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Índice

Prólogo ..................................................................................... 9
Introducción ...................................................................................... 11

Parte I

CAPÍT UL O l
Los Derechos de la Diversidad en la Escuela ........................19

CAPÍT UL O Il
La escuela del siglo XXI. Emanuel, entre lo diverso
y lo múltiple....................................................................... 45

CAPÍT ULO III


Libertad e igualdad para Ezequiel 63

CAPÍT ULO IV
Red de reconocimiento y de justicia sobre Ariel.................. 75

CAPÍT ULO V
Analizadores de la integración .............................................85

CAPÍT ULO VI
La clínica institucional y el equipo integrador.
Algunas estrategias para la inclusión ...................................93
CAPÍT ULO VII
Luc as, es tar dentro o fuera del mundo 103

EPÍLOGO
La singularida d para aprender.
Orígenes de dificultades .......................................................................................... 117 Prólogo

Parte II
Di tupalabra y rómpete
Escuela inclusiva y la invención de otros modos F. NIET ZSCHE
de sentir, pensar y hacer ..................................................... . .................... 133
Por María Alejandra Martinelli

¿Qué hacemos cuando hacemos?


Reflexiones sobre la práctica docente en los procesos Este ensayo intenta compartir reflexiones acerca de la integra-
de integración escolar ............................................ ........................ 147 ción escolar de niños/as que tienen dificultades para constituirse psí-
Por Ana R. Sagües quica y subjetivamente, y por lo tanto para aprender; sabemos que se
debe privilegiar, junto a la escolarización, el crecimiento subjetivo del
Pas eares, el trabajo de construir un afuera ........................ 165 niño/a, ya que al conformarse en ese aspecto podrá también aprender
Por Adriana Chiavarino y Cintia Ferris en la vida y en la escuela. La escuela que pretenda incluir niños/as
con dificultades para aprender o venidos de la escolaridad especial,
debe atender especialmente a la vida presente de los niños/as y toda
Datos de las autoras ........................................................ 177 la diversidad que presenta la infancia contemporánea. Esta es una
infancia que crece en condiciones tecnológicas inéditas pero tam-
bién en el marco de fuertes exclusiones sociales y de barbarización
de los vínculos humanos, en el seno de una sociedad que produce
subjetividad con sus inodos de sentir, de pensar, de desear que son
propios del consumismo y del exitismo capitalista.
Por ello, teniendo en cuenta este contexto, en la primera parte
de este libro se presentan análisis de experiencias institucionales de
niños/as (con.nombres supuestos) en situación de dificultad para
aprender (de diversos orígenes, orgánicos y subjetivos) y se describe
cómo han sido los procesos de inclusión que se llevaron adelante.
Además, se agrega una conferencia acerca de los derechos de ser
incluida que tiene la diversidad escolar.

9
Capítulo I

Los Derechos de la Diversidad en la Escue]¡i 1

Basta existir para ser completo.


FERNANDO PESSOA

Acerca de las cuestiones que se relacionan con la realidad ins-


titucional de las escuela y que hace unos meses estuvieron tan en el
centro de la escena en nuestra sociedad, en el marco del debate por
la Ley de Educación, creo que hay una serie de olvidos; pues en este
debate hay silencios, hay borraduras. Ya que para debatir una nueva
Ley de Educación hay que prestar mucha atención a cuáles son las
condiciones de producción institucional, en la medida en que esas
condiciones son parte de los derechos de los actores institucionales
en la escuela.

El clima institucional. Alegrías y tristezas

Ustedes saben que una institución produce. ¿Qué produce una


escuela? Debería producir niños/as educados y escolarizados. Ahora
bien, cuando se plantea el debate respecto de la producción y el
clima institucional, hay una serie de consideraciones para hacer; sin
embargo, lo que no aparece en el debate es el clima de producción

1. Conferencia dictada por Horacio Belgich en la ciudad de Alcorta. prov incia de


Santa Fe, en el mes de noviembre de 2006.

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institucional. Por otra parte, cuando digo "clima", me estoy refiriendo muchas veces se produce un notorio desencuentro entre este hacer
a aquellas realidades que se viven en las escuelas, y que tienen que y aquello que lo motiva como idea.
ver precisamente con la convivencia que se establece en ellas entre Cuando hablo de estos desencuentros me refiero igualmente a
los adultos, entre los adultos y los niños, y entre padres y docentes. que cuando nos introd ucimos en estas instituciones e intentamos
Este tipo de cuestiones se tratan como si estuvieran dadas natural- comprender algunas cosas que allí ocurren, hallamos también desen-
mente, como si fueran hechos ya establecidos. Parece que existiera cuentros entre los miembros de la institución. Hay rivalidades, hay
un piso del cual nadie habla porque ya está dado, y del cual, no obs- fragmentaciones, hay disputas. Debemos aclarar que el conflicto es
tante, sí es necesario hablar para debatir estas cuestiones. No sé cuál inherente a la vida humana, y creo que habría que partir de la com-
sea la realidad de las instituciones de la zona, pero me parece que en prensión de que el diferendo, la diferencia, el conflicto, forman parte
muy pocas escuelas este clima de producción está dado, precisa- de la vida humana. Ahora, lo que alarma, o llama la atención, es el
mente, para que la institución produzca. Y repito; la producción de grado de exacerbación que hay de estas diferencias. Porque una dife-
este tipo de institución se relaciona con elementos inmateriales pero rencia puede enriquecer, pero me parece que muchas veces se mul-
evaluables, tales como un modo de ejercer la ciudadanía en el futuro, tiplica la pequeña diferencia para rivalizar. Personalmente, me gusta
la manera en que se respeta la autoridad, los modos de convivir con hablar de los adultos -en general- en la institución, para no cen-
los otros, los saberes adquiridos, etcétera. trar las cosas en los maestros. Porque con frecuencia el conflicto se
Me gusta pensar en el clima de la institución escolar a partir de produce también con el personal no docente, con los padres y la es-
los conceptos que utilizaba un joven filósofo del Siglo XVII, que se cuela, con los directivos.
llamaba Baruch Spinoza. Entre esos conceptos se encuentra el de Además, esta descripción que estoy haciendo sobre el conflicto
"pasión". Él decía que de las muchas pasiones que hay en la vida hu- no se aleja de la realidad inmediata que rodea a la escuela. Y en la
mana -y en las vidas institucionales, podernos pensar nosotros- , escuela suceden cosas que se generan en la realidad que bordea a la
de esas muchas pasiones que existen, por lo menos hay dos que son institución. Vivimos en una sociedad de alta fragmentación, donde
muy importantes: las pasiones alegres y las pasiones tristes. Y él en- las divisiones de clases y la exclusión multiplican conductas reacti-
tendía a la alegría y a la tristeza no como usualmente lo podemos vas. ¿Qué quiero decir con esto? Pai10, para entender las cuestiones
entender nosotros, personas fonnadas en el siglo XX. Este filósofo sociales y la violencia en la sociedad, de una conclusión a la que
entendía que la alegría es una pasión que se genera cuando nos en- llegó Hannah Arendt, y esto es que la violencia es motivada princi-
contramos con cosas o seres que awnentan nuestra capacidad de hacer. palmente por la impotencia. Cuanto más impotentes nos sentimos,
Y la tristeza, contrariamente, se produce cuando nuestra capacidad más violentos somos. Y me parece que esta es una cuestión a tener
. de hacer disminuye, al encontrarnos con otros que promueven la dis- . en cuenta. Porque cuando hablamos de la violencia en nuestra socie-
minución de nuestra capacidad de hacer. dad uno puede pensar que hay un correlato inmediato entre pobreza
Estos conceptos son interesantes para pensar en las realidades y violencia. Y si bien hay una relación, hay una correspondencia
educativas. Puntualmente, porque mi trabajo en estos últimos años entre ambos términos, es necesario complejizar la situación y tratar
consiste en recorrer escuelas por diferentes motivos. En algunas oca- de entender algo más.
siones lo hago por cuestiones de análisis institucional, en otras, por Las sociedades donde hay más violencia y más delitos no son
consultas; y lo que encuentro es que en muchas escuelas -no digo las sociedades más pobres, sino que son las sociedades donde hay
en todas- hay dificultades para hacer. Dificultades para articular una mayor percepción de la desigualdad social, lo cual es algo
la idea con la práctica, el proyecto con la acción. Me parece que notoriamente diferente; y aunque esto parezca sólo w1detalle de

