del Episcopado es- ron a pocos metros de los edificios
pañol en la que un ep(grafe comple- incautados por la República»13.
to estaba dedicado a la Compañla • Sustitución de la enseñanza imparti-
de Jesús. Cuando se publicó el de- da^or las Órdenes Congregaciones
creto de disolución, entre otras ac- relrgiosas. La ley dé Confesiones y
tuaciones, hubo una declaración del Congregaciones religiosas aproba-
papa PIo XI, quien consideraba a da el 17 de mayo de 1933 y cuya
los lesuitas «mártires del Vicario de ^ublicación se retrasó hasta e12 de
Cristo»; el nuncio, Tedeschini, pre- ^unio estableció los plazos, en una
sentó una nota de enérgica ^rotesta de sus disposiciones transitorias, en
al Gobierno; se elevó un dictamen los que las Órdenes y Congregacio-
de varios abogados al Gobierno por nes religiosas cesar(an en el e^erci-
los ^rovinciales de los jesuitas, y se cio de la enseñanza: el 1 de octubre
reahzaron manifestaciones de adhe- de 1933 para todo tipo de ense-
sión a los jesuitas, la más importan- ñanzas, excepto la primaria, que
te celebrada ante el santuario de Lo- terminar(a el 31 de diciembre de
yola. La gran mayor[a de los centros ese mismo año. La ley tuvo una tra-
escolares de la Compañ(a de Jesús mitación prolongada y polémica,
que fueron incautados pasaron a y, una vez aprobada, encontró la
depender del M. de I. P. y B. A. y respuesta contundente del episco-
fueron destinados a fines educativos pado español en su declaración
en sus distintos niveles. Aunque a conjunta del 2 de junio y del Papa
veces se confunde la disolución de P(o XI que hizo ^ública, sobre el
los jesuitas con su expulsión, hay asunto, su enc(clica «Dilectissima
nobis», el dta 3 de junio de 1933.
que indicar que la República, al
La declaración conjunta de los
contrario de lo que hizo Carlos III,
obispos espafioles es una pieza cla-
no ex^ulsó a los jesuitas, sino que
ve para conocer los altos niveles de
disolv^ó la institución. Gran núme-
confrontación alcanzados con mo-
ro de jesuitas continuaron viviendo
tivo de la enseñanza y que radicali-
y ejerciendo su actividad en España.
zar(an aún más a la sociedad espa-
As[ es reconocido por autores tan ñola.
dispares, en épocas diferentes, como
Américo Castro y Ricardo de la El número de alumnos en cenrros di-
Cierva. El primero habló «de la cre- rigidos por Comunidades Religiosas era:
ciente prosperidad de la extinguida en segunda enseñanza, 20.684 y en pri-
Compañ(a de Jesús, que bajo otros mera enseñanza, 352.004. La sustitución
epígrafes ampl[a sus colegios y se en la enseñanza secundaria se realizó cons-
presta a gozar de una espléndida, tituyendo una Junta de Sustitución y

(12) El Sol, 13 de agosto de 1933.


(13) R. [^e iA C ^FRVn: Historiu dt la Guerra Civi! española, p. 468.

