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PLAN DE REVEGETACIÓN
El presente Plan está orientado a proporcionar cobertura vegetal en el ámbito del Proyecto Cerro del
Águila, cuya implementación servirá para mejorar los suelos, controlando la erosión y la escorrentía
de la cuenca alta hacia la cuenca media y baja y además con la instalación de las especies
arbustivas y de pastos nativos y cultivados, se mejora los nutrientes del suelo y de este modo se
incrementa la producción y la productividad de los suelos.
1.0 OBJETIVO
Caracterización de suelos
Acondicionamiento del suelo
Recolección y propagación en vivero
Revegetación propiamente dicha
Condiciones climáticas
De acuerdo con los datos obtenidos en el capítulo de Clima, las áreas a ser intervenidas por el
proyecto presentan una temperatura promedio media anual que varía entre 13 y 23°C y un
promedio de precipitación total por año de alrededor de 600 mm. El área a revegetar se encuentra
en un rango altitudinal entre los 800 y 2 000 msnm.
Condiciones ecológicas
De acuerdo con el mapa de zonas de vida elaborada, las áreas a revegetar se encuentran en una
(01) sola zona de vida, cuyas características principales se describen en el Cuadro 1.
Cobertura vegetal
El área de estudio fue dividido en siete unidades de vegetación, siendo estas: el Bosque denso
altimontano (Bda), el Bosque denso perennifolio montano (Bdpm), el Bosque ralo caducifolio
montano (Brcm), el Matorral denso perennifolio montano (Mdpm), el Matorral ralo caducifolio
montano (Mrcm), el Pajonal arbustivo altoandino y altimontano (Paa), la Vegetación ribereña (Vr),
adicionalmente se observaron Áreas de influencia antrópica (Aia), localizadas en los distritos de
Colcabamba y Surcubamba. El empleo del criterio de unidades de vegetación responde a una
evaluación más precisa y detallada, que emplea como variable de discernimiento el tipo de
vegetación y fisiografía presente en el área. Las características de las unidades de vegetación que
serán afectadas por la ejecución del proyecto se presentan en el Cuadro 2.
Características fisiográficas
Las instalaciones de apoyo que se consideran en este plan de revegetación son: campamentos de
obra temporales, áreas de explotación de material de préstamo (canteras), depósitos de materiales
excedentes (DME), helipuertos y las zonas ribereñas del embalse (siempre y cuando la fisiografía lo
permita y las condiciones del suelo sean apropiadas).
Campamentos de obra
La ejecución de las obras proyectadas implicará la instalación de dos campamentos bases
(Fundición y Platanal) y tres campamentos sub base (Yanarumi, Platanal y Barropata),de los cuales
solo los tres últimos serán campamentos temporales, por lo tanto estas áreas deberán ser
TOTAL 0,8
Fuente: Walsh Perú S.A. 2012.
Mdpm: Matorral denso perennifolio montano, Brcm: Bosque ralo caducifolio montano.
La revegetación en el ámbito de trabajo está siendo planificada bajo el criterio de calidad y cantidad
de plantas considerando las características edáficas, climáticas, económicas y sociales existentes
en cada una de los componentes donde se realizará las plantaciones.
Los lugares de acopio de plantones a utilizar en la revegetación estarán ubicados dentro de los
viveros temporales, los cuales estarán muy cerca de los lugares de plantación y cuentan con la
infraestructura mínima necesaria para la producción de plantas. La particularidad de estos es que,
tanto la construcción como el proceso de producción, así como su evaluación y el destino de la
plantas, son manejadas por el encargado del Vivero (Cerro del Aguila) con el apoyo de mano de
obra no calificada de la población involucrada.
Es importante resaltar, que igual que las otras actividades, la finalidad también es enseñar a las
familias campesinas, las técnicas de producción de plantones forestal.
