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¿Qué es el Antropoceno?
Concepto establecido por paul crutzen en el año 2002. Este investigador lo definió como el periodo
que se origina al final del siglo XVIII en el cual se denotan los cambios que el hombre ha generado
sobre la faz de la tierra. Afirma que el Antoproceno se empieza a consolidar desde la ultima parte
del siglo XVIII luego de analizar el aire atrapado en las masas de hielo en los polos los cuales
mostraron un margen considerable de concentración de metano y dióxido de carbono.
La comisión caracterizó al Anteproceno como un nuevo periodo que marca claramente una
tendencia al incremento en la temperatura del planeta por causa de los gases que refuerzan el
efecto invernadero.
A finales del siglo XVIII toma fuerza un periodo caracterizado por la intervención desproporcionada
del ser humano sobre los elementos naturales como consecuencia de la puesta en marcha de
innovaciones y descubrimientos tecno-científicos que dieron paso a la Revolución Industrial. Con
ella explotó la producción en masa de bienes de capital así como de sub-productos de consumo
agregados a los suministros básicos requeridos para la subsistencia humana. Para ello se
implementaron mecanismos cuyo funcionamiento ha estado condicionado a la utilización de
combustibles fósiles como el carbón el petróleo y sus derivados dando por terminado en periodo
conocido como el Holoceno dentro del cual el desenvolvimiento de la especie humana no generaba
externalidades negativas considerables si se presentaban eran mínimas y podían ser absorbidas o
asimiladas por los sistemas naturales sin mayores perjuicios para el planeta. Se inicia entonces una
etapa de intervención sobre los componentes biofísicos de forma cada vez más potente y adversa
para la vida en conjunto. El Antropoceno se correlaciona directamente con el momento histórico
donde se efectúan impresionantes cambios ambientales locales con repercusión global denotando
una lógica multiescalar alterando el equilibrio de los ecosistemas y limitando o imposibilitando la
resiliencia de estos.
Sólo el uso de los combustibles derivados del petróleo admite comprender cómo el comercio
mundial pudo multiplicarse por 50 en la segunda mitad del siglo pasado, dos veces más que la
producción industrial (véase la figura).
Revolución industrial
a) La primera revolución industrial que es la que se da a finales del XVIII y hasta mediados del siglo
XIX.
b) La segunda revolución industrial, se da a finales del siglo XIX y principios del XX, en ella aparecen
la electricidad y el petróleo como principales fuentes de energía.
La Revolución Industrial que comenzó en Inglaterra a finales del siglo XVIII y principios del XIX
significó un nuevo modo de organizar la producción, es decir, la forma en que el hombre obtiene la
riqueza y los bienes que necesita. Estos cambios en las formas de producir transformaron la vida en
la sociedad moderna.
Este nuevo modo de organizar la producción fue denominado capitalismo y aunque sufrió muchos
cambios, es el sistema en el que vivimos en la actualidad. El capitalismo permitió, como gran
novedad, un crecimiento constante de la riqueza, pero también implicó que los hombres se
organizaran y relacionaran entre sí de distinta manera. esto originó un nuevo grupo social.
Clase obrera: clase obrera. Eran fundamentalmente los trabajadores de las fábricas. A diferencia de
los artesanos que vivían de la venta de las mercancías que fabricaban en sus talleres: zapatos, telas,
etc. Los obreros vivían del salario que les pagaban los capitalistas.
Los capitalistas o burguesía industria también aparecieron en esta época. Eran los dueños de las
máquinas y de las fábricas y como tales eran los que tomaban las decisiones económicas con total
libertad como qué mercancía producir a que precios venderla cuáles serían las condiciones de
trabajo etc. Contrataban a los obreros, les pagaban los salarios y obtenían ganancias de las ventas
de las mercancías. En realidad, una burguesía rica ya existía desde hacía bastante tiempo lo nuevo
fue que ahora su riqueza se originaba en el trabajo de los obreros en las fábricas. A esta nueva forma
de organizar la economía y la sociedad se la denominó capitalista.
El inicio del despegue industrial estadounidense durante el siglo XIX estaría condicionado por el
proceso de formación del joven país, con respecto a Europa, de la cual surgió (pero contra la cual
reaccionó en la esperanza de consumar su independencia) y por las necesidades de expansión en
una tierra en gran parte desconocida y a la que necesariamente había que con quistar, dándo le un
carácter particular:
Esa sociedad de pioneros era una sociedad dotada de un espíritu de empresa. Las
diferencias sociales y la desigualdad de fortunas si bien hicieron de la sociedad
estadounidense una sociedad antagonizada por la oposición y pugna de los grupos sociales
con intereses divergentes no soportó el peso del feudalismo ni la tradición secular de los
conflictos estamentales tal y como los conoció Europa.
La presión demográfica fue también resultado de los movimientos con jugados de la
natalidad y la mortalidad. Sobre el comportamiento demográfico pesaba el crecimiento
continuo a lo largo del siglo XIX de la constante afluencia de emigrantes. La extensión
territorial y el movimiento hacia el oeste también influyeron sobremanera.
El desarrollo industrial debe mucho al liderazgo económico y tecnológico de Inglaterra
aunque también hay que reconocer que los inventores estadounidenses hicieron sus
contribuciones y orientaciones propias.
En la I Revolución Industrial la principal fuente de energía fue el vapor producido por el carbón. A
finales del siglo XIX el panorama cambia con la aparición de dos nuevas fuentes de energía: el
petróleo y la electricidad. El petróleo empezó a utilizarse desde mediados del siglo XIX en Estados
Unidos y cobró especial importancia con el descubrimiento de los motores de combustión (K. Benz)
y explosión (Diesel) que utilizaron los derivados del petróleo (gasolina, gasoil, queroseno...) como
fuentes de energía. A partir de entonces el petróleo sería un producto estratégico e insustituible en
nuestro mundo. La electricidad se conocía desde la Antigüedad (efectos de los rayos y tormentas)
pero no se podía producir industrialmente. Destacaron los trabajos de Volta un científico italiano
que descubrió la pila en el año 1800 y de Gramme que inventó la dinamo en 1872 pero de todos
ellos el más importante fue Edison que puso en marcha la primera central eléctrica para la
producción industrial de electricidad en 1882 de ahí se aplicará el invento a la bombilla
incandescente, el teléfono, el telégrafo, los transportes, etc.
En el último tercio del siglo XIX los transportes experimentaron un gran desarrollo en Europa y
América del Norte. Las redes ferroviarias estaban concluidas en muchos países hacia 1870 se había
invertido mucho dinero pero gracias a estas redes la producción crecería y se multiplicarían los
intercambios comerciales. La navegación a vela fue sustituida por el vapor lo que aumentaba la
velocidad de los transportes. A esto hemos de añadir la apertura de nuevas rutas (Canal de Suez en
1869 y de Panamá en 1914) que acortaron distancias e incidieron directamente en un
abaratamiento de los costes de los productos. Por último la aparición del automóvil y de la aviación
trajo consigo una auténtica revolución económica fue preciso aumentar la producción siderúrgica y
mejorar el trazado de carreteras y para ello requirió un gran esfuerzo inversor y a la larga se aceleró
el desarrollo económico.