326
creando, en colaboración del M. de I. P. y Estado y con los recursos de la Hacienda
B. A. y con Diputaciones y Municipios, de la Generalidad. El Gobierno de la Re-
20 Institutos 1Vacionales, 38 Institu- pública, a propuesta de la Generalidad,
tos-Elementales y 40 Colegios Subvencio- podrfa otor^ar a la Universidad de Barce-
nados que emprendieron su actividad lona un régimen autonómico.
educativa en los micios el curso 1933-34. A lo largo de 1933 fueron creados los
La sustitución de la enseñanza primaria Consejos Regionales de Catalufia tanto de
impartida ^or las Órdenes Reli^iosas no Ensehanza Primaria como de Ensefianza
corrió la misma suerte. Los sucesivos cam- Media con el objeto de organizar y dirigir
bios polfticos en la Presidencia del Go- sendos niveles educativos en el ámbito te-
bierno en el verano de 1933, Azaña susti- rritorial de Catalufia. Tal como establec[a
tuido por Lerroux y éste por Martínez el apartado tercero, del artfculo séptimo,
Barrio, y los cambios que se produjeron del Estatuto de Cataluña, la Generalidad
en el M. de I. P. ^ B. A., Fernando de los propuso al Gobierno de la República
Rfos dejó el mintsterio el 12 de 'unio de otorgar a la Universidad de Barcelona un
1933, siendo sustituido por I^rancisco régimen autonómico, que fue concedido
Barnés y éste, en septiembre, por su her- por decreto de 1 de junio de 1933. En
mano Domingo; simultáneamente se pro- consecuencia se organizaba la Universi-
dujeron diversos cambios en la subsecre- dad de Barcelona como universidad úni-
tarfa y en la Dirección General de Primera ca, regida por un patronato, y que habrfa
Ensefianza tras la dimisión de Rodolfo de ofrecer a las lenguas y las culturas cata-
Llopis, por la Ley de Incompatibilidad, el lana y castellana garant[as de convivencia,
28 de abril de 1933. Todos estos cambios, en igualdad de derechos para profesores y
y la inestabilidad consecuente, llevaron a alumnos. De los diez miembros del patro-
la convocatoria electoral, cuya segunda nato, cinco fueron nombrados por Ia Ge-
vuelta se celebró el 3 de diciembre de neralidad: Joaqufn Balcells, Josep Xirau,
1933, con el triunfo de la derecha. EI nue- Domingo Barnés, Pompeu Fabra, y
vo Gobierno surgido de las elecciones era Agusti Pi i Sun yer y otros cinco por el
contrario a la aplicación de la ley de C. y Gobierno de la República: Cándido Bo-
C. Religiosas. lfvar, Américo Castro, Antonio Garcta
Banús, Gregorio Marafión y Antoni
Trfas i Pujol. El rector de (a Universidad
ENSF.PAN'I.A F^N CA'1'A1.LJÑA también formaba parte del Patronato,
como vocal, siendo primero> Serra Hun-
El reconocimiento de los derechos educa- ter y, tras su dimisión, ocupó el rectorado
tivos de las nacionalidades y regiones que- Bosch Gimpera, que hasta entonces ha-
dó recogido en el artfculo 50 de la Consti- bfa sido decano en la Facultad de Filoso-
tución republicana y, en el caso de ffa y Letras.
Cataluña, por su propio Estatuto aproba-
do en septiembre de 1932 tras prolongado
debate.
El Estatuto establec(a que la Generali- BIENIO RADIC'.AL-CEDISTA
dad de Cataluha podrla crear y sostener (DICIEMBRE 1933 A FEBRERO DE 1936)
centros de enseñanza en todos los grados y
órdenes que estimase oportuno, con arre- Las elecciones dieron la victoria a los par-
glo a lo dis puesto en el artfculo 50 de la tidos de la derecha y representaron un re-
Constitución, con independencia de las troceso de los partidos republicanos de iz-
instituciones docentes y culturales del quierdas, y se celebraron a dos vueltas, el