En general, la semilla se almacena hasta la siembra para ello se necesita bajar el contenido de
humedad por ejemplo al 10% para pino, y 4 a 6% para el eucalipto. Asimismo, la mayoría de las
semillas deben almacenarse en recipientes herméticos y a baja temperatura. Por ello con frecuencia
se requiere conservar las semillas en lugares fríos.
Las semillas forestales que se utilizarán en la producción de plantones contaran con la Constancia
de Análisis Fisiológico, que será exigido al proveedor en el momento de la adquisición, el valor
cultural de la semilla deberá ser mayor al 90%.
En la zona se acostumbra sembrar la semilla en almácigos a nivel del suelo y para mejorar el
drenaje y la aireación en almácigos elevados de unos 10 a 15 cm. Es preferible ubicarlos cerca del
cobertizo para realizar labores de embolsado, selección de plántulas y otras, la orientación de la
cama debe ser de este a oeste.
En la preparación de un almácigo, primero debe colocarse una capa de gravilla gruesa, luego tierra
de monte y finalmente la capa del sustrato agrícola fino para facilitar el drenaje y con pH menor de
5.5 de textura suelta para reducir la resistencia mecánica a la germinación. En un almácigo en que
se va a sembrar semilla pequeña (eucalipto), el sustrato debe tener una profundidad de 10 a 12 cm.,
mientras que para semillas grandes se requieren de 18 a 20 cm., además debe tener buena
porosidad para permitir un adecuado drenaje y la penetración del aire.
Para prevenir el ataque de la chupadera hay que desinfectar el sustrato antes de cada siembra,
para ello se aplica una mezcla de 250 cm3 de formalina (formol) al 40% en 15 litros de agua para 3
m2 de almácigo y cubriendo bien el suelo con plástico durante unas 48 horas. Luego de quitar la
cubierta se puede sembrar la semilla cuando el olor de la formalina haya desparecido, lo que puede
ocurrir a las 48 horas después de su aplicación.
Antes de la siembra hay que inspeccionar la semilla para asegurarse que es de calidad uniforme y
está libre de insectos y hongos, habiendo varios factores a tener en cuenta antes de la siembra. Las
semillas de estas especies antes de ser sembradas (almacigadas) deben ser desinfectadas usando
productos como cupravit o arazan para evitar daños por enfermedades fungosas. El tamaño de la
semilla, las características de la epidermis y la orientación del embrión sirven como indicadores de
los requisitos para una buena germinación.
Poco antes de la siembra se hace una prueba de germinación, para ello se toman unas tres
muestras bien mezcladas (homogéneas o representativas) de la semilla de cada especie o una de
cada lote recibido o recolectado. El poder germinativo varía de especie en especie, pero lo
recomendable es que alcancen a los 85 a 90% de poder germinativo, hasta se puede aceptarse que
tengan 75%.
4.1.6 ALMACIGADO
Antes del almacigado o siembra hay que inspeccionar la semilla para asegurarse que es de tamaño
uniforme y estén libres de insectos y hongos. Hay varios factores a tener en cuenta antes de la
siembra, el tamaño de la semilla, las características del epidermo y la orientación del embrión sirven
como indicadores de los requisitos para una buena germinación. El día anterior a la siembra se
riegan las camas a razón de cuatro litros de agua por m2, media hora antes de la siembra se repite
el riego con la misma cantidad.
La semilla se siembra a una profundidad igual a su diámetro, la superficie del almacigo debe estar
completamente nivelada y libre de partículas grandes y que faciliten el escurrimiento del agua al
efectuar los riegos. Un almacigado demasiado tarde significa que los plantones no alcanzarán
oportunamente su tamaño adecuado, lo cual representa una pérdida para el vivero.