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vocabulario, no lo es. Esta correlación fue planteada por Robert problematizar qué significa una verdadera calidad educativa; o bien,
Merton, un sociólogo norteamericano que estudió la violencia en la al menos, una calidad educativa desde otra concepción. Pues esa
década del 30, durante el período de la "Gran Depresión", en EEUU. ideología de la cantidad es la que regula el estar de los niños/as en
Y precisamente llegó a esta conclusión: que en los pueblos -no sólo la escuela. Y no permite considerar la dimensión temporal y espacial
en un pueblo detenninado--- en los que había pobreza no necesaria- del encuentro, de la reflexión, de las preguntas, de las dudas y temo-
mente había violencia, sino que esta violencia estaba motivada por res que tienen los niños/as. Creo que los alumnos necesitarán de estos
la inequidad. Esto es, por el hecho de que los que más tenían hicie- espacios. ¿Habrá un desencuentro entre la escuela y lo que requiere
ran ostentación ante los que menos tenían. Este tipo de planteo nos la infancia contemporánea? Evitar este desencuentro entre la escuela
permite pensar en tomo al fenómeno que constituye el pedido de y la infancia debería ser un derecho de los niños/as.
aumento de penas para los distintos delitos, y en la cuestión de este Pues hay que analizar algunas cosas que les ocurren a los niños
movimiento social represivo contra el delito que impulsa Blumberg y a las niñas dentro de la escuela y fuera de la escuela. Podemos
haciendo caso omiso a las verdaderas causas que generan tanto el pensar --entre muchos- en un fenómeno bastante extendido -por
delito como la violencia. lo menos en las escuelas de Rosario--- y debatido en varios ámbi-
Habría que agregar, por otro lado, la existencia de una serie de tos profesionales, entre psicólogos, neurólogos, etcétera. Es lo que
despotismos sociales. En este marco de desigualdades s?ciales hay se denomina "Síndrome Disatencional", o de hiperkinesis, o de hi-
mandatos que implican verdaderos deber ser. Mandatos que tienen peractividad. Podemos decir que hay niños/as que tienen problemas
que ver con una relación entre el ser y el consumo, en tanto se es con neurológicos que motivan este tipo de situaciones, esta actividad
relación a la marca que se porte, al "logo" que se muestre. Esto está corporal intensa e incesante. Pero es necesario aclarar que no todos
generalizado, implica tanto a adultos como a niños/as. Desde esta los niños/as que manifiestan estos síntomas tienen problemas orgá-
perspectiva, es importante poder entender de qué manera la escuela, nicos, sino que, contrariamente, el origen de los mismos es psíquico,
muchas veces, no puede estar ajena a este tipo de mandatos. No sólo emocional; y debemos reflexionar, asimismo, acerca de que el modo
porque el niño/a ostenta esta marca que supuestamente lo hace supe- de estar de los niños/as en el mundo se enmarca en una dimensión
rior a aquel que no porta la misma marca de zapatillas, sino que tam- temporal y espacial con una velocidad e intensidad diferente a la
bién hay un fenómeno al que hay que prestarle mucha atención. Y que propone la escuela. También en este aspecto, entonces, habría
es el mandato de rendimiento. Una concepción de rendimiento que que preguntarse sobre el desencuentro, y podríamos concluir en la
hay que analizar. Una interpretación de rendimiento que se basa en existencia de una no correspondencia entre la escuela como insti-
lo cuantitativo. No en vano venimos de una década donde el tema tución --con sus órdenes y sus rituales- y lo que requiere la infan-
de la cantidad fue un tema sobrevalorado. ¿Qué quiero decir con cia contemporánea.
esto? Que con frecuencia se confunde en la escuela calidad educa- Habría que hacer un poco de historia. Reflexionemos sobre la
tiva con cantidad. subjetividad de los niños y las niñas -y llamo "subjetividad" no a
aquello que podemos entender como psiquismo, sino al modo de sen-
tir, de pensar, de actuar, de desear que se produce en un determinado
Acerca de la calidad educativa momento histórico-social; que incluye al psiquismo, pero no se re-
duce a él-. Por ejemplo, la subjetividad de un niño de la década
La cantidad de contenidos se transforma, en definitiva, en sinó- del 60 --como lo fui yo--- que tenía determinados juegos, que mi-
nimo de calidad. Y creo que hay que empezar a replantearnos y raba determinados programas de TV, que jugaba con determinados