327
19 de noviembre y el 3 de diciembre de va, subsecretarla, direcciones generales,
1933. Distintas razones están en el origen dificultaba la continuidad y el rigor de
de este resultado electoral, entre otras, el una pol[tica educativa que beneficiase a
desprestigio del Gobierno tras los sucesos los ciudadanos.
de Casas VieJ^as, la reorganización de las Un hecho de gran significación del
derechas nucleadas desde marzo de 1933 segundo bienio fue la frustrada revolu-
en torno a la CEDA, la misma ley electo- ción de octubre de 1934. La represión
ral que favorecfa las agrupaciones de parti- del Gobierno sobre quienes participaron
dos (las izquierdas comparecieron dividi- en la misma y propuestas, como la for-
das), el voto femenino que, siendo una mulada por Lerroux en julio de 1935, de
reivindicación republicana, según mu- reforma constitucional de 40 artfculos en
chos, fue de claro signo conservador, la ltnea con los planteamientos cedistas,
abstención de los anarquistas, son las ra- fueron creando las condiciones de enten-
zones que se aportan sobre el predominio dimiento entre los partidos republicanos
de las derechas en las Cortes de 1933. que posibilitarlan el Frente Popular en
Sean éstas u otras las razones de la vic- 1936.
toria electoral de las derechas, el hecho es Es evidente que este marco adminis-
que a^partir de esas elecciones el Gobierno trativo y polftico condicionó de manera
cambió de dirección y se produjeron, con- sustancial la pol[tica educativa del segun-
secuentemente, nueva orientación y di- do bienio en el que se trataron de rectifi-
rectrices con respecto a la polftica educati- car las directrices seguidas en el bienio an-
va llevada a cabo en el pnmer bienio. terior.
Hay que recordar que en los dos años
y medio en que discurre el bienio radi- Durante los afios 1934 y 1935 se crea-
cal-cedista fueron presidentes de Gobier- ron un total de 2.575 plazas de maestros,
no Lerroux, Samper, Lerroux de nuevo, lo que contrasta con el per[odo preceden-
Chapaprieta y Potela Valladares, siendo te, pues, en los meses de 1931 y en los
en ese perfodo ministros de Instrucción afios 1932 y 1933, la República creó
Pública José Pareja Yébenes, Salvador de 13.580 nuevas plazas de maestro, lo que
Madariaga, Filiberto Villalobos, Joaqufn pone bien a las claras el interés de unos y
Dualde, Ramón Prieto Bances, Dualde otros por la mejora educativa.
otra vez, Juan José Rocha, Luis Bardaji, Se intentó, además, en este segundo
Manuel Becerra y por segunda vez Filiber- bienio, desmontar la reforma de las
to Villalobos. Como se ve, demasiados Escuelas Normales de 29 de septiembre
cambios, cinco en la Presidencia del Go- de 1931, presentándose en las Cortes dis-
bierno y diez en el Ministerio de Instruc- tintas proposiciones de ley en esa direc-
ción Pública, en veintiséis meses para rea- ción, siendo la coeducación uno de los
lizar una labor eficaz. De todos los ejes de la polémica sostenida por los secto-
ministros de este perfodo, el que ma yor res conservadores y confesionales contra
tiempo se mantuvo en el cargo fue F. Vi- la reforma. Su propuesta consist(a en re-
llalobos, que lo ejerció durante 391 dfas, ducir la preparación del Magisterio, du-
siendo M. Becerra el de menor duración, plicar el número de Escuelas de Magiste-
pues solamente lo ejerció durante dieciséis rio, una por sexo, acabando con la
dfas; otros como S. de Madariaga, R. Prie- coeducación, volvfa la ense6anza libre del
to Bances, J. J. Rocha y L. Bardaji no lle- magisterio y se terminaba con el acceso
garon a los dos meses en su mandato. Ello, automático al escalafón. La conocida obra
unido a los cambios que se producfan en de Alejandro Casona «Nuestra Natacha»
otros niveles de la administración educati- recoge el clima de confrontación existente