Es la actividad consiste en destapar y tapar las camas de almacigo y producción para evitar en sus
primeros momentos que le de el sol y posteriormente luchar contra las baja temperaturas
4.1.8 DENSIDAD
La densidad de siembra no debe ser demasiado alta a fin de evitar el “Damping-off”, pero tampoco
muy baja ya que se necesitaría más terreno. En general, la distancia entre semilla debe ser el doble
de su diámetro, conocido el porcentaje de geminación se siembra la cantidad necesaria para
obtener unas 1,500 a 2,000 plántulas por m2 en el caso del pino, y 2,000 a 2,500 plántulas por m2
en el caso de eucalipto. Una distribución uniforme (al voleo) permite una buena germinación, para
mejorar su distribución se puede mezclar la semilla con arena.
Riego, Inmediatamente después de la siembra se riega otra vez pero con menos cantidad de agua
(un litro por m2) para asegurar un buen contacto entre las semillas y el sustrato. Cuando se trata de
semillas muy pequeñas es mejor usar un pulverizador de mochila, ya que con las gotas finas que se
obtienen no hay el peligro de remover las semillas o erosionar la superficie del almácigo,
manteniéndolos húmedos pero no mojados. En todo caso, la regadera que se use deberá ser de
perforaciones muy pequeñas.
Identificación de árboles madres: El material de propagación para esquejes debe ser tomado de
plantas madres sanas de vigor moderado, que crezcan a plena luz solar. El árbol madre para este
tipo de propagación debe presentar ramillas terminales (esquejes), esto debido a que estas
presentan raíces adventicias preformadas, comúnmente denominada chupones o chinchones. Esto
permite obtener los esquejes de ramas similares, sin necesidad de cortarlas, quedando estos en el
árbol y por consiguiente preservar el material madre ya que en dos a tres años es posible obtener
nuevamente esquejes del mismo árbol.
Es indispensable que el árbol del cual se van recolectar los esquejes tengan buen número de
esquejes con chupones, haciendo posible encontrar los esquejes adecuados en árboles aislados y
viejos. Quizá como parte de su ciclo de sobrevivencia hacen que se emitan los chupones. En los
árboles que están juntos a los riachuelos o al borde de las quebradas se pueden encontrar mayor
cantidad de esquejes con chupones.
Recolección del material vegetativo: Una vez ubicado el árbol con los esquejes adecuados, la
recolección se debe realizar teniendo cuidado de no dañar los chupones o la zona donde emergen
estos, encontrándose en mayor cantidad en la base junto a la intersección con la rama. La
recolección se realiza con las primeras lluvias, esto debido a que la presencia de chupones esta
sujeta a las condiciones de humedad. De todas maneras es necesario contar con tijeras de podar
para la recolección, inclusive para aquellos esquejes que se recolectan desgarrando.
Por lo general los esquejes deben tener entre 8 a 15 cm., aunque el tamaño no tenga mucha
importancia, las condiciones para emitir las raíces son las que determinan el prendimiento.
Selección y tratamiento pre germinativo: Una vez recolectados los esquejes, se seleccionan en
el mismo lugar de la recolección, siempre bajo sombra para evitar la pérdida de humedad por la
transpiración. Durante la selección de buenos esquejes, también se debe aprovechar para
ordenarlos por su tamaño, acción que es posible realizar en el vivero, lo que dependerá del tiempo
disponible en el momento de la recolección.
Los esquejes seleccionados son sometidos a una defoliación dejando solo tres foliolos, esto se hace
para disminuir la pérdida de agua contenida en el esqueje. Teniendo los esquejes en el vivero estos
En caso que el repicado se haga posterior a los 6 a 8 días después de la recolección, estos
esquejes pueden colocarse en una platabanda sobre las que se abren zanjitas y colocan en grupos
de cierto número de esquejes. Así se le puede mantener hasta los 12 días como máximo, siempre
manteniendo la humedad a través del riego. Pasado estos días ya pueden emitir sus raíces, las que
al repicarlas se dañarían; por lo que hay que repicarlas antes de que enraícen con ello se logra
prendimientos del 30 % y crecimiento entre 60 a 80 cm., en periodos de 10 a 12 meses.