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juguetes, se configuró de un modo particular. La subjetividad de un higiene, de pruticipación, y los modos de ejercer autoridad por parte
niño/a hoy se configura de otro modo. Pensemos, si no, en la percep- de los adultos en este contexto, además de indagar acerca de la con-
ción espacio-tiempo, como ya adelantamos. Y aquí no hay divisio- cepción que en el imaginario social de la época se tenía de la infancia.
nes de clases sociales. Yo vivo cerca de una avenida, y hay chicos que Cuando notamos que hay un determinado "desorden" en la es-
cuidan autos, y a veces los chicos consiguen una moneda y se van a cuela a partir de niños/as que presentan esta hiperactividad, que
jugar al cyber de la esquina. ¿Y a quéjuegan? A los juegos de Inter- tienen este modo de intercambiar con el mundo, precisamente Jo que
net, a veces en red, a veces solos, con un competidor virtual. Enton- ocurre es que este supuesto "desorden" Jo que viene a desordenar es
ces, esta configuración de su subjetividad en el espacio-tiempo es un orden que aparentemente estuvo dado de una vez y para siempre.
una configuración que tiene una determinada velocidad, que tiene Porque también debemos preguntarnos de qué manera en las insti-
una determinada intensidad. Están obligados a producir respuestas tuciones se naturalizan estos acontecimientos. Es muy difícil que
en un segundo, y tienen que seguirjugando. Cualquiera sea el juego. nos interroguemos acerca de cuándo surgió aquel orden. No: vivi-
Y esto implica un modelarniento de esa subjetividad. Obviamente, mos en un determinado marco, tratamos de producir dentro de él, y
los chicos de clase media juegan en su casa, otros chicos juegan no.existe la pregunta por el sentido. ¿Para qué nos sirve este orden?
donde pueden, lo que no significa que no se configuren en una dimen- ¿Para qué nos sirven tales rituales? ¿Para qué nos sirve el recreo cada
sión espacial y temporal diferente a la que oferta la escuela. tantos minutos? El recreo cada tantos minutos fue instituid o por
Estos chicos, que salen de estejuego, que configuran su subje- los médicos higienistas a fines del siglo XIX, precisamente porque
tividad de este modo, entran a un tiempo lentificado de la escuela, se suponía que el tiempo de atención de los niños duraba 45 minu-
en donde hay una serie de rituales que marcan un inicio y un final, tos, ese era el tiempo estimado. Además, prescribían qué juegos
a una velocidad de otro siglo. ¿Qué es lo que pasa con ese cuerpo de debían tener los niños y las niñas en el recreo, pues se daba mucha
ese niño/a? Habría que comprender en primer lugar que el cuerpo no importancia a la fuerza física en relación con la salud y con ello se
es sinónimo de organismo. El cuerpo se construye corno corporali- promovía el mejoramiento de la raza. En tanto la defensa de la patria
dad y tiene una capacidad de intercambio de energía, la llamamos requería de hombres y mujeres, fue1tes y sanos fisica y moralmente
"libido" en psicología, y es un intercambio y comunicación afectiva -por supuesto que debemos entender a la moral como el conjunto
que tiene el sujeto con el medio, con el mundo. Un mundo que inter- de prescripciones y prohibiciones de la época-.
viene sobre él y produce en este cuerpo respuestas. Cuando estos Ese moldeamiento puede indagarse en los modos en que se con-
niños y niñas entran al tiempo y al espacio lentificado de la escuela, ceptualizaba en aquel momento la disciplina escolar, considerando
algo pasa; Hay una no adecuación, una no correspondencia entre el cuáles son las representaciones y binarismos (tales como "civiliza-
intercambio que se produce entre él y los otros en eljuego, y el que . ción-barbarie") que predominan en el imagiilario de esa sociedad y
le propone la escuela. Porque ese orden y esos rituales no estuvie- considerando, asimismo, cuáles son los elementos sociales y cultu-
ron pensados ni siquiera para un niño/a con una subjetividad cons- rales de dificil o nula significación en ese período histórico. También
truida en la década del 60, sino para niños y niñas de las dos últimas es importante analizar cómo se establece allí el orden escolar y qué
décadas del Siglo XIX. Este orden escolar es muy parecido al orden participación tienen los niños y niñas en él, en el marco de la organi-
instituido en el origen de la escuela pública. Esto lo puedo confir- zación del sistema educativo nacional; además de reconocer, en ese
mar porque la tesis de doctorado que hice se llama precisamente contexto de preeminencia de normalismo y positivismo, la funda-
"Producción de subjetividad en los orígenes de la escuela pública". ción del debate pedagógico, al que posterionnente se swuará el higie-
Y analizo allí el orden de aquella escuela, los rituales militares, de nismo con sus preceptos de salud, nonualidad, educabilidad.

24 25
Y ello se incluye dentro del discurso del biopoder2 -entendido tiene la escuela, y qué oferta educativa, qué orden y rituales escolares
como aquellos enunciados que gobiernan las relaciones entre la necesita la infancia contemporánea. Deberíamos considerar que
sexualidad, la vida y la muerte-, que privilegia en la modernidad estas preguntas permitirían acercar a los niños/as a sus propios dere-
el lugar de la sexualidad y la reproducción. Según Foucault la tran- chos. Porque los rituales que no permiten la expresión de los niños/as,
sición desde el dominio de la soberanía al del biopoder se produjo a su participación en la escuela, su autonomía, impiden el encuentro
principios del siglo XIX, y puede ser ilustrada con las actitudes ante de éstos con sus derechos.
la muerte. Dice Foucault que "en el período inicial la muerte se ritua-
lizaba, era sometida a un ceremonial en el que participaba toda la
familia, y a menudo todo el grupo (clan, profesión, corte, etc.). Bajo La diversidad en la escuela
el régimen biopolítico la muerte se convierte en algo intensamente
privado, solitario, casi vergonzoso, tabú. Aquello que sí reconocemos es que la escuela detecta un aumento
El biopoder se centra en la masa, no en el cuerpo, y se orienta de las situaciones de fracaso escolar. No de problemas de aprendi-
a reducir cualquier imprevisto que pueda afectar la vida en general. zaje solamente; llamamos fracaso escolar a una cristalización, a una
La soberanía necesita instituciones tales como hospitales, escuelas, cronificación de la dificultad para aprender. No sólo se trata de que
cuarteles y fábricas, en tanto el biopoder requiere de grandes buro- un niño/a tenga problemas para aprender, sino que el llamado fra-
cracias para administrar la seguridad e higiene social. Los nacimien- caso significa que este niño o niña arrastre este problema desde
tos son atendidos médicamente y, al mismo tiempo que las vivien- mucho tiempo. Y hay repitencia donde no hay solución aparente.
das están normatizadas, los hijos son vacunados por ley. Lo que Pero esto es lo que históricamente pasa en la escuela; en todo caso
importa aquí es la mortandad, no la muerte como en el régimen de hoy esto está más intensificado; y creo que hay que entender tam-
soberanía. La sociedad argentina hacia fines del siglo XIX puede bién qué pasa con los niños/as deprimidos, o bien qué ocurre con los
comprenderse en proceso de transición entre un tipo de sociedad y niños/as impulsivos y violentos dentro de la escuela, niños/as con
otra; coexisten las instituciones propias de la modernidad naciente, imágenes corporales deterioradas (recordemos que se detectan sín-
como así también estrategias para regular la vida, la sexualidad, que tomas de anorexia en niñas de 11 años, y también en niños), o chicos
comienzan a implementarse a partir de consideraciones sobre la violentados fuera de la escuela, o abusados, niños/as con saberes de-
salud, la moral, la ciudadanía. Todos estos son temas acerca de los valuados, o con organismos dañados. También habría que reflexio-
cuales había una marcada preocupación. Así dice un comentarista nar sobre los niños y niñas con inteligencias no reconocidas, porque
en 1890: "La educación física y la educación política y moral si tienen capacidades cognitivas, entonces ¿hay deseos de aprender
envuelven dos problemas serios á que no se ha dado hasta ahora · lo que se les enseña? Muchas veces directamente no hay deseos de
solución". 3 aprender nada, ni de vivir.
No intento hacer una crítica al higienismo; sirvió para determi- Se cree que estas diferencias que la escuela detecta son dife-
nados fines y proyectos políticos; pero supongo que hay que replan- rencias sobre las cuales no hay respuestas; y estas diferencias se
tearse la cuestión y pensar en el tipo de orden y en los rituales que transformarían en diversidad si hubiera respuestas a esas necesida-
des, porque los niños/as necesitan de ellas; habría entonces atención
2. Concepto de M. Foucault, desarrollado en el Curso de 17 de marzo de 1976, en el a la diversidad. Dado que estas diferencias interpelan a la escuela,
College de de France. como no hay repuestas se las invisibiliza, en tanto no se las reco-
3. El Monitor. Nº 185. p. 242. noce como una problemática que es inherente a la escuela, y sobre

