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UNIVERSIDAD AUTONOMA BENITO JUAREZ DE

OAXACA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

TEORIA DEL DELITO Y SUS CONSECUENCIAS

TRABAJO DE INVESTIGACION:
Unidad y Pluralidad de Delitos

CATEDRATICO: Dr. Gerardo Adelfo Carmona Castillo

ALUMNO: RONALDO VASQUEZ TAPIA

4° semestre hora: 8-9 am. Aula: 28


INTRODUCCION:

El derecho penal se creó especialmente para proteger los bienes jurídicos más
importantes para la convencía de la sociedad, así mismo cualquier persona que
infringe la ley será sancionado con una pena impuesta por el estado y por los
códigos penales en donde se contemple el delito que se ha cometido. Existen
diferentes tipos de delitos unos de mayor pena y otros de menor, en algunos
casos se presentan varios delitos a la vez y he ahí donde viene la problemática
que se le presenta a los jueces al momento de aplicar la ley ya que, como son
varios delitos, un ejemplo sencillo se presentan dos delitos en un mismo caso y
ambos delitos tienen diferentes penas y aquí ¿cuál de las dos penas se aplicara a
la persona, o es posible que se le apliquen las dos?

Es por ello que en el presente trabajo se expondrá las teorías de varios autores de
como definen este tipo de casos, como proponen solucionar este tipo de casos
que se le presentan a los jueces ya que como lo mencionamos anteriormente el
derecho penal cumple con una función muí importante en la sociedad, como
sabemos también es importante que se tome en cuenta las teorías que presenta la
doctrina como tal para llegar a una mejor solución a los casos concretos que se
presentan. En este trabajo de investigación se tratara a fondo los temas
relacionados con la unidad y pluralidad de delitos o concurso de delitos como otros
autores lo llaman, se expondrá la hipótesis, temas como unidad de delito y
conducta concurso de delitos, concurso ideal, concurso real, el delito continuado y
otros más que a continuación le expondremos. Así mismo se contemplaran
algunos ejemplos para que los conceptos queden aclarados de la mejor manera
posible.
UNIDAD Y PLURALIDAD DE DELITOS.

Problemática.

Los problemas de la unidad y la pluralidad de delitos dependen de la forma en que


la cuestión ha sido planteada y resuelta por las legislaciones. En Alemania por
ejemplo, puede hablarse de unidad de acción y pluralidad de lesión jurídica( o
unidad de ella). Así, el concurso ideal esta sometido, a la concreta exigencia de
“unidad e identidad de acción”.

No ocurre lo mismo en ciertos países donde, en vez de acción se habla de “hecho


y se contrapone el concurso ideal al real de modo dudoso o controvertible. Esto
acontece en argentina y en Venezuela. Por tanto, mas que resolver el caso de
unidad de acción o pluralidad de acciones, lo que importa decidir si en un
acontecimiento la vida real se da o no “unidad delictiva”, como dice con razón
Sebastián Soler.

Estas dificultades cesarían si se adoptaran términos mas exactos y si nos


pusiéramos de acuerdo acerca del significado de ellos. A nuestro juicio, debería
distinguirse el hecho que es todo acontecimiento de la vida, venga o no de la
mano del hombre, del acto, que es la conducta humana con concreta relevancia
jurídica, y del acto humano, contrapuesta a la omisión, pudiendo emplearse en
sentido estricto con este significado o latu sensu, en cuyo caso se identificara el
acto.

Si imperara esta correcta terminología podríamos clasificar así las cuestiones en


que vamos a ocuparnos:

a) Unidad de acción y unidad delictiva (delito instantáneo, delito complejo,


delito permanente, etcétera.)
b) Pluralidad de hechos, considerados jurídicamente como una sola acción, y
unidad de delito (delito continuado)
c) Unidad de acción y pluralidad de lesión jurídica(concurso ideal)
d) Pluralidad de acciones y pluralidad de delitos (concurso real)
Hipótesis:

Sin entrar en mayores consideraciones respecto al carácter finalista de la


conducta, puesto que la meta propuesta es factor esencial en la ralizacion del
delito (aun cuando se presenta diversos resultados), debe aceptarse el hecho de
que la finalidad perseguida por el autor juega trascendental papel en la
comprensión del concepto de la conducta(acción). No se trata de estructurar su
nocion en un criterio estrictamente finalista, lo que implicaría suponerla henchida
valoración y con un contenido dolos, sino entenderla en su acepción natural pero
sin perder de vista que es expresión de la voluntad del hombre.