Las camas de repique se hacen excavando una capa de tierra, de tal manera que tenga un metro
de ancho hasta 10 metros máximo y con una profundidad algo más que la altura de las bolsas, las
camas deben tener 2 a 3 % de pendiente con la finalidad de permitir un drenaje adecuado del agua.
Para que no caiga la tierra de las paredes es conveniente poner un marco con piedras más o menos
planas. El fondo de la cama debe mantenerse siempre parejo
Partiendo del hecho de que en los viveros forestales lo común es regar por inmersión, se
recomienda que las camas de repique tengan un metro de ancho por 10 metros de largo y 20 cm de
profundidad, su base debe mantenerse parejo con una pendiente de 2 a 3% para un adecuado
movimiento del agua y drenaje posterior a los riegos. Para uniformidad en el trazado y facilidad en la
planificación, las camas almacigueras tendrán también 10 m de largo por 20 cm. de profundidad,
bordes reforzados con un muro de piedras planas y que tengan salida para el agua mediante un
canal de desagüe, y si el terreno lo permite deben tener orientación de Este a Oeste para facilitar la
protección de sombra cuando se requiera.
El sustrato es la mezcla de tierra agrícola, turba y arena. La tierra agrícola es la que se encuentra
cercana al vivero, la arena tiene la propiedad de darle soltura a la tierra y la turba además de darle
soltura le proporciona nutrientes en tanto que retiene la humedad. Las proporciones de estos tres
elementos varían de acuerdo a la especie que se va producir. Las especies de queñua y el colle son
especies que exigen más tierra negra que el pino o ciprés.
La mezcla de tierra para el embolsado depende mucho del material disponible localmente. Sin
embargo, hay algunos factores que deben tomarse en cuenta cuando se prepara la mezcla. A
continuación se señalan las mezclas más recomendadas para eucalipto y pino, así como mezclas
para otras especies que están dando buenos resultados en la zona.
Las mezclas para otras especies (queñua y colle) es de fracciones iguales de tierra agrícola, arena y
turba. Lo importante es lograr una mezcla ligera y suelta, que tenga buena aeración y drenaje para
favorecer el desarrollo radicular.
Embolsado: Por diversas razones en algunos viveros comunales existe la predisposición de llenar
las bolsas en el menor tiempo, lo que trae como consecuencia bolsas con insuficiente substrato y
mal compactadas, que cuando se riegan, bajan demasiado su nivel original y a veces pierden su
forma cilíndrica.
Para el embolsado del sustrato en las bolsas, estos deben tener agujeritos necesarios para el
drenaje. Esta bolsas deben ser llenadas con suficiente substrato y bien compactadas adquiriendo
una forma cilíndrica. Unos golpes durante el llenado y varias sacudidas sobre el suelo desde el
inicio del llenado son suficientes para un buen embolsado. Un obrero bien entrenado puede llenar
entre 1,500 a 3,000 bolsas diarias. Es conveniente entrenar a los nuevos obreros uno o dos días
antes de que su embolsado entre a la producción normal del vivero.
Características de las bolsas: Las bolsas de los siguientes tamaños son adecuadas en volumen
de tierra para un buen desarrollo radicular.
Las perforaciones para el drenaje son importantes para las condiciones de la zona, donde el
sistema de riego más usual es el de inundación, es mejor que las bolsas lleven dos hileras de
perforaciones. Además, convendría que tuvieran suficiente fuelle en la parte inferior para permitir
que el cepellón tome la forma cilíndrica desde su base.
Lugar para el embolsado: Cuando las lluvias dificultan el embolsado al humedecer la mezcla o sus
componentes, es necesario construir un cobertizo o galpón sencillo. En caso necesario, una parte
del galpón se puede utilizar para seleccionar/podar, etc. plántulas para el repique o en la
manipulación de plantones a raíz desnuda. Será siempre una construcción útil y versátil.