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26
la que se debe dar respuesta. Sin embargo, se naturalizan, quedan de situaciones 4 • Por un lado ponemos este tipo de cuestiones en el
esas problemáticas como responsabilidad del niño/a que no aprende, centro del debate y, por otro, habría que pregw1tar qué pasó con este
y se genera el efecto de que poco o nada se puede hacer desde la niño o niña cuando comenzó a tener dificultades.
institución. Sólo se las reconoce cuando la actitud del niño/a per- Hay una naturalización de la dificultad, cualquiera sea la difi:-
turba el orden escolar. Porque sabemos que en el sistema escolar no cultad. Esto no tiene que ver con una crítica a los maestros, sino que
hay cultura de prevención de problemas de aprendizaje, ni tampoco se relaciona con toda una ideología del sistema educativo. Se dice:
la prevención como detección temprana de dificulta des , pues no hay , · "Y bueno, ya va a madurar". A veces los mismos médicos opinan
tiempo para ello, no existen condiciones materiales -por ejemplo "hay que darle tiempo". Y está bien, a veces hay que darle tiempo.
relación cuantitativa adecuada entre un docente y el número de Pero también hay que ofertarle estrategias educativas para que este
alumnos--. Pero incluso cuando esa relación adecuada existe, tam- chico o chica pueda aprender de acuerdo a sus capacidades actua-
poco puede el sistema -por lo general- disponer de estrategias les, a su subjetividad actual, y por supuesto, también hay que con-
de prevención. templar su sufrimiento. Puede tener problemas de aprendizaje por.:.
Ahora bien: cuando hablamos de malestar en la institución es que situaciones familiares lo perturban, o violencias múltiples lo
porque algunas o bien todas estas diferencias se hacen cada vez más condicionan.
presentes, cuando ya la invisibilización no sirve como recurso. Mi experiencia en el sistema educativo durante 15 años trans-
Cuando se hacen presentes estas diferencias, se instalan visible- currió en educación especial, y trabajé mucho tiempo en integración
mente en los bordes de la escuela. La ubicación en esos bordes sig- escolar, cuando a principios de los años 90 la integración era algo
nifica que son niños y niñas que poco a poco terminan fracasando muy difícil. Y hoy continúa siendo muy dificil. Este tipo de situa-
en la escuela. Terminan desertando, que es una manera de ser expul- ciones, para el que transita las escuelas, aparece cotidianamente, y
sados veladamente. Porque el niño/a se va con 12 años de edad y es una realidad sobre la cual no hay muchas preguntas. Aparece así
estaba cursando 3° grado (3º año del 1° ciclo de EGB) -a veces hay '1a problemática del no aprender naturalizada. Este chico, con 13 ó
situaciones muy dramáticas- ; por ejemplo, cuando la maestra a 14 años pasará a la nocturna. Pero debemos analizar esto seriamente.
veces se pregunta: "No sé por qué tal es violento", y el chico tiene No estamos hablando de un niño, ni de muchos. Estarnos hablando
12 años y está con niños de 8 años. Yo, por el contrario, de lo que del destino de un sector importante de una generación. A qué me
me alarmaría sería de que este chico de 12 años no sea violento, refiero con esto: me refiero a que estadísticamente las cárceies, por
porque hay una violencia ejercida desde la institución sobre él. No lo menos en la provincia de Santa Fe, muestran que están pobladas
ejercida por la maestra ni por los directivos: por el sistema. Porque significativamente por el sector de jóvenes cuyas edads van de .1 8
hay una infantilización de este chico. Entonces, ¿cuál es la respuesta?: a 25 años. Y se sabe que la mayoría de estos jóvenes fueron expul-
"Bueno, este chico tiene contenidos de 3° grado y tiene que estar con sados tempranamente de la escuela. Una parte importante de esta
los de 3º". Creo que no es una buena respuesta, porque --en defi- población de jóvenes en las cárceles abandonó la escuela sin termi-
nitiva- con qué condiciones, en qué temas y comunicación, con nar de cursarla. No es casual que exista una des-contención institu-
qué subjetividad puede estar este chico dispuesto a aprender sa- cional para entrar al delito. Porque insisto con la idea que planteé
biendo que está siendo evaluado y mirado con referencia a las capa- antes: no todo pobre es delincuente, hay otras condiciones que se
cidades de un niño de 8 años. Y esto no significa que sea un niño
no inteligente. Es una inteligencia no reconocida por la escuela. Y 4. Podemos entender a la multiplicidad como la expresión de la singularidad de la
subjetividad.
ello interpela al sistema en tanto implica diversidad y multiplicidad

28 29
agregan, a veces la percepción de desigualdad impulsa a la violen- esas interrogaciones? Si no hay tiempo para esas preguntas, ¿eso es
cia y al delito. Esta realidad, por cuestiones ideológicas o de intere- calidad educativa? Además, sabemos que se generaliza una concep-
ses de clases sociales, los sectores conservadores seguramente no ción de calidad que impulsa a los padres que pagan aquello que supo-
las aceptan, apuestan a incrementar las penas de aquel que delinque, nen mejor oferta educativa, supuestamente porque esa es una escuela
en lugar de prevenir con educación y trabajo, con salidas reales de de calidad: cuantos más niños y niñas quedan afuera, mejor parece
la marginación. ser la educación brindada. Y estoy hablando de instituciones par-
ticulares y, en algunos casos, también públicas. Las que están cata-
logadas como escuelas de excelencia por estar de un lado de la vía;
Los derechos de lo diverso y las que están del otro lado de la vía, en cambio, son para otra pobla-
ción, con otras expectativas, con menos recursos, para un futuro
Es importante abordar el tema de los derechos de los niños y determinado de marginación.
las niñas en las escuelas, porque cuando hablamos de derecho se Entonces, cuando hablo de derechos me refiero a la responsa-
puede pensar que el derecho es el derecho formal, esto es lo que dice bilidad que tenemos como generación. Porque los niños/as tienen
la letra de la ley, "los padres están obligados a llevar a los niños a muchos más derechos de los que nosotros suponemos. Entre ellos,
la escuela y todo niño tiene derecho a educarse"; pero es interesante por ejemplo, el derecho a tener una educación sexual. Y no me refiero
ampliar este concepto de derecho, y extenderme más allá de la ley a contar el cuento de cómo son los órganos genitales masculinos y
formal. Porque me parece que esto nos interpela como generación. femeninos. No solamente a eso, que es necesario, es una infonnación
Nos interpela especialmente para pensar de qué manera los derechos objetiva. Me refiero a un conjunto de cuestiones y consideraciones
de los niños y niñas requieren de nosotros lo mejor, porque aquello con relación a cómo los niños y niñas van conociendo su propio
que creo que es lo mejor se relaciona con generar una oferta educa- cuerpo. Además, de --en el momento de conocerlo-- amar su pro-
tiva que atienda a todas estas diversidades, de singularidades exis- pio cuerpo, y respetarlo. Y cuando digo respetarlo, es enseñar al
tenciales, de problemáticas personales y, por lo tanto, subjetivas. Y niño/a a decir "no" a cualquiera que quiera acceder a su cuerpo. Eso
cuando digo mejor me estoy refiriendo a la calidad de lo que se ofrece, es una cuestión esencial. Si la escuela no enseña esto, bueno, en-
que no es sinónimo de cantidad, ya que si de un curso de 30 chicos tonces estamos en un problema. Muchas escuelas no enseñan esto
terminan 25 con las expectativas de logro alcanzadas y los otros 5 porque no está en el imaginario enseñarlo, y ello tiene su histo-
no las han alcanzado, usualmente se dice "y bueno, tienen proble- ria, porque enseñar sobre la vida, la existencia, la sexualidad, en
mas familiares". ¿Qué hacemos con esos 5 chicos? Repiten. ¿Hasta - un imaginario perverso5, pareciera que pervierte; sin embargo, esa
cuándo? ¿Cuál sería el límite? No hay preguntas acerca de qué les información, dada oportunamente, otorga seguridad, salud psí-
pasa, por qué, por ejemplo, un problema de lectura es un hecho de quica, confianza en aquel que la recibe, pues sabe que aquel que
la burocracia, si leer es conversar con el mundo, ¿Y si este mundo es
temible, o insultante? ¿Se deben incluir estos sentimientos, el temor 5. Además, como pregunta M. Foucault, ¿por qué relacionar la sexualidad a la moral?
y la ofensa en el problema de niño/a que lee? ¿El placer, la esperanza, Ello tiene su historia en relación al concepto de biopoder; en los cimientos de la socie-
dad moderna la sexualidad debía estar encerrada en la institución matrimonial - al
el dolor, el sufrimiento, intervienen en los problemas de aprendizaje? menos para las mujeres- para garantizar desde el Estado junto a la Iglesia el rease-
¿Hasta cuándo? ¿Cuánto? Si un niño/a tiene problemas de lectura, guro de la buena descendencia y también de la legitiniidad de la herencia. Y por lo
¿cómo influyen sus relaciones con los adultos, con otros niños/as, y tanto la sexualidad era un tema silenciado, rodeado de una constelación de mitos.
Véase: Ariés, Ph. (1987) El niño y la vidafamiliar en el Antiguo Régimen. T aurus.
también consigo mismo en la dificultad de leer? ¿Hay tiempos para Madrid. Y también Foucault, M. (2000) Historia de la sexualidad. FCE. México.