El anterior concepto resulta de utilidad para esclarecer cuando se está en


presencia de una o varias acciones. Es claro que si un sujeto tiene el propósito de
matar a otro y asesta varios golpes con el puñal sobre el cuerpo de la víctima,
logrando el objetivo previsto (muerte), existe unidad en la conducta (acción) y en el
resultado (delito), hipótesis elemental a pesar de haber sido varios los actos
realizados que se encuentran en relación de dependencia unos de los otros a
virtud de ir encaminados, todos ellos, a la realización de un mismo fin delictuoso.

UNIDAD DE CONDUCTA Y DE DELITO:

Cuando una conducta singular produce un solo ataque al orden jurídico,


evidentemente el concurso está ausente, se habla entonces de unidad de acción y
de unidad de lesión.

UNIDAD DE CONDUCTA Y PLURALIDAD DE DELITOS (concurso ideal o


formal)

En este caso aparece el concurso ideal o formal, si con una sola actuación se
infringen varias disposiciones penales. En el concurso ideal o formal y atendiendo
a una objetiva valoración de la conducta del sujeto se advierte una doble o múltiple
infracción; es decir, por medio de una sola acción u omisión del agente se llenan
dos o más tipos legales y por lo mismo se producen diversas lesiones jurídicas,
afectándose, consecuentemente varios intereses tutelados por el derecho.

Se pueden citar muchas ejemplos de concurso idea o formal; mata a su


adversario, lesiona a un transeúnte y daña la ajena propiedad; también cuando el
delito de violación reconoce como sujeto pasivo a un pariente próximo,
tipificándose, además, el incesto.
PLURALIDAD DE CONDUCTAS Y DE DELITOS (concurso real o material).

Existe la posibilidad de que con varias acciones de un mismo sujeto dañe varios
bienes jurídicas actualizando diversas hipótesis legales, entonces nos
encontramos ante el concurso real que trae como consecuencia la acumulación de
las penas contempladas para los diversos delitos cometidos.

PLURALIDAD DE ACCIONES Y UNIDAD DE RESULTADO.

Una conducta reiteradamente delictuosa, puede lesionar el mimo bien tutelado por
el derecho. Las acciones son multiples, pero una lesión jurídica. Se habla
entonces del delito continuado. Recuérdese que es continuado en la consciencia y
discontinuo en la ejecución. Consiste en unidad de resolución, pluralidad de
acciones y unidad de ataque jurídico.

CONCURSO DE DELITOS

CONCEPTO:

Es la forma de aparición del delito opuesta a la unidad de éste; se trata, pues, de


una situación de pluralidad de delitos. Surge esta figura cuando el
mismo agente realiza varios hechos delictuosos de la misma o diversa clase o
naturaleza. Cuando existe una sola acción y con ella se cometen varias
infracciones penales, se dice que hay concurso ideal de delitos. Tal es el caso del
conductor que, imprudentemente, provoca la muerte de dos peatones a los que
arrolla en la misma maniobra; o el del que dispara contra un hombre, matando a
éste e hiriendo a otro. Hay, pues, unidad de fin. Si el agente se hubiera propuesto,
con un solo disparo, alcanzar a dos personas, habrá dos infracciones; se tratará
entonces de concurso real de delitos. Esta tipo de pluralidad delictual aparece,
pues, cuando el mismo agente realiza una o varias acciones distintas que
ocasionan delitos independientes, no habiendo sido ninguna de ellas todavía
castigada.

En ocasiones un mismo sujeto es autor de varias infracciones penales; a tal


situación se le da el nombre de concurso, sin duda por que en la misma persona
concurren varias autorías delictivas. El concurso de delitos puede ser ideal y
material.
A veces el delito es único consecuencia de una sola conducta; pero pueden ser
múltiples las lesiones jurídicas, bien con unidad en la acción o mediante varias
acciones, finalmente, con varias actuaciones del mismo sujeto se produce una
única violación al orden jurídico.

UBICACIÓN SISTEMATICA

Nada fácil resulta, en verdad, la solución del problema de la ubicación del


concurso en la sistemática del derecho penal. Si bien en un principio se acepto
como solución, en la dogmatica alemana, tratar el concurso de delitos dentro de la
teoría de acción, modernamente se estima más adecuado ubicarlo en la teoría del
tipo, en la de la pena o bien dentro de las formas de aparición del delito.

