CONSIDERAOS MUERTOS AL PECADO Y VIVOS PARA DIOS

Romanos 6:11

INTRODUCCION: Cuando el apóstol Pablo le dice a la iglesia que se consideren muertos al pecado les
está diciendo que ya no vivan para expresar más la naturaleza pecaminosa, porque ellos fueron
resucitados juntamente con Cristo para expresar su naturaleza.
Cuando no estamos conscientes o seguros de lo que somos no podemos expresarnos
como tal. La iglesia de Roma no creía ni asimilaba su nueva condición en Cristo, y en algunos casos
posiblemente no le dieron la debida importancia, por eso seguían viviendo como si no hubieran nacido de
nuevo; debido a eso fueron llamados a la corrección. (Romanos 6:11)
El Señor quiere que hoy entendamos dos aspectos importantes que debemos considerar
en nuestra vida en Cristo.

I. MUERTOS AL PECADO
A. Considerarse muertos al pecado es reconocer y evidenciar que el hombre viejo ya ha sido
crucificado con Cristo y no tiene ningún poder sobre nosotros; con ese entendimiento
debemos determinarnos a ya no proveer a los deseos de la carne. (Romanos 13:14)
B. Cuando la naturaleza carnal se sigue expresando en nosotros nos volvemos necios y es
imposible obedecer y sujetarnos a Dios. (Romanos 8:7)
C. La muerte a la naturaleza carnal se aplica en nosotros cuando somos bautizados, ahí,
esta naturaleza es muerta y sepultada, inhabilitada e incapacitada para que desde ese momento
vivamos en novedad de vida en Cristo. (Romanos 6:3-4)
D. Nuestra responsabilidad es hacer morir lo terrenal en nosotros y ocuparnos de vivir en el
Espíritu expresando la naturaleza de Cristo. (Romanos 8:6)

II. VIVOS PARA DIOS

A. Vivir como vivos para Dios es dirigir nuestras vidas por el Espíritu para hacer morir
las obras de la carne. (Romanos 8:13) Para vivir en el Espíritu debemos ejecutar en nuestras
vidas tres acciones, las cuales son: (Efesios 4:22-24)
 Despojarnos del viejo hombre,
 Renovarnos de nuestra mente
 Vestirnos del nuevo hombre
B. Vivir para Cristo es ser guiados por el Espíritu de Dios evidenciado un proceso de
transformación y madurez hacia alcanzar la imagen de Cristo. Cuando una persona vive
para Cristo cambia sus prioridades, (Gálatas 2:20).
C. La iglesia de Roma aunque ya había nacido de nuevo todavía expresaba la naturaleza carnal
porque no se consideraban vivos para Dios, no creían en la transformación, no meditaban,
ni recapacitaban que podían ser diferentes y eso les hacía sentirse incapaces de vivir la
vida de Cristo en ellos.

CONCLUSION: Cuando se expresa la naturaleza carnal, la perfección se ve imposible de alcanzar

porque solo ven sus limitaciones y defectos. Vivir como vivos para Dios es creer y considerarse
crucificados en Cristo y dejar que Él se exprese en nosotros. Como nacidos de nuevo somos llamados
a vivir para Cristo, porque somos propiedad de Él, y para eso fuimos libertados del pecado.