328
en aquellos años entre los defensores y de- legal- no hay un solo centro de Segunda
tractores de la coeducación14. Enseñanza que esté regentado por religio-
También fue rectificada, en el segundo sos. Todos los antiguos centros han sido
bienio, la actuación seguida en la inspec- modificados totalmente y hoy en ellos po-
ción de primera enseñanza suprimiéndose drá haber religiosos que enseñen, pero no
la Inspección Central de Primera Ense6an- como tales religiosos, sino como ciudada-
za cuyas funciones, de coordinación y ase- nos espafioles que están en posesión de tltu-
los de licenciados en Letras y en Ciencias, y
soramiento, eran tanto más necesarias
con arreglo a la Constitución y a todos los
cuantos más cambios se produc(an en el
preceptos legales vigentes tienen perfecto
ámbito pol[tico. Fue suprimida, a su vez, la
derecho a ensefiar's.
inamovIlidad de los inspectores en su «car-
go y destinoN, disociándose, en la nueva Gil Robles, haciendo balance de los
dispostctón, entre la inamovilidad en el seis primeros meses dcl segundo bienio,
c^rgo y en el destino, lo cual dejaba a los a^rmaba:
inspectores en una situación de vulnerabi-
lidad ante los intereses partidarios y de in- En primer lugar, de haber continuado las
fluyentes personajes de pueblos y ciudades. cosas como antes, el primero de octubre
Las Ordenes Religiosas debtan dejar para una ensefianza, y el primero de enero
de impartir sus ensefianzas, el 1 de octu- para otra, hubiera cesado la cnscñanza de
bre en la ensehanza media y el 31 de di- los religiosos y los padres católicos no hu-
ciembre en la ense6anza primaria, seg ún bieran tenido colegio cn Espafia donde en-
establecla la Ley de Confesionesy Con- viar a sus hijos. No se ha sustituido la ense-
fianza [de las Órdenes Reíigiosasj. Ya
gregaciones Religiosas. Pareja Yébenes,
pueden presentarnos cuantas cuentas quie-
pnmer ministro de I. P. y B. A. del segun-
ran si hemos salvado las conciencias de
do bienio, presentó e129 de diciembre de
cientos de miles de nihos1ó.
1933 un proyecto de ley contrario a la sus-
titucián de las Órdenes Religiosas ^, aun- unto a estas cualificadas o piniones,
que ese proyecto no llegó a discutirse, en los ^atos que aporta el Armario de Educa-
realidad las Órdenes Religiosas siguieron ción y de la Ensefianza Catálica del curso
impartíendo sus ensefianzas bajo distintas 1935-36 evidencian la pujanza de la ense-
denomtnaciones. Baste recordar las pala- ñanza católica en la Espafia republicana a
bras pronunciadas por JosE Ibáfiez Mart[n pesar de la vigencia de leyes como la de C.
en el dcbate presupuestario de 1934: y C. Religiosas.
I.as Congregaciones religiosas que con arre- La actividad desarrollada en aquellas
glo a la ley de C. y C. Religiosas no pueden fechas por organizaciones como la Federa-
enseñar se han pucsto dentro de la Consti- cibn de Amigos de la Enseñanza (FAE),
rución y hoy en España -ésta es la verdad que agrupaba fundamentalmente a las

(14) EI rechazo de la coeducación desde las posiciones de derechas tenLan su origen en la encíclica «Divi-
ni Illius Magistri^^ de P(o XI en la que se aFirmaba:
«Igualmente erróneo y pernicioso a la educación cristiana es el método ]lamado de la coeducación, funda-
do también según muchos en el naturalismo negador del pecado original y además, según todos los sostenedo-
res de este método, en una deplorable confusión de ideas que trueca la legftima convivencía humana en una
promiscuidad e igualdad niveladora^^ (31 de diciembre de 1929).
(15) Diario rli Saioner> 27 de junio de t 934.
(16) J. M. Gt ^. RoBt.ES: discurso en la inauguración de los nuevos locales de Acción Popular cn Madrid,
en El Debaa 2 de junio de 1934.