Comentando el código español, Rodríguez muñoz. Opina que en un tratado


expositivo del código de su país, el concurso de delitos debería, en estricto rigor,
situarse en la parte relativa a la pena, por más que ha sido este el camino seguido
por la mayoría de los especialistas del derecho penal. Nuestro código, al igual que
el español, el chileno y otros mas, sitúa las reglas relativas al concurso de delito
dentro del título de aplicación de sanciones, no pudiendo en esa virtud
desconocerse que el concurso es, fundamentalmente, un problema de aplicación
de la pena. Por ello resulta interesante el que MEZGER, desechando el criterio
que pretende la división y distribución de la total teoría del concurso entre la teoría
del delito y la teoría de la pena, considere mejor examinar aquella en la teoría del
delito, posición que compartimos plenamente.

CLASES

CONCURSO IDEAL O FORMAL

CONCEPTO

El cpf define en el articulo 18 el concurso ideal en los términos siguientes: “existe


concurso ideal cuando con una sola conducta se cometen varios delito”, al
respecto la teoría considera los elementos del concurso ideal(o concurso formal)
mediante la identificación de “una conducta con la que se infringen varias
disposiciones legales o varias veces la misma disposición”, idea que resulta
congruente con lo dispuesto en el cpf.
CLASES (homogéneos y heterogéneos)

Al respecto, Porte-Petit, adoptando la denominación de concurso formal retoma la


distinción entre homogéneo y heterogéneo, y señala como elementos distintivos
de cada uno de ellos, en el caso del primero: una conducta, varias lesiones
jurídicas iguales y que estas sean compatibles entre sí, respecto del segundo: una
conducta, varias lesiones jurídicas distintas y que sean compatibles entre sí.

Por otra parte, la doctrina identifica respecto del concurso ideal el llamado
heterogéneo y el homogéneo, el primero se produce cuando el hecho o acto
realizado produce delitos distintos, es decir, una misma acción vulnera dos o mas
preceptos legales, mientras que el segundo se presenta cuando los delitos
cometidos son iguales, es decir una acción infringe varias veces el mismo
precepto legal.

A decir de Jescheck, el concurso ideal surge cuando el autor vulnera mediante


una misma acción varias leyes penales o varias veces la misma ley penal,
definición que retoma los dos elementos básicos del concurso ideal, la unidad de
acción o de conducta, y la pluralidad de infracciones a la ley.

ELEMENTOS

A fin de otorgar una explicación al concurso ideal, existe una teoría para cada uno
de los elementos básicos que lo componen, la teoría de la unidad y la teoría de la
pluralidad. La primera considera que en virtud de la presencia de una sola acción
en el concurso ideal, entonces solo es dable un delito, aun cuando resulten
aplicables varios tipos penales; recordemos que es necesario un comportamiento
típico que produzca a su vez un resultado típico, por lo que al pretenderse atribuir
diversos resultados a un comportamiento, será necesaria la existencia de un
vinculo indisoluble entre ambos. En cuanto a la segunda, esta propone que la
contravención de varias disposiciones legales debe conducir a la concreción de
diversas acciones, aun cuando externamente concurra solo una acción.

También existe la posibilidad de que el concurso ideal se produzca con la


presencia de dos acciones independientes, con la presencia de una tercera
acción, de tal manera que solo coincidan en dichos aspectos. A tal circunstancias,
Jescheck la dominación unidad de acción por efecto de abrazamiento. Respecto
de la posibilidad de que sea dable la culpa en el caso del concurso ideal, el cpf no
plantea limitante alguna, en tal virtud, al momento de que en concurso ideal se
produzcan varios delitos culposos, se estará ante la punibilidad aplicable para
estos.
TRATAMIENTOS PUNITIVO:

Ahora bien, respecto de los efectos que produce el que nos encontremos ante un
concurso ideal homogéneo o heterogéneo, el CPF establece en el articulo 64 la
aplicación de la pena correspondiente al delito que merezca la mayor, la cual se
podrá aumentar hasta en una mitad mas del máximo de duración, sin que se
pueda exceder de la máxima prevista en el propio CPF.