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transmite ese cuidado, muestra que quiere cuidarlo y que desea que Uno se pregunta ¿por qué resiste este orden? Bueno: porq ue hay
se resguarde. imaginarios sociales, y un imaginario social es un conjunto de sig-
Ustedes saben que muchos de los niños/as que producen esce- nificaciones y representaciones que dicen qué es lo aceptable y reco-
nas de violencia en la escuela son ellos mismos objeto de violencia, mendable para hacer. Pero, cuando hablo de imaginarios, es nece-
y ello se detecta en la escuela; pero no hay articulaciones entre los sario aclarar que el imaginario de la escuela se basa o se cimienta
sistemas de justicia, de salud y educación. El docente no sabe qué sobre algunas ficciones. Ficciones que han sido construidas de un
hacer cuando sospecha o descubre que el niño/a es violentado en lo modo determinado, y en referencia a una época, pero habría que
físico o bien en lo psíquico. Y como es agente público está obligado preguntarse si es necesario que sigan siendo tal como fueron cons-
a hacer algo. Este descubrimiento produce mucha angustia en el truidas. Debemos pensar entre otras cosas cuál es el concepto de
adulto, pues lo torna impotente; no hay protección efectiva a la in- infancia que se mantiene aún hoy en la escuela, en el imaginario
fancia aunque haya leyes que velen por los derechos de los niños y institucional. ¿Cuál es el concepto de infancia? Si hacemos un
niñas. Esta es una opinión muy personal, pero quiero decirles que poco de historia, vamos a entender a la infancia tal como la enten-
para mí hay más niños y niñas maltratados de lo que suponemos. Y dían los intelectuales y en definitiva el imaginario de fines del
muchos chicos no pueden aprender por esta causa, por ser víctimas. siglo XIX. Los pedagogos de aquella época consideraban a los
Y la violencia familiar se produce en todas las clases sociales. Creo niños/as como pequeños salvajes, y se basaban en una concepción
que mucha de la violencia que vemos en la escuela tiene un origen positivista.
en la violencia familiar, pues los niños/as no tienen oportunidades Y se agrega a esta concepción otra, la de la maldad innata de
para expresar simbólicamente lo que padecen; con frecuencia actúan los niños. Esto lo podemos ver en pedagogos como Víctor Mercante.
con violencia contra otros y contra sí mismos. Esto debe ser resuelto O en la naciente psicología de esa época, que nace muy junta a la
de manera urgente, asesorando al maestro acerca de qué hacer cuando pedagogía. Era una concepción positivista, biologicista. ¿Qué sig-
sospecha que un niño/a es maltratado, dónde debe ir, hasta dónde nifica esto? Que entendían que el desarrollo de la vida humana era
debe llegar; pero sólo en pocos lados, en ciertas comunidades, hay un paralelo del desarrollo de la sociedad. Este tipo de positivismo
respuestas positivas. Pues la escuela, si detecta estas situaciones, consideraba que las sociedades transitaban determinados estadios:
debe derivar el caso al sistema de justicia, y también al de salud. desde el salvajismo o barbarie, el estado metafísico, y el estado civi-
lizatorio. Entonces, la vida humana también pasaba por varios esta-
dios, y el niño era un pequeño salvaje, y la educación lo hacía un ser
Una concepción acerca de la infanci civilizado. Pero bien: esta concepción implicaba que el nifio debiera
ser tutelado, porque era w 1pequeño peligroso, y tenía maldad innata.
Porque, además, volviendo a la problemática de la educación Tenía que ser corregido permanentemente, porque venía con toda
sexual, a pesar de que hay una ley que pem1itiría enseñar esto- una una serie de hábitos y de impulsos propiamente primitivos. Y el niño
ley provincial y una ley nacional de Salud Reproductiva- hay temor era alguien que se considera ba inferior, incompleto, carente de los
a enseñarlo. o no se sabe muy bien cómo. Yo no planteo que un atributos de la civilización, porque estaba en una relación de asime-
docente improvise; el docente tiene que formarse para hacer esto. tría con respecto del modelo, del ideal. Ustedes saben quién era el
Cuando hablamos de estas problemáticas y de otras cosas -como modelo y el ideal: el adulto, pero no sólo el adulto. Adulto, varón, y
prevención, por ejemplo-- me parece que intentamos generar nue- blanco, como co1Tesponde. Entonces, ¿quiénes eran los tutelados?:
vos procesos y nuevas significaciones en un orden viejo que resiste. además de los nifios, los indígenas y las mujeres.