329
brdenes Religiosas, o la Confederación fueron procesados y encarcelados, y, aun-
Católica de Padres de Familia, cuya cuarta que el fiscal pidió condena perpetua para
asamblea, celebrada en Covadonga en ju- ellos, fueron puestos en libertad en di-
lio de 1934, ten(a como objetivo la «re- ciembre de 1934.
conquista de la enseñanza», o la Sociedad
Anónima de Enseñanza Libre (SADEL),
cuyo objetivo era dar cobenura legal a la
EL FRENTE POPULAR (FEBRERO DE
enseñanza impartida por las órdenes reli-
1936 A JULIO DE 1936)
giosas, entre otras instituciones, ponen de
manifiesto la gran movilización produci-
da en la sociedad por los sectores confesio- Las elecciones celebradas el 16 de febrero de
nales de la enseñanza aquellas fechas y 1936, en segunda vuelta el l de maizo, die-
cuya hegemonta se harta sentir dc forma ron mayoría a las fueizas a^rupadas en d
implacable tras la guerra civil. Frente Popular. Los partidanos que forma-
La autonornfa de la enseñanza en Cata- ban el Frente Po^ular eran los siguientes:
lufia también fue rectificada en el segundo Izquierda Repubhcana, Unión Republica-
bienio. Un mes después de la frustrada revo- na, P.S.O.E., U.G.T., Juventudes Socialis-
lución de octubre, el 1 de noviembre de tas, Partido Comunista, Partido Sindicalista
1934, quedaban disueltos el Patronato de la y P.O.U.M. El programa mfnimo del Fren-
Universidad de Barcelona, los Consejos re- te Popular dedica su punto octavo a la ense-
^onales de primera y segunda ensefianza de ñanza indicando que «La República tiene
atalufia y hasta el patronato escolar de c^ue considerar la enseñanza como atribu-
Barcelona que estaba regulado por norma ción indeclinable del Estado, en el superior
anteriar a la llegada de la Re púbhca, por de- empefio de conseguir en la suma de sus ciu-
creto de 3 de septiembre de 1930. En el dadanos el mayor grado de conocimientos
preámbulo del decreto de 1 de noviembre y, por consiguiente, el más amplio nivel
de 1934 por el que se disolvfan las institu- moral por encima de razones confesionales
ciones autonómicas educativas de Catalu6a, y de clase social».
se afirmaba que al amparo de la Constitu- Se comprometfan también a impulsar
ción y del Estatuto « nacieron organismos y la creación de escueias de ^rimera ense-
se cedieron funciones por el Estado que re- ñanza, estableciendo cantinas, roperos,
basaban los llmites de la ley». Las funciones colonias escolares y demás instituciones
encomendadas a los organismos disueltos complementarias al ritmo de los primeros
fueron asumidas por un comisario general a6os de la República; a crear ense6anzas
de la ensehanza, nombramiento recafdo ini- medias y profesionalcs que fuesen necesa-
cialmente en Ramón Prieto Bances, a la sa- rias para los ciudadanos; a concentrar las
zón subsecretario de Ministerio de I. P., enseñanzas universitarias y superiores
siendo sustituido por V'icente Alvarez Ra para que fuesen debidamente atendidas; a
drtguez Villamil y éste por Salvador Manf- poner en ejecución los métodos necesarios
nez Moya, ocupando su plaza, tras su cese, para asegurar el acceso a la ense6anza me-
por da vez, Prieto Bances. dia y superior a la juventud obrera y> en
o sólo fueron suprimidos en el se- general, a los estudiantes seleccionados
gundo bienio los organismos encargados por su capacidad; los ^artidos coligados se
de desarrollar la autonomta educativa en comprometfan también a reponer en su
Catalutía, sino que personas de tanta rele- vigor la legislación autonómica votada en
vancia cultural y educativa en el Principa- las Cortes Constituyentes y a desarrollar
do como Pompeu Fabra, Josep Xirau, los principios autonómicos consignados
Antoni Tr(as i Pujol y Bosch Gimpera en la Constitución.