El criterio adoptado por el articulo 64 CPF retoma la tendencia de una


acumulación jurídica, en tal virtud, no obstante que el sujeto infrinja varias
disposiciones legales, la pena aplicable será la correspondiente al delito que
maerezca la mayor, la cual podrá aumentarse sin exceder del límite previsto en el
propio CPF, lo cual supone el señalamiento de una sola sanción que puede llegar
hasta el máximo permitido siendo el juez quien tendrá la potestad para decidir el
aumento de la pena en caso de que haga uso de la facultad discrecional que le
otorga la ley.

Finalmente, para efectos prácticos es necesario que el agente del ministerio


publico solicite la aplicación del concurso de delitos al formular la acusación, en
caso contrario, el juez se encuentra impedido para aumentar la punibilidad, pues
de hacerlo se extralimitaría en sus facultades y produciría una acción contraria a
las garantías procesales del inculpado.

CONCURSO REAL O MATERIAL

CONCEPTO

También se le denomina concurso material, sustancial, efectivo con concurrencia


de una pluralidad de hechos. Para Jiménez de Asua, “es la pluralidad de actos
independientes que da, por ende, una pluralidad de delios”, destacando la
presencia de los siguientes elementos: una pluralidad de delitos. Para Jescheck, el
concurso real constituye la contrapartida del concurso real y lo define como
“cuando el autor ha cometido varios hechos punibles independientes que son
enjuiciados en el mismo proceso penal”, de donde destacan los siguientes
presupuestos, la concurrencia de una pluralidad de acciones y la posibilidad de
que sean enjuiciadas conjuntamente. Mientras para Muñoz Conde, surge cuando
“concurren varias acciones o hechos cada uno distintivo de un delito autónomo”, el
autor destaca como elementos la concurrencia de varias acciones o hechos, y que
cada uno de ellos sea distintivo de un delito autónomo, sin aclarar que estas
deben proceder de un mismo sujeto, a la vez de mezclar los conceptos de acción
y hecho con tratamiento tal como si fuese sinónimos cuando mas bien aluden a
aspectos distintos.

Para Mir Puig, estamos ante el concurso real cuando “una pluralidad de hechos
de un mismo constituye una pluralidad de delitos”, la definición del autor destaca
como elementos centrales a la pluralidad de acciones, provenientes de un mismo
sujeto, constitutivos de diversos delitos.

ELEMENTOS

El CPF señala como elementos del concurso real en el artículo 18, “ cuando con
pluralidad de conductas se cometen varios delitos”, idea que retoma los
postulados propuestos por la doctrina al respecto, pero cae en el equivoco de
utilizar el termino conducta, que ya ha demostrado en exceso su ineficacia para
identificar el comportamiento humano penalmente relevante

Una idea de concurso real, debe retomar los elementos siguientes:

a) Una pluralidad de acciones. Es decir diversos comportamientos humanos


penalmente relevantes, que resulten típicos, por lo que no basta un simple
actuar, sino un actuar acorde con lo previsto en un tipo penal.
b) Que las acciones prevengan de un mismo sujeto. Es necesario que los
diversos comportamientos típicos provengan del mismo sujeto, en caso
contrario estaríamos ante una pluralidad de autores y no ante el concurso
ideal.
c) Que resulten comisivas de varios delitos. Los comportamientos típicos
realizados por el mismo sujeto, deben resultar congruentes con lo dispuesto
en varios tipos penales y en consecuencia concretar su contenido.
Respecto del tratamiento del concurso real, es dable señalar los diversos
principios que lo rigen en materia de la aplicación de la pena:
a) Acumulación material de todas las penas. Esta postura alude a un
argumento retribucionista, por lo que propone una acumulación de todas las
penas correspondientes, lo cual resultaría altamente gravoso, pues la
compurgación sucesiva de penas puede ser mucho más aflictiva que su
cumplimiento aislado.
b) La absorción. Al respecto se propone que la pena más grave absorba a las
de menor gravedad, lo cual lleva en buena medida cierta impunidad de los
delitos, es decir se dejan de sancionar algunos en virtud de la absorción.
c) La acumulación jurídica. Esta alude a una vía intermedia, supone una pena
más grave que la correspondiente al de mayor gravedad pero sin llegar al
limite derivado de la suma de todas las penas. En caso de que solo resulte
acreditado uno de los delitos, entonces sería aplicable solo una pena, lo
cual se produce en todo caso la impunidad del otro delito, además de evitar
la posibilidad del concurso real, pues no obstante que en realidad pudo
haber existido, en términos procesales no fue demostrado y en
consecuencia no fue demostrado y en consecuencia no es factible de
aplicar la pena correspondiente.