Acomodo: A medida que se llenen las bolsas con sustrato se irán acomodando en hileras
transversales, sin aplastarlas, puesto que al aplastarlas hacen que las bolsas tomen forma
rectangular. Por otra parte, las raíces en estas condiciones no disponen de la misma distancia o
tierra para crecer, por la variación en diámetro. Finalmente, a veces llenan las camas con bolsas
inclinadas. Es obvio que casi las raíces van a llegar más rápidamente a la periferia del cepellón,
deformándose, Un buen acomodo consiste en mantener las bolsas (en las camas) verticales y no
aplastarlas unas contra otras. No se debe intentar poner una cantidad excesiva de bolsas en cada
hilera.
Repique de plántulas: La extracción de las plántulas del almácigo y su repique son las dos fases
más críticas en la producción de plantones. En el repique es donde más frecuentemente se falla en
los viveros comunales.
Extracción y manipulación de plántulas: Una o dos horas antes de la extracción de las plántulas
se debe regar bien la cama de almacigo. Las túrgidas y frescas sufren menos al ser extraídos del
sustrato del almácigo. Antes de la extracción es importante aflojar bien el sustrato por tramos, con
una lampa pequeña, hay que hacerlo con cuidado para no dañar las raíces. Se empieza a extraer
por uno de los extremos de la cama y con ayuda de un palito se va removiendo el sustrato para
aflojar la tierra.
Hay que sacar las plantitas con cuidado para no dañar las raíces, tomando las plantitas por las
hojitas y no por el tallo, porque todavía es muy débil. Normalmente se hace por grupo de plantitas,
estas se ponen en la palma de la mano y con mucho cuidado se desmenuzan los terrones con los
dedos. En esta etapa debemos eliminar los plantita que tengan tallo o raíces mal formados.
Las plantitas seleccionadas, cuyas raíces midan más de 5 a 6 cm., deben ser podadas usando
tijeras para facilitar el crecimiento de raíces laterales. Después de la selección y poda las plantitas
deben colocarse en un recipiente con agua y barro suelto; ya que el barro ayuda a que las raíces
secundarias se adhieran a la principal facilitando el repique y evitando que se doblen.
Las plántulas deben tomarse siempre por sus hojas y con cuidado se introduce la raíz (a nivel de
almácigo, o ligeramente debajo de su cuello) en el hoyo. Nunca debe permitirse que las raíces
queden dobladas hacia arriba y originen defectos. Luego se llena el hoyo con sustrato, presionando
ligeramente alrededor de la plántula para eliminar los espacios vacíos (aire) que provocarían el
secamiento de las raíces.
A medida que se avanza con el repique en la cama, se van cubriendo las plantitas con el tinglado
para protegerlas del sol, siendo mejor repicar en días frescos o con lluvias ligeras intermitentes. Si
ello no es posible, la sombra inmediata es de importancia crítica, después del repique, es importante
regar inmediatamente.
Para facilidad de inventario y control, resulta práctico al momento de repicar, dejar una hilera de
bolsas sin plántulas. También es conveniente numerar e identificar las camas con un letrero. Ello
facilita mantener lo datos correspondientes a cada cama (fecha de repique, fertilización, etc.).
Riego: Después de haber realizado los repiques en las camas de repique de procede a regarlas con
bastante agua con regadera de orificios finos o con mochilas de aspersión para no dañar las bolsas
de repique. Las dos primeras semanas se riegan diariamente, hasta el prendimiento de las
plántulas; posteriormente se riegan de 2 a 3 veces por semana.
Protección: A medida que se avanza con el repique en la cama, estas se van cubriendo con el
tinglado para proteger las plántulas del sol, poniendo dicha protección a una altura aproximada de
20 cm, este tinglado debe construirse aprovechando los materiales de la zona.
Deshierbe: Esta se realiza a mano, retirando los brotes de malezas que aparecen en los días
posteriores al repicado y que pueden competir por nutrientes con la plántula deseada, retardando
su crecimiento.