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Hay un contrato que en el afio 1923 le hacen firmar a las maes- el adulto. Y esto no prosperó en Argentina, fue rechazado como con-
tras. Es muy interesante porque plantea entre otras cosas el tema del cepción educativa.
tutelamiento de la mujer respecto de su padre y su hermano varón. Entonces, cuando nos pregunta m os ¿hubo otra posibilida d y otro
Prohibían, por ejemplo, a la mujer, salir sola a la calle después de orden posible para los orígenes de la escuela pública? Si, hubo, pero
las seis de la tarde, que era el horario en que terminaba el día esco- fueron reprimidos por la concepción dominante de la época, por la
lar. Sólo podía salir acompañada por un varón que fuera familiar. concepción oligárquica-conservadora, en el siglo XIX. Además,
Obviamente estaba allí prescripta una serie de recomendaciones cuando hablamos de la peligrosidad del niño, tanto Mercante como
acerca de qué manera la mujer tenía que ocultar su sexualidad, su sus colegas médicos y pedagogos equiparaban al estado de la infan-
ser mujer. Usar dos enaguas, la pollera hasta los tobillos, no usar cia con el estado de las masas, las masas obreras en la calle, recla-
polvos faciales. Entonces, no sólo el niño era considerado peligroso, mando. Era tan peligroso el niño indisciplina do como las masas indis-
la mujer también; la sexualidad de la mujer era considerada peli- ciplinadas en las calles reclamando. Esta concepción se relaciona a
grosa fuera de la escuela, y dentro de ella, mucho más. un pensamiento biologic is ta que venía de Europa: Uno de los auto-
Cuando nos preguntamos no sólo por lo de "señorita" maes- res europeos era Gustav Le Bon, que mucho colaboró con sus teorías
tra, sino por el porqué de la resistencia a hablar de sexualidad en acerca de las masas para el surgimie nto del nazismo, décadas después.
la escuela, bueno: esto también tiene un origen. ¿Habrá servido Esta concepción plantea entonces entender a la infancia como
para la época, con una determinada concepción? Vamos a suponer carencia, como un estado incompleto, en referencia a los adultos en
que sirvió a ciertos proyectos políticos. ¿Sirve esto hoy? Supon- estado ideal de completud. La infancia se concibe como aquel estado
gamos que sirvió a un proyecto; pero también existían otros peda- al que algo le falta, y el adulto como el modelo que lo tiene todo. Esto
gogos que provenían de líneas anarq uistas que postulaban un con- también remite a una concepción de igualdad y diferencia, y creo que
junto de pautas educativas y que esperaban de los niños y de las podríamos preguntamos si esta concepción de igualda d y diferencia
niñas una actitud deliberativa, reflexiva; los consideraban sujetos no debería revisarse. Quiero decir: ¿de qué manera entendemos lo
que tenían capacidades de dar opiniones, de expresar su pensa- igual y lo diferente? Podemos pensar que hay una igualdad formal:
miento, y esto se concebía en el siglo XIX, paralelamente a la con- a todos les enseñamos por igual, y como es una igualdad formal, a
cepción de los sectores conservadores que inferiorizaban a los todos les exigimos por igual. Así, no se evalúa en proporción aque-
niños, al no brindarles, por ejemplo, posibilidades de expresión. llo que un niño puede, de acuerdo a sus capacidades y necesidades,
Uno de los pedagogos que promovía la educación más libre de la sino que la evaluación es comparativa respecto de aquello que pue-
infancia era Carlos Vergara, expulsado de varios lugares por sus den los otros, con expectativas de logros homoge neizadas, esperando
ideas. Él proponía el auto-gobierno escolar de los niños y niñas. Era de·todos lo mismo. No vemos las diferencias, y si hay diferencias,
alguien que había egresado del mismo lugar -la Escuela Normal estas diferencias aparecen binarizadas, es decir, aparecen entrama-
de Paraná- que otros pensadores positivistas, pero pudo despren- das en este interjuego de la jerarquía, donde un polo de la diferen-
derse de ese positivismo con otras lecturas. Por ejemplo, Vergara leía cia está sobrevalorado respecto del otro; se entienden así los bina-
al_conde Tolstoi, anarquista, pedagogo y escritor -no por ser conde rismos de apto-no apto. La concepción formal y binaria de igualdad
no era anarquista-, que realizó una experiencia educativa hacia implica una concepción homogeneizante. Están los iguales a sí mis-
1850 en su aldea. Allí proponía un sistema de educación donde el mos, los que alcanzan las expectativas de logros, y los que presen-
niño/a se autoeducaba, se le reconocían capacidades deliberativas, tan diferencias están en otra jerarquía, en menor jerarquía. Entonces
y el tema de la autoridad y la disciplina no estaba referenciado en entendemos la realidad social -y también la realidad institucional

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escolar-- como algo que se divide entre buenos y malos; entre los No pueden decir "No" a un chico celoso y controlador por inseguro,
que aprenden y los que no aprenden; entre los sanos y los enfermos; y violento por inseguro; "No" al golpe, por ejemplo.
los normales y los anonnales; entre los prolijos y los desprolijos. Esto también tiene su historia. Porque todo pensamiento, toda
Siempre en términos binarios; y estos términos binarios no se detie- manera de pensar, se referencia en una manera de sentir. Se corres-
nen en la escuela. Occidente nos fonna con esta concepción de igual- ponden mutuamente, y creo que, en verdad, pensamos a partir de Jo
dad. Hoy en día los que tienen son los valorados, los aptos, los sanos, que sentimos. Hasta no hace muchas décadas, esta cuestión de domi-
los limpios. Esa es una serie del par binario. Los otros son los no nio de un género sobre el otw estaba planteada en las escuelas de la
iguales; sin embargo, no hay oferta para esa diferencia. manera más natural. Por ejemplo, veamos el vestuario, el guarda-
polvo, fíjense cómo estuvo diseñado el guardapolvo de los varones
a diferencia del guardapolvo de las mujeres. El guardapolvo de las
Sobre la igualdad y la diferencia mujeres tiene los boto11es atrás. ¿Por qué será? Porque aparentemente
necesita ayuda. Y el de los varones, ¿qué se espera de un varón? Que
Deberíamos pensar si no hay otra manera de concebir la igual- sea autosuficíente, autónomo, independiente. ¿Dónde tiene los boto-
dad; creo que sí, es una manera más democrática, e implica darle una nes? Éstas son cuestiones que se naturalizan. Y uno puede pensar:
vuelta, y comprender que la diferencia es precisamente eso: una dife- ¿esto qué tiene que ver con la educación? Sí, tiene que ver con la edu-
rencia, que no está descalificada por ser diferente. Porque si es dife- cación, porque lo estético y los modelamientos de los modos de sen-
rente no vale menos por eso. Aunque esto que estoy diciendo parezca tir, esencialmente tienen que ver con la educación.
simplista, lo cierto es que con frecuencia la diferencia sirve como Si reflexionamos acerca de una escuela del siglo XXI que dé
argumento, como excusa, para la exclusión velada. Entonces, cuando respuestas a estas diferencias, diferencias que interpelan a la reali-
hablamos de igualdad y desigualdad, deberíamos pensar no sólo en dad institucional, y que generan tanto malestar, me parece que hay
estos modos que yo carack'licé como diferencia y diversidad: niños/as que intentar repensar la noción de igualdad y desigualdad. Hay que
deprimidos, niños/as violentos, niños/as violentados, porque creo que repensar esto de no entender calidad educativa como cantidad. Y
hay que agregar la cuestión de género, pues esta cuestión es también también hay que pensar qué tipo de estrategias o dispositivos de par-
una diferencia sobre la cual hay que reflexionar en la escuela. Porque ticipación democrática existen en las instituciones. Porque muchas
aunque hayan pasado ya algunos años desde que la mujer tomó con- veces encontramos una cadena de sometimientos. Cadena de some-
ciencia de sus derechos y dejó de ser un sujeto tutelado dentro y fuera timientos que implica la percepción de la injusticia por parte del so-
de l? escuela, esto no quiere decir que allí no hay cuestiones de gé- metido, que, de algún modo, de manera inconsciente, la reproduce
nero para revisar. Yo trabajo con adolescentes, en escuelas, y per- en relación con aquel sobre el cual tiene un dcten11inado poder. Esto
cibo que hay niños machistas, adolescentes machistas, y también también existe en las escuelas. Los docentes están atravesados por
hay chicas machistas. Mantienen una serie de mitos alrededor del estas cuestiones, y tienen modos de actuar inconscientes, y el incons-
género que también tienen su historia. Cuando hablamos de salud ciente con frecuencia hace hacer cosas de las que no nos damos
reproductiva, más allá de estas cuestiones biológicas a mostrar como cuenta. Esta es una cuestión también para replantearse, los sistemas
salud reproductiva, también hay que trabajar mucho el tema de gé- de poder y de disciplina dentro de la institución, no sólo sobre los
nero y violencia entre jóvenes. Hay violencia entre adolescentes, hay niños, sino también sobre los adultos. Lo podernos pensar desde el
coacciones, hay coacción de varones hacia mujeres, porque muchas poder que ejerce un profesor universitario hasta el de una maestra
veces las chicas no pueden decir "No", no puede respetar sus tiempos. de jardín.