TRATAMIENTO PUNITIVO

El CPF adopta dos modalidades, por una parte de acumulación jurídica, al señalar
la posibilidad de imponer la pena del delito que merezca la mayor, la cual podrá
aumentarse con las penas que la ley contempla para cada uno de los delitos
restantes, sin exceder de las previstas en el CPF, que en esta materia no pueden
superar tratándose de la pena privativa de libertad de 60 años de prisión, salvo la
excepción prevista en el articulo 366 en caso de que el secuestrado sea privado
de la vida por su o sus secuestradores, del máximo señalado en el titulo segundo
del libro primero del CPF. Por otro lado, reitera el mismo criterio, pero para el caso
de que el concurso real se integre por lo menos con un delito grave, la autoridad
judicial impondrá la pena del delito que merezca la mayor, la cual deberá
aumentarse con cada una de las penas de los delitos restantes, sin exceder el
máximo previsto en el propio CPF.

Por ejemplo: en el caso de que un agente policiaco para hacer respetar el


reglamento de tránsito hizo uso de su arma, inclusive dispara consumado lesiones
al pasivo, independientemente del delito de lesiones comete el delito de abuso de
autoridad, por no estar facultado para proceder en la forma en que lo izo. En
consecuencia, la punibilidad aplicable se suma sin exceder del máximo previsto en
la ley.
EL DELITO CONTINUADO

CONCEPTO

Aunque algunos hacen remontar a los prácticos italianos el origen de la figura del
delito continuado, como una medida tendiente a lograr la reducción de la
penalidad en el caso del hurto, a cuyo se sostuvo la comisión de un solo delito
cuando se hurtaba en un mismo lugar, aunque en tiempos distintos, pero en forma
“continuada”, otros en cambio estiman que solo a principios del siglo XIX se inicia
realmente la polémica tendiente a la determinación de su concepto, a cuyo fin los
autores se inclinaron a una construcción subjetiva o bien objetiva, dirigidas ambas
a explicar racionalmente la unidad de las diversas acciones que lo configuran.

El criterio subjetivo en alza, con el ámbito de la culpabilidad, el concepto del delito


continuado y considera concretamente a la intención, al propósito o al designio
como fundamentos de la unidad que lo caracteriza.

Este criterio, que da a la unidad del propósito o del designio carácter esencial, no
prescinde de otros elementos objetivos para estructural la noción del delito
continuado, pero aclarando que estos; por si, carecen de significación. Las
conductas sucesivas, esto es, la repetición de las acciones criminosas integran un
solo delito en virtud del propósito criminal idéntico en todos los actos ejecutados.
Solo asi, en función del elemento subjetivo, quedan las acciones unidas para
configurar un delito único, pues como lo destacaron pessina y Mitiermainer, la
pluralidad de los actos ejecutados en tiempos diversos, constituyen la
exteriorización de la unidad del propósito.

La critica a las diversas posiciones subjetivas ha sido no solo aguda sino mordaz.
Los alemanes primero y los italianos después, pusieron en evidencia que no hay
razón, a pretexto de un propósito o resolución única, para considerar como un solo
delito a las conductas que, por reunir los caracteres del hecho punible, integran
jurídicamente varios delitos.

El criterio objetivo, en oposición al interior, trata de explicar la unidad de las


diversas conductas en el interés o en la norma infringida, para no mencionar sino
dos de los caracteres destacados. Con esto queda patente que en el recinto
propio de cada uno de los criterios enunciados, los autores han discrepado
seriamente entre si, lo cual ha venido a convertir la cuestión en una de las mas
complicadas de la dogmatica penal.