La fase de crecimiento abarca desde la siembra directa o repique, hasta la entrega de los plantones
en este periodo se tomara en cuenta lo siguiente:
Riego: El régimen de riego está dirigido a mantener la mezcla siempre húmeda; ello depende del
tiempo y de la tasa de evapotranspiración. La frecuencia y la cantidad de agua de riego dependen
de la especie y del periodo de desarrollo en que se encuentran. Generalmente exigen mayor
humedad durante su crecimiento inicial. El riego en las plantas provenientes del almacigo es diaria
y, con regadera durante 15 días, con una cantidad aproximada de una regadera por 3 a 4 m2. Es lo
mismo para plantas provenientes de brotes enraizados. No hay distinción en cuanto a camas de
repique o platabandas, es lo mismo en ambos casos.
Después de que las plantas hayan prendido el riego sigue siendo por inundación, con frecuencia
con una frecuencia de 2 a 3 veces por semana, hasta que las plantas tengan un tamaño promedio
de 20 cm aproximadamente dos a tres meses antes de que las plantas sean llevadas a ser
plantadas definitivamente, deben ser sometidas a una disminución drástica de la frecuencia de
riego, cada 15 a 20 días, según el clima. Esto se conoce como la etapa de agoste. Con el agoste
oportuno, la planta estará preparada para enfrentar las dificultades propias de una escasa
precipitación en la plantación.
Deshierbe: Las malas hierbas, además de competir con los plantones por nutrientes y luz,
constituyen una fuente de hongos y propician la presencia de la chupadera. Por lo tanto, un
adecuado régimen de deshierbe también ayuda a reducir el problema de enfermedades y contribuye
a un mayor y mejor crecimiento de la planta en menor tiempo. Las camas de repique y las mismas
platabandas deben regarse una a dos horas antes de efectuar el deshierbe que se realiza a mano,
con ayuda de un palito para aflojar la tierra.
Protección: Se realiza con el fin de proteger las plántulas de las bajas temperaturas, presencia de
heladas en los meses de junio a setiembre y de la fuerte insolación durante el día; para ello se
construyen tinglados tratando de utilizar materiales disponibles de la zona. Estos tinglados deben
ser descubiertos de día por cuanto las plántulas requieren de sol para su actividad fotosintética, y
cubiertas de noche para protegerlas del frío.
5.0 REVEGETACION
Los trabajos de Revegetación con especies forestales y arbustivas son la mejor opción para la
recuperación y el mantenimiento de los suelos, incorporando elementos como el nitrógeno, fósforo y
potasio (N, P, K), así como sales y minerales necesarios para un mejor rendimiento de la tierra. Las
plantaciones forestales también sirven para regular el equilibrio hídrico y permiten el establecimiento
de sistemas productivos agroforestales.
Se hará un proceso de pre-revegetación utilizando la especie Crotalaria incana que por sus
propiedades biológicas servirá para mejorar el terreno y dará condiciones favorables a las especies
a revegetar. El proceso de revegetación se llevará a cabo con una variedad de especies nativas las
cuales garantizarán una mejor recuperación de la cobertura vegetal. Las especies sensibles
trasladadas serán reubicadas luego de un tiempo en las áreas revegetadas.
Las especies que han sido seleccionadas para este plan de revegetación son aquellas registradas
en cada unidad de vegetación, las cuales han sido identificadas en el trabajo de campo realizado
para la elaboración de la Línea Base Ambiental (Anexo 3.2.1-4) del EIA. Además, las especies
seleccionadas deberán cumplir con las siguientes características:
Especies propias del lugar.
Especies de rápido desarrollo de cobertura y sistema radical.
Especies resistentes a plagas y/o enfermedades.
Especies capaces de propagarse fácilmente por semilla y/o esqueje.
Especies que faciliten el establecimiento de otras especies nativas.
Especies que no requieran de mucho riego
Cabe indicar que de preferencia se deberá revegetar con especies propias de cada unidad de
vegetación y solo si es necesario se realizará la revegetación con especies exóticas.
