HUMANOS. Colombia, un país que viene sosteniendo una guerra civil pasiva durante las últimas seis décadas, violando todos los derechos humanos. Hoy se encuentra en mira de un proceso de Paz, como un sofisma de distracción en retroceso respecto a las encrucijadas que se dieron con la firma de la paz. Con ese es el espectáculo muestran el informe de la situación actual de Derechos Humanos y Derecho Humanitario en Colombia, en el que participaron organizaciones civiles de todo el país con el fin de recoger y analizar los avaneces que se han dado, aunque se ha minimizado la situación. No se puede descartar que persiste el conflicto y los actores, sublevado en la acción, continúan infringiendo el Derecho Internacional Humanitario a través del desplazamiento forzado, el confinamiento, bombardeos, reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, el irrespeto a la objeción de conciencia, la violencia sexual, el secuestro y los ataques a bienes y personas protegidas. Siendo la situación más caótica para la población civil que vive sumergida en el miedo, temor del día a día. Aunque se vendido denunciando ante a comunidad internacional los impactos del conflicto armado en materia de desplazamiento, confinamiento y asesinato de líderes. El conflicto armado tiene una fuerte dinámica en todo el territorio colombiano. Todavía se vienen cometiendo atrocidades por parte del estado,
Sin embargo desarrolló el proceso de paz con las Farc. Ha significado
un alivio a la situación humanitaria y de derechos humanos de las comunidades negras en estos territorios. Pero últimamente el Estado ha sido incapaz de rodear los espacios que ha dejado las Farc “La falta de presencia del Estado es impresionante a tal punto que los territorios que eran controlados por las Farc ahora han dado un gran paso hacia la deforestación. Las Farc tenían más capacidad de control del territorio que el mismo Estado colombiano”. Trayendo como consecuencia la aparición de nuevos grupos que se quieren tomar el poder, Presionando a los líderes sociales. Los que se puede concluir que le proceso paz no ha llegado a muchos territorios, trayendo como consecuencia el recrudecimiento de la violación de los derechos humanos. Sin duda afectando a la población. Como tal la violencia no es indiferente. Seguimos viendo las mismas dinámicas: desplazamiento, confinamiento (las personas no tienen libre locomoción). Sigue habiendo asesinato de líderes, sigue habiendo una profundización de economías ilegales en los territorios. Ahora la diferencia es que están entrando actores que antes no estaban y lo que se evidencia es que el Estado colombiano no ha asumido con seriedad el control sobre su territorio. Hay que fijarse en lo siguiente: hay una constante y es que la mayoría de líderes han estado involucrados con asuntos de tierras y restitución. Se mantiene esa constante de que es la tierra la que ha sido el núcleo del conflicto, se mantiene durante el conflicto y ahora. Todavía queda mucho por avanzar. La paz no se ha venido construyendo. Se acabó el conflicto con las Farc pero la paz falta mucho por construirla. Pero el estado tiene que aportar lo básico desde la institucionalidad.
Colombia siempre ha sido cuestionada en materia de derechos
humanos. Por la forma como se práctica y se predica la justicia, Tenemos más de ocho millones de víctimas de conflicto, se supone que se acabó pero se siguen generando víctimas, desplazamiento, bajo la desidia del estado, aunque se ha propuesto leyes importantes como la Ley de Víctimas (ley 1448), pero sin argumento positivo, por su aplicabilidad, ya que desde la institucionalidad esta es efímera de ética y de moral, para coayugar la situación.