Una tercera posición doctrinal estima que solo es posible sostener la unidad del
delito, a pesar de la pluralidad de conducta o acciones, cuando se acepta como
punto de partida la unidad de la resolución, a la cual vienen a sumarse requisitos
de estricta naturaleza objetiva, tales como la unidad del bien jurídico o la identidad
del tipo. En consonancia con lo últimamente expuesto, un concepto jurídico
subjetivo- objetivo del delito continuado no puede prescindir, en criterio nuestro, de
la directa referencia tanto a la pluralidad de conductas como a la unidad del
propósito delictivo y de la lesión jurídica. Cuello Calón estima, siguiendo idéntico
criterio, que la referida especie de delito existe cuando el agente, con unidad de
propósito y de derecho violado, ejecuta diversas acciones, cada una de las cuales
aunque integre una figura delictiva, no constituye mas que la ejecución de un solo
y único delito, pareciéndonos excelente la definición de Soler en cuanto afirma que
el delito continuado seria: “ el que comete cuando una sola resolución delictiva se
ejecuta po medio de a varias acciones, cada una de las cuales importa una forma
análoga de violar la ley”.

NATURALEZA JURIDICA. TEORIAS

Son dos fundamentalmente los criterios sostenidos por la doctrina penal, respecto
a la naturaleza del delito continuado:

a) Teoría de la ficción. Parte de la consideración de que el conjunto de


acciones, integrante del delito continuado, constituye la suma de acciones
que, separadamente consideradas, integran una violación perfecta a la
norma penal. La unidad de las diversas acciones se integra en atención al
elemento subjetivo, identificado en el mismo propósito criminal, siendo su
finalidad la de evitar una innecesaria acumulación de sanciones. Este
fenómeno se produce a virtud de una ficción jurídica, pues la ley, otorga
tratamiento de delito único a un conjunto de acciones que en el orden
material integrarían, con toda evidencia, una pluralidad de delitos
autónomos.

Manzini, defensor de este criterio, se permitió expresar que “ la voluntad del


estado ha impuesto considerar como un solo delito una pluralidad de delitos, sobre
la base de una excepcional apreciación de la resolución criminal, imponiendo
conscientemente una nocion en si misma no verdadera (delito único), de un
estado hecho exactamente conocido en su realidad (pluralidad de delitos): ello
ha creado una ficción jurídica.

Entre los españoles, Cuello calon recuerda que tanto la doctrina penal como
moderna como la jurisprudencia, “ han mantenido esta figura jurídica con la
finalidad benévola de conseguir una adecuación de la pena, lo que lo lleva a
afirmar comúnmente se considera al delito continuado como una ficción jurídica,
opinión que le parece la mas certera pues efectivamente es una dicción favorable
a los delincuentes.

b) Teoría de la unidad real. Otro sector de la doctrina, al negar el criterio de la


ficción jurídica del delito continuado, afirma que este constituye una
realidad que responde a la verdad de los hechos. En esta posición, soler
aduce que si bien la figura no se encuentra prevista en la ley de su país,
como tampoco lo está en muchos otros códigos del mundo, su realidad es
tan evidente que a pesar de ese silencio, la practica ha debido reconocerla,
para aplicar no una pena acumulada., si no una pena única. La causa de
que se niegue a veces la aplicación a la teoría del delito continuado debe
buscarse afirma Soler en la exagerada extensión que, a veces se ha
acordado a la figura del delito continuado.

Reducido a sus justos limites, la doctrina puede funcionar sin peligro, y la


apreciación de los caso de unidad de delito por continuación se debe basar,
sobre todo, en la irrelevancia que, con respecto a determinada figura, tenga la
fragmentación de los actos consumativos.

En México, Eduardo Estrada Ojeda se muestra con toda razón partidario de


esta posición doctrinaria, aduciendo que si no se puede negar la posibilidad del
designio criminoso con carácter unitario, tampoco se puede afirmar si es dable
el que exista se trate de una ficción jurídica, puesto lo que existe no puede ser
en manera alguna ficticio.

No desconocemos, por nuestra parte, las numerosas objeciones hechas a la


realidad natural de la unificación propuesta por el delito continuado, así como
los excesos que puede originar su aplicación irracional. Corresponde a la
responsabilidad del juez establecer la presencia de la unidad del propósito o
resolución delictiva, como sintomática presencia del dolo unitario que
acompaña las diversas conductas ejecutadas, con exclusión del principio in
dubio pro reo que carece de aplicación en este caso. Como lo aprecia
Maurach, las ventajas de la restricción son evidentes por cuanto se limita la
extensión del delito continuado “a una medida tolerable”, ofreciendo “asideros
relativamente seguros para su determinación”, por mas que el propio jurista ha
puesto de relieve las dificultades que en el caso concreto encierra el deslinde
entre el dolo conjunto y el plan conjunto del autor.
FUNDAMENTO:

ELEMENTOS

Destacan nítidamente, de las definiciones apuntadas, que el delito continuado


contiene los siguientes elementos:

a) Pluralidad de conductas: este elemento de naturaleza estrictamente


objetiva, no puede determinarse en su verdadera relevancia sino en función
del precepto penal, dado que el delito continuado es reiterada violación a la
norma. Ahora bien, como la practica presenta múltiples casos en que la
conducta delictiva, sea positiva (acción) o negativa (omisión) hace un
pluralidad de movimientos corporales o inactividad es, sin que exista
autonomía entre cada de esas expresiones de voluntad, como en la
hipótesis de quien al golpear repetidamente sobre el cuerpo de la victima le
infiere múltiples lesiones con resultado de muerte, en cuyo supuesto existirá
un solo hecho de homicidio originado con una sola acción integrada por
varios actos, la doctrina penal se ha esforzado por distinguir con claridad
entre el concepto de acción y de acto.

La solución de este problema lo encontramos en el razonamiento de Luigi


Pillitu, que acude al concepto de; acción u omisión entendidas como actuación
completa de la voluntad del autor en relación al delito, de manera que ubicados
en ese punto de partida es fácil colegir que el acto constituye una parte o
momento de la acción, es decir, “ la parcial actuación de la voluntad criminosa”.
De ahí que el delito continuado supone, en primer término, una pluralidad de
conductas perfectas y autónomas entre si en su valor puramente objetivo.

Interesante resulta determinar el lapso que debe existir entre una y otra
conducta. Aun cuando Manzini ha externado el criterio de que la actuación
criminosa puede realizarse en un periodo cualquiera, dado que el tiempo
transcurrido entre una y otra conducta (acción) no es por si capaz de
interrumpir el nexo de la continuidad, es preciso tener presente que la lejanía
temporal o espacial de las acciones pude ser interpretada como síntoma de
una resolución nueva que interrumpa la continuidad necesaria en esta peculiar
forma del delito. En realidad, lo importante es que las acciones constituyan la
expresión de una misma resolución delictiva, con lo cual pasa a segundo
término la consideración del tiempo y lugar de dichas acciones.

b) Unidad de propósito. Diversas denominaciones se han dado este segundo


elemento del delito continuado, pues también se reafirma, con referencia a
el, que consiste en la unidad de resolución, unidad de plan o proyecto,
unidad de designio, unidad de deseo o unidad de pensamiento.

Contrariamente a la importante corriente de juristas alemanes, que propalan el


criterio objetivo del delito continuado, tanto en Italia y España como en México
parece privar un criterio mixto, que acude para estructurar la noción de esta
peculiar forma del delito a la pluralidad de acciones a la unidad del propósito
delictivo, cuando la fusión de estos dos elementos produce la violación de un ismo
bien jurídico (unidad de lesión).

Miltermaier había destacado ya la razón que establece la unidad en el delito


continuado, poniendo de relieve que es la voluntad criminal, de menor intensidad y
gravedad que en el concurso real, lo que hace realidad el vinculo de unión entre
las diversas acciones ejecutadas. Este criterio lo ha compartido Gustavo Labatut
en chile, al dar a la unidad de resolución carácter de factor esencial en el delito
continuado, puesto que de no existir dicha unidad “cada acción constituiría un
delito independiente.”

La unidad de propósito, como lo han destacado ya eminentes penalistas, sirve de


conexión entre las diversas acciones para dar a estas, en la sentencia, tratamiento
de delito único. Justificarse por tanto plenamente la conclusión de Juan del rosal,
en el sentido de considerar que el fundamento dogmatico y técnico del delito
continuado “radica en el ambto de la culpabilidad, sirviendo de frontera objetiva
los otros dos elementos de unidad del bien jurídico y homogeneidad en las
acciones.

c) Identidad de lesión jurídica. No obstante que algunos autores hablan de


violación a un mismo precepto legal penal o de identidad de norma, de bien
jurídico, de unidad de tipo etc. Hemos preferido la expresión identidad de
lesión jurídica que, por su latitud, puede comprender la idea que extraña
directa referencia a la norma incriminadora, así como al bien jurídico
tutelado.