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Prevenir con este grupo no podía interactuar, y --obviamente- iba a volver
a repetir de grado, porque no producía escolarmente. Con esto me
Por otro lado, creo que es importante pensar el tema de la pre- estoy refiriendo a la falta de prevención. Y no digo que la maestra
vención. No hay tiempos ni estrategias para prevenir, prevención no intentó: intentó con lo que ella tenía a mano. Pero, ¿qué sucede?:
puede ser entendido como un "hacer lugar" a un oír, y a un ver, para hay un orden naturalizado que dice que si un niño/a no llega a las
disponer al niño/a a aprender. Yo suelo contar lo que sucedió cuando expectativas de logro de una o dos rnaterías ---aunque sean impor-
tra bajarnos en una escuela en la Zona Oeste de Rosario. Estábamos tantes, matemátíca, lengua, lo q ue sea- tiene que repetir todo el
en una reunión plenaria, trabajando el tema de la prevención de la año. Esto es lo institucionalizado. No se evalúa qué implicaciones y
violencia, y participaban ambos tumos de la escuela; como no eran consecuencias tiene para este chico perder a su grupo de referencia,
frecuentes este tipo de encuentros, se comentaban qué cosas pasa- con su misma edad, con el que seguramente jugaba fuera de la
ban, qué tipos de problemáticas tenían los docentes. En un momento, escuela. Porque cuando hablamos de lo que no se toma en cuenta en
una de las maestras plantea que ya no sabía qué hacer con un chico cualquier debate sobre educación, eso a lo que nos referimos es, pre-
que presentaba conductas de ensimismamiento, de mutismo, de inco- cisamente, la subjetividad. Qué es lo que se siente, se desea, se pa-
municación con sus compañeros. Esto venía presentándose desde dece. Porque para aprender tenemos que estar dispuestos a apren-
comienzos de año, y la situación se agravaba. Vamos preguntando, der, y para estar dispuestos a aprender intervienen muchas cosas -el
¿qué hiciste?, ¿te acercaste? Y la maestra nos dice: ''yo hice todo". cuerpo, el deseo, la inteligencia- . Además de lo afectivo; y tam-
Como se habían agotado todas las posibilidades, empezamos a pre- bién para aprender necesitamos sentimos reconocidos .
guntar, ¿quién conoce a este chico?; por lo que se sabía en la escuela, Sin embargo, parece que el acto de aprender es natural. Que el
el hermano había egresado de la escuela, era ya un adolescente, y enseñar y el aprender se tiene que dar dentro de un marco que ya
estaba implicado con drogas en el barrio. Entonces surgieron una está dado, y se considera un acto técnico, pedagógico y didáctico.
serie de preguntas alrededor de si el hermano no lo habría implicado Esta es una concepción que Freire llamaba "bancaria", depositar el
con las drogas. contenido sobre aquel que aprende. Otrns autores contemporáneos,
Era una hipótesis, y una hipótesis grave. Este chico iba al tumo como Gilles Deleuze, la llamaron educación teoremática, donde se
mañana. La vicedirectora del tumo tarde dice: "él hace la tarea a con- inyecta teoría. Él decía que en lugar de una concepción teoremática
traturno, y participa, i10 es como vos decís. Yo no sabía nada, ¿cómo de la educación habría que pensar en una educación problemática.
no nos comunicamos". Después, una maestra cuenta que este chico Y la problematización es hacer preguntas. El partir de la pregunta es
trabajaba en un bar del barrio lavando copas por la noche. Y era un lo que motoriza el deseo de saber. Esto también está namralizado, y
chico activo, un chico que no tenía demasiado tiempo libre. Hasta TJ.O planteo que tenga que ver con un docente en particular, sino con
que alguien dice: "lo que pasa es que como él repitió de grado". A un sistema y con una formación de los docentes. Este chico al cual
mi me pareció, y así lo dije, que en definitiva, esto que se sospechaba hicimos referencia no tuvo oportunidad de ser escuchado, pero no
respecto de la vida del chico no tenía mucho fundamento. Y la pre- porque la maestra no se haya sentado con él e insistido. A veces, para
gunta era si este mutismo no tenía que ver con una depresión, tris- escuchar a un niño/a, se requiere ser flexible con el orden escolar,
teza -podemos llamarle de muchas maneras-, pues esa conducta inventar, no tener miedo de mover cosas. Principalmente porque qui-
puede relacionarse con un duelo que el chico no pudo hacer por la zás este chico hubiera podido no repetír nuevamente el año si com-
pérdida de su gru po. Porque él era de otros modos en otros lugares, partía algunas materias con su grupo, o iba a contratumo con algu-
y en otros espacios, incluso dentro de la escuela. Ahora bien, estando nas materias que había repetido, no sé: creo que es necesario inventar