330
El programa no introducia noveda- La escuela no ha de ser un asilo, ni un lugar
des educativas> siendo, por el contrario, de resguardo, ni la institución donde se
expIicítamente contínuador de la politica aprenden las primeras letras. [...] Ha de ser
desarrollada en este sector en el primer taller y jardin, centro de actividad, est(mulo
bienio y por el gobierno provisional. La y ordenación del espíritu> preparación del
continutdad no sólo era de programa, ánimo para afrontar con audacia serena la
sino también de personas, pues Marceli- vida, desenvolvimiento pleno de la perso-
no Domingo volvió a dirigir el Ministe- nalidad, capacitación (circular de 28 de
rio de I. P., ocupando Domingo Barnés marzo de 1936).
la subsecretarla. En mayo cesó M. Do-
Son expresiones muy cercanas a las
míngo, ^rás^„ando a ocupar la cartera de empleadas en otras circulares de Rodoifo
Instrucción l^ública Francisco Barnés y la Llopis, y entroncaban con aspectos del
subsecretar(a Emilio Baeza Medina. Fue- pensamiento de las escuelas nuevas y de
ron pocos meses, antes del levantamiento la escuela activa y, especialmente en
militar de julio de 1936, de los que dis- España, con la concepción educativa ins-
puso el Frente Popular para llevar ade- tttucionista.
lante su programa. Sin embargo, en ese
En cuanto a la enseñanza en Catalu-
tiempo, se tomaron algunas iniciativas de
ña, volvieron a restablecerse los instru-
ínterés.
mentos de su autonomfa, reorganizándo-
Se continuá construyendo escuelas, se los Consejos Regionales de Primera y
çue era uno de los objetivos prioritarios Segunda enseñanza (Decreto de 26 de
de los republicanos, creándose un total marzo de 1936), ast como el patronato de
de 5.300 plazas de maestros y maestras la Universidad de Barcelona (Decreto de
(decreto de 22 de febrero de 1936). Se 24 de febrero de 1936). De interés fue la
restableció la Inspección Central de Pri- equiparacián de la sección de peda gogta
mera Enseñanza volviendo a sus puestos de la Universidad de Barcelona con la de
los funcionaríos «injusta e injustificada- Madrid ( Decreto de 5 de maYo de 193G):
mente desplazados de sus cargos» (de- sus planes y grados ten[an igual validez
creto de 4 de marzo de 1936), estable- para los del Estado y de la enseñanza.
ciéndose, de nuevo, la inamovilidad de La sustitución de la enseñanza im-
los inspectores en su cargo y destino. partida por las Órdenes Religiosas no se
Para elevar el nivel cultural de los alum- produjo en el segundo bienio, y, aunque
nos y prestigiar socialmente la enseñan- tanto Marcelino Domingo como Fran-
za primaria fue creado el Certificado de cisco Barnés, en los meses del Frente Po-
Estudios Prímarios (decreto de 14 de ^ular, dictaron circulares diri^idas a los
marzo de 1936), que se obtendria a los tnsp ectores a fin de que se apltcara la le-
catorce años, al finalizar la edad escolar, gislación que estaba vigente, la realidad
sometiéndose a las pruebas orales y es- sustanctalmente no cambió. Y ello pese a
critas correspondientes. Marcelino Do- que fue restablecida la Junta de sustitu-
mingo envió una circular a maestros e ción de la enseñanza media y profesional
inspectores en la que reafirmaba la con- (Decreto de 26 de marzo de 1936) que
cepción de la escuela republicana, indi- no tenia por objeto sólo la sustitución de
cando que no bastaba con aumentar eI la enseñanza impartida en estos niveles
número de escuelas, cuestión que debía por las Ó rdenes Religiosas, sino que te-
resolverse «sin excusa», sino que debía nfa por finalidad la de organizar y conso-
también tenerse como imperativo de ca- lidar la enseñanza media de la República.
lidad. El clima de confrontación política y

331
social no dejó de aumentar en estos me- bate habido en las Cortes, los dtas 3 y 4
ses. El asunto de la sustitución de la ense- de junio de 1936, en torno a la sustitu_
6anxa impartida por las Órdenes Religio- cián, en el que las posiciones de unos y o-
sas fue uno de los motivos de división y tros se mostraron irreconciliables, anun-
conflicto. Ast lo puso de manifiesto el de- ciando la tragedia que se avecinaba.

332

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