Se ha discutido sobre el correcto alcance de la unidad de la lesión jurídica. Asi,


mientras algunos han querido ver en ella un carácter restrictivo de la continuación,
otros sostienen una mayor comprensión de casos en los que no resulte
indispensable una nueva determinación criminal. Puede, pues, sostenerse la
existencia de continuidad en el delito cuando, aun tratándose de tipos distintos,
aunque subordinados (robo y robo con violencia) exista vinculación entre las
diversas acciones realizadas, a virtud de la unidad de propósito o determinación
delictuosa.
TRATAMIENTO PUNITIVO:

Delito contínuo y delito permanente son términos sinónimos. Una correcta


interpretación del primer párrafo del artículo 19 del Código Penal Federal, lleva a
la conclusión de que ahí se habla de delito continuado que se integra por varias
acciones, unidas entre sí por la misma intención con identidad de lesión. Si se
interpreta literalmente el párrafo primero del artículo citado, relacionando la
palabra "contínuo" con la segunda parte del propio precepto, se llegaría a la
conclusión de ser innecesaria la primera, puesto que notoriamente no puede haber
acumulación de sanciones cuando se trata de una sola acción que se prolonga
indefinidamente; indudablemente que el pensamiento legislativo fue el comprender
el caso de varias acciones que integran un solo delito, figura bien conocida en la
doctrina con el nombre de delito continuado que se da sobre todo en figuras
lesivas del patrimonio, en especial en el robo, en el que mediante apoderamientos
parciales que en sí mismos constituyen delito, se logra el apoderamiento de un
bien fraccionable. Para evitar la afirmación de la inutilidad del precepto resultante
de una interpretación literal, debe sostenerse que la primera parte de la
disposición contenida en el artículo 19 del Código Penal para el Distrito y
Territorios Federales, capta el delito continuado, pues si se refiere al contínuo o
permanente, no tendría objeto alguno la primera parte, y bien sabido es que las
leyes tienen un sentido útil, y que es la interpretación la que debe descubrir cuál
es la voluntad de la ley, no obstante las antinomias literales que en la misma se
aprecien. Si se captara en la parte primera el caso en una sola acción, carecería
de objeto la disposición, pues el problema de una sola conducta se resuelve, a
contrario sensu, por el contenido del artículo 18. Entre delito continuado y delito
contínuo o permanente hay una diferencia fundamental, cual es la relativa a la
acción, pues mientras el primero se integra por varias, el segundo por una sola.
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. FORMA EN LA QUE EL JUEZ DEBE FIJAR
EL GRADO DE CULPABILIDAD DEL SENTENCIADO, TRATÁNDOSE DEL
CONCURSO REAL DE DELITOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).

En el concurso real de delito es ilegal que el Juez ubique al sentenciado en


grados de culpabilidad distintos por cada uno de los ilícitos cometidos, antes bien,
debe considerar que la culpabilidad, además de ser el fundamento de la pena, es
también el límite de ésta, y con ello se configura como un derecho en favor del
individuo, pues ninguna pena podrá exceder del límite de la propia culpabilidad.
Por tanto, cuando se actualiza un concurso real de delitos , existe una unidad de
trámite de la causa en la que corresponde al órgano jurisdiccional aplicar la exacta
y unívoca pena que ha de imponerse al justiciable, valorando las circunstancias de
los hechos motivo de reproche. Así, el juzgador se enfrenta a una pluralidad de
penas posibles de imponer por cada delito, por lo que el límite operativo en ese
proceso de individualización debe otorgarlo el grado único de culpabilidad en que
se ubique al sentenciado. Consecuentemente, en el concurso real de delitos el
Juez debe determinar la pena valorando las circunstancias de todos los ilícitos de
manera conjunta, la gravedad de éstos, así como los factores establecidos en el
artículo 57 del Código Penal del Estado de México, base sobre la que habrá de
individualizar la pena bajo un único grado de culpabilidad en que sitúe al
sentenciado, hecho lo cual, fijará la pena correspondiente al delito que merezca la
mayor, la que deberá aumentarse, inclusive, hasta la suma de las penas de los
demás delitos, sin que el total exceda de setenta años, salvo en los casos
previstos en el código sustantivo penal del propio Estado, en que se imponga la
prisión vitalicia.
BIBLIOGRAFIA:

Teoría del delito – Raúl Plasencia Villanueva

Derecho penal – García Ramírez Sergio

Manual de Derecho Penal Mexicano- Francisco Pavón Vasconcelos.

Lineamientos Elementales de Derecho Penal- Fernando Castellanos.

https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Paginas/tesis.aspx

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