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cosas. Por eso digo que no hay prevención; hoy la prevención se re- cómo circulan, cómo son significadas y sentidas por cada uno de los
duce a detectar el fracaso, y después, si no puede avanzar de acuerdo miembros del grupo escolar, por el grupo en su conjunto, por los
con los ri tuales escolares, terminará de escolarizarse en la escuela adultos en la institución. Pues es un obstáculo frecuente para la inte-
nocturna. gración y la atención a lo diverso, un imaginario grupal que rechaza
lo que puede el niño/a con dificultades, no reconociendo aquello de
lo que es capaz, sus potencias. Y sabemos que no sólo hay que tener
Los afectos, la diversidad y el conflicto algunas capacidades para aprender, es necesario que esas capacida-
des estén reconocidas y valoradas.
Otro aspecto que me parece esencial para pensar la escuela del Desde esta perspectiva hay que entender el modo en que el
siglo XXI es cómo el sujeto se encuentra con sus propios afectos. trabajo sobre la sensibilidad, el trabajo sobre lo que se siente, implica,
Esto está relacionado con el desencuentro, desencuentro obligado en primer lugar, reconocer qué nos pasa, y después, reflexionar sobre
de los sujetos con aquello que sienten. Qué quíero decir con esto: no qué le pasa al otro, o qué me pasa con el otro y junto a él. Puede
hay tiempo -ni tradición en ello- para pensa r en lo que sentimos, pensarse que eso no significa educar, que educar -{;01110 les decía
no hay tiempo ni cultura institucional para reflexionar alrededor de antes- sólo se reduce a una cuestión técnica, y por lo tanto los afec-
las diferencias, acerca de qué me suscita y me genera la diferencia tos quedarán afuera. Muchas veces, para un niño o una niña, es la
que el otro me presenta, porque esto se relaciona con el modo de única oportunidad, quizás, de poder sentirse no sólo escuchado sino
entender el conflicto y la resolución de los conflictos. El tema de los escuchar lo que él mismo dice. Y por ello hay que implementar talle-
afectos resulta esencial; porque así como decimos muchas veces que res y grupos de reflexión, para poder reflexionar sobre estos temas.
la violencia está motivada por un sentimiento de impotencia, mucha Por ejemplo, que los niños y ni ñas puedan pensar: ¿pueden decir
de la violencia que se vive dentro de la escuela está motivada por delante de la autoridad o frente a sus com pañeros lo que piensan?
sentimientos de injusticia, por temor a la diferencia, por temor al Esto significa la asunción de una detemünada posición subjetiva
otro, por un desencuentro con el otro. frente a aquel que aparece como superior. ¿Le temen al superior?
Creo que desde esta perspectiva es importante entender cómo ¿Por qué? ¿Pueden decir que no al superior? ¿Pueden decir que no
la escuela, para educar en este siglo, tiene que tener estrategias para están de acuerdo? Porque esto fom1a parte de un modelamiento, pues
enseñar no sólo a reconocer qué es lo que siente cada uno, sino tam- no porque el adulto tenga aut01idad tiene siempre razón; esto forma
bién a no temer a la diferencia que cada uno porta. Y ello puede parte de los rituales de autoridad.
pensarse a través de buscar cómo resolver conflictos a partir de Quiero contarles lo que sucedió hace dos años con un chico de
maneras no violentas. Porque el conflicto siempre va a estar, es pro- una escuela en Rosario al que no le permitieron inscribirse al afio
piamente humano. Lo que genera violencia es precisamente el hecho próximo. Salió en los medios, y yo me enteré a partir de la Defensoría
de que se trata de aca llar al otro o destruir al otro porque presenta del Pueblo, porque la madre hizo un reclamo; el chico había hecho
una diferencia, de pensamiento, de metodología, de acción. Este una redacción a pedido de la maestra, y la cuestión es que no había
trabajo, el del reconocimiento de las propias afectaciones, es la base gustado el contenido y al próximo año no le permitieron inscribirse.
de toda experiencia de una mejor convivencia. , Al chico le piden una opinión sobre la escuela, y escribe: "Pero a
Cuando hablarnos de atención a la diversidad, y de integración veces pasan cosas que no me gustan, como por ejemplo una injusti-
escolar de niños/as con necesidades educativas especiales, una de cia. Llamarle la atención siempre al mismo sin sentarse a conversar.
las primeras tareas a realizar es el reconocimiento de las diferencias; La profesora se cree que porq ue es profesora puede hacer lo q u e

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quiere, y no es así". Otro párrafo: ''nosotros al principio sufrimos un una cuestión cultural, social suponer que el no cambio de opinión
cambio de directora. Desde abril que la situación cambió mucho acá implica una cuestión de fortaleza; y a veces es al revés: quizá sólo
en la escuela. La nueva directora es una persona muy buena, pero el fuerte puede cambiar, sólo el fuerte puede decir que puede cam-
demasiado para un cargo tan importante, sabiendo cómo es el com- biar de opinión. Bueno, en definitiva las transformaciones a realizar
portamiento de la adolescencia de hoy". Después: "También hay pro- en la escuela son muchas, pero creo que deben darse pequeños pasos,
fesores que se encaprichan sin ningún motivo con un alumno, y des- no grandes proyectos de cambios globales; sí invenciones novedo-
pués no dan explicaciones, como me pasó a m í en una trimestral de sas frente a problernas inesperados, flexibilidades cotidianas de
ciencias sociales, que me saqué 8 y en la libreta me puso un 4, y me los rituales, creación de otros rituales que den respuestas a lo que
chamuyó cualquier cosa a la hora de explican11e la nota. Total, quién necesita la diversidad de la infancia contemporánea; y revisar es-
se lleva la materia: yó". Y acentúa la o de yo, para que quede claro. pecialmente el tema de la autoridad en la escuela, para repensar la
Entonces, ¿qué libertad de opinión tiene un niií.o, una nifia, den- convivencia, la construcción de ciudadanía en los niños y niñas,
tro de la escuela? ¿Cuándo se les pide que ellos puedan aportar al la participación de éstos en las decisiones importantes de la escuela.
clima institucional, al gobierno de la escuela? Porque cuando habla- Estoy convencido de que esta es tam bién una manera de respetar
mos de violencia, habría que pensar que esta violencia puede dismi- los derechos de los niños/as. Me gustaría cerrar con una cita de M.
nuir cuando la palabra circula. Contrariamente, cuando la palabra Foucault, que creo representa lo que quise transmitir, este autor decía
está reprimida, el acto reemplaza a la palabra, y el acto casi nunca que el orden de los Estados no tolera el desorden de los corazones.
implica una mediación simbólica. Con frecuencia el acto es una des- Y creo que hay que propagar ese pequeño desorden, alternativo,
carga por la angustia, una descarga compulsiva. Si revisamos nues- buscando respuestas con la imaginación instituyente, creadora de
tra historia escolar, seguramente como alumnos hemos percibido otros órdenes.
situaciones de injusticia frente a la autoridad en una escuela, porque
no es inusual este tipo de cosas. Por ejemplo, el tema de la risa: la
risa está reprimida en la escuela, es considerada "falta de respeto",
con todo lo que implica la risa con relación a la alegría. Esto, remi-
tiéndonos a la historia, tiene su origen en los rituales mili tares que
la escuela conserva aún hoy. Lo podemos ver cuando los chicos for-
man fila. Los más bajos delante, los más altos atrás, para verlos a
todos. ¿Para verles qué? El rostro, si hablan, adónde miran. Es la for-
mación. ritualística militar instaurada en aquel momento, en los orí-
genes de la escuela pública que aún perdura
Por ello, trabajar las preguntas sobre el conflicto me parece
esencial. Estas preguntas dan lugar a otras preguntas. En un grupo
escolar donde exista esta frecuencia en la reflexión, podemos saber
como pueden los chicos pensar sobre sí mismos y por ejemplo qué
es lo que les molesta a los chicos del otro, y cómo aquello que les
molesta tiene que ver con ellos mismos. O pensar acerca de lo que
los hace sentir que aferrarse a una sola idea es fortaleza, ya que es

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Capitulo 11

La escuela del siglo XXI.


Emanuel, entre lo diverso y lo múltiple

¿Por qué amores se aprende, por qué encuentros?


GILLES DELEUZE

Creemos necesario, en este capítulo, reflexionar acerca de las


realidades y los imaginarios de la escuela de este siglo, y dejar en
claro que esta escuela debe atender a la infancia y la adolescencia
contemporánea q ue se caracteriza en este tiempo histórico por la
diversidad. Esta d iversidad se manifiesta de muchas maneras; las
depresiones, compulsiones y va riados síntomas se extienden en la
infancia a partir de descontenciones familiares, discriminación, aban-
donos, marginación y soledades en el hogar, en el marco de una so-
ciedad fuertemente exitista. Por ello, si algo caracteriza lo que tiene
que enfrentar la escuela es la producción de una subjetividad social
de la infancia y adolescencia fragilizadas 1 , en casi todos los secto-
res sociales, cada uno con sus particularidades. Esta diversidad no
siempre es entendida como tal. Reflexione m os sobre esto.
Para avanzar en la comprensión de la problemática es necesa-
rio en primer lugar diferenciar los conceptos de heterogeneidad,
diversidad y multiplicidad. Es por ello que de acuerdo a esta dife-
renciación podremos vislumbrar los diferentes momentos en que una
institución diagrama las relaciones singulares que la constituyen.

1. Pensemos sino en los altos índices de intoxicación alcohólica que presentan los
adolescentes en los hospitales en que son internados.

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