De acuerdo con la evaluación de la vegetación realizada en la Línea Base Biológica del EIA y las
unidades de vegetación presentes, se han determinado las especies arbóreas, arbustivas y
herbáceas, considerando cada unidad de vegetación a revegetar.
Se han seleccionado, según las características antes señaladas, un cierto número de especies para
ser usadas para revegetar pues entre ellas se encuentran especies que por su rápido y fácil
crecimiento, con lo que podrán ofrecer una cobertura vegetal en poco tiempo. Además, se han
incluido especies que cuentan con la propiedad de fijar nitrógeno atmosférico (Inga edulis y Alnus
acuminata) enriqueciendo suelos alterados. También se han agregado especies arbóreas que por
su valor de conservación serán incluidas a manera de compensación por lo que podría representar
la pérdida de ejemplares bajo el embalse. Adicionalmente, estos lugares revegetados contendrán
las especies sensibles trasladadas del área del embalse que de lo contrario se perderían bajo el
agua.
Es así que las áreas a revegetar no contemplan una especie sino varias, que logren integrarse al
paisaje circundante con especies propias de la zona. Es así que se tiene una combinación de
especies arbóreas para revegetar, las cuales ofrecen una variabilidad de especies que considera a
las especies más abundantes de cada unidad de vegetación. Estas especies poseen las
características requeridas para la revegetación.
La colecta de semillas y plantas para su traslado a vivero deberá ser realizado antes de iniciada la
ejecución del proyecto, por una brigada de personal capacitado encabezado por un especialista (por
un Biologo, Ing. Agronomo o Ing. Forestal).
Los ejemplares de las especies sensibles ubicadas dentro del área destinada al embalse y demás
componentes del proyecto deberán ser ubicados y colectados en la mayor cantidad posible. Serán
trasladadas y conservadas en viveros acondicionados en áreas cercanas a las instalaciones de los
componentes. Esta labor, será realizada por una brigada encabezada por un especialista botánico
durante dos temporadas antes del llenado del embalse.
Una vez establecida la revegetación, se recomienda esperar al menos 18 meses antes de reubicar
dichos ejemplares en las áreas revegetadas. Durante este tiempo, las áreas revegetadas habrán
alcanzado una condición edáfica y cobertura vegetal estables para el traslado de las especies
sensibles.
Las especies deberán ser colectadas en al menos 10 lugares distintos a lo largo del área a inundar.
Esto permitirá obtener mayor variabilidad genética de las especies que si se colectaran de un solo
lugar. Cabe indicar que las tendencias de conservación actuales no apuntan sólo a la conservación
de especies sino también a la conservación de la variabilidad genética de las mismas (Neel y
Ellstrand, 2003; Francisco et al. 2000). Para su ubicación se podrá utilizar de referencia la
información de la LBB.
En el perímetro del futuro embalse donde se tenga como sustrato suelo (46% del perímetro del
embalse) se revegetará con especies propias de la formación vegetal: Vegetación ribereña, siempre
y cuando la fisiografía lo permita, ya que así se ayudaría a evitar la posible generación de procesos
de erosión hídrica. En los taludes de roca los procesos de erosión prácticamente son nulos, por lo
que no se considera la revegetación en estos sectores (Ver cuadro 11).
Estos viveros serán requeridos ya sea para abastecer parcialmente o totalmente los requerimientos
de plantas con fines de revegetación. También serán donde se irán almacenando las especies
sensibles colectadas de las áreas de los componentes y embalse.
Serán dos viveros temporales principales (Campamentos Limonal y Fundición), adicional a estos se
tendrá un vivero volante (Barropata) con el fin de que se encuentren distribuidos a lo largo del área
de influencia del proyecto. De esta forma se podrá tener cada vivero cercano a ciertos componentes
del proyecto donde será más fácil y rápido suplir de material de revegetación y depositar semillas
extraídas de campo y especies sensibles colectadas. Se debe tener en cuenta que los viveros
deben ser instalados en áreas casi planas y con fuentes de agua cercanas.
Proceso de revegetación
El programa considera la instalación de los tres viveros contará con una producción total de 64 250
plantas, en esta cantidad se incluye el 20 % para el recalce, para el establecimiento de 48.19 ha, de
revegetación. Como alternativa para la provisión de plantones se tiene el Vivero de Chacas en el
distrito de Colcabamba que tiene una producción de 400 mil plantas por campaña, de las especies
de eucalipto, tara y pino.
De acuerdo con las condiciones climáticas del área de estudio, se recomienda iniciar las actividades
de la revegetación en el periodo que se presentan las primeras precipitaciones (octubre –
noviembre). El proceso de revegetación propuesto requiere un tiempo de implementación de unos
24 meses tiempo que incluye la preparación del terreno, el proceso de pre-revegetación, plantado
de especies arbóreas y arbustivas, traslado de especies sensibles. Las actividades consideradas en
el proceso de revegetación se describen a continuación:
Preparación del terreno (mes 0 - 2)
Antes de iniciar la revegetación, se deberá preparar el terreno en las áreas compactadas o en
aquellas áreas donde se requiere enriquecer el sustrato. En este sentido, se deberán efectuar las
siguientes acciones:
Nivelación del terreno siguiendo las pendientes naturales de la ladera en que se ubiquen las
áreas a revegetar (tal como se encontró el área antes de iniciar las obras).
Se realizara una plantación del tipo tresbolillo, para dar estabilidad a los suelos, la siembra se
realizara con especies herbáceas, arbustivas y arbóreas.
Se empleará la siembra directa por trasplante para las especies herbáceas; para la instalación de
las especies arbóreas y arbustivas se considera los siguientes procedimientos:
Demarcación de los hoyos. Utilizando una wincha, un cordel y estacas se ubicarán los puntos
donde se abrirán los hoyos. El distanciamiento de planta a planta y el diseño utilizado, será de
acuerdo con los métodos de revegetación recomendados.
Apertura de hoyos. Los hoyos tendrán una dimensión de 40 cm.por 40 cm. por 40 cm. de
profundidad para especies arbóreas y de 30 cm. por 30 cm. por 30 cm de profundidad para
especies arbustivas.
Esta actividad busca asegurar el prendimiento del plantón, con visitas constantes de evaluación a
las actividades realizadas en áreas revegetadas. Como parte complementaria a esta actividad se
realiza el plateo (limpieza alrededor de la planta) para evitar la competencia con otras plantas, el
plateo es la actividad que busca evitar la competencia por nutrientes del plantón en el bosque y se
realiza a través del movimiento del suelo alrededor de las plantas y del corte de especies que no
dejan desarrollar a la planta.
El recalce de los plantones en un porcentaje del 20 % busca reponer los plantones que no
soportaron el traslado a campo definitivo y murieron después de ser plantados.
Las especies consideradas a reubicar son herbáceas de fácil manipulación y transporte las cuales
podrán ser llevadas en camión o camioneta hasta las áreas revegetadas. Su plantación será dirigida
por un especialista botánico que deberá procurar que estas especies se ubiquen en los lugares más
apropiados según su especie (epífitas, terrestres, etc.)
Monitoreo de Revegetación
Una vez culminado el proceso de revegetación considerando un plazo de 24 meses
aproximadamente, se sugiere implementar un plan de monitoreo de las áreas revegetadas a cargo
de especialistas. Este monitoreo es muy importante pues serviría para tomar decisiones en la
El monitoreo además ayudará a identificar áreas con problemas que puedan requerir mantenimiento
y proveerá información que permitirá conocer el éxito de las labores. Del mismo modo, se podrá
identificar especies nativas con potencial de recolonización natural, las mismas que se utilizarán
para reforzar áreas que requieran una revegetación adicional y/o para revegetar nuevas áreas.